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UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA


PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

CONTROVERSIA ENTRE EL PLAZO RAZONABLE DEL


PROCESO PENAL Y LA CONDUCTA DILATORIA DEL
PROCESADO EN LA PROVINCIA DE BARRANCA, AÑO 2016

PRESENTADO POR:

Bach. FLAVIO HUIZA

ASESOR:

Mg. BARTOLOMÉ EDUARDO MILÁN MATTA

PARA OPTAR EL TITULO DE PROFESIONAL DE


ABOGADO

HUACHO – PERÚ
2017
1

PROYECTO DE TESIS

CONTROVERSIA ENTRE EL PLAZO RAZONABLE DEL


PROCESO PENAL Y LA CONDUCTA DILATORIA DEL
PROCESADO EN LA PROVINCIA DE BARRANCA, AÑO 2016

Elaborado por:

____________________________________
Bach. FLAVIO HUIZA

TESISTA

Mg. Bartolomé Eduardo Milán Matta


ASESOR DE TESIS
2

Presentado a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional

José Faustino Sánchez Carrión para optar el Título Profesional de: ABOGADO.

Aprobada por:

________________________________________
Abog.
PRESIDENTE

________________________________________
Abog.
Jaime Andrés Rodríguez Carranza
SECRETARIO

______________________________________
Abog.
VOCAL
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

CONTROVERSIA ENTRE EL PLAZO RAZONABLE DEL PROCESO PENAL Y LA


CONDUCTA DILATORIA DEL PROCESADO EN LA PROVINCIA DE BARRANCA, AÑO
2016

ÍNDICE

CAPÍTULO I

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 07

Descripción de la realidad problemática 07

Formulación del problema 08

Problemática Principal 08

Problemas Específicos 08

OBJETIVO DE INVESTIGACIÓN 09

Objetivo Principal 09

Objetivos Específicos 09

Justificación de la Investigación 09

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO 11

2.1. Antecedentes de la investigación 11

2.2. Bases Teóricas 12


2

2.3. Formulación de Hipótesis 45

2.3.1. Hipótesis General 45

2.3.2. Hipótesis Específica 45

CAPÍTULO III

MARCO METODOLOGÍCO 47

Diseño Metodológico 47

Población y Muestra 48

Población 48

Muestra 48

Operacionalización de variables 50

Técnicas de Recolección de Datos 50

Técnicas para el Procesamiento de la información 50

CAPÍTULO IV

RECURSOS, PRESUPUESTO Y CRONOGRAMA 52

Recursos 52

Cronograma de Actividades 53

Presupuesto 53

CAPÍTULO V
3

FUENTES DE INFORMACIÓN 55

Fuentes Bibliográficas 55

Fuentes electrónicas 56

CAPÍTULO VI

ANEXOS

Anexo 1: Matriz de consistencia 57

Anexo 3: Instrumentos de recolección de datos 59


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CONTROVERSIA ENTRE EL PLAZO RAZONABLE DEL PROCESO PENAL Y LA


CONDUCTA DILATORIA DEL PROCESADO EN LA PROVINCIA DE BARRANCA, AÑO
2016

CAPÍTULO I

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 Descripción de la realidad problemática

En la actualidad vivimos en una sociedad carente de respeto hacia los derechos de las personas,
generándose así la constante transgresión de la Constitución Política del Perú, muchas veces por
los delincuentes y en otras tantas por funcionarios y los distintos operadores de justicia, y en
particular se violenta algunas garantías constitucionales como el debido proceso y dentro de esta,
el plazo razonable.

Así pues, la comisión de un hecho delictivo genera el nacimiento de dos pretensiones: la


pretensión punitiva, debido a que el delito afecta el interés público, por lo que el delincuente
debe pagar por los actos que comete, siendo para ello, el Estado el titular de dicha pretensión
(materializándose a través del Ministerio Público como titular de la acción penal) dado a que es
el responsable de proteger los bienes jurídicos y garantizar la paz social; y la pretensión
resarcitoria, puesto que el que delinque ocasiona un daño patrimonial y/o no patrimonial al
agraviado.

Por cuestiones de economía y celeridad procesal los legisladores han considerado pertinente que
tanto la pretensión resarcitoria como la pretensión punitiva se ventilen en el proceso penal, dando
lugar así a una acumulación heterogénea de acciones, en que el Juez es competente para
pronunciarse sobre la responsabilidad penal y civil del imputado y del tercero civilmente
responsable; sin embargo, a pesar de las cuestiones antes señalados, muchas veces se vulnera el
plazo razonable.

Ahora bien, de los procesos penales que se desarrollan en el distrito de Huacho se avizora que
muchos de estos, ya sea por inercia del agraviado o por una conducta dilatoria con propósitos
subrepticios por parte del abogado que ejerce la defensa técnica o de ambos, o porque el accionar
de la justicia no es diligente, el proceso se dilata indebidamente.
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Conforme ya se ha advertido, el plazo razonable para el desarrollo de un proceso, forma parte


del debido proceso y este a su vez, constituye una garantía constitucional para el imputado, de
allí que nace la institución de la prescripción de la acción penal y en muchos casos es
responsabilidad de los órganos de justicia, pero en tantos otros casos, existe una dilación indebida
por parte del imputado y de su abogado, tal como lo hemos referido precedentemente, por lo que
el incumplimiento del plazo razonable no es responsabilidad del órgano persecutor, sino del
imputado, por lo que corresponder preguntarse, frente a una conducta dilatoria deliberada del
procesado, éste ¿debe invocar el cumplimiento del plazo razonable para beneficiarse? La
respuesta es obvia, no.

Pero frente a esta posición surge otra, esto es si hay una dilación indebida del proceso por parte
de los operadores de justicia, evidentemente se afecta el principio de plazo razonable,
componente del debido proceso por lo que en diversas sentencias, la posición ha sido uniforme.
Es decir debe atenuarse la pena, así tenemos en el ámbito de la justicia ordinaria en el R.N.N°
4674-2005, la sala Penal Permanente de la Corte Suprema, advirtiendo que se vulneró el plazo
razonable, modificó el juicio jurídico y medición de la pena a favor del imputado.

De similar criterio reprodujo en el R.N.N.° 4104-2010,Caso Barrios Altos, donde de la misma


manera, respecto al quantum de la pena, la compensación fue con reducción de la pena debido a
la afectación de ser juzgado en un plazo razonable.

Entonces, la lección de esos casos es que no se debe afectar el derecho al plazo razonable, pues
de hacerlo, se afectaría un derecho eminentemente constitucional que forma parte del derecho al
debido proceso y como consecuencia podría afectarse la propia libertad de un interno con
consecuencias irreparables, lo cual no es permisible en un estado de derecho.

En efecto, la vulneración a esta garantía procesal acarrea consecuencias de orden jurídico, así
para Gimeno Sandra, existen tres consecuencias: a) compensaciones que buscan reparar el daño
b) sancionatorias de carácter administrativo c) procesales como la nulidad o el sobreseimiento;
para Pastor, importa las compensatorias.

De otro lado, que pasa si la dilación viene por parte del procesado, o de su abogado una conducta
dilatoria, que afecta al debido proceso, entonces no le corresponde ningún beneficio procesal,
pues se le debe aplicar la pena que le corresponde, pero evidentemente esta conducta dilatoria
que es advertida por el juzgador debe ser puesta en conocimiento de las instancias que
correspondan para que actúen según corresponda, si es un abogado el responsable de la dilación
indebida al colegio de abogados que le corresponde.
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Finalmente, si bien es cierto el código procesal penal, no prevé un mecanismo especial


respecto a este extremo, sin embargo, diferentes sentencias como las señaladas,
evidencian de su aplicación, por lo que este proceder debe ser aplicado en esta sede de
la Corte Superior de Huaura.

1.2 Formulación del Problema.

1.2.1 Problema General

¿En qué medida el incumplimiento del plazo razonable del proceso penal se debe a

la conducta dilatoria de los operadores de justicia en la provincia de Barranca, en el año

2016?

1.2.2 Problemas Específicos

 ¿De qué manera se garantiza el cumplimiento del derecho de ser procesado dentro
de un plazo razonable en Barranca en el año 2016?

 ¿En qué medida la conducta dilatoria por parte del imputado no le beneficia, para
reducir la pena al momento de ser sentenciado en el año 2016?

 ¿De qué manera la vulneración de la garantía procesal acarrea consecuencias de


orden jurídico como el daño moral y económico?

1.3 Objetivos de la Investigación:

1.3.1 Objetivo General.

Determinar si el incumplimiento del plazo razonable del proceso penal se debe a la

conducta dilatoria de los operadores de justicia en la provincia de Barranca, en el año

2016.
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1.3.2 Objetivos específicos.

 Analizar si actualmente se garantiza el cumplimiento del derecho de ser


procesado dentro de un plazo razonable en Barranca en el año 2016.

 Determinar si la conducta dilatoria por parte del imputado no le beneficia, para


reducir la pena al momento de ser sentenciado en el año 2016.

 Determinar si la vulneración de la garantía procesal acarrea consecuencias de


orden jurídico como el daño moral y económico.

1.4 Justificación

1.4.1 Justificación teórica:

La presente investigación se justifica en la medida en que se logre precisar y

establecer claramente acerca del concepto del derecho de ser procesado dentro de

un plazo razonable y si este plazo se cumple o no se cumple y de no cumplirse,

cuáles son los factores que inciden para que no se cumpla con el plazo y cuáles

son las consecuencias desde la óptica normativa.

1.4.2 Justificación metodológica:

Se justifica en la medida que se utilizan procedimientos, técnicas, estrategias de

investigación que conllevan a la búsqueda de recolección de datos,

sistematización y la utilización de instrumentos estadísticos y encuestas para

probar las hipótesis planteadas.

La utilización de esta metodología permite, por un lado, dar a conocer la

confiabilidad de los instrumentos utilizados y así mismo sirve como modelo para

otros trabajos de investigación referidos a similares temáticas.


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1.4.3 Justificación práctica:

Esta es una investigación de actualidad, por cuanto, existen un conjunto

de procesados que en el tiempo permanecen internados en un penal, sin haber

recibido una sentencia, mediante la presente investigación se pretende analizar,

de qué manera el incumplimiento de los plazos establecidos para el proceso en

sus determinadas faces o etapas vulnerán los derechos fundamentales en la

mayoría de casos las partes procesales han presentado escritos sobre Control de

plazo a fin de que el Ministerio Público pueda justificar las dilación en dichos

procesos, sin embargo, igual los plazos se siguen dilatando e incumpliendo.

Por la presente investigación no solo se agota en tratar que el tema tenga fines

prácticos aplicativos, sino que también de aprobarse el presente proyecto de tesis

y posteriormente el Informe Final, servirá como guía de orientación a los

operadores e uniformizar los criterios de justicia, entre ellos, jueces, fiscales y

abogados con el fin de que encuentren una herramienta de orientación con miras

a resolver un problema respecto al plazo razonable.


