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“AÑO DE LA CONSOLIDACION DEL MAR DE GRAU”

E.A.P. INGENIERIA AMBIENTAL

TEMA: PROCESOS Y ASPECTOS TECNICOS PARA REALIZAR


UN AREA DE CONSERVACION PRIVADA

CURSO: GEOGRAFIA FISICA

DOCENTE: LEANDRO INOCENCIO, RICHARNOV

GRUPO: A

INTEGRANTES:

1. ABAL NIETO, RAQUEL


2. ESTACIO GOMEZ, ERIN
3. GOMEZ MORI, MIRIAM
4. PEZO PEREZ, ERICK
5. Flores cueva lesly

HUANUCO 2016

INTRODUCCION
La experiencia de conservación de sitios en el Perú tiene una larga tradición,
básicamente enfocada en el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas-
SINANPE y su administración directa por el Estado. En el último medio siglo, el Perú
estableció 60 áreas naturales protegidas, entre Parques Nacionales, Reservas,
Santuarios y demás categorías, que ocupan cerca del 15% del territorio nacional.
Estas áreas se complementan con las áreas de conservación regional, que
tímidamente vienen implementándose, y con las áreas de conservación privada,
novedoso instrumento legal que ya cuenta con ocho áreas oficialmente reconocidas y
que se presenta como un atractivo instrumento para trabajar en conservación en los
próximos años.
La tendencia histórica en el Perú ha sido la de asumir la responsabilidad de la
conservación de sitios como algo inherente al Estado, lo cual se ha visto materializado
en las más de 16 millones de hectáreas que actualmente protege el SINANPE. Sin
embargo, la lectura detallada de los esfuerzos de conservación en el país nos muestra
que siempre la sociedad civil estuvo involucrada activamente en el establecimiento y
manejo de estas áreas protegidas, y de muchas otras áreas más que sin ser parte de
un sistema formal de conservación, se manejaron con criterios de sostenibilidad y
conservación de diversidad biológica.
Es más, a nivel mundial, la tendencia de la última década nos muestra también que el
reconocimiento a estas iniciativas privadas ha aumentado significativamente; y que las
políticas mundiales de conservación en la actualidad se sostienen en gran medida en
el involucramiento y participación activa de la sociedad civil en las estrategias de
conservación de sitios y de recursos.
En algunos países, como los Estados Unidos de América o Costa Rica, esta tendencia
se explica sencillamente porque los sitios interesantes de conservar son de propiedad
privada, y en consecuencia, corresponde trabajar con los propietarios en las
estrategias de conservación. Pero en otros países, como el Perú, esta óptica tiene que
ver más con los nuevos paradigmas de gobernanza que determinan una imagen del
Estado en un nuevo rol regulador-promotor-controlador, y una sociedad civil que tiene
a su cargo impulsar y ejecutar los instrumentos para el desarrollo a nivel económico,
social, cultural y ahora también ecológico.

MARCO TEORICO

¿QUÉ DEBEMOS ENTENDER POR TIERRAS PRIVADAS?

Muchas veces al referirse a lo “privado” se otorga una connotación restrictiva al


término, ligándolo sólo al campo empresarial. En realidad, lo “privado”, por
contraposición, incluye todo aquello que no es “público”, es decir abarca el campo
empresarial, a las comunidades, los organismos no gubernamentales, las
universidades, entre otros. Para poder aplicar a estos instrumentos privados para la
conservación, es necesario que la propiedad de los sujetos mencionados se encuentre
validada por un título de propiedad inscrito en los Registros Públicos de la Propiedad
Inmueble y que esté debidamente saneado y libre de gravámenes. Cuando ello ocurra,
el propietario estará en condiciones de obtener un Certificado Registral Inmobiliario,
que es el requisito para acreditar esta condición en el procedimiento de
reconocimiento.

DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES

Las áreas de conservación privada son aquellos predios de propiedad privada,


reconocidos como tales por el Estado, y cuyas características ambientales, biológicas,
paisajísticas, entre otras; contribuyen a complementar la cobertura del Sistema
Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado - SINANPE, aportando a la
conservación de la diversidad biológica e incrementando la oferta para investigación
científica y la educación; así como de oportunidades para el desarrollo del turismo
especializado y de usos compatibles del bosque. Este reconocimiento se sustenta en
un acuerdo entre el propietario privado y el Estado, con el propósito de conservar la
diversidad biológica en parte o en la totalidad de dicho predio. Lograr este fin de
conservación, implica que el propietario acepte de manera voluntaria la imposición de
ciertas restricciones o condiciones de uso sobre su predio. Por ejemplo, puede
establecerse el compromiso de mantener un bosque natural para asegurar la provisión
de agua o para conservar el hábitat de ciertas especies de fauna silvestre, o mantener
los elementos que componen el paisaje de un predio para fines de turismo.

El reconocimiento se otorga sobre el predio, por esta razón, las condiciones de uso
deben ser anotadas en el título de propiedad y ser inscritas en los Registros Públicos.
El instrumento para cumplir con esta normativa es la Carta de Entendimiento que
deben suscribir las partes (INRENA a nombre del Estado y el propietario del predio).
En este documento deben figurar principalmente las obligaciones de “no hacer” dentro
del predio y la zonificación que es planteada por el mismo propietario. De esta manera
se asegura que las condiciones de uso no sean solamente una obligación personal del
propietario sino que, en caso de ocurrir una transferencia de la propiedad o de
derechos, éstas se trasladen junto con el predio y permanezcan durante el plazo para
el que fue otorgado el reconocimiento. El compromiso de conservación que asume el
propietario tiene una duración mínima de diez (10) años, plazo que puede ser
renovado. Sin embargo, si el propietario lo desea, tiene libertad para establecer un
compromiso de conservación a perpetuidad sobre su predio. Tal y como
desarrollaremos más adelante, el mismo propietario es el que gestiona o administra el
área de conservación privada, para lo cual elabora e implementa un Plan Maestro del
ACP que es aprobado por INRENA.

PROCESO IDEAL DE CONFORMACIÓN DE UNA AREA DE CONSERVACION


PRIVADA

PROCEDIMIENTO PARA RECONOCER ÁREAS DE CONSERVACIÓN PRIVADA

SOLICITUD DE RECONOCIMIENTO Y REQUISITOS

El procedimiento administrativo para el reconocimiento de un área de conservación


privada se inicia con una solicitud del propietario del predio dirigida al Jefe de INRENA,
en la que deben incluirse los siguientes requisitos:

a. Título de propiedad del predio inscrito en Registros Públicos, el cual debe estar a
nombre del solicitante.

b. Certificado Registral Inmobiliario - CRI, que acredite la propiedad del predio a


nombre del solicitante, así como que no existen cargas, gravámenes o que es materia
de procesos pendientes. Este certificado deberá tener una antigüedad no mayor a
treinta (30) días naturales al momento de su presentación.

c. Declaración Jurada de la no existencia de procesos judiciales pendientes sobre la


propiedad del predio, de la veracidad de la información contenida en el expediente
técnico, y, de compromiso en el cumplimiento de las directivas de regulación del ACP
(El formato para esta declaración se encuentra como Anexo II de las respectivas
Disposiciones Complementarias).

d. Informe Técnico, que incluirá la descripción de las características y valores del


predio; dimensión del área que se desea conservar claramente señalada en el plano
respectivo; y la descripción de las oportunidades y amenazas que existan en el área
que se solicita se reconozca, y, en su caso, en el resto de la propiedad (cuando se
proponga un reconocimiento parcial del predio). Este informe se podrá diseñar
teniendo como referencia el formato del Anexo III de las Disposiciones
Complementarias. Para el caso de las Personas Jurídicas se debe adjuntar además
una Copia del Acta del órgano societario con facultades para esta- 25 SPDA Manual
de Instrumentos Legales para la Conservación Privada en el Perú blecer el ACP; dicha
Acta debe contar con la certificación de un notario público o un Juez de Paz, según
corresponda.

e. Escritura pública de constitución de la persona jurídica, en cuyo caso deberá


acompañarse del certificado de vigencia del poder del representante legal autorizado a
realizar el trámite citado o, si correspondiese, las actas del órgano competente que
autorice la constitución de los dichos gravámenes, con una antigüedad no mayor a
treinta (30) días naturales a la fecha de presentación de la solicitud.

