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CAPITULO 3
OPTICA GEOMETRICA
c=λ ν (3.1)
la cual permite, obviamente, infinitos valores de λ y ν ; de hecho hay una gran variedad
de ondas electromagnéticas cuyas características satisfacen la ecuación (3.1).
Como está señalada en la Figura 3.1 una muy pequeña porción del espectro e.m. corresponde a
la luz visible o sea a las ondas e.m. que pueden ser percibidas por el ojo humano; son aquellas
cuyas longitudes de onda están comprendidas en el intervalo 4 .000 Å ÷ 7 .000 Å ( 1 Å =
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La Figura 3.2 muestra un diagrama de la luz visible y de los colores percibidos por el ojo
humano asociados a las diferentes longitudes de onda.
En este capítulo y en el próximo nos ocuparemos de los fenómenos conexos a la porción del
espectro e.m. correspondiente a la luz visible es decir desarrollaremos esa parte de la física
normalmente llamada óptica.
Si bien la luz sea una onda e.m. y por lo tanto sea capaz de rodear los obstáculos( 1 ) , en
nuestras observaciones cotidianas podemos ver que, en la mayoría de los casos, la luz se
propaga en forma rectilínea; para tal fin basta observar las sombras bien definidas proyectadas
por los objetos o la trayectoria de la luz que entra en una habitación oscura a través de un
hueco en los póstigos de la ventana. La óptica geométrica analiza precisamente los
fenómenos luminosos y los sistemas ópticos para los cuales pueda considerarse válido el
principio de propagación rectilínea de la luz.
( 1) La capacidad de la luz para rodear los obstáculos fue observada por primera vez por
Grimaldi, cuyos estudios fueron publicados en 1665, sin embargo la experiencia
común es que, normalmente, la luz se propaga en forma rectilínea; los fenómenos en
los cuales la desviación de la luz (difracción) se hace evidente, deben tratarse
mediante un formalismo ondulatorio y señalan el límite entre la óptica geométrica y la
óptica física.
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Para estos fenómenos y estos sistemas ópticos reemplazaremos entonces las ondas luminosas
con los rayos entendiendo como rayos a las direcciones de propagación de los frentes de onda.
La Figura 3.3 muestra los frentes de onda y los correspondientes rayos para los casos de ondas
luminosas que se propagan por ondas esféricas a partir de una fuente puntual o por ondas
planas a partir de una fuente puntual localizada en el infinito.
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número n que llamaremos índice de refracción del medio de propagación de manera que si
v es la velocidad de propagación de la luz en el medio, sea:
Así si tenemos diferentes medios en los cuales la luz se propaga con velocidades
v 1 , v 2 .... v i podremos asociar a esos medios diferentes índices de refracción de modo que:
n1 v 1 = n2 v 2 = n3 v 3 = .... = ni v i = c (3.3)
Consideremos ahora un haz de luz que se propaga en un medio de índice de refracción n con
velocidad v = c ; después de un tiempo t habrá recorrido una distancia AB = S dada
n
por:
AB = S = v. t (3.4)
dada por:
A0 B 0 = S0 = c . t (3.5)
A0 B 0 = S0 = n. vt = n. AB = n. S (3.6)
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L = S1 + S 2 + S 3 + ....+ S i = ∑ i S i (3.7)
∆ = n1 S1 + n2 S 2 + n3 S 3 + ....+ ni S i = ∑ i ni S i (3.8)
Volvamos ahora a considerar un haz de luz (ver Figura 3.4) que se propaga desde A hasta B
atravesando varios medios de diferentes índices de refracción; es evidente que es posible
imaginar muchas o más bien infinitas trayectorias que unen los puntos A y B ; el principio
de Fermat nos permite establecer cuál de todas las trayectorias imaginables es la que
efectivamente recorre el haz de luz.
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La trayectoria real de un haz de luz es la que se asocia al camino óptico máximo, mínimo o
estacionario.