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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

2.1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN:

2.1.1. Tesis:

Mandamiento P, & Requez C, (2015).En su trabajo de investigación titulada

Constatación empírica del incumplimiento normativo en materia de plazos en

diligencias preliminares: distrito fiscal Huaura- propuestas de solución,

realizada en la universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión, Para optar

título de abogado, Llegaron a las siguientes conclusiones respecto a la vulneración

del plazo razonable en la investigación preliminar:

- Consideran que en nuestro país, si bien se ha regulado el proceso, de

manera de imponer la carga de realizar lo dentro de cierto plazo, ello no permite

asegurar el pleno respeto de la garantía. Primero por cuanto existen plazos cuya

vulneración no conlleva sanciones, lo que permite la dilatación del proceso

legalmente y segundo porque aun cuando el proceso se enmarque dentro del

plazo preestablecido, ello no garantiza racionalidad. Por otro lado, como no

existen herramientas o instrumentos que resguarden el derecho que

comentamos, no es posible restablecerlo cuando se ha vulnerado, quedando en

la más pura indefensión. Lo anterior se agrava si reparamos en que la única

forma de resarcir el daño causado, cuando se transgrede esta norma es a través

de una indemnización de perjuicios.


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2.1.2. Libro:

Quispe Farfán, Fany S. (2012). En su trabajo de investigación

denominado Investigación preliminar: Naturaleza y Duración, nos dice respecto a

la problemática en torno a la duración de la investigación preliminar:

- El desarrollo jurisprudencial en torno al control de plazo de la

investigación preliminar aún es incipiente en nuestro país, sin que exista una

mirada exhaustiva a la clase de investigación preliminar instaurada (si es simple

o compleja, si tiene sospechoso conocido o no), lo que resulta importante dado

que el problema de la duración de la investigación preliminar debería encontrarse

vinculado a la sujeción de los sospechosos a la indagación. Esto, que parece de

sentido común, en la práctica no se encuentra bien diferenciado; pues muchas

veces un denunciado interpone control de plazos, a pesar que no se ha realizado

actos de investigación que limiten su derechos y a pesar de que no basta solo

encontrarse nominado en una investigación para tener suficientes facultades a

afectos de controlar la investigación fiscal sobre un hecho.

2.2.BASES TEÓRICAS

2.2.1. LA INVESTIGACION PRELIMINAR

2.2.1.1. LINEAMIENTOS GENERALES DEL PROCESO PENAL EN

EL PERÚ

El proceso penal en el Perú ha recibido diversas reformas,

muestra de ello es que durante nuestra historia republicana, su regulación ha

sido supeditada por diversos códigos que en su momento se acogieron a un

sistema procesal determinado, así tenemos el código de enjuiciamiento en


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materia penal de (1863), código de procedimientos en materia criminal de

(1920), código de procedimientos penales de (1940), código procesal penal de

(1991) y el nuevo código procesal penal del 2004 que aún se encuentra en

proceso de implementación.

Con la entrada en vigencia del nuevo código procesal penal del

2004, se instauro un nuevo sistema procesal, que dota al proceso de suficientes

garantías que impiden la vulneración de los derechos constitucionales tanto

sustanciales como procesales, estable además, parámetros temporales para la

actuación oportuna de las partes y la actividad de investigación; es así, que

dentro del nuevo código se establece para el proceso común tres etapas: la

investigación preparatoria (que contienes dos sub-etapas, la investigación

preliminar y la investigación preparatoria propiamente dicha), la etapa

intermedia y el juicio oral.

Así la piedra angular del presente capitulo es desarrollar una

sub-etapa del proceso penal común, denominada la investigación preliminar,

que por su naturaleza representa el primer espacio temporal donde el ministerio

publico asume un rol preponderante para efectuar todo los actos de

investigación destinados a determinar la ilicitud de los hechos materia de

investigación.

2.2.1.2. CONCEPTO

Las diligencias preliminares, es aquella sub-etapa que

antecede a la investigación preparatoria y que a la ves forma parte de esta,

donde el fiscal como director de la investigación desplegará todas las


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diligencias urgentes e inaplazables destinadas a fin de corroborar los hechos

denunciados y determinar su delictuosidad, así como lograr la

individualización de los sujetos intervinientes en la comisión del hecho.

Respecto a la conceptualización de las diligencias preliminares los académicos

nacionales no han resultado ajenos a ello, por lo que se puede citar algunos de

ellos:

El profesor SÁNCHEZ VELARDE nos dice que la investigación

preliminar: "es la investigación inicial ante la denuncia que se presenta ante la

autoridad fiscal o policial o cuando tales autoridades proceden de oficio, es

decir, cuando por propia iniciativa deciden dar inicio a los primeros actos de

investigación. Se trata de la primera fase del proceso penal y la forma de

proceder de quien formula la denuncia de parte se encuentra regulada en el

artículo 326° a 328° del nuevo Código Procesal Penal. La importancia de esta

etapa radica en la necesidad de perseguir la conducta delictuosa, de conocer

toda denuncia con características de delito, con la finalidad de verificar su

contenido y verosimilitud; conocer las primeras declaraciones, reconocer las

primeras declaraciones, reconocer los primeros elementos probatorios,

asegurar los mismos, adoptar las primeras medidas coercitivas o cautelares y

decidir seguidamente si existen elementos probatorios suficientes para

continuar con la persecución del delito y sus autores" (SÁNCHEZ VELARDE,

Pablo, "Introducción al Nuevo Proceso Penal", Editorial Idemsa, Lima-2006.

p. 43.)

Mientras que el profesor TALAVERA ELGUERA sostiene lo siguiente:

"la nueva investigación, por ser preparatorio, no tiene por función probar la

comisión del delito y la responsabilidad del imputado, ya que esta función


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corresponde a la fase de juzgamiento. En tal sentido, su finalidad concreta será

determinar si la conducta es delictuosa, las circunstancias o móviles de la

perpetración, la identidad del autor o partícipes y de la víctima, así como la

existencia del daño causado" (TALAVERA ELGUERA, Pablo, "Comentario al

Nuevo Código Procesal Penal", editorial Grijley, Lima 2004. p. 14.)

Por otro lado para el académico ESPINOZA RAMOS, considera que la

investigación preliminar: “Se encuentra compuesta por los primeros actos de

investigación desarrollados por la Policía Nacional del Perú, direccionada bajo

el Ministerio Público, o ejecutados por el propio Fiscal que requiere realizar

diversas diligencias de averiguación e indagación de los hechos, en ambas

hipótesis se asegurarán las primeras evidencias —que los colombianos llaman

elementos materiales probatorios-. Se tratan de actos urgentes e inaplazables

que constituyen presupuesto para formalizar o no la investigación

preparatoria.” (ESPINOZA RAMOS Benji, “Litigación Penal. Manual de

aplicación práctica del proceso penal común”, Editorial ESIPEC, Lima 2016,

p.152)

2.2.1.3. CARACTERÍSTICAS DE LA INVESTIGACION

PRELIMINAR

La última reforma procesal penal en nuestro país dota a las

características de las diligencias preliminares, así como de todo el proceso, a

que estos sean rápidos, eficientes y a la vez estos ofrezcan las garantías debidas;

esta consigna ya había sido previstas por juristas como BINDER quien

señalaba que un importante desafío en la configuración de la investigación

preliminar consiste en determinar los mecanismos idóneos para conferir


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eficacia y agilidad a la actividad persecutoria estatal con el fin de superar el

ritualismo y la burocratización típicos del sumario inquisitivo. (BINDER, A.,

"Perspectivas de la reforma procesal penal en América Latina", en Justicia

penal y Estado de derecho, Ad-Hoc, Buenos Aires, 1993, pp. 201).

Así pues del código adjetivo, más allá de lo enunciado en el acápite

anterior, permite abstraer ciertas características: (JIMENEZ HERRERA Juan

Carlos. “La investigación preliminar”. Editorial JURISTA EDITORES, Lima

2004, pp. 86-90)

a) Las diligencias de esta sub-etapa de investigación preliminar,

por mucho que otra cosa parezca, no son actos probatorios; estos, ya lo

adelantamos, se desarrollan sólo y exclusivamente, y salvo contadas

excepciones, en el juicio oral, y van encaminados a demostrar la veracidad de

la existencia de unos hechos que darán lugar a la absolución o la condena.

Contario sensu, las actuaciones preliminares van encaminadas

fundamentalmente a determinar las circunstancias que posibilitarán en el futuro

investigar, acusar o archivar.

b) La policía interviene como órgano de apoyo, encontrándose

obligado a prestar ayuda técnica policial y de criminalística al Fiscal Provincial

Penal, por la que, podrá recibir denuncias y tendrá que dar cuenta inmediata al

Ministerio Público, practicar las diligencias que el fiscal disponga y concluida

su intervención emitirá un informe policial -que reemplaza al atestado policial-

debiendo contener los antecedentes de la intervención, la relación de

diligencias actuadas, asimismo la policía está sujeta a prestar apoyo a la

conducción de investigación del Fiscal penal (art. 65°.3 CPP), siendo éstas
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diligencias únicas, por cuanto no podrán ser repetidas, salvo excepciones

superando así aquellas actuaciones del CdPP-1940 "proceso mixto", donde la

instrucción e investigación eran realizados por la Policial, Fiscal y otra Judicial.

c) La fiscalía tiene que averiguar los hechos incriminados, para

ello, tiene que aplicar su técnica de investigación en coordinación con la policía

Nacional y reunir con el mismo empeño; las fuentes de prueba y asegurar las

mismas a efectos de evitar que desaparezcan o sean contaminadas, para luego

de ser el caso al dar inicio la investigación preparatoria se conviertan en medios

de prueba, siempre y cuando lo amerite, entendiéndose tanto pruebas de cargo

como de descargo, asegurándola debidamente ya que su pérdida podría ser de

temer" (ROXIN, Claus, Derecho Procesal Penal, editora del Puerto S.R.L.,

buenos Aires-2000 p.330), lo que dificultaría la investigación del posible hecho

delictivo así como la identificación de los autores y partícipes (art.65°.1; art.

321°.1 CPP)

d) En el marco de la investigación preliminar, la investigación no

puede ser arbitraria, conforme lo dice el legislador, no es a discreción del

Fiscal, sino que tiene que elaborar todo un plan estratégico en ésta, una vez

recibido la denuncia empieza a funcionar el aparato investigador formulando:

¿Qué diligencias ha de practicar?, ¿qué manifestaciones

e) Debe de recibir? ¿Qué pericias ha de disponer? Por tanto si no

elabora un plan estratégico adecuado, la investigación corre peligro de no

prosperar.

f) Igualdad de armas dentro de la investigación preliminar; sin

bien es cierto el Fiscal es el director de la investigación preliminar, esto no


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significa que los sujetos procesales: imputado y victima puedan ejercitar su

defensa en esta sub-etapa, sino que tienen todas las garantías para ejercitar su

defensa bajo el principio de igualdad de armas.

