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0046812105
ESTADO DE SENTENCIA Y SENTENCIAS
SE DICTA SENTENCIA DEFINITIVA
0004
Monterrey, Nuevo León a 07 siete de mayo del 2015 dos mil
quince.
R E S U L T A N D O:
1
SEGUNDO: Inconforme con el fallo anterior, la parte actora
interpuso recurso de apelación el cual fue admitido en ambos efectos,
ordenándose la remisión del expediente y testimonio respectivo al Tribunal
Superior de Justicia en el Estado, quien por conducto de su Presidencia lo
turnó a la Secretaría de Acuerdos de esta Segunda Sala Colegiada Civil,
donde se radicó en fecha 03 tres de octubre del 2014 dos mil catorce,
ordenándose hacer saber a las partes la llegada de los autos a éste tribunal de
alzada, procediéndose a aplicar el presente toca al Magistrado instructor que
correspondiera, en este caso, a la Ponencia del CIUDADANO
MAGISTRADO JOSÉ GUADALUPE TREVIÑO SALINAS, por lo que,
atendiendo que la ahora apelante formuló en tiempo y forma los agravios de
su intención, quedó así el presente asunto en estado de sentencia, misma que
ha llegado el momento de pronunciar con estricto apego a derecho y;
C O N S I D E R A N D O:
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AGRAVIOS:- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
PRIMERO.- Causa agravio a la suscrita la incorrecta e indebida interpretación y aplicación
de los artículos 1810, 1812, 1812 bis, 1812 bis II y 1812 bis III del Código Civil Vigente en el
Estado, y que a su tenor literal me remito en obviedad de repeticiones. Para determinar que
la suscrita carezco de legitimación activa en la causa para intentar la acción indemnizatoria
motivo del presente plenario.
Los puntos de la resolución recurrida en que se contienen los agravios inferidos al
suscrito se contienen en el último párrafo visible a foja 29 de la resolución recurrida y los
dos primeros párrafos de la foja 30, en los que textualmente se expresa “En efecto, para
mejor explicación, la persona es titular de sus derechos y obligaciones hasta su muerte, pero a partir
de ese momento, quien responderá de las cargas y representará su patrimonio es el titular de su
herencia, claro que en tanto no se hace la partición de los bienes, para eso existe la figura del
albaceazgo, que en términos de los artículos 1602 y 1603 de la legislación civil sustantiva, es el albacea
quien tiene la obligación - entre otras- de deducir todas las acciones que pertenezcan a la herencia y
representar a la sucesión en todos los juicios que hubieren de promoverse en su nombre; lo que ligado
al concepto de herencia, derivado de lo señalado en el cardinal 1178 del referido ordenamiento legal,
entendida como la sucesión de todos los bienes del difunto, sus derechos y obligaciones que no se
extinguen por la muerte, dentro de ésta se considera integrada la indemnización en caso de muerte;
llevando a concluir que ante el fallecimiento de una persona con motivo ya sea de un acto ilícito o con
independencia de esta ilicitud, por el uso de mecanismos, instrumentos, aparatos o substancias
peligrosos por sí mismos, el legitimado para emprender las acciones para deducir cuál será la masa
hereditaria, es el albacea.
Por lo que es evidente que si en el caso concreto, la actora acude por sus propios derechos exhibiendo
únicamente el acta de matrimonio celebrado con la víctima del accidente del que deriva la
indemnización reclamada por daños y perjuicios que atañen a la responsabilidad objetiva civil, es
insuficiente para que acredite la titularidad del derecho para intentar dicha acción, reiterándose por ello
su falta de legitimación para incoar la mencionada acción. ”
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RESPONSABILIDAD CIVIL POR DAÑO MATERIAL EN CASO DE MUERTE. FORMA DE
ACREDITAR LA LEGITIMACIÓN DE LOS HEREDEROS CONFORME A LOS PRINCIPIOS PRO
ACTIONE Y PRO PERSONA. (se transcribe)
Ante la laguna legal de señalar por parte de la legislación común a quien corresponde la
indemnización por la muerte de la víctima de un hecho ilícito, se debe realizar una
interpretación armónica de los dispositivos legales que se contienen en el capítulo
correspondiente, y particularmente en lo establecido por el numeral 1813 del cuerpo legal
ya señalado, que en su parte conducente establece: Independientemente de los daños y
perjuicios, el juez acordara a favor de la víctima de un hecho ilícito, o de su familia si
aquella muere, ….etc.