Con relación al caso ilustrado en la Figura 3.4 este principio nos dice que de todas las
trayectorias que pueden trazarse entre los puntos A y B la que realmente recorre la
perturbación luminosa es la que cumple con la relación:
D ∆ = D ∑ i ni S i = 0 (3.9)
Consideremos, por ejemplo, un haz de luz que se propaga desde el punto A hacia el punto B
reflejándose sobre un espejo plano.
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Evidentemente podemos imaginar infinitas trayectorias para el haz de luz y es claro que éstas
dependen del punto del espejo en el cual pensemos vaya a reflejarse el haz; de manera que si
determinamos la posición del punto P habremos determinado la trayectoria real. Con
relación a la Figura 3.5, si trazamos las perpendiculares al espejo desde los puntos A, B e
indicamos con M , N los pies de esas perpendiculares, podemos identificar la posición del
punto P a través de su distancia x con respecto al punto M .
h22 + ( l − x )
2
L = AP + PB = h12 + x 2 +
∆ = n. L = n h12 + x 2 + n h22 + ( l − x )
2
Dado que la trayectoria de la luz depende de la posición del punto P o sea del valor de x ,
podemos encontrar la trayectoria real aplicando el principio de Fermat, es decir imponiendo la
condición:
d∆ 2 nx 2 n (l − x )
=− + =0
dx 2 h12 + x 2 + (l − x )
2
2 h22
de donde obtenemos:
x l− x
=
h12 + x 2 h22 + ( l − x )
2
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MP PN
= y entonces: sen θ 1 = sen θ 2
AP PB
relación ésta que solamente puede cumplirse cuando θ 1 = θ 2 o sea cuando los ángulos de
incidencia y de reflexión son iguales.
Lo anterior implica entonces que la trayectoria real del haz de luz es la que se asocia a la
d∆
condición = 0 (principio de Fermat) y que esta condición se satisface cuando θ 1 = θ 2
dx
(ley de reflexión).
Consideremos, por ejemplo, el caso de un haz de luz que se propaga desde el punto A situado
en un medio de índice de refracción n1 hacia un punto B situado en un medio de índice de
refracción n2 ; en este caso también podemos imaginar infinitas trayectorias las cuales
difieren por la posición del punto P sobre la interfase en la cual incide la luz (Figura 3.6).
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L = AP + PB = x 2 + h12 + (l − x ) 2 + h22
∆ = n1 x 2 + h12 + n2 (l − x ) 2 + h22
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d∆ −2 n1 x 2 n2 ( l − x )
= + =0
dx 2 x 2 + h12 2 ( l − x ) + h2
2 2
de donde obtenemos:
x l− x
n1 = n2
x 2 + h12 (l − x ) 2 + h22
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Un espejo esférico es un sistema óptico constituido por una porción de superficie esférica
recubierta por un material reflectante; el espejo puede ser cóncavo o convexo dependiendo de
cual sea la superficie que refleja la luz.
.
Naturalmente los espejos esféricos forman imágenes, por reflexión, de fuentes luminosas;
estas imágenes pueden determinarse teniendo en cuenta que cada rayo que incide sobre el
espejo se refleja de acuerdo con la ley ordinaria de la reflexión, es decir de manera que los
ángulos de incidencia y de reflexión sean iguales; sin embargo los espejos esféricos tienen
algunas propiedades que nos permiten localizar las imágenes a través de una simple relación
matemática que obtendremos a través de algunas hipótesis y aproximaciones.
Definamos eje óptico del espejo a la recta que pasa por el centro de curvatura de la superficie
esférica a la cual pertenece el espejo y por el centro geométrico o vértice del casquete esférico
que conforma el espejo.
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$ = PCF
Con relación a la Figura 3.9 es fácil ver que TPC $ porque son ángulos alternos
$ = CPF
internos para las paralelas TP y CV , por otro lado TPC $ por ley de reflexión, lo
cual implica que el triángulo $ es isósceles porque FCP
CPF $ = CPF
$ , por lo tanto
CF = FP .