2.2.1.4. OBJETIVO DE LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR

Las diligencias preliminares tiene por objetivo fundamental

determinar si se dan los presupuestos procesales legalmente establecidos para

acordar la incoación de la investigación, que son, desde un punto de vista

fáctico, la verosimilitud de los hechos denunciados y la determinación de la

identidad y edad de los partícipes en su ejecución y, desde el punto de vista

normativo, la tipicidad penal de la conducta denunciada. Es así que, toda

investigación cualquiera sea su disciplina (jurídica o no jurídica), tiene como

finalidad alcanzar objetivos, razón de ser, de la investigación preliminar en la

Reforma Procesal Penal, siendo estos lo siguiente:

a) El objetivo de las diligencias preliminares será

determinar si la conducta incriminada es delictuosa, las circunstancias

o móviles de la perpetración, la identidad del autor o partícipe y de la

víctima, así como existencia del daño causado. En consecuencia, el

ente investigador ocupa un lugar preponderante en la protección de la

veracidad. Esto en la averiguación y constatación de lo que realmente

sucedió; aspectos que resultan importantes en salvaguardar los

derechos fundamentales. La investigación Preliminar, en este orden de

ideas, ha de lograr, en la medida de lo posible establecer el camino a

la veracidad, y si tiene trascendencia penal o no. Pues, la investigación

preliminar constituye un mecanismo de recopilación de información,


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respecto de la cual se hace una valoración, que pueda conducir a una

investigación preparatoria y posterior acusación y/o archivamiento.

b) El objetivo es atribuir al Ministerio Público de medidas

y técnicas de investigación que recomienda la política-criminal en la

persecución e investigación criminal, y la flexibilidad con que se

ejecuta éstos durante esta sub etapa. Sin duda, en un país en donde los

recursos son escasos, los actos criminales violentos se hacen cada vez

más graves y peligrosos -criminalidad organizada-, causando mayor

alarma social, en consecuencia al Ministerio Público le corresponde

establecer las políticas de persecución criminal, para ello atribuye a

dicha institución la facultad de emitir directivas (art. 63° CPP). En

virtud de aquello, la eficacia de esta actividad supone la existencia y

colaboración de una organización estatal "activa y vigilante' capaz de

desarrollar una "actividad agresiva e investigadora", proveyéndose de

medios humanos y materiales necesarios para una mejor

racionalización de la Investigación Preliminar; con la finalidad de

lograr eficiencia durante la investigación preliminar, el NCPP a partir

del artículo 329° al artículo 333° y artículo 336°. 1 y de más normas

concordantes ha normativizado la forma como debe desarrollarse la

investigación preliminar, así como su objeto y finalidad.

2.2.1.5. FINALIDAD DE LA INVESTIGACION PRELIMINAR

En este apartado debemos señalar que la investigación

preliminar tiene dos tipos de finalidades, la primera denominada la finalidad


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inmediata y la segunda denominada la finalidad mediata. Al respecto es

importante precisar que la primera se encuentra expresamente establecido en

el código procesal penal del 2004 en su artículo 330° inc.2, donde ha quedado

establecido que las diligencias preliminares tienen por finalidad inmediata

realizar los actos urgentes o inaplazables destinados a determinar si han tenido

lugar los hechos objeto de conocimiento y su delictuosidad, así como asegurar

los elementos materiales de su comisión, individualizar a las personas

involucradas, incluyendo a los agraviados; por otro lado respecto a la finalidad

mediata de las diligencias preliminares, la jurisprudencia se ha encargado de

darle contenido a esta, tal como se desprende de la casación N° 318-2011 Lima,

en el cual se refiere que las diligencias preliminares tiene por finalidad mediata

determinar si el fiscal debe formalizar o no la investigación preparatoria.

2.2.1.6. EL PROCEDIMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN

PRELIMINAR

La apertura del Proceso Penal, al contrario de lo que ocurre en

el Proceso Civil, no exige determinación completa del objeto del proceso a

cargo del que lo promueva, bastando con que se tenga conocimiento de la

comisión de unos hechos que tengan apariencia delictiva, así como la sospecha

de quienes pudieran haber participado en dicho evento (sea como autores,

cómplices o encubridores). A esta posible incertidumbre obedece la división

del proceso penal en tres etapas, siendo la primera "la investigación

preparatoria y dentro de ésta como sub-etapa la investigación preliminar" la

que tiene por objeto la búsqueda de presupuestos del delito. El conocimiento

fáctico de estos hechos aparentemente delictivos, la noticia criminis, pueden

llegar al conocimiento del Ministerio Público de forma inmediata (por haberlos


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presenciado) o de forma mediata (a través de la denuncia). (JIMENEZ

HERRERA Juan Carlos. “La investigación preliminar”. Editorial JURISTA

EDITORES, Lima 2004, pp. 193)

2.2.1.6.1. Formas de inicio

El inicio de la investigación de un hecho que

reviste caracteres de delito puede promoverse de oficio por el

Ministerio Público, por denuncia de la víctima o terceros; así el fiscal

al aperturar la investigación preliminar promueve ciertas diligencias

conducentes a que estas arrojen resultado con indicios razonables y

probabilísticos, en orden a la realidad de un delito y de la vinculación

delictiva del investigado; a fin de que la investigación pueda llegar a

formalizarse.

2.2.1.6.1.1. Inicio de oficio por el ministerio publico

La investigación puede iniciarse de oficio por los

fiscales del Ministerio Público (art. I. 1 y 329°.2 del NCPP),

cada vez que presencien o tomen conocimiento personal de la

comisión de un delito. Se inicia cuando llega a su

conocimiento la comisión de un delito de persecución pública,

para ello, el Ministerio Público trabajará minuciosamente para

brindarle a la sociedad garantía y eficacia, de acuerdo al caso

concreto, indagando los móviles y a los presuntos autores y

participes del hecho delictuoso. En ese sentido el profesor

ROXIN afirma: "la razón de esta regulación es el interés

público en que los hechos punibles no queden sin persecución.


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Muchas veces los particulares no están dispuestos o no se

hallan en la situación de ejercer la acción por sí mismos; sobre

todo pueden estar dispuestos a prescindir de una denuncia

penal por temor a la venganza o a algún otro inconveniente

(ROXIN, Claus. "Derecho Procesal Penal". Traducción de la

25° ed. alemana de Gabriela E. Córdova y Daniel R. Pastor

revisada por Julio B. J. Maierf Editores del Puerto S.R.L;

Buenos Aires-2000. P. 83.)

2.2.1.6.1.2. Inicio por denuncia de parte o de tercero

Por denuncia es la forma más habitual de inicio de un

procedimiento penal y, en el caso de los delitos de acción penal

pública, puede realizarse por cualquier persona ante los

funcionarios de la policía (Policía Nacional) o ante el propio

Ministerio Público, así como también la denuncia debe ser

comunicada de inmediato al órgano correspondiente (artículo

326° y 328° del NCPP).

En el caso de la policía, la comunicación debe

efectuarse por el medio más expedito posible, sin perjuicio de

realizar desde luego las actuaciones de investigación que no

requieren orden previa del Ministerio Público. En el caso de

los delitos de acción penal privada, no cabe la denuncia y sólo

podrá iniciarse el procedimiento por querella interpuesta por la

víctima del delito. En los delitos de acción pública previa

instancia particular no podrá procederse de oficio sin que, al


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menos, el ofendido por el delito haya denunciado el hecho a la

justicia, al Ministerio Público o a la Policía. El Ministerio

Público podrá, sin embargo, realizar los actos urgentes de

investigación o los absolutamente necesarios para impedir o

interrumpir la comisión del delito. La denuncia debe ser: 1)

clara y precisa. 2) Lugar, modo, circunstancias y el

instrumento de la perpetración del hecho. 3) Identificación de

los autores y partícipes en el delito. 4) Además adjuntar todas

las fuentes de prueba que llevarán al esclarecimiento del hecho

delictuoso (JIMENEZ HERRERA Juan Carlos. “La

investigación preliminar”. Editorial JURISTA EDITORES,

Lima 2004, pp. 196).

2.2.1.7. Las diligencias de la investigación preliminar

Las diligencias que ordena el fiscal, en realidad dependerán de

la naturaleza del delito y de las circunstancias del hecho, sin embargo no

debemos olvidar que esta fase de la investigación se caracteriza por realizar

aquellos actos de investigación denominados urgentes e inaplazables, es decir

aquellos que exegéticamente resultan fundamentales para que los hechos

denunciados puedan encarnar en grado de probabilidad un acto criminoso, del

mismo modo en esta fase se aseguran los elementos materiales del delito.

Sin embargo el código adjetivo permite dilucidar ciertas actuaciones de

investigación que se encuentran estandarizadas, como las declaraciones (La

declaración del imputado, La declaración de la víctima, La declaración del

testigo), las pericias (Pericias Médico-legales, Pericia Médico-Forense para


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determinar la edad, La pericia de alcoholemia o dosaje etílico, La pericia o

examen toxicológico, La pericia de absorción atómica, La pericia grafotécnica,

etc), las documentales (Reconocimiento, traducción, transcripción y

visualización de documentos), Las diligencias especiales (El levantamiento de

cadáver, la necropsia, el embalsamamiento de cadáver, examen de lesiones y

de agresión sexual, examen en caso de aborto, la preexistencia del bien

patrimonial), Los antecedentes policiales y/o judiciales y las Actas policiales.

2.2.1.8. Programa estratégico de investigación

La Policía rinde el informe ejecutivo sobre los actos de

investigación desarrollados por iniciativa propia. Cuando el Fiscal recibe la

notitiacriminis debe llevarse a cabo una reunión entre el Fiscal y los miembros

de la Policía con la finalidad de trazar un programa estratégico de la

investigación preliminar. El sistema acusatorio impone que la investigación

criminal no sea un trabajo y esfuerzo individual, sino exige que sea resultado

de una labor de equipo, en la que tanto el Fiscal como la policía, integrados en

un solo cuerpo, orienten la investigación desde el primer momento.

Las primeras diligencias serán ejecutadas con planes estratégicos

diseñados por las partes autónomas durante la investigación, previa utilización

de las herramientas cuyo objeto será el esclarecimiento del hecho. En ese

sentido, la experiencia permite afirmar que muchas veces el Fiscal, al afrontar

la investigación, desarrolla de manera precaria la hipótesis investigativa que la

notitiacriminis le permite derivar. Entonces, ordena algunos actos de

investigación a la policía que estima importantes, y con ellos impulsa la


23

averiguación, sin tener una herramienta que les permita controlar su ejecución

y evaluar el resultado de las diligencias.

Así pues, para garantizar una investigación efectiva se han diseñado

programas metodológicos y estrategias que permitan planear, ejecutar y evaluar

lo pertinente. Se trata de un plan de investigación debidamente diseñado, que

otorga un marco de referencia por medio del cual se garantiza que la

investigación cubrirá todos los aspectos del delito en el menor tiempo posible,

para ello se toma como punto de partida el tipo penal que aparece referenciado

o el que se infiere de la notitia criminis, sin que ello constituya una camisa de

fuerza. Es evidente que, con el advenimiento de nueva información, la hipótesis

delictiva puede variar. De manera que teniendo como base la tipicidad, a saber,

el sujeto, la conducta, el verbo rector y elementos complementarios, el

Ministerio Público podrá establecer las directrices que le permitan organizar de

manera clara y precisa lo que debe ser la investigación y sus obvias

consecuencias. El Fiscal dirige y controla la investigación, la policía es

encargada de llevar a cabo actos de investigación con el objeto de descubrir y

resguardar los elementos materiales de prueba, así como de obtener

información general sobre la conducta delictiva. (JIMENEZ HERRERA Juan

Carlos. “La investigación preliminar”. Editorial JURISTA EDITORES, Lima

2004, pp. 272-273).

