Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Clemente Palma
Ediciones “Perú Actual”
Lima, 1934
XYZ
El título, críptico como el que más, es otro factor que, a mi
parecer, ha contribuido al desconocimiento de esta obra de
Clemente Palma. Si a ello añadimos el hecho de una edición
única y difícil de hallar, obtenemos pues un libro rodeado de
una aureola de misterio.
Daniel Salvo
Lima, 3 de setiembre de 2005
E-mail: patriciojaramorales@gmail.com
RESUMEN
El artículo reflexiona en torno a la influencia del cine y la fotografía en los imaginarios de la
literatura latinoamericana de principios del siglo XX, tomando como referente la novela XYZ, del
escritor peruano Clemente Palma. A partir de la ilusión del cine como apariencia de lo real, Palma
supo establecer relaciones entre dichas alegorías y el mundo real, anunciando desde el terreno de
las ficciones y la reflexión estética, los síntomas de la crisis de la sociedad moderna. Es, por tanto,
en la reproducibilidad patente en diversas formas a lo largo del relato, en donde el artificio se hace
manifiesto, esclareciendo una crítica velada a la superficialidad del mundo frívolo de las stars y de
la incipiente industria cinematográfica, corrompida ya por el dinero y la ambición.
Palabras clave: Modernidad, Artificio, Reproducibilidad, Star-system
ABSTRACT
The article reflects on the influence of film and photography in the imaginaries of early twentieth
century Latin American literature, taking as reference Clemente Palma’s XYZ. From the illusion of
film as an appearance of reality, Palma was able to establish relationships between these allegories
and the real world, announcing from the realm of fiction and aesthetic reflection, the symptoms of
the crisis of modern society. It is, therefore, in the evident reproducibility present in different ways
throughout the story, where the artifice is unveiled, critically clarifying the superficiality of the
emerging film industry and its stars, already corrupted by money and ambition.
Keywords: Modernity, Artifice, Reproducibility, Star-system
Con la invención, primero, del kinetoscopio; y luego del cinematógrafo, ambas durante
la última década del siglo XIX, continuaría el asombro apoderándose de escritores y,
ahora, espectadores que compartirían en conjunto una experiencia antes ni siquiera
imaginada. Ya en 1896, un año después de la primera proyección fílmica realizada por
los hermanos Lumière, el espectáculo cinematográfico brillaba con luces propias en
México. Los cronistas de la época, tal como vimos respecto a los escritores y la
fotografía, seguían asociando los prodigios de los nuevos inventos al mundo de la
fantasía y el ocultismo. El 23 de agosto de aquel año, Luis G. Urbina (1864-1934)
describía en El Universal un visionado de kinetoscopio, en el cual aparecía “en un
fondo negro como el de las magias de un prestidigitador una mujer del Oriente, una
bayadera que baila, que se agita, que gira en vértigo” (33). La ilusión del movimiento,
como se advierte en el extracto final de la cita, daba vida a las primeras películas,
ocupando el centro de la atención y el asombro de quienes las visionaban:
¿Y cómo no pensar en los consuelos que esa ilusión puede derramar sobre los
numerosos dolores que causa la pérdida de un ser amado, vuelto al mundo por ese
aparato, resucitado, arrancado al olvido y a la muerte y viviendo con la enérgica y
elocuente vida del movimiento y de la expresión?… Ensueño realizable para un prócer
que en vez de tener un álbum fotográfico donde las imágenes palidecen como los
cadáveres en los ataúdes, tendría un cinematógrafo, y a sus horas, cuando quisiera viajar
por el pasado y sumergirse en la profunda vida del recuerdo, contemplaría el andar
pausado de la madre desaparecida, los gentiles movimientos de la novia muerta y
mientras, un fonógrafo derramaría en su oído el bendito acento de las frases maternales
y el ritmo apasionado de los juramentos de amor! (Tablada 44-45)
Como vemos, la obra sigue la forma de la diégesis y tanto en su lenguaje como en las
acciones que en ella acontecen se advierten claras influencias del género romántico. Lo
que sí considero interesante es la idea de la artificialidad que rodea al mundo de XYZ.
La obra en sí constituye una metáfora bastante paródica del, por ese entonces, incipiente
escenario de Hollywood, entendido como una industria del entretenimiento sostenida
por el star-system. Es, por tanto, en la reproducibilidad patente en diversas formas a lo
largo del relato, en donde el artificio se hace manifiesto, esclareciendo una crítica
velada a la superficialidad del mundo frívolo de las stars y de la industria
cinematográfica, corrompida ya por el dinero y la ambición, en torno al cual la mentira
como artificio sostiene la estructura que la soporta5.