( 1 ) Esta observación sería estrictamente cierta para un espejo parabólico debido a las
propiedades geométricas de la parábola; para un espejo esférico los rayos se cruzan
en una zona pequeña llamada cáustica que se vuelve con buena aproximación puntual
para rayos paraxiales.
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Para los espejos convexos los rayos que inciden paralelos al eje óptico son divergentes una
vez hayan sido reflejados por el espejo, pero sus prolongaciones también se cruzan
aproximadamente en un punto focal; en este caso se dice que el foco es virtual dado que en
ese punto localizado detrás del espejo no hay una efectiva concentración de energía( 1 ) , sino
que los rayos reflejados por el espejo son percibidos como divergentes del punto focal.
(Figura 3.10).
Cuando los rayos luminosos inciden paralelos entre sí mas no paralelos al eje óptico, también
se cruzan en un punto una vez reflejados por un espejo cóncavo o también aparecen
divergentes desde un punto cuando son reflejados por un espejo convexo; esos puntos están
situados sobre un plano perpendicular al eje óptico que pasa por el foco real o virtual del
espejo.
Ese plano que es el conjunto de todos los puntos en los cuales convergen los rayos reflejados
generados por rayos incidentes paralelos entre sí (espejo cóncavo) o desde los cuales
aparentemente divergen los rayos reflejados generados por rayos incidentes paralelos entre sí
( 1) El foco de un espejo cóncavo es real en el sentido que en ese punto hay una efectiva
concentración de la energía luminosa.
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(espejo convexo) se llama plano focal y es real para espejos cóncavos y virtual para espejos
convexos (Figura 3.11).
Veamos ahora como podemos determinar la posición de la imagen formada por un espejo
(cóncavo o convexo) cuando se conozca la posición del objeto fuente y las características del
espejo, es decir su radio de curvatura.
Con el fin de que la relación analítica que encontremos sea útil, es necesario que pueda
aplicarse cualesquiera que sean las características del espejo e indiferentemente si la imagen es
real o virtual; para garantizar lo anterior deben establecerse unas convenciones de signo que
resumimos así:
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- La distancia focal f se mide desde el foco hacia el vértice del espejo, lo que implica
que f es positiva o negativa según el foco sea real o virtual.
Con relación a la Figura 3.12 podemos observar que, en el triángulo OPI , el segmento CP
$ lo que implica de acuerdo con el teorema de la bisectríz
es bisector del ángulo CPI
(geometría euclidiana):
OP : IP = OC : CI (3.11)
p :q = p− R : R−q
de donde: pR − pq = pq − qR .
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1 1 2 1
+ = = (3.12)
p q R f
Esta ecuación llamada fórmula de Gauss es aplicable a cualquier espejo esférico siempre que
se tengan en cuenta las convenciones de signo; incluso la fórmula puede aplicarse a los
espejos planos que, como se sabe, producen imágenes virtuales a la misma distancia detrás
del espejo a la cual está situada la fuente delante del espejo.
Para los espejos planos que pueden considerarse como espejos esféricos de radio R infinito
se obtiene, a partir de la (3.12):
1 1 2
+ = =0
p q R
de donde q = − p
Sin recurrir a la fórmula de Gauss, es posible determinar con bastante precisión la posición de
la imagen producida por un espejo utilizando construcciones gráficas de acuerdo con las
siguientes reglas:
- Todo rayo que incide paralelamente al eje óptico se refleja de manera que pase por el
foco real o que su prolongación pase por el foco virtual.
- Todo rayo incidente que pasa por el centro de curvatura C se refleja sobre si mismo.
- Todo rayo incidente que pase por el foco real o cuya prolongación se dirija hacia el foco
virtual se refleja paralelamente al eje óptico (consecuencia del principio de
reversibilidad).
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Las figuras siguientes presentan algunos casos de importancia obtenidos mediante el uso de
las
anteriores reglas.
