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Revista Espírita

Periódico de Estudios Psicológicos


1866-1869
Colección de Textos de

Allan Kardec

Prefacio de José María Fernández Colavida


psicografiado por Divaldo Pereira Franco

Organización y traducción:
Simoni Privato Goidanich
Copyright 2010 by
Simoni Privato Goidanich
ISBN 978-9942-02-928-7
1.a edición, junio de 2010.
Quito, Ecuador.
1000 ejemplares.
Portada basada en el cuadro L´Eté, de Claude Monet (1874)
Revisión del idioma español: Fabricio Vásquez (Quito, Ecuador).
Diagramación: Roberto Goidanich y Simoni Privato Goidanich.

Todos los derechos de reproducción, copia, comunicación al público y explotación económica de


esta obra están reservados única y exclusivamente para la autora. Prohibida la reproducción total o
parcial de esta obra, por cualquier forma, medio o proceso electrónico, digital, fotocopia, microfilme,
Internet, CD-Rom, sin la previa y expresa autorización de la autora y mención de la fuente (título,
autora, lugar y año de publicación), en los términos de la legislación sobre los derechos de autor.

La autora costeó todos los gastos de elaboración, diagramación e impresión de este libro, tal
como lo hizo con sus obras anteriores. La autora no recibe ninguna retribución financiera
por los libros que publica, ni siquiera para la restitución de los gastos realizados por las
publicaciones. Todo el trabajo que la autora realiza en la Doctrina Espírita es ad honorem.
Los ejemplares de esta edición han sido donados a instituciones espíritas de varios países.
Se autoriza a las instituciones espíritas beneficiarias a vender los ejemplares recibidos en
donación, con la condición de que los recursos financieros obtenidos por la venta sean
utilizados totalmente para tareas de estudio de las obras de Allan Kardec y de aquellas que
les son fieles o para asistencia y promoción social espírita.

Dirección electrónica: simoniuruguai@yahoo.com

Estudios Espíritas: www.estudiosespiritas.blogspot.com


Sumario
Biografía resumida de José María Fernández Colavida, p. 7

Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos: Colección de Textos de Allan


Kardec, p. 11
Mensaje de José María Fernández Colavida psicografiado por el médium Divaldo
Pereira Franco en la reunión mediúmnica del Centro Espírita Camino de Redención,
en la noche del 20 de enero de 2010, en Salvador, Bahia

Introducción, p. 15

1 – Consideraciones sobre la oración en el Espiritismo, p. 19


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 9.o año, n.o 1, enero de 1866

2 – Introducción al estudio de los fluidos espirituales, p. 26


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 9.o año, n.o 3, marzo de 1866

3 – El Espiritismo sin los Espíritus, p. 42


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 9.o año, n.o 4, abril de 1866

4 – Dios está en todas partes, p. 51


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 9.o año, n.o 5, mayo de 1866

5 – Del proyecto de caja general de auxilios y otras instituciones para los espíritas,
p. 59
Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 9.o año, n.o 7, julio de 1866

6 – Vistazo retrospectivo sobre el movimiento del Espiritismo , p. 76


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 10.o año, n.o 1, enero de 1867
7 – Atmósfera espiritual, p. 89
Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 10.o año, n.o 5, mayo de 1867

8 – Los médicos-médiums, p. 95
Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 10.o año, n.o 10, octubre de 1867

9 – Ensayo teórico sobre las sanaciones instantáneas, p. 101


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 11.o año, n.o 3, marzo de 1868

10 – Sesión anual conmemorativa del día de los difuntos (Sociedad de París, 1.o
de noviembre de 1868) – D������� �� �������� ��� �� S�. A���� K����� – ¿El
Espiritismo es una religión?, p. 111
Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 11.o año, n.o 12, diciembre de 1868

11 – Constitución transitoria del Espiritismo, p. 127


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 11.o año, n.o 12, diciembre de 1868

12 – El poder del ridículo, p. 164


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 12.o año, n.o 2, febrero de 1869

13 – Biografía del Sr. Allan Kardec, p. 171


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos, 12.o año, n.o 5, mayo de 1869
Biografía resumida de José María Fernández Colavida
(Tortosa, 1819 – Barcelona, 1888)

S i deseáramos describir, en pocas palabras, quién es José María Fernández


Colavida, deberíamos afirmar, ante todo, que se trata del ejemplo real y
concreto del hombre de bien y del verdadero espírita, enseñado en El Evangelio
según el Espiritismo.
Conocido, con toda justicia, como el Kardec español, trabajó y sigue trabajando
permanentemente por el progreso de la humanidad, divulgando la Doctrina Espírita
no solamente por medio de su perfecto conocimiento doctrinario, sino también por
el fiel ejemplo que siempre ha dado de la práctica de las enseñanzas espíritas, sobre
todo de la ley de amor, de justicia y de caridad.
Primer traductor y editor de los libros de Allan Kardec al idioma español, ja-
más buscó ventajas materiales en las obras que publicaba, donando muchas de
ellas en beneficio de la divulgación doctrinaria o vendiéndolas a precios simbóli-
cos, que ni siquiera cubrían los costos generados por la impresión. Fue gracias a
su abnegado trabajo de divulgación doctrinaria que Amalia Domingo Soler, entre
otros innumerables beneficiarios, pudo tener las obras de Allan Kardec, como ella
misma cuenta en Memorias: «[…] Fernández Colavida me mandó la colección com-
pleta de su Revista, las obras de Allan Kardec y una carta cariñosísima. Cuando yo
me vi dueña de los libros de Kardec por los que tanto había suspirado, mi alegría
fue inmensa».
Fundador, director y redactor, en Barcelona, de la Revista Espiritista –Periódico
de Estudios Psicológicos, posteriormente denominada Revista de Estudios Psicológicos,
fue el mayor divulgador espírita para los países de lengua española. Realizó un

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Revista Espírita 1866-1869

trabajo admirable de orientación doctrinaria a espíritas de varios lugares del


mundo, tales como Argentina, Colombia, Cuba, Ecuador, Filipinas, México, Perú,
Uruguay, además de España.
En la obra La luz que nos guía, se transcribe la siguiente información, publicada
en el periódico barcelonés El Diluvio, con ocasión de la desencarnación de
Fernández Colavida: «Nada más cierto Fernández ha sido un verdadero apóstol
del Espiritismo; ha amado su ideal filosófico sobre todas las cosas de la Tierra, y
bien lo probó cuando en el día 9 de Octubre de 1861 en la explanada de Barcelona
en el lugar donde se ejecutaban los criminales condenados al último suplicio, por
orden del Obispo de la ciudad Condal fueron quemados trescientos volúmenes y
folletos sobre Espiritismo, propiedad del Sr. Fernández. Éste siguió imperturbable
su trabajo de propaganda [...]».
Fue el fundador de la primera librería espírita en la capital de Cataluña,
así como de la Asociación de los Amigos de los Pobres, de la Sociedad Barcelonesa
Propagadora del Espiritismo, y fue el director del Grupo Espírita La Paz, instituciones
en las que trabajó con ahínco por el bien del prójimo.
Presidente de honor del Primer Congreso Internacional Espírita, realizado en
Barcelona en septiembre de 1888, pocos meses antes de su desencarnación, recibió
el homenaje con la mayor humildad, pues jamás buscó ningún reconocimiento,
excepto el de su propia conciencia.
Gran soldado de la paz del Cristo, ha trabajado de manera incesante por la
unión de los espíritas alrededor del estudio y de la práctica de la moral de Jesús,
así como de las enseñanzas codificadas por Allan Kardec. Sus manos laboriosas,
herramientas luminosas en servicio constante a la causa espírita, escribían, en su
más reciente encarnación, textos doctrinarios, cartas de orientaciones a espíritas
de todas las condiciones sociales y de varias nacionalidades. Igualmente, llevaban

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Colección de Textos de Allan Kardec

auxilio a necesitados de toda especie, tanto la ayuda material a las personas


pobres económicamente como los fluidos saludables a los enfermos de cuerpo o de
alma. En la vida espiritual, esas mismas manos, además de permanecer fielmente
en el trabajo de las letras y del auxilio, nos son extendidas amorosamente para
sostenernos en el recto cumplimiento de nuestros deberes como espíritas.
En su tumba, donde yace el cuerpo mortal, los espíritas de España y América,
como una muestra de gratitud, deseaban construir un monumento. Con todo el
respeto que esa iniciativa merece, no dejemos de prestar también otro homenaje
al ejemplo inmortal de ese noble Espíritu bienhechor, edificando, en nosotros
mismos, el monumento de la práctica de las dos enseñanzas fundamentales para
todo espírita: «Hermanos, amémonos e instruyámonos».

Simoni Privato Goidanich

Principales fuentes consultadas:


- Amalia Domingo Soler. Memorias. 4.a ed. Araras-São Paulo: Mensaje Fraternal-IDE,
2000.
- Amalia Domingo Soler. La luz que nos guía. 3.a ed. Orihuela-Alicante: Centro Espírita La
Luz del Camino, 2004.
- Divaldo Pereira Franco. Hacia las estrellas. Dictado por diversos Espíritus. 2.a ed. Araras-
São Paulo: Mensaje Fraternal-IDE, 1994.

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Revista Espírita 1866-1869

José María Fernández Colavida

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Colección de Textos de Allan Kardec

Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos


Colección de Textos de Allan Kardec

D espués de la publicación de El Libro de los Espíritus, el día 18 de abril de 1857,


el egregio codificador, inspirado por los Guías de la humanidad, concluyó
que era necesario crear un periódico para mantener la correspondencia con los
simpatizantes de la nueva doctrina, defenderla de las acusaciones de los enemigos
gratuitos, presentar nuevas enseñanzas, divulgar mensajes nuevos y consoladores,
culminando en la publicación de la Revista Espírita el 1.o de enero de 1858.
La Revista Espírita fue denominada como un Periódico de Estudios Psicológicos, en
razón del alcance temático presentado, iniciándose la propuesta de una psicología
espiritista.
En aquel momento, en que predominaban los conceptos de la filosofía positivista,
de Augusto Comte, una audaz psicología del alma se presentaba como un desafío
cultural y científico, en condiciones de enfrentar y vencer el materialismo dominante
en las Academias y Universidades.
El coraje moral de Allan Kardec, consciente de la grandeza del Espiritismo y
de su contenido científico, que demuestra, por intermedio de sus propios métodos
experimentales, la legitimidad de sus conceptos, se trasformaba en un desafío
cultural, portador de los paradigmas filosóficos para la nueva era.
Fundamentándose siempre en la lógica y en la razón, como efecto de la
investigación cuidadosa de los hechos, la Revista Espírita, se transformó en eficiente
órgano de fecunda divulgación, de debates y de esclarecimientos de los nobles
postulados espiritistas.
Se iniciaba, entonces, la lucha desigual entre las religiones dominantes, ciegas

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Revista Espírita 1866-1869

en sus ortodoxias, haciendo coro con el materialismo dialéctico, histórico y mecani-


cista, en contra del Espiritismo, esa ciencia nueva, cuyos fenómenos se encontraban
presentes en todas las épocas de la humanidad.
Acusaciones injustificables eran lanzadas de los púlpitos y de las cátedras
científicas en contra de los médiums y de los espiritistas en general, intentándose
macularles la conducta moral y el comportamiento psíquico, por falta de
argumentación propia para superar sus paradigmas profundos.
Muchos periódicos se complacían en ironizar y ridiculizar el Espiritismo y sus
adeptos, intentando impedir el desarrollo de sus enseñanzas iluminativas.
El Espiritismo había llegado a la Tierra para quedarse, para producir la
revolución científico-filosófico-moral de la sociedad, y no para complacer a los
dominadores temporales y equivocados de un momento, luego substituídos por
otros más arbitrarios y perversos.
Había sido propuesto por Jesucristo para que fueran recordadas sus lecciones
de amor y justicia que serían, como fueron, adulteradas, confundidas y transfor-
madas en instrumentos de poder y de ilusión de los engañados teólogos de todos
los tiempos.
Desvestido de cualquier forma dogmática, de supercherías, de ceremoniales,
de fórmulas sacramentales, siendo una doctrina de pensamiento y de conducta
ética, no tenía que temer a los arbitrarios dominadores de las mentes humanas,
manteniendo su firmeza en todos los puntos fundamentales y laborando por la
felicidad de los Espíritus encarnados o desencarnados.
A lo largo de los años, el maestro de Lyon se utilizó de la Revista para mantener
ese combate entre las tinieblas de la ignorancia y la luz del conocimiento, entre-
sacando posteriormente artículos, mensajes y estudios que constituirían las demás
obras de la Codificación.

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Colección de Textos de Allan Kardec

Poco conocida, y menos estudiada, incluso por muchos espiritistas, su divulga-


ción, con el respeto que nos merece, es altamente oportuna, especialmente ahora,
en estos días de sufrimiento y de incertidumbres para la sociedad, cuando se opera
en el planeta terrestre el cambio de mundo de pruebas y de expiación a mundo de regene-
ración, el surgimiento de un compendio más de extractos de los diversos años de su
publicación, traducidos al español, facilitando el entendimiento de las enseñanzas
espiritistas.
Hacemos votos de éxito en la divulgación de ese volumen, de forma que sus
estudios psicológicos puedan encontrar guarida en las mentes y en los corazones
que se inquietan por la búsqueda de la verdad.

José María Colavida

(Página psicografiada por el médium Divaldo Pereira Franco en la reunión


mediúmnica del Centro Espírita Camino de Redención, en la noche del 20 de enero
de 2010, en Salvador, Bahia, Brasil)

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Revista Espírita 1866-1869

Portada del primer número de la Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos

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Colección de Textos de Allan Kardec

Introducción

E ste tercer volumen de la trilogía Revista Espírita –Periódico de Estudios


Psicológicos: Colección de Textos de Allan Kardec está compuesto de doce textos
del Codificador del Espiritismo publicados entre 1866 y 1869. El primer volumen
y el segundo contienen textos que Allan Kardec publicó, también en la Revue
Spirite –Journal d´Études Psychologiques, en los períodos 1858-1861 y 1862-1865,
respectivamente.
Toda la traducción al idioma español de esta trilogía fue hecha de los
textos originales, escritos en francés por Allan Kardec en la Revue Spirite –
Journal d´Études Psychologiques. Los originales de Allan Kardec pueden ser
consultados en la Biblioteca Espírita Virtual de Obras Raras de la Federación
Espírita de Paraná, Brasil, que se encuentra en la siguiente dirección electrónica:
<h�p://www.bibliotecaespirita.com>.
No ahorramos esfuerzos para cumplir de la mejor manera posible nuestro
deber de traducir con fidelidad y respeto el original de Allan Kardec. Un cuidado
especial que pusimos, durante todo el trabajo, fue el de siempre traducir y jamás
interpretar, es decir, buscamos transmitir con precisión la idea original del autor,
sin ninguna opinión de la traductora. Además, dedicamos particular atención a
la traducción de las expresiones idiomáticas francesas. Las obras de referencia
utilizadas para la traducción del idioma francés fueron, sobre todo, diccionarios
monolingües, como el Li�ré del siglo XIX y el Petit Robert. La principal gramática
del idioma francés consultada fue Le bon usage, de Maurice Grevisse.
Además de guardar fidelidad con el contenido original, mantuvimos el estilo
empleado por el Codificador en sus textos. Únicamente, para facilitar la lectura,
nos tomamos la libertad de separar algunas frases más largas, sin cambiar su

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Revista Espírita 1866-1869

significado, así como de resaltar frases de los textos poniéndolas en las partes
inferiores y superiores de las páginas. También añadimos algunas notas de pie de
página para mejor comprensión de determinadas expresiones y para referencias a
otros textos de Allan Kardec.
La revisión del idioma español contó con la asesoría de un especialista, con
quien trabajamos personalmente. Utilizamos, como referencia para la revisión,
varios textos de la Real Academia Española, tales como la Gramática de la lengua
española de la Colección Nebrija y Bello, el Diccionario panhispánico de dudas y el
Diccionario de la lengua española, además de la Gramática de la lengua castellana, de
Andrés Bello. Tomamos en consideración usos reconocidos por la nueva gramática
del idioma español.
Como la trilogía termina con la desencarnación de Allan Kardec, decidimos
incluir, a modo de epílogo, en este tercer volumen, la biografía del Codificador
publicada en la Revue Spirite en mayo de 1869.
Sin la autorización y la ayuda espiritual, la elaboración de la trilogía Revista
Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos: Colección de Textos de Allan Kardec no
habría sido posible. Por lo tanto, agradecemos inmensamente al Maestro Jesús la
valiosa oportunidad que nos ha sido concedida de realizar este trabajo. Los buenos
Espíritus con quienes hemos trabajado en esta trilogía resaltan siempre que los
agradecimientos deben ser dirigidos al Maestro Jesús, pero no podemos dejar de
agradecerles también.
Registramos, además, nuestra especial gratitud a los nobles Espíritus José María
Fernández Colavida, Joanna de Ángelis y Hermana María, así como al médium
espírita Divaldo Pereira Franco.
Estamos también muy reconocidos a todos los hermanos de buena voluntad,
de varios países, que han estudiado y divulgado la trilogía Revista Espírita –Periódico

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Colección de Textos de Allan Kardec

de Estudios Psicológicos: Colección de Textos de Allan Kardec.


Esperamos que este volumen, que les ofrecemos a los lectores con nuestros
mejores sentimientos fraternales, contribuya para el estudio, la divulgación y la
vivencia de las enseñanzas publicadas por Allan Kardec en la Revue Spirite.
Que el ejemplo y la obra de Allan Kardec permanezcan vivos en nuestros
pensamientos, palabras y actos.

Quito, junio de 2010.

Simoni Privato Goidanich

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Revista Espírita 1866-1869

Allan Kardec

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Colección de Textos de Allan Kardec

1 – Consideraciones sobre la oración en el Espiritismo


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
9.o año, n.o 1, enero de 1866

C ada uno es libre para considerar ellos. Los Espíritus no pueden cam-
las cosas a su manera y nosotros, biar el orden inmutable de las cosas.
que reclamamos esta libertad, no se la Por consiguiente, es inútil orarles a
podemos negar a los demás. Pero del ellos.
hecho de que una opinión es libre, no »El Espiritismo es una ciencia pu-
se deduce que no se la pueda discutir, ramente filosófica; no solamente no es
examinar sus puntos fuertes y débiles, una religión, sino que tampoco debe
pesar sus ventajas o inconvenientes. tener ningún carácter religioso. Toda
Decimos eso con relación a la ne- oración dicha en las reuniones tiende
gación de la utilidad de la oración, a mantener la superstición y la beate-
que algunas personas desearían eri- ría».
gir como sistema, para hacer de ello La cuestión de la oración ha sido
la bandera de una escuela disidente. discutida, desde hace bastante tiempo,
Se puede resumir así esta opinión: por lo que es inútil repetir acá lo que
«Dios estableció leyes eternas, a se sabe sobre este asunto. Si el Espiri-
las que todos los seres están someti- tismo proclama la utilidad de la ora-
dos; nada Le podemos pedir y no te- ción, no es con ánimo sistemático, sino
nemos que agradecerLe ninguna gra- porque la observación ha permitido
cia específica. Por lo tanto, es inútil constatar la eficacia y el modo de ac-
orar a Dios. ción de la oración. Puesto que, por las
»La suerte de los Espíritus está leyes fluídicas, comprendemos el po-
trazada. Por lo tanto, es inútil orar por der del pensamiento, comprendemos

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Revista Espírita 1866-1869

son las almas de nuestros hermanos,


la oración es una identificación de
«Además de la acción pensamientos, un testimonio de com-
puramente moral, el pasión. Rechazarla es rechazar el re-
Espiritismo nos muestra, cuerdo de los seres que nos son que-
en la oración, un ridos, pues ese recuerdo compasivo y
efecto de algún modo benévolo es, en sí mismo, una oración.
Además, se sabe que aquellos que su-
material, resultante de la
fren la reclaman con insistencia como
transmisión fluídica» un alivio para sus penas; por lo tanto,
si la piden es porque la necesitan; re-
también el de la oración, que es, por sí chazársela es negarle el vaso de agua
misma, un pensamiento dirigido ha- al infeliz que tiene sed.
cia un objetivo determinado. Además de la acción puramente
Para algunas personas, la palabra moral, el Espiritismo nos muestra, en
oración sólo revela una idea de pedi- la oración, un efecto de algún modo
do; es un grave error. Respecto a la material, resultante de la transmisión
Divinidad, es un acto de adoración, fluídica. Su eficacia, en ciertas enfer-
de humildad y de sumisión al cual medades, se constata por la experien-
uno no se puede negar sin despre- cia, del mismo modo que se demues-
ciar el poder y la bondad del Creador. tra por la teoría. Rechazar la oración
Negarse a orar a Dios es reconocer a es, por lo tanto, privarse de un pode-
Dios como un hecho, pero, a la vez, es roso auxiliar para el alivio de los ma-
negarse a rendirLe homenaje; en eso les corporales.
está también una rebeldía del orgullo Veamos ahora cuál sería el resul-
humano. tado de esa doctrina y si tiene alguna
Con respecto a los Espíritus, que posibilidad de prevalecer.

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Colección de Textos de Allan Kardec

Todos los pueblos oran, desde los Al discutirse un dogma, uno no


salvajes hasta las personas civilizadas; se pone en oposición sino a la secta
son llevados a eso por instinto y es lo que lo profesa; al negarse la eficacia
que los distingue de los animales. Sin de la oración, se hiere el sentimien-
duda, oran de una manera racional, to íntimo de casi la unanimidad de
en mayor o en menor grado, pero, en las personas. El Espiritismo debe las
fin, oran. Aquellos que, por ignoran- numerosas simpatías que encuentra
cia o pretensión, no practican la ora- a las aspiraciones del corazón, y los
ción constituyen, en el mundo, una consuelos que se extraen de la oración
ínfima minoría. constituyen una gran parte de esas
La oración es, pues, una necesi- aspiraciones. Una secta que se basara
dad universal, independiente de las en la negación de la oración se priva-
sectas y de las nacionalidades. Des- ría del principal elemento de éxito: la
pués de la oración, si uno está débil, simpatía general, porque, en lugar de
se siente más fuerte; si uno está triste, dar calor al alma, la helaría; en lugar
se siente consolado; quitar la oración de elevarla, la rebajaría. La manera
es privar a las personas de su más po- en la que el Espiritismo debe ganar
deroso sostén moral en la adversidad. en influencia es aumentando la suma
Por medio de la oración, las personas de las satisfacciones morales que pro-
elevan su alma, entran en comunión porciona. Que aquellos que desean, a
con Dios, se identifican con el mun- toda costa, lo nuevo en el Espiritismo,
do espiritual, se desmaterializan, con-
dición esencial de su felicidad futura;
«La oración es, pues,
sin la oración, sus pensamientos que-
dan en la Tierra, se apegan cada vez
una necesidad
más a las cosas materiales; de eso vie- universal»
ne un retraso en su progreso.

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Revista Espírita 1866-1869

individualidades, pero que jamás reu-


nirá a la mayoría. Sería sin razón que
«hemos desaprobado se le imputara esa doctrina al Espiri-
constantemente, en las tismo, ya que éste enseña precisamen-
reuniones, las oraciones y te lo contrario.
En las reuniones espíritas, la ora-
los símbolos litúrgicos de
ción predispone al recogimiento, a la
un culto cualquiera» gravedad, condición indispensable,
como se sabe, para las comunicaciones
para atar su nombre a una bandera, serias. ¿Eso quiere decir que se deben
se esfuercen en dar más que él; pero transformar las reuniones espíritas
no es dando menos como lo suplan- en asambleas religiosas? De ninguna
tarán. El árbol despojado de sus fru- manera; el sentimiento religioso no es
tos sabrosos y nutritivos será siempre sinónimo de religionario; se debe in-
menos atrayente que aquel que está cluso evitar lo que les podría dar a las
adornado de ellos. Eso se debe al pro- reuniones este último carácter. Es con
pio principio que siempre les hemos ese objetivo que hemos desaprobado
dicho a los adversarios del Espiritis- constantemente, en las reuniones, las
mo: el único medio de matarlo es dar oraciones y los símbolos litúrgicos de
algo mejor, más consolador, que ex- un culto cualquiera. No se debe olvi-
plique y satisfaga más. Es lo que na- dar que el Espiritismo debe tender al
die ha hecho todavía. acercamiento de las diversas comu-
Por lo tanto, se puede conside- niones; ya no es poco común ver, en
rar el rechazo a la oración, de parte esas reuniones, a representantes de
de algunos creyentes en las manifes- diferentes cultos que fraternizan entre
taciones espíritas, como una opinión sí. Es por eso que ninguno debe arro-
aislada que puede reunir a algunas garse la supremacía. Que cada uno,

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Colección de Textos de Allan Kardec

en su fuero interno, ore como mejor lo Dios sea adorado en un templo de


entienda: es un derecho de conciencia. una manera que no sea tan lógica no
Pero, en una asamblea que se basa en es un motivo para contrariar a aque-
el principio de la caridad, uno debe llos que consideran que esta manera
abstenerse de todo lo que podría herir es buena.
susceptibilidades y que podría tender Al dar a las personas una cierta
a mantener un antagonismo que, más suma de satisfacciones y al probar un
bien, uno debe esforzarse en hacer cierto número de verdades, el Espi-
desaparecer. Oraciones específicas en ritismo no podría ser reemplazado,
el Espiritismo no constituyen un cul- como lo hemos dicho, sino por algo
to distinto, ya que no son impuestas que diera más y que probara las ver-
y cada uno está libre para decir aque- dades mejor que él. Veamos si eso es
llas que le convienen; pero tienen la posible. Lo que le confiere la principal
ventaja de servir a todo el mundo y autoridad a la Doctrina es que no hay
de no contrariar a nadie. uno solo de sus principios que sea
El propio principio de la tole- el producto de una idea preconcebi-
rancia y de respeto a todas las con- da o de una opinión personal; todos,
vicciones ajenas nos hace decir que sin excepción, son el resultado de la
toda persona razonable, a quien una observación de los hechos; es única-
circunstancia conduce a un templo de mente por los hechos que el Espiritis-
un culto cuyas creencias no comparte, mo ha logrado conocer la situación y
debe abstenerse de toda señal exterior las atribuciones de los Espíritus, así
que podría escandalizar a los asisten- como las leyes, mejor dicho, una par-
tes; que incluso debe obedecer, en caso te de las leyes que rigen sus relaciones
de necesidad, a prácticas de pura for- con el mundo visible; este es un pun-
ma que no puedan comprometer en to capital. Al continuar apoyándonos
nada su conciencia. El hecho de que en la observación, hacemos que la

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Revista Espírita 1866-1869

filosofía sea experimental y no espe- alguien darlas como tales, o porque


culativa. Para combatir las teorías del sean sus deseos personales o produc-
Espiritismo, no basta decir, pues, que tos de su imaginación. Establecido
son falsas: se les debería contraponer ese punto, el Espiritismo sólo podría
hechos que esas teorías fueran impo- perder si se dejara sobrepasar por
tentes para solucionar. E incluso en una doctrina que diera más que él;
ese caso, el Espiritismo siempre se nada hay que temer de aquellas que
mantendrá a la altura, porque sería den menos y supriman lo que hace la
contrario a su esencia obstinarse en fuerza y la principal atracción del Es-
una idea falsa y porque siempre se piritismo.
esforzará para subsanar las lagunas Aunque el Espiritismo no haya
que pueda presentar, ya que no tiene dicho todo todavía, es, sin embargo,
la pretensión de haber llegado al apo- una cierta suma de verdades adqui-
geo de la verdad absoluta. Esa mane- ridas por medio de la observación
ra de considerar al Espiritismo no es y que constituyen la opinión de la
nueva; se la puede ver formulada en inmensa mayoría de los adeptos; y si
nuestras obras desde siempre. Pues- esas verdades hoy en día han pasado
to que el Espiritismo no se declara ni a la condición de artículos de fe, para
estacionario ni inmutable, asimilará servirnos de una expresión empleada
todas las verdades que se demues- irónicamente por algunos, no es ni
tren, de cualquier parte que vengan, por nosotros, ni por nadie, ni siquiera
aunque sea de la de sus antagonistas, por nuestros Espíritus instructores
y jamás quedará rezagado con rela- que han sido establecidas así, y
ción al progreso real. Asimilará esas mucho menos impuestas, sino por la
verdades, decimos, pero únicamente adhesión de todo el mundo, y cada
cuando estén demostradas claramen- uno puede constatar esas verdades.
te, y no porque se le haya antojado a Si, pues, una secta se formara en

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Colección de Textos de Allan Kardec

oposición a las ideas consagradas por hechos, no puede ser derribado por
la experiencia y admitidas, de mane- una teoría; al mantenerse constan-
ra general, como principios no podría temente en el nivel de las ideas pro-
conquistar las simpatías de la mayo- gresivas, no podrá ser sobrepasado;
ría, cuyas convicciones contrariaría. al apoyarse en el sentimiento de la
Su existencia efímera se extinguiría mayoría, satisface las aspiraciones de
con su fundador, tal vez incluso antes, un número más grande de personas;
o, por lo menos, con los pocos adeptos fundado sobre esas bases, es impere-
que habría podido reunir. Suponga- cedero, pues allí está su fuerza.
mos al Espiritismo repartido en diez, Allí está también la causa del fra-
en veinte sectas, aquella que tendrá la caso de las tentativas hechas para po-
supremacía y la mayor vitalidad será nerle obstáculos. Hay ideas relaciona-
naturalmente aquella que dé la suma das con el Espiritismo profundamente
más grande de satisfacciones morales, antipáticas a la opinión general y que
que colme el número más grande de ésta rechaza instintivamente; cons-
vacíos del alma, que esté fundada en truir sobre esas ideas, como punto de
las pruebas más positivas y que me- apoyo, un edificio o expectativas cua-
jor se ponga al unísono con la opinión lesquiera es colgarse inhábilmente a
general. ramas rotas. He aquí a qué se redu-
Ahora bien, el Espiritismo, al to- cen aquellos que, al no haber podido
mar como punto de partida de todos derribar al Espiritismo por la fuerza,
sus principios la observación de los intentan derribarlo por sí mismo.

25
Revista Espírita 1866-1869

2 – Introducción al estudio de los fluidos espirituales


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
9.o año, n.o 3, marzo de 1866

I nosotros estudiar este material, ob-

L os fluidos espirituales desem-


peñan un papel importante en
todos los fenómenos espíritas, me-
servarlo, analizarlo, coordinarlo y po-
nerlo en práctica. Es lo que los Espíri-
tus han hecho para la constitución de
jor dicho, son el propio principio de la Doctrina, y han actuado del mismo
esos fenómenos. Hasta el momento, modo con respecto a los fluidos. En
las personas se han limitado a decir mil lugares diversos, de nuestro co-
que tal efecto es el resultado de una nocimiento, han esbozado el estudio
acción fluídica; pero ese dato general, de los fluidos. Por todas partes, en-
suficiente al inicio, ya no lo es cuando contramos algunos hechos, algunas
se quieren escrutar los detalles. Ini- explicaciones, una teoría parcial, una
cialmente, los Espíritus sabiamente idea, pero en ningún lugar un trabajo
han limitado su enseñanza; más tar- general completo. ¿Por qué eso? ¿Es
de, han llamado la atención sobre esa incapacidad de parte de ellos? No,
importante cuestión de los fluidos, y sin duda alguna, porque lo que ellos
no es en un único centro en el que la hubieran podido hacer como perso-
han tratado: es casi en todas partes. nas lo pueden hacer, con más fuerte
Sin embargo, los Espíritus no vie- razón, como Espíritus. Pero, como lo
nen a traernos esa ciencia, más que hemos dicho, es porque los Espíri-
ninguna otra, completamente lista. tus no vienen, por ningún motivo, a
Nos dan indicaciones, nos propor- librarnos del trabajo de la inteligen-
cionan material. Nos corresponde a cia, sin el cual nuestras fuerzas, al

26
Colección de Textos de Allan Kardec

quedar inactivas, se debilitarían, pues persona o de un Espíritu, sino el pro-


nos parecería cómodo que trabajaran ducto de observaciones múltiples, que
en lugar de nosotros. extraen su autoridad de la concordan-
Por lo tanto, se les deja el trabajo cia que existe entre ellas.
a las personas. Pero, como son limita- Debido al motivo que acabamos
dos el tiempo, la inteligencia, la vida de expresar, no podríamos pretender
de ellas, no está dado a nadie elaborar que sea dicha acá la última palabra.
todo lo que es necesario para la cons- Como lo hemos mencionado, los Es-
titución de una ciencia. Es por eso que píritus gradúan sus enseñanzas y
no hay una única ciencia que sea, en las proporcionan según la suma y la
todas las piezas, la obra de una sola madurez de las ideas adquiridas. Por
persona; tampoco hay un descubri- lo tanto, no se podría dudar de que,
miento cuyo primer inventor lo haya más tarde, indiquen nuevas observa-
llevado a la perfección. A cada edifi- ciones; pero, hoy en día, hay elemen-
cio intelectual, varias personas y va- tos suficientes para formar un cuerpo
rias generaciones le han aportado su metódico, que se completará ulterior
contingente de investigaciones y ob- y gradualmente.
servaciones. El encadenamiento de los hechos
Así sucede con la cuestión que nos obliga a tomar nuestro punto de
nos ocupa, cuyas diversas partes han partida desde lo más alto, a fin de
sido tratadas separadamente, lue- proceder de lo conocido a lo descono-
go reunidas en un cuerpo metódi- cido.
co, cuando se pudo hacer acopio de II
material suficiente. A esa parte de la Todo se enlaza en la obra de la
Ciencia Espírita se la considera, des- creación. Antiguamente, se conside-
de entonces, ya no más una concep- raba a los tres reinos como comple-
ción sistemática individual, de una tamente independientes uno del otro

27
Revista Espírita 1866-1869

y se hubieran reído de aquel que hu- Química nos muestra todos los cuer-
biera pretendido encontrar una corre- pos de la naturaleza formados de esos
lación entre el mineral y el vegetal, elementos combinados en diversas
entre el vegetal y el animal. Una obser- proporciones. Es de la variedad infi-
vación atenta ha hecho desaparecer la nita de esas combinaciones que nacen
solución de continuidad y ha proba- las innumerables propiedades de los
do que todos los cuerpos forman una diferentes cuerpos. Es así, por ejem-
cadena no interrumpida; de tal suerte plo, que una molécula de gas oxígeno
que los tres reinos sólo subsisten, en y dos de gas hidrógeno, combinadas,
realidad, debido a las características forman el agua. En su transformación
generales más marcadas; pero, en sus en agua, el oxígeno y el hidrógeno
límites respectivos, se confunden al pierden sus cualidades individuales;
punto que uno vacila en saber dónde ya no hay, propiamente hablando,
termina el uno y dónde empieza el oxígeno e hidrógeno, sino agua. Al
otro y en cuál de ellos se deben situar descomponer el agua, se vuelve a en-
ciertos seres; tales son, por ejemplo, contrar los dos gases en las mismas
los zoófitos o animales plantas, así proporciones. Si, en lugar de una mo-
denominados porque se parecen a la lécula de oxígeno, hay dos, es decir,
vez a un animal y a una planta. dos de cada gas, ya no es agua, sino
Lo mismo sucede en lo que con- un líquido muy corrosivo. Por lo tan-
cierne a la composición de los cuer- to, basta un simple cambio en la pro-
pos. Por mucho tiempo, los cuatro porción de uno de los elementos para
elementos sirvieron de base a las transformar una sustancia saludable
ciencias naturales. Cayeron ante los en una sustancia venenosa. Por una
descubrimientos de la Química mo- operación inversa, si los elementos
derna, que ha reconocido un número de una sustancia deletérea, del arsé-
indeterminado de cuerpos simples. La nico, por ejemplo, son combinados

28
Colección de Textos de Allan Kardec

simplemente en otras proporciones, Esas composiciones y esas des-


sin adición ni supresión de ninguna composiciones se obtienen artificial-
otra sustancia, ella se volverá inofen- mente y en pequeña dimensión en los
siva o incluso saludable. Hay más: va- laboratorios, pero se efectúan en gran
rias moléculas reunidas, de un mismo dimensión y espontáneamente en
elemento, disfrutarán de propiedades el gran laboratorio de la naturaleza.
diferentes, según el modo de agrega- Bajo la influencia del calor, de la luz,
ción y las condiciones del medio en el de la electricidad, de la humedad, un
que se encuentran. El ozono, reciente- cuerpo se descompone, sus elementos
mente descubierto en la atmósfera, es se separan, otras combinaciones se
un ejemplo de eso. Se ha reconocido efectúan y nuevos cuerpos se forman.
que esa sustancia no es otra que el Así, una misma molécula de oxígeno,
oxígeno, uno de los principales cons- por ejemplo, que hace parte de nues-
tituyentes del aire, en un estado par- tro propio cuerpo, después de la des-
ticular, que le da propiedades distin- trucción de éste, entra en la compo-
tas del oxígeno propiamente dicho. El sición de un mineral, de una planta,
aire no deja de estar formado siempre o de un cuerpo animado. En nuestro
de oxígeno y de nitrógeno, pero sus cuerpo actual, se encuentran, pues,
cualidades varían según contenga las mismas partículas de materia que
una cantidad mayor o menor de oxí- han sido partes constituyentes de una
geno en el estado de ozono. multitud de otros cuerpos.
Esas observaciones, que parecen Citemos un ejemplo para volver
extrañas a nuestro asunto, sin embar- la cosa más clara.
go se relacionan con él de una manera Una pequeña semilla es puesta en
directa, como se verá más tarde. Son, la tierra, brota, crece y se vuelve un
además, esenciales como puntos de gran árbol, que, cada año, da hojas,
comparación. flores y frutos. ¿Quiere decir que todo

29
Revista Espírita 1866-1869

ese árbol se encontraba en la semilla? disminución, se transforma y, como


Seguramente no, pues el árbol con- consecuencia de esas transformacio-
tiene una cantidad de materia mucho nes sucesivas, la proporción de las di-
más considerable. ¿De dónde le ha versas sustancias siempre está en can-
venido, por lo tanto, esa materia? De tidad suficiente para las necesidades
líquidos, sales, gases que la planta ha de la naturaleza. Supongamos, en el
extraído de la tierra y del aire, que se fenómeno de la vegetación, que, por
han infiltrado en su tronco y que, poco ejemplo, una cantidad dada de agua
a poco, han aumentado su volumen. se descomponga, a fin de propiciar
Pero ni en la tierra ni en el aire se en- oxígeno e hidrógeno necesarios para
cuentran hojas, flores, frutos y made- la formación de las diversas partes de
ra. Es que esos mismos líquidos, sales la planta; es una cantidad de agua que
y gases, en el acto de absorción, se han disminuye de la masa total; pero esas
descompuesto; sus elementos han su- partes de la planta, cuando en su des-
frido nuevas combinaciones que los composición, liberan el oxígeno y el
han transformado en savia, madera, hidrógeno que contenían; esos gases,
corteza, hojas, flores, frutos, esencias al combinarse entre ellos, van a for-
volátiles odoríferas, etc. Esas mismas mar de nuevo una cantidad de agua
partes, a su vez, van a destruirse, a equivalente a la que había desapare-
descomponerse; sus elementos van cido.
a mezclarse de nuevo con la tierra y Un hecho que es oportuno seña-
el aire; van a recomponer las sustan- lar acá es que el ser humano, que pue-
cias necesarias para la fructificación; de efectuar artificialmente las compo-
van a ser absorbidos, descompuestos siciones y las descomposiciones que
y transformados otra vez en savia, se efectúan espontáneamente en la
madera, corteza, etc. En suma, la ma- naturaleza, es impotente para recons-
teria no experimenta ni aumento, ni tituir el mínimo cuerpo organizado,