A pesar de la indiferencia crítica, no son pocos los estudiosos que, tal como Gabriela
Mora, ubican a Clemente Palma a la vanguardia del modernismo literario en América
Latina. Nancy Kason es otra investigadora que ha puesto atención en la obra del
peruano, materializando tal interés en su libro Breaking Traditions: The Fiction of
Clemente Palma de 1988, quizás el primero en que se abordó en profundidad el trabajo
literario del autor. De él pude extraer una breve reseña, en la que la autora posiciona al
modernismo latinoamericano e inserta en él la figura de Palma:
If we look at the development of Spanish American literature from colonial times to the
present, it is the modernist movement at the turn of the nineteenth century that most
notably stands out as the beginning of literary independence from peninsular models.
Throughout Spanish America, writers were expanding their aesthetic horizons by using
new forms, innovative images, highly polished language, and original stylistic
techniques in an effort to break away from what they considered stagnant literature. It
was during this exciting period that the Peruvian, Clemente Palma (1872-1946), began
his career as a writer and signaled the birth of modern Peruvian literature7. (9)
El autor también explicita su personal motivación por escribir una ficción inspirada en
el cine (124), lo que prueba la atracción que -como a él y a otros escritores que en
párrafos anteriores hemos revisado- ejercía este soporte, en cuanto artificio reproductivo
sugerente de cualidades mágicas. En XYZ existe una relación ambigua en el protagonista
en cuanto científico que a la vez aparenta características de “mago” para justificar sus
actos ante sus súbditos y sus “dobles” creadas. Es así como la reproducción de Joan
Crawford, obra de Poe, se refiere a él y su laboratorio como “el antro de un hombre
joven y medio brujo” (Palma 251); y respecto a sus súbditos, en una carta el científico le
señala a su amigo “Billy” Perkins que “[n]o temía un asalto a la casa porque mis
hombres me tenían por brujo y sabían que dentro de la mansión yo tenía recursos, que
juzgaban sobrenaturales, para fulminarlos” (Palma 225).
Jason Borge dedica una sección a la novela de Palma en su obra Latin American Writers
and the Rise of Hollywood Cinema (2008), la que junto al estudio de Gabriela Mora,
contienen interesantes elementos de análisis que creo sugerentes de cruzar. Mora
explora XYZ principalmente a partir del tópico del “doble” en su asociación con el cine
y la novela de ciencia ficción, acorde con el carácter global de su estudio sobre la obra
literaria de Clemente Palma, centrado en vislumbrar la tendencia decadente y gótica en
su producción. En Borge, en cambio, se hace más notoria una intención de situar la
novela como una crítica a la industria del entretenimiento representada por Hollywood
(“fierce condemnation of the Hollywood star system”9, Borge 36), en la cual afloran con
mayor fuerza vectores de análisis relacionados con la maquinaria de poder y alienación
propulsada por la mentalidad capitalista, sostenida a su vez en el discurso artificioso de
los medios masivos. El presente trabajo pretende transitar con mayor ahínco en esta
vertiente de análisis, aunque veremos cómo ambos discursos dialogan sus postulados
entre sí.
Tocó el director el timbre e hizo llamar al jefe del taller de química fotográfica de la
empresa y le expuso la urgencia de proceder en el acto al revelado de la película con el
mayor cuidado (…) Una hora después, en la misma sala de la dirección (…) se
proyectaban los dispositivos enormemente ampliados… ¡No había la menor duda!
Efectivamente las artistas Joan Crawford, Joan Bennett, Norma Shearer y Jeanette
MacDonald aparecían inconfundiblemente en la ampliación en medio de un hermoso
parque de rosas, nardos y crisantemos, destacándose en el fondo, parte de un palacio de
estilo oriental. Y lo más extraño y absurdo era que, en una de las tres vistas, se percibía
clara y nítidamente la figura inolvidable de Rodolfo Valentino, en conversación con las
artistas y con un caballero que recordaba en su fisonomía a aquel joven ingeniero que,
años atrás, había visitado Hollywood. (Palma 303-304)
“La fotografía aparece aquí -según ha señalado Valeria de los Ríos- como un dispositivo
de reproducción de la imagen, que funciona como evidencia, poseyendo un valor de
verdad innegable” (224). Es interesante saber que quien ocupa el papel de traidor en la
novela, es un californiano hijo de inmigrantes llamado Dick Vargas, quien ejercía
funciones dentro de la isla de Poe, logrando escapar tiempo después con un chasis de
fotografías tomadas a escondidas, que cede a los ejecutivos de la Metro -como
documento- a cambio de un trabajo estable en la empresa como “extra”. Con él, se
ejemplifica el carácter marginal del mundo hispanoamericano representado en XYZ,
como un espacio aparentemente bárbaro y primitivo, y en su caso, representativo de
individuos sin escrúpulos. De la misma forma, los sirvientes de Poe en la isla son negros
mudos reclutados desde Centroamérica, sometidos al régimen del alcohol para, así, no
sospechar sobre los misteriosos procedimientos de su jefe. El hecho de que la isla se
encuentre en un rincón perdido de la Polinesia (referente exótico), acentúa este sentido
marginal13; así también, el que los protagonistas sean ciudadanos estadounidenses y su
lugar original de residencia sea la metrópoli, lo cual, a juicio de Gabriela Mora, hace
verosímil la historia (159).