Como puede deducirse de la Figura 3.13 un espejo cóncavo forma generalmente (excepto
para p < f ) imagen real e invertida; el único caso en el cual el espejo cóncavo forma una
imagen virtual y derecha ocurre cuando p < f , mientras un espejo convexo siempre produce
una imagen virtual y derecha.
3.3.4 Aumento.
La anterior figura también nos muestra como el tamaño de la imagen es variable de acuerdo
con la posición del objeto fuente; se define entonces como aumento del espejo a la relación
A = − I 0 ( 1 ) entre los tamaños de la imagen y del objeto.
( 1 ) El signo negativo tiene en cuenta que cuando p , q son positivas (es decir para
imágenes reales), la imagen resulta invertida con respecto al objeto, mientras cuando
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Con relación a la Figura 3.14 hay varios pares de triángulos semejantes, por ejemplo:
I R−q
A= − =− (3.13)
0 p− R
I p
A= − =− (3.14)
0 q
Es sabido que prácticamente todos los instrumentos ópticos utilizan lentes y que las lentes
tienen superficies esféricas o planas que pueden fabricarse, por métodos mecánicos, a un
costo razonable; es importante entonces analizar que ocurre a un haz de luz que atraviesa una
superficie refractora esférica que normalmente es una de las superficies de las lentes.
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Se llama superficie refractora esférica (S.R.E.) a una porción de superficie esférica que
separa dos medios de diferentes índices de refracción.
Si suponemos que la luz viaja de izquierda a derecha las superficies refractoras pueden
clasificarse de acuerdo con la concavidad con respecto a la luz incidente en cóncavas y
convexas tal como se muestra en la Figura 3.15.
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Las S.R.E. tienen dos focos que pueden ser reales o virtuales según la superficie sea convexa o
cóncava (para el caso n2 > n1 ).
Para el caso de una superficie convexa, y por lo tanto convergente, los focos pueden definirse
así:
Primer foco: Punto desde el cual divergen los rayos que, refractados por la superficie
esférica, se vuelven paralelos al eje óptico.
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o también: punto en el cual debe situarse el objeto fuente para que la imagen producida por la
S.R.E. esté localizada en el infinito.
Segundo foco: Punto en el cual convergen los rayos refractados por la S.R.E. cuando inciden
paralelos al eje óptico o también punto en el cual la S.R.E. forma la imagen de un objeto
fuente localizado en el infinito.
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Primer foco: punto en el cual convergerían (si no hubiera S.R.E.) los rayos incidentes que
desviados por la S.R.E. se vuelven paralelos al eje óptico.
Como puede deducirse de la figura se trata de un foco virtual dado que en el punto F1 no hay
concentración de energía; en este caso el primer foco se encuentra a la derecha de la S.R.E..
Segundo foco: punto desde el cual aparentemente divergen los rayos refractados que inciden
paralelos al eje óptico.
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También se definen, para la S.R.E., los planos focales que son los planos perpendiculares al
eje óptico del sistema y que pasan por los focos.
Lugar geométrico de los puntos desde los cuales divergen los rayos que cuando inciden sobre
la superficie esférica se refractan paralelos entre sí
Lugar geométrico de los puntos en los cuales convergen los rayos refractados por la S.R.E.
cuando inciden paralelos entre sí.
Lugar geométrico de los puntos en los cuales convergerían los rayos incidentes (si no hubiera
S.R.E.) que refractados por la superficie esférica se vuelven paralelos entre sí.
Lugar geométrico de los puntos desde los cuales aparentemente divergen los rayos refractados
producidos por rayos incidentes paralelos entre sí.
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Vamos ahora a obtener una relación matemática que nos permita encontrar la posición de la
imagen producida por una S.R.E. cuando se conozcan sus características ( n1 , n2 , R ) y la
posición del objeto fuente. Como hicimos para los espejos esféricos establecemos antes unas
convenciones de signo que nos garanticen la validez de la fórmula cualquiera que sea la
superficie considerada.