Pues ha quedado clarificado que los herederos de la víctima de un hecho ilícito, pueden de
iure propio, ocurrir a reclamar la indemnización compensatoria, sin tener que quedar
sujetos a la apertura de un juicio sucesorio, o al actuar de algún albacea, en su caso.
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entre otras de deducir todas las acciones que pertenezcan a la herencia y
representar a la sucesión en todos los juicios que hubieren de promoverse en
su nombre; asimismo refiere el A quo que ligado al concepto de herencia,
entendida como la sucesión de todos los bienes del difunto, sus derechos y
obligaciones que no se extinguen por la muerte, concluye que ante el
fallecimiento de una persona con motivo ya sea de un acto ilícito con
independencia de esta ilicitud, por el uso de mecanismos, instrumentos,
aparatos o substancias peligrosos por si mismos, el legitimado para
emprender las acciones para deducir cuál será la masa hereditaria, es el
albacea; Por otra parte el A quo, señaló que en cuanto al reclamo del daño
moral que también demanda la actora, que si bien respecto de este si le
corresponde legitimación para exigirla, puesto que para ello si es suficiente
con que sea familiar (que resiente el daño), sin embargo, también determinó
el A quo que es improcedente dicha indemnización, por ese concepto, puesto
que para ello era necesario que hubiera procedido la acción de
responsabilidad civil objetiva, por que en nuestra legislación no admite tal
reparación sino como una prestación accesoria de la reparación de daños y
perjuicios derivados de la responsabilidad civil por acto ilícito o de la
utilización de mecanismos peligrosos no obstante que se obre o no
ilícitamente.
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por aquella persona que la ley considera como particularmente idónea para
estimular en el caso concreto la función jurisdiccional.
Amparo en revisión 410/91. Margarita Bertha Martínez del Sobral y Campa. 10 de septiembre de
1991. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro
Castillo.
Amparo en revisión 340/93. Salvador Cuaya Pacheco y otros. 15 de marzo de 1994. Unanimidad
de votos. Ponente: Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Secretario: Gonzalo Carrera Molina.
Amparo en revisión 680/95. Fabio Jaime Mendoza Chávez. 17 de enero de 1996. Unanimidad de
votos. Ponente: María Eugenia Estela Martínez Cardiel. Secretario: Enrique Baigts Muñoz.
Amparo directo 244/2001. Benito Galindo Macedo. 7 de junio de 2001. Unanimidad de votos.
Ponente: Raúl Armando Pallares Valdez. Secretario: Eduardo Iván Ortiz Gorbea.
Esto es así, toda vez que del escrito inicial de demanda se advierte
que la C. MONICA RODRIGUEZ PALACIOS comparece por su propio
derecho como cónyuge supérstite, refiriendo también que comparece en
representación de sus hijas habidas con su finado esposo, pues en los hechos
de la demanda hizo ver que de su matrimonio con el señor JOSE AGAPITO
SABALA TOVAR, procrearon cuatro hijas de nombre MONICA
ADRIANA, ALEJANDRA DANIELA, LIDIETH MONSERRAT y MARIA
JOSE todas de apellido SABALA RODRIGUEZ, es decir, que se conduce
como madre de ellas y dependientes económicas de su finado esposo, por lo
que se tiene que también comparece en su representación, al ser titular de la
patria potestad de sus hijas, siendo quien se encargará de mantener, cuidar y
protegerlas, esto conforme a lo establecido en el numeral 414 del Código
Civil del Estado, cuyo contenido para facilidad de su consulta a continuación
se transcribe:- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Artículo 414.- En términos de este capítulo, el padre, la madre y los abuelos paternos y
maternos son los titulares de la patria potestad sobre los hijos o nietos menores de edad; se
ejerce conjuntamente por los padres y solamente por falta o impedimento de éstos,
corresponderá su ejercicio a los abuelos.