Sin embargo, esta marginalidad hacia lo diferente, que a primera vista pareciera reflejar
concepciones racistas y xenófobas por parte del autor son, visualizadas cuidadosamente
bajo una segunda mirada, apropiaciones de los códigos de dominación propios de la
industria, explotados en los clichés de sus films, parodiados y puestos en evidencia por
Palma a través de la ficción. Es decir, la naturaleza dual de la novela también se
manifiesta en esta ambigüedad. De la misma forma, Borge observa la tensión que ejerce
tanto el científico, por un lado, y el sistema de Hollywood, por otro, en cuanto a sus
propósitos y expectativas frente a la materialización de las “dobles”. Para Rolland Poe,
advierte Borge, el problema está en la posibilidad de emular a Dios desafiando la
mortalidad, por sobre los beneficios personales que éste pudiera obtener de sus
experimentos. Para la industria, en tanto, el asunto radica solamente en la explotación
comercial de la ciencia para obtener ganancias: “In a sense, Poe and MGM represent
two sides of the same North American coin”14 (40). En esta misma línea, el estudioso
ubica el rol de la prensa como un mediador entre el rumor y la realidad (43),
favoreciendo la intelección en el público del discurso que defiende los intereses de la
industria, tergiversando y falseando la realidad de los hechos a través de la construcción
de un relato “salpicado de numerosos incidentes extraordinarios, grotescamente urdidos,
por el afán de explotación de la cándida credulidad que el público presta a lo
maravilloso y fantástico.” (Palma 339), cuyo paroxismo se alcanza en la representación
del pastiche fílmico-teatral en que la Metro Goldwyn Mayer reproduce, a su modo, la
epopeya del asalto a la isla de Poe, presentando ante el mundo el encuentro entre sus
stars auténticas y las “dobles”:
Borge, Jason. Latin American Writers and the Rise of Hollywood Cinema. New York:
Routledge, 2008. Impreso.
Palma, Clemente. “XYZ (novela grotesca)”. Narrativa Completa. Tomo II. Lima:
Pontificia Universidad Católica del Perú, 2006. 121-367. Impreso.
Tablada, José Juan. “[El cinematógrafo Lumière]”. Los exaltados: Antología de escritos
sobre cine en periódicos y revistas de la ciudad de México, 1896-1929. Comp. Ed.
Ángel Miquel. México: Universidad de Guadalajara (Centro de Investigación y
Enseñanza Cinematográfica), 1992. 44-45. Impreso.
Urbina, Luis G. “El cinematógrafo”. Los exaltados: Antología de escritos sobre cine en
periódicos y revistas de la ciudad de México, 1896-1929. Comp. Ed. Ángel Miquel.
México: Universidad de Guadalajara (Centro de Investigación y Enseñanza
Cinematográfica), 1992. 32-37. Impreso.
Fecha de recepción: 05/10/11
Fecha de aceptación: 24/05/12
Ocurre con don Clemente Palma lo mismo que con José María Eguren: En el momento
de enmarcarlos dentro de una escuela advienen interrogantes como ¿simbolista?,
¿decadentista?, ¿modernista? Tal vez esto ocurra por la complejidad de su obra para
nuestra literatura tras su incursión en elementos y temáticas anacrónicas para su tiempo.
No obstante, sería imperdonable negar influencias o apegamientos a dichas escuelas. En
ambos casos apreciamos un individualismo que trasciende los límites de una
determinada ubicación, es decir, que transgrede. En esta ocasión, Eguren no será el foco
de nuestra atención sino el hijo de nuestro tradicionalista. Pero este abordaje no será el
solente –si es que puede permitirse titular solente a cualquier roce de la narrativa de
Clemente, el extraño, Palma–. Es decir, hoy no disertaremos acerca de Cuentos
malévolos o de Historietas malignas sino de un lado indebidamente derogado en la
minúscula bibliografía sobre nuestro autor. Nos referimos a su novela XYZ, que hoy nos
servirá de pretexto para conversar sobre la Ciencia Ficción y re-valorizar a Clemente
Palma.
