Vous êtes sur la page 1sur 8

131

CAPÍTULO 12
ADULTEZ INTERMEDIA
INTRODUCCIÓN:
La adultez intermedia es el periodo que abarca entre los 45 y 65 años de edad. En las personas
que se hallan entre estas edades, se evidencia con claridad el proceso complejo de
envejecimiento que involucra al aspecto físico, cognitivo, personal y social, sin olvidar que en
todo este proceso se reflejará e influirá el estilo de vida presente y pasado. Esta es una etapa
muy importante del ciclo vital, ya que la mayoría de personas que se encuentran en este
momento tienden a estar más tranquilas debido a que se han consolidado los aspectos laborales
y con ello el factor económico, disminuyendo las preocupaciones inmediatas con sus hijos puesto
que ellos normalmente habrán estabilizado sus vidas. Al igual que en toda etapa del desarrollo
humano, hay cambios físicos, psicológicos y sociales.

12.1: DESARROLLO FÍSICO:

En la vida del ser humano esta etapa es en la que el individuo toma conciencia de los cambios
graduales (deterioro natural) que se producen en su organismo. Esta toma de conciencia afecta
a la propia intimidad y a la forma en cómo los demás lo miran, sobre todo en nuestra ámbito en
la que el sentido de la apariencia es muy marcado a nivel cultural y social, razón por la cual
podría decirse que el individuo de estas edades se verá afectado en la imagen global de su ser.

La interacción de concepciones sociales e individuales de la realidad, determina que el proceso


de autoaceptación sea uno de los pasos más importantes dentro de esta etapa, debido a que
influirá de gran manera en hechos como la aceptación del cuerpo y los cambios de sus formas,
el grado de sensibilidad que se adquiere y hasta la misma aceptación de la muerte. Se
consideran a continuación los cambios que se producen.

1) La estatura:
Durante el desarrollo ontogenético un individuo alcanza la estatura máxima alrededor de los 22
años, sin embargo, a partir de los 55 años el cuerpo sufre un decaimiento general en el que se
podrá observar, por ejemplo, la disminución de la estatura debido a un proceso conocido como
de “asentamiento”. Este es responsable de la pérdida de la densidad ósea de toda la columna
vertebral y que afectará tanto a hombres como a mujeres, aumentando el riesgo de sufrir
osteoporosis que no se encontraba en los años inmediatos anteriores. La densidad ósea
disminuye en los seres humanos, sin importar las condiciones de género o raza.

2) Grasa y fuerza corporal:


En el tema de la grasa corporal, se puede apreciar que incluso aquellas personas que han
permanecido delgadas durante la mayor parte de su juventud también serán víctimas de un
aumento de la grasa, afectando no solo a la densidad ósea y su sistema de soporte, sino
incrementando la probabilidad de contraer obesidad, por ello se recomienda que dentro de esta
edad se consuma fruta fresca, comidas bajas en sal, azúcar o aceites, además de la práctica de
ejercicio diario que facilite el estar dentro de una mejor calidad de vida, llena de vitalidad y salud.
El hecho de practicar alguna rutina de ejercicios no solo permitirá controlar el peso corporal, sino
además, mantener la fuerza muscular. A lo largo de la vida, la fuerza muscular crece hasta la
adultez temprana y se mantiene hasta la adultez media, comenzando a disminuir a la edad de
60 años en un 10% que marca el inicio de una pérdida progresiva, claramente observable en el
tono muscular de piernas, brazos y espalda.

3) La vista y el oído:
Las senso-percepciones visuales y auditivas están entre los sentidos que se ven más afectados
al momento de hablar de los cambios graduales que inician precisamente a partir de los 45 años
de edad en adelante, y en algunos casos existen variaciones fatales que si no son tratadas a
132

tiempo podrían causar la sordera o ceguera total. A continuación se exponen los aspectos
relacionados con la pérdida de la vista y el oído:

A los 40 años inicia la disminución de la agudeza visual.


VISTA Aparece la presbicia o incapacidad de distinguir objetos cercanos.
Disminuye la adaptación del ojo a lugares oscuros y su capacidad de
apreciar dimensiones.
Pérdida de cilios en el oído interno.
Tímpano menos elástico por lo que se reduce la sensibilidad a sonidos
de alta intensidad (presbiacusia), desde los 45 - 65 años, solo en un 12%.
OÍDO
Los hombres son más propensos a la pérdida auditiva que las mujeres,
desde los 55 años.