A todo esto, el técnico y científico aportan información relacionada con

conocimientos especiales. Esto es, el trabajo en equipo reduce el trámite y

facilita un diálogo fluido efectivo, respetuoso y amistoso para establecer los

objetivos de la investigación, compartir las experiencias, la formación y el

análisis. En el desarrollo del programa estratégico de investigación, el Fiscal


24

ordenará la realización de todas las actividades que puedan o no restringir los

derechos fundamentales del investigado conducentes al esclarecimiento de los

hechos, al descubrimiento de los elementos materiales probatorios y evidencia

física, a la individualización de los autores y partícipes del delito, a la

evaluación y cuantificación de los daños causados y a la asistencia y protección

de las víctimas. En esa línea de ideas el profesor BINDER indica que "la

investigación es una actividad eminentemente creativa; se trata de superar un

estado de incertidumbre mediante la búsqueda de todos aquellos medios que

puedan aportar la información que acabe con esta incertidumbre. Se trata pues,

de la actividad que encuentra o detecta los medios que servirán de pruebas"

(BINDER, Alberto M. Introducción al Derecho Procesal Penal. Editorial AD-

HOC. Buenos Aires-1998. p. 214.)

2.2.1.9. Plazo de la investigación preliminar

2.2.1.9.1. Plazo legal y la doctrina del No-plazo

La duración de la investigación preliminar está determinado por

la norma procesal la misma que se denomina plazo legal, sin embargo

la jurisprudencia nacional se ha referido señalando que la duración de

la misma no debe ser entendido de manera literal, sino que los plazos

dentro de un proceso penal deben guardar proporción de acuerdo a la

complejidad u otros supuestos que influyan en la dilación o necesidad

de un plazo superior al que está establecido en la norma, por lo que no

debe sujetarse a plazos medidos por horas, días, semanas, meses o años,

mas por el contrario debe advertirse el tiempo necesario para realizar

una debida actuación investigatorio por parte del ministerio público, es


25

así que dentro de la doctrina, es forma peculiar de cuantificar el tiempo

se ha denominado la doctrina del No-plazo.

2.2.1.9.2. Desarrollo legal y jurisprudencial de los plazos

En ese orden de ideas, desde la implementación del nuevo

Código Procesal Penal inicialmente el artículo 334 inciso 2 establecía

que el plazo de las diligencias preliminares era de 20 días naturales. No

obstante, actualmente, con la reforma introducida por la Ley N° 30076,

el plazo ordinario de diligencias preliminares es de 60 días naturales. El

problema estriba en que, más adelante, el propio texto procesal

reconoce que el fiscal puede fijar un plazo diferente a los 60 días en

atención a las "características, complejidad y circunstancias" del caso,

por lo que había un vacío, en tanto que no se regulaba expresamente

cuál era ese plazo y cuál su límite.

Es así que la Corte Suprema, por primera vez, aborda esta

problemática en la Casación N° 02-2008/La Libertad señalando que:

(Corte Suprema de Justicia de la República. Casación N° 2-2008-La

Fundamentos Décimo Primero y Décimo Segundo.)

«... Los plazos para las diligencias preliminares, de

veinte días naturales y el que se concede al Fiscal para fijar

uno distinto según las características, complejidad y

circunstancias de los hechos objeto de investigación; son

diferentes y no se hallan comprendidos en los ciento veinte ,

días naturales más la prórroga a la que alude la norma


26

pertinente, que corresponden a la investigación preparatoria

propiamente dicha ...es fundamental establecer que el plazo de

las denominadas diligencias preliminares y fundamentalmente

el plazo adicional al de los veinte días que el artículo

trescientos treinta y cuatro le autoriza al Fiscal en casos que

por sus características revistan complejidad, no debe ser uno

ilimitado y, si bien es cierto, en este extremo de la norma no

se precisa de manera cuantitativa cuál es su límite temporal,

también es verdad que ello no puede afectar el derecho al

plazo razonable que constituye una garantía fundamental

integrante del debido proceso; que por lo demás, deben

entenderse como excepcionales, ponderándose el plazo

máximo de duración atendiendo a criterios de orden

cualitativos conforme a los principios de razonabilidad y

proporcionalidad, debiendo tenerse siempre presente que las

diligencias preliminares tienen como finalidad inmediata

realizar los actos urgentes o inaplazables conforme dispone el

artículo trescientos treinta de la ley procesal penal y que por

estas consideraciones, la fase de diligencias preliminares no

podría, en la hipótesis más extrema, ser mayor que el plazo

máximo de la investigación preparatoria regulado en el

artículo trescientos cuarenta y dos de la ley procesal penal».

Luego, la Corte Suprema, en la Casación N° 66-201 O/Puno -

emitida el día 26 de abril de 2011- confirmó este criterio y estableció

el inicio del cómputo del plazo de las diligencias preliminares, a saber:


27

(Corte Suprema de Justicia de la República. Casación N° 66-2010-

Puno, Fundamentos Quinto, Sexto y Séptimo.)

«... la regla para el cómputo del plazo, se encuentra

regulado en el artículo ciento ochenta y tres del Código Civil,

que establece que se computará conforme al calendario

gregoriano, estableciéndose en su inciso primero que el plazo

señalado por días se computará por días naturales, salvo que

la ley o el acto jurídico establezca que se haga por días

hábiles.

Que, el considerando décimo primero de la resolución

casatoria número cero dos guion dos mil ocho, pronunciado

el tres de junio de dos mil ocho, estableció que el plazo para

las diligencias preliminares son de veinte días naturales.

Que, el cómputo de plazo de las diligencias

preliminares se inicia a partir de la fecha en que el Fiscal tiene

conocimiento del hecho punible, y no desde la comunicación

al encausado de la denuncia formulada en su contra».

Posteriormente, la Corte Suprema, en la Casación N° 318-

2011/ Huara —emitida el día 22 de noviembre de 2012- destacó que:

(Corte Suprema de Justicia de la República. Casación N° 318-2011-

Huaura, Fundamento 2.15.)

«Si bien se estableció que la investigación

preparatoria en casos complejos deberá de contar con un

plazo mayor a aquellos que se denominan casos "ordinarios";

sin embargo, ello no obliga a que dicha distinción de plazos


28

se efectué también para las diligencias preliminares, por una

sencilla razón y es que la investigación preparatoria tiene por

finalidad reunir todos los elementos probatorios suficientes, a

fin de poder sustentar su acusación; esto es, probar su teoría

del caso, por ello que en casos complejos si resulta de suma

importancia un plazo más extenso —y no así ilimitado— para

la investigación propiamente dicha; lo cual resulta

innecesario y fuera de la finalidad que arriba las diligencias

preliminares, pues conforme se estableció en la Ejecutoria

Suprema N° 2-2008-La Libertad, el plazo es de 20 días, con

un máximo de 120 días en total. Según el criterio del Fiscal,

sin pretender propiciar de alguna forma la impunidad en los

casos denominados "complejos", en tanto que para éstos como

para los casos "ordinarios" se rige la misma finalidad descrita

en el considerando 2.9. de la presente Ejecutoria Suprema [i)

Realizar actos urgentes sólo ...; ii) asegurar la escena del

crimen y la evidencia sensible ..., iii) Individualizar al

presunto imputado ...], finalidad que alcanza a todas las

diligencias preliminares en general —distinto a la

investigación preparatoria que lleva a cabo una investigación

concreta para cada caso— razón por la cual resulta

innecesario establecer un plazo distinto en casos que

evidencien ser complejos teniendo en cuenta que con

puntuales y concretas diligencias se alcanzaría la finalidad de

dicha etapa procesal


29

Luego de una ondulante jurisprudencia, la Corte Suprema ha

determinado —en la Casación N° 144-2012/Ancash- que: (Corte

Suprema de Justicia de la República. Casación N° 144-2012-Ancash,

Fundamentos Octavo y Noveno.)

«... teniendo en cuenta las pautas instauradas en la

jurisprudencia nacional, especialmente a través de la

Casación número dos - dos mil ocho, que prescribe, que la fase

de diligencias preliminares no puede ser mayor que el plazo

máximo de la investigación preparatoria regulada en el

artículo trescientos cuarenta y dos del Código Procesal Penal,

esto es, de ocho meses; y en aplicación del artículo trescientos

treinta y cuatro inciso dos, en concordancia con el artículo

ciento cuarenta y. seis del citado Código, debe entenderse que

este es el mismo plazo razonable para que la Fiscalía

disponga la ejecución de diligencias a nivel preliminar; por lo

que, se debe establecer como doctrina, jurisprudencial que:

«tratándose de investigaciones complejas, el plazo máximo

para llevar a cabo las diligencias preliminares es de ocho

meses»; considerándose proceso complejo, cuando: a)

requiera la actuación de una cantidad significativa de actos

de investigación; b) comprenda la investigación de numerosos

delitos; c) involucra una cantidad importante de imputados o

agraviados; d) investiga delitos perpetrados por imputados

integrantes o colaboradores de bandas u organizaciones

delictivas; e) demanda la realización de pericias que


30

comportan la revisión de una nutrida documentación o de

complicados análisis técnicos; f) necesita realizar gestiones de

carácter procesal fuera del país; o, g) deba revisar la gestión

de personas jurídicas o entidades del Estado»

En suma el plazo legal para la investigación preliminar

conforme el artículo 334 inciso 2, será de sesenta días naturales, salvo

que se produzca la detención de una persona; este último supuesto se

presenta cuando el investigado se encuentra privado de su libertad.

En este caso, la fase de investigación preliminar no podrá exceder el

plazo de 24 horas para delitos comunes o 15 días naturales a los

hechos relacionados a la presunta comisión de los delitos de

terrorismo, espionaje o tráfico ilícito de drogas (art. 2.24.f Const). Sin

embargo dicho plazo le será aplicable siempre y cuando el fiscal no

solicite la convalidación. Y es que a su término, el fiscal deberá

concluir con la investigación preliminar y decidir, dependiendo del

marco legal que corresponda (arts. 2 y 6 de la Ley N° 27379; arts. 4.2

y 334.2 del CPP de 2004), si corresponde emitir la disposición de

archivo de la investigación preliminar, de abstención del ejercicio de

la acción penal, de formulación de denuncia, de formalización y

continuación de la investigación preparatoria o algún requerimiento

de acusación directa o procedimiento inmediato.