Marionetes
La novela no sólo nos ofrece la historia del científico Rolland Poe, narrada por William
Perkins ya sea en forma de testimonio o desde las cartas que el científico le enviaba.
Poe, el doctor XYZ, a manera del Edison de La Eva Futura, exiliado en su isla
Rolandia, crea una serie de andrógenas, copias fidedignas de las estrellas de
Hollywood, a partir de la mezcla de albúmina con huevo, viviendo plácidamente hasta
la llegada de la industria cinematográfica, que enterada del parecido de los originales y
copias ve en ello una fértil oportunidad para los negocios. Así, luego de raptarlas
comercializan con su imagen un espectáculo que implica un ocultamiento de la vedad
de los hechos, la que se encargará de manifestar, trágicamente, Rolland, que tras hacerlo
acaba suicidándose. Pero sólo conociendo estar historia quedamos a medias en la
comprensión: es necesario el contexto social, ver cómo se tratan y traducen los cambios
sociales en la obra literaria.
Como vemos el Progreso, la Economía –la vida del hombre en sus más diversos
enfoques–, dependen en grado sumo de la Ciencia. El mundo, pues, prosigue su proceso
de modernización, “conjunto de procesos socioeconómicas que diseñan la ciudad
moderna (urbanización, industrialización, etc.), crean las nuevas Tecnologías y
los sistemas de comunicación de masas” (Velázquez, 2004: 19).
Ante este nuevo paradigma, la Ciencia Ficción (CF en adelante) comienza a dialogar,
proporcionando nuevas compresiones ante los cambios que asolan el mundo. Estas
comprensiones, para nada acordes con la idea del Progreso o del rotundo beneficio de la
tecnologización, plantean por el contrario sus riesgos y problemáticas, situación que
resulta incómoda para quienes defienden tales creencias. Así, una manera de
comprender de la CF ya no sería ver al hombre como la medida de todas las cosas, mas
bien plantearía si ante la imperante tecnología el hombre continúa siendo el centro y en
qué medida ella ha colaborado para que deje de serlo. Nace, pues, esta vertiente de Lo
Fantástico, de una reflexión sobre la situación del hombre en vista del progreso de la
ciencia y cómo sus aplicaciones influyen en su vida. Por ejemplo en el caso especial de
XYZ, como se indica en el prólogo, nace como un “proyectado de escribir una novela
sobre el cine” (Palma, 2006: 124), es decir, como un modo de entender la Tecnología.
No obstante dicho quid no resulta ser la madre del cordero en esta novela sino el modo
en que la ciencia determina el ritmo de los destinos de lo que Palma llama “romance
grotesco de marionetes”.
Doble
Cualquier profundización no podría pasar por alto lo que llamamos la poética Palmista,
la poética del Mal. Consideramos que en él hablar de Mal –si bien no deja de implicar
lo cruel y lo extraño– es también una dilatación, una proyección que enriquece “el
hacer” del peruano, pues en su escritura el Mal es energía, libertad, además de belleza.
El Mal más conocido hasta ahora es el explorado en sus cuentos. Se trata de un Mal
seudo científico que se nutre de las alas más duras de la llamada novela negra alemana
donde su príncipe no es otro sino T. A. Hoffman. De esta manera, una de las
particularidades más interesantes nos los presenta el Tema del Doble. Queremos
detenernos en dicho elemento al considerarlo cenit de una de las principales
preocupaciones de nuestro autor como bien lo hace notar Gonzalo Portals:
Lo cierto es que a la hora de hablar de él el elemento sobre el que merece detenerse más
de una vez, y que constituye piedra angular en su ejercicio literario, es el que atañe al
doble o a la división del yo(…) … ya en cuentos como “Un viaje extraño”, “La Granja
Blanca”, “El príncipe alacrán”, “Una historia vulgar” o “Leyendas del hachish” nuestro
autor había presentado de manera paradigmática las relaciones entre hermanos, alter
egos o narradores/personajes- enraizamientos que plantean la dificultad que muestra el
ser humano para conocerse y entenderse cuando se percibe dividido entre impulsos
antagónicos (Portals, 2005: 226).
Algo más fecundo para el análisis del doble es verlo como lo siniestro(1). El doble es la
encarnación de lo siniestro: todo aquello que habiendo debido permanecer oculto ha
salido a la luz. Este volver atenta contra la identidad del yo en tanto éste se encuentra
con alguien que es su igual (plano factible, familiar) pero que a la vez no es (lo extraño).
