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DISEÑO DE PLANTAS: ALGUNAS

REFLEXIONES ACERCA DE LAS


DESTREZAS INDISPENSABLES Y
LAS
HERRAMIENTAS FUNDAMENTALES
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Objetivo de este artículo


El objetivo de este artículo es presentar una visión, y compartir algunas reflexiones
acerca del significado de la expresión “diseño de plantas”, especialmente en el contexto
del desarrollo del país, acerca de las destrezas indispensables, y de las herramientas
fundamentales que el egresado de ingeniería química debe poseer para poder diseñar,
construir y poner en marcha plantas pequeñas o medianas, que constituyan el núcleo
de industrias que generen empleo y producción, y desahogo del mercado laboral, entre
otras cosas.

Objetivo, significado y alcance del “diseño de plantas”.


Un axioma y un paradigma
El Objetivo

El objetivo del “diseño de plantas” como asignatura de fin de la Carera de Ingeniería


Química, debería consistir, entonces, en dotar al egresado de un conjunto de destrezas
que, combinadas con el resto de su formación profesional, le permitan consignar los
resultados del diseño de la planta que el mercado requiera en los respectivos
documentos estándar, imprescindibles para su construcción, puesta en marcha, entrega-
recepción, y operación.

El significado

El diseño de una planta debe estar en función del servicio que deba prestar, y del
mercado que deba abastecer.

Esto significa que, si de abastecer la zona de influencia de una ciudad rural de 300,000
habitantes se trata, el diseño de la planta deberá reflejar esa necesidad, que será, por
ejemplo, muy diferente a la de una planta que abastezca una urbe de diez millones de
habitantes.

Lo anterior implica que el significado y las particularidades del diseño de una planta
deberán ligarse a su localización y circunstancias; y que -por eso- los criterios de
diseño que se apliquen deben ser flexibles para lograr que el diseño sea coherente con el
grado de desarrollo, y con las características del sitio en que ha de funcionar.
Si lo anterior se acepta, con mucha mayor razón será fácil aceptar que los criterios de
diseño deberán ser diferentes cuando de aplicarlos a países de distintos grados de
desarrollo y culturas se trate; y que -por lo mismo- la impartición de diseño de plantas
debe necesariamente confeccionarse “a la medida” del país, en lo posible.

Estas diferencias en los criterios de diseño obedecen a un sinnúmero de circunstancias.


En particular se deben a que, a mayor grado de desarrollo de la zona de servicio, o país,
mayor deberá ser la capacidad de producción, la automatización y la complejidad de la
planta que se diseñe, para no referirnos a las diferencias en idiosincrasias del personal,
que son importantes, y que también deben tomarse en cuenta.

Las diferencias también se deben a que es el desarrollo industrial, equivalente a


desarrollo económico de la zona de servicio, el que determina el tamaño del mercado; y
se deben a que el mercado es -a su vez, y en última instancia- la fuerza motriz y la
razón de ser de la planta que ha de diseñarse, y el determinante de sus características.

La excepción a lo anterior se da en las operaciones de “maquila”, cuando la planta


funciona en un país para producir bienes de consumo, o partes, o piezas, que se vayan a
exportar hacia otro.

Por estas razones, y consciente de los criterios de globalización que indican que se debe
diseñar una planta “para el mundo”, y no para una ciudad o país específico, pienso que
la impartición de “diseño de plantas” en nuestros países debe necesariamente concordar
con su realidad. Y que el contenido, enfoque y alcance de la asignatura deben girar
alrededor de filosofías nacionales de diseño, y que en su desarrollo expositivo deben
presentarse casos apropiados a la realidad local, y no extraídos de textos excelentes,
pero muy distanciados de la problemática específica del país.

El alcance

En mi opinión, lo mismo que pasa con el significado de “diseño de plantas”, pasa con el
alcance.

Creo firmemente que en los países en vías de desarrollo el egresado de ingeniería


química está llamado a jugar un rol mucho más decisivo, audaz y determinante, que el
que juega su colega de los países desarrollados. Me parece que esto es así porque
nuestra realidad es mucho menos determinística que la de ellos, que está totalmente
normalizada, y que es -por lo mismo- absolutamente más predecible y definida para
cada profesión y actividad.

Por estas razones creo que nuestro egresado debe convertirse, en su calidad de
diseñador, constructor, y operador de plantas adecuadas a la capacidad del mercado y a
las particularidades del país, en un gestor de desarrollo, en un facilitador de la
producción, y en un creador de riqueza.

Pienso que en esto consiste el desafío. Y que debe afrontarse con decisión: “haciendo
camino al andar”, como decía Facundo Cabral; abriendo trocha; diseñando; creando
infraestructura; pasando de seguidor, a creador, innovador, e improvisador; y que en
esto la juventud es la que tiene la palabra…
El axioma

El axioma no me lo he inventado. Lo ha inventado la historia del desarrollo industrial. Y


es este: La existencia de la industria petroquímica básica es condición imprescindible
para que la industria química convencional pueda existir.

El paradigma

Si existe la petroquímica básica es posible diseñar, instalar y poner en marcha infinidad


de pequeñas y medianas industrias químicas, que se derivan de la petroquímica, que es
la primera, la más grande, la más sofisticada, y la más básica también.

La petroquímica posibilitaría, como lo ha hecho en todo el mundo, la existencia de otras


industrias químicas, que potenciarían exponencialmente la actividad industrial; que
podrían producir de modo continuo productos químicos para el desarrollo.

En base de la petroquímica se podría producir químicos como acetato de sodio, cloruro


de bario, nitrato de sodio, etc., que constituirían materias primas para otras industrias,
que a su vez originarían otras, a manera de avalancha, para lograr un desarrollo
industrial real, que es lo que se requiere.