4) Tiempo de reacción:
Físicamente, en esta edad, un individuo difícilmente podrá responder a un estímulo de manera
súbita e inmediata ya que en esta etapa, de forma gradual, se ha venido afectando el sistema
nervioso central por lo que las células nerviosas responden a un estímulo tardía y
entorpecidamente, debido al deterioro de los canales y vías nerviosas por donde se envía la
información. A éste proceso se le conoce como efecto tardío y es observable cuando un adulto
debe reaccionar ante un peligro inminente o simplemente al tratar de coger una pelota que viene
por los aires, en éstos casos los niveles de alerta se verán afectados en su reacción pero serán
compensados con la pericia y experiencia que tenga el individuo.

5) Climaterio y menopausia:
a) Climaterio femenino:
El climaterio es un periodo de transición que se prolonga durante años (entre los 45 a 55 años),
antes y después de la menopausia como consecuencia del agotamiento ovárico, asociado a una
disminución en la producción de estrógenos, folículos y óvulos fértiles. En la mujer, se suele
confundir con menopausia, que es la última menstruación. Los signos y síntomas del climaterio
comienzan durante una ventana de tiempo variable llamada pre-menopausia, consecuencia del
inicio de fluctuaciones en las concentraciones estrogénicas. Las más notables se relacionan con
el ciclo menstrual. Resumimos en el siguiente cuadro los síntomas más llamativos.

SIGNOS Descripción
Periodos menstruales irregulares. Dolores de cabeza tipo migraña.
Vasomotores Trastornos en la termorregulación y vaso dilatación (bochornos o
encendimiento molesto del rostro, calores, sudoración nocturna).
Sequedad vaginal, problemas urinarios (incontinencia y urgencia urinaria,
Metabólicos poliuria, cistitis, infecciones urinarias); mastitis, osteoporosis,
enfermedades cardiovasculares (aterosclerosis, hipertensión arterial),
diabetes, cáncer de mama y de endometrio.
Cambios del estado de ánimo. Irritabilidad y declinación en la intensidad
Psicológicos emocional que afectan en diversos grados a las relaciones familiares e
interpersonales de la mujer.
Sexuales y Disminución de la libido, dispareunia (dolor en el coito) y anorgasmia.
procreativos Suspensión de la ovulación y cierre del período de fertilidad.

b) Climaterio masculino o andropausia:


La andropausia (gr. andro=hombre; pausa=cesación, corte) o menopausia masculina, es el
proceso por el cual las capacidades sexuales del hombre merman con la edad, entre otras
funciones orgánicas, resultado de los bajos niveles de testosterona en el organismo. Esto ocurre
durante la edad madura avanzada, por lo general, pasados los 50 años.

Al igual que la mujer tiene su climaterio por el cual no puede tener más descendencia, el hombre
va perdiendo potencia sexual, pero sin ciclos tan marcados, ni pérdidas tan significativas. La
actividad sexual del hombre no está marcada por períodos regulares como en el caso de la mujer,
pudiendo tener hijos en cualquier momento. Un hombre puede tener la capacidad de procrear
133

hasta muy avanzada edad. En algunos hombres esta función puede mantenerse hasta pasados
los 70 años e incluso no perderse, dependiendo de cada caso.

Un cambio físico que ocurre con mucha frecuencia es el agrandamiento de la próstata. Para la
edad de los 40 años, alrededor de 10 por ciento de los hombres tienen próstatas agrandadas y
el porcentaje se incrementa a la mitad de los hombres para la edad de 80 años. Este
agrandamiento produce problemas con la micción, incluyendo la dificultad para empezar a orinar
y la necesidad de hacerlo con frecuencia por la noche.