TRÁMITE Y RESPONSABILIDADES

Luego de presentado el expediente, la Intendencia de Áreas Naturales Protegidas –


IANP de INRENA evalúa la solicitud; y, si están todos los requisitos conformes, en un
plazo de 30 días propondrá al Despacho del Ministerio de Agricultura el
reconocimiento del predio como ACP, mediante la correspondiente Resolución
Ministerial. El Ministerio de Agricultura no cuenta con un plazo determinado para la
expedición de la correspondiente resolución ministerial, por lo que es de observancia
de manera supletoria los principios generales del procedimiento administrativo
normados en la Ley del Procedimiento Administrativo General, Ley 27444. Resolución
de reconocimiento, Carta de Entendimiento e inscripción de las condiciones de uso
Los efectos de la resolución de reconocimiento aplican a partir de su publicación en el
diario oficial El Peruano y son inherentes al predio reconocido. Como ya hemos
explicado, este reconocimiento implica la aceptación de las condiciones de uso que el
propietario establece conjuntamente con INRENA y que pasan a formar parte de la
Carta de Entendimiento. En consecuencia, el paso más importante inmediatamente
después del reconocimiento es la negociación y suscripción de la Carta de
Entendimiento, cuyo contenido mínimo está normado en el artículo 7 de las
Disposiciones Complementarias. Esta carta debe ser certificada notarialmente para
que, acompañada de la Resolución Ministerial de reconocimiento, sean el insumo para
la inscripción de las condiciones especiales de uso en los Registros Públicos de
Propiedad Inmueble bajo el rubro de cargas y gravámenes, de conformidad con el
artículo 8 de las Disposiciones Complementarias. Al mismo tiempo, INRENA tramita la
expedición del “Certificado de Área de Conservación Privada”, que tiene como fin la
acreditación de tal condición ante cualquier autoridad y/o organismo u organización
que estime pertinente el propietario.

ÁREAS DE CONSERVACIÓN PRIVADA

Las Áreas de Conservación Privada (ACP) reflejan una forma de promover y reforzar
la participación ciudadana y el compromiso voluntario de la sociedad civil por participar
directamente en la conservación del Patrimonio Natural del país; compromiso que se
ve formalizado a través de un dispositivo legal emitido por el Estado.
Las ACP se establecen de modo voluntario a iniciativa de los propietarios, individuales
o comunales, que desean destinar sus tierras a la conservación de la naturaleza.
En tal sentido se entiende como posibles solicitantes a:

i) Comunidades nativas o campesinas debidamente tituladas, y


ii) Propietarios privados naturales o jurídicos que cuenten con títulos de propiedad del
predio a reconocer.
Asimismo, las áreas de conservación privada son una oportunidad para aquellas
comunidades o propietarios privados que desean iniciar negocios bajo un enfoque de
responsabilidad social y ambiental que promueve la conservación de un espacio
natural. Actividades de turismo sostenible, aprovechamiento de recursos naturales
renovables o pago por servicios ambientales pueden verse beneficiadas con el ACP.
Lineamientos de política Sobre definición y objetivos de las ACP ƒ Es necesario poner
en valor el compromiso voluntario del privado por participar en la conservación
asumiendo una serie de responsabilidades directas. En tal sentido se debe enfocar el
rol del propietario privado o comunal como un aliado o socio en la tarea de la
conservación a fin de construir y fortalecer alianzas para cumplir la tarea común de
conservar la diversidad biológica. ƒ
Se deben mejorar los objetivos de las ACP a fin de ampliar la red a aquellos espacios
naturales que pueden ser conservados gracias a iniciativas de privados. Así, por
ejemplo puede incorporarse objetivos vinculados a la mejora y rehabilitación de
hábitats, conservación de parientes silvestres importantes para la seguridad
alimenticia —asociados con la conservación in situ de agrobiodiversidad— de nivel
local o regional o áreas con valor por sus servicios ambientales.
Se debe contemplar la alternativa de que en las áreas de conservación privada se
permita el aprovechamiento directo e indirecto de recursos naturales con fines
comerciales. Se sugiere que este aprovechamiento esté enfocado básicamente a
permitir actividades como el turismo, manejo sostenible de fauna y flora, y el uso de
servicios ambientales, de modo tal que contribuyan a la sostenibilidad financiera del
área y generen ingresos para el propietario; siempre y cuando estas actividades se
desarrollen de modo compatible con los objetivos de reconocimiento del ACP. ƒ
Debe definirse la articulación de las ACP con otros actores con competencias o que
puedan generar sinergias para su gestión. Entre ellos resaltan los gobiernos
regionales y locales, Ente Rector de las ANP, PROFONANPE, ONG, etc. ƒ Se debe
fortalecer el rol promotor del Ente Rector de las ANP. En tal sentido se sugiere se
desarrollen mecanismos innovadores para promover el establecimiento de ACP que
consideren facilidades para obtener los requisitos del reconocimiento (por ejemplo el
expediente técnico o coordinaciones con otras instituciones para la delimitación del
área) o sinergias con otras instituciones para promover las ACP (por ejemplo
certificación de turismo ecológico) como iniciativas sostenibles.
Sobre el establecimiento de las ACP Las áreas de conservación privada deben ser
entendidas como aquellos espacios reservados por voluntad de sus propietarios para
reforzar las estrategias de conservación y desarrollo sostenible; como tales, su
propósito puede ser más amplio que mejorar la muestra representativa del SINANPE,
dependiendo del interés del propietario o comunidad: ƒ