30
Colección de Textos de Allan Kardec

aunque sólo se trate de una brizna de tener una potencia muy grande. El ca-
hierba o de una hoja muerta. Después lor divide los cuerpos más duros, los
de haber descompuesto un mineral, reduce a vapor y les da a los líquidos
puede formarlo de nuevo en todas evaporados una fuerza de expansión
sus partes, tal como era anteriormen- irresistible. El choque eléctrico rom-
te; pero cuando ha separado los ele- pe los árboles y las piedras, curva las
mentos de una partícula de materia barras de hierro, funde los metales,
vegetal o animal, no la puede recons- transporta a lo lejos masas enormes.
tituir, menos aún darle vida. Su po- El magnetismo le da al hierro un po-
der se detiene en la materia inerte: el der de atracción capaz de sostener
principio de la vida está en la mano pesos considerables. La luz no posee
de Dios. ese tipo de fuerza, pero ejerce una ac-
La mayoría de los cuerpos sim- ción química sobre la mayoría de los
ples se llaman ponderables, porque se cuerpos y, bajo su influencia, se efec-
puede medir su peso, y ese peso está túan incesantemente composiciones y
en la proporción de la suma de molé- descomposiciones. Sin la luz, los ve-
culas que estén contenidas en un vo- getales y los animales se debilitan, y
lumen dado. Otros son llamados im- los frutos no tienen ni sabor ni colo-
ponderables, porque no tienen ningún ración.
peso para nosotros y porque, si se III
acumulan en otro cuerpo en determi- Todos los cuerpos de la natura-
nada cantidad, no aumentan el peso leza, minerales, vegetales, animales,
de ese cuerpo. Son: el calor, la luz, la animados o inanimados, sólidos, lí-
electricidad, el fluido magnético o del quidos o gaseosos, están formados,
imán; este último es sólo una variedad por lo tanto, de los mismos elemen-
de la electricidad. Aunque son im- tos, combinados de manera que pro-
ponderables, esos fluidos no dejan de duzcan la infinita variedad de los

31
Revista Espírita 1866-1869

diferentes cuerpos. La ciencia va más cuerpos ponderables.


lejos hoy en día; sus investigaciones La Química nos hace penetrar en
la conducen poco a poco a la gran ley la constitución íntima de los cuerpos;
de la unidad. Actualmente, se admite, pero, experimentalmente hablando,
casi de manera general, que los cuer- no va más allá de los cuerpos consi-
pos considerados simples sólo son derados como simples. Sus medios de
modificaciones, transformaciones de análisis son impotentes para aislar el
un elemento único, principio univer- elemento primigenio y determinar su
sal designado con los nombres de éter, esencia. Ahora bien, entre ese elemen-
fluido cósmico o fluido universal; de tal to en su pureza absoluta y el punto en
manera que, según el modo de agre- el que se detienen las investigaciones
gación de las moléculas de ese fluido, de la ciencia, el intervalo es inmen-
y bajo la influencia de circunstancias so. Razonando por analogía, se lle-
particulares, éste adquiere propieda- ga a la conclusión de que, entre esos
des específicas, que constituyen los dos puntos extremos, ese fluido debe
cuerpos simples. Esos cuerpos sim- sufrir modificaciones que escapan a
ples, combinados entre ellos en diver- nuestros instrumentos y a nuestros
sas proporciones, forman, como lo he- sentidos materiales. Vamos a intentar
mos dicho, la innumerable variedad penetrar en ese campo nuevo, hasta
de los cuerpos compuestos. Según ahora cerrado a la exploración.
esa opinión, el calor, la luz, la electri- IV
cidad y el magnetismo, igualmente, Hasta este momento, sólo se te-
sólo serían modificaciones del fluido nían ideas muy incompletas sobre
primigenio universal. Así, ese fluido, el mundo espiritual o invisible. Se
que, según toda probabilidad, es im- imaginaba a los Espíritus como seres
ponderable, sería a la vez el principio fuera de la humanidad; los ángeles
de los fluidos imponderables y de los eran también criaturas aparte, de una

32
Colección de Textos de Allan Kardec

naturaleza más perfecta. En cuanto En segundo lugar, nos enseña que


al estado de las almas después de la las almas pasan alternativamente del
muerte, los conocimientos no eran estado de la encarnación al errático;
más precisos. La opinión más general que, en ese último estado, constitu-
hacía de ellas seres abstractos, que no yen la población invisible del globo,
mantenían relación con los vivos, fue- al cual quedan vinculadas hasta que
ran quienes fueran, y, según la Doc- hayan adquirido el desarrollo inte-
trina de la Iglesia, dispersos en la in- lectual y moral que comprende la na-
mensidad, en las beatitudes del Cielo turaleza de ese globo; luego de ello,
o en las tinieblas del Infierno. Ade- lo dejan para pasar a un mundo más
más, al detenerse las observaciones avanzado.
de la ciencia en la materia tangible, Mediante la muerte del cuerpo, la
resultaba, entre el mundo corporal y humanidad corporal provee de almas
el mundo espiritual, un abismo que o Espíritus al mundo espiritual; con los
parecía excluir todo acercamiento. Es nacimientos, el mundo espiritual ali-
ese abismo que nuevas observaciones menta el mundo corporal. Por lo tanto,
y el estudio de fenómenos todavía hay una transmutación o un vertimien-
poco conocidos vienen a colmar, por to incesante de uno en el otro. Esa re-
lo menos en parte. lación constante les vuelve solidarios,
El Espiritismo nos enseña, en pri- pues son los mismos seres que entran
mer lugar, que los Espíritus son las al- en nuestro mundo y que salen de él
mas de las personas que vivieron en la
Tierra; que progresan incesantemente
y que los ángeles son esas mismas al-
«los Espíritus son las
mas o Espíritus que han llegado a un almas de las personas que
estado de perfección que les acerca a vivieron en la Tierra»
la Divinidad.

33
Revista Espírita 1866-1869

individual. El alma es el principio in-


teligente considerado aisladamente;
«el alma está revestida es la fuerza actuante y pensante que
de un envoltorio o sólo podemos concebir aislada de la
cuerpo fluídico, que materia como una abstracción. Re-
hace de ella, después vestida de su envoltorio fluídico, o
de la muerte del cuerpo periespíritu, el alma constituye al ser
llamado Espíritu, como cuando estan-
material, como antes,
do revestida del envoltorio corporal
un ser distinto, constituye al hombre; por otro lado,
circunscrito e si bien, en el estado de Espíritu, dis-
individual» fruta de propiedades y de facultades
específicas, el alma no ha dejado de
alternativamente. Está allí un primer pertenecer a la humanidad. Los Espí-
elemento de unión, un punto de con- ritus son, pues, seres semejantes a no-
tacto que ya disminuye la distancia sotros, ya que cada uno de nosotros
que parecía separar el mundo visible se transforma en Espíritu después de
del mundo invisible. la muerte de nuestro cuerpo y ya que
La naturaleza íntima del alma, es cada Espíritu vuelve a transformarse
decir, del principio inteligente, fuen- en hombre por medio del nacimiento.
te del pensamiento, escapa comple- Ese envoltorio no es el alma, pues
tamente a nuestras investigaciones. no piensa; es solamente una vesti-
Pero se sabe, ahora, que el alma está menta. Sin el alma, el periespíritu, del
revestida de un envoltorio o cuerpo mismo modo que el cuerpo, es una
fluídico, que hace de ella, después de materia inerte privada de vida y de
la muerte del cuerpo material, como sensaciones. Decimos materia porque,
antes, un ser distinto, circunscrito e en efecto, el periespíritu, aunque es

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Colección de Textos de Allan Kardec

de una naturaleza etérea y sutil, no mentales para los Espíritas, era útil
deja de ser materia, así como los flui- recordarlos para la comprensión de
dos imponderables, y, además, mate- las explicaciones subsecuentes y la
ria de la misma naturaleza y del mismo asociación de las ideas.
origen de la materia tangible más grosera, Algunas personas han puesto en
como veremos luego. duda la utilidad del envoltorio peries-
El alma se reviste del periespíritu piritual del alma y, por consiguiente,
no solamente en el estado de Espíritu; su existencia. El alma, dicen, no tie-
es inseparable de ese envoltorio, que ne necesidad de intermediario para
la sigue tanto en la encarnación como actuar sobre el cuerpo y, una vez se-
en el estado errático. En la encarna- parada del cuerpo, él es un accesorio
ción, él es el lazo que la une al envol- superfluo.
torio corporal, el intermediario por Contestamos, en primer lugar,
medio del cual el alma actúa sobre los que el periespíritu no es una creación
órganos y percibe las sensaciones de imaginaria, una hipótesis inventada
las cosas exteriores. Durante la vida, el para llegar a una solución; su exis-
fluido periespiritual se identifica con tencia es un hecho constatado por la
el cuerpo y penetra en todas las par- observación. En cuanto a su utilidad,
tes de él; en la muerte, se libera de él;
el cuerpo privado de vida se disuelve,
«el cuerpo privado de
pero el periespíritu, siempre unido al
alma, es decir, al principio vivificante,
vida se disuelve,
no perece; únicamente, el alma, en lu- pero el periespíritu,
gar de dos envoltorios, sólo conserva siempre unido al alma,
uno: el más liviano, el que está más en es decir, al principio
armonía con su estado espiritual. vivificante, no perece»
Aunque esos principios sean ele-

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Revista Espírita 1866-1869

sea durante la vida, sea después de y mucho menos de su origen. Como


la muerte, es necesario admitir que, envoltorio del Espíritu después de la
ya que el periespíritu existe, es que muerte, ha sido presentido desde la
sirve para algo. Aquellos que ponen más alta antigüedad. Todas las teogo-
en duda su utilidad son como un in- nías atribuyen a los seres del mundo
dividuo que, al no comprender las invisible un cuerpo fluídico. San Pa-
funciones de ciertos engranajes en blo dice, en términos precisos, que
un mecanismo, concluyera que sólo renacemos con un cuerpo espiritual (1.a
sirven para complicar la máquina sin ep. a los Corintios, cap. XV, V, de 35 a
necesidad. No ve que si una mínima 44 y 50).
pieza fuera suprimida, todo se desor- Sucede lo mismo con todas las
ganizaría. ¡Cuántas cosas, en el gran grandes verdades que tienen como
mecanismo de la naturaleza, parecen fundamento las leyes de la naturale-
inútiles a los ojos del ignorante e in- za y de las que, en todas las épocas,
cluso de ciertos sabios, que creen, de las personas geniales han tenido la
buena fe, que, si hubieran sido encar- intuición. Es así que, desde antes de
gados de la construcción del univer- nuestra era, sabios filósofos habían
so, lo habrían hecho mucho mejor! presentido la redondez de la Tierra y
El periespíritu es uno de los en- su movimiento de rotación, lo que no
granajes más importantes del orga- le quita nada al mérito de Copérnico
nismo. La ciencia lo ha observado en y de Galileo, incluso al suponerse que
algunos de sus efectos y se lo ha desig- esos últimos hubieran aprovechado
nado sucesivamente con el nombre de las ideas de sus antepasados. Gracias
fluido vital, fluido o influjo nervioso, a los trabajos de ellos, lo que sólo era
fluido magnético, electricidad animal, una opinión individual, una teoría
etc., sin darse cuenta exactamente de incompleta y sin prueba, desconocida
su naturaleza y de sus propiedades por las masas, se volvió una verdad

36
Colección de Textos de Allan Kardec

científica, práctica y popular. envoltorio fluídico, a la vez semima-


La doctrina del periespíritu está terial y semiespiritual, de ese mismo
en ese mismo caso; el Espiritismo no principio. Durante la vida terrestre,
la ha descubierto primero. Pero, del el ser corporal y el ser espiritual se
mismo modo que Copérnico para el confunden y actúan de común acuer-
movimiento de la Tierra, la ha estu- do; la muerte del cuerpo no hace sino
diado, demostrado, analizado, defi- separarlos. La relación entre esos dos
nido y extraído fecundos resultados. estados es tal y reaccionan uno sobre
Sin los estudios modernos más com- el otro con tanta fuerza que llegará un
pletos, esa gran verdad, como mu- día en el que se reconocerá que el es-
chas otras, todavía se encontraría en tudio de la historia natural del ser hu-
estado de letra muerta. mano no podrá estar completo sin el
VI estudio del envoltorio periespiritual,
El periespíritu es el elemento de es decir, sin poner un pie en el domi-
unión que vincula el mundo espiri- nio del mundo invisible.
tual al mundo corporal. El Espiritis- Ese acercamiento es aún más
mo nos muestra esos mundos en una grande cuando se observan el ori-
relación tan íntima y tan constante gen, la naturaleza, la formación y las
que de uno al otro la transición es casi
imperceptible. Ahora bien, del mismo
«el estudio de la
modo que, en la naturaleza, el reino
vegetal se relaciona con el reino ani-
historia natural del ser
mal por medio de seres semivegetales y humano no podrá estar
semianimales, el estado corporal se re- completo sin el estudio
laciona con el estado espiritual no so- del envoltorio
lamente por el principio inteligente, periespiritual»
que es el mismo, sino también por el

37
Revista Espírita 1866-1869

propiedades del periespíritu, obser- el oxígeno, el hidrógeno, el nitróge-


vación que se deriva naturalmente no y el carbono; en otras palabras, el
del estudio de los fluidos. cuerpo se volatizará. Esos cuatro ele-
VII mentos llevados a su estado primi-
Está reconocido que todas las genio por una nueva y más completa
materias animales tienen como prin- descomposición, si nuestros medios
cipios constituyentes el oxígeno, el de análisis lo permitieran, darían el
hidrógeno, el nitrógeno y el carbono, fluido cósmico. Ese fluido, al ser el
combinados en diferentes proporcio- principio de toda materia, es él mis-
nes. Ahora bien, como lo hemos dicho, mo materia, aunque en un estado
esos cuerpos simples tienen ellos mis- completo de eterización.
mos un principio único, que es el flui- Un fenómeno análogo ocurre en
do cósmico universal; por sus diversas la formación del cuerpo fluídico o
combinaciones, ellos forman todas las periespíritu: es igualmente una con-
variedades de sustancias que compo- densación del fluido cósmico alrede-
nen el cuerpo humano, el único del dor del foco de inteligencia, o alma.
cual hablamos acá, aunque sucede lo Pero acá la transformación molecular
mismo con respecto a los animales y a se efectúa de diferente modo, pues el
las plantas. Resulta que el cuerpo hu- fluido conserva su imponderabilidad
mano sólo es, en realidad, una especie y sus cualidades etéreas. El cuerpo
de concentración, de condensación o, periespiritual y el cuerpo humano tie-
si se quiere, de solidificación del flui- nen, pues, su fuente en el mismo flui-
do universal, como el diamante es do; uno y otro son materia, aunque
una solidificación del gas carbónico. en dos estados diferentes. Por lo tan-
En efecto, supongamos la desagre- to, tenemos razón al decir que el pe-
gación completa de todas las molé- riespíritu es de la misma naturaleza y
culas del cuerpo. Reencontraremos del mismo origen que la materia más

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Colección de Textos de Allan Kardec

grosera. Como se ve, no hay nada de materia, sino que es espiritual e in-
sobrenatural, ya que él se vincula, por material como Dios. Él dijo: «un alma
su principio, a las cosas de la natura- viviente», para especificar que úni-
leza, de las cuales sólo es una varie- camente en ella está el principio de la
dad. vida, mientras que el cuerpo, forma-
Como el fluido universal es el do de materia, por sí mismo no vive.
principio de todos los cuerpos de la Estas palabras «a Su semejanza» impli-
naturaleza, animados o inanimados, can una similitud y no una identidad. Si
y, por consiguiente, de la tierra, de Moisés hubiera considerado el alma
las piedras, Moisés estaba en lo cier- como una porción de la Divinidad, ha-
to cuando dijo: «Dios formó el cuerpo bría dicho: «Dios la animó dándole
del hombre del limo de la tierra». Lo un alma extraída de Su propia sustan-
que no quiere decir que Dios tomó la cia», tal como dijo que el cuerpo era
tierra, la amasó y modeló el cuerpo extraído de la tierra.
del ser humano, como se modela una Esas reflexiones son una respues-
estatua con arcilla, tal como han creí- ta a las personas que acusan al Espiri-
do aquellos que toman las palabras tismo de materializar el alma, porque
bíblicas al pie de la letra, sino que el le da un envoltorio semimaterial.
cuerpo estaba formado de los mismos VIII
principios o elementos que el limo de En el estado normal, el periespí-
la tierra, o que habían servido para ritu es invisible a nuestros ojos e im-
formar el limo de la tierra. palpable a nuestro tacto, tal como lo
Moisés agregó: «Y Él le dio un son una infinidad de fluidos y gases.
alma viviente, hecha a Su semejanza». Sin embargo, la invisibilidad, la im-
Él hace, así, una distinción entre el palpabilidad e incluso la imponde-
alma y el cuerpo; indica que el alma rabilidad del fluido periespiritual no
es de una naturaleza diferente, no es son absolutas; es por eso que decimos

39
Revista Espírita 1866-1869

en el estado normal. Sufre, en ciertos ca- ración, sin pretender que haya simili-
sos, sea tal vez una condensación más tud de causa y de efecto.
grande, sea una modificación molecu- IX
lar de una naturaleza específica, que Algunas personas han criticado
le vuelve momentáneamente visible la calificación de semimaterial dada al
o tangible; es así que se producen las periespíritu, diciendo que una cosa es
apariciones. Sin que haya aparición, materia o no lo es. Aunque se admi-
muchas personas sienten la impresión tiera que la expresión fuera inadecua-
fluídica de los Espíritus por medio de da, se la necesitaría tomar en razón de
la sensación del tacto, lo que es el in- la ausencia de un término específico
dicio de una naturaleza material. para expresar ese estado particular de
Cualquiera que sea la manera en la materia. Si existiera un término más
la que se efectúe la modificación ató- adecuado para esto, los críticos debe-
mica del fluido, no hay cohesión tal rían haberlo indicado. El periespíritu
como en los cuerpos materiales. La es materia, como acabamos de ver,
apariencia se forma instantáneamente filosóficamente hablando, y por su
y se disipa igualmente, lo que explica esencia íntima; nadie podría ponerlo
las apariciones y las desapariciones en duda. Pero no tiene las propieda-
súbitas. Las apariciones, al ser el pro- des de la materia tangible, tal como se
ducto de un fluido material invisible, la concibe ordinariamente; no puede
vuelto visible a consecuencia de un ser sometido al análisis químico; pues,
cambio momentáneo en su constitu- si bien tiene el mismo principio que la
ción molecular, no son más sobrena- carne y el mármol y puede tomar su
turales que los vapores vueltos alter- apariencia, no es, en realidad, ni car-
nativamente visibles o invisibles por ne ni mármol. Por su naturaleza eté-
la condensación o la rarefacción. Cita- rea, posee, a la vez, materialidad, de-
mos el vapor como punto de compa- bido a su sustancia, y espiritualidad,

40
Colección de Textos de Allan Kardec

debido a su impalpabilidad, y la pala- Cada uno de esos dos estados da


bra semimaterial no sería más ridícula lugar, necesariamente, a fenómenos
que semidoble y tantas otras, pues se específicos; al segundo pertenecen
puede decir también que algo es do- aquellos del mundo visible y al pri-
ble o no lo es. mero, aquellos del mundo invisible.
X Los llamados fenómenos materiales son
El fluido cósmico, como princi- de competencia de la ciencia propia-
pio elemental universal, ofrece dos mente dicha; los otros, calificados de
estados distintos: el de la eterización fenómenos espirituales, porque se re-
o imponderabilidad, que se puede lacionan con la existencia de los Es-
considerar como el estado normal píritus, son de competencia del Es-
primigenio, y el de la materializa- piritismo; pero tienen entre ellos tan
ción o de ponderabilidad, que sólo numerosos puntos de contacto que
le es, de alguna manera, consecutivo. sirven para esclarecerse mutuamente
El punto intermedio es aquél de la y, como lo hemos dicho, el estudio de
transformación del fluido en materia unos no podría estar completo sin el
tangible; pero, acá aún, no hay tran- estudio de los otros.
sición brusca, pues se pueden con- Es a la explicación de esos últimos
siderar nuestros fluidos imponde- que conduce el estudio de los fluidos,
rables como un término medio entre del que haremos, ulteriormente, el
los dos estados. asunto de un trabajo específico.

41
Revista Espírita 1866-1869

3 – El Espiritismo sin los Espíritus


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
9.o año, n.o 4, abril de 1866

H emos visto, últimamente, que


una secta ha intentado formarse
enarbolando como bandera: «La ne-
hoy en día, por algunos de aquellos
que, en otro tiempo, exaltaron la im-
portancia y la sublimidad de las en-
gación de la oración». Acogida, en sus señanzas espíritas y que se enorgulle-
inicios, con un sentimiento general de cían de lo que recibían ellos mismos
reprobación, ni siquiera pudo sobre- como médiums. ¿Esta secta tiene más
vivir. Las personas y los Espíritus se posibilidad de éxito que la anterior?
unieron para rechazar una doctrina Es lo que vamos a examinar en algu-
que era a la vez una ingratitud y una nas palabras.
rebeldía hacia la Providencia. Eso no Esta doctrina, si se le puede dar
era difícil, pues, al ofender el senti- ese nombre a una opinión limitada a
miento íntimo de la inmensa mayo- algunas individualidades, se basa en
ría, esa secta traía en sí su principio los datos siguientes.
destructor (Revista Espírita, enero de «Los Espíritus que se comunican
1866)1. no son sino Espíritus comunes que,
He aquí, ahora, otra secta, que se hasta hoy, no nos han enseñado nin-
pone a prueba en un nuevo terreno. guna verdad nueva y que prueban su
Tiene como lema: «No más comunicacio- incapacidad al no salir de las banalida-
nes de los Espíritus». Es bastante singu- des de la moral. El criterio que se pre-
lar que esta opinión sea preconizada, tende establecer sobre la concordancia

1
N. de la T.: ver el capítulo 1 de este libro.

42
Colección de Textos de Allan Kardec

de la enseñanza de ellos es ilusorio, idea elevada de la superioridad de


debido a una consecuencia natural de la lógica de las personas sobre la de
la mediocridad de los Espíritus. Le los Espíritus. Gracias a estos últimos,
corresponde al ser humano sondear sabemos que aquellos del orden más
los grandes misterios de la naturaleza elevado pertenecieron a la humani-
y someter lo que dicen los Espíritus al dad corporal y la superaron desde
control de su propia razón. Al no po- hace mucho tiempo, como el gene-
der las comunicaciones de los Espíri- ral superó la categoría de soldado,
tus enseñarnos nada, las proscribimos de donde había salido. Sin los Espí-
de nuestras reuniones. Discutiremos ritus, estaríamos todavía en la creen-
entre nosotros; investigaremos y de- cia de que los ángeles son criaturas
cidiremos, en el ámbito de nuestra sa- privilegiadas y los demonios, criatu-
biduría, los principios que deben ser ras predestinadas al mal por toda la
aceptados o rechazados, sin recurrir eternidad. «No, se dirá, pues ha ha-
al consentimiento de los Espíritus». bido personas que han combatido esa
Observemos que no se trata de idea». Supongamos que sí, ¿pero qué
negar el hecho de las manifestaciones, eran esas personas sino Espíritus en-
sino de establecer la superioridad del carnados? ¿Qué influencia su opinión
juicio de una o de algunas personas aislada ha tenido sobre la creencia de
sobre el de los Espíritus; en suma, las masas? Preguntad al primero que
se trata de librar al Espiritismo de la llega si conoce solamente de nombre a
enseñanza de los Espíritus, debido a la mayoría de esos grandes filósofos;
que las instrucciones de estos últimos mientras que, como los Espíritus vie-
estarían por debajo de lo que puede la nen a manifestarse en toda la super-
inteligencia de las personas. ficie de la Tierra, tanto al más humil-
Esta doctrina conduce a una sin- de como al más poderoso, la verdad
gular consecuencia, que no daría una se ha propagado con la rapidez del

43
Revista Espírita 1866-1869

relámpago. ejemplo, ya no es una luz desde que


Los Espíritus pueden dividirse en es Espíritu; pero, si se reencarnara
dos grandes categorías: aquellos que, como Pedro o Pablo, necesariamente
al haber llegado al más alto punto de con la misma genialidad, ya que nada
la jerarquía, dejaron definitivamente habría perdido, sería un oráculo. Esta
los mundos materiales y los que, por consecuencia es tan rigurosa que los
la ley de la reencarnación, pertenecen partidarios de ese sistema admiten la
todavía al torbellino de la humanidad reencarnación como una de las más
terrena. Admitamos que únicamente grandes verdades. Se deberá inducir
estos últimos tengan el derecho de de eso, en fin, que aquellos que sitúan,
comunicarse con las personas, lo que de muy buena fe, lo suponemos, su
es discutible: entre ellos, hay los que, propia inteligencia en tan alto grado
cuando vivían, fueron personas escla- por encima de la de los Espíritus se-
recidas, cuya opinión tiene autoridad rán ellos mismos nulidades o medio-
y a quienes uno estaría feliz de con- cridades, cuya opinión no tendrá va-
sultar si vivieran todavía. Ahora bien, lor; de tal manera que se debería creer
de esa doctrina anterior resultaría que en lo que dicen hoy, mientras viven,
esas mismas personas superiores se y que ya no se debería creer en ellos
volvieron nulidades o mediocridades mañana, cuando estén muertos, aun-
al pasar para el mundo de los Espíri- que vinieran a decir la misma cosa, y
tus, incapaces de darnos una instruc- mucho menos si vienen a decir que se
ción de algún valor, mientras que uno han engañado.
se inclinaría respetuosamente ante Sé que se objeta la gran dificultad
ellas si se presentaran en carne y hue- de la constatación de la identidad.
so en las mismas asambleas donde Esta cuestión ha sido tratada de ma-
se las rechaza escuchar como Espíri- nera bastante amplia, de modo que es
tus. Resulta, además, que Pascal, por superfluo volver a ella. No podemos

44
Colección de Textos de Allan Kardec

saber, con seguridad, por una prueba Espíritus». Ahora bien, como la razón
material, si el Espíritu que se presenta individual está sujeta al error y el ser
con el nombre de Pascal es realmente humano, de manera bastante general,
el del gran Pascal. ¡Qué nos importa, está inclinado a tomar su propia ra-
si dice cosas buenas! Nos corresponde zón y sus ideas como la única expre-
a nosotros sopesar el valor de sus ins- sión de la verdad, aquel que no tiene
trucciones, no según la forma del len- la orgullosa pretensión de creerse in-
guaje, que se sabe que trae frecuente- falible se somete a la apreciación de
mente la marca de la inferioridad del la mayoría. ¿Él debe, por eso, abdicar
instrumento, sino según la grandeza de su opinión? En absoluto; está per-
y la sabiduría de sus pensamientos. fectamente libre para creer que es el
Un gran Espíritu que se comunica único que tiene razón contra todos,
por un médium poco letrado es como pero no impedirá que la opinión del
un hábil calígrafo que se sirve de una número más grande de personas pre-
mala pluma; el conjunto de la escri- valezca y tenga, en definitiva, más au-
tura traerá el sello de su talento, pero toridad que la opinión de uno solo o
los detalles de ejecución, que no de- de algunos.
penden de él, serán imperfectos. Examinemos, ahora, la cuestión
Jamás el Espiritismo ha dicho que desde otro punto de vista. ¿Quién ha
se debería renunciar a la razón y so-
meterse ciegamente al decir de los «Jamás el Espiritismo
Espíritus. Son los propios Espíritus
ha dicho que se debería
los que nos dicen que pasemos todas
sus palabras por la criba de la lógi-
renunciar a la razón y
ca, mientras que ciertos encarnados someterse ciegamente al
dicen: «No creáis sino en lo que de- decir de los Espíritus»
cimos y no creáis en lo que dicen los

45
Revista Espírita 1866-1869

intenta erigir como sistema la inuti-


lidad de las comunicaciones de los
«sin las comunicaciones
Espíritus. Debemos reconocer que, si
de los Espíritus, éstas no tuvieran la popularidad que
no habría Espiritismo» han adquirido, no se las atacaría, y que
es la prodigiosa difusión de esas ideas
hecho el Espiritismo? ¿Es una con- lo que le suscita tantos adversarios al
cepción humana personal? Todo el Espiritismo. ¿Aquellos que rechazan,
mundo sabe lo contrario. El Espiri- hoy en día, las comunicaciones no se
tismo es el resultado de la enseñanza parecen a esos hijos ingratos que re-
de los Espíritus; de tal suerte que, sin niegan de sus padres y los desprecian?
las comunicaciones de los Espíritus, ¿No es ingratitud hacia los Espíritus,
no habría Espiritismo. Si la Doctrina a quienes esas personas deben lo que
Espírita fuera una simple teoría filo- saben? ¿No es servirse de lo que han
sófica nacida en un cerebro humano, aprendido de ellos para combatirlos,
sólo tendría el valor de una opinión para hacer volver contra ellos, contra
personal; salida de la universalidad sus propios padres, las armas que nos
de la enseñanza de los Espíritus, tiene han dado? Entre los Espíritus que se
el valor de una obra colectiva y es por manifiestan, ¿no es del Espíritu de un
eso mismo que, en tan poco tiempo, padre, de una madre, de seres que nos
se ha propagado por toda la Tierra. son los más queridos, que se reciben
Cada uno recibe por sí mismo, o por esas conmovedoras instrucciones que
sus relaciones cercanas, instrucciones van directamente al corazón? ¿No es
idénticas y la prueba de la realidad de a ellos a quienes se debe el haber sido
las manifestaciones. arrancado de la incredulidad, de las
¡Pues bien! Es en presencia de ese torturas de la duda sobre el futuro?
resultado patente, material, que se ¡Y mientras se disfruta del beneficio,

46
Colección de Textos de Allan Kardec

se reniega de la mano del bienhe- mismo modo que en los escritos de un


chor! pueblo, en el que todo el mundo tie-
¿Qué decir de aquellos que, al ne la libertad de escribir y en el que,
tomar su opinión como si fuera la de sin duda alguna, no todas las produc-
todo el mundo, afirman seriamente ciones literarias son obras maestras.
que, ahora, en ningún lugar se quie- Según las cualidades individuales
ren comunicaciones? ¡Extraña ilusión, de los Espíritus, hay, pues, comuni-
que una mirada lanzada alrededor de caciones buenas por el fondo y por
ellos bastaría para hacerla desvane- la forma, otras que son buenas por el
cer! En lo que respecta a ellos, ¿qué fondo y malas por la forma, otras, en
deben pensar los Espíritus que asisten fin, que nada valen, ni por el fondo ni
a las reuniones en las que se discute si por la forma; nos corresponde a no-
se debe condescender en escucharlos, sotros elegir. No sería más racional
si se debe o no permitirles excepcio- rechazarlas a todas, porque hay al-
nalmente la palabra para complacer gunas malas, que proscribir todas las
a aquellos que tienen la debilidad de publicaciones, porque hay escritores
insistir en recibir sus instrucciones? que escriben banalidades. ¿Los mejo-
Allí se encuentra, sin duda, a Espíri- res escritores, los más grandes genios,
tus ante quienes se caería de rodillas no tienen partes débiles en sus obras?
si, en ese momento, se presentaran a ¿No se hacen colecciones de lo que
la vista. ¿Se ha pensado el precio que mejor han producido? Hagamos lo
se podría pagar por tal ingratitud? mismo con relación a las produccio-
Como los Espíritus tienen la li- nes de los Espíritus, aprovechemos lo
bertad de comunicarse, sin que se que hay de bueno y rechacemos todo
tome en consideración el grado de su lo que es malo; pero, con la finalidad
saber, resulta una gran diversidad en de arrancar la cizaña, no arranquemos
el valor de las comunicaciones, del el buen grano.

47
Revista Espírita 1866-1869

Por lo tanto, consideremos el mañana? Si ese mundo ya no tiene


mundo de los Espíritus como un doble para nosotros los mismos terrores, si
del mundo corporal, como una frac- pensamos, sin pavor, en el pasaje que
ción de la humanidad y digámonos conduce a él, ¿no es a ellos a quienes
que ya no debemos desdeñar oírlos, se lo debemos? ¿Ese mundo está ex-
ahora que están desencarnados, del plorado completamente? ¿Cada día,
mismo modo que no lo hubiéramos no nos revela un aspecto nuevo? ¿Y
hecho cuando estaban encarnados; no es nada saber adónde se va y lo
están siempre en medio de nosotros, que se puede ser al salir de acá? An-
como en otro tiempo; únicamente, es- tiguamente, se entraba en ese mundo
tán detrás del telón, en lugar de estar a tientas y temblando, como en un
delante: he aquí toda la diferencia. precipicio sin fondo; ahora, ese pre-
Pero, se dirá, ¿cuál es el alcance cipicio está resplandeciente de luz y
de la enseñanza de los Espíritus, in- se entra allí alegre; ¡y se osa decir que
cluso en lo que tiene de bueno, si no el Espiritismo nada nos ha enseñado!
sobrepasa lo que las personas pue- (Revista Espírita, agosto de 1865, pági-
den saber por sí mismas? ¿Es cierto na 225: Qué enseña el Espiritismo)2.
que ellos no nos enseñan nada más? Sin duda, la enseñanza de los
¿En su estado de Espíritu, no ven lo Espíritus tiene sus límites: sólo se le
que no podemos ver? Sin ellos, ¿co- debe pedir lo que puede dar, lo que
noceríamos su situación, su manera está en su esencia, en su objetivo pro-
de ser, sus sensaciones? ¿Conocería- videncial, y esa enseñanza da mu-
mos, como lo conocemos hoy en día, cho a aquel que sabe buscar; pero, tal
ese mundo donde estaremos tal vez como está, ¿hemos hecho todas sus

2
N. de la T.: ver el capítulo 19 del libro Revista Espírita -Periódico de Estudios Psicológicos 1862-1865:
Colección de Textos de Allan Kardec.

48
Colección de Textos de Allan Kardec

aplicaciones? Antes de pedirle más, y que se empeñan en mejorar no se


¿hemos sondeado la profundidad de fatigan de recibir buenos consejos.
los horizontes que esa enseñanza nos No busquéis, pues, quitarles ese con-
revela? En cuanto a su alcance, éste se suelo.
afirma por un hecho material, paten- ¿Esta doctrina tiene posibilidades
te, gigantesco, inaudito en los fastos de prevalecer? Como lo hemos dicho,
de la historia: es que ya en su aurora, las comunicaciones de los Espíritus
revoluciona el mundo y pone en con- han fundado al Espiritismo. Recha-
moción a las potencias de la Tierra. zarlas después de haberlas aclamado
¿Cuál es la persona que habría tenido es querer minar al Espiritismo por la
ese poder? base, quitarle sus fundamentos; éste
El Espiritismo tiende a la refor- no puede ser el pensamiento de Es-
ma de la humanidad por medio de la píritas serios y abnegados, pues eso
caridad. Por lo tanto, no es sorpren- sería exactamente como aquel que se
dente que los Espíritus prediquen sin dijera cristiano negando el valor de
cesar la caridad. La predicarán por las enseñanzas del Cristo, bajo el pre-
tanto más tiempo cuanto ésta no haya texto de que Su moral es idéntica a la
arrancado del corazón de las perso- de Platón. Es en esas comunicaciones
nas el egoísmo y el orgullo. Si hay donde los Espíritas han encontrado
aquellos que consideran las comuni- la alegría, el consuelo, la esperanza;
caciones inútiles porque ellas repiten
sin cesar las lecciones de moral, se los
debe felicitar si son suficientemente «El Espiritismo tiende
perfectos para ya no tener necesidad a la reforma de la
de ellas; pero esas personas deben humanidad por medio
considerar que aquellos que no tienen de la caridad»
tanta confianza en su propio mérito

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Revista Espírita 1866-1869

es debido a ellas que han comprendi- Repetimos acá lo que hemos di-
do la necesidad del bien, de la resig- cho sobre la oración: la manera en la
nación, de la sumisión a la voluntad que el Espiritismo debe ganar en in-
de Dios; es debido a ellas que sopor- fluencia es aumentando la suma de
tan con valor las vicisitudes de la las satisfacciones morales que pro-
vida; debido a ellas, no hay más sepa- porciona. Que aquellos que lo consi-
ración real entre ellos y los destinata- deran insuficiente tal como es se es-
rios de sus más tiernos afectos. ¿No es fuercen en dar más que él; pero no es
equivocarse sobre el corazón humano dando menos, quitándole lo que le da
creer que él pueda renunciar a una encanto, fuerza y popularidad que lo
creencia que hace la felicidad? suplantarán.

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Colección de Textos de Allan Kardec

4 – Dios está en todas partes


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
9.o año, n.o 5, mayo de 1866

¿ Cómo Dios, tan grande, tan pode-


roso, tan superior a todo, puede in-
miscuirse en detalles ínfimos, preocu-
trono inaccesible, perdido en la in-
mensidad de los cielos y, porque sus
facultades y sus percepciones son li-
parse de los mínimos actos y de los mitadas, esas personas no compren-
mínimos pensamientos de cada indi- den que Dios pueda o Se digne inter-
viduo? Tal es la pregunta que uno se venir directamente en las cosas más
hace frecuentemente. pequeñas.
En su estado actual de inferiori- En la incapacidad en la que se en-
dad, sólo difícilmente las personas cuentra el ser humano de compren-
pueden comprender a Dios infinito, der la propia esencia de la Divinidad,
porque ellas mismas son restringidas sólo puede formarse de ella una idea
y limitadas. Es por eso que se Lo figu- aproximada por medio de compara-
ran restringido y limitado como ellas. ciones necesariamente muy imperfec-
Se Lo representan como a un ser cir- tas, pero que pueden, por lo menos,
cunscrito y se hacen de Él una imagen mostrarle la posibilidad de lo que, a
a imagen suya. Nuestros cuadros que primera vista, le parece imposible.
Lo pintan con trazos humanos contri- Supongamos un fluido suficiente-
buyen para mantener ese error en la mente sutil como para penetrar en to-
opinión de las masas, que adoran en dos los cuerpos, es evidente que cada
Él más la forma que el pensamiento. molécula de ese fluido producirá en
Para el mayor número de personas, cada molécula de la materia con la que
es un soberano poderoso, sobre un está en contacto una acción idéntica

51
Revista Espírita 1866-1869

y de las percepciones del espíritu.


