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TRABAJO PRÁCTICO:

CONDICIONES DE VIDA DE LA
POBLACION DE AMERICA

Materia: Geografía
CONDICIONES DE VIDA DE LA POBLACION DE AMERICA

América es un continente diverso, las naciones que lo integran han enfrentado


siempre una lucha por el respeto entre las naciones, la paz regional y contra las
desigualdades sociales.

Es posible identificar dos áreas culturales en el continente: América Anglosajona


y América Latina. Aunque están ubicados en el mismo continente, ambas
presentan diferencias de lenguaje, cultura, desarrollo y riqueza.

Pertenecen a la América anglosajona: Estados Unidos, Canadá y las Antillas.

El resto de países forman parte de América Latina.

Se estima que viven en América más de 900 millones de personas; esta cifra
representa, aproximadamente, el 14% de la población mundial. Una mirada
más detallada indica que en América Latina habitan 564 millones de personas
(el 62% de los americanos), mientras que en América Anglosajona (Canadá y
los Estados Unidos) viven alrededor de 342 millones de personas, es decir, el
38% de los americanos.
Los habitantes de América se distribuyen en el continente de manera irregular,
por lo que algunas áreas se encuentran más densamente pobladas que otras.
La distribución de la población se explica por diversos factores naturales,
económicos y especialmente históricos, como, por ejemplo, las corrientes que
organizaron los primeros asentamientos de colonización europea. Entre los
factores naturales que influyen en la distribución se destacan las altas montañas
y las vastas extensiones de clima muy frío o selváticas.
En América Anglosajona las áreas más pobladas se encuentran en el nordeste,
entre los Grandes Lagos y la costa atlántica. Las planicies centrales presentan
menor densidad de población mientras que en el norte canadiense el
poblamiento es muy reducido y, en consecuencia, las densidades son muy bajas.
En la costa oeste de los Estados Unidos se destaca la concentración de
población en las ciudades de Los Ángeles y San Francisco.
En América Latina las áreas de mayor concentración de población se encuentran
cercanas a las costas de la región. Las llanuras de baja altitud y los extensos
pastizales fueron aprovechados para las actividades agrícolas y ganaderas, lo
que facilitó el asentamiento de la población y la organización de numerosas y
grandes ciudades. Entre otras pueden distinguirse las ciudades de Buenos Aires,
Río de Janeiro, San Pablo o Santiago de Chile.
Las áreas más pobladas se encuentran en la llanura que rodea al Río de la Plata,
en los valles del centro de México, en los valles montañosos y en las zonas
costeras de América Central, Venezuela, Colombia y el valle central de Chile y
las zonas costeras del sudeste de Brasil.
La zona central y sur de América del Sur presentan bajas densidades de
población. En el centro, esto se relaciona con la presencia de la selva amazónica,
y en el sur, con las extensas mesetas patagónicas.
LAS CONDICIONES DE TRABAJO:

El conjunto de trabajadores que están disponibles para producir se


denomina población económicamente activa (PEA). Esta incluye a quienes
efectivamente tienen trabajo, es decir, los ocupados, y a quienes sin tenerlo lo
buscan, considerados desocupados. En la actualidad se estima que alrededor
del 65% de los jóvenes y adultos americanos integran la PEA.
Las personas dispuestas a trabajar, las empresas u organismos que demandan
trabajadores y ofrecen diversos puestos de trabajo y salarios, así como las leyes
que regulan las condiciones de los empleos, conforman el mercado de trabajo
o laboral.
Hay distintos aspectos e indicadores que permiten caracterizar las condiciones
del mercado laboral, por ejemplo, la cantidad de puestos de trabajo que genera
en relación con la población que requiere trabajar, el porcentaje de personas que
están desocupadas, los niveles de ingresos que se pagan, la cantidad de horas
que se trabaja, las condiciones de estabilidad y reconocimiento legal del trabajo.
La situación de los mercados de trabajo de los países americanos es muy
diversa, pero hay algunas problemáticas comunes, aunque estas los afectan con
diferente intensidad:

 La desocupación: se produce tanto en los países de mayor como de menor


desarrollo. La proporción de personas desocupadas en relación con la
población económicamente activa, es decir, la tasa de desocupación, se ha
reducido en los últimos 10 años en muchos países, aunque sus valores
continúan siendo elevados. A su vez, en países como los Estados Unidos y
Canadá se han producido recientemente dificultades económicas, que se han
reflejado en un incremento de las tasas de desocupación. Además de las
diferencias de niveles de desocupación entre los países, es importante
considerar la forma en la que las personas pueden hacer frente a esa
situación. Por lo general, en los países más desarrollados las personas
cuentan con subsidios pagados por el Estado, seguros de desempleo, que les
permiten contar con un ingreso mientras dura su condición de desocupados.

Los sectores de la población que se ven más afectados por esta desocupación
de larga duración son los trabajadores de más edad y las mujeres que pierden
su empleo.

