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[7.1] Introducción
[7.5] La torpeza
7
[7.8] Desórdenes del sistema vestibular
TEMA
Niveles Táctiles y Neuromotores, Escritura y Aprendizaje
Ideas clave
7.1. Introducción
Lo normal en los niños es que su desarrollo motor se produzca de una manera normal
y su rendimiento, cualitativo y cuantitativo, vaya mejorando de una manera progresiva
con la edad. Sin embargo, existen niños cuya progresión es débil y llevar a cabo la
acción que desean, les supone más o menos dificultades. En este último caso hablamos
de:
Falta de coordinación
Torpeza
motriz
Dificultades
Problemas de
adquisición de la Dispraxia
coordinación
Dificultad pasajera:
Dificultad permanente:
Se califica como torpe aquella persona que no es capaz de alcanzar, mediante una acción
de su vida diaria, el resultado que daba por supuesto en un principio, o que experimenta
dificultades para el aprendizaje de una actividad motriz sencilla o compleja como escribir
o participar en una actividad deportiva.
Son fundamentales para la supervivencia del bebé en sus primeras semanas de vida y
constituyen un entrenamiento rudimentario en muchas habilidades voluntarias que se
producirán en etapas posteriores. Después de los 6-12 meses de vida estos reflejos
deben estar desactivados, ya que si no recibirán el nombre de aberrantes y pasan a ser
la evidencia de una debilidad o inmadurez estructural en el sistema nervioso central
(Goodard, 2005, 2012).
Si somos capaces de detectar reflejos primarios podemos aislar las causas del
problema de un niño, para así, encontrar de manera más eficaz, el programa que ponga
remedio al problema. Aunque en la tabla se expresan todos los reflejos con los problemas
escolares que pueden conllevar, a continuación se exponen los efectos de algunos de
ellos muy relacionados con la escritura.
Poca destreza manual, impidiendo los movimientos independientes del pulgar y de los
dedos.
La falta de agarre (como pinza), que afectará al agarre del lápiz cuando escriba.
Dificultades de habla. La relación prolongada entre los movimientos de la boca y la
mano impedirá el desarrollo de control muscular independiente de la boca, lo que
afectará la pronunciación de palabras.
La palma de la mano puede permanecer hipersensible a la estimulación táctil.
El niño hace movimientos con la boca mientras intenta escribir o dibujar.
El reflejo residual después de los 4-5 meses de edad impedirá tanto la destreza
manual como las actividades manipulativas. La escritura se verá afectada ya que el
niño será incapaz de agarrar de forma madura el lápiz.
El equilibrio se puede ver afectado por el movimiento de la cabeza de un lado a otro.
Movimientos homolaterales, en lugar del modelo de marcha cruzada normal.
Dificultades para cruzar la línea media.
Movimientos pobres de “seguimiento” ocular, especialmente en el medio.
Lateralidad confusa.
Escritura pobre y mala expresión de ideas sobre el papel.
Dificultades perceptuales-visuales, de manera especial en la representación de figuras
geométricas.
Los retrasos de maduración están muy unidos a la historia del niño y deben considerarse
desde la perspectiva evolutiva global. Al evaluar, no sólo hay que tener en cuenta los
aspectos motores con respecto al nivel normal, ya que además intervienen otros factores
relacionados con el desarrollo afectivo, las motivaciones, y la experiencia que, en cierto
modo, condicionan la “dinámica madurativa”.
Sincinesias
Paratonías
Aumento del tono de los músculos del eje del cuerpo. Cuando el niño comienza a
escribir saca la lengua moviéndola de un lado a otro o al recortar abren y cierran la boca
a la vez que las tijeras.
7.5. La torpeza
La respuesta motriz necesita la intervención posible y directa del feedback, en el caso de los
movimientos lentos, el cual es necesario para cualquier actividad motriz ya que interviene en
la corrección de los errores durante su realización.