A consecuencia de la sutileza de ese
«Lo que el Espíritu fluido, los Espíritus penetran en todas
puede realizar tan sólo partes, escrutan nuestros pensamien-
dentro de un límite tos, ven y actúan a distancia. Es a ese
estrecho, Dios, que es fluido, llegado ya a un cierto grado de
infinito, lo realiza en depuración, al que los Espíritus supe-
riores deben el don de la ubicuidad;
proporciones infinitas»
les basta un rayo de su pensamiento
dirigido hacia diversos puntos para
a la que produciría la totalidad del que puedan manifestar allí su presen-
fluido. Es lo que la Química nos mues- cia simultáneamente. La extensión de
tra a cada paso. esa facultad está subordinada al gra-
Al ser ininteligente, ese fluido ac- do de elevación y de depuración del
túa de manera mecánica, solamente Espíritu.
por las fuerzas materiales. Pero, si Pero los Espíritus, por más eleva-
suponemos que ese fluido está dota- dos que sean, son criaturas limitadas
do de inteligencia, de facultades per- en sus facultades, y el poder y la ex-
ceptivas y sensitivas, actuará, ya no tensión de sus percepciones, bajo ese
ciegamente, sino con discernimiento, aspecto, no pueden igualarse a los de
con voluntad y libertad; verá, oirá y Dios. Sin embargo, pueden servirnos
sentirá. de punto de comparación. Lo que el
Las propiedades del fluido peries- Espíritu puede realizar tan sólo den-
piritual pueden darnos una idea de tro de un límite estrecho, Dios, que
eso. Por sí mismo, él no es inteligente, es infinito, lo realiza en proporciones
ya que es materia, pero es el vehículo infinitas. Hay también las siguientes
del pensamiento, de las sensaciones diferencias: la acción del Espíritu es

52
Colección de Textos de Allan Kardec

momentánea y está subordinada a las pensamiento de Dios, es decir, que


circunstancias; en cambio, la de Dios actúe directamente o por intermedio
es permanente; el pensamiento del de un fluido, para facilitar nuestra
Espíritu sólo abarca un tiempo y un comprensión representémonos ese
espacio circunscritos, mientras que el pensamiento bajo la forma concreta
de Dios abarca el universo y la eter- de un fluido inteligente que llena el
nidad. En suma, entre los Espíritus y universo infinito, penetra en todas las
Dios, hay la distancia que va de lo fi- partes de la creación: toda la natura-
nito a lo infinito. leza está sumergida en el fluido divino;
El fluido periespiritual no es el todo está sometido a su acción inteli-
pensamiento del Espíritu, sino su gente, a su previsión, a su solicitud;
agente e intermediario; como es el ni un único ser, por más ínfimo que
fluido el que transmite el pensamien- sea, deja de estar saturado, de alguna
to, está, de alguna manera, impregna- manera, de ese fluido.
do del pensamiento y, en la imposibi- Así, estamos constantemente en
lidad en la que nos encontramos de presencia de la Divinidad. Ni una
aislar el pensamiento, nos parece que sola de nuestras acciones podemos
éste y el fluido no forman más que una sustraer a Su mirada; nuestro pensa-
misma cosa, de la misma manera que miento está en contacto con Su pensa-
el sonido y el aire parecen formar una miento y, con razón, se dice que Dios
sola cosa, de suerte que podemos, por lee en los más profundos pliegues
así decirlo, materializarlo. Del mismo de nuestro corazón; estamos en Él así
modo que decimos que el aire se vuel-
ve sonoro, podríamos, tomando el «estamos constantemente
efecto por la causa, decir que el fluido
en presencia de la
se vuelve inteligente.
Divinidad»
Sea o no sea así con relación al

53
Revista Espírita 1866-1869

como Él está en nosotros, según las pa- raciones literalmente; más tarde, su
labras del Cristo. Para extender Su so- espíritu, más capaz de comprender las
licitud a las más pequeñas criaturas, abstracciones, espiritualiza las ideas
no necesita, pues, lanzar Su mirada materiales. La idea de un fluido uni-
desde lo alto de la inmensidad, tam- versal inteligente, que todo lo pene-
poco abandonar la morada de Su gloria, tra, como serían los fluidos luminoso,
pues esa morada está en todas partes. calórico, eléctrico u otros cualesquie-
Nuestras oraciones, para ser oídas por ra, si fueran inteligentes, tiene como
Él, no tienen necesidad de atravesar objetivo hacer comprender la posibi-
el espacio, tampoco de ser dichas con lidad de Dios de estar en todas par-
voz atronadora, pues nuestros pensa- tes, de ocuparse de todo, de velar así
mientos, penetrados incesantemente mismo por la brizna de hierba como
por Él, en Él se repercuten. por los mundos. Entre Él y nosotros,
La imagen de un fluido inteligen- la distancia se suprime; comprende-
te universal sólo es, evidentemente, mos Su presencia y ese pensamiento,
una comparación, pero capaz de dar cuando nos dirigimos a Él, aumenta
una idea más exacta de Dios que los nuestra confianza, pues ya no pode-
cuadros que Lo representan con fi- mos decir que Dios está muy lejos y
gura de un anciano de barba larga, es demasiado grande para ocuparse
envuelto en un manto. Solamente de nosotros. Pero ese pensamiento,
podemos tomar nuestros puntos de tan consolador para el humilde y la
comparación en las cosas que conoce- persona de bien, es demasiado aterra-
mos. Es por eso que se dice todos los dor para el malo y el orgulloso endu-
días: el ojo de Dios, la mano de Dios, recidos, que esperarían sustraerse a
la voz de Dios, el soplo de Dios, la faz Él gracias a la distancia y que, en ade-
de Dios. En la infancia de la humani- lante, se sentirán bajo la compresión
dad, el ser humano toma esas compa- de Su poder.

54
Colección de Textos de Allan Kardec

Nada impide que se admita, para ser oídos; Él sólo puede querer nues-
el principio de soberana inteligencia, tro bien, es por eso que debemos tener
un centro de acción, un foco principal confianza en Él. He aquí lo esencial;
que irradia sin cesar, inunda el uni- en cuanto a lo demás, esperemos que
verso con sus efluvios, como el sol lo seamos dignos de comprenderlo.
inunda con su luz. ¿Pero dónde está
La visión de Dios
ese foco? Es probable que no esté fijo
en un punto determinado, como no Puesto que Dios está en todas
lo está su acción. Si simples Espíri- partes, ¿por qué no Lo vemos? ¿Lo
tus tienen el don de la ubicuidad, esa veremos al dejar la Tierra? Tales son
facultad en Dios debe ser ilimitada. también las preguntas que las perso-
Al llenar Dios el universo, se podría nas se hacen diariamente. La primera
admitir, como hipótesis, que ese foco es fácil de resolver: nuestros órganos
no tiene necesidad de transportarse y materiales tienen percepciones limita-
que se forma en todos los puntos en los das, que los vuelven impropios para
que Su soberana voluntad considere la visión de ciertas cosas, incluso ma-
oportuno producirse, de modo que se teriales. Por esa razón, ciertos fluidos
podría decir que está en todas partes escapan totalmente a nuestra vista y a
y en ninguna. nuestros instrumentos de análisis. Ve-
Ante esos problemas insondables, mos los efectos de la peste y no vemos
nuestra razón debe humillarse. Dios el fluido que la transporta; vemos los
existe: no podríamos dudar de ello. cuerpos que se mueven bajo la in-
Es infinitamente justo y bueno: esta fluencia de la fuerza de la gravitación
es Su esencia. Su solicitud se extiende y no vemos esta fuerza.
a todo: así lo comprendemos ahora. Las cosas de esencia espiritual
Estando sin cesar en contacto con Él, no pueden ser percibidas por órga-
podemos rogarLe con la seguridad de nos materiales; solamente con la vista

55
Revista Espírita 1866-1869

luz se vuelve cada vez más intensa,


pero todavía no ve el sol. Cuando em-
«la visión de Dios es
pieza a percibirlo, aún está velado,
privilegio de las almas pues el mínimo vapor basta para de-
más depuradas» bilitar su resplandor. Sólo después de
haberse superpuesto completamente
espiritual podemos ver a los Espí- a la capa brumosa y encontrándose
ritus y las cosas del mundo inmate- ya en una atmósfera totalmente pura,
rial; únicamente nuestra alma, pues, lo ve en todo su esplendor.
puede tener la percepción de Dios. Sucede lo mismo con aquél cuya
¿Lo ve inmediatamente después de la cabeza estuviera envuelta por varios
muerte? Es lo que únicamente las co- velos; inicialmente, no ve nada en
municaciones de ultratumba pueden absoluto; a cada velo que se le quita,
enseñarnos. Por ellas, sabemos que la distingue una luz cada vez más clara;
visión de Dios es privilegio de las al- solamente cuando el último velo ha
mas más depuradas y que muy pocas desaparecido, percibe las cosas níti-
poseen, al dejar su envoltura terrestre, damente.
el grado de desmaterialización que Sucede lo mismo también con un
para ello se necesita. Algunas compa- licor cargado de materias extrañas;
raciones generales harán comprender está turbio inicialmente; a cada des-
fácilmente esto. tilación, su transparencia aumenta,
Aquel que está en el fondo de un hasta que, al estar completamente de-
valle, rodeado de una bruma espesa, purado, adquiere una diafanidad per-
no ve el sol; sin embargo, por medio fecta y no presenta ningún obstáculo
de la luz difusa, conoce la presencia a la vista.
de él. Si escala la montaña, a medi- Así sucede con el alma. La en-
da que se eleva, la niebla se disipa, la voltura periespiritual, aunque es

56
Colección de Textos de Allan Kardec

invisible e impalpable para nosotros, resplandecer: para eso, no necesitarán


es para ella una verdadera materia, de- ni subir, ni ir a buscarLo en las profun-
masiado grosera todavía para ciertas didades de lo infinito; sino que, libre
percepciones. Esa envoltura se espiri- ya la vida espiritual de las manchas
tualiza a medida que el alma se eleva morales que Lo oscurecían, Lo verán
en moralidad: las imperfecciones del en cualquier lugar donde se encuen-
alma son como velos que oscurecen tren, aunque sea incluso en la Tierra,
su vista; cada imperfección de la que pues Él está en todas partes.
se desprende es un velo menos, pero, El Espíritu solamente se depura
sólo después de estar depurada com- a la larga y las diferentes encarnacio-
pletamente, disfruta de la plenitud de nes son los alambiques en cuyo fondo
sus facultades. deja sucesivamente algunas impure-
Dios, al ser la esencia divina por zas. Al dejar su envoltura corporal, no
excelencia, sólo puede ser percibido se despoja instantáneamente de sus
en todo Su esplendor por los Espíri- imperfecciones; es por eso que hay
tus que han llegado al más alto grado aquellos que, después de la muerte,
de desmaterialización. Si los Espíritus no ven mejor a Dios que durante la
imperfectos no Lo ven, no es porque vida; pero, a medida que se depuran,
estén más lejos de Él que los otros; como tienen de Él una intuición más clara;
ellos, como todos los seres de la natu- si no Lo ven, Lo comprenden me-
raleza, están sumergidos en el fluido jor; la luz es menos difusa. Cuando,
divino; también los ciegos lo están, pues, los Espíritus dicen que Dios les
como nosotros, en la luz y, sin em- prohíbe contestar tal pregunta, no es
bargo, no la ven. Las imperfecciones que Dios se les aparezca o les dirija
son velos que ocultan a Dios a la vis- la palabra para ordenarles o prohi-
ta de los Espíritus inferiores; cuando birles esta o aquella cosa. No; pero
se haya disipado la bruma, Lo verán Lo sienten, reciben los efluvios de Su

57
Revista Espírita 1866-1869

pensamiento, como nos sucede a no- ¿Bajo qué apariencia Dios se


sotros con respecto a los Espíritus que presenta a aquellos que se han
nos envuelven en su fluido, aunque vuelto dignos de esa gracia? ¿Bajo
no los veamos. una determinada forma? ¿En figu-
Ningún ser humano puede, pues, ra humana o como un foco de luz
ver a Dios con los ojos de la carne. resplandeciente? Es lo que el lenguaje
Si esa gracia fuera concedida a algu- humano es impotente para describir,
nos, sólo sería en el estado de éxtasis, porque no existe, para nosotros, nin-
cuando el alma está tan liberada de gún punto de comparación que pueda
los lazos de la materia como sea posi- dar una idea de eso; somos como los
ble durante la encarnación. ciegos a quienes se buscaría en vano
Tal privilegio sólo sería, además, hacer comprender el resplandor del
de las almas escogidas, encarnadas sol. Nuestro vocabulario está limita-
por misión y no por expiación. Pero do a nuestras necesidades y al círcu-
como los Espíritus del orden más ele- lo de nuestras ideas; el de los salvajes
vado resplandecen con brillo deslum- no podría describir las maravillas de
brante, puede suceder que Espíritus la civilización; el de los pueblos más
menos elevados, encarnados o desen- civilizados es demasiado pobre para
carnados, impresionados por el es- describir los esplendores de los cielos;
plendor que rodea a aquellos, hayan nuestra inteligencia es demasiado li-
creído ver en ellos al propio Dios. A mitada para comprenderlos y nuestra
veces, sucede que se toma a un minis- vista, demasiado débil, sería deslum-
tro por un soberano. brada por ellos.

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Colección de Textos de Allan Kardec

5 – Del proyecto de caja general de auxilios y otras


instituciones para los espíritas
Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
9.o año, n.o 7, julio de 1866

E n uno de los grupos espíritas de


París, un médium ha recibido re-
cientemente la comunicación siguien-
esos recursos, y llegarán a hacer fun-
daciones serias, grandes y verdadera-
mente eficaces. La caridad que alivia
te del Espíritu de su abuela: un mal presente es una caridad santa,
«Mi querido hijo, te voy a hablar que incentivo con todas mis fuerzas;
un instante de los temas de caridad pero la caridad que se perpetúa en
que te preocupaban esta mañana fundaciones inmortales, como las mi-
mientras ibas a tu trabajo. serias que está destinada a aliviar, es
»Los niños que son entregados a una caridad inteligente y que estaré
nodrizas mercenarias y las mujeres feliz de ver puesta en práctica.
pobres que, sin que se tenga en cuen- »Desearía que fuera elaborado un
ta el pudor, importante para ellas, son trabajo que tuviera como objetivo crear
forzadas a servir, en los hospitales, de inicialmente un primer establecimien-
materia experimental a los médicos y to en proporciones limitadas. Cuando
a los estudiantes de Medicina son dos se hubiera visto el buen resultado de
grandes plagas que todos los buenos esa primera creación, se pasaría a otra
corazones deben esforzarse en curar, y y se la agrandaría poco a poco como
eso no es imposible. Que los Espíritas Dios quiere que se agrande, pues el
hagan como los católicos: que paguen progreso se realiza por medio de una
un monto semanal, que acumulen marcha lenta, prudente, calculada.

59
Revista Espírita 1866-1869

Repito que lo que propongo no es no eleva la mentalidad de las masas


difícil. No habría un único espírita como una obra duradera. ¿No sería
verdadero que osara faltar al llama- hermoso que se pudiera rechazar la
do para el alivio de sus semejantes, y calumnia diciendo a los calumniado-
los Espíritas son suficientemente nu- res: “He aquí lo que hemos hecho. Se
merosos para formar, por medio de la reconoce el árbol por el fruto; un mal
acumulación de ese monto semanal, árbol no da buenos frutos y un buen
un capital suficiente para un primer árbol no da malos”?
establecimiento destinado al uso de »Pensad también en los pobres ni-
mujeres enfermas, que serían tratadas ños que salen de los hospitales y que
por mujeres y que dejarían, entonces, van a morir entre manos mercenarias,
de ocultar sus sufrimientos para pre- dos crímenes a la vez: el de entregar
servar sus pudores. al niño indefenso y débil y el crimen
»Entrego esas reflexiones a las de aquel que lo ha sacrificado sin pie-
meditaciones de las personas benevo- dad. Que todos los corazones eleven
lentes que asisten a la sesión y estoy sus pensamientos hacia las tristes víc-
muy convencida de que producirán timas de la sociedad imprevisora y
buenos frutos. Los grupos de fuera de que traten de encontrar una buena so-
la capital se reunirían rápidamente al- lución para salvarlas de sus miserias.
rededor de una idea tan hermosa y, al Dios quiere que se lo intente y da los
mismo tiempo, tan útil y tan paternal. medios para lograr eso: es necesario
Además, sería un monumento al valor actuar. Se tiene éxito cuando se tiene
moral del Espiritismo, tan calumnia- fe, y la fe mueve montañas. Que el Sr.
do, y que lo será todavía por mucho Kardec trate la cuestión en su perió-
tiempo con encarnizamiento. dico y veréis cómo ella será aclamada
»Lo he dicho: la caridad local es con arrebatamiento y entusiasmo.
buena, beneficia a un individuo, pero »He dicho que sería necesario un

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Colección de Textos de Allan Kardec

monumento material que testificara nuestra consagración a la causa del


la fe de los Espíritas, como las pirá- Espiritismo para que las personas no
mides de Egipto testifican la vanidad crean que somos indiferentes respec-
de los faraones; pero, en lugar de ha- to a él. Ahora bien, es precisamente
cer locuras, haced obras que lleven el como consecuencia de nuestra propia
sello del propio Dios. Todo el mundo diligencia que buscamos alertar con-
me debe comprender, no insisto. tra el entusiasmo que ciega. Antes de
»Me retiro, mi querido hijo; tu emprender algo, es menester calcular
buena abuela, como lo ves, siempre fríamente sus pros y sus contras, a fin
ama a sus niñitos, como te amaba de evitar los fracasos, siempre nefas-
cuando eras muy pequeño. Quiero tos, que no dejarían de ser explotados
que los ames como yo y que pienses por nuestros adversarios. El Espiri-
en encontrar una buena organiza- tismo sólo debe caminar con seguri-
ción; lo puedes, si lo quieres, y, en dad y, cuando ponga el pie en alguna
caso de necesidad, te ayudaremos. Te parte, debe estar seguro de encontrar
bendigo. allí un terreno sólido. La victoria no
»Marie G…» siempre es del más apresurado, sino,
con mayor seguridad, de aquel que
La idea de una caja central y ge- sabe esperar el momento propicio.
neral de auxilios formada entre los
Espíritas ya ha sido concebida y ex-
«no basta con que una
presada por hombres animados de
excelentes intenciones. Pero no bas- idea sea grande, bella y
ta con que una idea sea grande, bella generosa; es necesario,
y generosa; es necesario, ante todo, ante todo, que sea
que sea practicable. Sin duda alguna, practicable»
hemos dado suficientes pruebas de

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Revista Espírita 1866-1869

Hay resultados que solamente pue- el de una propagación inaudita en la


den ser obra del tiempo y de la infil- historia de las doctrinas filosóficas,
tración de la idea en la mentalidad de pues no hay una doctrina filosófica,
las masas. Sepamos esperar, pues, que sin exceptuar al Cristianismo, que
el árbol esté formado, antes de pedir- haya reunido a tantos partidarios en
le una cosecha abundante. tan pocos años. Eso es un hecho noto-
Desde hace mucho tiempo, os rio, que confunde incluso a sus anta-
hemos propuesto tratar a fondo este gonistas. Y lo que no es menos carac-
tema para colocarlo en su verdadero terístico es que esa propagación, en
terreno y prevenir contra las ilusiones lugar de hacerse alrededor de un cen-
de proyectos más generosos que pla- tro único, se efectúa simultáneamente
nificados y cuyo fracaso tendría con- sobre toda la superficie del globo y en
secuencias nefastas. La comunicación millares de centros. Resulta que los
relatada anteriormente, y sobre la cual adeptos, aunque son muy numerosos,
se ha tenido a bien solicitar nuestra todavía no forman, en ninguna parte,
opinión, nos proporciona la ocasión una aglomeración compacta.
de manera completamente natural. Esa dispersión, que, a primera
Examinaremos, pues, ya sea el pro- vista, parece una causa de debilidad,
yecto de centralización de auxilios, ya es, en cambio, un elemento de fuerza.
sea aquél de algunas otras institucio- Cien mil Espíritas diseminados sobre
nes y establecimientos especializados la superficie de un país hacen más por
para el Espiritismo. la propagación de la idea que si estu-
Ante todo, conviene darse cuenta vieran concentrados en una única ciu-
del estado real de las cosas. Los Es- dad. Cada individualidad es un foco
píritas son muy numerosos, sin duda, de acción, un germen que produce re-
y su número crece sin cesar. Bajo ese toños; cada retoño, a su vez, produce
aspecto, hay un espectáculo singular: más o produce menos, y sus ramas,

62
Colección de Textos de Allan Kardec

reuniéndose poco a poco, cubrirán vuestra región. Os corresponde a vo-


el país mucho más prontamente que sotros lanzar las primeras semillas. Tal
si la acción partiera solamente de un vez no germinen inmediatamente; tal
único punto. Es exactamente como si vez no cosecharéis los frutos, tal vez
un puñado de semillas fuera lanzado incluso tendréis que sufrir en vuestra
al viento, en lugar de ser colocadas labor, pero pensad que no se rotura
todas juntas en un mismo hoyo. De- un terreno sin trabajo, y estad seguros
bido a esa multitud de pequeños cen- de que, tarde o temprano, lo que ha-
tros, la Doctrina es, además, menos bréis sembrado fructificará. Cuanto
vulnerable que si hubiera uno solo, más ingrata sea la tarea, más mérito
contra el cual sus enemigos podrían tendréis, y lo único que habréis hecho
dirigir todas sus fuerzas. Un ejército habrá sido abrir camino a aquellos
originalmente compacto que ha sido que vendrán después de vosotros».
dispersado por la fuerza u otra causa Sin duda, si los Espíritas debie-
cualquiera es un ejército perdido; acá ran permanecer siempre en estado
el caso es completamente diferente. de aislamiento, eso sería una causa
La diseminación de los Espíritas no permanente de debilidad. Pero la ex-
resulta de una dispersión: es el estado periencia prueba hasta qué punto la
primigenio que tiende a la concentra- Doctrina es vivaz, y se sabe que, por
ción para formar una vasta unidad. una rama talada, hay diez que rena-
El primer ejército está en su fin; el se- cen. Su generalización es, pues, una
gundo, en su nacimiento.
Por lo tanto, así contestamos a
aquellos que se quejan de su aisla-
«Cuanto más ingrata
miento en una localidad: «Agradeced sea la tarea,
al Cielo, más bien, por haberos elegi- más mérito tendréis»
do como los pioneros de la obra en

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Revista Espírita 1866-1869

cuestión de tiempo. Ahora bien, por ¿Hasta dónde se extendería la acción


más rápida que sea su marcha, to- de esa caja? ¿Estaría limitada a Fran-
davía le falta el tiempo necesario y, cia o comprendería otras regiones?
mientras se trabaja en la obra, se debe Hay Espíritas en todo el globo; ¿no
saber esperar hasta que el fruto esté son nuestros hermanos aquellos de
maduro antes de cosecharlo. todos los países, de todas las castas,
Esa diseminación momentánea de todos los cultos? Si, pues, la caja
de los Espíritas, esencialmente favo- recibiera donaciones de Espíritas ex-
rable a la propagación de la Doctrina, tranjeros, lo que sucedería inevitable-
es un obstáculo para la ejecución de mente, ¿tendría el derecho de limitar
obras colectivas de cierta importan- su asistencia a una única nacionali-
cia, debido a la dificultad, si no inclu- dad? ¿Podría, de manera concienzuda
so imposibilidad, de reunir sobre un y caritativa, preguntar a aquel que su-
mismo punto elementos suficiente- fre si es ruso, polonés, alemán, espa-
mente numerosos. ñol, italiano o francés? Para no faltar
Es precisamente, se dirá, para a su título, a su objetivo, a su deber,
evitar ese inconveniente, para estre- la caja debería extender su acción de
char los lazos de confraternidad en- Perú a China. Basta pensar en la com-
tre los miembros aislados de la gran plicación de engranajes de tal proyec-
familia espírita, que se ha propues- to para ver cuán quimérico es.
to la creación de una caja central de Supongámosla circunscrita a
auxilios. Está allí, seguramente, un Francia, no dejaría de ser una admi-
pensamiento grande y generoso, que nistración colosal, un verdadero mi-
seduce a primera vista; ¿pero se ha re- nisterio. ¿Quién desearía asumir la
flexionado sobre las dificultades de la responsabilidad de tal manejo de fon-
ejecución? dos? Para una gestión de esa natura-
Una primera pregunta se presenta. leza, la integridad y la abnegación no

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Colección de Textos de Allan Kardec

bastarían; sería necesaria una eleva- las intenciones del Espiritismo en una
da capacidad administrativa. Admi- operación de ese tipo? ¿No podrían
tamos, sin embargo, que hayan sido suponer que, bajo un manto, el Espiri-
vencidas las primeras dificultades, tismo oculta otro objetivo? ¿En suma,
¿cómo ejercer un control eficaz sobre no podrían hacer comparaciones que
la extensión y la realidad de las ne- sus adversarios pudieran alegar para
cesidades, sobre la sinceridad de la incitar la desconfianza contra él? El
calidad de Espírita? Semejante insti- Espiritismo, por su naturaleza, no es
tución vería, muy pronto, a adeptos, ni puede ser una afiliación, tampoco
o a supuestos adeptos, surgiendo por una congregación; por lo tanto, debe
millones, pero no serían estos los que evitar, en su propio interés, todo lo
alimentarían la caja. A partir del mo- que tenga la apariencia de eso.
mento en el que la caja existiera, se la ¿Es necesario, pues, que, por te-
creería inagotable y se la vería, muy mor, el Espiritismo permanezca es-
pronto, en la incapacidad de satisfa- tacionario? ¿No es al actuar, se dirá,
cer a todas las exigencias de su man- que mostrará lo que es, que disipará
dato. Basada en una escala tan vasta, las desconfianzas y desbaratará la ca-
la consideramos como impracticable lumnia? Sin ninguna duda, pero no se
y, en lo que nos concierne personal- debe solicitar a un niño lo que exige
mente, no le echaremos una mano. las fuerzas de la edad viril. Lejos de
¿No sería de temer, además, que servir al Espiritismo, mezclar su nom-
se encontrara oposición en la propia bre con cosas quiméricas sería com-
constitución de esa caja? El Espiritis- prometerlo y ofrecérselo a los golpes
mo apenas nace y no es tan bien visto o a la burla de sus adversarios. Sin
todavía al punto de estar a cubierto de ninguna duda, el Espiritismo debe ac-
las suposiciones malévolas. ¿Las per- tuar, pero en el límite de lo posible.
sonas no podrían confundirse sobre Dejémosle, pues, el tiempo de adquirir

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Revista Espírita 1866-1869

las fuerzas necesarias y, entonces, la caja general, para restablecerse de


dará más de lo que uno cree. Todavía, especulaciones malogradas o reparar
él no está constituido completamente, desastres causados por su incuria o
ni siquiera teóricamente; ¿cómo que- imprevisión, ni en arrojarle piedras si
rer que dé lo que solamente puede ser ésta no les satisface. No hay que sor-
el resultado del complemento de la prenderse; todas las opiniones cuen-
Doctrina? tan con semejantes auxiliares y ven la
Además, hay otras considera- representación de tales comedias.
ciones que es importante tomar en También hay la considerable masa
cuenta. de Espíritas de intuición; los que lo
El Espiritismo es una creencia son por la tendencia y la predisposi-
filosófica, y basta simpatizar con los ción de sus ideas, sin estudio previo;
principios fundamentales de la Doc- los indecisos que vacilan todavía es-
trina para ser Espírita. Hablamos de perando los elementos de convicción
los Espíritas convencidos y no de que les son necesarios. Sin exagera-
aquellos que toman su máscara por ción, se puede estimar que represen-
motivos de interés u otros poco con- tan un cuarto de la población. Es la
fesables. Estos no son numerosos: en- gran cantera en la cual se recluta a los
tre ellos, no hay ninguna convicción; adeptos, pero no se puede contar con
se dicen Espíritas hoy, debido a la ex- ellos todavía.
pectativa de encontrar ventaja en eso; Entre los Espíritas reales, aquellos
serán adversarios mañana si no en- que constituyen el verdadero cuerpo
cuentran lo que buscan; o, más bien, de los adeptos, hay ciertas distincio-
se harán pasar por víctimas de su fal- nes que hacer. En primera línea, se
sa abnegación y acusarán a los Espí- debe poner a los adeptos de corazón,
ritas de ingratitud por no respaldar- animados de una fe sincera, que com-
los. No serían los últimos en explotar prenden el objetivo y el alcance de la

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Colección de Textos de Allan Kardec

Doctrina y aceptan todas sus conse- Luego están las personas frívolas,
cuencias por sí solos; su abnegación para quienes el Espiritismo está to-
es a toda prueba y sin segunda in- talmente en las manifestaciones. Para
tención; los intereses de la causa, que ellas, el Espiritismo es un hecho y
son los de la humanidad, les son sa- nada más; el lado filosófico pasa desa-
grados y jamás los sacrificarán en fa- percibido; el atractivo de la curiosi-
vor de una cuestión de amor propio dad es su principal móvil; se extasían
o de interés personal. Para ellos, el ante un fenómeno, pero permanecen
lado moral no es una simple teoría: se indiferentes ante una consecuencia
esfuerzan en predicar por medio del moral.
ejemplo; no solamente tienen el valor Hay, en fin, un número todavía
de su opinión: se sienten orgullosos muy grande de Espíritas serios, en
de ella y saben, en caso de necesidad, mayor o en menor grado, que no han
sacrificar a su propia persona. podido colocarse por encima de los
Vienen, a continuación, aquellos prejuicios y del qué dirán, a quienes
que aceptan la idea, como filosofía, les detiene el temor al ridículo; aque-
porque satisface su razón, pero cuya llos cuyas consideraciones personales
fibra moral no es tocada lo suficiente o de familia, intereses frecuentemen-
como para comprender las obligacio- te respetables que manejar, les fuer-
nes que la Doctrina impone a aquellos zan, de alguna manera, a mantenerse
que la asimilan. El hombre viejo siem- al margen; todos aquellos, en suma,
pre está allí, y la reforma de sí mismo que, por una causa u otra, buena o
les parece una tarea demasiado pesa- mala, no se ponen en evidencia. A la
da. Pero, como no dejan de estar con- mayoría de ellos no se le pediría más
vencidos firmemente, se encuentra que declararse espírita, pero ellos no
entre ellos a propagadores y a defen- osarían o no podrían hacerlo. Eso
sores diligentes. vendrá más tarde, a medida que vean

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Revista Espírita 1866-1869

carácter y en las costumbres.


«El Espiritismo no tiene Todos esos adeptos se cuentan
en el total y, por más imperfectos que
el privilegio de
sean, son siempre útiles, aunque en
transformar súbitamente un límite restricto. Si sólo sirvieran,
a la humanidad» hasta nueva orden, para disminuir los
rangos de la oposición, ya sería algo.
que los otros lo hacen y que no hay Es por eso que no se debe desdeñar
peligro. Serán los Espíritas del maña- ninguna adhesión sincera, aunque
na, como otros son los de la víspera. sea parcial.
Sin embargo, no se puede tener resen- Pero cuando se trata de una obra
timiento hacia ellos, pues es necesa- colectiva importante en la cual cada
ria una fuerza de carácter, que no está uno debe aportar su contingente de
dada a todo el mundo, para afrontar acción, como sería una caja general,
la opinión ajena en ciertos casos. Por por ejemplo, conviene tomar en cuen-
lo tanto, se debe tomar en cuenta la ta esas consideraciones, pues la efica-
debilidad humana. El Espiritismo no cia de la colaboración que se puede
tiene el privilegio de transformar sú- esperar va en razón de la categoría a
bitamente a la humanidad y, si uno la cual pertenecen los adeptos. Es evi-
puede sorprenderse de algo, es del dente que no se puede hacer un gran
número de reformas que ya ha efec- fondo con aquellos que no toman en
tuado en tan poco tiempo. Mientras el corazón el lado moral de la Doctri-
que, en unos, en quienes se encuentra na y mucho menos con aquellos que
el terreno preparado, el Espiritismo no osan mostrarse.
entra, por así decirlo, entero, en otros Quedan, pues, los adeptos de la
solamente penetra gota a gota, se- primera categoría. De aquellos, en
gún la resistencia que encuentra en el efecto, se puede esperar todo. Son los

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Colección de Textos de Allan Kardec

soldados de la vanguardia y que, adeptos; 2.a categoría –Espíritas in-


normalmente, no aguardan el llama- completos, que buscan más el lado
do cuando se trata de dar prueba de científico que el lado moral, 25%; 3.a
abnegación y de dedicación. Pero, en categoría –Espíritas frívolos, que so-
una cooperación financiera, cada uno lamente se interesan en los hechos
contribuye según sus recursos y el materiales, 5% (esa proporción era
pobre solamente puede donar su óbo- inversa hace diez años); 4.a catego-
lo. A los ojos de Dios, ese óbolo tiene ría –Espíritas no declarados o que se
un gran valor, pero, para las necesi- ocultan, 60%.
dades materiales, sólo tiene su valor Con relación a la posición social, se
intrínseco. Sin contar a todos aquellos pueden formar dos clases generales:
cuyos medios de existencia son limi- de una parte, aquellos cuya fortuna es
tados, a aquellos que viven, día a día, independiente; de otra, aquellos que
de su trabajo, el número de los que viven de su trabajo. De cada 100 Espí-
podrían contribuir más ampliamente ritas de la primera categoría, hay un
y de una manera eficaz es relativa- promedio de 5 ricos y 95 trabajadores;
mente limitado.
Una observación a la vez inte-
«Es evidente que no se
resante e instructiva es la de la pro-
porción de los adeptos según las ca-
puede hacer un gran
tegorías. Esa proporción ha variado fondo con aquellos que
sensiblemente y se modifica a medida no toman en el corazón el
que progresa la Doctrina. En este mo- lado moral de la Doctrina
mento, puede ser estimada, aproxi- y mucho menos con
madamente, de la siguiente manera:
aquellos que no osan
1.a categoría –Espíritas completos de
corazón y de abnegación, 10% de los
mostrarse»

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Revista Espírita 1866-1869

sorprendente que, al disfrutar más del


beneficio, lo aprecian más y lo toman
«los afligidos encuentran, más en el corazón que los dichosos
en el Espiritismo, un del mundo.
inmenso consuelo» Uno se sorprende que, cuando
se anuncian semejantes proyectos,
en la segunda, 70 ricos y 30 trabaja- no nos apresuremos a apoyarlos ni
dores; en la tercera, 80 ricos y 20 tra- a patrocinarlos: es que, ante todo,
bajadores; en la cuarta, 99 ricos y 1 nos mantenemos en ideas positivas y
trabajador. prácticas; el Espiritismo es, para noso-
Por lo tanto, sería hacerse ilusio- tros, algo demasiado serio como para
nes creer que, en semejantes condicio- comprometerlo prematuramente en
nes, una caja general pudiera satisfa- sendas en las que podría encontrar
cer a todas las necesidades, cuando decepciones. No hay allí, de nuestra
la del más rico banquero no bastaría. parte, ni descuido ni pusilanimidad,
Cada año, no se necesitarían algunos sino prudencia, y todas las veces que
millares de francos, sino millones. el Espiritismo esté preparado para ir
¿De dónde viene esa diferencia en adelante, no nos quedaremos atrás.
la proporción de los ricos y de aque- No es que nos atribuyamos más pers-
llos que no lo son? La razón de eso picacia que a los otros; pero, como
es muy simple: los afligidos encuen- nuestra posición permite ver el con-
tran, en el Espiritismo, un inmenso junto, podemos juzgar mejor el punto
consuelo, que los ayuda a soportar fuerte y el punto débil, mejor tal vez
la carga de las miserias de la vida; que aquellos que se encuentren en un
el Espiritismo les muestra la causa círculo más limitado. Por lo demás,
de esas miserias y la certidumbre de damos nuestra opinión y no tenemos
una compensación. Por lo tanto, no es la intención de imponerla a nadie.