- Son positivas las distancias que se miden de izquierda a derecha y negativas aquellas
que se miden de derecha a izquierda.
- La primera distancia focal f1 se mide desde el primer foco F1 hacia el vértice; por lo
tanto f1 > 0 si el foco F1 es real, f1 < 0 si el foco F1 es virtual.
- La segunda distancia focal f 2 se mide desde el vértice hacia el segundo foco F2 ; por lo
tanto f 2 es positiva o negativa según sea real o virtual el segundo foco.
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Con relación a la Figura 3.22 aplicamos el teorema de los senos a los triángulos OPC y
CPI y obtenemos:
p+ R R q−R R
= ; =
sen (π − θ 1 ) sen α sen θ 2 sen γ
de donde:
p+ R q−R
sen θ 1 = .sen α ; sen θ 2 = .sen γ
R R
Es evidente que de acuerdo con la ley de Snell: n1 sen θ 1 = n2 sen θ 2 , lo que implica:
p+R q−R
n1 .sen α = n2 .sen γ (3.15)
R R
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p+ R h q−R h
n1 . . = n2 . .
R p R q
n1 n2 n2 − n1
+ = (3.16)
p q R
n1 . R
f1 = (3.17)
n2 − n1
n2 . R
f2 = (3.18)
n2 − n1
f1 n1
de donde: = (3.19)
f2 n2
es decir que las distancias focales son proporcionales a los índices de refracción de los dos
medios separados por la S.R.E..
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Sin recurrir a la fórmula de Gauss puede determinarse, con buena aproximación, la posición
de la imagen producida por una S.R.E. realizando construcciones gráficas de acuerdo con las
siguientes reglas:
b) Un rayo que pase por (o se dirija hacia) el primer foco F1 (según éste sea real o
virtual), se refracta paralelamente al eje óptico.
c) Un rayo que incide paralelamente al eje óptico se refracta pasando por el segundo foco
si éste es real, o de manera que su prolongación pase por el segundo foco F2 si éste es
virtual.
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Como puede verse en la Figura 3.19 una S.R.E. convexa (cuando n2 > n1 ) produce siempre
imagen real e invertida excepto cuando p < f1 , caso en el cual se produce una imagen virtual
y derecha; una S.R.E. cóncava (para n2 > n1 ) siempre produce imágenes virtuales y
derechas.
I q−R
A= − =− (3.20)
0 p+ R
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I f1
A= − =− (3.21)
0 p − f1
c) La semejanza de los triángulos LVF2 y F2 DE :
I q − f2
A= − =− (3.22)
0 f2
Una lente es un sistema óptico limitado por dos superficies refractoras que tienen un eje en
común; por lo general las dos superficies son porciones de esfera o de plano y encierran un
medio cuyo índice de refracción es diferente con respecto a los índices de refracción que están
a ambos lados de la lente.
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Es importante anotar que las propiedades de convergencia de una lente dependen de los
medios situados a los lados de ésta y que cuando estos medios no se especifican se entiende
que la lente está sumergida en aire.
Para estudiar los efectos de una lente delgada sobre los rayos luminosos, así como hicimos en
el análisis de los anteriores sistemas ópticos, utilizaremos la aproximación de rayos paraxiales
y supondremos que la lente sea lo suficientemente delgada para que las distancias con respecto
a la lente puedan medirse con respecto a un plano perpendicular al eje óptico del sistema y que
pase por el centro de la lente.
Para las lentes convergentes se denomina primer foco F1 el punto desde el cual divergen los
rayos incidentes que cuando pasan por la lente se refractan paralelos al eje óptico.
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Por otra parte se define segundo foco F2 el punto en el cual convergen los rayos refractados
que inciden, sobre la lente, paralelos al eje óptico.
Si por los dos focos trazamos planos perpendiculares al eje óptico de la lente se obtienen los
planos focales que gozan de las siguientes propiedades:
Primer plano focal: lugar geométrico de los puntos desde los cuales divergen los rayos
incidentes que se refractan paralelos entre sí.