Es entonces que se produce lo siniestro: cuando algo familiar se vuelve ajeno. Así, las
andrógenas son reproducciones a semejanza del hombre, pero no dejan de producir una
inquietante extrañeza, es decir, su presencia hace que los límites se desvanezcan.
Cuando Freud se interroga sobre cómo lo familiar devine en siniestro establece a la
represión como la principal causa de lo siniestro y, por ende, de la angustia, ya por la
indefinición, ya por la irrupción de lo extraño en la tranquila realidad. Así lo indica el
propio Freud:
(…) lo siniestro no sería nada realmente nuevo, sino más bien algo que siempre fue
familiar a la vida psíquica y que sólo se tornó extraño mediante el proceso de represión.
Y este vínculo con la represión nos ilumina ahora la definición de Schelling según la
cual lo siniestro sería algo que, debiendo haber quedado oculto, se ha manifestado.
(2498)
Otro punto que cabe mencionar es la transformación de la noción del doble. Freud
señala que uno de los sentimientos más ancestrales es el de la muerte, de tal manera que
puede hablarse de una concepción del doble vista como continuidad de la vida, un modo
de conseguir la seguridad de nuestra permanencia, no obstante dicha creencia es
mantenida es un estado primitivo que luego pasará a convertirse en la representación de
un avater de la muerte.
Hasta aquí todo lo dicho haya su razón en Lo Fantástico del siglo XIX. El gran paso que
permite el cambio de paradigma es el crecimiento de la tecnología, los inicios de la
modernización, alentados por los cambios económicos, todo lo cual permitió, como
señala Mauppasant, hacer cada vez más difícil la creencia en la sobrenatural, viéndolo
ya tan ridículo e inverosímil. Presenciamos, pues, que se era necesario de otros
recursos, de la ciencia, en especial, para alentar nuevas impresiones, ya sin aterrorizar,
sino más bien buscando generar duda. Por ejemplo acerca del temor a la muerte, a la
sustitución, temores longevos que se realimentan con el día a día haciéndose angustia,
¿cómo es que se reinterpretan bajo el signo del doble en la Ciencia Ficción?, y en
especial ¿hasta qué punto podemos hablar de doble en XYZ?
Perturbar la realidad
Para iniciar esta incursión en las respuestas definamos primero que el doble dentro de la
literatura es una forma literaria, específicamente lo que Bajtin llama en Teoría y estética
de la novela el cronotopo, unidad artística de espacio-tiempo que se ha mantenido en la
Historia. Hemos señalado obras del S. XIX pero el doble es una tradición que se
remonta hasta los claroscuros griegos. Así el cambio ocurrido con el doble dentro de la
CF involucra un cambio de pensamiento que incita a replantear las estrategias de Lo
Fantástico. El doble en la CF, en XYZ, es una evolución, es un plus alejado de lo
folclórico, convirtiéndose en un recordar de nuestro carácter alienado, en una crítica
que más que atemorizarnos no invita a reflexionar, este es el carácter que mantiene y
rescata de sus antecedentes. El doble se halla tecnologizado, se ha complejizado. Ha
abandonado los bosques oscuros y las leyendas para convertirse en un andrógeno, en
una adecuación a nuestros tiempos, ya no busca experimentaciones que tratan de
incrementar la sensación de miedo sino, más bien, de criticar y plasmar un frente contra
la realidad, con la industria, la masa, el peligro de dejar de ser nosotros, de ya no poder
ser nosotros, de ser constantemente otros.
Pero la cualidad del doble está presente no sólo como temática en Clemente Palma sino
también como parte de su estilo, a tal punto que se pueda hablar de una estilística de la
dobletud. Dicha dobletud se presenta en XYZ y en los cuentarios de nuestro autor como
una manera de estimular una extrañeza y lejanía con el contexto, ya sea por medio de
nombres (Rolland Poe, William Perkins, Xyzville, Rollandia) o acciones (el aislamiento
y la construcción de andrógenos con albúmina de huevo y radio). Sin embargo, también
notamos una disposición hacia un ambiente tangible y cotidiano: “Hace quince años
Roland Poe, natural de Los Ángeles, estado de California, y yo, William Perkins, de
Missouri, éramos estudiantes de la Universidad de Los Ángeles, en donde cursábamos
estudios de Ciencias Físicas y de Ingeniería…” (Palma, 2006: 127). Como se ve, nada
fuera de nuestra realidad, algo fácilmente registrable en los códigos de identificación,
dado que todos comparten su conocimiento, para nada extraordinarios: “Como podía
disponer de un par de semanas accedí a la invitación de Douglas Fairbanks de visitar su
villa en Hollywood, en la que pase días encantadores con las estrellas del cine” (Palma,
2006: 133).