 Conservación y uso de la diversidad biológica, estableciendo ACP en áreas


con espacios naturales con valores de diversidad biológica o recursos
naturales silvestres de interés del privado.
 Conservación de bellezas paisajísticas, promoviendo el establecimiento de
ACP en lugares con bellezas escénicas con valor para el desarrollo de turismo
o la conservación de paisajes. ƒ
 Conservación de servicios ambientales como la protección del suelo,
regulación del agua, conservación de la diversidad biológica, conservación de
ecosistemas y de la belleza escénica, absorción de carbono, regulación del
microclima y en general el mantenimiento de los procesos ecológicos
esenciales.
 Recuperación de hábitats y poblaciones silvestres de flora y fauna, de modo tal
que se contribuya a la conservación in situ de los recursos naturales silvestres
del Perú.
 Incrementar la oferta para la investigación y la educación ambiental.
SOBRE EL RECONOCIMIENTO Y GESTIÓN DE LAS ACP ƒ

El propietario privado que solicite el reconocimiento de un ACP será visto como un


aliado y socio estratégico en la conservación del patrimonio natural en el país. En tal
sentido la relación a construir entre el ente rector y el propietario y/o comunidad será
aquella que promueva sinergias. La gestión y administración del ACP estará a cargo
del propietario privado con la orientación general del ente rector. ƒ
Orientar la gestión del área de conservación privada bajo los criterios que ameritaron
su reconocimiento.
Promover e incentivar aquellas iniciativas que promuevan prácticas sostenibles que
garanticen la sostenibilidad financiera del área de conservación privada y la
distribución de sus beneficios.
Promover activamente el establecimiento de áreas de conservación privadas a través
de mecanismos y directivas que faciliten los procedimientos necesarios para su
reconocimiento. Promover especialmente aquellas iniciativas ubicadas dentro de las
zonas de amortiguamiento de las áreas naturales protegidas del SINANPE.

FUNCIÓN DEL PROPIETARIO PRIVADO:

El propietario privado o comunidades son los responsables directos de la gestión el


área de conservación privada. En tal sentido deberán dotar a la misma del personal
y/o los recursos necesarios para realizar las acciones de conservación. De igual modo
deberá desarrollar los instrumentos de planificación y acciones necesarios para dar
cumplimiento con el compromiso asumido. Respecto al financiamiento, es
responsabilidad del propietario privado canalizar y administrar los fondos necesarios
para garantizar la sostenibilidad financiera del área de conservación privada.