Cuando los estímulos son de origen propioceptivo, no es raro que los niños torpes
necesiten más tiempo para reaccionar que el resto de los niños, mientras que si el
estímulo es visual, los tiempos de reacción no varían entre estos.
Las características fundamentales de los niños torpes son según Rigal (2006):
Los niños que presentan este tipo de trastornos de la coordinación, tienen un mal
rendimiento y un retraso claro en las actividades de la vida cotidiana que requieren la
coordinación motriz. Estos niños, calificados de torpes por el entorno, no sufren
ninguna afección médica ni de tipo neurológico conocida, ni déficit neuromuscular
aparente, ni retraso mental (Rigal, 2006).
Dificultad del control del movimiento, ya que la intención inicial de una acción
no se corresponde con el resultado final.
Lentitud considerable en las actividades motrices.
Dificultad para aprender o dominar una actividad motriz asociada al desarrollo.
Preparación insuficiente o difícil de los parámetros del movimiento y una
utilización ineficaz del feedback.
Retraso del desarrollo motor.
Lateralización poco marcada con frecuente ambilateralidad.
Motricidad fina: dificultad para vestirse, asearse, abrocharse los zapatos, sostener
una cuchara, cortar con tijeras, escribir, dibujar.
Motricidad global: equilibrio inestable, perturbaciones en el desarrollo de acciones
tales como arrastrarse, andar, correr, tirar, coger, las actividades deportivas.
Tics vocales:
Refunfuños, aspiraciones
Tics motores:
Tos Arrodillarse
Síndrome de la tourette
Sobre-
Sub-reacción
reacción
Desorden vestíbulo-bilateral
Sus síntomas son muy sutiles, hasta e l punto de que a primera vista, los niños que lo
padecen muestran un desarrollo normal. Es cuando entran e n e l colegio cuando
empiezan con los problemas para leer, para hacer cálculos aritméticos o para llevar a
cavo otras tareas escolares.
Los niños con estos desórdenes suelen puntuar por encima de la media en los test
de inteligencia por lo que no se entiende su mal resultado escolar. Los profesionales, a
veces, orientan el problema hacia una dislexia o hacia problemas emocionales.
Las respuestas posturales también pueden ser deficientes, ya que los núcleos
vestibulares no reciben alimento suficiente, impidiendo el envío de los impulsos
necesarios a los músculos que extienden cuello, piernas, brazos y espalda por la médula
espinal. Además puede presentar problemas para mantener derecha la cabeza estando
sentado o es posible que se canse rápidamente.
Los niños con este tipo de trastornos, suelen tener ciertas dificultades para aprender a
montar en bicicleta y les da miedo intentarlo. El niño no tiene la seguridad de que su
peso se equilibrará hacia los dos lados o de si su cuerpo llevará a cabo los movimientos
adecuados para evitar los obstáculos que haya en el camino.
Con el tiempo, puede que utilice otras partes de su cerebro para compensar estas
carencias vestibulares. Puede ser que empiece a depender de procesos mentales para
distinguir la derecha y la izquierda y que parezca distinguir de manera normal
entre ambas, aunque lo cierto es que seguirá presentando ciertas dificultades cuando se
enfrente a nuevas tareas.
Hay cerebros que no son capaces de inhibir o modular la actividad vestibular y que
tienden a reaccionar de manera excesiva a actividades que implican movimientos o
cambios de posición de la cabeza.
Signos
Pasos
ESPACIAL
TEMPORAL
CORPORAL
Caso
Evaluación
Estimulación vestibular: rotación lenta con los ojos cerrados, rotar e inclinarse,
progresando a ojos abiertos conforme va mejorando el equilibrio y enderezamiento.
Monopatín, plato de equilibrio. Primero tumbados, luego sentados y de pie.
Saltar en la cama elástica.
Girar de prono supino y viceversa, iniciando el movimiento de una porción del
cuerpo, es decir, doblar una pierna lentamente, llevarla al otro lado del cuerpo para
estimular el cuerpo para estimular el giro de la parte superior del cuerpo.
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Bibliografía
Test