Se trata de cuando una persona abandona su país de origen y se
marcha a otro esto se debe a diferentes causas: Políticas: hay personas que se exilian debidos a que en su país no respetan sus ideas políticas. Estas personas suelen ser de un alto nivel social. Aquí también entra la apología al terrorismo. Económicos: son personas que han perdido trabajo o que a lo mejor nunca han estado trabajando. Aquí hay dos tipos de migrantes diferentes unos que son los jóvenes y otros que son los que ya tienen una cierta edad. Los jóvenes son los que suelen no haber trabajado nunca ya que acaban de finalizar sus estudios, en este caso el país del que se van pierde mucha inversión ya que le ha pagado sus estudios y ahora no podrán trabajar para ese país. También pierden mucho arrojo y valentía y por esta razón es por la que son los que suelen irse fuera. El grupo de las personas de de una cierta edad ya ha cotizado para el país no lo que significa que ya ha recuperado inversión el país y tampoco tienen tanto arrojo y valentía para irse ya que tienen organizadas sus vidas en su país. Por guerra: esta es para salvar sus vidas ya que en su país está en guerra. En este caso no buscan ni siquiera un trabajo sino ponerse a salvo. Las personas que huyen de la guerra no tienen ningún perfil sino que son de todas las edades y estatus social. Por desastres naturales y epidemias: esto es o bien porque ha habido un desastre natural y el lugar queda inhabitable o porque hay una epidemia y antes de contagiarse se van. En este caso igual que por las guerras las personas que huyen guerra no tienen ningún perfil sino que son de todas las edades y estatus social. Estudios: se van para estudiar y prepararse mejor. Son personas jóvenes y que en realidad no se van para quedarse allí sino que piensan volver a su país de origen después de un periodo. En España solemos recibir inmigración por motivos económicos la mayor parte proviene de Latinoamérica las razones son que compartidos mismo idioma cultura similar etc. También llegan a nuestro país por motivos como guerra. Algunos de los que llegan a nuestro país no es para quedarse sino para continuar su camino hasta otro lugar de Europa. Pero nuestro país también es emigrantes nuestro motivos son económicos y suelen irse mayormente la gente joven. Población española en la primera mitad del siglo XIX. Tras un aumento de población notable durante el siglo XVIII, a finales del siglo paró por el impulso demográfico debido a una serie de factores: -La guerra contra la Francia revolucionaria (1793-1795). -Las luchas contra Inglaterra (1796-1807) -Una serie de hambrunas y de epidemias durante el reinado de Carlos IV (destacando la de 1803-1804). -La sangrienta guerra de Independencia desarrollada entre 1808 y 1814 (donde, aparte de las bajas directas, el desorden económico, las hambrunas, el alto precio del grano, y el clima de inseguridad que provocó una disminución de los nacimientos). Las consecuencias demográficas de la guerra de Independencia se mantuvieron durante el tiempo. -La inestabilidad política y las guerras carlistas también supusieron un freno al crecimiento humano.
Aun así, el avance demográfico español durante la primera mitad
del siglo XIX fue casi igual al avance medio europeo del periodo. A pesar de los estragos de las guerras, los casamientos se hicieron más frecuentes y la fecundidad se elevó. Sin embargo, a pesar de algunos avances (desarrollo de las vacunas, disminución de la mortalidad catastrófica), la mortalidad siguió siendo alta. El cólera (enfermedad endémica de ciertos países asiáticos) entró por primera vez en España y en Europa, causando un número elevado de víctimas en varias oleadas sucesivas (1833-1835, 1853, 1859, 1865 y 1885).
Otro factor que permitió un avance demográfico notable fue que
la emigración en este periodo fue reducida: la emancipación de la mayor parte de las colonias españolas frenó esta corriente de salida, que sí se daba de forma considerable en Gran Bretaña y Alemania. La emigración a gran escala comenzaría, sin embargo, a partir de los años 1850.
Segunda mitad del siglo XIX.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el crecimiento de la
población española fue netamente inferior al de Europa occidental. La población de España creció en este periodo en un 24%, frente a un 65% de los Países Bajos, un 51% de las Islas Británicas o un 42% de Italia.
Pese a haber disminuido notablemente, la mortalidad española
era, tanto en 1850 como en1900, más elevada que en los países vecinos. En 1900, la mortalidad en España era del 29‰, frente al 18‰ de Europa Occidental. La enorme desventaja de 11‰ sólo hubiese podido ser compensada por una inmigración supletoria o por una natalidad extraordinaria, casos que no se dieron.
En Europa, los grandes avances en la disminución de la
mortalidad se alcanzaron en el ámbito de las enfermedades infesiosas, obtenidos en este periodo principalmente gracias a la mejora del medio ambiente: un nivel de vida en alza y un progreso higiénico.