Segundo plano focal: lugar geométrico de los puntos en los cuales convergen los rayos
refractados cuando inciden, sobre la lente, paralelos entre sí.
Para las lentes divergentes se denomina primer foco F1 el punto hacia el cual aparentemente
convergen los rayos incidentes que se refractan paralelos al eje óptico.
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Por otra parte se define segundo foco F2 el punto desde el cual aparentemente divergen los
rayos refractados que inciden paralelos al eje óptico.
Si por los dos focos trazamos planos perpendiculares al eje óptico de la lente, se obtienen los
planos focales que gozan de las siguientes propiedades:
Primer plano focal: lugar geométrico de los puntos hacia los cuales convergerían (en
ausencia de la lente) los rayos incidentes que se refractan paralelos entre sí.
Segundo plano focal: lugar geométrico de los puntos desde los cuales aparentemente
divergen los rayos refractados que inciden paralelos entre sí.
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Como puede deducirse de las definiciones y de las Figuras 3.27, 3.28, 3.29, 3.30, los focos y
los planos focales son reales para lentes convergentes y virtuales para lentes divergentes.
n1 n2 n − n1
+ = 2 (3.23)
p q' R1
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De acuerdo con lo que hemos dicho la imagen I' funciona ahora como objeto fuente de la
segunda superficie de la cual dista V2 I' = p' . Dado que, en este caso, esta distancia se
recorre de derecha a izquierda, I' es una fuente virtual para la segunda superficie y por lo
tanto p' es negativa, de manera, que para la segunda S.R.E. podemos escribir:
n2 n3 n − n2
− + = 3 (3.24)
p' q R2
Con relación a la Figura 3.31, es evidente que q' = x + p' , pero si la lente es delgada x ≅ 0
y por lo tanto podemos decir que V1 ≡ C ≡ V2 y q' ≅ p' . Combinando las ecuaciones
(3.23), (3.24) se obtiene:
n1 n3 n − n1 n3 − n2
+ = 2 + (3.25)
p q R1 R2
Esta última ecuación es la que generalmente se denomina fórmula de Gauss para lentes
delgadas en su forma más general.
⎛ 1 1 ⎞
+ = ( n − 1) ⎜
1 1
− ⎟ (3.26)
p q ⎝ R1 R2 ⎠
Es fácil ver que en este caso( 1 ) las dos distancias focales f1 y f 2 son iguales, de manera
que puede hablarse de la distancia focal f de la lente, la cual está dada por cualquiera de las
dos condiciones p = f y q = ∞ ó p = ∞ y q = f , en ambos casos se obtiene, según la
(3.26):
⎛ 1 1 ⎞
= ( n − 1) ⎜
1
− ⎟ (3.27)
f ⎝ R1 R2 ⎠
( 1 ) y en todos los casos en los cuales la lente está rodeada por un solo medio.
115
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Esta última relación se denomina fórmula del constructor de lentes porque evidentemente
permite construir una lente con una distancia focal predeterminada escogiendo el material con
un oportuno índice de refracción n y moldeándolo mediante superficies esféricas con los
radios de curvatura necesarios.
1 1 1
+ = (3.28)
p q f
Sin recurrir a la fórmula de Gauss es posible determinar, con buena aproximación, la posición
de la imagen producida por una lente delgada teniendo en cuenta que los rayos que pasan por
(o se dirigen hacia) el primer foco se desvían paralelos al eje óptico, los que inciden paralelos
al eje óptico se refractan de manera que pasan por (o divergen como si se generaran en) el
segundo foco y que los rayos que pasan por el centro de la lente no sufren desviación.
116
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Tal como se muestra en la Figura 3.32 una lente convergente forma una imagen real e
invertida siempre que p > f , pero forma una imagen virtual y derecha cuando p < f (éste
es el caso que se presenta cuando se utiliza una lente convergente como lupa).
Por otra parte una lente divergente produce siempre imágenes virtuales y derechas cualquiera
que sea la posición del objeto-fuente.