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Colección de Textos de Allan Kardec

Lo que acaba de ser dicho sobre Sería una gota de agua en el río y, si
el tema de la creación de una caja hay tantas dificultades para una úni-
general y central de auxilios se apli- ca muestra, incluso a pequeña escala,
ca, naturalmente, a los proyectos de sería mucho peor si se tratara de mul-
fundación de establecimientos hospi- tiplicarla. El dinero así empleado sólo
talarios y otros. Ahora bien, aquí, la beneficiaría, pues, en realidad, a algu-
utopía es más evidente aún. Si es fácil nos individuos, mientras que, juicio-
lanzar un bosquejo sobre el papel, no samente repartido, ayudaría a vivir a
lo es, de igual modo, cuando se llega un gran número de infelices.
a los recursos financieros para la eje- Supongamos que fuera un mo-
cución. Construir un edificio ad hoc ya delo, un ejemplo; ¿pero por qué inge-
es algo enorme y, una vez que se lo niárselas para crear quimeras, cuando
hubiera hecho, sería necesario dotar- las cosas existen ya hechas, armadas,
le de un personal suficiente y capaz, completamente organizadas, con me-
luego garantizar su mantenimiento, dios más poderosos que los medios
pues tales establecimientos cuestan que jamás llegarán a poseer las perso-
mucho y no reportan nada. No son nas? Esos establecimientos dejan que
solamente grandes capitales los que desear; hay abusos; no responden a
son necesarios, sino también gran- todas las necesidades, eso es eviden-
des ingresos. Admitamos, sin embar- te, y, sin embargo, si se los compara a
go, que, a fuerza de perseverancia y lo que eran hace menos de un siglo,
de sacrificios, se llegue a crear, como se constata una inmensa diferencia y
se dice, una pequeña muestra, ¡cuán un progreso constante; cada día, se ve
mínimas serían las necesidades a las que se introduce alguna mejora. Por
cuales podría satisfacer, respecto a la lo tanto, no se puede dudar de que,
masa y a la diseminación de los ne- con el tiempo, nuevos progresos se-
cesitados sobre un vasto territorio! rán realizados inevitablemente. Las

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Revista Espírita 1866-1869

cimiento del tipo de esos de los que


hablamos, si alguna vez lo empren-
«¿Pero de qué serviría
dieran, aunque incluso debieran dar
un monumento a la todos un monto de dinero cada sema-
caridad si la caridad no na. ¿Por qué, pues, utilizar sus fuer-
está en el corazón?» zas en esfuerzos superfluos, en lugar
de concentrarlos sobre el punto acce-
ideas espíritas deben apresurar obli- sible y que debe llevar al objetivo con
gatoriamente la reforma de todos seguridad? Mil adeptos ganados a la
los abusos, porque, mejor que otras, causa y difundidos en mil lugares di-
hacen penetrar, en el ser humano, el versos apresurarán más la marcha del
sentimiento de sus deberes; en todas progreso que un edificio.
partes donde las ideas espíritas se El Espiritismo, dice el Espíritu
introduzcan, los abusos caerán y el que ha dictado la comunicación arri-
progreso se cumplirá. Hay que con- ba, debe afirmarse y mostrar lo que es
sagrarse, pues, a difundirlas: allí está por medio de un monumento durade-
la cosa posible y práctica, allí está la ro erigido a la caridad. ¿Pero de qué
verdadera palanca, palanca irresisti- serviría un monumento a la caridad
ble cuando haya adquirido una fuerza si la caridad no está en el corazón? El
suficiente por el desarrollo completo Espiritismo erige un monumento más
de los principios y por el número de duradero que el de piedra: es la Doc-
adeptos serios. Juzgando el porvenir trina y sus consecuencias para el bien
en base al presente, se puede afirmar de la humanidad. Es para ese monu-
que el Espiritismo habrá conducido mento que cada uno debe trabajar,
la reforma de muchas cosas mucho con todas sus fuerzas, pues durará
tiempo antes de que los Espíritas ha- más que las pirámides de Egipto.
yan podido concluir el primer estable- El hecho de que ese Espíritu se

72
Colección de Textos de Allan Kardec

engaña, en nuestra opinión, sobre ese por algo característico y por una po-
punto no le quita ninguna de sus cua- sición, de alguna manera, oficial y re-
lidades; indudablemente, está anima- conocida. No sucede lo mismo con los
do de excelentes sentimientos. Pero Espíritas, que no están registrados en
un Espíritu puede ser muy bueno, sin ningún lugar como tales y cuya creen-
ser un juez infalible de todas las co- cia no está constatada por ningún tí-
sas; todo buen soldado no es necesa- tulo; los hay en todos los rangos de
riamente un buen general. la sociedad, en todas las profesiones,
Un proyecto de realización me- en todos los cultos, y en ningún lugar
nos quimérico es el de la formación de constituyen una categoría distinta. Al
sociedades de auxilios mutuos entre ser el Espiritismo una creencia fun-
los Espíritas de una misma localidad. dada en una convicción íntima, de la
Pero, incluso aquí, no se puede esca- cual no se debe prestar cuentas a nadie,
par de algunas de las dificultades que solamente se conoce a aquellos que se
hemos señalado: la falta de aglome- ponen en evidencia o frecuentan los
ración y la cifra todavía limitada de grupos, y no al número muy conside-
aquellos con quienes se puede contar rable de aquellos que, sin ocultarse,
para una colaboración efectiva. Otra no hacen parte de ninguna reunión
dificultad proviene de la falsa asimi- regular. A pesar de la certidumbre
lación que se hace de los Espíritas y que se tiene de que los adeptos son
de ciertas categorías de individuos. numerosos, he aquí el motivo por el
Cada profesión presenta una delimi- cual es difícil, frecuentemente, llegar
tación nítidamente marcada; se pue- a una cifra suficiente cuando se trata
de establecer fácilmente una sociedad de una operación colectiva.
de auxilios mutuos entre personas de Respecto a las sociedades de
una misma profesión, entre las de un auxilios mutuos, se presenta otra con-
mismo culto, porque se diferencian sideración. El Espiritismo no forma ni

73
Revista Espírita 1866-1869

debe formar una categoría distinta, ya sidad; beneficiarán a los Espíritas que
que se dirige a todo el mundo. Debido les sean partícipes, así como a todo el
a su propia esencia, debe extender su mundo; ¿por qué, pues, los Espíritas
caridad sin distinción, sin inquirir la las fundarían solamente para ellos y
creencia, porque todas las personas excluirían a los demás? Que ayuden
son hermanas. Si el Espiritismo fun- a propagarlas, ya que son útiles; que,
da instituciones de caridad exclusivas para volverlas mejores, hagan pene-
para los adeptos, está forzado a decir trar en ellas el elemento espírita y, al
a aquel que reclama asistencia: «¿Sois entrar en esas sociedades, los Espíri-
de los nuestros y qué prueba nos dais tas beneficiarían más a sí mismos y a
de eso? Si no es así, nada podemos ha- la Doctrina. En nombre de la caridad
cer por vos». Merecería así el reproche evangélica inscrita en su bandera, en
de intolerancia que se dirige a otros. nombre de los intereses del Espiritis-
No, para hacer el bien, el Espírita no mo, les rogamos evitar todo lo que
debe escrutar la conciencia y la opi- pueda establecer una barrera entre
nión y, si está ante él un desdichado ellos y toda la sociedad. Cuando el
enemigo de su fe, debe ir en su ayuda progreso moral tiende a bajar las pro-
hasta el límite de sus facultades. Es al pias barreras que dividen a los pue-
actuar así que el Espiritismo mostrará blos, el Espiritismo no debe elevarlas;
lo que es y probará que vale más que su esencia es penetrar en todas partes;
aquello que se le opone. su misión es mejorar todo lo que exis-
Las sociedades de auxilios mu- te; faltaría a ella si se aislara.
tuos se multiplican en todas partes y ¿La beneficencia debe permane-
en todas las categorías de trabajado- cer, pues, individual y, en ese caso, su
res. Es una excelente institución, pre- acción no es más limitada que si fue-
ludio del reino de la fraternidad y de ra colectiva? La beneficencia colectiva
la solidaridad, del que se siente nece- tiene ventajas indudables y muy lejos

74
Colección de Textos de Allan Kardec

de disuadir de ella, la incentivamos. de laberinto administrativo, nada de


Nada es más fácil que practicarla en personal burocrático; algunas personas
los grupos, obteniendo, por medio de de buena voluntad, y he aquí todo.
colectas regulares o de donaciones fa- Por lo tanto, solamente podemos
cultativas, los elementos de un fondo incentivar con todas nuestras fuerzas
de auxilios. Pero, entonces, al actuar la beneficencia colectiva en los gru-
en un círculo limitado, el control de pos espíritas; conocemos que existen
las verdaderas necesidades es fácil; aquellos que, en París, fuera de la ca-
el conocimiento que se puede tener pital y en el extranjero, se basan, si no
de eso permite una repartición más exclusivamente, por lo menos princi-
juiciosa y más provechosa. Con una palmente en ese objetivo y cuya orga-
suma módica, bien distribuida y dada nización no deja nada que desear; allí,
con discernimiento, se pueden prestar miembros dedicados van a domicilio
más servicios reales que con una gran a inquirir los sufrimientos y a llevar
suma donada sin conocimiento de lo que vale algunas veces más que los
causa y, por así decirlo, al azar. Por lo auxilios materiales: los consuelos y
tanto, es necesario poder darse cuen- los alientos. ¡Honor a ellos, pues pres-
ta de ciertos detalles, si no se quieren tan grandes servicios al Espiritismo!
desperdiciar inútilmente los recursos. Que cada grupo actúe así en su esfera
Ahora bien, se comprende que tales de actividad y todos juntos realizarán
cuidados serían imposibles si se ope- más bien de lo que podría hacer una
rara sobre una escala vasta; acá, nada caja central cuatro veces más rica.

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Revista Espírita 1866-1869

6 – Vistazo retrospectivo sobre el movimiento


del Espiritismo
Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
10.o año, n.o 1, enero de 1867

N o hay duda para nadie, no más


para los adversarios que para
los partidarios del Espiritismo, que
intereses de la humanidad. Aquellos
que se sorprenden de eso sólo han
visto la superficie; incluso la mayoría
esta cuestión agita más que nunca los solamente conoce el nombre de esta
ánimos. ¿Ese movimiento, como algu- idea, pero no comprende ni su objeti-
nos buscan decir, es un fuego de paja? vo ni su alcance.
Pero ese fuego de paja ya dura quin- Si algunos combaten al Espiri-
ce años y, en lugar de apagarse, su tismo por ignorancia, otros lo hacen
intensidad sólo crece de año en año; precisamente porque sienten toda su
ahora bien, no es esta la característica importancia, presienten su porvenir
de las cosas efímeras y que solamente y ven en él un poderoso elemento
se dirigen a la curiosidad. La última regenerador. Es necesario persua-
demostración de oposición, bajo la dirse de que ciertos adversarios son
cual se lo esperaba extinguir, no ha completamente conversos. Si ellos
hecho sino reavivarlo, estimulando la estuvieran menos convencidos de las
atención de los indiferentes. La tena- verdades que el Espiritismo contiene,
cidad de esta idea no puede sorpren- no le harían tanta oposición. Sienten
der a quienquiera que haya escrutado que la prueba del porvenir del Espi-
la profundidad y la multiplicidad de ritismo está en el bien que hace; hacer
las raíces que la unen a los más graves resaltar ese bien, ante los ojos de esos

76
Colección de Textos de Allan Kardec

adversarios, lejos de calmarlos, au- piedras más duras y acaba por hacer
menta la causa de su irritación. Tal desmoronar las montañas.
fue el caso, en el siglo quince, de la Un hecho notorio es que, en su
numerosa clase de escritores copistas conjunto, el desarrollo del Espiritismo
que hubieran hecho quemar, de buen no ha sufrido ninguna interrupción;
grado, a Gutenberg y a todos los im- ese desarrollo ha podido ser trabado,
presores; no habría sido demostrán- comprimido, ralentizado en algunas
doles los beneficios de la imprenta, localidades por influencias contra-
que los iba a suplantar, que se los apa- rias; pero, como lo hemos dicho, la
ciguaría. corriente, obstaculizada en un punto,
Cuando algo es verdad y el tiem- aparece en otros cientos; en lugar de
po de su eclosión ha llegado, progre- fluir plenamente hasta las orillas, se
sa a pesar de todo. El poder de la ac- divide en una multitud de hilos de
ción del Espiritismo está atestado por agua. Sin embargo, a primera vista, se
su expansión persistente, a pesar de diría que el desarrollo del Espiritismo
los pocos esfuerzos que él hace para es menos rápido de lo que había sido
difundirse. Es un hecho indudable el en los primeros años; ¿se debe infe-
de que los adversarios del Espiritismo rir de eso que se lo abandona, que él
han gastado mil veces más fuerzas para encuentra menos simpatías? No, más
derribarlo, sin conseguirlo, que las fuer- bien simplemente que el trabajo que
zas que sus partidarios han desplegado desempeña, en este momento, es di-
para propagarlo. El Espiritismo avanza, ferente y, por su naturaleza, menos
por así decirlo, completamente solo, ostensible.
semejante a un curso de agua que se Desde el principio, como ya lo he-
infiltra a través de las tierras, se abre mos dicho, el Espiritismo ha reunido
un paso a la derecha si se lo detiene a alrededor de sí a todas las personas
la izquierda y, poco a poco, mina las entre quienes esas ideas estaban, de

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Revista Espírita 1866-1869

alguna manera, en estado intuitivo; le que caen, no totalmente por un gol-


ha bastado presentarse para ser com- pe, sino parte por parte, hasta que la
prendido y aceptado por esas perso- brecha esté hecha. Es el trabajo al cual
nas. Inmediatamente, ha cosechado asistimos y que marca la fase actual
abundantemente en todas partes don- del progreso de la Doctrina.
de ha encontrado el terreno prepara- Esta fase está caracterizada por
do. Hecha esa primera cosecha, que- señales inequívocas. Examinando la
daban los terrenos sin cultivar, que situación, queda en evidencia que la
han solicitado más trabajo. Ahora, es idea gana terreno cada día, se aclima-
por medio de las opiniones refracta- ta; encuentra menos oposición; se ríe
rias que el Espiritismo debe mostrar- menos de ella, e incluso aquellos que
se, y es este el período en el cual nos todavía no la aceptan empiezan a con-
encontramos. Semejante a un minero cederle las prerrogativas de ciudada-
que retira, sin esfuerzo, las primeras nía entre las opiniones. Ya no se hace
capas de la tierra labrada, ha llegado burla de los Espíritas como en otro
a la roca que le es necesario cortar y tiempo ni se los mira como si fueran
en el seno de la cual él sólo puede pe- animales raros que despiertan curio-
netrar poco a poco. Pero no hay roca, sidad; es lo que sobre todo aquellos
por más dura que sea, que resista in- que viajan son capaces de constatar.
definidamente a una acción disolven- Por todas partes, los Espíritas encuen-
te continua. Por lo tanto, el desarrollo tran más simpatía, o menos antipatía
del Espiritismo es menos rápido os- por la idea. No se puede negar que
tensiblemente, pero si, en un tiempo allí hay un progreso real.
dado, no reúne alrededor de sí, en un Para comprender las facilidades y
número muy grande, a adeptos deci- las dificultades que el Espiritismo en-
didamente declarados, no deja de que- cuentra en su camino, es necesario pre-
brantar las convicciones contrarias, sentar la diversidad de las opiniones

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Colección de Textos de Allan Kardec

a través de las cuales él se debe abrir aunque sin fanatismo, sobre todos los
paso. Como no se impone jamás por puntos del culto que profesan y con
la fuerza ni por el constreñimiento, los cuales están satisfechos. Esta ca-
sino únicamente por la convicción, el tegoría comprende también las sectas
Espiritismo ha encontrado una resis- que, por haber hecho escisión y efec-
tencia grande, en mayor o menor gra- tuado reformas, se creen en posesión
do, según la naturaleza de las convic- de toda la verdad y son a veces más
ciones existentes, con las cuales podía inflexibles que las religiones madres.
asimilarse más o menos fácilmente; – 0.
de ellas, unas lo han recibido con los 3.o Los creyentes ambiciosos, enemi-
brazos abiertos, mientras que otras lo gos de las ideas emancipadoras, que
rechazan con obstinación. podrían hacerles perder el ascendien-
Dos grandes corrientes de ideas te que ejercen sobre la ignorancia.
dividen entre sí a la sociedad actual: – 0.
el espiritualismo y el materialismo; 4.o Los creyentes por la forma, que,
aunque este último forma una mino- por interés, simulan una fe que no tie-
ría indudable, no se puede disimular nen y casi siempre se muestran más
que ha adquirido una gran extensión rígidos y más intolerantes que los re-
desde hace algunos años. El uno y el ligiosos sinceros. – 0.
otro se fraccionan en una multitud de 5.o Los materialistas por sistema,
matices, que pueden resumirse en las que se apoyan sobre una teoría razo-
principales categorías siguientes: nada, y muchos de los cuales se man-
1.o Los fanáticos de todos los cul- tienen firmes contra la evidencia, por
tos. – 0. orgullo, para no admitir que se han
2.o Los creyentes satisfechos, que podido engañar; son, en su mayoría,
tienen convicciones absolutas, fuer- tan inflexibles y tan intolerantes en
temente decididas y sin restricción, su incredulidad como los fanáticos

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Revista Espírita 1866-1869

religiosos lo son en su creencia. – 0. hacen a las ideas espiritualistas para


6.o Los sensualistas, que rechazan mantener las apariencias. – 1.
las doctrinas espiritualistas y espíri- 9.o Los deístas, que admiten la per-
tas por miedo de que vengan a per- sonalidad de un Dios único, creador y
turbarlos en sus disfrutes materiales. soberano maestro de todas las cosas,
Cierran los ojos para no ver. – 0. eterno e infinito en todas sus perfec-
7.o Los despreocupados, que viven ciones, pero rechazan todo culto ex-
al día, sin inquietarse por el futuro. terior. – 3.
La mayoría no sabría decir si son espi- 10.o Los espiritualistas sin sistema,
ritualistas o materialistas; el presente que no pertenecen, por convicción, a
es para ellos la única cosa seria. – 0. ningún culto, sin rechazar ninguno,
8.o Los panteístas, que no admiten pero que no tienen ninguna idea fir-
una divinidad personal, sino un prin- me sobre el futuro. – 5.
cipio espiritual universal, en el cual 11.o Los creyentes progresistas, vin-
se mezclan las almas, como las gotas culados a un culto determinado, pero
de agua en el océano, sin conservar que admiten el progreso en la religión
su individualidad. Esta opinión es un y la alianza entre las creencias y el
primer paso hacia la espiritualidad y, progreso de las ciencias. – 5.
por consiguiente, un progreso sobre 12.o Los creyentes no satisfechos, en
el materialismo. Aunque menos re- quienes la fe es indecisa o nula sobre
fractarios a las ideas espíritas, aque- los puntos dogmáticos, que no satis-
llos que profesan el panteísmo son, en facen completamente su razón y que
general, muy inflexibles, porque él es, atormentan la duda. – 8.
entre ellos, un sistema preconcebido 13.o Los incrédulos a falta de algo
y razonado, y porque muchos sólo se mejor, cuya mayoría ha pasado de la
dicen panteístas para no declararse fe a la incredulidad y a la negación
materialistas. Es una concesión que de todo, a falta de haber encontrado,

80
Colección de Textos de Allan Kardec

en las creencias en las cuales han sido libre pensamiento, esta designación
acunados, algo que su razón apruebe tiene una acepción más restricta y,
satisfactoriamente; pero entre quie- por así decirlo, exclusiva; para ellos,
nes la incredulidad deja un vacío an- ser libre pensador no es solamente
gustioso, que ellos estarían felices de creer en lo que se quiere, sino tam-
ver colmado. – 9. bién no creer en nada; es liberarse de
14.o Los libres pensadores, nueva todo freno, incluso del temor a Dios y
denominación con la cual se designa al porvenir; la espiritualidad es algo
a aquellos que no se sujetan a la opi- incómodo y ellos no quieren eso. Bajo
nión de nadie en materia de religión ese símbolo de la emancipación in-
y de espiritualidad, que no se creen telectual, buscan disimular lo que la
unidos al culto en el que el nacimiento calidad de materialista y de ateo tie-
les ha ubicado sin su consentimiento, ne de repulsivo para la opinión de las
tampoco obligados a la observación masas; y, cosa singular, es en nombre
de prácticas religiosas cualesquiera. de ese símbolo, que parece ser el de la
Esta calificación no especifica ninguna tolerancia hacia todas las opiniones,
creencia determinada; puede aplicarse que arrojan piedras a quienquiera que
a todos los matices del espiritualismo no piense como ellos. Por lo tanto, hay
razonado, así como a la incredulidad una distinción esencial que hacer en-
más absoluta. Toda creencia ecléctica tre aquellos que se dicen libres pensa-
pertenece al libre pensamiento; todo dores, del mismo modo que se la hace
ser humano que no se guía por la fe entre aquellos que se dicen filósofos.
ciega es, por eso mismo, libre pensa- Ellos se dividen naturalmente en:
dor; por esa razón, los Espíritas son Libres pensadores incrédulos,
también libres pensadores. que entran en la 5.a categoría. – 0.
Pero para aquellos a quienes se Libres pensadores creyentes, que
les puede llamar los radicales del pertenecen a todos los matices del

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Revista Espírita 1866-1869

número de adeptos, calculado entre


10, que cada una ha proporcionado al
«el Espiritismo camina
Espiritismo.
con el porvenir» Si se admite, como promedio, la
igualdad numérica entre esas dife-
espiritualismo razonado. – 9. rentes categorías, se ve que la parte
15.o Los Espíritas por intuición, refractaria, por su naturaleza, abarca
aquellos en quienes las ideas espíritas casi la mitad de la población. Como
son innatas y las aceptan como algo ella posee la audacia y la fuerza ma-
que no les es extraño. – 10. terial, no se limita a una resistencia
Tales son las capas de terreno que pasiva: es esencialmente agresiva; de
el Espiritismo debe atravesar. Lan- eso, resulta una lucha inevitable y ne-
zando un vistazo sobre las diferentes cesaria. Pero esa situación sólo puede
categorías anteriores, no es difícil ver durar un tiempo, pues el pasado se va
aquellas en las cuales el Espiritismo y el porvenir llega; ahora bien, el Es-
encuentra un acceso, más o menos, fá- piritismo camina con el porvenir.
cil y aquellas contra las cuales se cho- Por lo tanto, es en la otra mitad
ca como el pico contra el granito. El que el Espiritismo debe reclutar, y el
Espiritismo sólo triunfará sobre éstas campo a explotar es suficientemente
por medio de los nuevos elementos que vasto; es allí donde debe concentrar
la renovación traerá a la humanidad: sus esfuerzos, y verá que se extende-
esto es obra de Aquel que dirige todo rá. Sin embargo, esa mitad está lejos
y que hace surgir los acontecimientos todavía de serle totalmente favorable;
de los cuales debe salir el progreso. el Espiritismo encuentra en ella resis-
Las cifras colocadas en la se- tencias obstinadas (pero no insupera-
cuencia de cada categoría indican, bles, como en la primera mitad), don-
aproximadamente, la proporción del de la mayoría se debe a prevenciones

82
Colección de Textos de Allan Kardec

que se borran a medida que el objeti- anterior, las ideas espíritas invaden la
vo y las tendencias de la Doctrina son prensa, la literatura, la filosofía; hay
mejor comprendidos, y que desapa- personas que se apropian de ellas sin
recerán con el tiempo. Si uno puede confesarlas; es por eso que se ve que,
sorprenderse de algo, es que, a pesar a cada instante, surgen, en los perió-
de la multiplicidad de los obstáculos dicos, en los libros, en los sermones,
que encuentra, de las trampas que se en el teatro, pensamientos que se di-
le tienden, el Espiritismo ha podido rían extraídos de la propia fuente del
llegar, en algunos años, al punto en el Espiritismo. Sus autores protestarían,
que está hoy en día. sin duda, contra la calificación de Es-
Otro progreso no menos evidente píritas, pero no dejan de sufrir la in-
es aquel de la actitud de la oposición. fluencia de las ideas que circulan y
Aparte de los rasgos de humor bru- que parecen exactas. Es que los prin-
tal lanzados de un tiempo a otro por cipios en los cuales se basa la Doctri-
una pléyade de escritores, casi siempre na son tan racionales que fermentan
los mismos, que sólo ven en todas par-
tes materia para reír, que se reirían
incluso de Dios, y cuyos argumentos
«a pesar de la
se limitan a decir que la humanidad multiplicidad de los
degenera hacia la demencia, que se obstáculos que encuentra,
muestran muy sorprendidos de que de las trampas que se le
el Espiritismo haya caminado sin tienden, el Espiritismo ha
su permiso, muy rara vez se ve a la
podido llegar, en algunos
Doctrina siendo responsabilizada de
males en una polémica seria y funda-
años, al punto en el que
mentada. En lugar de eso, como ya lo está hoy en día»
hemos hecho observar en un artículo

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Revista Espírita 1866-1869

en una multitud de cerebros y se razonamientos para traerlos a no-


muestran independientemente de sotros son impotentes, porque no lo
la voluntad de esos autores; tocan quieren a ninguna costa; la aversión
a tantas cuestiones que es, por así de ellos hacia la Doctrina crece en ra-
decirlo, imposible entrar en la sen- zón del desarrollo que ella adquiere.
da de la espiritualidad sin hacer, Los ataques a cielo abierto se han
involuntariamente, Espiritismo. Es vuelto más escasos, porque se ha re-
uno de los hechos más característicos conocido su inutilidad; pero no se
que han marcado el año que acaba de pierde la esperanza de tener éxito por
transcurrir. medio de maniobras tenebrosas. Le-
¿Se debe concluir que la lucha jos de dejar de estar vigilante en una
está terminada? No, seguramente, y engañosa tranquilidad, se debe, más
debemos, en cambio, más que nunca, que nunca, desconfiar de los traidores
precavernos, pues tendremos que su- que se insinúen en todas las reunio-
frir asaltos de otro tipo; pero, mien- nes para espiar y, luego, falsear lo que
tras tanto, los rangos se refuerzan y ha sido dicho y hecho allí; que siem-
los pasos hechos adelante son ganan- bran, de forma oculta, los elementos
cia. Abstengámonos de creer que cier- de desunión; que, bajo la apariencia
tos adversarios se dan por vencidos y de un celo ficticio y algunas veces in-
de tomar el silencio de ellos como una teresado, buscan impulsar al Espiritis-
adhesión tácita, o incluso como neu- mo fuera de las vías de la prudencia,
tralidad. Estemos bien persuadidos de la moderación y de la legalidad;
de que ciertas personas no aceptarán que provocan en su nombre actos
jamás, ni abiertamente ni tácitamente, reprensibles a los ojos de la ley. No
el Espiritismo mientras vivan, como habiendo podido tener éxito en vol-
hay aquellos que no aceptarán jamás verlo ridículo, porque, por su esencia,
ciertos regímenes políticos; todos los es algo serio, sus esfuerzos tienden a

84
Colección de Textos de Allan Kardec

comprometerlo para volverlo sospecho- lencia hacia todos; repudia toda vio-
so ante la autoridad, y provocar con- lencia hecha contra la conciencia aje-
tra él y sus adeptos medidas legales na, toda charlatanería, todo pensa-
severas. Desconfiemos, pues, de los miento interesado en lo que concierne
besos de Judas y de aquellos que de- a las relaciones con los Espíritus y
seen abrazarnos para sofocarnos. todas las cosas contrarias a la moral
Es necesario imaginarse que es- evangélica, aquel que no se aparta de
tamos en guerra y que los enemigos la línea trazada no puede incurrir ni
están a nuestra puerta, prestos para en sanción fundada, ni en persecucio-
aprovechar la ocasión favorable, y nes legales; mucho más, quienquiera
que se preparan complicidades secre- que tome a la Doctrina como regla de
tas en la fortificación que se sitia. conducta sólo puede granjearse la es-
En esta situación, ¿qué hay que tima y la consideración de las perso-
hacer? Algo muy simple: encerrarse nas imparciales; ante el bien, la pro-
estrictamente en el límite de los pre- pia incredulidad burlona se inclina, y
ceptos de la Doctrina; esforzarse para la calumnia no puede ensuciar lo que
mostrar lo que ella es por medio de no tiene mancha. Es en esas condicio-
su propio ejemplo, y declinar toda so- nes que el Espiritismo atravesará las
lidaridad con lo que podría ser hecho tormentas que se amontonarán so-
en su nombre y sería capaz de desa- bre su camino y saldrá triunfante de
creditarla, pues eso no podría ser el
resultado de adeptos serios y conven-
cidos. No basta con decirse Espírita;
«No basta con decirse
aquel que lo es de corazón lo prueba Espírita; aquel que lo es
por sus actos. Como la Doctrina sólo de corazón lo prueba
predica el bien, el respeto a las leyes, por sus actos»
la caridad, la tolerancia y la benevo-

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Revista Espírita 1866-1869

doctrina. Pero es una distinción que


los adversarios del Espiritismo no se
«quienquiera que tome dan el trabajo de hacer; ellos se sien-
a la Doctrina como regla ten demasiado felices, en cambio, al
de conducta sólo puede encontrar una ocasión para despresti-
granjearse la estima y giarla, con o sin razón, sin vacilar, por
la consideración de las escrúpulo, en atribuirle lo que no le
pertenece, más bien envenenando las
personas imparciales»
cosas más insignificantes antes que
buscando causas atenuantes.
todas las luchas. Desde hace algún tiempo, las
El Espiritismo tampoco puede ser reuniones espíritas han sufrido una
responsable de las malas acciones de cierta transformación. Las reuniones
aquellos a quienes les encanta decir- íntimas y familiares se han multipli-
se espíritas, del mismo modo que la cado considerablemente en París y en
religión no lo es de los actos repren- las principales ciudades, debido a la
sibles de aquellos que sólo tienen la propia facilidad que han encontrado
apariencia de piedad. Por lo tanto, an- para formarse por medio del creci-
tes de hacer recaer la censura a tales miento del número de médiums y de
actos sobre una doctrina cualquiera, adeptos. Al principio, los médiums
sería necesario saber si ella contiene eran escasos; un buen médium era
alguna máxima, alguna enseñanza casi un fenómeno; era natural, pues,
que los pueda autorizar o incluso ex- que se formara una agrupación alre-
cusar. Si, en cambio, la doctrina los dedor de él; pero a medida que esa
condena terminantemente, es eviden- facultad se ha ido desarrollando, los
te que la falta es completamente per- grandes centros se han fraccionado,
sonal y no puede ser imputada a la como enjambres, en una multitud de

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Colección de Textos de Allan Kardec

pequeños grupos particulares, que realización de las previsiones de los


tienen más facilidad para reunirse, Espíritus sobre varios puntos intere-
más intimidad y homogeneidad en santes para la Doctrina, entre otros,
su composición. Ese resultado, conse- sobre la extensión y las nuevas carac-
cuencia de las propias circunstancias, terísticas que debía tomar la medium-
estaba previsto. Desde el origen, he- nidad, así como la producción de fe-
mos señalado los escollos que debían nómenos capaces de atraer la atención
encontrar inevitablemente las socie- hacia el principio de la espiritualidad,
dades numerosas, formadas necesa- aunque, en apariencia, esos fenóme-
riamente de elementos heterogéneos, nos sean extraños al Espiritismo. La
abriendo la puerta a las ambiciones y, mediumnidad curativa se ha revela-
por eso mismo, expuestas a intrigas, do abiertamente en las circunstancias
a maquinaciones, a maniobras ocultas más propicias para causar sensación;
de la malevolencia, de la envidia y de germina entre muchas otras personas.
los celos, que no pueden emanar de En ciertos grupos, se han visto mani-
una fuente espírita pura. En las reu- festarse numerosos casos de sonam-
niones íntimas, sin carácter oficial, bulismo espontáneo, de mediumni-
se tiene más autoridad, las personas dad parlante, de segunda vista y de
se conocen mejor y reciben a quie- otras variedades de la facultad media-
nes quieren; el recogimiento es más nímica, que han podido proporcionar
grande y se sabe que los resultados temas útiles de estudio. Esas faculta-
son más satisfactorios. Conocemos des, sin ser precisamente nuevas, es-
un buen número de reuniones de ese tán todavía en estado naciente entre
tipo, cuya organización no deja nada muchos individuos; sólo se muestran
que desear. Por lo tanto, hay todo que en casos aislados y se experimen-
ganar en esa transformación. tan, por así decirlo, en la intimidad;
El año 1866 ha visto, además, la pero, con el tiempo, adquirirán más

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Revista Espírita 1866-1869

intensidad y se popularizarán. Es, so- detalles demasiado extensos. Tendre-


bre todo, cuando esas facultades se mos, además, la ocasión de volver al
revelan espontáneamente entre perso- tema en artículos específicos.
nas extrañas al Espiritismo que llaman En resumen, si nada muy estrepi-
la atención más fuertemente, porque toso ha caracterizado el desarrollo del
no se puede suponer connivencia, ni Espiritismo en estos últimos tiempos,
admitir la influencia de ideas pre- podemos decir que él prosigue en las
concebidas. Nos limitamos a indicar condiciones normales trazadas por
el hecho, que cada uno puede cons- los Espíritus y que sólo tenemos que
tatar, y cuyo desarrollo necesitaría felicitarnos por la situación.

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Colección de Textos de Allan Kardec

7 – Atmósfera espiritual
Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
10.o año, n.o 5, mayo de 1867

E l Espiritismo nos enseña que los


Espíritus constituyen la pobla-
ción invisible del globo, que están en
y que, al ser la permeabilidad una de
las propiedades del organismo de los
Espíritus, éstos pueden encontrarse
el espacio y entre nosotros, viéndonos en número ilimitado en un espacio
y codeándose con nosotros sin cesar, dado. Frecuentemente, nos ha sido
de tal modo que, cuando creemos que dicho que, en ciertas sesiones, los Es-
estamos solos, tenemos constante- píritus estaban en cantidades innu-
mente a testigos secretos de nuestras merables. En la explicación dada al
acciones y de nuestros pensamientos. Sr. Bertrand sobre las comunicaciones
Eso puede parecer molesto para cier- colectivas que él ha obtenido, le ha
tas personas, pero, puesto que es así, sido dicho que el número de los Es-
no se puede impedir que así sea. Le píritus presentes era tan grande que
corresponde a cada uno hacer como la atmósfera estaba, por así decirlo,
el sabio que no tendría miedo de que saturada de los fluidos de ellos. Eso no
su casa fuera de vidrio. Es, sin duda, es nuevo para los Espíritas, pero no se
a esa causa a la que se debe atribuir han deducido, tal vez, todas las con-
la revelación de tantas torpezas y de secuencias.
malas acciones que se creían ocultas Se sabe que los fluidos que ema-
en la sombra. nan de los Espíritus son saludables,
Sabemos, además, que, en una reu- en mayor o en menor grado, según el
nión, aparte de los asistentes corpo- nivel de depuración de los Espíritus.
rales, hay siempre oyentes invisibles Se conoce el poder curativo de esos

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Revista Espírita 1866-1869

centenares o de millares de Espíritus?


Esa acción será buena o mala según el
«del mismo modo que hecho de que los Espíritus viertan, en
saneamos los lugares un medio dado, un fluido benéfico o
insalubres destruyendo maléfico, que actúa a modo de ema-
la fuente de los miasmas naciones fortificantes o de miasmas
pestilenciales, podemos deletéreos que se propagan en el aire.
Así pueden explicarse ciertos efectos
sanear la atmósfera moral
colectivos producidos sobre las masas
que nos rodea» de individuos, el sentimiento de bie-
nestar o de malestar que se experi-
fluidos, en ciertos casos, y también menta en ciertos medios y que no tie-
sus efectos mórbidos de individuo nen ninguna causa aparente conocida,
a individuo. Ahora bien, puesto que el arrastre colectivo hacia el bien o el
el aire puede estar saturado de esos mal, los ímpetus generales, el entu-
fluidos, ¿no es evidente que, según la siasmo o el desaliento, a veces la espe-
naturaleza de los Espíritus que abun- cie de vértigo que se apodera de toda
dan en un lugar determinado, el aire una asamblea, de toda una ciudad,
ambiente se encuentre cargado de incluso de toda una población. Cada
elementos saludables o malsanos, que individuo, en razón del grado de su
deben ejercer una influencia sobre la sensibilidad, sufre la influencia de esa
salud física tanto como sobre la salud atmósfera viciada o vivificante. Por
moral? Cuando se piensa en la ener- medio de ese hecho, que parece fuera
gía de la acción que un Espíritu puede de duda y que confirman a la vez la
ejercer sobre una persona, ¿uno debe teoría y la experiencia, encontramos,
sorprenderse de aquella que debe en las relaciones del mundo espiri-
de resultar de una aglomeración de tual con el mundo corporal, un nuevo

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Colección de Textos de Allan Kardec

principio de higiene que la ciencia, elevados y liberados de las influen-


sin duda, hará que sea tomado en cias de la materia, más su fluido será
consideración. depurado. Según los pensamientos
¿Podemos sustraernos, pues, de que dominan en un encarnado, él
esas influencias que emanan de una irradia fluidos impregnados de esos
fuente inaccesible a los medios ma- mismos pensamientos, que los vician
teriales? Sin ninguna duda; pues, del o los sanean, fluidos realmente mate-
mismo modo que saneamos los luga- riales, aunque son impalpables, invi-
res insalubres destruyendo la fuente sibles para los ojos del cuerpo, pero
de los miasmas pestilenciales, pode- perceptibles para los sentidos peries-
mos sanear la atmósfera moral que pirituales, y visibles para los ojos del
nos rodea, sustraernos de las influen- alma, ya que impresionan físicamente
cias perniciosas de los fluidos espiri- y adoptan apariencias muy diferentes
tuales malsanos, y eso más fácilmen- para aquellos que son dotados de vi-
te de lo que podemos escaparnos de sión espiritual.
las exhalaciones pantanosas, porque Únicamente por la presencia de
eso depende únicamente de nuestra los encarnados en una asamblea,
voluntad, y allí no estará uno de los los fluidos ambientes serán, pues,
menores beneficios del Espiritismo
cuando sea comprendido y, sobre
todo, practicado universalmente.
«las cualidades del
Un principio perfectamente pro-
fluido periespiritual
bado por todo Espírita es que las cua- van en razón directa
lidades del fluido periespiritual van a las cualidades del
en razón directa a las cualidades del Espíritu encarnado o
Espíritu encarnado o desencarnado; desencarnado»
cuanto más sus sentimientos sean

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Revista Espírita 1866-1869

pensamientos atraen pensamientos


de la misma naturaleza, que los flui-
«los pensamientos atraen dos atraen fluidos similares, se com-
pensamientos de la prende que cada individuo lleva con-
misma naturaleza» sigo a un cortejo de Espíritus afines,
buenos o malos, y que, así, el aire está
saludables o no según el hecho de que saturado de fluidos en relación con los
los pensamientos dominantes sean pensamientos que predominen. Si los
buenos o malos. Quienquiera que malos pensamientos están en minoría,
traiga consigo pensamientos de odio, no impedirán que las buenas influen-
de envidia, de celos, de orgullo, de cias se produzcan, pero las paralizan.
egoísmo, de animosidad, de codicia, Si dominan, debilitan la irradiación
de falsedad, de hipocresía, de maledi- fluídica de los buenos Espíritus, o in-
cencia, en suma, pensamientos extraí- cluso, a veces, impiden que los bue-
dos de la fuente de las malas pasiones, nos fluidos penetren en ese medio,
propaga alrededor de sí efluvios fluí- como la niebla debilita o detiene los
dicos malsanos, que reaccionan sobre rayos del sol.
aquellos que lo rodean. En cambio, en ¿Cuál es, pues, el medio de sus-
una asamblea, a la cual cada uno trae traerse de la influencia de los malos
solamente sentimientos de bondad, fluidos? Ese medio resulta de la pro-
de caridad, de humildad, de dedica- pia causa que produce el mal. ¿Qué
ción desinteresada, de benevolencia se hace cuando se ha reconocido que
y de amor al prójimo, el aire está im- un alimento es contrario a la salud?
pregnado de emanaciones saludables Se lo rechaza y se lo reemplaza por un
en medio de las cuales uno se siente alimento más sano. Puesto que son los
vivir más a gusto. malos pensamientos los que engen-
Si se considera, ahora, que los dran los malos fluidos y los atraen,

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Colección de Textos de Allan Kardec

hay que esforzarse para sólo tener espíritas dar el ejemplo. Aquellos que
buenos pensamientos, rechazar todo hayan poseído la luz serán tanto más
lo que es malo, como se rechaza una reprensibles cuanto más hayan tenido
alimentación que puede volvernos entre las manos los medios de ilumi-
enfermos; en suma, trabajar para narse; incurrirán en la responsabili-
nuestro mejoramiento moral y, para dad de los retrasos que su ejemplo y
servirnos de una comparación del su mala voluntad hayan traído al me-
Evangelio, «no solamente limpiar el joramiento general.
vaso por fuera, sino también limpiar- ¿Esto es una utopía, una vana
lo, sobre todo, por dentro». declamación? No; es una deducción
Al mejorarse, la humanidad verá lógica de los propios hechos que
depurarse la atmósfera fluídica en nos revela, cada día, el Espiritismo.
medio de la cual vive, porque sólo le En efecto, el Espiritismo nos prueba
enviará buenos fluidos, y éstos opon- que el elemento espiritual, que se ha
drán una barrera a la invasión de los considerado, hasta hoy, como la an-
malos. Si un día la Tierra llega a ser títesis del elemento material, tiene,
poblada solamente por personas que con este último, una conexión íntima,
practiquen entre sí las leyes divinas de la cual resulta una multitud de
de amor y de caridad, nadie duda de
que esas personas se encontrarán en
«Aquellos que hayan
condiciones de higiene física y moral
completamente diferentes de aquellas poseído la luz serán
que existen hoy en día. tanto más reprensibles
Ese tiempo está lejos todavía, sin cuanto más hayan tenido
duda, pero, mientras tanto, esas con- entre las manos los
diciones pueden existir parcialmen- medios de iluminarse»
te, y les corresponde a las asambleas

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Revista Espírita 1866-1869

fenómenos inobservados o incom- meno de las mesas giratorias u otros


prendidos. Cuando la ciencia haya efectos de pura curiosidad. El Espi-
asimilado los elementos proporcio- ritismo sólo ha tomado realmente
nados por el Espiritismo, extraerá de impulso desde cuando ha entrado en
ellos nuevos e importantes recursos la vía filosófica; es menos divertido
para el propio mejoramiento mate- para ciertas personas, que sólo bus-
rial de la humanidad. Cada día, ve- caban en él una distracción, pero es
mos que se extiende, así, el círculo de mejor apreciado por las personas se-
las aplicaciones de la Doctrina, que rias, y lo será mucho más, a medida
está lejos de estar circunscrita, como que sea mejor comprendido en sus
algunos creen todavía, al pueril fenó- consecuencias.