Los problemas sexuales se incrementan a medida que los hombres envejecen. En particular se
hace más común la disfunción eréctil, en la cual los hombres se vuelven incapaces de lograr y
mantener una erección eficiente para la relación sexual. Igualmente, resumimos los signos
preponderantes del climaterio masculino:

SIGNOS Descripción
Vasomotores Problemas circulatorios.
Metabólicos Deterioro óseo.
Cabellos y piel seca y arrugada.
Irritabilidad
Psicológicos Insomnio o fatiga
Depresión
Nerviosismo
Ansiedad
La glándula prostática sufre cambios como su
Sexuales y hipertrofia (puede originar cáncer).
Libido reducida
procreativos
Potencia sexual reducida
Fuerza y volumen de la eyaculación reducidos

6) Bienestar y enfermedad:
Como se había señalado antes, el deterioro físico del cuerpo es parte normal de los cambios en
esta edad, pero no solo aumenta la preocupación de los individuos ante el tema de la pérdida de
movimiento, peso o volumen, sino también es motivo de angustia la preocupación del
advenimiento de enfermedades y el reconocimiento del limitado tiempo que le queda de vida,
temor que aparece desde los 45 a los 65 años y que invade aún más a aquellos que padecen
alguna enfermedad crónica. El sistema inmunológico, en esta edad, se halla fortalecido para
ciertas enfermedades o infecciones, no así para otras. Esto se debe entre otras causas al tipo
de vida que se ha experimentado en edades anteriores. La alimentación, y sobre todo, el cuidado
general que se debe tener a lo largo de la vida misma, son determinantes en el proceso de
envejecimiento ya que los órganos podrían verse comprometidos gravemente en su desempeño
normal.

Ciertas enfermedades crónicas empiezan a aparecer durante la edad adulta intermedia. Por lo
general, la artritis empieza después de los 40 años y es más probable que la diabetes se presente
en personas entre las edades de 50 y 60, sobre todo si tienen sobrepeso. La hipertensión (alta
presión sanguínea) es uno de los trastornos crónicos más frecuentes que se encuentran en la
edad adulta intermedia. Llamada en ocasiones el “asesino silencioso” porque no tiene síntomas,
la hipertensión, si no se trata, incrementa el riesgo de apoplejías y enfermedad cardiaca. Por
esas razones, de manera rutinaria se recomienda una variedad de pruebas médicas preventivas
y de diagnóstico para los adultos durante la adultez intermedia.

7) Estrés en la edad adulta intermedia:

El estrés sigue teniendo un efecto significativo en la salud durante la edad adulta intermedia,
igual que en la edad adulta temprana, aunque la naturaleza de lo que es estresante haya
cambiado. Por ejemplo, los padres experimentan estrés por el consumo potencial de drogas de
sus hijos adolescentes más que por si su hijo pequeño está listo para abandonar el chupón.
134

No importan que hechos desencadenen el estrés, los resultados son similares. Como vimos en
el capítulo anterior, los psiconeuroinmunólogos, que estudian la relación entre el cerebro, el
sistema inmunológico y los factores psicológicos, afirman que el estrés produce tres
consecuencias principales:

 Primero, el estrés tiene resultados fisiológicos directos, que van de un aumento en la


presión sanguínea y la actividad hormonal a una disminución en la respuesta del sistema
inmunológico.

 Segundo, el estrés también lleva a la persona a participar en conductas poco saludables,


como reducir el sueño, fumar, beber o consumir otras drogas.

 Por último, el estrés tiene efectos indirectos en conductas relacionadas salud. Es posible
que sea menos probable que quienes sufren mucho estrés busquen buena atención
médica, hayan ejercido o sigan el consejo médico. Todo ello da lugar o afecta
condiciones de salud graves, incluyendo problemas importantes como las enfermedades
cardiacas.

8) La enfermedad cardiaca coronaria: vinculación de la salud con la personalidad:

Más hombres mueren en la mediana edad de enfermedades relacionadas con el corazón y el


sistema circulatorio que de cualquier otra causa. Las mujeres son menos vulnerables, pero no
inmunes. Cada año, esas enfermedades provocan la muerte de alrededor de 200.000 personas
menores de 65 años, y son responsables de más pérdida de días laborales y de discapacidad
por hospitalización que cualquier otra causa.