Si definimos, como en los casos anteriores, el aumento de una lente a través de la relación
117
118
I
A= −
0
donde el signo negativo da cuenta de la inversión de la imagen real con respecto al objeto-
fuente, es posible calcular el aumento estableciendo relaciones de proporcionalidad entre lados
homólogos en varias parejas de triángulos semejantes que pueden determinarse analizando la
Figura 3.33.
I f
A= − = − (3.29)
0 x1
I x
A= − = − 2 (3.30)
0 f
I q
A= − = − (3.31)
0 p
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119
Las tres relaciones que hemos encontrado para el aumento son obviamente equivalentes; sin
embargo combinando las ecuaciones (3.29), (3.30) se obtiene:
x1 . x 2 = f 2 (3.32)
3.6 PRISMAS
El prisma es un sistema óptico formado por dos superficies planas que se cortan formando un
ángulo α y que separan medios de diferentes índices de refracción.
El prisma es, después de los lentes, el sistema de más amplia utilización en los aparatos
ópticos dado que puede funcionar como dispersor o reflector.
119
120
c
n= (3.33)
v
De acuerdo con la relación (3.33), lo anterior implica que el índice de refracción de una
sustancia depende de la frecuencia de la radiación incidente.
n = n (ν ) (3.34)
siendo menor para las frecuencias más bajas y mayor para las frecuencias más altas.
Si enviamos entonces un haz de luz blanca (que contiene todas las frecuencias del espectro de
la luz visible) sobre un prisma, de conformidad con la ley de Snell, las diferentes frecuencias
componentes sufrirán diferentes desviaciones, siendo la luz violeta la más desviada y la luz
roja la menos desviada, de manera que, a la salida del mismo, la luz se abre en forma de
abanico de colores o, como se dice, forma un espectro de dispersión en el cual es posible
identificar las diferentes frecuencias (es decir los diferentes colores) presentes en el haz
incidente.
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Consideremos un rayo de luz que incide bajo un ángulo ϕ 1 sobre la cara de un prisma; sea n
el índice de refracción del prisma, α su ángulo en el vértice y supongamos que el prisma esté
sumergido en el aire.
Se define como desviación del prisma al ángulo entre la dirección del rayo incidente y la
dirección del rayo emergente por la segunda cara.
121
122
prisma tiene forma de triángulo isósceles, la desviación mínima ocurre cuando el rayo al
interior del prisma es paralelo a la base o sea cuando ϕ 1 = ϕ 4 y ϕ 2 = ϕ 3 .
Cuando se logra esta situación se dice que el prisma está en condiciones de desviación
mínima.
Esta situación es muy ventajosa porque puede utilizarse el sistema para determinar, con gran
precisión, el índice de refracción de cualquier material con el cual se construya o se rellene el
prisma; veamos como esto sea posible.