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Colección de Textos de Allan Kardec

8 – Los médicos-médiums
Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
10.o año, n.o 10, octubre de 1867

L a señora condesa de Clérambert,


de quien hemos hablado en el
artículo anterior, manifestaba una de
y fuerzas que ignoraban y de los cua-
les la ciencia y sus pacientes podrán
beneficiarse; a probarles, en suma,
las variedades de la facultad de curar, que no saben todo, puesto que hay
que se presenta bajo una infinidad de personas que, al margen de la ciencia
aspectos y de matices apropiados a oficial, obtienen lo que ellos mismos
las aptitudes específicas de cada indi- no obtienen. No tenemos ninguna
viduo. Ella era, en nuestra opinión, el duda de que habrá, un día, médicos-
modelo de lo que podrían ser muchos médiums, como hay médiums-médicos,
médicos; de lo que muchos serán, sin que, a la ciencia adquirida, añadirán
duda, cuando entren en el camino de el don de facultades medianímicas es-
la espiritualidad, que les abre el Es- pecíficas.
piritismo, pues muchos verán desa- Únicamente, como esas faculta-
rrollarse en sí mismos las facultades des sólo tienen valor efectivo por la
intuitivas, que les serán un precioso asistencia de los Espíritus, que pue-
auxilio en la práctica. den paralizar sus efectos retirando su
Lo hemos dicho, y lo repetimos, ayuda, que desbaratan, según su vo-
que sería un error creer que la me- luntad, los cálculos del orgullo y de
diumnidad curativa viene a destro- la codicia, es evidente que los Espíri-
nar a la Medicina y a los médicos. Ella tus no prestarán su asistencia a aque-
viene a abrirles un nuevo camino; a llas personas que renieguen de ellos
mostrarles, en la naturaleza, recursos y deseen servirse de los Espíritus

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Revista Espírita 1866-1869

¿El desinterés material, que es


uno de los atributos esenciales de la
«Los Espíritus secundarán, mediumnidad curativa, será también
pues, a aquellos que, una de las condiciones de la medicina
sin reticencia ni segunda medianímica? ¿Cómo conciliar, en-
intención, pongan sus tonces, las exigencias de la profesión
aptitudes al servicio de con una abnegación absoluta?
Eso pide algunas explicaciones,
la causa que se esfuerzan
pues la posición no es la misma.
en hacer prevalecer» La facultad del médium sanador
no le ha costado nada; no le ha exigido
secretamente en beneficio de su pro- estudio, ni trabajo, ni gastos. Él la ha
pia reputación y de su fortuna. Como recibido gratuitamente, para el bien
los Espíritus trabajan para la huma- ajeno, y debe valerse de ella gratuita-
nidad y no vienen a servir a los in- mente. Como ante todo es necesario
tereses egoístas individuales; como vivir, si él no tiene, por sí mismo, re-
actúan, en todo lo que hacen, para cursos que le vuelvan independiente,
la propagación de doctrinas nuevas, debe buscar los medios para eso en
les son necesarios soldados valientes su trabajo habitual, como lo hubiera
y dedicados, y no tienen qué hacer hecho antes de conocer la mediumni-
con poltrones que le tienen miedo a dad. Solamente le da al ejercicio de
la sombra de la verdad. Los Espíritus su facultad el tiempo que puede con-
secundarán, pues, a aquellos que, sin sagrarle materialmente. Tomar ese
reticencia ni segunda intención, pon- tiempo de su reposo, emplear para
gan sus aptitudes al servicio de la volverse útil a sus semejantes el tiem-
causa que se esfuerzan en hacer pre- po que habría consagrado a distrac-
valecer. ciones mundanas es una verdadera

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Colección de Textos de Allan Kardec

abnegación, y el médium sanador de manera más segura y eficaz, por lo


sólo tiene más mérito por eso. Los que debe estar reconocido, pero él no
Espíritus no piden más y no exigen deja de ser médico. Es su profesión,
ningún sacrificio que no sea razona- que no abandona para hacerse mé-
ble. No se podría considerar como dium. Por lo tanto, no hay nada re-
abnegación y dedicación el abandono prensible en que él siga viviendo de
de su profesión para entregarse a un ello, y eso con tanta más razón ya que
trabajo menos duro y más lucrativo. la asistencia de los Espíritus es fre-
En la protección que conceden, los cuentemente inconsciente, intuitiva,
Espíritus, a quienes las personas no y puesto que su intervención se mez-
se pueden imponer, saben distinguir cla, a veces, con el empleo de medios
perfectamente las abnegaciones rea- comunes de cura.
les de las ficticias. Del hecho de que un médico se
Sería completamente diferente la volviera médium y fuera asistido por
posición de los médicos-médiums. los Espíritus en el tratamiento de sus
La Medicina es una de las carreras pacientes, no resultaría, pues, que él
sociales que uno elige para hacer de debiera renunciar a toda remunera-
ella una profesión, y la ciencia médica ción, lo que le obligaría a buscar fuera
sólo se adquiere de manera onerosa, de la Medicina los medios de existen-
por una labor asidua, frecuentemente cia, por el hecho de haber renunciado
dura. El saber del médico es, pues, un
conocimiento personal; este no es el
caso de la mediumnidad. Si, al saber
«los Espíritus [...] saben
humano, los Espíritus añaden su ayu- distinguir perfectamente
da por medio del don de una aptitud las abnegaciones reales
medianímica, eso es para el médico de las ficticias»
un medio más de instruirse, de actuar

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Revista Espírita 1866-1869

alguna apariencia filantrópica, reali-


«las simulaciones y los zaría, por eso mismo, un acto de ex-
plotación. En uno y en otro caso, tris-
subterfugios no pueden tes decepciones serían la consecuencia
engañar a los Espíritus» inevitable, porque las simulaciones y
los subterfugios no pueden engañar a
a su profesión. Pero si él está animado los Espíritus, que leen, en el fondo, el
del sentimiento de las obligaciones pensamiento.
que le impone la gracia que le es con- Hemos dicho que la mediumni-
cedida, sabrá conciliar sus intereses dad curativa no matará ni a la Medi-
con los deberes de la humanidad. cina ni a los médicos, pero no puede
No sucede lo mismo con el desin- dejar de modificar profundamente
terés moral, que puede y debe ser, en la ciencia médica. Sin duda, siempre
todos los casos, absoluto. Aquel que, habrá médiums sanadores, porque
en lugar de ver en la facultad me- siempre los ha habido y porque esa
dianímica un medio más de ser útil facultad está en la naturaleza. Pero
a sus semejantes, no buscara en ella serán menos numerosos y menos bus-
sino una satisfacción de amor propio; cados a medida que el número de los
aquel que hiciera un mérito personal médicos-médiums aumente, y cuando
de los éxitos que obtiene por ese me- la ciencia y la mediumnidad se pres-
dio, disimulando la causa verdadera, ten un mutuo apoyo. Se tendrá más
faltaría a su primer deber. Aquel que, confianza en los médicos cuando sean
sin renegar de los Espíritus, sólo vie- médiums y más confianza en los mé-
ra en su ayuda, directa o indirecta, un diums cuando sean médicos.
medio de suplir la insuficiencia de su No se pueden poner en duda las
clientela productiva, aunque se revis- virtudes curativas de ciertas plantas y
ta, ante los ojos de las personas, de de otras sustancias que la Providencia

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Colección de Textos de Allan Kardec

ha puesto bajo la mano del hombre, se desarrolla hoy en día, casi exclusi-
colocando el remedio al lado del mal; vamente, más bien entre los ignoran-
el estudio de esas propiedades es de tes que entre los hombres de ciencia?
competencia de la Medicina. Ahora Por la razón muy simple de que, hasta
bien, como los médiums sanadores hoy, los hombres de ciencia la recha-
sólo actúan por influencia fluídica, zan; cuando la acepten, la verán de-
sin el empleo de medicamentos, si un sarrollarse entre ellos como entre los
día debieran suplantar la Medicina, demás. ¿Aquel hombre de ciencia que
resultaría que, al dotar las plantas de la poseyera, hoy en día, la proclama-
propiedades curativas, Dios habría ría? No; la ocultaría con el cuidado
hecho algo inútil, lo que no es admisi- más grande. Puesto que ella sería inú-
ble. Por lo tanto, es necesario conside- til entre sus manos, ¿para qué darle
rar la mediumnidad curativa como un esa facultad? Sería lo mismo que dar
modo específico, y no como un modo un violín a un hombre que no sabe o
absoluto de cura; el fluido, como un no quiere tocarlo.
nuevo agente terapéutico aplicable Para esa situación, hay otro moti-
en ciertos casos, viene a añadirle un vo capital. Dar a los ignorantes el don
nuevo recurso a la Medicina. Por con-
siguiente, la mediumnidad curativa
y la Medicina deben caminar juntas,
«la mediumnidad
de ahora en adelante, destinadas a curativa y la Medicina
ayudarse mutuamente, a suplirse y a deben caminar juntas [...],
complementarse la una a la otra. He destinadas a ayudarse
aquí el motivo por el cual se puede mutuamente, a suplirse
ser médico sin ser médium sanador, y y a complementarse
médium sanador sin ser médico.
la una a la otra»
¿Entonces, por qué esa facultad

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Revista Espírita 1866-1869

de curar males que no pueden curar dios por intuición, así como la facul-
los sabios es probar a éstos que no tad de videncia, sólo pueden ser atri-
saben todo y que hay leyes naturales butos del Espíritu; prueban, en el ser
aparte de las que reconoce la ciencia. humano, la existencia del ser espiri-
Mientras más grande sea la distancia tual, dotado de percepciones inde-
entre la ignorancia y el saber, más evi- pendientes de los órganos corporales
dente es el hecho. Cuando se produ- y, frecuentemente, de conocimientos
ce en aquel que no sabe nada, es una adquiridos anteriormente, en una
prueba segura de que el saber huma- existencia precedente. Esos fenóme-
no no tiene ninguna parte en eso. nos tienen, pues, como consecuencia,
Pero como la ciencia sólo pue- a la vez, ser útiles a la humanidad y
de ser un atributo de la materia, el probar la existencia del principio es-
conocimiento del mal y de los reme- piritual.

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Colección de Textos de Allan Kardec

9 – Ensayo teórico sobre las sanaciones instantáneas


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
11.o año, n.o 3, marzo de 1868

D e todos los fenómenos espíritas,


uno de los más extraordinarios
es, indiscutiblemente, el de las sana-
apariencia de fundamento, considerar-
las como legendarias o, por lo menos,
como amplificadas por la credulidad;
ciones instantáneas. Se entienden las pero cuando los mismos fenómenos
sanaciones producidas por la acción se reproducen ante nuestros ojos, en
constante de un buen fluido; pero se el siglo más escéptico con respecto a
pregunta cómo ese fluido puede efec- las cosas sobrenaturales, la negación
tuar una transformación súbita en el ya no es posible, y uno es forzado a
organismo y, sobre todo, por qué el ver, en eso, no un efecto milagroso,
individuo que posee esa facultad no sino un fenómeno que debe tener su
tiene acogida en todos aquellos que causa en leyes de la naturaleza toda-
son alcanzados por la misma enfer- vía desconocidas.
medad, admitiendo que haya especia- La explicación siguiente, dedu-
lidades. La afinidad de los fluidos es cida de indicaciones proporciona-
una razón, de seguro, pero que no sa- das por un médium en estado de so-
tisface completamente, porque no tie- nambulismo espontáneo, se basa en
ne nada de indudable ni de científico. consideraciones fisiológicas que nos
Sin embargo, las sanaciones instantá- parecen lanzar una nueva luz sobre
neas son un hecho que no se podría la cuestión. Esta explicación ha sido
poner en duda. Si solamente tuvieran dada con ocasión de una pregunta,
como apoyo los ejemplos de los tiem- hecha por una persona aquejada de
pos remotos, se podría, con alguna muy graves discapacidades, de si un

101
Revista Espírita 1866-1869

no puede ser apropiado en todos los


casos. Es por eso que no hay remedio
«la sanación depende, universal.
en principio, de que Sucede lo mismo con el fluido cu-
las cualidades del fluido rativo, verdadero agente terapéutico,
sean apropiadas para cuyas cualidades varían según el ca-
contrarrestar la naturaleza rácter físico y moral de los individuos
y la causa del mal» que lo transmiten. Hay fluidos que
estimulan y otros que calman, flui-
dos fuertes y otros suaves, y muchos
tratamiento fluídico le podría ser sa- otros matices. Según sus cualidades,
ludable. el mismo fluido, como el mismo re-
Por más racional que nos parezca medio, podrá ser saludable en ciertos
esta explicación, no la consideramos casos, ineficaz y hasta perjudicial en
como absoluta, sino como hipótesis y otros; de donde se deduce que la sa-
tema de estudio, hasta que ella haya nación depende, en principio, de que
recibido la doble sanción de la lógica las cualidades del fluido sean apro-
y de la opinión general de los Espíri- piadas para contrarrestar la naturale-
tus, único control válido de las doctri- za y la causa del mal. He aquí lo que
nas espíritas y que puede garantizar muchas personas no comprenden y el
su perpetuidad. motivo por el cual ellas se sorprenden
En la medicación terapéutica, de que un sanador no cure todos los
son necesarios remedios apropiados males. En cuanto a las circunstancias
para contrarrestar el mal. El mismo que influyen sobre las cualidades in-
remedio no puede tener dos virtudes trínsecas de los fluidos, ya han sido
contrarias: ser, a la vez, estimulan- suficientemente desarrolladas en el
te y calmante, caliente y refrescante; capítulo XIV de la Génesis, por lo que

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Colección de Textos de Allan Kardec

es superfluo recordarlas acá. lidad de sanaciones instantáneas en


A esa causa completamente física casos específicos y no en todos.
de las no-sanaciones, se le debe aña- Ciertas enfermedades tienen su
dir una totalmente moral, que el Es- causa original en la propia alteración
piritismo nos da a conocer: es que la de los tejidos orgánicos; es la única
mayoría de las enfermedades, como causa que la ciencia ha admitido hasta
todas las miserias humanas, son ex- hoy. Como la ciencia, para remediar-
piaciones del presente o del pasado, o la, sólo conoce las sustancias medica-
pruebas para el porvenir; son deudas mentosas tangibles, no comprende la
contraídas, cuyas consecuencias se acción de un fluido impalpable que
deben sufrir hasta que se las haya pa- tiene como propulsor la voluntad. Sin
gado. Por lo tanto, uno no puede ser embargo, los sanadores magnéticos
curado si debe sufrir su prueba has- están allí para probar que eso no es
ta el final. Ese principio es un motivo una ilusión.
de resignación para el enfermo, pero En la sanación de las enfermeda-
no debe ser una excusa para el médi- des de esa naturaleza por el influjo
co que buscara, en la necesidad de la fluídico, hay el reemplazo de las mo-
prueba, un medio cómodo de poner léculas orgánicas mórbidas por molé-
su ignorancia a cubierto. culas sanas. Es la historia de una casa
Las enfermedades, consideradas vieja en la que se reemplazan las pie-
únicamente desde el punto de vista dras carcomidas por piedras buenas.
fisiológico, tienen dos causas, que no
se han distinguido hasta el presente
«uno no puede ser curado
y que no se podían apreciar antes de
los nuevos conocimientos traídos por
si debe sufrir su prueba
el Espiritismo. Es de la diferencia de hasta el final»
esas dos causas que resulta la posibi-

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Revista Espírita 1866-1869

Sigue siendo la misma casa, pero res- homeopáticos en dosis infinitesima-


taurada y consolidada. La torre Saint- les se basa en el mismo principio; la
Jacques y Notre-Dame de París acaban sustancia medicamentosa, llevada al
de sufrir un tratamiento de ese tipo. estado atómico por la división, ad-
La sustancia fluídica produce un quiere, hasta cierto punto, las propie-
efecto análogo a aquél de la sustan- dades de los fluidos, exceptuando,
cia medicamentosa, con la diferencia sin embargo, el principio anímico que
de que su penetración, por ser más existe en los fluidos animalizados y
grande, debido a la tenuidad de sus que les da cualidades específicas.
principios constituyentes, actúa más En resumen, se trata de reparar
directamente sobre las moléculas un desorden orgánico por medio de
primigenias del organismo, lo que la introducción, en el organismo, de
no pueden hacer las moléculas, más materiales sanos que sustituyen ma-
groseras, de las sustancias materiales. teriales deteriorados. Esos materiales
En segundo lugar, su eficacia es más sanos pueden ser proporcionados por
general, sin ser universal, porque sus los medicamentos comunes en estado
cualidades son modificables por el pen- natural; por esos mismos medicamen-
samiento, mientras que las cualidades tos en estado de división homeopática;
de la materia son fijas e invariables, en fin, por el fluido magnético, que no
y solamente pueden aplicarse a casos es otra cosa sino la materia espiritua-
determinados. lizada. Son tres modos de reparación,
Tal es, de manera general, el prin- mejor dicho, de introducción y de asi-
cipio en el cual se basan los tratamien- milación de elementos reparadores;
tos magnéticos. Agreguemos, suma- todos los tres están igualmente en la
riamente y como indicación, dado naturaleza y tienen su utilidad según
que no podemos profundizar el asun- los casos específicos, lo que explica
to acá, que la acción de los remedios el motivo por el cual uno tiene éxito

104
Colección de Textos de Allan Kardec

donde otro fracasa, pues actuaríamos en circunstancias específicas; lo que


con parcialidad si negáramos los servi- prueba esto es que ellas no ocurren in-
cios prestados por la medicina común. distintamente para todas las enferme-
Según nosotros, son tres las ramas del dades, ni sobre todos los individuos.
arte de curar, destinadas a suplirse y Por lo tanto, es un fenómeno natural,
a complementarse de acuerdo a las cuya ley se debe buscar; ahora bien,
circunstancias, pero ninguna tiene he aquí la explicación que ha sido
buenas razones para creerse la pa- dada; para comprenderla, era nece-
nacea universal del género humano. sario tener el punto de comparación
Cada uno de esos medios podrá que hemos acabado de establecer.
ser eficaz, por lo tanto, si es empleado Ciertas afecciones, incluso muy
de manera conveniente y es adecua- graves y crónicas, no tienen como
do para la especificidad del mal; pero, causa primigenia la alteración de las
sea lo que sea, se comprende que la moléculas orgánicas, sino la presencia
sustitución molecular, necesaria para de un mal fluido que las disgrega, por
el restablecimiento del equilibrio, so- así decirlo, y perturba el organismo.
lamente puede efectuarse gradual- Sucede lo mismo con un reloj,
mente, y no como por encanto y arte
de magia; la sanación, si es posible,
sólo puede ser el resultado de una ac- «Ciertas afecciones [...]
ción constante y perseverante, larga no tienen como causa
en mayor o en menor grado, según la primigenia la alteración de
gravedad de los casos.
las moléculas orgánicas,
Sin embargo, las sanaciones ins-
sino la presencia de un
tantáneas son un hecho y, como no
pueden ser más milagrosas que las de- mal fluido»
más, es necesario que sean realizadas

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Revista Espírita 1866-1869

y las funciones retoman su curso.


Se concibe que, en semejante caso,
«la medicina común es los medicamentos terapéuticos, des-
impotente en todas las tinados, por su naturaleza, a actuar
enfermedades causadas sobre la materia, no tengan eficacia
por fluidos viciados, y sobre un agente fluídico; por eso, la
ellas son numerosas» medicina común es impotente en to-
das las enfermedades causadas por
fluidos viciados, y ellas son numero-
cuyas piezas se encuentran todas en sas. A la materia se le puede oponer
buen estado, pero cuyo movimiento la materia, pero a un mal fluido se le
es detenido o desajustado por el pol- debe oponer un fluido mejor y más
vo; ninguna pieza necesita ser reem- potente. La medicina terapéutica fraca-
plazada; sin embargo, el reloj no fun- sa, naturalmente, contra los agentes
ciona; para restablecer la regularidad fluídicos; por la misma razón, la me-
del movimiento, basta purificar el re- dicina fluídica fracasa donde se debe-
loj del obstáculo que impedía su fun- ría oponer la materia a la materia; la
cionamiento. medicina homeopática nos parece ser la
Tal es el caso de un gran número intermediaria, el elemento de unión
de enfermedades cuyo origen se debe entre esos dos extremos, y tiene éxito
a los fluidos perniciosos por los cuales particularmente en las afecciones que
el organismo es penetrado. Para obte- se podrían llamar mixtas.
ner la sanación, no son las moléculas Sea cual sea la pretensión de su-
deterioradas las que se deben reem- premacía de cada uno de esos siste-
plazar, sino un cuerpo extraño el que mas, lo que hay de positivo es que
se debe expulsar; desaparecida la cau- cada uno, por su parte, obtiene indu-
sa del mal, el equilibrio se restablece dables éxitos, pero, hasta el presente,

106
Colección de Textos de Allan Kardec

ninguno ha justificado la pretensión un mal fluido que perturba las funcio-


de estar en posesión exclusiva de la nes. En ese caso, no se trata de repa-
verdad; de donde se debe concluir rar, sino de expulsar. Esos dos casos
que todos tienen su utilidad y que lo exigen, del fluido sanador, cualidades
esencial es aplicar esos sistemas cuan- diferentes; en el primero, es necesario
do convengan. un fluido más suave que violento, so-
No tenemos que ocuparnos, acá, bre todo rico en principios reparado-
de los casos en los que el tratamiento res; en el segundo, un fluido enérgico,
fluídico es aplicable, sino de la causa más adecuado para la expulsión que
por la cual ese tratamiento, a veces, para la reparación; según la cualidad
puede ser instantáneo, mientras que, de ese fluido, la expulsión puede ser
en otros casos, exige una acción cons- rápida y ocurrir como por efecto de
tante. una descarga eléctrica. El enfermo,
Esa diferencia se debe a la propia súbitamente liberado de la causa ex-
naturaleza y a la causa primigenia traña que le hacía sufrir, se siente ali-
del mal. Dos afecciones que presen- viado inmediatamente, como sucede
tan, en apariencia, síntomas idénti- en la extirpación de un diente podri-
cos pueden tener causas diferentes; do. El órgano, al ya no ser obliterado,
una puede estar determinada por la vuelve a su estado normal y retoma
alteración de las moléculas orgáni- sus funciones.
cas y, en ese caso, como me ha sido Así pueden explicarse las sanacio-
dicho, se deben reparar, reemplazar nes instantáneas, que solamente son,
las moléculas deterioradas por mo- en realidad, una variedad de la acción
léculas sanas, operación que sólo se magnética. Se basan, como se ve, en
puede hacer gradualmente; en el otro un principio esencialmente fisiológi-
caso, puede estar determinada por la co, y nada tienen de más milagroso
infiltración, en los órganos sanos, de que los demás fenómenos espíritas.

107
Revista Espírita 1866-1869

cualidad específica; cuando se trata de


«[las sanaciones la expulsión de un mal fluido, puede
ser rápida e incluso instantánea».
instantáneas] nada tienen
Para simplificar la cuestión, so-
de más milagroso que lamente hemos considerado los dos
los demás fenómenos puntos extremos; pero, entre los dos,
espíritas» hay matices infinitos; es decir, una
multitud de casos en los cuales las
Se comprende, por lo tanto, el motivo dos causas existen simultáneamente
por el cual esos tipos de sanaciones en diferentes grados y con mayor o
no son aplicables a todas las enferme- menor preponderancia de cada una;
dades. Su obtención se debe a la vez a en los cuales, por consiguiente, es ne-
la causa primigenia del mal, que no es cesario a la vez expulsar y reparar.
la misma entre todos los individuos, Según la causa que predomine, la sa-
y a las cualidades específicas del flui- nación es lenta en mayor o en menor
do que uno opone al mal. Resulta que grado; si la causa es el mal fluido, des-
una persona que produce efectos rá- pués de la expulsión, es necesaria la
pidos no es siempre adecuada para reparación; si es el desorden orgáni-
un tratamiento magnético regular y co, después de la reparación, es nece-
que excelentes magnetizadores son saria la expulsión. La sanación sólo se
inadecuados para sanaciones instan- completa después de la destrucción
táneas. de las dos causas. Ese es el caso más
Esta teoría puede resumirse así: común; he aquí el motivo por el cual
«Cuando el mal exige la reparación los tratamientos terapéuticos frecuen-
de órganos alterados, la sanación es temente tienen necesidad de ser com-
lenta, necesariamente, y exige una plementados por un tratamiento fluí-
acción constante y un fluido de una dico y recíprocamente; es también el

108
Colección de Textos de Allan Kardec

motivo por el cual las sanaciones ins- Esas consideraciones muestran


tantáneas, que ocurren en los casos en cuántas cosas se deben tener en cuenta
los que la predominancia fluídica es, en el tratamiento de las enfermedades
por así decirlo, exclusiva, no podrán y cuánto queda todavía por aprender
jamás transformarse en un medio cu- al respecto. Además, ellas vienen a
rativo universal; ellas no están desti- confirmar un hecho capital que se des-
nadas, por consiguiente, a suplantar taca en la obra sobre la Génesis, que es
ni a la medicina, ni a la homeopatía, la alianza del Espiritismo y de la cien-
ni al magnetismo común. cia. El Espiritismo camina en el mismo
La sanación instantánea radical terreno que la ciencia hasta los límites
y definitiva puede ser considerada de la materia tangible; pero mientras
como un caso excepcional, puesto que la ciencia se detiene en ese punto, el
es poco común: 1.o que la expulsión Espiritismo sigue su ruta y prosigue
del mal fluido sea completa en una sus investigaciones en los fenóme-
sola vez; 2.o que la causa fluídica no nos de la naturaleza, con la ayuda de
esté acompañada de alguna altera- elementos que extrae en el mundo
ción orgánica, lo que obliga, en uno y
en otro caso, a retomar la magnetiza-
«como los malos fluidos
ción varias veces.
En fin, como los malos fluidos
sólo pueden venir de
sólo pueden venir de los malos Espí- los malos Espíritus,
ritus, la introducción de esos fluidos la introducción de esos
en el organismo está relacionada, fre- fluidos en el organismo
cuentemente, con la obsesión. Resulta está relacionada,
que, para obtener la sanación, se debe
frecuentemente, con
tratar a la vez al enfermo y al Espíritu
obsesor.
la obsesión»

109
Revista Espírita 1866-1869

extra-material; está únicamente allí la Una magnetización violenta y dema-


solución de las dificultades contra las siado enérgica no produciría sino una
cuales se choca la ciencia. estimulación momentánea, seguida
luego de una postración más grande,
Nota. La persona cuya pregunta activando el trabajo de la descompo-
ha motivado esta explicación está en sición. Le sería necesaria una magne-
el caso de las enfermedades de causa tización suave, constante por mucho
compleja. Su organismo está profun- tiempo, un fluido reparador pene-
damente alterado, al mismo tiempo trante, y no un fluido que agita pero
que está saturado de los fluidos más que no repara nada. Ella se encuentra,
perniciosos, que la vuelven incurable por consiguiente, inaccesible a la sa-
si sólo se aplica la terapéutica común. nación instantánea.

110
Colección de Textos de Allan Kardec

10 – Sesión anual conmemorativa del día de los difuntos


(Sociedad de París, 1.o de noviembre de 1868)
D������� �� �������� ��� �� S�. A���� K�����3
¿El Espiritismo es una religión?
Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
11.o año, n.o 12, diciembre de 1868

«Donde están dos o tres personas congregadas en mi nombre,


allí estoy yo en medio de ellas» (San Mateo, 18:20)

C aros hermanos y hermanas espí-


ritas:
las bondades del Todopoderoso. ¿Pero
por qué reunirnos? ¿No podemos ha-
cer, cada uno en privado, lo que nos
Estamos reunidos, en este día con-
sagrado, por la costumbre, a la con- proponemos hacer juntos? ¿Qué uti-
memoración del día de los difuntos, lidad puede haber, pues, en reunirse,
para ofrecer a aquellos de nuestros así, en un día específico?
hermanos que dejaron la Tierra un Jesús nos lo indica por las palabras
testimonio particular de benevolen- que hemos expuesto anteriormente.
cia; para dar continuidad a las rela- Esa utilidad está en el resultado pro-
ciones de afecto y de fraternidad que ducido por la comunión de pensa-
existían entre ellos y nosotros cuando mientos que se establece entre perso-
estaban vivos y para atraer sobre ellos nas reunidas con un mismo objetivo.

3
La primera parte de este discurso fue tomada de una publicación anterior sobre la Comunión de
pensamientos, que era necesario recordar, debido a su relación con la idea principal.
[N. de la T.: ver el capítulo 16 del libro Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos 1862-1865:
Colección de Textos de Allan Kardec.]

111
Revista Espírita 1866-1869

elementos que constituyen nuestra


esencia espiritual y es el Espiritismo
«El pensamiento es el
el que nos la enseña.
atributo característico del El pensamiento es el atributo ca-
ser espiritual» racterístico del ser espiritual; es él que
diferencia al espíritu de la materia;
¿Pero se comprende bien todo el sin el pensamiento, el espíritu no se-
alcance de esta expresión: Comunión de ría espíritu. La voluntad no es un atri-
pensamientos? Seguramente, hasta hoy, buto especial del espíritu; es el pen-
pocas personas se habían hecho una samiento que ha llegado a un cierto
idea completa de ella. El Espiritismo, grado de energía; es el pensamiento
que nos explica tantas cosas por las que se ha vuelto potencia motriz. Es
leyes que nos revela, viene, además, por la voluntad que el Espíritu impri-
a explicarnos la causa, los efectos y el me, a los miembros y al cuerpo, movi-
poder de ese estado de ánimo. mientos en un sentido determinado.
Comunión de pensamiento quie- Pero si el pensamiento tiene el poder
re decir pensamiento común, unidad de actuar sobre los órganos materia-
de intención, de voluntad, de deseo, les, ¡cuán más grande ese poder debe
de aspiración. Nadie puede dejar de ser sobre los elementos fluídicos que
admitir que el pensamiento es una nos rodean! El pensamiento actúa so-
fuerza; ¿pero es una fuerza pura- bre los fluidos del ambiente como el
mente moral y abstracta? No; de otro sonido actúa sobre el aire; esos flui-
modo no se explicarían ciertos efectos dos nos traen el pensamiento como el
del pensamiento y mucho menos de aire nos trae el sonido. Por lo tanto,
la comunión de pensamiento. Para se puede decir, verdaderamente, que
comprenderlo, es necesario conocer hay, en esos fluidos, ondas y rayos
las propiedades y la acción de los de pensamientos que se cruzan sin

112
Colección de Textos de Allan Kardec

confundirse, como hay, en el aire, on- mientos malos, producen el efecto de


das y rayos sonoros. una corriente de aire helado en un
Una asamblea es un foco de don- medio tibio.
de se irradian pensamientos diver- Tal es la causa del sentimiento de
sos; es como una orquesta, un coro de satisfacción que se experimenta en
pensamientos en los cuales cada uno una reunión afín; reina una atmósfe-
produce su nota. Resulta de eso una ra moral salubre, en la que se respira
multitud de corrientes y de efluvios a gusto; se sale reconfortado de allí,
fluídicos, que son percibidos por me- porque se está impregnado de eflu-
dio del sentido espiritual como, en un vios fluídicos saludables. De ese modo
coro de música, los sonidos son perci- se explican, también, la ansiedad, el
bidos por el sentido del oído. malestar indefinible que se sienten en
Pero, del mismo modo que hay un medio no afín, en el que los pensa-
rayos sonoros armónicos o discordan- mientos malévolos provocan, por así
tes, hay también pensamientos armó- decirlo, corrientes fluídicas malsanas.
nicos o discordantes. Si el conjunto es La comunión de pensamientos
armónico, la sensación es agradable; produce, pues, una especie de efecto
si es discordante, la sensación es de- físico que reacciona sobre lo moral; es
sagradable. Ahora bien, para eso, no lo que únicamente el Espiritismo po-
hay necesidad de que el pensamiento dría hacer comprender. Las personas
sea formulado en palabras; la irradia-
ción fluídica no deja de existir, sea el
«si todos los pensamientos
pensamiento expresado o no; si todos
los pensamientos son benévolos, to- son benévolos, todos los
dos los asistentes experimentan un asistentes experimentan
verdadero bienestar, se sienten a gus- un verdadero bienestar»
to; pero si se mezclan algunos pensa-

113
Revista Espírita 1866-1869

esa fuerza es multiplicada por el nú-


«Al ser la voluntad una mero de voluntades idénticas, como
la fuerza muscular es multiplicada
fuerza activa, esa fuerza
por el número de brazos.
es multiplicada por el Establecido ese punto, se concibe
número de voluntades que, en las relaciones que se estable-
idénticas» cen entre las personas y los Espíritus,
hay, en una reunión donde reina una
lo sienten instintivamente, ya que perfecta comunión de pensamientos,
buscan las reuniones en las cuales un poder atractivo o repulsivo, que no
saben que encuentran esa comunión. siempre posee un individuo aislado.
En esas reuniones homogéneas y afi- Si, hasta el presente, las reuniones de-
nes, extraen nuevas fuerzas morales; masiado numerosas son menos favo-
se podría decir que recuperan allí las rables, es por la dificultad de obtener
pérdidas fluídicas que tienen cada día una homogeneidad perfecta de pen-
por la irradiación del pensamiento, samientos, que proviene de la imper-
del mismo modo que recuperan, por fección de la naturaleza humana en
medio de los alimentos, las pérdidas la Tierra. Cuanto más numerosas son
del cuerpo material. las reuniones, más se mezclan en ellas
A esos efectos de la comunión de elementos heterogéneos, que parali-
pensamientos, se junta otro que es su zan la acción de los buenos elementos
consecuencia natural y que es impor- y que son como granos de arena en un
tante no perder de vista: es el poder engranaje. No es así en los mundos
que adquiere el pensamiento o la vo- más avanzados, y esa situación cam-
luntad, por medio del conjunto de los biará en la Tierra, a medida que las
pensamientos o voluntades reunidos. personas se vuelvan mejores en ella.
Al ser la voluntad una fuerza activa, Para los Espíritas, la comunión de

114
Colección de Textos de Allan Kardec

pensamientos tiene un resultado más culos. Al no ser sus efluvios detenidos


específico aún. Hemos visto el efecto por corrientes contrarias, se propaga-
de esa comunión de persona a perso- rán sobre todos los asistentes, precisa-
na; el Espiritismo nos prueba que ese mente porque todos los habrán atraí-
efecto no deja de ser grande de las do por el pensamiento, no cada uno
personas a los Espíritus y recíproca- para su provecho personal, sino para
mente. De hecho, si el pensamiento el provecho de todos, según la ley de
colectivo adquiere fuerza por el nú- caridad. Esos efluvios bajarán sobre
mero, un conjunto de pensamientos ellos como lenguas de fuego, para ser-
idénticos, que tienen como objetivo el virnos de una admirable imagen del
bien, tendrá más poder para neutra- Evangelio.
lizar la acción de los malos Espíritus; De ese modo, por la comunión de
por eso, vemos que la táctica de esos pensamientos, las personas se asisten
últimos es incitar a la división y al entre sí y, al mismo tiempo, asisten a
aislamiento. Sola, una persona puede los Espíritus y son asistidas. Las rela-
sucumbir, mientras que, si su volun- ciones del mundo visible y del mun-
tad está corroborada por otras volun- do invisible ya no son individuales,
tades, podrá resistir, según el axioma sino colectivas, y, por eso mismo, más
«La unión hace la fuerza», axioma ver-
dadero tanto en lo moral como en lo
«un conjunto de
físico.
Por otro lado, si la acción de los
pensamientos idénticos,
Espíritus malévolos puede ser parali- que tienen como objetivo
zada por un pensamiento común, es el bien, tendrá más poder
evidente que la de los buenos Espíri- para neutralizar la acción
tus será secundada; la influencia sa- de los malos Espíritus»
ludable de ellos no encontrará obstá-

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Revista Espírita 1866-1869

que son felices experimentan una fe-


«Gracias al Espiritismo, licidad más grande por ese concierto
armónico; aquellos que sufren sienten
comprendemos, pues, el
un alivio más grande.
poder y los efectos del Todas las reuniones religiosas, no
pensamiento colectivo» importa a qué culto pertenezcan, es-
tán basadas en la comunión de pensa-
poderosas tanto para el beneficio de mientos; es allí, en efecto, donde ella
las masas como para el de los indivi- debe y puede ejercer todo su poder,
duos; en suma, la comunión de pen- porque el objetivo debe ser la libera-
samientos establece la solidaridad, ción del pensamiento de las opresio-
que es la base de la fraternidad. Cada nes de la materia. Desafortunadamen-
uno trabaja no solamente para sí, sino te, la mayoría de esas reuniones se ha
para todos y, al trabajar para todos, apartado de ese principio, a medida
cada uno saca provecho para sí; es lo que ha hecho de la religión una cues-
que no comprende el egoísmo. tión de forma. Resulta de eso que cada
Gracias al Espiritismo, compren- uno, al hacer que su deber consista en
demos, pues, el poder y los efectos el cumplimiento de la forma, se cree
del pensamiento colectivo; aclaramos liberado hacia Dios y hacia las perso-
mejor el sentimiento de bienestar que nas cuando ha practicado una fórmu-
se experimenta en un medio homogé- la. Resulta de eso, además, que cada
neo y afín; pero sabemos, igualmente, uno va a los lugares de reuniones religio-
que sucede lo mismo con los Espíri- sas con un pensamiento personal, para
tus, pues estos también reciben los lo que le concierne, y, lo más frecuente-
efluvios de todos los pensamientos mente, sin ningún sentimiento de confra-
benévolos que se elevan hacia ellos ternidad con relación a los otros asisten-
como un vapor de perfume. Aquellos tes; está aislado en medio de la multitud