2.2.1.10. Problemática en torno a la duración de la investigación


preliminar

Antes de la vigencia del CPP de 2004 no existía ninguna regulación

en relación al plazo de la investigación preliminar. El profesor San Martín


31

sostenía al respecto, “La Ley no fija un término a las indagaciones previas o

las comprobaciones preliminares. Es obvio, no obstante ello, que su duración

debe ser muy corta, pues no puede tergiversarse y convertirte en una instancia

paralela de investigación autónoma y menos burlar el control judicial. Una

indagación o comprobación excesiva vulneraría el derecho a la tutela

jurisdiccional efectiva, consagrado en el artículo 139.3 de la Constitución que

garantiza la debida protección del ciudadano mediante el recurso judicial

respectivo, así como tergiversaría la propia investigación formal, destinada

precisamente a reunir los elementos de juicio necesarios para determinar la

procedencia o no del juicio oral. Es de recordar que el principio que informa

estas diligencias es su urgencia y el acopio de elementos mínimos para

determinar inmediatamente la viabilidad de la promoción de la acción penal”

(SAN MARTÍN, Cesar, Derecho Procesal penal (Volumen II). Editorial

Grijley, Lima 2003 p. 736)

Efectivamente, la idea de urgencia e impostergabilidad de los actos de

diligencias preliminares fue plasmada en el artículo 330.2 del CPP; sin

embargo, no se puede negar que esta no es su única función sino, como bien se

señala, esta etapa sirve además para el acopio de elementos mínimos que

permiten determinar la viabilidad de la promoción de la acción penal, por lo

que debe ser concordado con lo establecido en el artículo 336.1 del CPP (que

se haya individualizado al imputado, que existan indicios reveladores de la

existencia de un delito y que la acción penal no ha prescrito).

Sin embargo, a lo largo de la vigencia del CPP se ha cuestionado la

duración del plazo de la investigación preliminar, sustentado en la naturaleza

de las diligencias que realiza el fiscal, al señalar que no son urgentes ni


32

necesarios; sin embargo, este tipo de argumentación desnaturaliza el fin de la

investigación que es la búsqueda de la verdad.

El desarrollo jurisprudencial en torno al control de plazo de la

investigación preliminar aún es incipiente en nuestro país,-sin que exista una

mirada exhaustiva a la clase de investigación preliminar instaurada (si es

simple o compleja, si tiene sospechoso conocido o no), lo que resulta

importante dado que el problema de la duración de la investigación preliminar

debería encontrarse vinculado a la sujeción de los sospechosos a la indagación.

Esto, que parece de sentido común, en la práctica no se encuentra bien

diferenciado; pues muchas veces un denunciado interpone control de plazos, a

pesar que no se ha realizado actos de investigación que limiten su derechos y a

pesar de que no basta solo encontrarse nominado en una investigación para

tener suficientes facultades a afectos de controlar la investigación fiscal sobre

un hecho. (QUISPE FARFAN, Fany S. Investigación preliminar Naturaleza y

Duración (Anuario de Derecho penal 2011-2012), Fondo Editorial Pontificia

Universidad Católica del Perú, Lima 2014, p.89-91)

2.2.1.11. Control de plazos

El control de plazos, propiamente en la fase preliminar es un

mecanismo mediante el cual se regula la actuación oportuna de la

investigación, dicho mecanismo se enviste de mayor importancia tratándose de

la primera fase de investigación donde el plano temporal nos ubica muy

cercano a los hechos sub materia, parafraseando lo que en su oportunidad el

notable criminalista francés EdmondLocard, plasmó en su frase como una

sentencia al tiempo; “El tiempo que pasa es la verdad que huye”, pues como

se ha señalado con anterioridad las diligencias preliminares tienen por finalidad


33

inmediata realizar los actos urgentes o inaplazables, para lo cual se requiere un

tiempo prudencial la misma que no debe ser muy extenso o muy breve.

Así pues dentro la literatura jurídica se encuentra a diversos autores que

han desarrollado respecto al control de plazo en las diligencias preliminares,

sin embargo, el académico VÁSQUEZ RODRÍGUEZ, Miguel, ha desarrollado

con mayor propiedad las siguientes ideas, refiriendo que los supuestos de

solicitud de control de plazos de las Diligencias Preliminares, de acuerdo a la

norma procesal son dos:

a) El Fiscal no acepta la solicitud, o

b) El Fiscal fija un plazo irrazonable

Esto implica que el Juez previamente a resolver el tema de fondo, es

decir el perjuicio basado en la excesiva duración de las Diligencias

Preliminares, debe determinar si se ha cumplido por lo menos uno de los

supuestos enunciados.

El primer supuesto se entiende que ocurre cuando, habiendo fijado el

Fiscal un plazo determinado, antes de que ese plazo se cumpla el afectado

considera que ya se realizaron los actos urgentes necesarios, el Fiscal por su

parte considera que no es así y no acepta la solicitud. En el segundo supuesto

el plazo inicialmente fijado es vencido (o se ha excedido el plazo ordinario de

veinte días) y ante el requerimiento del afectado de dar por culminadas las

diligencias preliminares, el Fiscal fija un nuevo plazo que a criterio del afectado

es irrazonable, es decir vulnera el principio del plazo razonable.


34

Luego el Juez debe analizar los presupuestos en los cuales el afectado

funda su solicitud, y estos debe estar referidos necesariamente a situaciones

fácticas comprobables de manera objetiva en audiencia. El afectado en lo

posible deberá acreditar con algún medio que el plazo fijado es excesivo, no

bastará su sola percepción, salvo cuando la afectación al debido proceso sea

del todo evidente, en los demás casos tiene la carga de la prueba de que el plazo

fijado es irrazonable.

Los supuestos que el Juez debe considerar al momento de tomar la

decisión de declarar fundada o no la solicitud son los siguientes: a) Los plazos

fijados por el Fiscal son excesivos para los hechos a investigar y actos a

desarrollar, b) Los plazos fijados se han vencido sin que se hayan desarrollado

los actos dispuestos por el Fiscal, y el retraso es imputable a este último o a los

órganos bajo su control, c) Los actos dispuestos por el Fiscal que se deben

desarrollar durante las Diligencias Preliminares no son urgentes o inaplazables,

d) Los actos dispuestos por el Fiscal no están destinados a las finalidades

descritas en el artículo 330.2 del Código Procesal Penal (Vásquez Rodríguez,

Miguel Ángel. “La duración de las diligencias preliminares y su delimitación

mediante el control de plazos” [Consulta: 20 enero de 2016]. Disponible en:

https://detorquemada.wordpress.com/2010/08/03/diligenciaspreliminaresycon

troldeplazos/)

Por otro lado nuestro tribunal constitucional, ha tenido la oportunidad

de desarrollar sobre la contravención del plazo razonable en la investigación

preliminar, teniendo como jurisprudencias principales a los siguientes casos:

Caso GleiserKatz (Exp. N° 05228-2006-PHC/TC), Sánchez Paredes (Exp. N°


35

03245-2010-PHC/TC), Benedicto Jiménez Baca (STC Exp. N° 04116-2008-

PHC/TC), Alexander Mosquera Izquierdo (Exp. N° 02748-2010-PHC/TC).

2.2.1.12. POSIBILIDADES DE DECISIÓN DEL FISCAL

INVESTIGADOR

El representante del Ministerio Público, una vez habiendo

tomado conocimiento de la denuncia, de parte o de oficio, y realizada, las

diligencias preliminares, calificará la denuncia y determinará si es conveniente

iniciar la investigación preparatoria o no. Es este escenario en donde el Fiscal

posee una gama de opciones para decidir sobre el impulso que debe tomar la

persecución delictiva o la abstención de perseguir el ilícito delictivo, entre las

cuales tenemos:

2.2.1.12.1. Archivo fiscal

a. Archivo provisional de la investigación

Si el hecho fuere delictuoso y la acción no hubiere prescrito,

pero si se desconoce al investigado, se dispondrá que la policía

intervenga para lograr su identificación; lo que en esencia significa

un archivo provisional de lo actuado.

b. Reserva provisional de la investigación

Si en la denuncia se ha omitido una condición de

procedibilidad que depende del denunciante, también se dispondrá

de la reserva provisional de la investigación, debiéndose notificar al

denunciante a fin de que subsane la omisión. En otros casos donde


36

se requiera de presupuestos de procedibilidad, la subsanación de los

mismos estará a cargo del Fiscal.

c. La no procedencia de la formalización y continuación

de la investigación preparatoria.

Si no existen elementos de juicio sobre la existencia del

delito, o ha prescrito o no se ha individualizado al imputado,

dispondrá el archivo de la investigación preliminar o denuncia

presentada.

2.2.1.12.1.1. Impugnación del Archivo Fiscal

Durante la investigación preliminar toda

decisión de archivo por parte del Fiscal en lo penal es

sin control del órgano jurisdiccional; la única forma de

impugnarlo en el proceso penal es a través del recurso

de queja que se dirige contra la disposición que

determina el archivo, para cuyo caso el requerimiento

debe formularse en el plazo de cinco días. Elevado el

expediente al Fiscal Superior se pronunciará también

dentro del quinto día, el Fiscal Superior tiene tres

opciones:

a) Puede declarar fundado el recurso de

queja y ordenar que se amplíen los actos de


37

investigación, con el mismo Fiscal o puede cambiarlo

por otro Fiscal Provincial si se demuestra que la

denuncia anterior no fue debidamente investigada.

b) La otra posibilidad es: se formalice y se

continúe con la investigación preparatoria.

c) El Fiscal Superior puede confirmar el

archivo de las actuaciones, con el cual la Disposición

del Archivo Fiscal queda firme.

2.2.1.12.2. La formalización y continuación de la investigación

preparatoria.

Antes de proceder conforme al apartado siguiente se

puede aplicar el principio de oportunidad, si el supuesto de hecho así

lo amerita.

Si de las investigaciones preliminares se desprende la

existencia probabilístico de la comisión de un ilícito penal, el fiscal

dictará una Disposición de Formalización y Continuación de la

Investigación Preparatoria, concretando los requisitos exigidos por la

ley: indicios delictivos, individualización del imputado, no

prescripción de la acción penal y satisfacción de los requisitos de

procedibilidad.

De esta forma, se entiende que culminado el plazo para la

realización de la diligencias preliminares, el Fiscal, si considera que


38

se encuentran presentes los elementos objetivos y subjetivos para

continuar con la investigación, dictará un acto de disposición, con el

cual se da inicio a la investigación preparatoria, el mismo que debe ser

comunicado al Juez de Investigación Preparatoria. (CÁCERES,

Roberto e IPARRAGUÍRRE, Ronald (2007). Código Procesal Penal

Comentado, Jurista Editores, Lima, p. 382.)

