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CORRELACIÓN (o CAUSA, aunque no sería la única causa)

El consumo de cerveza aumenta en verano.


El calor es una causa.

El consumo de cerveza varía según la estación del año.

CORRELACIÓN (o CAUSA, aunque no sería la única causa)

A mayores ingresos, consumo de productos más caros y sofisticados.


El dinero es una condición antecedente.

CAUSA

La inclinación a la lectura varía según el nivel de instrucción de las personas.

CAUSA (o CORRELACIÓN por no ser la única causa)

La inclinación a la lectura varía según el nivel de instrucción de los padres.

Para que algo conduzca a [produzca] el sostenimiento de una creencia o la seria articulación de una
sincera afirmación de conocimiento, debiera (lógicamente) calificar como un ‘fundamento convincente’
para el agente. No decimos (correctamente) de algo que ‘causó que’ creyéramos o que ‘nos hizo’ creer
algo (como verdadero), a menos que figurara como una completamente [absolutamente] persuasiva o
decisiva consideración en nuestro razonamiento: ¿cómo podrían, entonces, condiciones no conocidas o
sopesadas [consideradas] por los agentes ser contadas como forzantes (coercitivas, ‘causales’) bases para
el [del] sostenimiento de las creencias que tienen? Algunas de las creencias que la gente adquiere son
adquiridas porque les son enseñadas de manera explícita, sin la provisión de fundamentos: como planteó
Wittgenstein, “El niño aprende al creer al adulto. La duda viene después de la creencia. Aprendí una gran
cantidad de cosas y las acepté en base a la autoridad humana. Después he descubierto que se veían
confirmadas o refutadas por mi propia experiencia” (Wittgenstein 1997, 160 y 161). Así como muchas
veces la duda viene después de la creencia, también puede venir la provisión de –o el dar— razones para
creer. Aunque difícilmente sea una aguda percepción [discernimiento] sociológica considerar la
‘enseñanza’ o la ‘autoridad de los padres’ (o de cualquier otra fuente de autoridad) como ‘causas’ de las
creencias. Las creencias adquiridas de esta manera pueden bien ser inculcadas, pero nunca causadas.
Usar el significado de ‘causa’ en tales contextos sería extenderlo [llevarlo] fuera de su sentido [forma];
especialmente si, como Bloor busca argumentar, estamos para [queremos] hablar el lenguaje
nomológico de la causación (i.e. leyes causales) al hacerlo. Por supuesto, hay condiciones que pueden ser
especificadas como necesarias (aunque difícilmente suficientes) para el sostenimiento de ciertas
creencias y la formación de ciertas afirmaciones de conocimiento, y uno puede intentar especificar
correlaciones entre ciertos tipos de arreglos [disposiciones] sociales (intereses económicos, niveles de
industrialización, niveles de educación, adscripción religiosa, posición en las jerarquías sociales [estatus],
relaciones dentro de redes de información, etc.) y el mantenimiento de ciertas creencias, pero, una vez
más, estamos muy lejos de ‘explicaciones causales’ de su génesis o establecimiento [fijación]. Es un
prerrequisito de mi destreza para caminar el que posea piernas o prótesis equivalentes, pero el poseerlas
no fuerza o causa mi caminar cada vez que lo hago: mi comportamiento caminando puede co-variar
exactamente con la disponibilidad de otras formas de transporte y algún conjunto calculable de destinos
hacia los cuales deba viajar, pero ni la ausencia de disponibilidad de transportes alternativos otros que
mis piernas, ni la naturaleza de mi destino ‘hacen que’ yo camine [me conducen a mí a caminar]. Puedo
enviar a otra persona, decidir que es muy lejos para ir y lograr cierto [algún] objetivo o demasiado
problema, o elegir cualquier cantidad de otras opciones que se me abran en tales circunstancias. Para
continuar con la analogía, no importa cuántas variables sean tenidas en cuenta [se incluyan] dentro de
una regresión múltiple en tal caso, nunca es cierto que, dada la obtención [¿consideración?] de tales
variables, ¡uno no tendrá otra opción que caminar! Tal vez un revólver apuntando a mi cabeza junto con
una orden de caminar o la presencia de un urgente peligro personal o familiar ‘causarían que yo camine’,
pero aquí la causalidad no es la causalidad nomológica de las ciencias naturales, sino el lugar común de la
‘causalidad’ de las razones que nos fuerzan (y justifican a ello). El caso de las creencias y afirmaciones de
conocimiento es aun más distante de tal paradigma: ninguna circunstancia que amenace la vida, ni
ninguna cantidad de coerción física directa, las cuales, en el caso de caminar y de muchas otras acciones
pueden ser normativamente caracterizadas como ‘dejar a uno sin opción’, ‘dar a uno ninguna alternativa’,
o ‘dar a uno la única opción de…’, podrían figurar como una obligación de una ‘creencia’. Puede ser
racional, bajo circunstancias tales como una urgente amenaza física, creer que la vida de uno está en
peligro, pero uno no puede ser forzado a creer, por ejemplo, que el presidente es un mentiroso o que la
clorofila es necesaria para la fotosíntesis, bajo la amenaza de un daño [siendo amenazado con un daño],
¡por más impacientemente que uno pronuncie las palabras relevantes!
El programa ‘causal explicativo’ en el área de los fenómenos epistémicos, tales como creencias y
afirmaciones de conocimiento, entonces, es meramente un brillo [apariencia] retórica para una empresa
en la cual varias (socio-históricas) precondiciones han de ser buscadas para [¿explicar?] la génesis,
diseminación y aceptación/rechazo de creencias y otros fenómenos de interés relacionados. Es, sin
embargo, engañoso en su planteo de ‘explicar’ creencias. Más aun, quita la atención del [impide atender
al] mismo asunto que motivó el programa [Fuerte] en primer lugar: un interés en el contenido de
(científicos y otros) las afirmaciones de conocimiento como fenómenos sociales. A este fin [Por este
interés], necesitamos revelar no las ‘casuas’ putativas o condiciones desconocidas para los agentes, sino
la lógica de la real conducta conceptual, comunicativa, relacional e instrumental de los agentes, en tanto
que constituyen sus objetos-universos [universos-objetos].
La inteligibilidad de cualquier ambiente [entorno], su personal [sus miembros] y sus actividades,
sus objetos y situaciones, su historia y futuro, es contingente tanto sobre el trasfondo de conocimientos,
como de creencias de los agentes participantes.
(Coulter 1989, 34-36)

Coulter, Jeff. Mind in action. Atlantic Highlands: Humanities Press, 1989.

Wittgenstein, Ludwig. Sobre la certeza. Editado por G. E. M. Anscombe y G. H. von Wright. Traducido por
Josep Lluís Prades y Vicent Raga. Barcelona: Gedisa, 1997.

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