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MONICIÓN DOMINGO 17 DE JULIO

DOMINGO XVI TIEMPO ORDINARIO

MONICIÓN INICIAL

La Liturgia de hoy nos hablará del Dios que viene a nuestra casa para convertirla en su Casa, para
que nosotros habitemos en Él. Todos los días el Señor nos visita y quiere ser recibido en nuestras
familias, en nuestros corazones y en nuestras vidas.

Y este domingo es un domingo muy especial Donde el Divino Niño Jesús nos abre las puertas de su
Casa para ofrecernos su Comida, su palabra y su Hospitalidad.

Primera lectura:

Lectura del libro de Génesis 18, 1-10

El Señor visita la casa de Abrahám. Dios premió la hospitalidad del patriarca con la promesa de un
hijo. Así nos paga Dios cualquier gesto bueno de nuestra parte. Escuchemos este interesante
relato del libro del Génesis.

Segunda lectura:

Lectura de la Carta a los Colosenses 1, 24-28

OPC 1: El sufrimiento es un signo de la cruz de Cristo. San Pablo, en su carta a los Colosenses, se
alegra de sus penas y sufrimientos porque así "completa en su carne lo que falta a la pasión del
Señor". A través del dolor, el apóstol se identificó con Cristo. Su esperanza era la gloria prometida.
Presten mucha atención a san Pablo.

OPC 2: San Pablo dirige esta carta desde la prisión. En su fidelidad a Jesucristo ha arriesgado su
vida. Su ejemplo anima a los cristianos a mantenerse fieles.

Evangelio:

Lectura del Santo evangelio según San Lucas 10, 38-42

OPC 1: Cristo se hospeda en la casa de Marta y María. María representa el discípulo verdadero
porque no quiere nada excepto a Cristo. Sólo una cosa es necesaria. ¿Cuáles son tus
preocupaciones principales? ¿Qué lugar ocupa Cristo en tu vida? Estas preguntas serán
contestadas en el evangelio. Nos ponemos de pie y entonamos el Aleluya.

OPC 2: María supo distinguir entre lo urgente y lo importante. Preparar la comida para Jesús era
algo urgente, pero no era lo más importante. Por eso eligió escuchar al Maestro. Nos ponemos de
pie y entonamos el Aleluya.
ORACIÓN UNIVERSAL

Al Señor Jesús que se compadece de los que andan cansados, presentémosle nuestras necesidades
y preocupaciones.

A cada petición diremos: ¡Bendice Divino Niño a tu pueblo!

1. Por nuestra madre la Iglesia. Para que ofrezca la hospitalidad y el consuelo a los que sufren en el
cuerpo o en el espíritu. OREMOS

2. Por nuestros gobernantes. Para que nos dirijan con rectitud y justicia. OREMOS

3. Por todas las familias: para que den testimonio del amor incondicional de Dios. OREMOS

5. Por nuestros difuntos. Para que el Señor les conceda el descanso eterno. OREMOS

6. Por todos nosotros. Para que aprendamos a ser «serviciales» como Marta y «atentos» a la
Palabra de Jesús como María. OREMOS

Escucha, Señor Jesús, nuestra oración, y condúcenos hacia la vida plena que Dios el Padre nos
ofrece. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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