9) Factores de riesgo para las enfermedades cardiacas:

Aunque las enfermedades cardiacas y circulatorias son un problema importante, no representan


la misma amenaza para todas las personas, pues algunas tienen un riesgo mucho menor que
otras. Por ejemplo, la tasa de mortalidad en algunos países, como Japón, es solo una cuarta
parte de la tasa en Estados Unidos. Algunos otros países tienen una tasa de mortalidad
considerablemente mayor. Esto se debe a que están implicadas características genéticas y
experiencias en el ambiente. Algunos individuos parecen genéticamente predispuestos a
desarrollar cardiopatías. Si los padres de una persona tuvieron un padecimiento de este tipo, la
posibilidad de que ella también sufra es mayor. De manera similar, el sexo y la edad son factores
de riesgo: los hombres tienen mayor probabilidad de sufrir cardiopatías que las mujeres y el
riesgo aumenta a medida que el individuo envejece.

Sin embargo, el ambiente y el estilo de vida también son importantes. Fumar, dietas altas en
grasa y una falta de ejercicio físico son factores que incrementan la probabilidad de cardiopatía.
Tales factores explican las variaciones de país a país en la incidencia de enfermedades
cardiacas. Por ejemplo, la tasa de mortalidad atribuible a Japón es relativamente baja y podría
deberse a diferencias en la dieta: la dieta típica de Japón es mucho más baja en grasa que la de
Estados Unidos.

Los factores psicológicos, en particular los relacionados con la percepción y experiencia del
estrés, parecen estar asociados con las enfermedades cardiacas. En particular, un conjunto de
características de personalidad parecen estar relacionadas con el desarrollo de la enfermedad
cardiaca coronaria en los adultos de la mediana edad: el patrón de conducta tipo A.

10) Patrones de conducta tipo A y tipo B:

Para cierta proporción de adultos, esperar pacientemente en una larga fila en la tienda de
abarrotes es casi imposible. Esperar en su automóvil ante una larga luz roja los enoja. Y un
encuentro con un empleado lento e inepto en una tienda los pone furiosos. Las personas como
estas tienen un conjunto de características conocidas como el patrón de conducta tipo A, el
cual se caracteriza por competitividad, impaciencia, tendencia a la frustración y hostilidad. Los
individuos tipo A se sienten impulsados a lograr más que los demás y participan en actividades
polifacéticas, es decir, actividades múltiples realizadas de manera simultánea. Son las personas
que realizan tareas múltiples, como hablar por teléfono al tiempo que trabajan en su computadora
135

portátil mientras a la vez toman su desayuno. Se enojan con facilidad y se vuelven hostiles de
manera verbal y no verbal si se les impide alcanzar una meta que anhelan.

En contraste con el tipo de patrón tipo A, muchos individuos tienen las características
prácticamente opuestas en un patrón conocido como el patrón de conducta tipo B, el cual se
caracteriza por la falta de competitividad, la paciencia y la falta de agresividad. En contraste con
el tipo A, las personas del tipo B experimentan poca sensación de urgencia temporal y rara vez
son hostiles.

Aunque la mayoría de nosotros no somos de un tipo A o tipo B puro, tendemos a caer de manera
predominante en una de las dos categorías. En que categoría cae una persona es de cierta
importancia, en particular durante la edad adulta intermedia, ya que una gran cantidad de
investigaciones sugieren que la distinción se relaciona con la incidencia de enfermedad cardiaca
coronaria. Por ejemplo, en general los hombres tipo A tienen el doble de la tasa de enfermedad
cardiaca coronaria, un mayor número de ataques cardiacos fatales y cinco veces más problemas
cardiacos que los hombres tipo B.

Aunque no se sabe con certeza por qué la conducta tipo A incrementa el riesgo de problemas
cardiacos, la explicación más probable es que cuando los sujetos están en situaciones
estresantes, experimentan una activación fisiológica excesiva. La tasa cardiaca y la presión
sanguínea se elevan y se incrementa la producción de hormonas (epinefrina y norepinefrina). El
desgaste del sistema circulatorio del cuerpo es lo que en última instancia produce la enfermedad
cardiaca coronaria. Existe un consenso cada vez mayor de que la hostilidad y el enojo
relacionados con la conducta tipo A constituyen un vínculo decisivo con la enfermedad cardiaca
coronaria.

12.2: DESARROLLO COGNOSCITIVO:

En esta edad se mantienen y consolidan las habilidades cognitivas existentes, además se


adquiere niveles elevados de pericia y facilidad para resolver problemas prácticos.