Lenguaje
“Para avivar tu pesadote espíritu tendría que salirme de tópicos tan interesantes como la
poliginesia celular, los cálculos sutiles de la dosificación radioactiva filtrada, las
polivalencias mórficas de la vida orgánica, los reflejos automáticos de la
psicofisiología en los planos celulares transformados, etc. Y trasladarte dormido como
un pedrusco, para que te despiertes en los dominios felices y agradables de lo
romanesco. Y tengo que confesarte que el deslizamiento de la ciencia al romance no
esta lejos de producirse, muy a mi pesar porque ello me desplazaría de la severa senda
de los cálculos y de la fina estimación de las reacciones a veces crueles pero necesarias
para llegar a resultados firmes y definitivos” (Palma, 2006: 181, mi subrayado).
______________________
(1) En este apartado desarrollaremos lo que Freud indica como idea, como noción de Lo
siniestro. Cuando retómenos este tema en el apartado del estilo de la dobletud
trabajaremos sobre su expresión artística, sobre su realización en la forma. Como se
vera, y lo que desamo mostrar, tanto de contenido como forma se implican en una
mutua correspondencia.
No obstante, resulta sorprendente que el mismo Rolland se halle tan capacitado para lo
romanesco cuando ha de explicarle a las andrógenas su naturaleza, razón que lo
convierte en un personaje bipartito:
“– Exactamente. Bueno, como les decía, mi charla tenía que resbalar por una pendiente
árida, trabajosa y soporífera porque los detalles científicos y la terminología técnica
inevitables, nada les dirían y serían inapropiadas para un auditorio tan encantador. Si
ustedes lo prefieren revestiré mi relato con los prestigios de un cuento oriental con
príncipes, hadas, genios, encantamientos, palacios de pedrería, tesoros ocultos,
endriagos, ensalmos y todas las maravillas de la imaginación de los árabes” (Palma,
2006: 230).
“¿No recuerda usted que antes de comenzar su perturbador relato nos había dicho que
nuestra presencia aquí tenia una explicaron científica, la que por su naturaleza técnica
no podía ser comprendida por nosotras? Por eso apeló usted al recurso del cuento
infantil y alegórico… ¿Qué nos ha querido decir con la historia de la captación en el
espejo mágico –el espejo de la ciencia sin duda, de esa ciencia sutil y obscura, fuera de
nuestro alcancé mental– de las imágenes de cuatro mujeres? ¿Es que estamos muertas y
somos simples almas con la ilusión de la vida física? ¿Es que por medios vedados y con
las complicaciones que el dinero facilita no ha raptado usted efectivamente? ¿Es que
estamos desprendidas o desdobladas de nuestras verdaderas personalidades reales?”
(Palma, 2006: 260).
Como vemos por un lado, la dobletud actúa desde las motivaciones estéticas, decisivas,
para la obra de Clemente Palma, según apunta Escobar:
Empero, como ya han indicado los ejemplos, atendemos a un nuevo orden, que el crítico
en mención acierta a precisar:
Por el control
La primera idea se alimenta del tiempo. Ubicándonos en los datos biográficos, hemos de
atender a que Palma fuera profesor de Estética en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, por lo tanto sabía a lo que se refería cuando ponía XYZ, novela grotesca.
Ahora, si percatamos el estilo de sus cuentos y revisamos su tesis Filosofía y Arte,
hemos de admitir que Palma es un heredero de la concepción romántica del grotesco
según lo precisado por Mijaíl Bajtin: “El universo del grotesco romántico se presenta
generalmente como terrible y ajeno al hombre”, “Las imágenes del grotesco romántico
son generalmente la expresión del temor que inspira el mundo y tratan de comunicar ese
temor a los lectores (asustarlos)” (Bajtin, 1987: 41).
Con ello, en XYZ este tipo de grotesco se presenta a partir del tópico de las marionetas.
Las marionetas, por un lado, ponen al descubierto la verdadera situación del hombre:
controlado y gobernado, circunstancia de la cual no tiene fija noción, en este caso por la
Tecnología. En este punto sería idóneo ahondar en una pregunta anterior: ¿en qué
medida ella nos hace más humanos o más marionetas? La pregunta de por si resulta
paradójica ya que si hemos de recordar “uno de los objetivos de la Ciencia es aumentar
la autonomía y la libertad del hombre, ampliando sus opciones y su radio de acción”
(Abuggatas; 2005: 35). Lo cierto es que esta concepción se fundamentó en la noción de
Control, o mejor dicho en la pasión del hombre por controlar. A través de esta figura se
cuestiona al individuo, que anheloso de autonomía y libertad ha devenido en el
engranaje de un sistema. Es en este punto donde la CF invita a la sospecha de los
procedimientos tecnológicos, no como negación sino como advertencia, en aras de
incentivar una reflexión que promueva la necesidad de un plan regulizador de la
misma. Ante esto no hay que creer que sea la tecnología, propiamente, el flanco de
nuestras preocupaciones, sino que la pasión humana es lo que debiera serlo, pues, como
bien hace notar Abuggatas, ella la desboca hacia un mal uso, por ende “controlar la
tecnología supone controlar o reorientar las pasiones” (28).