2.2.2. DURACIÓN RAZONABLE DEL PROCESO PENAL COMO DERECHO


FUNDAMENTAL

2.2.2.1. EL TIEMPO Y EL PROCESO PENAL

Es precisamente en el proceso donde la relación entre tiempo


y derecho se vuelve más estrecha, hasta un punto en que ambos conceptos se confunden.
La representación misma del concepto de proceso sugiere ya la idea del tiempo como
componente principal. La voz latina processus (avance, acción de avanzar) designa una
secuencia progresiva en el tiempo y, por tanto, una sucesión de tiempos. La palabra, ya
muerta la lingua franca, fue adoptada por los idiomas más importantes de Europa con el
mismo sentido (action de s'avancer; going forward; Fortgang). Sólo después de este
significado literal se hace referencia al sentido forense de proceso como sucesión no de
tiempos puros, sino de "actos" en el tiempo. Asimismo, el proceso, como conjunto de
actos que se desenvuelven en el tiempo, no escapa a las características genéticas de cada
uno de sus componentes y así como cada acto procesal cuenta al tiempo entre sus
elementos constitutivos básicos, el tiempo pasa a ser también componente fundamental
del conjunto. El iter del proceso transcurre en el tiempo y se estructura en fases y grados
que, por desarrollarse en el tiempo, tienen establecidos, normalmente, plazos a su
duración. La ley procesal fija, por un lado, el tiempo en que cada acto (o etapa procesal
compuesta por un subconjunto de actos) debo ser realizado para ser eficaz y, por el otro,
pone contornos temporales a la prolongación de la actividad procesal e impide, salvo
excepciones, la regresión del proceso. (PASTOR, DANIEL: “El plazo razonable en el
proceso del estado de derecho”. Editorial AC-HOC, Argentina 2002, Pág. 87.)

Aterrizando un poco en la problemática que ha existido y aún persiste en nuestro


proceso penal, respecto la relación del proceso y el tiempo, el maestro NAKAZAKI
39

SERVIGON refiere que el tiempo en el proceso penal es objeto de garantías


constitucionales al plazo razonable, a un proceso sin dilaciones indebidas; o de
principios como celeridad y economía procesal. (NAKAZAKI SERVIGON, Cesar. El
tiempo en el proceso penal, [Consulta: 15 Julio de 2016]) Disponible en:
http://laley.pe/not/2997/el-tiempo-en-el-proceso-penal-/)

A todo ello debemos agregar que el tiempo en el proceso penal se traduce a


plazos y términos, al respecto la jurisprudencia nacional a través de la casación N° 02-
2008/La Libertad, ha señalado que en relación a los plazos se pueden distinguir cuanto
menos tres clases de estos: como son el plazo legal (establecido por la ley), el plazo
convencional (establecido por mutuo acuerdo de las portes) y el plazo judicial (señalado
por el Juez en uso de sus facultades discrecionales), en el mismo sentido ha puntualizado
que el plazo es comprensivo de todo lapso para actuar, en tanto que término integra tan
solo su vencimiento o final. (Corte Suprema de Justicia de la República. Casación N°
2-2008-La Libertad. Fundamento Sexto.)

2.2.2.2. CONCEPCIÓN SEMÁNTICA DEL “PLAZO RAZONABLE”

El tiempo es una magnitud física con la que medimos la


duración o separación de acontecimientos, así en el derecho cuando determinado acto
procesal está destinado a realizarse en un periodo de tiempo se le denomina plazo. Sobre
el sentido semántico de lo razonable, corresponde distinguirlo de un término semejante
a este, estamos hablando de lo racional, de ahí que nace la interrogante –porque un
determinado plazo no se denomina racional sino razonable? Al respecto la filosofía
convencional nos señala que a partir de la razón se puede pensar en dos tipos de
propiedad: lo razonable y lo racional. Un pensamiento razonable se preocupa por saber
si los principios que guían las acciones en la vida son aceptables, o si los actos de uno
son compatibles con esos principios. Un hombre razonable no es sólo una persona capaz
de encadenar correctamente ideas lógicas. Es, ante todo, un hombre que tendrá criterio
y que sabrá escoger como es debido los principios que motivarán sus acciones, gracias
a su sentido moral y su experiencia de la vida. (Parramon Ediciones S.A. Visual Atlas
de Filosofía. Editorial Q.W. Editores S.A, Edición 2005, p.45)

En el mismo sentido la real academia de lengua española señala que lo razonable


es lo Justo, lógico, conforme a la razón, y lo que representa lo suficiente en cantidad o
calidad. Así se puede concluir que el plazo será razonable cuando no solo encuentre una
40

explicación racional de su imposición sino cuando esté sujeto a principios que motiven
su imposición.

2.2.2.3. Concepto

El plazo razonable constituye un principio, en virtud del cual el órgano


jurisdiccional tiene el deber u obligación de emitir, en un tiempo prudencial, un
pronunciamiento que ponga fin al proceso en que se encuentra el imputado. (ORE
GUARDIA, Arsenio. Derecho procesal penal peruano (Tomo I), Editorial GACETA
JURIDICA, Primera Edición Junio del 2016, p.145)

2.2.2.4. El plazo razonable como derecho fundamental

En primer lugar se debe señalar que el derecho al plazo razonable, es


aplicable a todo los procesos y procedimientos de las diferentes ramas del derecho, del
mismo modo en el proceso penal dicha vulneración no solo se dará por la imposición
de plazos extensos injustificados, sino también cuando los plazos son demasiado breves
lo que impide ejercer cualquier derecho con mayor efectividad, en el mismo sentido el
maestro Daniel Pastor precisa que un procedimiento arbitrario por celeridad es el que
asegura una rápida resolución del caso pero sin permitir el desenvolvimiento de las
facultades básicas del inculpado. (PASTOR, DANIEL: “El plazo razonable en el
proceso del estado de derecho”. Editorial AC-HOC, Argentina 2002, Pág. 94.),
asimismo debe agregarse que la vulneración del plazo razonable no solo afecta al
imputado quien espera de la administración de justicia una pronta resolución, sino
también del agraviado quien queda a la espera del resarcimiento oportuno, asimismo,
como efecto colateral se afecta a la propia administración de justicia, ocasionando en
los despachos fiscales y/o judiciales más carga procesal, lo que sin lugar a dudas
agravará dichas dilaciones.

Siguiendo la linealidad el profesor Gálvez Villegas, refiere que el derecho al


plazo razonable le asiste a todos los sujetos que se conviertan en parte: imputado,
responsable civil y acusador y actor civil todas las partes son titulares del derecho a un
proceso sin dilaciones indebidas. El juzgador debe actuar con mayor cuidado cuando
las dilaciones indebidas colisionen con el derecho a la libertad, puesto que la libertad es
el valor supremo para la realización del ser humano. Son conceptos equivalentes, hablar
de <<un proceso sin dilaciones indebida y que la causa sea oída <dentro de un plazo
41

razonable>>. (GALVEZ VILLEGAS, Aladino. CÓDIGO PROCESAL PENAL


Comentarios descriptivos, explicativos y críticos. Editorial JURISTA EDITORES,
Edición Julio 2010, p. 21)

Aterrizando en nuestra legislación procesal, el artículo I del Título Preliminar


del código procesal del 2004 señala que la justicia penal debe im¬partirse por los
órganos jurisdiccionales competentes y en un plazo razonable. Debemos deducir que se
trata cuando los plazos no han sido establecidos porque de lo contrario si los plazos han
sido señalados expresamente, es obligatorio su cumplimiento, de modo, que todo acto
procesal o etapa procesal debe concluir dentro de un tiempo que no exceda y que
perjudique a los intervinientes o sujetos procesales.

En ese sentido nuestro máximo intérprete de la constitución, mediante Exp. N°


549-HC/TC, Lima, 21 de enero 2005 ha señalado que:

(…)

3. En relación al derecho a ser jugado sin dilaciones indebidas, este


Tribunal considera pertinente recordar que el derecho a que una persona sea
jugada dentro de un plazo razonable no se encuentra expresamente contemplado
en la Constitución, sin embargo, se trata de un derecho que coadyuva el pleno
respeto de los principio de proporcionalidad, razonabilidad, subsidiaridad,
necesidad, provisionalidad y excepcionalidad, que debe guardar la duración de
un proceso para ser reconocido como constitucional. Se trata, propiamente, de
una manifestación implícita del derecho al debido proceso y la tutela judicial
efectiva reconocido en la Carta Fundamental (artículo 139 3 de la Constitución)
y, en tal medida, se funda en el respeto a la dignidad de la persona humana.

(…)

7. Es evidente la imposibilidad de que en abstracto se establezca un único


plazo a partir del cual la tramitación de un proceso pueda reputarse como
irrazonable. Ello implicaría asignara los procesos penales una uniformidad
objetiva e incontrovertida, supuesto que es precisamente ajeno a la grave y
delicada tarea que conlleva merituar la eventual responsabilidad penal de cada
uno de los individuos acusados de la comisión de un ilícito.
42

8. Este criterio es compartido, por ejemplo, por el Tribunal Europeo de


Derecho Humanos (TEDH), al referir que "el plazo razonable" (...) no puede
traducirse en un número fijo de días, semanas, meses o años, o en varios
periodos dependiendo de la gravedad del delito" (Caso Stogmuller. Sentencia
del 10 de noviembre de 1969, párrafo 4).

En tal sentido, para determinar si dicha razonabilidad ha sido rebasada,


es preciso atenerse a las específicas circunstancias de cada caso en caso
concreto.

9. Sin embargo, la imposibilidad de establecer un plazo único e


inequívoco para evaluar la razonabilidad o irrazonabilidad del tiempo de
duración de un proceso, no impide el establecimiento de criterios o pautas que,
aplicadas a cada situación específica, permitan al jue constitucional determinar
la afectación del derecho constitucional a ser jugado más allá del tiempo
razonablemente necesario. A continuación, el Tribunal procede a desarrollar los
referidos criterios

10. Sobre este tema, la Corte Interamericana, siguiendo el criterio


expuesto por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ha señalado que "se
debe tomar en cuenta tres, elementos para determinar la razonabilidad del plazo
en el cual se desarrolla el proceso: a) la complejidad del asunto, b) la actividad
procesal del interesado y c) la conducta de las autoridades judiciales"
(Sentencia de la CIDH, Caso Suárez Rosero, de 12 de noviembre de 1997,
fundamento 72)

2.2.2.5. FINALIDAD DEL PLAZO RAZONABLE

El derecho a un “plazo razonable” tiene como finalidad impedir que


los acusados permanezcan durante largo tiempo bajo acusación y asegurar que su
tramitación se realice prontamente. En consecuencia, el derecho a que el proceso tenga
un límite temporal entre su inicio y fin, forma parte del núcleo mínimo de derechos
reconocido por el sistema internacional de protección de los derechos humanos, y, por
tanto, no puede ser desconocido. (EXP. N.° 618-2005-HC/TC-LIMA, Caso Ronald
Winston Díaz Díaz, Fundamento 10)
43

2.2.2.6. IMPOSIBILIDAD DE CONSIDERAR UN PLAZO GENERAL Y


ABSTRACTO COMO PLAZO RAZONABLE

Es evidente la imposibilidad de que en abstracto se establezca un


único plazo a partir del cual la tramitación de un proceso pueda reputarse como
irrazonable. Ello implicaría asignar a los procesos penales una uniformidad objetiva e
incontrovertida, supuesto que es precisamente ajeno a la grave y delicada tarea que
conlleva merituar la eventual responsabilidad penal de cada uno de los individuos
acusados de la comisión de un ilícito. (Caso Manuel Rubén Moura García, EXP. N°
549-2004-HC/TC-LIMA, fundamento 7).

