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Introducción a las Ciencias Sociales

Javiera Vargas Moreno

Clase 704

Tótem y Tabú
Sigmund Freud

El horror al incesto
Entre el hombre primitivo y la psicología del neurótico existen compartidos rasgos –luces nuevas
de algo ya conocido del neurótico- . La comparación a realizar por el autor se genera a partir de
tribus salvajes, atrasadas y miserables –el crédito de la descripción es para los etnógrafos-.Los
aborígenes de Australia han mantenido ciertos rasgos que el resto ha perdido, si es así como estos
mantienen en primitivas condiciones (vida dura, canibalismo y desnudes), pensar que su moral
sexual se aproxime a la nuestra resultaría bastante descabellado, pero al contrario de lo que se
piensa –o se puede llegar a pensar- en la investigación se evidencia que “se imponen la más
rigurosa interdicción de las relaciones sexuales incestuosas” (Freud, 1912- 1913; 6), inclusive toda
su organización social se hallaría relacionada a esta imposición. La pregunta surge en la medida
que se evidencia la carencia de instituciones religiosas y sociales, entonces ¿cómo llegaron a tal
rigurosa exigencia? La respuesta se encuentra en el sistema de totemismo, donde la división de
tribus se realiza en clanes y estos llevan el nombre de su tótem, esta respuesta no aclara nuestra
interrogante inicial, el tótem representa –o es- el antepasado del clan, su espíritu protector y su
bienhechor, del cual están sometidos todos los que poseen el mismo tótem a una sagrada
obligación, de no ser cumplida trae un castigo automático, dentro de sus particularidades los
mismos miembros de un tótem no precisan vivir en el mismo suelo, estos pueden vivir separados y
convivir sin problema alguno con miembros de un tótem distinto, sus línea hereditaria consiste en
materna y paterna, la cual fue reemplazada a posteriori por una paterna. La subordinación al
tótem es la base de toda las obligaciones sociales, superando a la es la base de toda las
obligaciones sociales, superando –y relegando- a la tribu y al parentesco de sangre.

La introducción de la exogamia en el totemismo rompe la lógica de naturaleza y particularidad de


este sistema, no importa dónde y cómo se ingreso esta restricción, sino su vinculación, que se
presenta extremadamente solida y de la cual Freud presenta una serie de consideraciones para su
entendimiento.
Dentro de los castigos que surgen –por establecer relaciones sexuales con alguien de la misma
tribu- ante la violación de la prohibición, el castigo inmediato -como se da en este sistema- no se
genera, es vengada por la tribu completa, como si se pretendiera alejar un peligro o que la falta
recaiga sobre la tribu. La venganza se realiza condenándolos –hombre y mujer- a la muerte (y en
algunos lugares la mujer es torturada brutalmente, sin causar su muerte, por evidenciar que fue
forzada). También el autor deduce que si las relaciones anodinas –no seguidas de procreación- son
castigadas, el orden práctico no es un tema relevante para la prohibición, el cuestionamiento
surge en la medida que el grupo totémico supera al grupo consanguíneo, siendo el lenguaje
utilizado por estas tribus una explicación fundamental, cuando se designan relaciones de
parentesco difieren a nuestra clásica concepción de relaciones físicas, se habla de un
padre/madre/hermano(a) no sólo consanguíneo, sino todo aquel perteneciente a la tribu –que sin
pasar por encima de las prohibiciones – podría haber llegado a serlo bajo la representación de
relaciones sociales. Un ejemplo que plantea el autor de esta relación en nuestra sociedad es
cuando tratamos a los amigos de los padres como tíos o el trato de hermanos en la religión. Este
fenómeno producido en las tribus Australianas responde al denominado matrimonio de grupo,
que viene a dar respuesta a la excesiva prohibición de la exogamia totémica. Las subdivisiones y
condiciones que se imponen los australianos van limitando la elección de mujeres por parte de los
hombres y si realizamos una comparación con las estructuras elementales del parentesco de Lévi-
Strauss, esta limitación posee un factor económico, al intercambiar una mujer, ya sea hermana o
hija, se crean nuevas relaciones de poder – a través de la prohibición y horror del incesto- , ya que
estos intercambios implican en las relaciones sociales concretas más que una simple mujer,
otorgan un acceso sexual, nuevas situación de parentesco, un nuevo antepasado, derechos sobre
otra mujer, un cuñado, un sinnúmero de nuevas combinaciones que favorecen a la tribu.