116
Colección de Textos de Allan Kardec

y piensa en el Cielo solamente para sí adorado en todos los lugares y que


mismo. cada uno puede orar en su casa y a
Seguramente no era así como lo cualquier hora, mientras que los po-
entendía Jesús cuando dijo: «Cuando bres, los enfermos y los inválidos tie-
estéis varios reunidos en mi nombre, nen necesidad de lugares de refugio.
estaré en medio de vosotros». Reuni- Pero del hecho de que se cometen
dos en mi nombre, es decir, con un abusos y de que hay personas que se
pensamiento común; pero no es posi- han apartado del buen camino, ¿se
ble estar reunidos en nombre de Jesús deduce que el buen camino no existe
sin asimilar Sus principios, Su Doctri- y que todo de lo que se hace mal uso
na; ahora bien, ¿cuál es el principio es malo? No, seguramente. Hablar así
fundamental de la Doctrina de Jesús? es ignorar la fuente y los beneficios
La caridad en pensamientos, en pala- de la comunión de pensamientos, que
bras y en acciones. Los egoístas y los debe ser la esencia de las asambleas
orgullosos mienten cuando se dicen religiosas; es ignorar las causas que
reunidos en nombre de Jesús, pues provocan esa comunión. Se concibe
Jesús reniega de ellos como Sus dis- que los materialistas profesen seme-
cípulos. jantes ideas; pues, en todas las cosas,
Golpeadas por esos abusos y esas no toman en cuenta la vida espiritual;
desviaciones, hay personas que nie-
gan la utilidad de las asambleas reli-
«¿cuál es el principio
giosas y, por consiguiente, de los edifi-
cios consagrados a esas asambleas. En
fundamental de la
su radicalismo, piensan que valdría Doctrina de Jesús? La
más construir hospicios que templos, caridad en pensamientos,
puesto que el templo de Dios está en en palabras y en acciones»
todos los lugares, que Él puede ser

117
Revista Espírita 1866-1869

capaz de instruirse por sí misma? No;


«El aislamiento religioso son necesarias, para la mayoría, ense-
ñanzas directas tanto en materia de
conduce al egoísmo, religión y de moral como en materia
del mismo modo que el de ciencia. Indiscutiblemente, esa en-
aislamiento social» señanza puede ser dada en todos los
lugares, tanto bajo la bóveda celeste
pero de parte de los espiritualistas, como bajo la de un templo; ¿pero por
peor aún, de Espíritas, eso sería un qué las personas no tendrían lugares
disparate. El aislamiento religioso con- específicos para los asuntos del Cie-
duce al egoísmo, del mismo modo que el lo, como los tienen para los asuntos
aislamiento social. Es posible que al- de la Tierra? ¿Por qué no tendrían
gunas personas sean suficientemente asambleas religiosas, como tienen
fuertes por sí mismas, tan grandemen- asambleas políticas, científicas e in-
te dotadas en el corazón, para que su dustriales? He aquí una Bolsa de Va-
fe y su caridad no tengan necesidad lores donde siempre se gana sin hacer
de ser reanimadas por un foco co- que nadie pierda. Esta no es una ra-
mún; pero no sucede lo mismo con las zón para que no haya fundaciones en
masas, para quienes es necesario un beneficio de los desafortunados; pero
estímulo, sin el cual podrían dejarse decimos más: cuando las personas com-
ganar por la indiferencia. ¿Quién es, prendan mejor sus intereses desde el pun-
además, la persona que pueda decirse to de vista del Cielo, habrá menos gente
suficientemente esclarecida para no en los hospicios.
tener nada que aprender con relación Si las asambleas religiosas –ha-
a sus intereses futuros? ¿Suficiente- blamos en general, sin hacer alusión
mente perfecta para desechar con- a ningún culto– se han apartado de-
sejos en la vida presente? ¿Siempre masiado frecuentemente del objetivo

118
Colección de Textos de Allan Kardec

primigenio principal, que es la co- objetivo de las asambleas religiosas


munión fraternal del pensamiento; si debe ser la comunión de pensamientos;
la enseñanza que es dada allí no ha es que, en efecto, la palabra religión
seguido siempre el movimiento pro- quiere decir lazo; una religión, en su
gresivo de la humanidad, es que las acepción amplia y verdadera, es un
personas no realizan todo el progreso lazo que liga a las personas en una
de una sola vez; lo que no hacen en un comunión de sentimientos, de prin-
período lo hacen en otro; a medida que cipios y de creencias; subsiguiente-
se esclarecen, ven lagunas que existen mente, ese nombre ha sido dado a
en sus instituciones y las llenan; com- esos mismos principios codificados y
prenden que lo que era bueno en una formulados como dogmas o artículos
época, para el grado de civilización, se de fe. Es en ese sentido que se dice:
vuelve insuficiente en un estado más la religión política; sin embargo, en esa
avanzado, y restablecen el equilibrio. misma acepción, la palabra religión no
El Espiritismo, lo sabemos, es la gran es sinónima de opinión; implica una
palanca del progreso en todas las co- idea particular: la de fe concienzuda; es
sas; marca una era de renovación. Se- por eso que se dice también: la fe polí-
pamos esperar, pues, y no solicitemos tica. Ahora bien, las personas pueden
a una época más de lo que puede dar. afiliarse, por interés, a un partido, sin
Como las plantas, es necesario que las tener la fe de ese partido, y la prueba
ideas maduren para que se cosechen está en aquellos que lo dejan, sin es-
los frutos. Además, sepamos hacer las crúpulo, cuando encuentran su inte-
concesiones necesarias a las épocas de rés en otra parte, mientras que aquel
transición, pues nada, en la naturale- que lo elige por convicción es inque-
za, se opera de una manera brusca e brantable; persiste a costa de gran-
instantánea. des sacrificios, y es la abnegación de
Hemos dicho que el verdadero los intereses personales lo que es la

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Revista Espírita 1866-1869

un lazo esencialmente moral, que liga


los corazones, que identifica los pen-
«en el sentido filosófico,
samientos, las aspiraciones, y no es
el Espiritismo es una solamente el hecho de compromisos
religión» materiales que se rompen a voluntad,
o del cumplimiento de fórmulas que
verdadera prueba de la fe sincera. Sin hablan más a los ojos que al espíritu.
embargo, si la renuncia a una opinión, El efecto de ese lazo moral es esta-
motivada por interés, es un acto de co- blecer, entre aquellos que une, como
bardía despreciable, es respetable, en consecuencia de la comunidad de vi-
cambio, cuando es el fruto del recono- sión y de sentimientos, la fraternidad
cimiento del error en el cual se estaba; y la solidaridad, la indulgencia y la be-
es, entonces, un acto de abnegación y nevolencia mutuas. Es en ese sentido
de razón. Hay más valor y grandeza que se dice también: la religión de la
en reconocer abiertamente que uno se amistad, la religión de la familia.
ha engañado que persistir en lo que De ser así, se dirá, ¿el Espiritismo
se sabe que es falso, por amor propio es, pues, una religión? ¡Pues bien, sí!
y para no dar un desmentido a sí mis- Sin duda, señores; en el sentido filo-
mo, lo que revela más testarudez que sófico, el Espiritismo es una religión
firmeza, más orgullo que juicio y más y nos gloriamos de eso, porque es la
debilidad que fuerza. Más aún: es hi- Doctrina que fundamenta los lazos
pocresía, porque se quiere aparentar de la fraternidad y de la comunión de
lo que no se es; es, además, una mala pensamientos, no en una simple con-
acción, porque es incentivar al error vención, sino en las bases más sólidas:
por medio de su propio ejemplo. las propias leyes de la naturaleza.
El lazo establecido por una reli- ¿Por qué, pues, hemos declarado
gión, sea cual sea su objeto, es, pues, que el Espiritismo no es una religión?

120
Colección de Textos de Allan Kardec

Por la razón de que hay una única es decir, con el recogimiento y el res-
palabra para expresar dos ideas dife- peto que comporta la naturaleza gra-
rentes y de que, en la opinión general, ve de los asuntos de los cuales se ocu-
la palabra religión es inseparable de pan; incluso se pueden decir allí, si
culto; de que esa palabra revela exclu- llega el caso, oraciones, que, en lugar
sivamente una idea de forma, que el de ser dichas en privado, son dichas
Espiritismo no tiene. Si el Espiritismo en común, sin que las reuniones espí-
se dijera religión, el público sólo vería ritas sean, por eso, lo que se entiende
en él una nueva edición, una varian- por asambleas religiosas. Que no se crea
te, si se quiere, de los principios ab- que eso es jugar con las palabras; el
solutos en materia de fe; una casta sa- matiz es perfectamente claro y la apa-
cerdotal con su cortejo de jerarquías, rente confusión sólo proviene de la
de ceremonias y de privilegios; no lo falta de una palabra para cada idea.
separaría de las ideas de misticismo ¿Cuál es, por lo tanto, el lazo que
y de los abusos contra los cuales la
opinión pública frecuentemente se ha
sublevado.
«Al no tener ninguna de
Al no tener ninguna de las carac- las características de una
terísticas de una religión, en la acep- religión, en la acepción
ción común de la palabra, el Espiritis- común de la palabra, el
mo no podía ni debía adornarse de un Espiritismo no podía ni
título sobre cuyo valor las personas
debía adornarse de un
se confundirían inevitablemente; he
aquí el motivo por el cual se dice sim-
título sobre cuyo valor las
plemente: doctrina filosófica y moral. personas se confundirían
Las reuniones espíritas pueden inevitablemente»
ser realizadas, pues, religiosamente,

121
Revista Espírita 1866-1869

cuyo alcance completo es necesario


comprender bien; y si los Espíritus no
«La caridad es el alma
cesan de predicarla y de definirla es
del Espiritismo» que, probablemente, reconocen que
eso es todavía necesario.
debe existir entre los Espíritas? No El campo de la caridad es muy
están unidos entre ellos por ningún vasto; comprende dos grandes divi-
contrato material, por ninguna prác- siones que, a falta de términos espe-
tica obligatoria; ¿cuál es el sentimien- cíficos, se pueden designar por medio
to en el cual se deben mezclar todos de las palabras: Caridad bienhechora y
los pensamientos? Es un sentimiento caridad benevolente. Se comprende fá-
completamente moral, completamen- cilmente la primera, que es natural-
te espiritual, completamente huma- mente proporcional a los recursos ma-
nitario: el de la caridad hacia todos; teriales de los cuales se dispone; pero
dicho de otro modo, el amor al pró- la segunda está al alcance de todo el
jimo, que comprende a los vivos y a mundo, tanto del más pobre como del
los muertos, puesto que sabemos que más rico. Si la beneficencia es limita-
los muertos siempre hacen parte de la da forzosamente, nada diferente a la
humanidad. voluntad podría establecer límites a
La caridad es el alma del Espiritis- la benevolencia.
mo: resume todos los deberes del ser ¿Qué es necesario, pues, para
humano hacia sí mismo y hacia sus practicar la caridad benevolente?
semejantes; es por eso que se puede Amar a su prójimo como a sí mismo:
decir que no hay verdadero Espírita ahora bien, si se ama al prójimo tanto
sin la caridad. como a sí mismo, se lo amará mucho;
Pero la caridad es, además, una se actuará hacia él como se desearía
de esas palabras con sentido múltiple, que los otros actuaran hacia nosotros;

122
Colección de Textos de Allan Kardec

no se deseará ni se hará mal a nadie, aquel que dice «Fuera de la caridad no


porque no desearíamos que se nos lo hay salvación» pronuncia su propia
hiciera. condenación, tanto en este mundo
Amar a su prójimo es, pues, ab- como en el otro.
jurar de todo sentimiento de odio, de ¡Cuántas cosas habría que decir
animosidad, de rencor, de envidia, de sobre este asunto! ¡Cuántas bellas
celos, de venganza, en suma, de todo instrucciones nos dan, sin cesar, los
deseo y de todo pensamiento de cau- Espíritus! Sin el recelo de ser dema-
sar perjuicio; es perdonar a sus ene- siado largo y de abusar de vuestra
migos y devolver el bien por el mal; paciencia, señores, sería fácil demos-
es ser indulgente hacia las imperfec- trar que, poniéndose desde el punto
ciones de sus semejantes y no buscar de vista del interés personal, egoísta,
la paja en el ojo de su vecino, mientras si se quiere, (pues no todas las per-
que no se ve la viga que se tiene en sonas están preparadas todavía para
su propio ojo; es cubrir con un velo o una abnegación completa, para ha-
excusar las faltas ajenas, en lugar de cer el bien únicamente por el amor al
complacerse en ponerlas en evidencia bien) sería, digo, fácil demostrar que
con ánimo de denigración; es, ade- las personas tienen todo para ganar al
más, no enaltecerse a sí mismo a costa actuar así y todo para perder al actuar
de los otros; no buscar humillar a na- de otra manera, incluso en sus rela-
die bajo el peso de su superioridad; no ciones sociales; además, el bien atrae
desdeñar a nadie por orgullo. He aquí
la verdadera caridad benevolente, la
«el bien atrae el bien y
caridad práctica, sin la cual la cari-
dad es una palabra vana; es la caridad
la protección de los
tanto del verdadero Espírita como del buenos Espíritus»
verdadero cristiano; sin esta caridad,

123
Revista Espírita 1866-1869

la Providencia y no se desvía jamás


del buen camino; a aquel, en fin, cu-
«cada uno, en virtud de yos sentimientos secretos no disimu-
su libre albedrío, puede lan ninguna segunda intención de
elegir la suerte que desea vanidad o de interés personal. Por lo
tentar, pero sólo podrá tanto, de un lado, ganancia asegura-
responsabilizar a sí mismo da; del otro, pérdida cierta; cada uno,
en virtud de su libre albedrío, puede
de las consecuencias
elegir la suerte que desea tentar, pero
de su elección» sólo podrá responsabilizar a sí mismo
de las consecuencias de su elección.
el bien y la protección de los buenos Creer en un Dios todopoderoso,
Espíritus; el mal atrae el mal y abre la soberanamente justo y bueno; creer
puerta a la malevolencia de los malos. en el alma y en su inmortalidad; en
Tarde o temprano, el orgulloso es cas- la preexistencia del alma como única
tigado por medio de la humillación, justificación del presente; en la plura-
el ambicioso por medio de las decep- lidad de las existencias como medio
ciones, el egoísta por medio de la rui- de expiación, de reparación y de pro-
na de sus esperanzas, el hipócrita por greso intelectual y moral; en la perfec-
medio de la vergüenza de ser desen- tibilidad de los seres más imperfectos;
mascarado; aquel que abandona a los en la felicidad creciente con la per-
buenos Espíritus es abandonado por fección; en la equitativa retribución
ellos y, de caída en caída, se ve, final- del bien y del mal, según el principio
mente, en el fondo del abismo, mien- «a cada uno, según sus obras»; en la
tras que los buenos Espíritus animan igualdad de la justicia para todos, sin
y sostienen a aquel que, en sus prue- excepciones, favores ni privilegios
bas más grandes, no cesa de fiarse de para ninguna criatura; en la duración

124
Colección de Textos de Allan Kardec

de la expiación mientras dure la im- revelación de las leyes de la naturale-


perfección; en el libre albedrío del ser za, que son las leyes de Dios: he aquí
humano, que le deja siempre la elec- el Credo, la religión del Espiritismo, reli-
ción entre el bien y el mal; creer en la gión que puede conciliarse con todos
continuidad de las relaciones entre el los cultos, es decir, con todas las ma-
mundo visible y el mundo invisible; neras de adorar a Dios. Es el lazo que
en la solidaridad que enlaza a todos debe unir a todos los Espíritas en una
los seres pasados, presentes y futuros, santa comunión de pensamientos,
encarnados y desencarnados; consi- hasta que reúna a todas las personas
derar la vida terrestre como transito- bajo la bandera de la fraternidad uni-
ria y una de las fases de la vida del versal.
Espíritu, que es eterna; aceptar con Con la fraternidad, hija de la cari-
valor las pruebas con miras al porve- dad, las personas vivirán en paz y se
nir, más envidiable que el presente; evitarán los males innumerables que
practicar la caridad en pensamientos, nacen de la discordia, hija, a su vez,
en palabras y en acciones en la más del orgullo, del egoísmo, de la ambi-
amplia acepción de la palabra; esfor- ción, de los celos y de todas las imper-
zarse cada día para ser mejor que en fecciones de la humanidad.
la víspera, extirpando toda imperfec- El Espiritismo da a las personas
ción de su alma; someter todas sus todo lo que les es necesario para la
creencias al control del libre examen
y de la razón, y no aceptar nada por
medio de la fe ciega; respetar todas las
«El Espiritismo da a las
creencias sinceras, por más irraciona- personas todo lo que
les que nos parezcan, y no violentar les es necesario para la
la conciencia de nadie; ver, en fin, en felicidad en la Tierra»
los descubrimientos de la ciencia, la

125
Revista Espírita 1866-1869

felicidad en la Tierra, porque les en- estimamos un buen recuerdo y una


seña a contentarse con lo que tienen; prueba de nuestro afecto, incentivos
que los Espíritas sean, pues, los pri- y consuelos a aquellos que los necesi-
meros en sacar provecho de los bene- tan. Hagamos de modo que cada uno
ficios que el Espiritismo aporta y que recoja su parte de los sentimientos de
inauguren entre ellos el reino de la caridad benevolente de los cuales es-
armonía, que resplandecerá en las ge- taremos animados y que esta reunión
neraciones futuras. produzca los frutos que todos están
Los Espíritus que nos rodean en su derecho de esperar.
acá son innumerables, atraídos por
A���� K�����.
el objetivo que nos hemos propuesto
al reunirnos, a fin de dar a nuestros
pensamientos la fuerza que nace de
la unión. Demos a aquellos a quienes

126
Colección de Textos de Allan Kardec

11 – Constitución transitoria del Espiritismo


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
11.o año, n.o 12, diciembre de 1868

I Sólo cuando la Doctrina haya abarca-


do todas las partes que comporta es
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que formará un todo armonioso, y es

C omo todas las cosas, el Espiritis-


mo tuvo su período de creación.
Hasta que todas las cuestiones, prin-
solamente entonces que se podrá juz-
gar lo que es verdaderamente el Espi-
ritismo4.
cipales y secundarias, que están rela- Mientras el Espiritismo sólo era
cionadas con él hubieran sido solucio- una opinión filosófica, no podía tener,
nadas, solamente pudo dar resultados entre los adeptos, sino la simpatía
incompletos. Se podía entrever su ob- natural producida por la comunión
jetivo, presentir sus consecuencias, de ideas, pero ningún vínculo serio
pero sólo de una manera vaga. De la podía existir a falta de un programa
incertidumbre sobre los puntos toda- nítidamente definido. Tal es, eviden-
vía no precisos debían nacer forzosa- temente, la principal causa de la poca
mente divergencias sobre la manera cohesión y estabilidad de los grupos y
de considerarlos. La unificación sola- sociedades que se formaron. Por eso,
mente podía ser obra del tiempo. Ella disuadimos a los Espíritas, constante-
se ha hecho gradualmente, a medida mente y con todas nuestras fuerzas,
que los principios se han dilucidado. de que fundaran prematuramente

4
N. de la T.: ver, también, sobre el tema los textos «Proyecto – 1868» y «Constitución del Espiritismo
– Exposición de Motivos», publicados en Obras Póstumas.

127
Revista Espírita 1866-1869

sido el resultado de la imprevisión.


«Por no saber esperar el Por no saber esperar el momento opor-
momento oportuno, los tuno, los demasiado apresurados y los
impacientes han comprometido, en to-
demasiado apresurados
dos los tiempos, las mejores causas5.
y los impacientes han
Se les debe pedir a las cosas sólo
comprometido, en todos lo que pueden dar, a medida que es-
los tiempos, las tén en condiciones de producir. No
mejores causas» se puede exigir de un niño lo que se
puede esperar de un adulto, ni de un
instituciones específicas apoyadas árbol joven, recientemente plantado,
en la Doctrina, antes de que ésta es- lo que producirá cuando esté en toda
tuviera asentada sobre bases sólidas. su fuerza. El Espiritismo, en vías de
Eso hubiera sido exponerse a fracasos elaboración, solamente podía dar re-
inevitables, cuyo efecto habría sido sultados individuales; los resultados
desastroso, debido a la impresión que colectivos y generales serán los frutos
habrían producido en el público y al del Espiritismo completo, que se de-
desaliento que resultaría de eso entre sarrollará sucesivamente.
los adeptos. Esos fracasos habrían re- Aunque el Espiritismo no haya
trasado tal vez en un siglo el progreso dicho todavía su última palabra sobre
definitivo de la Doctrina, a cuya inca- todos los puntos, se acerca a su com-
pacidad se habría imputado un revés plemento y no está lejos el momen-
que, en realidad, solamente habría to en el que será necesario darle una

5
Hemos tratado específicamente la cuestión de las instituciones espíritas en un artículo de la
Revista, de julio de 1866, página 193, y al cual hacemos referencia para más detalles.
[N. de la T.: ese artículo mencionado está traducido en el capítulo 5 de este libro.]

128
Colección de Textos de Allan Kardec

base fuerte y duradera, susceptible, momentáneamente y suscitar trabas y


sin embargo, de recibir todos los de- retrasos, según la manera en la cual se
sarrollos que comportarán las circuns- la resuelva.
tancias ulteriores, y que dé toda la se- Por lo tanto, habríamos hecho
guridad a aquellos que se pregunten algo incompleto y dejado grandes
quién tomará las riendas después de obstáculos para el futuro si no hubié-
nosotros. ramos previsto las dificultades que
La Doctrina es imperecedera, sin podrían surgir. Es para precaverse de
duda, porque se fundamenta en las ellas que, con la ayuda de los buenos
leyes de la naturaleza y, mejor que Espíritus que nos asisten en nuestros
cualquier otra, responde a las legíti- trabajos, hemos elaborado un plan de
mas aspiraciones del ser humano. Sin organización, para el cual nos hemos
embargo, su difusión y su instalación valido de la experiencia del pasado,
definitiva pueden ser adelantadas o a fin de evitar los escollos contra los
retrasadas por las circunstancias, al- cuales se han chocado la mayoría de
gunas de las cuales están subordina- las doctrinas que han aparecido en el
das a la marcha general de las cosas,
mientras que otras son inherentes a la
«La Doctrina es
propia Doctrina, a su constitución y
a su organización; es de éstas de las
imperecedera, sin duda,
cuales tenemos que ocuparnos espe- porque se fundamenta en
cialmente por el momento. las leyes de la naturaleza
Aunque la cuestión de fondo y, mejor que cualquier
sea preponderante en todo y acabe otra, responde a las
por prevalecer siempre, la cuestión
legítimas aspiraciones
de la forma tiene acá una importan-
cia capital; incluso podría prevalecer
del ser humano»

129
Revista Espírita 1866-1869

mundo. Como este plan puede pres- que contiene están relacionadas direc-
tarse a todo el desarrollo que reserva tamente con nuestro asunto, del cual
el porvenir, le hemos dado a esta cons- son las preliminares indispensables.
titución la calificación de transitoria.
II
El plan que expondré a conti-
Extracto del informe sobre la Caja del
nuación está concebido desde hace
Espiritismo realizado para la Sociedad de
mucho tiempo, porque siempre nos
París, el 5 de mayo de 1865
hemos preocupado del futuro del Es-
piritismo. Hemos dejado que se lo en- Se ha hablado mucho de los rédi-
trevea en diversas circunstancias, va- tos que yo sacaba de mis obras. Na-
gamente, es verdad, pero de manera die, seguramente, cree, en serio, en
suficiente para mostrar que no es hoy mis millones, a pesar de la afirmación
una concepción nueva y que, mien- de aquellos que decían saber, de fuen-
tras trabajábamos en la parte teórica te fidedigna, que yo tenía una vida
de la obra, no nos descuidamos de su principesca, coches de cuatro caballos
lado práctico. y que, en mi casa, sólo se caminaba
Antes de tratar el fondo de la sobre alfombras de Aubusson (Revista
cuestión, nos parece útil recordar al- de junio de 1862, página 179)6. Diga
gunos pasajes del informe que pre- lo que diga, además, el autor de una
sentamos a la Sociedad de París, el publicación que conocéis y que quiere
5 de mayo de 1865, a propósito de probar, por cálculos hiperbólicos, que
la Caja del Espiritismo, y que fue el presupuesto de mis ingresos excede
publicado en la Revista de junio de el del más poderoso soberano de Eu-
1865, página 161. Las consideraciones ropa, porque, solamente en Francia,

6
N. de la T.: ver el capítulo 6 del libro Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos 1862-1865:
Colección de Textos de Allan Kardec.

130
Colección de Textos de Allan Kardec

veinte millones de Espíritas serían sobre la venta un derecho de autor de


mis tributarios (Revista de junio de algunos céntimos por ejemplar. Pero
1863, página 175), hay un hecho más sea grande o no ese producto, como
auténtico que sus cálculos: jamás he es el fruto de mi trabajo, nadie tiene el
pedido nada a nadie, jamás nadie ha derecho de inmiscuirse en el empleo
dado nada para mí personalmente; que hago de él. Aunque se elevara a
en suma, no vivo a expensas de nadie, millones, puesto que la compra de los
puesto que, de las sumas que me han libros, así como la suscripción a la Re-
sido confiadas voluntariamente en el vista, es facultativa y no es impuesta
interés del Espiritismo, ninguna parte en ninguna circunstancia, ni siquiera
ha sido desviada en mi provecho7. para asistir a las sesiones de la Socie-
Mis inmensas riquezas proven- dad, eso no concierne a nadie. Ha-
drían, pues, de mis obras espíritas. blando comercialmente, estoy en la
Aunque esas obras han tenido un éxi- posición de todo hombre que recoge
to inesperado, basta con ser un poco el fruto de su trabajo; tiento la suer-
iniciado en los negocios de librería te como todo escritor, que puede ser
para saber que no es con libros filosó- exitoso, del mismo modo que puede
ficos que se amontonan millones en fracasar8.
cinco o seis años, cuando sólo se tiene Aunque, bajo ese aspecto, no

7
Esas sumas se elevaban, en esa época, al total de 14 100 francos, cuyo empleo, en beneficio
exclusivo de la Doctrina, está demostrado por las cuentas.
8
A aquellos que han preguntado por qué vendíamos nuestros libros, en lugar de donarlos, hemos
contestado que los donaríamos si hubiéramos encontrado a un impresor que nos los imprimiera
por nada, a un vendedor que nos proveyera de papel gratuitamente, a libreros que no exigieran
ninguna rebaja para encargarse de difundirlos, una administración de correos que los transportara
por filantropía, etc. Mientras tanto, como no tenemos millones para atender a esos gastos, estamos
obligados a ponerles un precio a nuestros libros.

131
Revista Espírita 1866-1869

tengo ninguna cuenta que rendir a en día puede testificar que nada ha
nadie, creo útil, para la propia causa cambiado en nuestra manera de vivir
a la cual me he consagrado, dar algu- desde que me ocupo del Espiritismo;
nas explicaciones. es tan sencilla ahora como lo era anta-
Diría, en primer lugar, que, como ño. Por lo tanto, es cierto que mis ga-
mis obras no son mi propiedad exclu- nancias, por más enormes que sean,
siva, estoy obligado a comprarlas de no sirven para darnos los disfrutes
mi editor y a pagarlas como un libre- del lujo. ¿Será, pues, que yo tengo la
ro, excepto la Revista; que la ganan- manía de atesorar para tener el pla-
cia se encuentra disminuida singular- cer de contemplar mi dinero? No
mente por los ejemplares no vendidos creo que mi carácter y mis costum-
y las distribuciones gratuitas, hechas bres alguna vez hayan podido hacer
en el interés de la Doctrina, a perso- suponer aquello. ¿Con qué finalidad,
nas que, sin eso, estarían obligadas a entonces, ocurre eso? Puesto que no
privarse de ellas. Un cálculo muy fácil saco provecho alguno, mientras más
prueba que el precio de diez volúme- fabulosa es la suma, más embarazosa
nes perdidos o donados, que no dejo es la respuesta. Un día, se sabrá la ci-
de pagar, basta para absorber la ga- fra exacta, así como el empleo detalla-
nancia de cien volúmenes. Digo esto do, y los forjadores de historias per-
como información y paréntesis. Su- derán sus gastos de imaginación; hoy,
mado todo, hecho el balance, queda, me limito a algunos datos generales
sin embargo, algo. Suponed la cifra para poner un freno a suposiciones
que deseéis; ¿qué hago de ella? Es eso ridículas. Con ese propósito, debo en-
de lo que ciertas personas se preocu- trar en algunos detalles íntimos, por
pan más. los cuales les pido perdón, pero que
Quienquiera que haya visto nues- son necesarios.
tro hogar antiguamente y lo ve hoy En todos los tiempos, hemos

132
Colección de Textos de Allan Kardec

tenido de qué vivir, muy modesta- sus riendas. Si mi nombre tiene aho-
mente, es verdad, pero lo que hubiera ra alguna popularidad, no soy cierta-
sido poco para ciertas personas nos mente yo quien la ha buscado, pues
bastaba, gracias a nuestros gustos y es notorio que no se la debo ni a la
a nuestras costumbres de orden y de propaganda, ni a la camaradería de
economía. A nuestro pequeño ingreso la prensa, tampoco jamás he sacado
venían a añadirse, como suplemen- provecho de mi posición y de mis
tos, el producto de las obras que pu- relaciones para lanzarme al mundo,
bliqué antes del Espiritismo y el de un aunque eso me hubiera sido muy fá-
modesto empleo que tuve que dejar cil. Pero, a medida que la obra crecía,
cuando los trabajos de la Doctrina ab- un horizonte más vasto se desarrolla-
sorbieron todo mi tiempo. ba ante mí y se ampliaba; entonces,
Al sacarme de la oscuridad, el comprendí la inmensidad de mi tarea
Espiritismo ha venido a lanzarme en y la importancia del trabajo que me
una nueva senda; en poco tiempo, me quedaba por hacer a fin de comple-
he encontrado arrastrado en un mo- tarla; las dificultades y los obstácu-
vimiento que estaba lejos de prever. los, lejos de asustarme, redoblaron mi
Cuando concebí la idea de El libro de energía; vi el objetivo y decidí alcan-
los Espíritus, mi intención no era co- zarlo con la asistencia de los buenos
locarme en evidencia, sino más bien Espíritus. Sentía que no tenía tiempo
permanecer desconocido; pero, rápi-
damente desbordado en mi intención,
«Si mi nombre tiene ahora
eso no me ha sido posible; tuve que
renunciar a mis gustos de retiro, so
alguna popularidad, no
pena de abdicar de la obra empren- soy ciertamente yo
dida y que crecía cada día; me fue quien la ha buscado»
necesario seguir su impulso y tomar

133
Revista Espírita 1866-1869

que he atendido, por lo menos en ma-


yor parte, a las necesidades materia-
«esa fue la obra de mi
les de la instalación de la Doctrina. He
vida; le di todo mi tiempo aportado, así, una gran cuota a la Caja
y sacrifiqué por ella mi del Espiritismo; aquellos que ayudan
reposo, mi salud» a la propagación de las obras no po-
drán decir, pues, que trabajan para
que perder y no lo perdí ni en visitas enriquecerme, puesto que el produc-
inútiles, ni en ceremonias ociosas; esa to de todo libro comprado, de toda
fue la obra de mi vida; le di todo mi suscripción a la Revista, beneficia a la
tiempo y sacrifiqué por ella mi repo- Doctrina y no a un individuo.
so, mi salud, porque el futuro estaba Eso no era sólo para atender a las
escrito ante mí en caracteres irrecusa- necesidades en el presente; también
bles. era necesario pensar en el futuro y
Sin apartarnos de nuestro estilo preparar una fundación que, después
de vida, esta posición excepcional no de mí, pueda ayudar a aquel que me
ha dejado de crearnos necesidades reemplace en la gran tarea que tendrá
a las cuales solamente mis recursos que desempeñar; esa fundación, so-
no me permitían atender. Sería difí- bre la cual no digo nada ahora, está
cil imaginarse la multiplicidad de los relacionada con la propiedad que po-
gastos que esta posición acarrea, los seo y es por eso que uso una parte de
que yo habría evitado sin ella. mis réditos para mejorarla. Como es-
¡Pues bien, señores! Lo que me ha toy lejos de los millones que me han
proporcionado ese suplemento de re- atribuido, dudo fuertemente que, a
cursos es el producto de mis obras. Lo pesar de mis economías, mis recursos
digo con felicidad: es con mi propio personales me permitan, alguna vez,
trabajo, con el fruto de mis vigilias dar a esa fundación el complemento

134
Colección de Textos de Allan Kardec

que desearía ver en ella durante mi Alguien me preguntaba un día,


vida; pero ya que la realización está sin curiosidad, por supuesto, y por
en los designios de mis guías espiri- puro interés en el tema, lo que yo ha-
tuales, si no lo hago yo mismo, es pro- ría con un millón, si lo tuviera. Le he
bable que un día u otro, eso se hará. contestado que, hoy en día, su empleo
Mientras tanto, elaboro sus planes. sería completamente diferente de lo
Lejos de mí, señores, el pensa- que hubiera sido al principio. Anti-
miento de sentir la mínima vanidad guamente, hubiera hecho propaganda
por lo que acabo de exponeros; fue por medio de una amplia publicidad;
necesaria la perseverancia de ciertas ahora reconozco que eso habría sido
diatribas para incitarme a romper el inútil, ya que nuestros adversarios se
silencio, aunque con pesar, sobre al- han encargado de ello a sus expensas.
gunos de los hechos que me concier- Al no haber puesto, entonces, grandes
nen. Más tarde, todos aquellos cuya recursos a mi disposición para ese ob-
malevolencia se complace en tergi- jetivo, los Espíritus han deseado pro-
versar serán sacados a la luz por me- bar que el Espiritismo debía su éxito a
dio de documentos auténticos, pero su propia fuerza.
el tiempo de esas explicaciones no ha Hoy en día, cuando el horizonte
llegado todavía; la única cosa que me se amplía y el futuro sobre todo se ha
importaba, por el momento, era que desarrollado, se hacen sentir necesi-
fuerais instruidos sobre el destino de dades de un orden completamente
los fondos que la Providencia hace diferente. Un capital, como el que su-
pasar por mis manos, cualquiera que ponéis, recibiría un empleo más útil.
sea su origen. Me considero solamen- Sin entrar en detalles que serían pre-
te como depositario, incluso de aque- maturos, diré simplemente que una
llos que gano, con más fuerte razón parte serviría para convertir mi pro-
de aquellos que me son confiados. piedad en un asilo espírita específico

135
Revista Espírita 1866-1869

para ancianos, cuyos moradores reco- III


gerían los beneficios de nuestra Doc-
De los cismas
trina moral; otra parte para constituir
una renta inalienable destinada: 1.o al Una cuestión que se presenta al
mantenimiento del establecimiento; pensamiento, en primer lugar, es la
2.o a garantizarles una existencia in- de los cismas que podrán nacer en el
dependiente a aquel que me suceda seno de la Doctrina. ¿El Espiritismo
y a aquellos que lo ayuden en su mi- estará preservado de eso?
sión; 3.o a atender a las necesidades Seguramente no, porque tendrá
ordinarias del Espiritismo sin tentar que luchar, al principio sobre todo,
la suerte de ganancias eventuales, contra las ideas personales, siempre
como estoy obligado a hacer, ya que absolutas, tenaces, lentas en sumarse
la mayor parte de los recursos del Es- a las ideas ajenas, y contra la ambición
piritismo depende de mi trabajo, que de aquellos que desean vincular, a pe-
tendrá un término. sar de todo, sus nombres a una innova-
He aquí lo que yo haría; pero si ción cualquiera; que crean novedades
esa satisfacción no me ha sido dada, únicamente para poder decir que no
sé que, de una manera o de otra, los piensan y no hacen como los demás,
Espíritus que dirigen el movimiento o porque su amor propio sufre al sólo
atenderán a todas las necesidades a ocupar un rango secundario; o, en fin,
su debido tiempo; es por eso que no que ven con despecho a otro que hace
me inquieto en absoluto y me ocupo lo que no han hecho y que, además,
de lo que es, para mí, la cosa esencial: tiene éxito. Pero, como les hemos di-
la conclusión de los trabajos que me cho cien veces: «¿Quién os pone ba-
quedan por terminar. Hecho eso, par- rreras en el camino? ¿Quién os impide
tiré cuando Le agrade a Dios llamar- trabajar de vuestra parte? ¿Quién os
me. prohíbe publicar vuestras obras? La

136
Colección de Textos de Allan Kardec

publicidad os está abierta, así como a en hacer un grupo aparte: es contra la


todo el mundo; dad algo mejor que lo pretensión de ellos que hay que pre-
que está dado, nadie se opone a eso; caverse.
sed más apreciados por el público y él Para garantizar la unidad en el
os dará la preferencia». futuro, una condición es indispensa-
Aunque el Espiritismo no puede ble: todas las partes del conjunto de
escapar a las debilidades humanas, la Doctrina deben estar determina-
que siempre se deben tener en cuenta, das con precisión y claridad, sin de-
puede paralizar las consecuencias de jar nada vago; para lograr esto, hemos
ellas, y eso es lo esencial. hecho de manera que nuestros escri-
Se debe observar que los nume- tos no puedan dar lugar a ninguna
rosos sistemas divergentes, nacidos interpretación contradictoria, y trata-
en el origen del Espiritismo, sobre la remos de que sea siempre así. Cuan-
manera de explicar los hechos, han do se haya dicho, resueltamente y
desaparecido a medida que la Doctri- sin ambigüedad, que dos más dos es
na se ha completado por medio de la igual a cuatro, nadie podrá afirmar
observación y de una teoría racional; que se ha querido decir que dos más
hoy en día, esos primeros sistemas, dos es igual a cinco. Por lo tanto, po-
con dificultad, encuentran todavía a drán formarse, al lado de la Doctrina,
algunos escasos partidarios. Eso es sectas que no adopten los principios,
un hecho notorio, del cual se puede o todos los principios, pero no dentro
concluir que las últimas divergencias de la Doctrina, por interpretación del
se borrarán con la completa dilucida- texto, como, en cambio, se han forma-
ción de todas las partes de la Doctri- do tantas sectas sobre el significado
na; pero habrá siempre los disidentes de las propias palabras del Evangelio.
que tienen opiniones preconcebidas, Está allí un primer punto de una im-
interesados, por una causa o por otra, portancia capital.