$ = ϕ − ϕ , de manera
$ = ϕ − ϕ y SQP
Analizando la Figura 3.36 es fácil ver que SPQ 1 2 4 3
que el ángulo de desviación δ , adyacente externo al triángulo SPQ , resulta ser:
δ = ϕ1 +ϕ 4 −ϕ 2 −ϕ 3 (3.35)
Por otra parte la suma de los ángulos internos del cuadrilátero APRQ debe ser igual a 2π ,
es decir:
$ + AQR
PAQ $ + QRP $ = α + π + (π − ϕ − ϕ ) + π = 2π
$ + RPA
2 3
2 2
de donde:
α = ϕ 2 +ϕ 3 (3.36)
y reemplazando en la (3.35):
δ = ϕ1 +ϕ 4 −α (3.37)
Dado que queremos encontrar el valor de ϕ 1 para el cual δ = δ min podemos diferenciar la
ecuación (3.37) de manera que:
d δ = d ϕ1 +d ϕ4 = 0 de donde d ϕ 1 = − d ϕ 4 (3.38)
122
123
La ley de Snell aplicada en el punto P se escribe (si el prisma está sumergido en aire):
sen ϕ 1 = n sen ϕ 2
n.sen ϕ 2 = sen ϕ 4
y diferenciando:
Dividiendo la (3.40) por la (3.41) y teniendo en cuenta las relaciones (3.38), (3.39):
cos ϕ 1 cos ϕ 2
=
cos ϕ 4 cos ϕ 3
o sea:
1 − sen 2 ϕ 1 1 − sen 2 ϕ 2
= (3.42)
1 − sen 2 ϕ 4 1 − sen 2 ϕ 3
sen 2 ϕ 1 sen 2 ϕ 4
De acuerdo con la ley de Snell sen 2 ϕ 2 = y sen 2 ϕ 3 = , por lo
n2 n2
tanto la ecuación (3.42) puede reescribirse así:
123
124
1 − sen 2 ϕ 1 n 2 − sen 2 ϕ 1
= (3.43)
1 − sen 2 ϕ 4 n 2 − sen 2 ϕ 4
Cuando el prisma está en condiciones de desviación mínima las ecuaciones (3.36), (3.37) se
simplifican así:
α = 2ϕ2 y δ = δ min = 2 ϕ 1 − α
de donde obtenemos:
124
125
ϕ2 = α 2 (3.44)
δ min + α
ϕ1 = (3.45)
2
sen ϕ 1
n =
sen ϕ 2
Se obtiene:
⎛δ +α ⎞
sen ⎜ min ⎟
⎝ 2 ⎠
n = (3.46)
sen α
2
ecuación que permite el cálculo del índice de refracción de la sustancia de la que está hecho el
prisma a través de la medición precisa del ángulo al vértice y del ángulo de desviación
mínima.
125
126
Es fácil ver que para ángulos de incidencia mayores de θ 2 lim , la ley de Snell daría para el
sen θ 1 valores mayores de 1 , lo cual naturalmente es imposible.
¿Qué ocurre entonces con los rayos que inciden bajo ángulos θ 2 > θ 2 lim ?
Es obvio que el valor del ángulo límite para la reflexión interna total (así se llama este
fenómeno!) puede calcularse fácilmente con la condición que si θ 2 = θ 2 lim entonces
θ 1 = π 2 ; esta condición reemplazada en la ley de Snell para la interfase considerada nos da:
⎛ n1 ⎞
θ 2 lim = sen−1 ⎜ ⎟ (3.47)
⎝ n2 ⎠
Por ejemplo si la fuente luminosa está localizada en el vidrio ( n2 = 1.5 ) , solamente saldrán
al aire ( n1 ≅ 1) aquellos rayos que inciden sobre la superficie de separación con ángulos
inferiores a:
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⎛ 1 ⎞
θ 2 lim = sen−1 ⎜ ⎟ = 41.81°
⎝ 1.5 ⎠
Los rayos que inciden con ángulos superiores a 41.81° se reflejarán en el vidrio.
El fenómeno de reflexión interna total tiene interesantes aplicaciones para los prismas que se
utilizan para reflejar la luz en muchos aparatos ópticos (binoculares, cámaras fotográficas,
etc....). Esta utilización de los prismas reflectores (ilustrada en dos casos simples en la Figura
3.39) es ventajosa con respecto a la utilización de los espejos porque un prisma utilizado en
condiciones de reflexión total refleja el 100% de la luz incidente, lo que no puede lograrse
con ninguna superficie metálica; además las propiedades reflectantes son permanentes
mientras la reflexión de los espejos se altera con el tiempo por deslustrado de la superficie
reflectora.
La Figura 3.39 muestra dos casos típicos de prismas reflectores en los cuales la luz ingresa al
prisma sin sufrir desviación debido a la incidencia normal y luego se refleja totalmente una o
dos veces porque incide sobre la interfase con un ángulo de 45° mayor del ángulo límite para
la reflexión total cuyo valor es 41.81° si el prisma estuviera hecho de vidrio.
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