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“RESPONSABLES AL MODO DE DIOS”

Lunes, 4 de diciembre del 2017. Mensaje para la IPUIE Caf Cuenca

TEXTO:
Mateo 25. 19: Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y
arregló cuentas con ellos.

INTRODUCCIÓN:
El «temor de Dios» puede calificarse como reverencia y reconoci-
miento de la majestad, el poder y la santidad de Dios; o sea, respeto filial.
El temor de Dios involucra una reverente confianza en Dios al reco-
nocer lo inmenso de su poder y carácter.

Sin duda, Dios nos ha dado a cada uno de nosotros una gran cantidad
de oportunidades, y muchas veces no hemos asumido responsablemente
lo que hemos recibido, y lo hemos hecho a nuestro modo, y no al modo
de Dios.

DESARROLLO:
1. EL REINO DE LOS CIELOS
Mateo 25. 14: Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose
lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
Lo que Jesús enseña en esta parábola, es la manera de Dios para lo
que hacemos. Así funcionan las cosas, así es como debe ser.
Les entregó sus bienes. La pregunta es, qué es lo que Dios le ha dado.
No tenemos que seguir lamentándonos por lo que no tenemos, o no de-
bemos seguir comparándonos con los demás, o no debemos seguir anhe-
lando algo que quizá nunca tendremos.
Somos padres, esposos, estudiantes, trabajadores, líderes, empresa-
rios, comerciantes. Quizá no sea mucho, pero es lo que Dios le permitió
hacer, hágalo al modo de Dios.
2. DIO A CADA UNO Y SE FUE
Mateo 25. 15: A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno
conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
En vez de seguir llorando por lo que no fue, empecemos a mirar las
oportunidades que Dios nos ha dado. El Señor nos ha dado según nuestra
capacidad. Esto indica que, si tiene algo, es porque lo puede hacer.
Dice que se fue lejos. Es decir, no estuvo junto a ellos. Es triste que
muchos de nosotros, cuando NO SENTIMOS a Dios, inmediatamente
empezamos a dejar de hacer lo que Él nos encomendó. Queremos renun-
ciar, abandonar, dejar de lado, pues creemos que no tiene sentido.
Lucas 9. 62: Jesús le respondió: —Nadie que mire atrás después de poner la
mano en el arado es apto para el reino de Dios. NVI
Los surcos salen mal cuando se empieza a arar, y se mira atrás. No
importa si aveces no sienta nada en su corazón, continúe, pues lo que
tiene es porque DIOS le dio, no porque quizá Ud. lo busco.

3. MULTIPLICA LO QUE DIOS TE DIO


Mateo 25. 16-17: 16Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con
ellos, y ganó otros cinco talentos. 17Asimismo el que había recibido dos, ganó
también otros dos.
No podemos cruzarnos de brazos, sino empezar a hacerlo todo, por-
que Dios desea que tenga éxito en lo que me dio.
Siempre podemos ser mejores padres, conyugues, trabajadores, estu-
diantes, comerciantes, líderes, etc.

4. EL ERROR DE HACERLO A NUESTRA MANERA


Mateo 25. 18: Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió
el dinero de su señor.
Esa es la manifestación más clara de una persona que no quiere pagar
el precio de hacerlo al modo de Dios. Su corazón está enfermo y lleno de
ideas torcidas, que lo que menos desea hacer es lo correcto.
Pasa el tiempo renegando por las oportunidades que nunca tuvo, o
culpando a los demás las desgracias por las que vive. Es que mi pasado
fue duro. Es que no tuve los recursos, etc.
5. REGRESARÁ A PEDIR CUENTAS
Mateo 25. 19-23: 19 »Después de mucho tiempo volvió el señor de aquellos
siervos y arregló cuentas con ellos. 20 El que había recibido las cinco mil mone-
das llegó con las otras cinco mil. “Señor—dijo—, usted me encargó cinco mil
monedas. Mire, he ganado otras cinco mil.” 21 Su señor le respondió: “¡Hiciste
bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho
más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” 22 Llegó también el que recibió
dos mil monedas. “Señor—informó—, usted me encargó dos mil monedas.
Mire, he ganado otras dos mil.” 23 Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo
bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a
compartir la felicidad de tu señor!” NVI
Es maravilloso saber que el Señor vendrá pronto por su iglesia, pero
lo que viene a hacer es a pedir cuentas de lo que hemos hecho con lo que
Él nos ha dado.
Puede hoy hacer un balance y mirar si ha sido fiel en lo que Dios le
ha confiado. Cuando hacemos lo correcto, aunque no sintamos, Dios va
a quedar satisfecho y se alegrará con nosotros, y luego terminará recom-
pensándonos.

6. NO ES LO MISMO CONOCER Y OBEDECER


Mateo 25. 24-27: 24Pero llegando también el que había recibido un talento,
dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste
y recoges donde no esparciste; 25por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu ta-
lento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.
Lo primero que dijo es, TE CONOCÍA. Este fue un estudioso de
Dios, había aprendido mucho de Biblia, estaba en todos los cursos, dis-
cipulados, series, etc. Pero no se trata de conocer, sino de obedecer y
hacer en lo que Dios nos ha puesto.
Siegas donde no sembraste. Pero fue el Señor quien le dio el talento.
Es lamentable que quienes no hacen lo que deben hacer, siempre encuen-
tran a quien echarle la culpa.
Tuve miedo. No sabía cómo proceder, ni cómo actuar, sino que me
quedé paralizado, y no aproveché las oportunidades que me diste.
7. LO VAS A LAMENTAR
Mateo 25. 26-30: 26Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente,
sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27Por tanto,
debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo
que es mío con los intereses. 28Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene
diez talentos. 29Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene,
aun lo que tiene le será quitado. 30Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de
afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
No habrá excusa delante de Dios, y terminaremos lamentando por no
haber hecho al modo de Dios.
Perderemos la familia, el hogar, el año, la empresa, el liderazgo, etc.
y pasará a manos de quienes sí lo hicieron al modo de Dios.
Pero finalmente, terminaremos condenados en el infierno, pues quien
no obedece y se somete al Señor, no puede ser parte de su Reino.

CONCLUSIÓN
Ezequiel 12. 28: Diles, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: No se tardará
más ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplirá, dice
Jehová el Señor.

Preparado y Presentado por


Rev. Christian Chicaiza

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