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Esto no es una foto: El pintor hiperrealista que se ha

hecho viral

Tarda meses en terminar uno de sus detallistas retratos.


Hablamos con el artista Marco Grassi sobre su trabajo y el poder
de las redes sociales.
Por MÓNICA PARGA

29 de diciembre de 2017 / 14:00

Se cuenta que los artistas flamencos del siglo XV empezaron a utilizar


pinceles de un solo pelo para conseguir los microscópicos detalles de
sus cuadros. A pesar de que sus obras no se exponen en palacios
reales, sino en los muros de Instagram de sus miles de
seguidores, Marco Grassi tiene mucho en común con la generación
de Jan van Eyck.

"WHAT. THE. FUCK" Con estas expresivas palabras, un tuitero


compartía la semana pasada varias obras de Grassi en las que se
podían apreciar el increíble realismo de su trazo: incluso los poros, la
piel aterciopelada y los pliegues de los labios parecían cobrar vida.
Fue un viral inmediato.

El mensaje fue compartido más de 148.000 veces y enseguida llegó a


las webs de contenido como BoredPanda. Aunque ya era conocido
entre los círculos del sector, la popularidad de Grassi se ha disparado
y ya tiene más de 149.000 seguidores. "Instagram, como cualquier
red social, tiene un poder enorme. Es una herramienta de nuestros
tiempos increíble, nos permite ser conocidos en todo el mundo al
instante", cuenta Grassi a Vanity Fair. "Pero lo que más me reconforta
es que se trata de una aprobación popular, no hay patrocinadores ni
marcas que te empujen, es la gente la que decide quién vale la pena.
Es una especie de meritocracia, podría decirse".
Sus obras son en su mayoría retratos de mujeres jóvenes en primer
plano, y a veces cubiertas de tatuajes temporales o efectos ópticos.
"Intento unir diferentes aspectos del arte, pero también la naturaleza y
elementos surrealistas creados con programas de modelaje en tres
dimensiones", explica Grassi. Prefiere no revelar si trabaja para alguna
empresa o realiza encargos.

"Siempre he tenido una gran pasión por el arte, por la pintura en


particular, desde que era un niño", dice Grassi. La calidad del detalle
la aprendió gracias a su formación en la restauración de obras clásicas
que estudió en la academia de Bellas Artes de Bolonia cuando tenía 19
años, dice. "Cuando terminé aquel curso me dediqué a aprender a
pintar de forma independiente y autodidacta, intentando crear mi
propio estilo personal y trabajando en mi técnica todos los días".
Con ese nivel de minuciosidad, cabe preguntarse cuánto tarda en
terminar una de sus obras. "Depende del tamaño y la complejidad del
cuadro, pero cada uno me lleva varios meses", confiesa. "Es un
trabajo muy largo y requiere una atención extrema en todas las
fases". Recuerda que el día que decidió que la pintura sería la labor de
su vida, se puso a pintar por la tarde y a la mañana siguiente su madre
se lo encontró todavía trabajando en el estudio al despertarse.
El hiperrealismo de Richard Estes ha tenido su continuación en la era
de la fama viral. Artistas como CJ Hendry, que ha inmortalizado el
2.55 de Chanel o bolsos de Gucci, están conquistando a las marcas.
¿Veremos a Grassi en la próxima campaña de moda?

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