Las herramientas fundamentales: documentos de


diseño y de operación de una planta
Documentos de diseño

Los documentos de diseño de una planta son, fundamentalmente: (1) El P&ID, o


Diagrama de Instrumentación y Tuberías de la planta; (2) La Distribución en Planta, o
Plant Layout, que puede ser tridimensional; o puede consistir al menos de una vista en
planta, también llamada planimetría; y de una vista en elevación, o altimetría ; y (3) Los
diseños y/o dimensionamientos de todos y cada uno de los equipos que conformen la
planta, tales como tanques agitados, evaporadores, secadores, bombas, etc., consignados
en “hojas de especificaciones” de formatos estándar, acompañados de las respectivas
memorias de cálculo.

Documento de operación de la planta

El documento de operación es el Manual de Operación de la Planta, indispensable para


hacerla funcionar en el día a día, para entrenar personal, y para auditar su
funcionamiento, o incidentes importantes, como los que desgraciadamente reporta la
prensa internacional cada cierto tiempo (http://gma.yahoo.com/plant-explosion-hurts-
120-levels-homes-045222115–abc-news-topstories.html,
http://www.usfa.fema.gov/downloads/pdf/publications/tr-035.pdf).

El P&ID de la planta

Si P&ID es una abreviación de la expresión anglosajona Piping and Instrumentation


Diagram, que se traduce como “Diagrama de Instrumentación y Tuberías”.
Este “diagrama” en realidad es un juego de planos constituido por varias láminas.

Cada lámina del juego representa la instrumentación, el sistema de tuberías, y los


equipos de una sección de planta. La representación debe seguir la norma ANSI/ISA-
S5.1-1984(R 1992), profusamente citada en Internet y en otras fuentes.

El apócope ANSI se refiere al American National Standards Institute


(http://www.ansi.org/), que es un instituto que consolida y mantiene miles de normas.

En el contexto del diseño de plantas, ANSI se refiere a los símbolos normalizados de


diagrama de flujo de proceso de ingeniería química, mientras que S5.1 se refiere a la
norma ISA (Instrument Society of America, http://www.isa.org/) que es la Sociedad de
Instrumentistas de los EE.UU, que es el referente internacional generalmente aceptado
para la representación de la instrumentación en planos de proceso de ingeniería química,
entre otras.

El P&ID casi nunca es un solo documento. En la mayoría de los casos puede, y debe,
desglosarse en el número de láminas que se considere necesario, y debe fundamentarse
en los justificativos de la configuración de control que el diseñador de la planta estipule,
validados por las respectivas simulaciones.

Al igual que los equipos de proceso, las especificaciones de los instrumentos de control
deben consignarse en las respectivas hojas de especificación, en formatos estándar ISA.

Utilidad del P&ID

Anteriormente expresamos que el P&ID debe contenerse en láminas separadas, para no


aglomerar el dibujo, y para que éste tenga un tamaño adecuado que permita apreciar los
detalles.

Las láminas deben dibujarse en papel normalizado por el Deutsches Institut für
Normung (http://www.din.de).

Las láminas del P&ID sirven para que la estructura de automatización y control de cada
sección de la planta pueda difundirse a los demás integrantes del grupo de diseño; a los
ingenieros fiscalizadores; a los representantes de la autoridad que emite los permisos de
construcción; a los ingenieros representantes del cliente; y -en general- sirven para que
se pueda apreciar la interrelación entre los sistemas de control regulatorio, y la de los
entrelaces de la instrumentación discreta de la planta, en un lenguaje gráfico estándar
comprensible a todo aquel que haya recibido la adecuada formación ingenieril.

El P&ID también sirve para generar los planos de montaje de cada sección, y para
escribir el Manual de Operación de la planta, entre otras cosas.

Como se puede apreciar, el P&ID es uno de los documentos de diseño más importantes,
porque, en cierta manera, de él depende la generación de los demás documentos de
diseño.

La distribución en planta, o Plant Layout


Como su nombre lo indica, este documento de diseño, que también se contiene en
diversas láminas, sirve para que los diseñadores estipulen los términos de la distribución
física de la planta.

Como se ha indicado antes, la estipulación debe hacerse en planimetría y en altimetría, y


-cuando se usa la modalidad 3D de AutoCad™, en tres dimensiones.

La distribución en planta sirve, entonces, para estipular, y -más importante aún-


visualizar la distribución espacial de los componentes de la planta, incluyéndose
equipos, controles, tuberías, áreas de circulación de personal y de abastecimiento, áreas
de producción, bodegas, rutas de escape, alturas de montaje, sitios para grúas de
montaje y mantenimiento, etc.

En base a la distribución en planta se puede encargar la construcción de una maqueta,


que es muy útil para que el cuerpo de bomberos, la policía, los aseguradores, los
prospectivos inversionistas etc. puedan apreciar la distribución espacial de la planta.

La distribución en planta es, también, imprescindible para generar los planos de


montaje, conjuntamente con el P&ID.

El Manual de Operación de la planta

El Manual de Operación de la Planta (MOP) se prepara en base al diseño, a la


simulaciones que se hayan realizado en ese contexto, y se afina -cuando sea necesario.
en base a los ensayos de operación misma de la planta que los constructores hayan
llevado a cabo antes de la entrega-recepción.

Como su nombre lo indica, el documento contiene las instrucciones de operación entre


las que ocupan lugar principal la secuencia de arranque, y la de parada, además de otras
secuencias importantes como pueden ser las de parada parcial, y otras paradas
específicas como, por ejemplo, paradas para cambio de catalizadores.

Es el documento por excelencia que los peritos y/o auditores de seguridad requerirán
para cualquier auditoría o investigación

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