137
Revista Espírita 1866-1869

de la naturaleza, ella no puede variar


esas leyes, pero si una nueva ley se
«no enredemos la descubre, debe sumarse a esa nueva
Doctrina con principios ley; no debe cerrar la puerta a ningún
que serían considerados progreso, so pena de suicidarse; asi-
como quimeras y la milando todas las ideas reconocidas
harían ser rechazada como exactas, de cualquier orden que
sean, físicas o metafísicas, jamás será
por hombres positivos»
superada, y está allí una de las princi-
pales garantías de su perpetuidad.
El segundo punto es no salir del Si, pues, una secta se forma a su
círculo de las ideas prácticas. Si es lado, basada o no en los principios del
verdad que la utopía de la víspera es Espiritismo, sucederá una de dos co-
frecuentemente la verdad del maña- sas: o esa secta está en lo verdadero o
na, dejemos al mañana el cuidado de no está; si no está, caerá por su propio
realizar la utopía de la víspera, pero peso bajo el ascendiente de la razón
no enredemos la Doctrina con prin- y del sentido común, como ya tantas
cipios que serían considerados como otras han caído desde hace siglos; si
quimeras y la harían ser rechazada sus ideas son exactas, aunque sea so-
por hombres positivos. lamente sobre un punto, la Doctrina,
El tercer punto, en fin, es inheren- que busca el bien y la verdad en todas
te al carácter esencialmente progresi- partes donde se encuentren, las asi-
vo de la Doctrina. Del hecho de que mila, de manera que, en lugar de ser
ella no se ilusiona con sueños irreali- absorbida, es ella la que absorbe.
zables para el presente, no se deduce Si algunos de sus miembros vie-
que se inmovilice en el presente. Ex- nen a separarse de la Doctrina, es que
clusivamente apoyada sobre las leyes creen poder hacer mejor las cosas; si

138
Colección de Textos de Allan Kardec

lo hacen realmente mejor, la Doctrina ción a los principios que pasaron a la


los imitará; si hacen mayor bien, la condición de verdades constatadas;
Doctrina se esforzará para hacer tanto en cuanto a los demás, no los admiti-
o más, si eso es posible; si hacen mal, rá, como lo ha hecho siempre, sino en
les dejará hacer, segura de que, tarde calidad de hipótesis, hasta su confir-
o temprano, el bien prevalece sobre el mación. Si le es demostrado que está
mal y lo verdadero, sobre lo falso. He equivocada sobre un punto, se modi-
aquí la única lucha que entablará. ficará en ese punto.
Añadamos que la tolerancia, con- La verdad absoluta es eterna
secuencia de la caridad, que es la base y, por eso mismo, invariable; ¿pero
de la moral espírita, crea en la Doc- quién puede vanagloriarse de po-
trina un deber: el de respetar todas seerla completamente? En el estado
las creencias. Deseando ser aceptada de imperfección de nuestros conoci-
libremente, por convicción y no por mientos, lo que nos parece falso hoy
obligación, proclamando la libertad puede ser reconocido como verdade-
de conciencia como un derecho natu- ro mañana, como consecuencia del
ral imprescriptible, ella dice: «Si ten- descubrimiento de nuevas leyes; es
go razón, los otros acabarán por pensar así en el orden moral y en el orden fí-
como yo; si no la tengo, acabaré por pen- sico. Es contra esa eventualidad que
sar como los otros». En virtud de esos la Doctrina jamás debe hallarse des-
principios, sin arrojar piedras a nadie, prevenida. El principio progresivo,
no dará ningún pretexto para represa- que inscribe en su código, será, como
lias y les dejará a los disidentes toda lo hemos dicho, la salvaguardia de su
la responsabilidad de sus palabras y perpetuidad y su unidad será mante-
de sus actos. nida precisamente porque no se apo-
El programa de la Doctrina sólo ya en el principio de la inmovilidad.
será invariable, por lo tanto, en rela- La inmovilidad, en lugar de ser una

139
Revista Espírita 1866-1869

fuerza, se vuelve una causa de de- pie es sólido y midiendo sus pasos en
bilidad y de ruina para quien no si- base al estado de la opinión general.
gue el movimiento general; rompe la Ha hecho como el navegante que sólo
unidad, porque aquellos que desean avanza con la sonda en las manos y
ir adelante se separan de aquellos consultando los vientos.
que se obstinan en permanecer atrás. IV
Pero, mientras se sigue el movimien-
to progresivo, se lo debe hacer con El dirigente del Espiritismo
cautela y evitar lanzarse imprudente- ¿Pero quién estará encargado de
mente en los ensueños de las utopías mantener al Espiritismo en esa senda?
y de los sistemas. Es necesario hacerlo ¿Quién tendrá incluso la fuerza para
a tiempo, ni demasiado temprano ni eso? ¿Quién tendrá tiempo y perse-
demasiado tarde, y con conocimiento verancia para consagrarse al trabajo
de causa. incesante que exige semejante tarea?
Se comprende que una Doctrina Si el Espiritismo es dejado a sí mismo,
asentada sobre tales bases debe ser sin guía, ¿no es de temer que se des-
realmente fuerte; desafía toda compe- víe de su ruta? ¿Que la malevolencia,
tencia y neutraliza las pretensiones de a la cual estará expuesto por mucho
sus competidores. Es hacia ese punto tiempo todavía, se esfuerce en tergi-
que nuestros esfuerzos tienden a con- versar su esencia? Está allí, en efecto,
ducir la Doctrina Espírita. una cuestión vital y cuya solución es
La experiencia, además, ya ha jus- de un interés mayor para el porvenir
tificado esa previsión. Al haber cami- de la Doctrina.
nado en esa senda desde su origen, la La necesidad de una dirección
Doctrina ha avanzado constantemen- central superior, guardiana vigilante
te, pero sin precipitación, mirando de la unidad progresiva y de los inte-
siempre si el terreno donde pone el reses generales de la Doctrina, es tan

140
Colección de Textos de Allan Kardec

evidente que ya hay una preocupación ayudarlos a caminar con más segu-
puesto que todavía no se ve a un con- ridad y confianza. (Ver la Revista de
ductor despuntando en el horizonte. abril de 1866, p. 111: El Espiritismo in-
Se comprende que, sin una autoridad dependiente.)
moral, capaz de centralizar los traba- Demostrada la necesidad de una
jos, los estudios y las observaciones, dirección, ¿de dónde provendrán los
de dar impulso, de estimular el celo, poderes que el dirigente regentará?
de defender al débil, de sostener los ¿Será aclamado por la universalidad
corajes vacilantes, de ayudar con con- de los adeptos diseminados en el
sejos de la experiencia, de fijar la opi- mundo entero? Es algo impracticable.
nión sobre los puntos inciertos, el Es- Si se impone por su autoridad perso-
piritismo corría el riesgo de caminar a nal, será aceptado por unos, rechaza-
la deriva. No solamente esa dirección do por otros, y veinte pretendientes
es necesaria, sino también es menester pueden surgir y levantarán bandera
que esté en condiciones suficientes de contra bandera; eso sería a la vez el
fuerza y de estabilidad para afrontar despotismo y la anarquía. Tal acto
las tormentas. sería típico de un ambicioso, y nadie
Aquellos que no desean ninguna sería menos adecuado que un ambi-
autoridad no comprenden los verda- cioso, por eso mismo orgulloso, para
deros intereses de la Doctrina; si al- dirigir una Doctrina basada en la ab-
gunos piensan poder prescindir de negación, en la dedicación, en el de-
toda dirección, la mayoría, aquellos sinterés y en la humildad; al apartarse
que no creen en su infalibilidad y no del principio fundamental de la Doc-
tienen una confianza absoluta en sus trina, sólo podría falsear su espíritu.
propias luces, experimentan la nece- Es lo que habría tenido lugar inevi-
sidad de un punto de apoyo, de un tablemente, si no hubieran sido toma-
guía, aunque fuera solamente para das medidas eficaces, por anticipado,

141
Revista Espírita 1866-1869

hacer prevalecer sus ideas personales,


puede hacer descarriar la Doctrina,
«nadie sería menos
suscitar divisiones, y las mismas di-
adecuado que un ficultades se renovarán en cada cam-
ambicioso, por eso bio. No se debe perder de vista que
mismo orgulloso, para el Espiritismo no está todavía en la
dirigir una Doctrina plenitud de su fuerza; desde el pun-
basada en la abnegación, to de vista de la organización, es un
niño que apenas empieza a caminar;
en la dedicación, en
importa, pues, sobre todo al inicio,
el desinterés y en la prevenirle contra las dificultades de
humildad» la ruta.
Pero, se dirá, ¿uno de los mesías
para precaverse contra ese inconve- anunciados, que deben tomar par-
niente. te en la regeneración, no estará en el
Admitamos, sin embargo, que comando del Espiritismo? Es proba-
un hombre reúna todas las cualida- ble; pero como no tendrán en la fren-
des requeridas para el cumplimiento te una marca para hacerse reconocer,
de su mandato y que llegue a la di- se afirmarán solamente por sus actos,
rección superior por un medio cual- y serán, por la mayoría, reconocidos
quiera: los hombres se suceden y no como tales sólo después de su muerte,
se asemejan; después de uno bueno según lo que habrán hecho durante su
puede venir uno malo; con el indivi- vida; además, no habrá mesías para
duo puede cambiar el espíritu de la siempre; se deben prever todas las
dirección; aunque no posea malos de- eventualidades. Se sabe que la misión
signios, puede tener una visión exacta de ellos será múltiple; que los habrá
en mayor o en menor grado; si desea en todos los niveles y en las diversas

142
Colección de Textos de Allan Kardec

ramas de la economía social, en las todos los dirigentes sería aquel que se
que cada uno ejercerá su influencia hiciera pasar por el elegido de Dios.
en beneficio de las ideas nuevas, se- Como no es racional admitir que Dios
gún la especialidad de su posición; confíe tales misiones a ambiciosos o
todos trabajarán, pues, para el esta- a orgullosos, las virtudes caracterís-
blecimiento de la Doctrina, sea en una ticas de un verdadero mesías deben
parte, sea en otra, unos como Jefes de ser, ante todo, la simplicidad, la hu-
Estado, otros como legisladores, otros mildad, la modestia, en suma, el de-
como magistrados, sabios, literatos, sinterés material y moral más comple-
oradores, industriales, etc.; cada uno to; ahora bien, tan sólo la pretensión
demostrará su valía en su parte, des- de ser un mesías sería la negación
de el proletario hasta el soberano, sin de esas cualidades esenciales; pro-
que nada, a excepción de sus obras, le di- baría, en aquel que hiciera alarde de
ferencie del común de los hombres. Si uno un título semejante, o una presunción
de ellos debe tomar parte en la direc-
ción administrativa del Espiritismo,
es probable que será puesto de mane- «las virtudes
ra providencial en posición de llegar características de un
allí por los medios legales que serán verdadero mesías
adoptados; circunstancias, aparente- deben ser, ante todo,
mente fortuitas, lo conducirán a eso, la simplicidad, la
sin designio premeditado de su parte,
humildad, la modestia,
sin siquiera que él tenga conciencia
de su misión. (Revista Espírita: Los me- en suma, el desinterés
sías del Espiritismo, febrero y marzo de material y moral
1868, páginas 45 y 65.) más completo»
En semejante caso, el peor de

143
Revista Espírita 1866-1869

ridícula, si es de buena fe, o una insig- manera más absoluta, a quienquiera


ne impostura. No faltarán intrigantes, que, por sí mismo, se haga pasar por
que se dirán Espíritas, que desearán mesías, sea como dirigente del Espiri-
elevarse por orgullo, ambición o co- tismo, sea como simple apóstol de la
dicia; otros que sostendrán presuntas Doctrina. Se reconoce el árbol por su
revelaciones por medio de la cuales fruto; esperad, pues, que el árbol haya
buscarán ponerse en evidencia y fas- dado frutos antes de juzgar si es bue-
cinar a las imaginaciones demasiado no y mirad, además, si los frutos no
crédulas. Se debe prever también que, tienen gusanos (El evangelio según el
bajo falsas apariencias, algunos indi- Espiritismo, cap. XXI, n.o 9, Caracterís-
viduos podrían intentar apoderarse ticas del verdadero profeta.)
del timón con la segunda intención Alguien con quien conversába-
de hacer zozobrar el navío haciéndole mos sobre ese asunto proponía el si-
desviar de su ruta. Él no zozobrará, guiente medio: hacer que los candida-
pero podría experimentar retrasos ne- tos sean designados por los propios
fastos, que se deben evitar. Están allí, Espíritus en cada grupo o sociedad
indiscutiblemente, los escollos más espírita. Aparte de que ese medio no
grandes contra los cuales el Espiri- evitaría todos los inconvenientes, ha-
tismo debe protegerse; mientras más bría particularidades en ese modo de
tome consistencia, más sus adversa- proceder que la experiencia ya ha de-
rios le prepararán emboscadas. mostrado y que sería superfluo recor-
Por lo tanto, es deber de todos dar acá. No se debe perder de vista
los Espíritas sinceros desbaratar las que la misión de los Espíritus es ins-
maniobras de la intriga, que pueden truirnos, mejorarnos, pero no susti-
urdirse tanto en los más pequeños tuir la iniciativa de nuestro libre albe-
centros como en los más grandes. En drío; nos sugieren pensamientos, nos
primer lugar, deberán repudiar, de la ayudan con sus consejos, sobre todo

144
Colección de Textos de Allan Kardec

en lo tocante a las cuestiones morales, la causa y opongan una barrera abso-


pero dejan a nuestro juicio el cuidado luta a las maquinaciones de la intriga
de la ejecución de las cosas materia- y de la ambición. Tal es el objetivo del
les, del cual no tienen como misión plan del cual vamos a dar un rápido
preservarnos. En su mundo, tienen bosquejo.
atribuciones que no son las de la Tie- V
rra; pedirles lo que está fuera de esas
Comisión Central
atribuciones es exponerse a los enga-
ños de los Espíritus frívolos. Que los Durante el período de elabora-
hombres se contenten con ser asisti- ción, la dirección del Espiritismo ha
dos y protegidos por buenos Espíri- tenido que ser individual; era nece-
tus, pero que no descarguen sobre sario que todos los elementos cons-
ellos la responsabilidad que incumbe titutivos de la Doctrina, salidos en
al papel de encarnado. estado embrionario de una multitud
Ese medio, además, suscitaría más de focos, desembocaran en un centro
obstáculos de lo que se piensa, por la común, para ser allí controlados y co-
dificultad de hacer que participen to- tejados, y que un único pensamiento
dos los grupos en esa elección; sería presidiera su coordinación para esta-
una complicación en los engranajes, blecer la unidad en el conjunto y la ar-
y los engranajes son tanto menos sus- monía en todas las partes. Si hubiera
ceptibles de desorganizarse mientras sido diferente, la Doctrina se habría
más simplificados sean. asemejado a esos edificios híbridos
El problema es, pues, constituir levantados por varios arquitectos, o,
una dirección central, en condiciones más bien, a un mecanismo cuyos en-
de fuerza y de estabilidad que la pon- granajes no encajan entre sí con pre-
gan a cubierto de fluctuaciones, que cisión.
respondan a todas las necesidades de Lo hemos dicho, porque es una

145
Revista Espírita 1866-1869

habrían discrepado inevitablemen-


te en la forma; ahora bien, como hay
«En lugar de un muchas personas que ven la forma
dirigente único, antes que el fondo, habría habido tan-
la dirección le tas sectas cuantas formas diferentes.
corresponderá a una La unidad no podía salir sino del con-
Comisión Central junto y de la comparación de todos
los resultados parciales; es por eso
o Consejo Superior
que la concentración de los trabajos
permanente» era necesaria. (Génesis, cap. I, Caracte-
rísticas de la revelación espírita, no. 51 y
verdad indudable, claramente de- siguientes.)
mostrada hoy en día: la Doctrina ya Pero lo que era una ventaja para
no podía salir completamente de un una época se volvería, más tarde, en un
único centro, del mismo modo que inconveniente. Hoy en día, cuando el
toda la ciencia astronómica no podía trabajo de elaboración está concluido,
salir de un único observatorio; y todo en lo que concierne a las cuestiones
centro que hubiera intentado consti- fundamentales; cuando los principios
tuirla en base a sus únicas observa- generales de la Ciencia están esta-
ciones habría hecho algo incompleto blecidos, la dirección, que tuvo que
y se habría encontrado, sobre una in- ser individual al inicio, debe volver-
finidad de puntos, en contradicción se colectiva; en primer lugar, porque
con los otros. Si mil centros hubieran llega un momento en el que su peso
deseado hacer su propia doctrina, no excede las fuerzas de una persona y,
habría dos doctrinas semejantes en en segundo lugar, porque hay más
todos los puntos. Si esas doctrinas hu- garantía para el mantenimiento de la
bieran estado de acuerdo en el fondo, unidad en una reunión de individuos

146
Colección de Textos de Allan Kardec

(en la que cada uno solamente par- fijará el modo de nombramiento de


ticipa en la deliberación), que nada los doce primeros.
pueden sin el concurso de unos y de Cada miembro la presidirá, cuan-
otros, antes que en una única perso- do le corresponda, durante un año y
na, que puede abusar de su autoridad quien desempeñe esa función será de-
y desear hacer predominar sus ideas signado por sorteo.
personales. La autoridad del Presidente es
En lugar de un dirigente único, la puramente administrativa; él dirige
dirección le corresponderá a una Co- las deliberaciones de la Comisión, vi-
misión Central o Consejo Superior per- gila la ejecución de los trabajos y la
manente –poco importa el nombre–, expedición de los asuntos; pero, fuera
cuya organización y atribuciones le de las atribuciones que le son confe-
serán definidas de manera que no ridas por los estatutos constitutivos,
deje nada para la arbitrariedad. Esa no puede tomar ninguna decisión sin
Comisión estará compuesta de doce el concurso de la Comisión. Por con-
miembros titulares como máximo, siguiente, nada de abusos posibles,
que deberán, para el efecto, reunir nada de fomentos a la ambición, nada
ciertas condiciones deseadas, y de un de pretextos para intrigas ni para ce-
número igual de consejeros. Según los, nada de supremacía arrogante.
las necesidades, podrá ser secundada La Comisión, o Consejo Superior,
por miembros auxiliares activos. Se será, pues, la cabeza, el verdadero di-
completará a sí misma, según reglas rigente del Espiritismo, dirigente co-
igualmente determinadas, de modo lectivo que nada puede sin el consen-
que evitará todo tipo de favoritismo, timiento de la mayoría y, en ciertos
a medida que se den las vacantes por casos, sin el de un Congreso o Asam-
extinciones de obligaciones u otras blea General. Suficientemente nume-
causas. Una disposición específica roso para instruirse por medio de la

147
Revista Espírita 1866-1869

Frecuentemente uno rechaza la opi-


nión de una única persona, se cree
«Hay, igualmente, humillado al someterse a ella, mien-
en un ser colectivo, una tras que cede, sin dificultad, a la de
garantía de estabilidad varios.
que no existe cuando Está bien entendido que se tra-
todo depende de una ta de una autoridad moral, en lo
que concierne a la interpretación y a
persona específica»
la aplicación de los principios de la
Doctrina, y no de un poder discipli-
discusión, no lo será para que haya nario cualquiera. Esa autoridad será,
confusión. en materia de Espiritismo, lo que es la
Los Congresos estarán conforma- autoridad de una academia en mate-
dos por delegados de las sociedades ria de ciencia.
particulares, regularmente constitui- Para el público extraño, un cuer-
das y que cuenten con el apoyo de la po constituido tiene más ascendiente
Comisión por su adhesión y la con- y preponderancia; contra los adversa-
formidad de sus principios. rios, sobre todo, presenta una fuerza
Para los adeptos en general, la de resistencia y posee medios de ac-
aprobación o la desaprobación, el ción que no podría tener un indivi-
consentimiento o el rechazo, en su- duo; lucha con infinitamente más ven-
ma, las decisiones de un cuerpo cons- taja. Se ataca a una individualidad; se
tituido, como representan una opi- la quebranta; no sucede lo mismo con
nión colectiva, tendrán forzosamente un ser colectivo.
una autoridad que jamás tendrían si Hay, igualmente, en un ser colec-
emanaran de un único individuo, que tivo, una garantía de estabilidad que
sólo representa una opinión personal. no existe cuando todo depende de

148
Colección de Textos de Allan Kardec

una persona específica; si el individuo transformarse en una causa de turba-


es impedido por una causa cualquie- ción.
ra, todo se puede trabar. Un ser colec- La causa más común de división
tivo, en cambio, se perpetúa incesan- entre cointeresados es el conflicto de
temente; si pierde a uno o a varios de intereses y la posibilidad de que uno
sus miembros, nada periclita. suplante al otro en su provecho. Esa
La dificultad, se dirá, será reunir, causa no tiene ninguna razón de ser,
de manera permanente, a doce perso- puesto que el perjuicio de uno no
nas que siempre estén de acuerdo. puede beneficiar a los otros, que son
Lo esencial es que estén de acuer- solidarios y sólo pueden perder en lu-
do sobre los principios fundamenta- gar de ganar con la desunión. Esta es
les; ahora bien, eso será una condición una cuestión de detalle, prevista en la
absoluta para su admisión, como la organización.
de todos los participantes en la direc- Admitamos que, entre ellos, se
ción. Sobre las cuestiones pendientes encuentre a un traidor, conquistado
secundarias, poco importa la diver- por los enemigos de la causa, ¿qué
gencia de ellas, ya que es la opinión de podrá él, ya que sólo tiene voz en las
la mayoría la que prevalece. A aquel decisiones? Supongamos, aunque eso
cuya manera de ver sea exacta, no le es prácticamente imposible, que toda
faltarán buenas razones para justifi- la Comisión entre en una mala senda:
carla. Si uno de ellos, contrariado por las Asambleas estarán allí para poner
no poder hacer que sus ideas fueran orden.
admitidas, se retirara, las cosas no de- El control de los actos de la ad-
jarían de seguir su curso y no habría ministración se hará en las Asam-
lugar para lamentarlo, puesto que él bleas, que podrán decretar la sanción
daría prueba de una susceptibilidad o una acusación contra la Comisión
orgullosa, poco espírita, y que podría Central, por infracción a su mandato,

149
Revista Espírita 1866-1869

en definitiva, de la opinión general, y


no puede, sin riesgo para sí mismo,
«Cuando la Comisión apartarse del buen camino.
esté organizada, Cuando la Comisión esté organi-
participaremos en zada, participaremos en ella en cali-
ella en calidad de dad de simple miembro, teniendo
simple miembro, nuestra parte de colaboración, sin rei-
vindicar, para nosotros, ni suprema-
teniendo nuestra parte cía, ni título, ni privilegio cualquiera.
de colaboración, sin A las atribuciones generales de la
reivindicar, para nosotros, Comisión serán anexadas, como de-
ni supremacía, ni título, pendencias locales:
ni privilegio cualquiera» 1.o Una biblioteca, donde se encon-
trarán reunidas todas las obras que
interesan al Espiritismo y que podrán
desviación de principios reconoci- ser consultadas en el local o prestadas
dos, o medidas perjudiciales para la para su lectura;
Doctrina. Es por eso que la Comisión 2.o Un museo, donde estarán reu-
someterá a las Asambleas las circuns- nidas las primeras obras de arte es-
tancias en las que considere que su pírita, los trabajos mediúmnicos más
responsabilidad podría verse com- notables, los retratos de los adeptos
prometida de una manera grave. que tengan mucho mérito en la cau-
Si, por un lado, las Asambleas sa por su abnegación, los retratos de
son un freno para la Comisión, por las personas a quienes el Espiritismo
otro, ésta extrae una nueva fuerza de honra, aunque son extrañas a la Doc-
la aprobación que le den ellas. Es así trina, como: bienhechores de la hu-
que ese dirigente colectivo depende, manidad, grandes genios misioneros

150
Colección de Textos de Allan Kardec

del progreso, etc9. mucho más difundidas, y la Doctrina


3.o Un dispensario destinado a habría ganado con eso.
consultas médicas gratuitas y al trata- Somos completamente de la mis-
miento de ciertas afecciones, bajo la ma opinión; pero las condiciones en
dirección de un médico titulado; las cuales las obras son editadas no
4.o Una caja de auxilios y de pre- permiten que eso sea diferente en la
visión, ajustada a condiciones prácti- situación actual. Esperamos llegar un
cas; día a ese resultado, con la ayuda de
5.o Un asilo de ancianos; una nueva combinación relacionada
6.o Una sociedad de adeptos, con con el plan general de la organiza-
sesiones regulares. ción; pero esta operación sólo pue-
de ser realizada si se la emprende en
VI una vasta escala; tan sólo de nuestra
parte, exigiría, ya sean capitales que
Obras fundamentales de la Doctrina
no tenemos, ya sean cuidados mate-
Muchas personas lamentan que riales que nuestros trabajos, que re-
las obras fundamentales de la Doc- claman todas nuestras meditaciones,
trina tengan un precio demasiado no nos permiten dar. Por eso, la parte
elevado para un gran número de lec- comercial propiamente dicha ha sido
tores y piensan, con razón, que, si se desatendida o, mejor dicho, sacrifica-
hubieran hecho ediciones populares a da, para el establecimiento de la parte
precios bajos, esas obras habrían sido doctrinaria. Lo que importaba, ante

9
El futuro museo ya posee ocho cuadros de gran dimensión, que sólo aguardan un emplazamiento
conveniente, verdaderas obras maestras de arte, especialmente hechas para el Espiritismo, por un
artista de renombre, que las ha donado generosamente para la Doctrina. Es la inauguración del
arte espírita por un hombre que une la fe sincera al talento de los grandes maestros. Haremos un
informe detallado en el debido tiempo.

151
Revista Espírita 1866-1869

a los anales del Espiritismo. Es en la


Revista donde todos los principios
«Es en la Revista donde nuevos son elaborados y puestos a
todos los principios estudio. Era necesario, pues, que ella
nuevos son elaborados y conservara su carácter individual
para la fundación de la unidad.
puestos a estudio»
Nos han solicitado muchas veces
hacerla aparecer en intervalos más
todo, era que las obras fueran hechas cercanos; aunque fuera enorgullece-
y las bases de la Doctrina, estableci- dor para nosotros ese deseo, no hemos
das. podido consentir en eso; en primer lu-
Cuando la Doctrina esté organi- gar, porque el tiempo material no nos
zada por medio de la constitución de permitía ese aumento de trabajo y, en
la Comisión Central, nuestras obras segundo lugar, porque ella no debía
se volverán de propiedad del Espi- perder su característica esencial, que
ritismo, en la persona de esa misma no es la de un periódico propiamente
Comisión, que tendrá la gerencia de dicho.
ellas y dedicará los cuidados necesa- Hoy en día, cuando nuestra obra
rios para la publicación por los medios personal se acerca a su término, las ne-
más adecuados para popularizarlas. cesidades ya no son las mismas; la Re-
Igualmente, deberá ocuparse de su vista se volverá, como nuestras obras
traducción a las principales lenguas hechas y por hacer, de propiedad co-
extranjeras. lectiva de la Comisión, que asumirá
Hasta el presente, la Revista ha su dirección, para mayor utilidad al
sido, y sólo podía ser, una obra per- Espiritismo, sin que, por eso, renun-
sonal, puesto que hace parte de nues- ciemos a darle nuestra colaboración.
tras obras doctrinarias, mientras sirve Para completar la obra doctrina-

152
Colección de Textos de Allan Kardec

ria, nos queda publicar varios libros, documentos e informaciones que pue-
que no son la parte menos difícil, ni dan interesar al Espiritismo;
la menos pesada. Aunque poseemos 4.o La correspondencia;
todos los elementos para eso y el plan 5.o El mantenimiento, la consoli-
está trazado hasta el último capítulo, dación y la extensión de los vínculos
podríamos dedicarles cuidados más de fraternidad entre los adeptos y las
asiduos y acelerarlos si, por la insti- sociedades particulares de los dife-
tución de la Comisión Central, estu- rentes países;
viéramos liberados de detalles que
6.o La dirección de la Revista, que
absorben una gran parte de nuestro
será el periódico oficial del Espiritis-
tiempo.
mo, a la cual se podrá añadir otra pu-
VIII blicación periódica;
7.o El examen y la apreciación de
Atribuciones de la Comisión
las obras, artículos de periódicos y to-
Las principales atribuciones de la dos los escritos que interesan a la Doc-
Comisión Central serán: trina. La refutación de los ataques, si
1.o El cuidado de los intereses de los hay;
la Doctrina y de su propagación; el 8.o La publicación de las obras
mantenimiento de su unidad por me- fundamentales de la Doctrina, en las
dio de la conservación de la integri- condiciones más propicias para su
dad de los principios reconocidos; el difusión. La elaboración y la publica-
desarrollo de sus consecuencias; ción de aquellas cuyo plan daremos
2.o El estudio de los principios y que no tendríamos tiempo de hacer
nuevos, susceptibles de formar parte en vida. Estímulos a las publicaciones
del cuerpo de la Doctrina; que puedan ser útiles a la causa;
3.o La concentración de todos los 9.o La fundación y la conservación

153
Revista Espírita 1866-1869

de la biblioteca, de los archivos y del Un redactor en jefe para la Revista


museo; y las demás publicaciones;
10.o La administración de la caja Un bibliotecario archivista, en-
de auxilios, del dispensario y del asilo cargado, además, del examen y de las
de ancianos; reseñas sobre obras y artículos de pe-
11.o La administración de los ne- riódicos;
gocios materiales; Un director de la caja de auxilios,
12.o La dirección de las sesiones encargado, además, de la dirección
de la Sociedad; del dispensario, de las visitas a los en-
13.o La enseñanza oral; fermos y a los necesitados, y de todo
14.o Las visitas e instrucciones a lo que está relacionado con la benefi-
las reuniones y sociedades particula- cencia. Será secundado por una comi-
res que se pongan bajo su auspicio. sión de beneficencia, tomada del seno
15.o La convocatoria a los Congre- de la sociedad y conformada por per-
sos y Asambleas Generales. sonas caritativas de buena voluntad;
Esas atribuciones se repartirán Un administrador contable, en-
entre los diferentes miembros de la cargado de los negocios y de los inte-
Comisión, según la especialidad de reses materiales;
cada uno, quienes, en caso de nece- Un director especial para los
sidad, serán asistidos por un número asuntos concernientes a las publica-
suficiente de miembros auxiliares o ciones;
de simples empleados. Oradores para la enseñan-
Como consecuencia, entre los za oral, encargados, además, de
miembros de la Comisión, habrá: visitar las Sociedades de fuera
Un secretario general para la co- de la capital y de dar instruccio-
rrespondencia y para las actas de las nes. Podrán ser tomados entre los
sesiones de la Comisión; miembros auxiliares y los adeptos

154
Colección de Textos de Allan Kardec

de buena voluntad, que recibirán, completamente espiritual; pero es ne-


para ese efecto, un mandato especí- cesario observar que la propia espiri-
fico. tualidad de la obra está relacionada
Cualquiera que sea la extensión con el tema de la humanidad terres-
ulterior de los negocios y del personal tre y de su bienestar; que no se trata
administrativo, la Comisión siempre solamente de la difusión de algunas
estará limitada al mismo número de ideas filosóficas, sino de fundar algo
miembros titulares. positivo y duradero para la extensión
Hasta el presente, hemos tenido y la consolidación de la Doctrina,
que darnos abasto, casi solos, a este para la cual será menester hacer pro-
programa; por eso, algunas de sus ducir los frutos que ella es susceptible
partes han sido desatendidas o han de dar. Suponer que estamos todavía
podido ser solamente esbozadas, y en la época en la que algunos apósto-
las que son más específicamente de les podían ponerse en camino con su
nuestra competencia han tenido que cayado, sin preocupación alguna por
sufrir inevitables retrasos, debido a su albergue y por su pan diario, sería
la necesidad de ocuparnos de tantas una ilusión que sería destruida pron-
cosas, pues el tiempo y las fuerzas tie- to por una amarga decepción. Para
nen límites y tan sólo una de ellas ab- hacer algo serio, es necesario some-
sorbería el tiempo de una persona. terse a las necesidades que imponen
las costumbres de la época en la que
VIII se vive; esas necesidades son comple-
tamente diferentes de las de los tiem-
Recursos financieros
pos de la vida patriarcal; el propio in-
Es incómodo, sin duda, estar terés del Espiritismo exige, pues, que
obligado a entrar en consideraciones se calculen sus medios de acción para
materiales para alcanzar un objetivo que no se sea detenido en el camino.

155
Revista Espírita 1866-1869

Calculemos, pues, puesto que esta- remunerados, así como el personal


mos en un siglo en el que es necesario administrativo10; la Doctrina ganará,
contar. con eso, fuerza, estabilidad, puntuali-
Las atribuciones de la Comisión dad, al mismo tiempo que eso será un
Central serán suficientemente nume- medio de prestar servicios a personas
rosas, como se ve, como para necesitar que estén necesitadas.
una verdadera administración. Como Un punto esencial, en la econo-
cada miembro tendrá funciones acti- mía de toda administración previso-
vas y asiduas, si se tomara sólo a per- ra, es que su existencia no dependa
sonas de buena voluntad, los trabajos de productos eventuales, que pueden
podrían sufrir con eso, pues nadie faltar, sino de recursos fijos, regula-
tendría el derecho de hacer reproches res, de manera que su curso, suceda
a los negligentes. Para la regularidad lo que suceda, no pueda ser obsta-
de los trabajos y la expedición de los culizado. Es necesario, pues, que las
negocios, es necesario tener a perso- personas que sean llamadas a dar
nas con cuya asiduidad se pueda con- su colaboración no puedan concebir
tar y cuyas funciones no sean simples ninguna inquietud sobre su futuro.
actos de complacencia. Mientras más Ahora bien, la experiencia demuestra
independencia tuvieran debido a sus que se deben considerar como esen-
recursos personales, menos se some- cialmente aleatorios los recursos que
terían a ocupaciones asiduas; si no sólo dependen del producto de cuo-
la tienen, no pueden dar su tiempo. tas, siempre facultativas, sean cuales
Por lo tanto, es necesario que sean sean los compromisos contratados, y

10
N. de la T.: es necesario observar, en el tema de la remuneración, que Allan Kardec ofrece a los
espíritas su ejemplo personal de jamás haber sido remunerado para realizar tareas doctrinarias,
como se resalta posteriormente en este texto.

156
Colección de Textos de Allan Kardec

de una cobranza frecuentemente difí- ningún caso, ya que tendrá siempre


cil. Basar gastos permanentes y regu- los medios para funcionar. Puede,
lares en recursos eventuales sería una al inicio, estar organizada sobre una
falta de previsión que se podría, un escala más pequeña; los miembros de
día, lamentar. Las consecuencias son la Comisión pueden estar limitados
menos graves, sin duda, cuando se provisionalmente a cinco o seis, el
trata de fundaciones temporales, que personal y los gastos administrativos
duran lo que pueden; pero acá es una reducidos a su más simple expresión,
cuestión de futuro. El destino de una con el propósito de proporcionar el
administración como ésta no puede desarrollo para el incremento de los
estar subordinado a las posibilidades recursos y de las necesidades de la
de un negocio comercial; la adminis- causa, pero todavía es menester tener
tración debe ser, desde su inicio, si no lo necesario.
tan próspera, por lo menos tan esta- Personalmente, y aunque sea-
ble como lo será dentro de un siglo. mos parte activa de la Comisión, no
Mientras más sólida sea su base, me- seremos ninguna carga para el pre-
nos expuesta estará a los golpes de la supuesto, ni para honorarios, ni para
intriga.
En semejante caso, la prudencia
«aunque seamos parte
más común exige que se capitalicen,
de una manera inalienable, los recur-
activa de la Comisión,
sos a medida que lleguen, a fin de no seremos ninguna
constituir una renta perpetua, a cu- carga para el presupuesto,
bierto de todas las eventualidades. La ni para honorarios, ni
administración, al saldar sus gastos para viáticos, ni por una
por medio de su renta, no puede te-
causa cualquiera»
ner comprometida su existencia, en

157
Revista Espírita 1866-1869

viáticos, ni por una causa cualquiera; permiten hacer más, tendremos, por
si jamás hemos pedido nada a nadie lo menos, la satisfacción de haber
para nosotros, lo haríamos aún menos puesto la primera piedra.
en esa circunstancia; nuestro tiempo, Supongamos, pues, que, por un
nuestra vida, todas nuestras fuerzas medio cualquiera, la Comisión Cen-
físicas e intelectuales pertenecen a la tral haya sido puesta en funciona-
Doctrina. Declaramos, pues, termi- miento, en un tiempo dado, lo que
nantemente, que ninguna parte de supone una renta fija, que se limita, al
los recursos de los cuales dispondrá principio, de 25 000 a 30 000 francos,
la Comisión será desviada en nuestro los recursos de toda naturaleza de los
beneficio. cuales dispondrá, en capitales y ré-
Le aportaremos, en cambio, nues- ditos eventuales, constituirán la Caja
tra cuota: General del Espiritismo, que será objeto
1.o por la cesión de los réditos de de una contabilidad rigurosa. Al es-
nuestras obras hechas y por hacer; tar saldados los gastos obligatorios, el
2.o por el aporte de valores mobi- excedente de la renta incrementará el
liarios e inmobiliarios. fondo común; la Comisión atenderá a
Hacemos votos, pues, para la los diversos gastos útiles al desarrollo
realización de nuestro plan, en el in- de la Doctrina, proporcionalmente a
terés de la Doctrina, y no para que los recursos de ese fondo, sin que ja-
nosotros nos propiciemos, con eso, más pueda sacar provecho personal,
una posición, que no necesitamos. Es ni hacer de eso una fuente de especu-
para preparar las sendas de esa ins- lación para ninguno de sus miembros.
talación que hemos consagrado, hasta El empleo de los fondos y la contabi-
hoy, el producto de nuestros trabajos, lidad serán sometidos, además, a la
como lo hemos dicho anteriormente. verificación de comisarios especiales
Si nuestros medios personales no nos delegados, para ese efecto, por los

158
Colección de Textos de Allan Kardec

Congresos o Asambleas Generales. Sin entrar acá en detalles que


Uno de los primeros cuidados de serían superfluos y prematuros, de-
la Comisión será ocuparse de las pu- bemos decir, sin embargo, algunas
blicaciones, tan pronto tenga la posi- palabras sobre dos instituciones ac-
bilidad para eso, sin esperar que pue- cesorias de la Comisión, a fin de que
da hacerlo con la ayuda de la renta; no haya confusión respecto al sentido
los fondos asignados para ese uso no que les atribuimos; queremos hablar
serán, en realidad, sino un anticipo, de la caja de auxilios y del asilo de an-
puesto que entrarán de nuevo por la cianos.
venta de las obras, cuyo producto re- El establecimiento de una caja ge-
gresará al fondo común. Es un asunto neral de auxilios es algo impracticable
administrativo. y que presentaría serios inconvenien-
Para dar a esa institución una tes, como lo hemos demostrado en un
existencia legal, a cubierto de toda artículo específico. (Revista de julio
disputa, para darle, además, el dere- de 1866, página 193.)11. La Comisión
cho de adquirir, de recibir y de po- no puede comprometerse, pues, a ir
seer, será constituida, si se juzga eso por una senda que sería forzada, muy
necesario, por acto auténtico, bajo la pronto, a dejar, ni a emprender nada
forma de sociedad comercial anóni- de lo que no esté segura de poder reali-
ma, por noventa y nueve años, pro- zar. Debe ser positiva y no ilusionarse
rrogable indefinidamente, con todas con quimeras; es el medio de caminar
las estipulaciones necesarias para que por mucho tiempo y con seguridad;
jamás pueda apartarse de su objetivo, para eso, debe permanecer, en todo,
y para que los fondos no puedan ser en los límites de lo posible.
desviados de su destino. Esa caja de auxilios sólo puede y