 La precariedad laboral: en esta situación se encuentran numerosos


trabajadores que no están registrados, es decir, están fuera del marco legal (o
"en negro") y, en consecuencia, no tienen acceso a los beneficios del trabajo
legal, como la atención médica, la protección contra accidentes y despidos o
la jubilación. También son empleos precarios aquellos trabajos flexibles que
impiden que los trabajadores cuenten con los beneficios anteriores o estén
sometidos a condiciones de contratación o tiempos de trabajo que resultan
perjudiciales.
 La informalidad: refleja la presencia de actividades muy variadas, que en
general requieren de pocas inversiones de dinero, utilizan tecnologías muy
básicas y los salarios que ofrecen son muy bajos.
Se estima que conforman la PEA latinoamericana más de 200 millones de
personas. Uno de los principales problemas de los países de la región son las
altas tasas de desocupación que, sin embargo, estaban reduciéndose desde el
año 2002. La crisis económica mundial producida en el año 2007 tuvo diversos
impactos en el mercado laboral latinoamericano, entre los cuales produjo un leve
incremento de la desocupación; actualmente, alrededor de 18 millones de
personas están desocupadas.

Trabajadores de una comunidad indígena en Ambato (Ecuador)

En general, la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo está


aumentando y la participación de los jóvenes tiende a reducirse. Esto último
puede ser consecuencia de dos fenómenos diferentes: por un lado, podría
tratarse de una mayor permanencia en el sistema escolar, más años de estudio,
o, por el contrario, de un desaliento respecto de la posibilidad de conseguir un
empleo, lo que provoca que dejen de salir a buscar trabajo y, en consecuencia,
de participar en el mercado laboral. Esto se vincula con el creciente desempleo
de los jóvenes que se manifiesta en casi todos los países de la región. Los
valores de desempleo de los jóvenes casi triplican los de los adultos. Por otra
parte, la calidad del trabajo tiende a disminuir; esto se verifica por el crecimiento
del empleo informal o precario, a la vez que se estanca el crecimiento del empleo
registrado y amparado por las leyes y la seguridad social.
Muchos trabajadores consideran que la calidad de sus empleos disminuye
debido a la pérdida de horas de trabajo; esto significa que se encuentran en
situación de subocupación, es decir, desearían trabajar más horas de las que
efectivamente lo hacen. Estas formas de trabajo con horario reducido son, en
gran medida, estrategias de las empresas para disminuir los costos del trabajo
cuando la demanda de productos decae. En esa situación, muchas empresas
evitan reducir personal mediante el acortamiento de la jornada laboral.

LA POBREZA

En América se dan Grandes desigualdades de concentración de la riqueza. Esto


consiste en que pocas personas concentran solo para ellos y sus familias
grandes cantidades de riqueza, mientras que entre el 70% u 80% de las
personas viven en condiciones de pobreza y extrema pobreza
En américa latina es una región donde la pobreza y la indigencia son
problemáticas que atraviesan las fronteras nacionales. Según los últimos datos
de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), un 29,2% de
los latinoamericanos (175 millones de personas) eran pobres a fines de 2015.

El informe marca que el año pasado el índice de pobreza en la región creció un


punto porcentual (era 28,2% en 2014), un dato que marca que siete millones de
personas cayeron en esa condición.

En tanto, para la Cepal también creció la indigencia en 2015, y pasó del 11,8%
al 12,4% a nivel regional. Esto significa que en América latina hay 75 millones de
personas en situación de extrema pobreza.

En américa anglosajona, algunos países ubicados en América del Sur, aquellos


de las Antillas y en dependencias de Reino Unido y Estados Unidos predomina
la pobreza. Por otro lado, en los países más grandes se ha observado un
aumento del desempleo entre 2007 y 2011, asociado a las crisis financieras.

DESIGUALDAD SOCIAL:

La desigualdad social es la acción de dar un trato diferente a personas entre las


que existen desigualdades sociales, se llama discriminación. Esta discriminación
puede ser positiva o negativa, según vaya en beneficio o perjuicio de un
determinado grupo.
Las desigualdades de ingresos evocan las disparidades de renta entre
individuos, en diferentes naciones del globo. En el seno de un mismo país, mide
las desigualdades entre individuos ricos e individuos pobres. La desigualdad
económica está directamente relacionada con la distribución de la renta tanto las
procedentes del capital como las rentas que proceden del trabajo.
Latinoamérica es la zona más desigual del mundo, y esto se observa no sólo en
la distribución de la renta. Se ve además en las dificultades de acceso a bienes
y servicios (educación, salud y financieros), como también en las condiciones del
hábitat.
Para lograr una reducción de la desigualdad sostenida en el tiempo, es
indispensable el diseño de políticas públicas capaces de incrementar de forma
simultánea la incorporación social y de mercado de los sectores más desprotegidos.
A continuación, un diagnóstico preciso y algunas propuestas de implementación.
Desigualdades de ingresos entre países, medidos por el coeficiente de Gini, donde 0 corresponde a
la igualdad perfecta, y 1 a la desigualdad total. Los países en rojo son más desiguales que los países
en verde.

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