No porque Rolland fuera un sabio era un señor grave (…). Nadie al ver a ese mozo
jovial, de rizada cabellera rubia, elegante sin afectación, de simpática figura, que reía
con risas francas y que, sin escrúpulos, quebrantaba la ley Volstead, cuchufleteaba con
las girls y más de una vez fuera protagonista de aventuras escabrosas, nadie diría,
repito, al ver a este mozo, que así derrochaba alegría y travesura en sus horas de
expansión, fuera el sabio de sólida complexión mental que escribía novedosos y audaces
repports en las revistas científicas y explicaba con una claridad asombrosa las más
obscuras y complicadas teorías sobre la constitución de la materia y de los átomos
(Palma, 2006: 129).
Un elemento decisivo, el abandono definitivo de las abstracciones, es transferir su ideal
a un cuerpo: “–Pues es así. Mientras elucubremos sobre el campo de la simple
metafísica nuestra obra será estéril; pero si hacemos de la metafísica solo un punto de
partida para la acción física, la acción del hombre se hace divina” (Palma, 2006: 130-
131). El plano científico es degradado, lo cual, a su vez, presenta el carácter humano,
más que científico, de la obra –y de la CF en general– ya que “al degradar se amortaja y
se siembra la vez, se mata y se da a luz a algo superior. Degradar significa entrar en
comunión con la vida de la parte inferior del cuerpo, el vientre y los órganos genitales, y
en consecuencia también con los actos como el coito” (Bajtin, 1987: 26). Al respecto,
Poe además de corporizar su ideal en andrógenas acaba por llevar vida sexual con dos
de ellas, muy a pesar del ideal de la ética y severidad científica, motivo por el cual
siembra su tumba: “me enamoré de dos de mis creaciones y es allí donde, por las vías
del amor, se vengó el radium tomando por cómplice a Eros, a Eros que falazmente, en
medio de las dulzuras y deliquios de la pasión, me encajó en las entrañas la nueva
ponzoña en que bañó la punta de sus flechas” (Palma, 2006: 365). Así, en la novela se
reúnen lo alto (la ciencia, el ideal) y lo bajo (el cuerpo, la vida terrena).
______________________
(2) No sólo en XYZ el cuerpo es lo principal, sino, en general, en su toda obra, donde es
la carne el centro de dominio. Es, pues, necesario postular nuevos planeamiento en
torno al tratamiento del cuerpo en su cuentística, especialmente en el plano de lo
erótico, como ya lo ha mostrado Gabriela Mora sobre el cuento “Vampiras” en
Decadencia y vampirismo en el modernismo hispanoamericano: un cuento de Clemente
Palma.
La mezcla late en el estilo de Palma, así como la deformidad, es decir, exageración, “el
aspecto esencial del grotesco es deformidad” (Bajtin recordando a Víctor Hugo, 1987:
44); sino valga recordar el final de Rolland Poe – sin anotar sus excentricidades–,
condenado a morir por su dios, el radio, y que acaba suicidándose en un teatro lleno de
caterva; o del espectáculo organizado por la industria del cine que es llamado pastiche,
menjurje y payasada.
El argumentador del film quiso pergeñar algo fantástico, eslabonando los tiempos
mitológicos de las nereidas con el supuesto episodio de la llegada de la falúa, y el asalto
de ella por la cuatro ondinas, escapadas de la isla en demanda de socorro y liberación de
la monótona y suave , pero forzada situación de divinales ociosas y sin lasa
distracciones propias de su sexo y juventud apasionadas , al lado de un mago que tenia
tanto de Neptuno como de un Merlín valetudinario y anacrónico que no miraba ala vida
terrena sino a los mundos astrales(Palma, 2006: 344)(3)
Artificialidad y ciencia
Expongamos dichas palabras en XYZ. Vemos en la novela el caso del creador Rolland
Poe. Extravagante, irónico y sabio, Poe entabla la empresa de crear, de hacer
científicamente dobles, a los que llama andrógenos. Ante dicho acto opta por copiar los
modelos de estrellas hollywoodenses, estrellas que marcan el inicio de la tragedia
cuando se revela su dobletud, es decir, cuando se descubre el proyecto y se convierten
en atracciones, en apariencias. El punto aquí es su nula reacción ante tal descubrimiento,
una tranquilidad propia del concepto mercantil y cultural que adiestra y domeña.