11
N. de la T.: ver el capítulo 5 de este libro.

159
Revista Espírita 1866-1869

debe ser una institución local, de ac- pensar en complicar sus atribucio-
ción circunscrita, cuya prudente or- nes con acciones en las cuales podría
ganización podrá servir de modelo a fracasar. Abarcar demasiadas cosas
las del mismo tipo que podrían crear antes de estar seguro de los medios
las sociedades particulares. Es multi- de ejecución sería una imprudencia.
plicando esas cajas que las Sociedades Se lo comprenderá fácilmente si se
podrán prestar servicios eficaces, y no reflexiona en todos los detalles que
centralizando los medios de acción. comportan los establecimientos de ese
Será mantenida: 1.o por la porción tipo. Sin duda, es bueno tener buenas
asignada de la renta de la Caja Gene- intenciones, pero, ante todo, es nece-
ral del Espiritismo para tal efecto; 2.o sario poder realizarlas.
por las donaciones específicas que le
serán hechas. Capitalizará las sumas IX
recibidas de manera que sea consti- Conclusión
tuida una renta; es de esa renta que
dará auxilios temporales o rentas vi- Tales son las bases principales de
talicias, y cumplirá las obligaciones la organización que nos proponemos
de su mandato, que serán estipuladas dar al Espiritismo, si las circunstan-
en su reglamento constitutivo. cias nos lo permiten; hemos tenido
El proyecto de un asilo de ancia- que desarrollar detenidamente los
nos, en la acepción completa de la motivos, a fin de hacer conocer su
palabra, no puede ser realizado al ini- espíritu. Los detalles serán objeto de
cio, debido a los capitales que exigiría una reglamentación minuciosa en la
una fundación semejante y, además, cual todos los casos estarán previstos
porque es necesario dejar a la admi- de manera que aparten todas las difi-
nistración el tiempo para establecerse cultades de ejecución.
y caminar con regularidad, antes de Consecuentes con los principios

160
Colección de Textos de Allan Kardec

que el Espiritismo profesa de tole- aislados, y la difusión de la Doctrina


rancia y de respeto hacia todas las habría sufrido con eso. Era necesario,
opiniones, no pretendemos imponer pues, un punto en el cual todo desem-
esta organización a nadie, ni obligar a bocara y del cual todo pudiera irra-
quienquiera que sea a someterse a ella. diarse. El desarrollo de las ideas espí-
Nuestro objetivo es establecer un pri- ritas, lejos de hacer que ese centro se
mer vínculo entre los Espíritas, que lo vuelva inútil, hará sentir aún más la
desean desde hace mucho tiempo y se necesidad de él, porque la necesidad
quejan de su aislamiento. Ahora bien, de acercarse y de formar un haz será
ese vínculo, sin el cual el Espiritismo tanto más grande cuanto más consi-
permanecería en estado de opinión derable sea el número de adeptos.
individual, sin cohesión, sólo puede ¿Pero cuál sería la extensión del
existir con la condición de que se esté círculo de actividad de ese punto cen-
ligado a un centro por medio de una tral? ¿Está destinado a regir al mundo
comunión de visión y de principios. y a convertirse en árbitro universal de
Ese centro no es una individualidad, la verdad? Si ese punto central tuviera
sino un foco de actividad colectiva, esa pretensión, habría comprendido
que actúa en el interés general y en el mal el espíritu del Espiritismo, que,
cual la autoridad personal se borra. justamente por proclamar los princi-
Si no hubiera existido, ¿cuál sería pios del libre examen y de la libertad
el punto de reunión de los Espíritas de conciencia, repudia el pensamien-
diseminados en diferentes países? Al to de erigirse como autocracia; desde
no poder comunicar sus ideas, sus im- el inicio, entraría en una senda fatal.
presiones, sus observaciones a todos El Espiritismo tiene principios
los otros centros particulares, disemi- que, debido al hecho de que se basan
nados ellos mismos, y frecuentemen- en las leyes de la naturaleza, y no en
te sin consistencia, habrían quedado abstracciones metafísicas, tienden a

161
Revista Espírita 1866-1869

absurda como pretender que todos


los pueblos de la Tierra formen, un
«los diversos centros,
día, una única nación, gobernada por
que estén en el verdadero un único dirigente, regida por el mis-
espíritu del Espiritismo, mo código de leyes y sujeta a las mis-
deberán tenderse una mas costumbres. Si hay leyes genera-
mano fraternal y unirse les que pueden ser comunes a todos
para combatir a sus los pueblos, esas leyes siempre serán,
en los detalles de la aplicación y de la
enemigos comunes:
forma, apropiadas a las costumbres,
la incredulidad y a los caracteres, a las condiciones de
el fanatismo» vida de cada uno.
Así será del Espiritismo organi-
convertirse, y serán sin duda un día, zado. Los Espíritas del mundo ente-
en los principios de la universalidad ro tendrán principios comunes que
de las personas; todos los aceptarán, los vincularán a la gran familia por el
porque serán verdades palpables y lazo sagrado de la fraternidad, pero
demostradas, como aceptaron la teo- cuya aplicación podrá variar según
ría del movimiento de la Tierra; pero las regiones, sin que, por eso, la uni-
pretender que el Espiritismo esté or- dad fundamental se rompa, sin que
ganizado de la misma manera en to- se formen sectas disidentes que se
das partes; que los Espíritas del mun- arrojen piedras y anatemas, lo que
do entero estén sujetos a un régimen sería antiespírita antes que nada. Por
uniforme, a una misma manera de lo tanto, podrán formarse, se forma-
proceder; que deban esperar la luz de rán inevitablemente, centros genera-
un punto fijo hacia el cual deberán fi- les en diferentes países, sin otro lazo
jar sus miradas sería una utopía tan sino la comunión de creencia y la

162
Colección de Textos de Allan Kardec

solidaridad moral, sin subordinación de sus cofrades. Será lo mismo con los
de uno a otro, sin que el de Francia, centros generales del Espiritismo; se-
por ejemplo, tenga pretensiones de rán los observatorios del mundo invi-
imponerse a los Espíritas americanos sible, que se servirán recíprocamente
y viceversa. de lo que tengan de bueno y de apli-
La comparación con los observa- cable a las costumbres de las regiones
torios, que hemos citado anteriormen- donde estén establecidos: su objetivo
te, es perfectamente justa. Hay obser- es el bien de la humanidad, y no la
vatorios sobre diferentes puntos del satisfacción de ambiciones persona-
globo; todos, sea cual sea la nación a les. El Espiritismo es una cuestión de
la cual pertenezcan, están fundados fondo; apegarse a la forma sería una
sobre los principios generales y re- puerilidad indigna de la grandeza del
conocidos de la Astronomía, lo que tema; he aquí el motivo por el cual
no les vuelve, por eso, dependientes los diversos centros, que estén en el
los unos de los otros; cada uno regla- verdadero espíritu del Espiritismo,
menta sus trabajos como lo entiende; deberán tenderse una mano fraternal
ellos se comunican entre sí sus obser- y unirse para combatir a sus enemi-
vaciones, y cada uno emplea útilmen- gos comunes: la incredulidad y el fa-
te para la ciencia los descubrimientos natismo.

163
Revista Espírita 1866-1869

12 – El poder del ridículo


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos,
12.o año, n.o 2, febrero de 1869

A l leer un periódico, hemos en- un oso o al puñetazo de un patán, le


contrado esta frase proverbial: causan repugnancia, porque la men-
«En Francia, el ridículo mata siempre». talidad francesa siente una repulsión
Eso nos ha sugerido las siguientes re- instintiva por la vulgaridad.
flexiones. Tal vez se dirá que ciertos éxitos
¿Por qué en Francia antes que en modernos parecen desmentir esas
otra parte? Es que acá, más que en cualidades. Habría mucho que decir
otra parte, la mentalidad a la vez fina, sobre las causas de esa desviación, que
cáustica y jovial capta a primera vista es real, pero solamente parcial, y no
el lado gracioso o ridículo de las co- puede prevalecer sobre la esencia del
sas. Esa mentalidad busca ese lado por carácter nacional, como lo demostra-
instinto, lo siente, lo adivina, lo hue- remos algún día. Diremos solamente,
le, por así decirlo; lo descubre donde de paso, que esos éxitos que sorpren-
otros no lo percibirían y lo resalta con den a las personas de buen gusto se
habilidad. Pero la mentalidad france- deben, en gran parte, a la curiosidad
sa quiere, ante todo, el buen gusto, la muy vivaz, también presente en el ca-
urbanidad hasta en la burla; se ríe, de rácter francés. Pero oíd a la multitud a
buen grado, de una broma fina, deli- la salida de ciertas exhibiciones; el jui-
cada, inteligente sobre todo, mientras cio que domina, incluso en la boca del
que las caricaturas que no despiertan pueblo, se resume en estas palabras:
interés, la crítica pesada, grosera, a «¡Es repugnante!» Y, sin embargo,
quemarropa, semejante a la pata de las personas han ido allí únicamente

164
Colección de Textos de Allan Kardec

para poder decir que han visto una de apreciarla.


excentricidad; no regresarán, pero El ridículo sólo tiene poder mien-
mientras la multitud de curiosos des- tras golpee con más precisión, mien-
fila, el éxito se hace, y es todo lo que tras haga resaltar, con ingenio y fineza,
se pide. Sucede lo mismo con ciertos defectos reales: es, entonces, cuando
éxitos supuestamente literarios. mata; pero cuando golpea en falso, no
La aptitud de la mentalidad fran- mata nada en absoluto, o más bien se
cesa en tomar el lado cómico de las mata a sí mismo. Para que el adagio
cosas hace del ridículo un verdadero arriba sea completamente verdadero,
poder, más grande en Francia que en se debería decir: «En Francia, el ridí-
otros países; ¿pero es exacto decir que culo mata siempre lo que es ridículo».
el ridículo mata siempre? Lo que es realmente verdadero, bue-
Se debe distinguir lo que se pue- no y bello jamás es ridículo. Si alguien
de llamar ridículo intrínseco, es decir, se burla, de manera despreciativa, de
inherente a la propia cosa, y ridículo una personalidad notoriamente res-
extrínseco, que viene desde afuera y petable, el cura Viannet, por ejemplo,
es vertido sobre una cosa. Sin duda, eso inspirará rechazo, incluso a los
este último puede ser lanzado sobre incrédulos. Tanto eso es verdad que
todo, pero sólo hiere aquello que es lo que es respetable en sí mismo es
vulnerable; cuando dirige un ataque siempre respetado por la opinión pú-
a cosas que no le dan ninguna cabida, blica.
resbala en ellas sin traerles ningún
perjuicio. La caricatura más grotes-
«Lo que es realmente
ca de una estatua irreprochable no le
quita nada de su mérito y no le cau-
verdadero, bueno y bello
sa deterioro ante la opinión pública, jamás es ridículo»
porque cada uno está en condiciones

165
Revista Espírita 1866-1869

malo, no impediréis que se lo coma, o


por lo menos que se lo pruebe.
«el ridículo sólo ha Eso nos explica el motivo por el
golpeado y atacado cual el ridículo vertido a profusión so-
lo que era ridículo en bre el Espiritismo no lo ha matado. Si
la manera en la cual él no ha sucumbido, no es por falta de
ciertas personas, poco haber sido escudriñado en todos los
sentidos, tergiversado, desnaturaliza-
esclarecidas, conciben
do, grotescamente disfrazado por sus
al Espiritismo» antagonistas; y, sin embargo, después
de diez años de una agresión encarni-
Como todo el mundo no tiene ni zada, él está más fuerte que nunca; es
el mismo gusto ni la misma manera de que el Espiritismo es como la estatua
ver, lo que es verdadero, bueno y bello de la cual hemos hablado hace poco.
para unos puede no serlo para otros. En definitiva, ¿sobre qué, parti-
¿Quién, pues, será el juez? Será el ser cularmente, se ejerce el sarcasmo con
colectivo que se denomina «todo el relación al Espiritismo? Sobre aque-
mundo», y contra cuyas decisiones las llo que realmente lo expone a la crí-
opiniones aisladas protestan en vano. tica: los abusos, las excentricidades,
Algunas individualidades pueden es- las exhibiciones, las explotaciones, la
tar desorientadas momentáneamente charlatanería bajo todos sus aspectos,
por la crítica ignorante, malévola o in- las prácticas absurdas, que solamente
consciente, pero no las masas, cuyos son una parodia, que el Espiritismo
juicios acaban por triunfar siempre. serio jamás ha defendido, pero que,
Si la mayoría de los comensales en en cambio, siempre ha repudiado. Por
un banquete encuentra un manjar de lo tanto, el ridículo sólo ha golpeado
su gusto, por más que digáis que es y atacado lo que era ridículo en la

166
Colección de Textos de Allan Kardec

manera en la cual ciertas personas, debido a su novedad; algunos, menos


poco esclarecidas, conciben al Espi- tocados por la pureza de la moral del
ritismo. Si el ridículo todavía no ha Espiritismo que por las posibilidades
matado completamente esos abusos, que entreveían en él, se han puesto
les ha dirigido un golpe mortal, y era bajo la égida de su nombre con la ex-
justo. pectativa de hacer dinero; son aque-
El Espiritismo verdadero sólo llos que se pueden llamar espíritas de
ha podido ganar, entonces, al ser de- circunstancia.
sembarazado de la plaga de sus pará- ¿Qué habría sucedido con esa
sitos, y son sus enemigos los que se Doctrina si no se hubiera utilizado de
han encargado de eso. En cuanto a la toda su influencia para desbaratar y
Doctrina propiamente dicha, se debe desacreditar las maniobras de la ex-
observar que casi siempre ha queda- plotación? Se habría visto a charlata-
do fuera de debate; y, sin embargo, es nes pululando por todas partes, ha-
la parte principal, el alma de la cau- ciendo una mezcla sacrílega de lo que
sa. Sus adversarios han comprendido hay de más sagrado – el respeto hacia
bien que el ridículo no podía rozarla; los muertos– y, con la supuesta apa-
han sentido que la fina lámina de la riencia de brujos, adivinos, cartomán-
burla ingeniosa sólo resbalaría sobre ticos, vaticinadores de buenaventura,
esa coraza, es por eso que la han ata- supliendo, por medio del fraude, a
cado con la maza de la injuria grosera los Espíritus cuando éstos no vinie-
y el puñetazo de un patán, pero tam- ran. En poco tiempo, se habrían visto
bién con poco éxito. las manifestaciones producidas sobre
Desde el principio, el Espiritismo las tablas, juntamente con números
les ha parecido a ciertos individuos de escamoteo; gabinetes de consul-
que ya no tenían medios de ganar di- tas espíritas anunciados públicamen-
nero una mina fecunda para explotar te y revendidos como oficinas de

167
Revista Espírita 1866-1869

colocación, según la importancia de la como lo hemos hecho, tenemos la se-


clientela, como si la facultad media- guridad de haber preservado a la Doc-
nímica se pudiera transmitir como si trina de un verdadero peligro, peligro
fuera un negocio. más grande que la mala voluntad de
Por su silencio, que habría sido sus antagonistas declarados, porque
una aprobación tácita, la Doctrina se lo menos grave que habría habido se-
habría vuelto solidaria; diremos más: ría su descrédito; ella les habría ofre-
se habría vuelto cómplice de esos abu- cido, efectivamente, un lado vulnera-
sos. Entonces, la crítica habría estado ble, pero, al contrario, ellos han sido
en condiciones de triunfar fácilmen- detenidos ante la pureza de los prin-
te, porque hubiera podido, con razón, cipios de la Doctrina. No ignoramos
imputarle a la Doctrina el mal que que hemos suscitado contra nosotros
hubiera sucedido, ya que, por su tole- la animosidad de los explotadores y
rancia, habría asumido la responsabi- que sus partidarios se han vuelto hos-
lidad del ridículo y, por consiguiente, tiles contra nosotros; ¡pero qué nos
de la justa reprobación vertida sobre importa! Nuestro deber es ocuparnos
los abusos; tal vez, la Doctrina hubie- de la causa de la Doctrina y no del in-
ra estado retrasada en más de un siglo terés de esas personas; y ese deber lo
antes de recuperarse de ese revés. Se- cumpliremos con perseverancia y fir-
ría necesario no comprender el carác- meza hasta el final.
ter del Espiritismo y, mucho menos, No era algo pequeño luchar con-
sus verdaderos intereses para creer tra la invasión de la charlatanería en
que tales auxiliares pudieran ser úti- un siglo como éste, sobre todo de una
les para su propagación o apropiados charlatanería secundada, frecuente-
para que el Espiritismo fuera conside- mente suscitada, por los más implaca-
rado como algo santo y respetable. bles enemigos del Espiritismo; pues,
Al estigmatizar la explotación luego de haber fracasado con los

168
Colección de Textos de Allan Kardec

argumentos, ellos comprendían bien se mezclen nombres respetables, y


que lo que más fatal le podía ser al ellos tienen cien veces razón. Por cada
Espiritismo era el ridículo; para eso, persona que sea conducida al Espi-
el medio más seguro era hacer que ritismo por esta senda, suponiendo
fuera explotado por la charlatanería, siempre un hecho real, habrá cien que
a fin de desacreditarlo ante la opinión se desviarán, sin querer oír hablar
pública. más de Espiritismo. La impresión es
Todos los espíritas sinceros han completamente diferente en los lu-
comprendido el peligro que hemos gares donde nada equívoco puede
señalado y nos han secundado en hacer sospechar de la sinceridad, de
nuestros esfuerzos, reaccionando, por la buena fe y del desinterés, donde la
su parte, contra las tendencias que honorabilidad notoria de las personas
amenazaban desarrollarse. No son impone respeto. Si no se sale de allí
algunos hechos de manifestaciones, convencido, no se lleva, por lo menos,
suponiéndolos reales, presentados en la idea de una juglaría.
espectáculo, como atractivo para la Por lo tanto, el Espiritismo nada
minoría, que le dan al Espiritismo ver- tiene que ganar, y sólo podría perder,
daderos prosélitos, porque, en tales al apoyarse en la explotación, más
condiciones, esos hechos autorizan la bien serían los explotadores los que
sospecha. Los propios incrédulos son se beneficiarían de la reputación del
los primeros en decir que, si los Espí-
ritus se comunican verdaderamente,
no puede ser para servir de compar-
«el Espiritismo nada tiene
sas o de cómplices por un monto por que ganar, y sólo podría
cada sesión; he aquí el motivo por el perder, al apoyarse en la
cual los incrédulos se ríen de eso; con- explotación»
sideran ridículo que, en esas escenas,

169
Revista Espírita 1866-1869

Espiritismo. Su porvenir no está en por lo tanto, es necesario que sea


la creencia de un individuo en este fuerte por sí mismo, es necesario que
o en aquel hecho de manifestación; sea respetable. Les corresponde a sus
está totalmente en el ascendiente que adeptos abnegados hacer que el Espi-
adquirirá por su moralidad; es por ritismo sea respetado, en primer lugar
allí que ha triunfado y es por allí que predicando ellos mismos por medio
triunfará aún sobre las maniobras de de palabras y por el ejemplo y, luego,
sus adversarios. Su fuerza está en su repudiando, en nombre de la Doctri-
carácter moral, y es eso lo que no se le na, todo lo que podría perjudicar la
podrá quitar. consideración por la cual debe estar
El Espiritismo entra en una fase rodeada. Es así que el Espiritismo po-
solemne; a pesar de ello, tendrá to- drá afrontar las intrigas, la broma y el
davía grandes luchas que soportar; ridículo.

170
Colección de Textos de Allan Kardec

13 – Biografía del Sr. Allan Kardec


Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos
12.o año, n.o 5, mayo de 1869

B ajo el golpe del dolor profun- sabía agradar y hacerse comprender


do causado por la prematura en un lenguaje a la vez sencillo y ele-
partida del venerable fundador de la vado, alejado tanto del estilo familiar
Doctrina Espírita, iniciamos una tarea como de las oscuridades de la meta-
simple y fácil para sus manos sabias física.
y experimentadas, pero cuyo peso y Multiplicándose incesantemente,
gravedad nos agobiarían si no contá- había podido, hasta aquí, darse abas-
ramos con la ayuda eficaz de los bue- to a todo. Sin embargo, el incremento
nos Espíritus y con la indulgencia de diario de sus relaciones y el desarro-
nuestros lectores. llo incesante del Espiritismo le ha-
¿Quién, entre nosotros, podría, cían sentir la necesidad de designar
sin ser tachado de presuntuoso, vana- a algunos ayudantes inteligentes. Él
gloriarse de poseer el espíritu metó- preparaba simultáneamente la nue-
dico y de organización del cual se ilu- va organización de la Doctrina y de
minan todos los trabajos del maestro? sus trabajos, cuando nos dejó para ir
Únicamente su poderosa inteligencia a un mundo mejor recoger la aproba-
podía concentrar tantos materiales di- ción de la misión cumplida y reunir
versos y desmenuzarlos, transformar- los elementos de una nueva obra de
los, para luego difundirlos, como un abnegación y de sacrificio.
benéfico rocío sobre las almas deseo- ¡Él era solo!... Nosotros nos llama-
sas de conocer y de amar. remos legión y, por más débiles e inex-
Incisivo, conciso, profundo, él pertos que seamos, tenemos la íntima

171
Revista Espírita 1866-1869

convicción de que nos mantendremos seguir su ejemplo volviendo a empe-


a la altura de la situación, si, partien- zar veinte veces el trabajo con los prin-
do de los principios establecidos y de cipios todavía en discusión. Hacemos
una evidencia indudable, nos concen- un llamado a todas las ayudas, a todas
tramos en ejecutar, tanto como nos las luces. Intentaremos avanzar con
sea posible y según las necesidades certidumbre antes que con rapidez y
del momento, los proyectos futuros nuestros esfuerzos no serán infruc-
que el Sr. Allan Kardec se proponía tuosos si, como estamos persuadidos
llevar a cabo él mismo. y como seremos los primeros en dar
Mientras estemos en su senda y ejemplo, cada uno se fija en cumplir
todas las buenas voluntades se unan su deber poniendo de lado toda cues-
en un común esfuerzo hacia el progre- tión personal para contribuir al bien
so y hacia la regeneración intelectual general.
y moral de la humanidad, el Espíritu No podríamos entrar, bajo auspi-
del gran filósofo estará con nosotros cios más favorables, en la nueva fase
y nos secundará con su poderosa in- que se abre para el Espiritismo, que
fluencia. ¡Que pueda él suplir nuestra dando a conocer a nuestros lectores,
deficiencia y que podamos nosotros en un rápido esquicio, lo que fue toda
volvernos dignos de su ayuda, consa- su vida; el hombre íntegro y honrado,
grándonos a la obra con tanta abne- el sabio inteligente y fecundo, cuyo
gación y sinceridad, si no con tanta recuerdo se transmitirá a los siglos
ciencia e inteligencia! futuros, rodeado de la aureola de los
Él había inscrito, en su bandera, bienhechores de la humanidad.
estas palabras: «Trabajo, solidaridad, Nacido en Lyón el 3 de octu-
tolerancia». Seamos, como él, infati- bre de 1804, en una antigua familia
gables; seamos, según sus votos, to- que se distinguió en la magistratura
lerantes y solidarios, y no temamos y en la abogacía, el Sr. Allan Kardec

172
Colección de Textos de Allan Kardec

(Hippolyte Léon Denizard Rivail)12 no Nacido en la religión católica,


siguió esa carrera. Desde su primera pero educado en un país protestante,
juventud, se sintió atraído hacia el es- los actos de intolerancia que tuvo que
tudio de las ciencias y de la filosofía. sufrir en ese tema le hicieron conce-
Educado en la Escuela de Pesta- bir, desde temprano, la idea de una
lozzi, en Yverdun (Suiza), se volvió reforma religiosa, en la cual trabajó
uno de los discípulos más eminentes en silencio durante largos años, con
de ese célebre profesor y uno de los la idea de llegar a la unificación de las
propagadores diligentes de su sistema creencias; pero le faltaba el elemento
de educación, que ejerció una gran in- indispensable para la solución de ese
fluencia sobre la reforma educacional gran problema.
en Alemania y en Francia. Más tarde, el Espiritismo vendría
Dotado de una inteligencia nota- a proporcionarle ese elemento y a im-
ble y atraído hacia la enseñanza por primir una dirección específica a sus
su carácter y sus aptitudes especiales, trabajos.
enseñaba, desde la edad de catorce Concluidos sus estudios, vino a
años, lo que sabía a aquellos de sus París. Como dominaba a fondo la len-
condiscípulos que tenían menos co- gua alemana, tradujo para Alemania
nocimiento que él. Fue en esa escue- diferentes obras de educación y de
la donde se desenvolvieron las ideas moral y, lo que le es característico, las
que, más tarde, lo colocaron en la ca- obras de Fénelon, que le encantaban
tegoría de los hombres de progreso y particularmente.
de los libres pensadores. Era miembro de varias sociedades

12
N. de la T.: esta es la grafía correcta del nombre del Codificador, no la que estaba en el texto
original (ver: THIESEN, Francisco; WANTUIL, Zeus. Allan Kardec. 5.a ed. Rio de Janeiro: Federação
Espírita Brasileira, 1999, vol. 1, p. 193-197).

173
Revista Espírita 1866-1869

sabias, entre otras, de la Academia Plan propuesto para el mejoramiento


Real de Arras, que, en su concurso de de la instrucción pública (1828); Curso
1831, le coronó por una notable me- práctico y teórico de aritmética, según
moria sobre esta cuestión: «¿Cuál es el el método de Pestalozzi, para el uso
sistema educacional más en armonía con de los profesores y de las madres de
las necesidades de la época?» familia (1829); Gramática francesa clá-
De 1835 a 1840, fundó, en su do- sica (1831); Manual de los exámenes
micilio, en la calle de Sèvres, cursos para los títulos de capacidad; Soluciones
gratuitos, en los cuales enseñaba Quí- razonadas de las cuestiones y problemas
mica, Física, Anatomía Comparada, de aritmética y de geometría (1846); Ca-
Astronomía, etc.; acto digno de elo- tecismo gramatical de la lengua francesa
gios en todos los tiempos, sobre todo (1848); Programa de los cursos usuales
en una época en la cual un núme- de Química, Física, Astronomía, Fisiolo-
ro muy pequeño de inteligencias se gía, que enseñaba en el L���� P�����-
aventuraba a entrar en esa senda. ����; Dictados normales de los exámenes
Constantemente preocupado por de la Casa Consistorial y de la Sorbonne,
volver atractivos e interesantes los acompañados de Dictados especiales
sistemas de educación, inventó, en sobre las dificultades ortográficas (1849),
la misma época, un método ingenio- obra muy apreciada en la época de su
so para enseñar a contar y un cuadro aparición y de la que, hasta hace poco,
mnemónico de la historia de Francia, él hizo imprimir nuevas ediciones.
que tenía como objetivo fijar en la me- Antes de que el Espiritismo vinie-
moria las fechas de los acontecimien- ra a popularizar el seudónimo «Allan
tos notables y los grandes descubri- Kardec», él había sabido ilustrarse,
mientos que ilustraron cada reinado. como se ve, por trabajos de una natu-
Entre sus numerosas obras de raleza completamente diferente, pero
educación, citaremos las siguientes: que tenían como objetivo esclarecer a

174
Colección de Textos de Allan Kardec

las masas y unirlas más a su familia El cielo y el infierno o la justicia divina


y a su país. según el Espiritismo (agosto de 1865);
Hacia el año de 1850, desde que La génesis, los milagros y las predicciones
se empezó a tratar las manifestacio- según el Espiritismo (enero de 1868); la
nes de los Espíritus, el Sr. Allan Kar- Revista Espírita –Periódico de Estudios
dec se entregó a observaciones per- Psicológicos, colección mensual empe-
severantes sobre ese fenómeno y se zada el 1.o de enero de 1858. Fundó
centró principalmente en deducir sus en París, el 1.o de abril de 1858, la pri-
consecuencias filosóficas. Desde lue- mera sociedad espírita regularmen-
go, vislumbró el principio de nuevas te constituida, con el nombre de So-
leyes naturales: las que rigen las rela- ciedad Parisiense de Estudios Espíritas,
ciones del mundo visible y del mun- cuyo objetivo exclusivo es el estudio
do invisible; reconoció, en la acción de todo lo que puede contribuir al
de este último, una de las fuerzas de progreso de esa nueva Ciencia. El Sr.
la naturaleza, cuyo conocimiento de- Allan Kardec, con toda razón, niega
bía lanzar luz sobre una multitud de haber escrito alguna cosa bajo la in-
problemas, considerados insolubles, fluencia de ideas preconcebidas o sis-
y comprendió su alcance desde el temáticas. Hombre de carácter frío y
punto de vista religioso. calmo, observó los hechos y, de sus
Sus principales obras sobre esta observaciones, dedujo las leyes que
materia son: El libro de los Espíritus, los rigen; fue el primero en dar la teo-
para la parte filosófica, cuya prime- ría de los hechos y en formar un cuer-
ra edición apareció el 18 de abril de po metódico y regular.
1857; El libro de los médiums, para la Demostrando que los hechos ca-
parte experimental y científica (enero lificados falsamente de sobrenatura-
de 1861); El evangelio según el Espiritis- les están sometidos a leyes, les hace
mo, para la parte moral (abril de 1864); entrar en el orden de los fenómenos

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Revista Espírita 1866-1869

de la naturaleza y destruye, así, el úl- años, esas ideas han encontrado a nu-
timo refugio de lo maravilloso y uno merosos adeptos en todos los rangos
de los elementos de la superstición. de la sociedad y en todos los países.
Durante los primeros años en los Ese éxito, sin precedentes, se debe
cuales se empezó a tratar los fenóme- indudablemente a las simpatías que
nos espíritas, esas manifestaciones esas ideas han encontrado, pero tam-
fueron más bien un objeto de curiosi- bién, en gran parte, a la claridad, que
dad antes que un tema de meditacio- es una de las características distinti-
nes serias. El libro de los Espíritus hizo vas de los escritos de Allan Kardec.
que se considerara el asunto desde un Absteniéndose de las fórmulas
aspecto completamente diferente. En- abstractas de la metafísica, el autor
tonces, se han abandonado las mesas ha sabido hacerse leer sin fatiga, con-
giratorias, que sólo habían sido un dición esencial para la difusión de
preludio, y las personas se han reu- una idea. Sobre todos los puntos de
nido alrededor de un cuerpo doctri- controversia, su argumentación, de
nario que abarca todas las cuestiones una lógica rigurosa, no da cabida a
que interesan a la humanidad. la refutación y predispone a la con-
De la aparición de El libro de los vicción. Las pruebas materiales que
Espíritus, data la verdadera fundación da el Espiritismo de la existencia del
del Espiritismo, que, hasta entonces, alma y de la vida futura tienden a la
solamente poseía elementos esparci- destrucción de las ideas materialis-
dos sin coordinación y cuyo alcance tas y panteístas. Uno de los princi-
no había podido ser comprendido por pios más fecundos de esa Doctrina, y
todo el mundo; desde ese momen- que deriva de lo que precede, es el de
to también, la Doctrina ha atraído la la pluralidad de las existencias, ya vis-
atención de las personas serias y ha to- lumbrado por muchos filósofos anti-
mado un rápido desarrollo. En pocos guos y modernos y, en estos últimos

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Colección de Textos de Allan Kardec

tiempos, por Jean Reynaud, Charles libertad y de solidaridad universal,


Fourier, Eugène Sue y otros; pero había las propias leyes de la naturaleza, y
permanecido en estado de hipótesis y ya no una teoría.
de sistema, mientras que el Espiritis- En lugar del principio «Fuera de la
mo demuestra su realidad y prueba Iglesia no hay salvación», que mantie-
que es uno de los atributos esencia- ne la división y la animosidad entre
les de la humanidad. De ese principio las diferentes sectas y que ha hecho
deriva la solución de todas las anoma- derramar tanta sangre, el Espiritismo
lías aparentes de la vida humana, de tiene como máxima «Fuera de la cari-
todas las desigualdades intelectuales, dad no hay salvación», es decir, la igual-
morales y sociales; el ser humano sabe dad entre las personas ante Dios, la
de dónde viene, adónde va, la finali- tolerancia, la libertad de conciencia y
dad por la cual está en la Tierra y por la benevolencia mutua.
qué sufre. En lugar de la fe ciega, que
Las ideas innatas se explican por aniquila la libertad de pensamiento,
medio de los conocimientos adquiri- dice: «No hay fe inquebrantable sino
dos en las vidas anteriores; el desarro- aquella que puede mirar a la razón cara a
llo de los pueblos y de la humanidad, cara en todas las épocas de la humanidad.
por medio de las personas de los tiem- La fe necesita una base, y esa base es la
pos pasados, que reviven después de comprensión perfecta de aquello en lo
haber progresado; las simpatías y las que se debe creer; para creer, no basta
antipatías, por medio de la naturale- ver; es necesario, sobre todo, comprender.
za de las relaciones anteriores; esas La fe ciega ya no es de este siglo; ahora
relaciones, que unen la gran familia bien, es precisamente el dogma de la fe
humana de todas las épocas, les ofre- ciega el que hace, hoy en día, el mayor
cen, como base, a los grandes princi- número de incrédulos, porque quiere
pios de fraternidad, de igualdad, de imponerse y exige la abdicación de una

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Revista Espírita 1866-1869

de las más preciosas facultades del ser hu- gastado la vaina.


mano: el razonamiento y el libre albedrío.» Su cuerpo se le hacía pesado y
(El evangelio según el Espiritismo). le negaba sus servicios, pero su Espí-
Trabajador infatigable, siempre ritu, más vivo, más enérgico, más fe-
el primero en la obra y el último en cundo, siempre extendía más el círcu-
dejarla, Allan Kardec sucumbió el 31 lo de su actividad.
de marzo de 1869, en medio de prepa- En esa lucha desigual, la materia
rativos de un cambio de local, que se no podía resistir eternamente. Un día,
le hizo necesario por la considerable fue vencida. El aneurisma se rompió
extensión de sus múltiples ocupacio- y Allan Kardec cayó fulminado. ¡Un
nes. Numerosas obras que él estaba hombre faltaba en la Tierra; pero un
a punto de concluir, o que esperaban gran nombre tomaba lugar entre los
el tiempo oportuno para aparecer, personajes ilustres de este siglo, un
vendrán a probar, un día, aún más, gran Espíritu iba a vigorizarse en lo
la amplitud y el poder de sus concep- infinito, donde todos aquellos que él
ciones. había consolado y esclarecido espera-
Murió como vivió: trabajando. ban impacientemente su venida!
Desde hacía largos años, sufría de una «¡La muerte –decía él todavía re-
enfermedad de corazón que solamen- cientemente– la muerte hiere a golpes
te podía ser combatida por el reposo redoblados en las clases ilustres!... ¿A
intelectual y una cierta actividad ma- quién ella vendrá ahora a liberar?»
terial; pero, completamente dedica- Después de tantos otros, él fue
do a su obra, se negaba a todo lo que a vigorizarse en el espacio, a buscar
podía absorber uno de sus instantes, nuevos elementos para renovar su
a costa de sus predilectas ocupacio- organismo gastado por una vida de
nes. En él, como en todas las almas labores incesantes. Partió con aque-
fuertemente templadas, la espada ha llos que serán los faros de la nueva

178
Colección de Textos de Allan Kardec

generación, para volver luego con ese lenguaje claro, preciso, que hace
ellos a continuar y concluir la obra de él un modelo en los anales litera-
dejada entre manos abnegadas. rios.
El hombre ya no existe, pero el El hombre ya no existe, lo repeti-
alma permanecerá entre nosotros; mos, pero Allan Kardec es inmortal,
es un protector seguro, una luz más, y su recuerdo, sus trabajos, su Espíri-
un trabajador infatigable con quien tu estarán siempre con aquellos que
se han incrementado las falanges mantengan, de manera firme y alta,
del espacio. Como en la Tierra, sin la bandera que él supo hacer respetar
herir a nadie, sabrá hacer que cada siempre.
uno oiga los consejos convenientes; Una individualidad poderosa
calmará el celo prematuro de los constituyó la obra; era el guía y la
exaltados, secundará a los sinceros luz de todos. La obra, en la Tierra, to-
y a los desinteresados y estimulará mará el lugar del individuo. No nos
a los tibios. ¡Él ve, sabe hoy todo lo reuniremos alrededor de Allan Kar-
que había previsto no hace mucho! dec; nos reuniremos alrededor del
Ya no está sujeto a las incertidum- Espiritismo tal como él lo constituyó
bres, ni a las debilidades, y nos hará y, por sus consejos, bajo su influen-
partícipes de su convicción hacién- cia, avanzaremos con pasos seguros
donos comprender claramente el hacia las fases felices prometidas a la
objetivo, señalándonos la senda, en humanidad regenerada.

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Otros libros de la autora

Pases a la Luz del Espiritismo


Escrito con Carlos Roberto Campe�i, este libro fue elaborado
en base a las obras de Allan Kardec, de los Espíritus Emmanuel,
André Luiz, Manoel Philomeno de Miranda, Áureo y Hermano
Jacobo, así como a las enseñanzas del Magnetismo presentadas
por Michaelus. Analiza el concepto de pases; el papel del pasis-
ta y del paciente; los mecanismos de los pases; las técnicas; la
aplicación de pases para la interrupción de procesos obsesivos
y en las reuniones mediúmnicas; el servicio de pases en el Cen-
tro Espírita. Cuenta con un capítulo dedicado a reflexiones sobre
preguntas y comentarios frecuentes de pasistas y de pacientes.

Oratoria a la Luz del Espiritismo


Se basa en las obras de Allan Kardec, Emmanuel, André Luiz,
Joanna de Ángelis, Manoel Philomeno de Miranda y Marco Pris-
co. Se destina a candidatos a la tarea, a dirigentes responsables
del ofrecimiento de la tribuna espírita a oradores y al público
que asiste a las conferencias espíritas. Entre otros temas, el libro
analiza el concepto y la finalidad de la oratoria espírita; la elo-
cuencia a la luz del Espiritismo; los mecanismos de la oratoria;
los requisitos para la preparación del orador espírita; el miedo de
hablar en público; la acción de los obsesores sobre los oradores y
la oratoria espírita en la práctica.
Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos 1858-
1861: Colección de Textos de Allan Kardec
El libro contiene diecisiete textos traducidos fielmente del ori-
ginal escrito en el idioma francés por Allan Kardec, que fueron
publicados entre 1858 y 1861 en la Revista Espírita –Periódico
de Estudios Psicológicos. Casi todos los textos estaban inéditos
en el idioma español hasta la publicación de este libro. Entre
otros temas, esos textos tratan de: mediumnidad, orientaciones
a grupos y a movimientos espíritas, la intervención de la Cien-
cia en el Espiritismo, polémicas y publicaciones espíritas, y el
Auto de Fe de Barcelona.

Revista Espírita –Periódico de Estudios Psicológicos 1862-


1865: Colección de Textos de Allan Kardec
El libro contiene veinte textos traducidos fielmente del original
en francés, que fueron escritos por Allan Kardec y publicados,
entre 1862 y 1865, en la Revista Espírita –Periódico de Estudios Psi-
cológicos. Del mismo modo que los textos del primer volumen
de la trilogía, casi todos los textos de este libro estaban inéditos
en el idioma español. Entre otros temas, estos textos tratan de
los principios fundamentales de los fenómenos espíritas, de la
mediumnidad curativa, de la reencarnación, del suicidio, de
aspectos científicos del Espiritismo, de orientaciones a grupos
y a movimientos espíritas y de la utilidad de las enseñanzas de
los Espíritus.
Impreso por La Oficina
laoficina@uio.satnet.net
Tel: (5932) 2412004
Quito - Ecuador

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