La contaminación gaseosa comprende diversos tipos de compuestos volátiles y gases;
la mayoría de ellos son generados por procesos industriales de forma constante y cada vez más progresivas. Estas sustancias químicas contaminantes concentradas en el aire producen un efecto nocivo para la atmósfera y, por consiguiente, a todo ser viviente. A partir de esto, surge la necesidad de predecir la dispersión de dichos contaminantes en la atmósfera y conocer los efectos que producen al medio y de esta manera evaluar el impacto ambiental a nivel local, regional y global; para ello la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) presenta, entre otros sistemas, el modelado de dispersión CALPUFF.
El objetivo general de este modelo de dispersión es, como se mencionó con
anterioridad, el de evaluar (a través de simulaciones) los posibles efectos causados por las emisiones contaminantes derivadas de cualquier tipo de proceso industrial; dichos efectos no se limitan únicamente a la apreciación ambiental, sino que, además permite estimar efectos de salubridad, en cuanto a inmisión por parte de los receptores primarios, los seres humanos. Debido a que la concentración de contaminantes en el ambiente se considera como un indicador ambiental, el modelo de CALPUFF realiza un monitoreo y provee datos que permiten conocer la calidad del aire atmosférico y de esta manera, plantear estrategias de solución contra la polución.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) avala el modelo
CALPUFF para ser empleado en: la dispersión de contaminantes para distancia a gran escala (de 50 a 200km de la fuente), la estimación de concentraciones en largos períodos de tiempo (de 1 hora hasta 1 año), la capacidad para considerar la rugosidad y otras irregularidades que condicionan el terreno de dispersión, y para la aplicación en escalas locales donde existan variaciones de las condiciones meteorológicas como velocidades de viento, humedad, temperatura y precipitaciones; teniendo en cuenta que este modelo realiza sus cálculos tomando los datos de la capa superior atmosférica, donde se puede medir con mayor certeza el comportamiento ambiental.
El modelo de CALPUFF estudia las emisiones dependiendo de la distancia que tengan
con respecto a la fuente; para el cálculo de la concentración alejada de la fuente trabaja las emisiones como porciones de contaminantes que presentan cambios en su posición y tamaño a través del tiempo; y para el cálculo de la concentración cerca de la fuente a través de SLUG.
Las aplicaciones del modelo de dispersión lagrangiano de puffs, CALPUFF, ha sido
recomendado por el Grupo Interinstitucional sobre Modelos de Calidad del Aire (IWAQM) para la caracterización del transporte y dispersión de contaminantes (EPA, 1998). En ese mismo año, un panel de tres revisores concluyó que el sistema de modelación CALMET/CALPUFF es científicamente sólido y representa un importante avance en la modelación regulatoria de la calidad del aire