FUNCIÓN DEL PROFONANPE:

El PROFONANPE, Institución de derecho privado y personería jurídica propia que


tiene como misión “captar, administrar y canalizar recursos financieros para la
conservación de la diversidad biológica de las áreas naturales protegidas y sus zonas
de amortiguamiento” deberá contribuir a buscar los recursos financieros necesarios
para promover el establecimiento de las áreas de conservación privada y expandir la
red a nivel nacional.
Se precisa que el PROFONANPE no será necesariamente responsable de garantizar
los fondos para la gestión de las ACP sino más bien de buscar los recursos para
promover el modelo a nivel nacional. Eventualmente, y dada su experiencia adquirida
a nivel del SINANPE, se invita al PROFONANPE a acompañar estas iniciativas,
transfiriendo experiencias que puedan ser de utilidad a los propietarios privados para
apalancar y buscar fondos. Finalmente se señala la posibilidad que el PROFONAPE
pueda actuar como contraparte en el apalancamiento para mayores fondos para estas
iniciativas. ƒ

FUNCIÓN DE LOS GOBIERNOS LOCALES:

Los gobiernos locales podrán poner en marcha los incentivos necesarios para
promover la viabilidad en la gestión de las ACP (por ejemplo exoneraciones o
reducciones tributarias, de arbitrios) reconociendo la función ecológica y social que
promueve el ACP.
Debido a que los gobiernos locales tienen competencias para el ordenamiento
territorial, se espera que los mismos puedan incorporar a las ACP dentro de los planes
de acondicionamiento territorial.
FUNCIÓN DE LOS GOBIERNOS REGIONALES:

Los gobiernos regionales deberán evitar la superposición de áreas de conservación


regional (ACR) con las ACP. Se invita además a los gobiernos regionales a incluir a las
áreas de conservación privada en los mapas oficiales regionales y en las cuentas
regionales de conservación; además de considerarlas en aquellos documentos de
planificación regionales relevantes como el Plan de Desarrollo Regional Concertado.
Cabe señalar que dado que el compromiso para el reconocimiento de ACP se realiza
entre el ente rector y el privado, el gobierno regional no tiene necesariamente un rol
supervisor del cumplimiento de estos compromisos. Sin embargo, y dado que si
existen competencias vinculadas al tema ambiental de modo general, se sugiere que
los gobiernos regionales coordinen con el ente rector (y viceversa) a fin de garantizar
un flujo apropiado de información sobre los avances y cumplimientos. ƒ

AREAS DE CONSERVACION PRIVADA EN EL PERU

En el año 2001 el Estado peruano otorgó el primer reconocimiento de Área de


Conservación Privada (ACP) en el país: Chaparrí en Lambayeque, a la Comunidad de
Santa Catalina de Chongoyape. Desde ese momento hasta la actualidad se fueron
sumando mucha gente en costa, sierra y selva. Trece años después el Perú ya cuenta
con más de 250 mil hectáreas de territorio protegido solo por iniciativas
particulares: familias, comunidades y distintas organizaciones. Y hoy este
esfuerzo fue reconocido una vez más por el Ministerio del Ambiente que entregó
catorce reconocimientos de ACP a titulares de Amazonas, Madre de Dios, Piura y
Loreto.

En el siguiente cuadro observaremos las diferentes áreas de conservación privada que


tenemos en el Peru:
APORTACIONES

Cabe resaltar que, para poder solicitar el reconocimiento de un ACP sobre un predio,
es necesario que la propiedad del área se encuentre validada por un título de
propiedad inscrito en los Registros Públicos y que esté debidamente saneado.

Actualmente se cuenta con 89 Áreas de Protección Privada (ACP).

Importancia, pues son cada vez más personas, comunidades, organizaciones no


gubernamentales y empresas las que apuestan por contribuir a la conservación de la
diversidad biológica de nuestro país y a conectar los grandes fragmentos de
ecosistemas naturales.
Sin embargo, el proceso de creación de estas áreas protegidas es muy largo, costoso
y Complicado. La mayoría de la gente local no tiene los recursos o la formación
académica (en temas de biología y leyes) necesaria para crear estas aéreas. Algunos
ONG están apoyando estos trámites pero por falta de recursos y personal de las ONG
mismas, no se pueden apoyar a todos los pueblos interesados a conservar sus
bosques. Cabe mencionar que el trámite es igual para establecer un área protegida de
tamaño grande o pequeño y por esto, los ONG prefieren apoyar solo áreas que
abarcan miles de hectáreas. Por lo que, solo un porcentaje pequeño de las iniciativas
locales llegan a realizarse. Al final de este proceso engorroso, la responsabilidad de
proteger estas áreas queda en los pueblos sin el apoyo de las autoridades
ambientales. Por lo tanto, un sistema paralelo que permitirá la realización de todos las
iniciativas conservacionistas de los pobladores es necesario.

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