“(…) un ciudadano critico frente a la realidad (…) al que es mucho mas difícil hacerle
pasar gato por liebre; que se mantiene en un estado de perpetua desconfianza
(...). Expuesto a esa riqueza, a esa diversidad que es el mundo de la ficción,
difícilmente se contentará ya como alguien resignado, fatalista, con ese mundo en el que
vive. Estará en perpetua exigencia de algo distinto, de algo mejor” (Vargas Llosa, 2003:
55).
La critica que parte de XYZ es la del problema del hombre en la modernidad, el fracaso
de su búsqueda, y el tardío reconocimiento de su fragmentación. Vemos el problema de
la imagen convertida en un producto de entretenimiento. Asimismo, un punto que
merece mención aparte es el de la falsa información y su total desvirtuación, así como la
manera en que nos hacen ignorantes mediante medidas de control que se ocultan en
imágenes “sanas”, en periódicos “veraces”; sino anotemos el momento en el cual el
productor de la Metro Golwyn Mayer se encarga de ajustar los diarios a sus fines:
El reportaje llenaba toda la primera página del diario con un largo relato atiborrado de
falsedades que solo podrán apreciarse si alguna vez esta exposición que hago aquí fuere
conocida. Desde luego se falseaban completamente los detalles de la captura de las
andrógenas y se ocultaba cuidadosamente el nombre del propietario de la isla.
Explotándose la ingenua inclinación que tiene el público de todo el mundo, y muy
especialmente el yankee (Palma, 2006: 338).
Para continuar haciendo énfasis en esta función develadora de XYZ –y con ello de la
CF– recordemos las palabras iniciales del narrador testigo, William Perkins:
“…Porque no es una novela sino un atestado lo que quiero entregar al papel, no solo
con la finalidad de refrescar mis recuerdos sino que también para que algún día lejano,
cuando haya yo desaparecido(…) se conozca la verdad de las cosas, la que está muy
lejos de ser lo que se expresa en el legajo que obra en los archivos de la policía de San
Francisco con la sumilla inexpresiva de <<El caso de los dobles de Hollywood y la
locura de MR. Rolland Poe(a) doctor XYZ>>” (Palma, 2006: 127).
Queda, pues, la siguiente cita como conclusión de lo que hasta ahora hemos venido
exponiendo:
“¿Por qué no me dejo usted vivir en paz, mi vida propia, sin estos desdoblamientos o
estos alucinantes estados inciertos que me tortura…aunque no mucho? Si el sufrimiento
moral que esto me causa no me enloquece es porque aunque soy reflexiva sigo la
corriente del espíritu moderno que ha eliminado en gran parte la preocupación religiosas
sobre nuestro destino, esa preocupación religiosa sobre nuestro destino, esa
preocupación que hacía antes santas y místicos. La onda agitada y sensualista de hoy me
envuelve, como a toda la sociedad, me deja muy pocos momentos de reconcentración
espiritual. Solo los que tienen una especial estructura mental o los muy durante azotados
por el destino se consagran a la meditación honda de estos tópicos enloquecedores.
Perro usted me ha tocado en la llaga y me ha exigido que le hable del asunto…ya sabe
usted, amigo mió, lo que tengo adentro. Dígame, pues, ¿Qué y quién soy?” (Palma,
2006: 260).
______________________
(3) Aun en este episodio que responde a todas las características de sátira –rasgo del
grotesco romántico–, Palma plantea el asunto del duelo entre pasión y sabiduría,
poniendo en claro su partida por la primera, ya que el abandono de la nereidas en parte
está justificado por la importancia que el Viejo prefiere dar a los astros. Este caso
recuerda el de la risa de la muchacha de tracia cuando vio a Pitágoras caer en un agujero
dada su atención en el cielo más que en la tierra.
Bibliografía
Fuentes Primarias
ABUGATTAS, Juan. La naturaleza de la tecnología. Indagaciones filosóficas sobre
nuestro futuro, pp. 25-42. Lima, Fondo Editorial de la Universidad Mayor de San
Marcos, 2005.
ESCOBAR, Alberto. Incisiones en el arte del cuento modernista, en Patio de Letras.
Caracas, Monte Ávila Editores, 1971.
PORTALS, Gonzalo. Monte sin ánimas. Una aproximación a Clemente Palma desde
Dmitri, su epígono. Ajos & Zafiros Nº 3-4, Fantasmas de papel, Dossier 3: Clemente
Palma. Lima, 2002, pp.225-228.
Fuentes Secundarias