La ejemplificación de diversas restricciones – de lo que debe ser evitado- se generan en diversos


pueblos primitivos y cada uno con diversas significaciones donde se crea una serie de limitaciones
a las relaciones del mismo clan, evitando así de encuentro posiblemente incestuosos, existen por
ejemplo hermanos con hermanas no se pueden encontrar, compartir la misma casa e incluso
pronunciar su nombre (llegando a una cierta edad), las relaciones madre e hijo, hija y padre,
primos y primas e incluso yerno y suegra. De este último caso surgen dudas ante las explicaciones
– de diversos autores- planteando el temor que se genera la figura de una mujer mayor, que no es
su madre, pero que puede considerar a éste como un hijo o como responde una mujer zúlu,
“dictada por un sentimiento de delicadeza: «El hombre no debe ver los senos que han alimentado
a su mujer».” (Freud, 1912-1913; 17). Esta relación yerno suegra sería considerada como
ambivalente por Freud, ya que se compone de las propias categorías de hostilidad y afectuosidad,
explicado desde la situación psicológica del yerno y la suegra fomenta la hostilidad y su difícil
entendimiento, el yerno constituye un elemento foráneo que genera desconfianza al cual debe
entregar a su hija – sumado a la separación que éstas deben vivir- y la intención de imponer su
voluntad en contraposición del yerno que no quiere ser sometido a una voluntad ajena.
En el análisis psicoanalítico que realiza de la mujer y el matrimonio, plantea que en la vida familiar
y el matrimonio encuentra la satisfacción de sus necesidades psicosexuales, se plantea que calma
el temor de envejecer a través de la procreación y que la mujer estéril debe conformarse a la vida
conyugal , pero a su no deja sentirse “amenazada constantemente del peligro de insatisfacción
procedente de la cesación prematura de las relaciones conyugales del vacío afectivo que de ella
puede resultar” (Freud, 1912-13; 18) , podríamos deducir de este planteamiento que la mujer –
para que se encuentre dentro de los rangos de normalidad- fértil y subyugada a un hombre.
Existe con frecuencia la tendencia al enamoramiento de suegra a yerno, quien debe dirigir- para
poder reprimir ese sentimiento prohibido- hacia su yerno los componentes más hostiles y sádicos
de la excitación erótica
Lo que se produce en el hombre tiene una explicación distinta que radica en la genealogía de la
elección, se reemplaza a la madre y si tiene hermana – huyendo de todo pensamiento incestuoso-,
por una nueva mujer quien va a ser su esposa, cuando la suegra interviene y ejerce conductas que
sustituyen a su madre y la madre de su hermana el “sujeto siente nacer y crecer en él la tendencia
a sumirse de nuevo en la época de sus primeras elecciones amorosas” (Freud 1912-1923; 19). El
sentimiento se reprime la genealogía de la elección amorosa y agrega una cuota de hostilidad a
sus sentimientos. Esta relación no constituye un incesto directo y se podría decir que las culturas
lo veían como una protección contra el incesto posible y constituiría según el autor una tentación
imaginaria de fases intermedias inconscientes.
El horror al incesto entre primitivos y neuróticos, se genera a partir de las determinaciones
sociales que se forjan desde la infancia, se sabe que sobre la primera elección sexual es de
carácter incestuosa condenable (madre, hermana) y la supresión de este deseo se reafirma a
través de los años, en el neuróticos estos elementos infantiles permanecen, por no haber podido
librarse de ellos o por detención del desarrollo o regresión, en cuanto a los hombres normales,
evidencian una resistencia debido a la profunda aversión que experimentan por sus deseos
incestuoso que constantemente son reprimidos tanto en pueblos primitivos como en la
actualidad.
La intención de Freud es hacer que la antropología se alimente de los avances del psicoanálisis.
Intenta que ambas ciencias se aproximen entre sí. Si el animal totémico es el padre y acá la
prohibición de matar al tótem y de involucrarse con una mujer perteneciente al mismo tótem
coinciden con en contenido con los crímenes de Edipo, un niño que no logra reprimir su deseo
primitivo, mata a su padre y se casa con su madre, si esta similitud no es parte de el azar”nos
permitirá hacer verosímil la hipótesis de que el sistema totémico constituyen resultado del
complejo de Edipo”.

Bibliografía
 Freud, S. (1912-1913) Tótem y Tabú : el horror al incesto (pág. 6)
 Freud, S. (1912-1913) Tótem y Tabú : el horror al incesto (pág. 17)
 Freud, S. (1912-1913) Tótem y Tabú : el horror al incesto (pág. 18)
 Freud, S. (1912-1913) Tótem y Tabú : el horror al incesto (pág. 19)
 Freud, S. (1912-1913) Tótem y Tabú : el horror al incesto (pág. 121)

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