2.2.2.7. PLAZO RAZONABLE EN INSTRUMENTOS Y JURISPRUDENCIAS


INTERNACIONALES

2.2.2.7.1. Plazo razonable en instrumentos internacionales

El derecho al plazo razonable ha sido consagrado tanto en el Sistema


Universal como en el Sistema Interamericano y europeo a través de los siguientes
instrumentos internaciones:

a) La Declaración Universal de los Derechos Humanos

“Artículo 10°.- Toda persona tiene derecho, en condiciones de


plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal
independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y
obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en
materia penal”.

b) Declaración Americana de Derechos Humanos

“Artículo 25°.- Se presume que todo acusado es inocente,


hasta que se pruebe que es culpable”.

c) La Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH)

“Artículo 7.5-. Toda persona detenida o retenida (...) tendrá


derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en
libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso".
44

“Artículo 8.1.- Toda persona tiene derecho a ser oída, con


las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o
tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter".

d) Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP)

“Artículo 9.-

1.- Todo individuo “tiene derecho a la libertad y a la seguridades


personales. Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias.
Nadie podrá ser privado de su libertad por las causas fijadas por
ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta.

2.- Toda persona detenida será informada, en el momento de su


detención, de razones de la misma y notificada, sin demora de la
acusación formulada contra ella.

3.- Toda persona detenida o presa a causa de una infracción


penal será llevada sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado
por la .ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a ser juzgado
dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. La prisión
preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no deben ser la regla
general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que
aseguren en la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en su
caso, para la ejecución del fallo.

4.- Toda persona que sea privada de su libertad en virtud de


detención o prisión tendrá derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que
éste decida a la brevedad posible sobre la legalidad de su prisión y
ordene su libertad si la prisión fuera ilegal.

5.- Toda persona que haya sido ilegalmente detenida o presa


tendrá el derecho efectivo a obtener reparación”.
45

e) Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las


Libertades Fundamentales de 1950 (CEDH)

“Articulo 6.1º.- “toda persona tiene derecho a que su causa


sea oída equitativa, públicamente y dentro de un plazo razonable, por un
tribunal independiente e imparcial, establecido por la ley, que decidirá los
litigios sobre sus derechos y obligaciones de carácter civil o sobre el
fundamento de cualquier acusación en materia penal dirigida contra ella”

2.2.2.7.2. Plazo razonable en la jurisprudencia supranacional

2.2.2.7.2.1. El tribunal Europeo

El Tribunal Europeo estableció las siguientes


características de plazo razonable en una serie de fallos:

• caso Wemhoff vs. Alemania 1968

Primeras manifestaciones de la garantía de plazo razonable, en la


cual se estableció la doctrina de los 7 criterios a fin de verificar la
violación del plazo razonable: 1. La duración de la detención misma 2.
La duración de la prisión preventiva en relación a la naturaleza del delito,
a la pena señalada y a la pena que debe esperarse en caso de condena 3.
Los efectos personales sobre el detenido 4. La conducta del imputado en
cuanto haya podido influir en el retraso del proceso 5. Las dificultades de
investigación del caso 6. La manera en que la investigación ha sido
conducida 7. La conducta de las autoridades judiciales

• Caso Neumeister v. Austria. Sentencia de 27 de junio de


1968

Los márgenes dentro de los cuáles deben contarse el plazo


razonable de duración del proceso van desde el día en que se acusa a
alguien y se extiende hasta el fallo que resuelva el fundamento de la
acusación, incluyendo la resolución del tribunal de segunda instancia si
se recurre.
46

• Caso Stógmüller v. Austria. Sentencia de 10 de noviembre


de 1969

Imposibilidad de traducir el concepto de plazo razonable en un


número fijo de días, semanas, meses o de años y en variar la duración
según la gravedad de la infracción

• Caso Eckle v. Alemania. Sentencia de 15 de julio de 1982

Para determinar si la duración de un proceso ha sido razonable o


no, se debe atender a la complejidad del caso, el comportamiento del
demandante y la manera en que el asunto fue llevado a cabo por las
autoridades administrativas y judiciales.

2.2.2.7.3. Traspaso del concepto al sistema interamericano

Dentro del sistema interamericano se han expedido ciertas


jurisprudencias sobre el plazo razonable, las mismas que se han basado
en las jurisprudencias expedidas por el tribunal europeo, como podemos
apreciar a continuación:

• Caso Firmenich vs. Argentina, 1989

En este caso, la Comisión Interamericana por primera vez incluye


tres elementos de la doctrina de los siete criterios del caso Wemhoff, para
analizar el plazo de prisión preventiva a la que estuvo sometida la víctima
del caso, a saber:

- La duración de la detención.

- La naturaleza de las infracciones que han dado lugar a los


procesos en

- Contra del denunciante.

- Las dificultades o problemas judiciales para la instrucción


de las causas.

• Caso Giménez vs. Argentina, 1996


47

Todas las etapas del proceso deben cumplirse dentro de un plazo


razonable. Este límite de tiempo tiene como objetivo proteger al acusado
en lo que se refiere a su derecho básico de libertad personal, así como su
seguridad personal frente a la posibilidad de que sea objeto de un riesgo
de procedimiento injustificado.

El Estado debe probar la culpa dentro de un plazo razonable para


asegurar e institucionalizar la confianza en la imparcialidad procesal del
sistema. La declaración de culpabilidad o inocencia es igualmente
equitativa siempre y cuando se respeten las garantías del procedimiento
judicial. La equidad y la imparcialidad del procedimiento son los
objetivos finales que debe lograr un Estado gobernado por el imperio de
la ley.

• Caso Tibi vs. Ecuador, 2004

El proceso penal de computa desde la aprehensión del individuo,


y en caso que no la hubiere, desde el momento en que la autoridad toma
conocimiento del caso. El proceso concluía cuando se dictaba sentencia
definitiva y firme.

• caso López Álvarez vs. Honduras, 2006

El proceso penal de computa desde que se presenta el primer acto


de procedimiento dirigido en contra de determinada persona como
probable responsable de un delito

• Caso valle Jaramillo vs. Colombia (2008)

Si el paso del tiempo incide de manera relevante en la situación


jurídica del individuo, resultará necesario que el procedimiento corra con
más diligencia a fin de que el caso se resuelva en un tiempo breve

• Caso Jorge, José y Dante Peirano Basso vs. Uruguay. 6 de


agosto de 2009.

Una vez que se vence aquel plazo considerado razonable, los


Estados pierden la oportunidad de continuar asegurando el fin del
48

proceso por medio de la privación de libertad de una persona. Por tanto,


la prisión preventiva debe ser sustituida por otra medida cautelar menos
restrictiva, pero en todo caso, se debe disponer la libertad del inculpado.

La necesidad de establecer un plazo razonable responde,


precisamente, a la necesidad de establecer un límite más allá del cual la
prisión preventiva no puede continuar, en aquellos casos en los que aún
subsisten las condiciones que fundaron la medida cautelar. De no ser así,
la prisión preventiva debe cesar, no ya por su razonabilidad temporal sino
por su falta de fundamento.

• Caso furlán y familiares vs. Argentina (2012)

Este caso exigió que las autoridades judiciales actuaran con


mayor diligencia, debido a que de la brevedad del proceso dependía
obtener una indemnización para la familia de la víctima, que estaba
destinada a cubrir las deudas adquiridas por la familia para la
rehabilitación de su hijo. La Corte consideró que la excesiva
prolongación del proceso había incidido de manera relevante y cierta en
la situación jurídica de la víctima y su efecto tuvo un carácter irreversible

2.2.2.8.Pronunciamientos del tribunal constitucional peruano respecto a la vulneración


del plazo razonable en la investigación preliminar

El derecho al plazo razonable en la sub-etapa de la investigación preliminar ha sido


abordado por nuestra jurisprudencia constitucional en más de una ocasión, siendo la última
mediante el EXP. N.° 02748-2010-PHC/TC en el caso Alexander Mosquera Izquierdo, tal
como se desprende de los fundamentos 5 al 14 del referido expediente:

5. El derecho al plazo razonable de la investigación preliminar


(policial o fiscal) en tanto manifestación del derecho al debido proceso alude a
un lapso de tiempo suficiente para el esclarecimiento de los hechos objeto de
investigación y la emisión de la decisión respectiva. Si bien es cierto que toda
persona es susceptible de ser investigada, no lo es menos que para que ello
ocurra, debe existir la concurrencia de una causa probable y la búsqueda de la
comisión de un ilícito penal en un plazo que sea razonable. De ahí que resulte
irrazonable el hecho que una persona esté sometida a un estado permanente de
49

investigación policial o fiscal. Sobre el particular, este Tribunal en la sentencia


del Exp. Nº 5228-2006-PHC/TC, GleiserKatz, ha precisado con carácter de
doctrina jurisprudencial (artículo VI del Título Preliminar del CPConst) que
para determinar la razonabilidad del plazo de la investigación preliminar, se
debe acudir cuando menos a dos criterios: Uno subjetivo que está referido a la
actuación del investigado y a la actuación del fiscal, y otro objetivo que está
referido a la naturaleza de los hechos objeto de investigación.

6. Dentro del criterio subjetivo, en cuanto se refiere a la actuación


del investigado, es de señalar que la actitud obstruccionista de este puede
manifestarse en: 1) la no concurrencia, injustificada, a las citaciones que le
realice el fiscal a cargo de la investigación, 2) el ocultamiento o negativa,
injustificada, a entregar información que sea relevante para el desarrollo de la
investigación, 3) la recurrencia, de mala fe, a determinados procesos
constitucionales u ordinarios con el fin de dilatar o paralizar la investigación
prejurisdiccional, y 4) en general, todas aquellas conductas que realice con el
fin de desviar o evitar que los actos de investigación conduzcan a la
formalización de la denuncia penal.

7. En cuanto a la actividad del fiscal, los criterios a considerar son


la capacidad de dirección de la investigación y la diligencia con la que ejerce
las facultades especiales que la Constitución le reconoce. Si bien se parte de la
presunción de constitucionalidad y legalidad de los actos de investigación del
Ministerio Público, ésta es una presunción iuris tantum, en la medida que ella
puede ser desvirtuada. Ahora bien, para la determinación de si en una
investigación prejurisdiccional hubo o no diligencia por parte del fiscal a cargo
de la investigación deberá considerarse, la realización o no de aquellos actos
que sean conducentes o idóneos para el esclarecimiento de los hechos y la
formalización de la denuncia respectiva u otra decisión que corresponda.

8. Dentro del criterio objetivo, a juicio del Tribunal Constitucional,


cabe comprender la naturaleza de los hechos objeto de investigación; es decir,
la complejidad del objeto a investigar. Al respecto, es del caso señalar que la
complejidad puede venir determinada no sólo por los hechos mismos objeto de
esclarecimiento, sino también por el número de investigados más aún si se trata
50

de organizaciones criminales nacionales y/o internacionales, la particular


dificultad de realizar determinadas pericias o exámenes especiales que se
requieran, así como la complejidad de las actuaciones que se requieran para
investigar los tipos de delitos que se imputan al investigado, como por ejemplo,
los delitos de lesa humanidad, terrorismo, tráfico ilícito de drogas, lavado de
activos, etc. También debe considerarse el grado de colaboración de las demás
entidades estatales cuando así lo requiera el Ministerio Público.