También tuvo un peso decisivo las crisis de subsistencia: aún en
los principios de la era del ferrocarril, una mala cosecha seguía representando en España un plus de defunciones y un déficit de matrimonios (y, por tanto, de hijos). Los malos años agrícolas (que desembocaban en un aumento del precio del trigo) 1856-1857, 1868, 1882 y 1887 son, también, años de recesión demográfica. Las crisis de subsistencia tuvieron impactos más graves en las provincias del interior que en las costeras, donde las importaciones de alimentos vía marítima. Entre 1853 y1903, la legislación española pasó de ser abiertamente anti emigratoria al extremo contrario. La corriente emigratoria máxima se tuvo así a principios del siglo XX. La emigración tuvo dos salidas principales: hacia la colonia francesa de Argelia (principalmente desde el sureste del país) y, sobre todo, hacia América. En la emigración hacia América destacaron, como países receptores, argentina y Brasil; como regiones de emigración, principalmente Galicia y, en menor medida, canarias Asturias y Cantabria. Siglo XX. Se caracterizo porque bajo la mortalidad:
La mortalidad española que, en comparación con la de los países
europeos era excesiva en 1900 (del 28,8‰), en 1950. Las proporciones de supervivencia en todas las edades, que se mantuvieron más o menos estacionarias entre 1860 y 1900, empiezan a aumentar desde la última fecha. En 1900, de mil nacidos vivos sólo 570 llegaban a los veinte años; en 1930, de mil nacidos vivos alcanzaban esta edad 763; en 1950, la cifra aumentaba a 947‰.
Especialmente significativa fue, en este periodo, la disminución
de la mortalidad infantil: pasó del 185,9‰ en 1901 al 136,5‰ en 1925 y al 64,2‰ en 1950.5 Los progresos pediátricos y farmacológicos, de un lado, los de la puericultura, por otro, a los que se sumaron la intervención de los poderes públicos, fueron las causas principales de este progreso contra la mortalidad infantil.
Bajo la natalidad:
La natalidad española inició su disminución a partir de1914; en la
I Guerra Mundial, aunque España no participó, el país sufrió consecuencias de todo orden, como aumento de los precios, proceso de urbanización en el interior del país, etc., que precipitó un cambio que ya presentía desde el gran descenso de la mortalidad desde 1900. Llegada esta ocasión, cuajó la tendencia, que ya habían manifestado las principales naciones occidentales, a limitar voluntariamente el número de hijos en la familia. La tasa bruta de natalidad pasó del 32,6‰ en 1910 al 28,2‰ en 1930, y al 20,0‰ en 1950. La disminución fue especial brusca entre 1928 y 1935 (debido a la depresión económica), y durante la guerra civil; en la posguerra repuntaría ligeramente la natalidad, aunque el efecto de nacimientos retrasados fue pequeño, y la natalidad tras 1941 nunca alcanzaría el nivel anterior a 1936.
Éxodo rural:
La gran corriente emigratoria del campo a la ciudad era, hasta la I
Guerra Mundial, de volumen pequeño. Desde 1880 existía una corriente considerable de Aragón, Comunidad Valencia y Murcia hacia la zona industrial de Barcelona, que con anterioridad se había alimentado de mano de obra procedente de la Cataluña rural. En Madrid y en el País Vasco había una corriente inmigratoria desde el campo también importante.
El baby boom:
Al calor de la bonanza económica, la tasa bruta de natalidad dejó
de disminuir e incluso aumentó ligeramente a partir de1954, estabilizándose en torno al 21‰ entre1957 y 1966. Como la mortalidad en los primeros años de vida se había reducido considerablemente con respecto a épocas anteriores, esto se tradujo en un aumento notable de la población joven, provocando el fenómeno del baby boom. En España, el baby boom se produjo con diez años de retraso con respecto al resto de Europa Occidental y Estados Unidos.
Éxodo rural acelerado:
Entre1950 y 1981, se produjo un auténtico éxodo del campo a la
ciudad. Con este éxodo rural, la sociedad española se urbanizó definitivamente, asimilándose a la de los demás países desarrollados. El exceso de mano de obra en el campo, que tantos conflictos sociales había provocado durante la segunda republica (el llamado problema agrario), y que se estaba agravando por los inicios de la mecanización agraria, se solucionó de raíz expulsando a la población campesina de sus lugares de origen. Los flujos se daban, en primer lugar, de las zonas rurales a las capitales de provincia; en segundo lugar, los flujos se dirigían hacia los grandes polos de desarrollo: a las regiones industrializadas de Cataluña y el país vasco, al polo político- industrial de Madrid, y hacia la costa y las regiones industriales de la Comunidad valenciana.
Así, el periodo 1950-1981 fue una época de grandes
descompensaciones regionales, sin precedentes en la historia demográfica española.
Además, en general (salvo para Andalucía), las zonas de
emigración eran las zonas menos densamente pobladas, con lo que las diferencias en la distribución de la población.
Y así es como finaliza la transición demográfica española.