Las características cognitivas más relevantes son:

 Inteligencia práctica: se refiere a la gran diversidad de habilidades relacionadas con la


manera en que moldeamos, seleccionamos el ambiente físico y social o a cómo nos
adaptamos a él.

 Experiencia: en esta edad las personas ya se han especializado en algún área, se han
convertido en expertos y tienen mayor flexibilidad para resolver problemas conocidos.

 Aprendizaje constante: los adultos manifiestan gran interés y necesidad de tener un


aprendizaje permanente, su aprendizaje discrepa mucho del de los niños y adolescentes
en los siguientes aspectos:

- Los adultos tienen la necesidad de saber por qué deben aprender algo antes de
hacerlo
- Lo inician en base a experiencias diferentes y más numerosas en las cuales basarse.
- Se encuentran más dispuestos a aprender lo que juzguen necesario para resolver
los problemas del mundo real
- Tienen mayores motivaciones internas como autoestima y satisfacción personal.

Por otro lado, en la edad adulta se desarrolla un cierto temor relacionado con la pérdida de
habilidades mentales, puede haber una disminución de la memoria, dificultades para terminar
una tarea o solucionar un problema, existe falta de concentración, se distraen con mayor
facilidad, problemas considerados como cambios comunes en las destrezas intelectuales.

En las personas sanas, sus habilidades verbales y razonamiento tienden a ser mejores, así como
la habilidad para organizar y procesar información visual. Existe un aumento de las destrezas del
pensamiento, comprensión e información, mientras que las habilidades motoras disminuyen
provocando una lentitud de respuesta.
136

Hay factores que inciden en cada individuo, durante el desarrollo cognitivo, que tienen que ver
con el estilo de la vida presente y pasada. Hay factores de riesgo que aumentan la probabilidad
de decaimiento de las funciones cognitivas. Son:

- Falta de ejercicio físico.


- Falta de actividad mental.
- Falta de participación en actividades sociales.
- Mala alimentación.
- Uso y abuso de sustancias.
12.2.1: Funciones cognitivas en la adultez intermedia:
a) Inteligencia: Un aspecto muy importante que se ve alterado durante el desarrollo cognitivo
en la adultez intermedia es la inteligencia , la misma alcanza su punto más alto a los 18 años,
permanece bastante estable hasta los 25 y luego empieza una disminución gradual que
continua hasta el final de la vida .

b) Inteligencia fluida: está constituida por las capacidades de procesamiento de la información,


razonamiento y memoria. Por ejemplo, una persona a la que se le pide que arregle una serie
de letras de acuerdo con alguna regla o que memorice una serie de números, usa su
inteligencia fluida. Este tipo de inteligencia empieza a disminuir en la edad intermedia adulta,
por los cambios normales presentes en el envejecimiento

c) Inteligencia cristalizada: es el cúmulo de información, habilidades y estrategias que ha


aprendido un individuo por medio de la experiencia y que aplica para resolver problemas. Por
ejemplo una persona que resuelve un crucigrama o que intenta identificar al asesino en una
historia de misterio usa la inteligencia cristalizada, confiado en su experiencia como un recurso.
La inteligencia cristalizada se va incrementando con el transcurso de la edad, ya que se va
adquiriendo más experiencia.

d) Memoria: para entender la naturaleza de los cambios de memoria es necesario considerar


los diferentes tipos de memoria. De manera tradicional la memoria se ve en términos de tres
componentes secuenciales:

 Memoria sensorial: Almacenamiento inicial y momentáneo de la información que dura


solo un instante. La información es registrada por el sistema sensorial de un individuo
como un estímulo crudo y sin significado. A continuación, la información pasa a la
memoria a corto plazo.

 Memoria a corto plazo: La información es retenida durante 15 a 25 segundos. Si la


información se repasa, avanza a la memoria a largo plazo.

 Memoria de largo plazo: La información se almacena de manera relativamente


permanente.