9. Sobre lo anterior, cabe precisar que, la razonabilidad del plazo de


la investigación preliminar no puede ser advertida por el simple transcurso
cronológico del tiempo, como si se tratase de una actividad mecánica, sino que
más bien se trata de una actividad compleja que requiere del uso de un baremo
de análisis especial que permita verificar las específicas circunstancias
presentes en cada investigación (actuación del investigado, actuación del fiscal
y la naturaleza de los hechos objeto de la investigación). Asimismo, este
Tribunal considera que el plazo razonable de la investigación preliminar no
tiene ni puede tener en abstracto un único plazo para todos los casos, traducido
en un número fijo de días, semanas, meses o años, sino que tal razonabilidad,
inevitablemente debe ser establecida según las circunstancias concretas de cada
caso. En ese sentido, esta especial evaluación debe ser realizada en principio
por el propio Fiscal a cargo de la investigación (de oficio o a pedido de parte),
mediante una decisión debidamente motivada o, por el juez constitucional
cuando conozca de procesos constitucionales en que se alegue la afectación de
este derecho constitucional.

10. Por otro lado, si bien el Nuevo Código Procesal Penal de 2004 aún
no está vigente en todo el país no cabe duda que este cuerpo legal contiene
diversos dispositivos que contribuyen al perfeccionamiento del derecho procesal
peruano que se erige como el programa procesal penal de la Constitución, y que
por tanto, pueden servir de parámetro interpretativo para la solución de otros
casos en que sean aplicables. En ese sentido, en aras de optimizar la tutela del
derecho al plazo razonable de la investigación, este Tribunal considera que en
las investigaciones preliminares que se inicien bajo la vigencia y aplicación de
los alcances del Código de Procedimientos Penales y el Código Procesal Penal
de 1991, el Fiscal conforme a dichas normas, debe fijar un plazo razonable de
51

la investigación preliminar según las características, complejidad y


circunstancias de los hechos objeto de la investigación, y de ser el caso,
justificar las razones por las cuáles debería continuarse con la realización de la
investigación.

11. No obstante ello, se advierte que el plazo de investigación


preparatoria previsto en el artículo 342.2 del Nuevo Código Procesal Penal de
2004, no se condice con la realidad social, ni con la capacidad de actuación del
Ministerio Público, pues es de conocimiento público que existen investigaciones
preliminares o preparatorias sobre tráfico ilícito de drogas y/o lavado de activos
que por la complejidad del asunto exceden los ocho meses, que pueden ser
prorrogados por igual plazo.

Por esta razón, este Tribunal estima que el plazo previsto en el artículo
referido debe ser modificado con la finalidad de que no queden impunes los
delitos de tráfico ilícito de drogas y/o lavado de activos, pues vencido el plazo
(8 o 16 meses) se puede ordenar la conclusión de la investigación preparatoria.
De ahí que, se le exhorte al Congreso de la República a que modifique el plazo
del artículo mencionado (investigación preparatoria en casos complejos) de
acuerdo a la capacidad de actuación del Ministerio Público, sin que ello
suponga la afectación del derecho al plazo razonable.

12. Llegado hasta aquí, este Tribunal considera que la tutela del derecho
al plazo razonable de la investigación preliminar no supone la exclusión del
demandante de la investigación, sino que actuando dentro del marco
constitucional y democrático del proceso penal en su fase preliminar, lo que,
corresponde es la reparación in natura por parte del Ministerio Público que
consiste en emitir en el plazo más breve posible el pronunciamiento sobre el
fondo del asunto que suponga la conclusión de la investigación
prejurisdiccional, bajo responsabilidad. Ahora bien, como es obvio, dicho
pronunciamiento atendiendo a las facultades constitucionales y legales del
Ministerio Público puede materializarse sea en la formalización de la denuncia
o, sea en el archivo definitivo de la investigación, etc.

13. No obstante lo anterior, este Tribunal precisa que el plazo para el


pronunciamiento sobre el fondo del asunto, debe ser fijado por el juez
52

constitucional, en cada caso concreto, teniendo en cuenta el estado actual de la


investigación, la importancia de los bienes jurídicos tutelados, la incidencia en
los valores e instituciones básicas de todo Estado Constitucional de Derecho y
el cumplimiento de los deberes y obligaciones constitucionales, así como
procurando que dicho plazo no sea un imposible para unos casos y/o un exceso
para otros.

14. De otro lado, surge la interrogante sobre la consecuencia jurídica


aplicable en los casos en que ya se ha formalizado la denuncia penal. Sobre el
particular, este Tribunal considera que al encontrarse ya judicializado los
hechos materia de la persecución penal, corresponde al juez de la causa,
efectuar el respectivo examen constitucional, a fin de verificar la violación o no
del derecho al plazo razonable de la investigación preliminar. En este orden de
cosas, la eventual determinación y/o verificación de la vulneración del derecho
no supone como es obvio, el archivo o la conclusión de la investigación judicial,
sino que el juez de la causa deberá poner en conocimiento de esta circunstancia
a las instancias correspondientes para las responsabilidades a que hubiere lugar
(Oficina de Control de la Magistratura, Consejo Nacional de la Magistratura,
Procuraduría del Poder Judicial o del Ministerio Publico, etc.).

2.2.2.9.Inicio y fin del cómputo del plazo razonable del proceso

Es importante determinar el inicio y el fin del cómputo del plazo razonable dentro de
un proceso penal, en razón de identificar el espacio temporal que puso haber sido
desarrollado irrazonablemente; en ese sentido el máximo intérprete de la constitución se ha
pronunciado mediante EXP. N. °00295-2012-PHC/TC LIMA, caso Aristóteles Román Arce
Paucar, en los fundamentos 5, 6 y 7:

5. El cómputo del plazo razonable del proceso debe iniciarse


desde el momento en que la persona conoce de la atribución o del cargo
que le afecta a sus intereses, y culmina con la decisión que resuelve de
manera definitiva su situación jurídica o determina sus derechos u
obligaciones. En el ámbito del proceso penal, se ha señalado que el cómputo
del plazo razonable comienza a correr desde el primer acto del proceso
dirigido contra la persona como presunto responsable de un delito, el que a
su vez puede estar representado por: i) la fecha de aprehensión o detención
53

del imputado, o ii) la fecha en que la autoridad judicial toma conocimiento del
caso; entendiéndose en términos generales que dicho acto lo constituye el
auto de apertura de instrucción (Cfr. STC 5350-2009-PHC, F.J. 45; SIC 2700-
20 12-PllC, F.J. 7; STC 0350-2013-PHC, F.J. 3.3, entre otras).

6. Este Tribunal Constitucional considera que dicha doctrina


jurisprudencial merece ser precisada en el sentido de que el cómputo del plazo
razonable del proceso penal comienza a correr desde la apertura de la
investigación preliminar del delito, el cual comprende la investigación policial
o la investigación fiscal; o desde el inicio del proceso judicial en los casos de
delitos de acción privada, por constituir el primer acto oficial a través del cual
la persona toma conocimiento de que el Estado ha iniciado una persecución
penal en su contra. Ahora bien, conviene precisar que el momento inicial puede
coincidir con la detención policial o con otra medida restrictiva de derechos,
pero que tal supuesto no constituye requisito indispensable para habilitar el
inicio del cómputo del plazo, pues es claro que aquél momento comienza con la
indicación oficial del Estado a una persona como sujeto de una persecución
penal.

7. En relación a la finalización del cómputo del plazo, este Tribunal


Constitucional, en reiterada jurisprudencia, ha establecido que el momento final
del cómputo del plazo razonable del proceso penal opera en el momento en que
el órgano jurisdiccional expide la decisión definitiva que resuelve la situación
jurídica de la persona. Y este examen, a juicio del Tribunal, se debe efectuar en
relación con la duración total del acceso penal que se desarrolla contra la
persona (análisis global del proceso) hasta que se dicte sentencia definitiva
y firme que resuelva su situación jurídica, incluyendo los recursos previstos
en la ley y que pudieran eventualmente presentarse (Cfr. SIC 5350-2009-PHC,
F.J. 19; STC 4144-2011-PHC, F.J. 20 entre otras).

2.2.2.10. Las consecuencias jurídicas derivadas de la afectación al derecho al


plazo razonable del proceso o a ser juzgado dentro de un plazo razonable:
54

Mediante EXP. N. °00295-2012-PHC/TC LIMA, caso Aristóteles Román Arce


Paucar, en los fundamentos 8 y 9 el tribunal constitucional ha señalado que:

8. Por otro lado, en relación a las consecuencias jurídicas que se


generan cuando se constata la violación del derecho a ser juzgado dentro
de un plazo razonable, inicialmente el Tribunal señaló que ello conlleva a la
exclusión del imputado del proceso penal (Cfr. STC 3509-2009-PHC, F.J. 39).
Posteriormente, advirtió que el órgano jurisdiccional debía emitir y notificar,
en el plazo máximo de 60 días naturales, la sentencia que defina la situación
jurídica, bajo apercibimiento de darse por sobreseído el proceso penal, 110
pudiendo ser nuevamente investigado ni procesado por los mismos hechos, por
cuanto ello conllevaría la vulneración del principio ne bis in ldem (Cfr. STC
5350-2009-PHC, F.J. 40).

9. Al respecto, este Tribunal Constitucional considera pertinente


definir la línea jurisprudencial fijada, )', por tanto, precisar que la eventual
constatación por parte de la judicatura constitucional de la violación del
derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable no puede ni debe significar
el archivo definitivo o la conclusión del proceso judicial de que se trate (civil,
penal, laboral, ctc.), sino que, bien entendidas las cosas, lo que corresponde es
la reparación in natura por parte de los órganos jurisdiccionales, la misma que
consiste en emitir el pronunciamiento definitivo sobre el fondo del asunto en el
plazo más breve posible.

10. El Tribunal Constitucional arriba a dicha conclusión por cuanto


entiende que el derecho al plazo razonable del proceso es un derecho de
naturaleza inclusiva, en la medida en que su ámbito de tutela puede alcanzar a
más de un titular. Así, tratándose de un proceso penal, la cobertura
constitucional puede alcanzar no sólo al procesado, sino también a la víctima o
la parte civil. Por ello, es posible que, cada vez que se determine la violación
del derecho al plazo razonable del proceso, se afecte también el derecho a
obtener satisfacción jurídica en un tiempo razonable de la víctima o la parte
civil. Y es que, una situación como la descrita, esto es, la prolongación del
proceso más allá de lo razonable, podría afectar por igual a ambas partes; y si
ello es así, debería considerarse también la tutela del derecho de la víctima o la
55

parte civil. De ahí la necesidad de que la consecuencia jurídica sea la emisión


de la decisión que resuelva de manera definitiva la situación jurídica del
procesado, Dicho con otras palabras, que el órgano jurisdiccional emita
pronunciamiento definitivo sobre el fondo del asunto en el plazo más breve
posible.

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