Tanto la memoria sensorial como la memoria a corto plazo prácticamente no muestran


debilitamiento durante la edad adulta intermedia. La historia es un poco diferente para la memoria
a largo plazo, la cual disminuye con la edad en algunas personas. Sin embargo, parece que la
razón del deterioro no es una pérdida completa de la memoria, sino más bien que con la edad el
individuo registra y almacena la información de manera menos eficiente y tampoco le es posible
recuperar la información que está almacenada en la memoria. En otras palabras, incluso la
información que está adecuadamente guardada en la memoria a largo plazo, se volvería más
difícil localizarla o aislarla.

Es importante recalcar que la disminución de memoria en la edad adulta intermedia es


relativamente menor y en muchos casos es compensada por varias estrategias cognoscitivas.
Por ejemplo, prestar mayor atención al material cuando se encuentra por primera vez ayuda a
su recuerdo posterior.
137

12.3: DESARROLLO SOCIAL:

Dentro del desarrollo social en la etapa de adultez intermedia, de acuerdo a Erikson, existen dos
aspectos importantes:

La generatividad, que es posible cuando la persona logra darle un espacio a la generación que
sigue, transformándose en un adulto capaz y que sabe guiar al adolescente y al adulto joven, así
gana en virtud al preocuparse por otros y sentirse feliz por ello. Si esto no ocurriese se produce
el estancamiento y se da paso a la segunda adolescencia en donde se vuelve al egocentrismo
por el que se intenta vivir así, todos los momentos que no se vivieron durante la adolescencia y
juventud.

12.3.1: Relaciones de pareja:

a) Matrimonio:
El matrimonio en la etapa de adultez intermedia es un aspecto que no se puede dejar de lado,
sobre todo las altas y bajas en que la satisfacción marital aumenta y disminuye en el curso de la
relación conyugal. El patrón más frecuente de satisfacción afectiva es la configuración en forma
de U. La satisfacción marital empieza a disminuir justo después del matrimonio y sigue cayendo
hasta que alcanza su punto más bajo después del nacimiento de los hijos de la pareja. Sin
embargo, en ese punto, la satisfacción empieza a crecer para regresar al mismo nivel que tenía
antes del matrimonio.

La satisfacción sexual se relaciona con la satisfacción marital general. Lo que importa no es con
que frecuencia se tiene relaciones sexuales con la pareja, más bien se relaciona con estar de
acuerdo acerca de su vida sexual. Si la cantidad de sexo fuera crucial, la mayoría de las parejas
estarían insatisfechas, ya que la frecuencia de las relaciones sexuales tiende a disminuir con la
edad.

b) Abuso del cónyuge:


La violencia doméstica es una de las más horribles verdades acerca del matrimonio. En una
cuarta parte de todos los matrimonios ocurre alguna forma de violencia y un gran porcentaje de
mujeres han sido asesinadas por sus parejas. Entre el 21% y 34% de las mujeres serán
abofeteadas, pateadas, golpeadas, estranguladas, amenazadas o atacadas con una arma al
menos una vez por su pareja. En efecto, cerca de un 15% de matrimonios se caracteriza por una
violencia extrema, ocurriendo en todos los estratos sociales, grupos étnicos, religiosos e incluso
en parejas homosexuales.

En las parejas adultas actualmente se presenta una disminución de la violencia en relación a


otras edades, sin embargo, el abandono y la separación son más frecuentes. El resarcimiento
de la vida de pareja, rehacer la relación con su pareja o empezar una nueva relación es mucho
más difícil en estas edades.

c) Evolución familiar:
Durante la edad adulta, en la que se supone los adultos han consolidado un matrimonio que ha
durado por mucho tiempo, sobrevienen estados afectivos que determinan una condición social
de la pareja y que los aleja del círculo social para encerrarse en sus propias vivencias
enmarcadas en el recuerdo y las añoranzas. A nivel familiar pueden darse los siguientes
fenómenos:

- Síndrome del Experiencia que se relaciona con los sentimientos de infelicidad,


nido vacío. preocupación, soledad y depresión de los padres por la partida de sus hijos
del hogar.
138

Hijos Los adultos que viven en pareja tienen que admitir que uno o más de sus
bumerang hijos vuelvan a vivir en el hogar de sus padres, esto conlleva preocupación
y retraimiento por parte de los adultos.
Generación Parejas que en la edad adulta intermedia deben satisfacer las necesidades
sánduche. de sus hijos y de sus padres ancianos.

Vous aimerez peut-être aussi