Si sólo faltare alguna de las dos personas a quienes corresponde ejercer la patria
potestad, la que quede continuará en el ejercicio de ese derecho.
Tratándose de menores acogidos, por maltrato o abandono, en institución pública de
asistencia o beneficencia social, serán llamados los abuelos, por vía judicial, a ejercer la patria
potestad; quienes en caso de incumplimiento, serán demandados juntamente con los padres.
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accionante C. MONICA RODRIGUEZ PALACIOS, con el señor JOSE
AGAPITO SABALA TOVAR.
-Actas de nacimiento de las C.C. MONICA ADRIANA,
ALEJANDRA DANIELA, LIDIETH MONSERRAT y MARIA JOSE todas
de apellido SABALA RODRIGUEZ de las que se desprende que sus padres
son JOSE AGAPITO SABALA TOVAR y MONICA RODRIGUEZ
PALACIOS y que a la fecha de la presentación de la demanda son menores
de edad, al haber contado con 11 once, 08 ocho, 06 seis y 02 dos años
respectivamente.
-Acta de defunción del señor JOSE AGAPITO SABALA TOVAR
expedida por el C. Oficial del Registro Civil número 1 uno de la Ciudad de
Ramos Arizpe Coahuila, de fecha 20 veinte de enero del 2007 dos mil siete.
Documentales a las cuales se les confiere valor probatorio atento a lo
dispuesto en los artículos 239 fracción II, 287 del Código de Procedimientos
Civiles del Estado.
Artículo 425.- Los que ejercen la patria potestad son legítimos representantes de los que están
bajo de ella, y tienen la administración legal de los bienes que les pertenecen, conforme a las
prescripciones de este Código.
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DERECHOS DE LOS NIÑOS. BASTA CON QUE SE COLOQUEN EN UNA SITUACIÓN DE RIESGO
PARA QUE SE VEAN AFECTADOS.
El principio de interés superior implica que los intereses de los niños deben protegerse con
mayor intensidad, por lo que no es necesario que se genere un daño a los bienes o derechos de
los niños para que se vean afectados, sino que basta con que éstos se coloquen en una
situación de riesgo. Aquí conviene hacer una precisión sobre el concepto de riesgo. Si éste se
entiende simplemente como la posibilidad de que un daño ocurra en el futuro, es evidente que la
eventualidad de que un menor sufra una afectación estará siempre latente. Cualquier menor está
en riesgo de sufrir una afectación por muy improbable que sea. Sin embargo, ésta no es una
interpretación muy razonable del concepto de riesgo. Así, debe entenderse que el aumento del
riesgo se configura normalmente como una situación en la que la ocurrencia de un evento hace
más probable la ocurrencia de otro, de modo que el riesgo de que se produzca este segundo
evento aumenta cuando se produce el primero. Aplicando tal comprensión a las contiendas
donde estén involucrados los derechos de los menores de edad, y reiterando que el interés
superior de la infancia ordena que los jueces decidan atendiendo a lo que resultará más
beneficioso para el niño, la situación de riesgo se actualizará cuando no se adopte aquella
medida que resultará más beneficiosa para el niño, y no sólo cuando se evite una situación
perjudicial.
Amparo directo en revisión 2618/2013. 23 de octubre de 2013. Mayoría de cuatro votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a
formular voto concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien reservó su derecho a formular voto
particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretarios: Ana María Ibarra Olguín y Arturo
Bárcena Zubieta.
Esta tesis se publicó el viernes 21 de marzo de 2014 a las 11:03 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
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Supuesto el anterior que en el caso concreto se surte, ya que al haber
acontecido el accidente automovilístico en fecha 19 diecinueve de enero del
2007 dos mil siete en el Km. 20 Carretera Saltillo-Torreón Coahuila, trajo
como consecuencia la muerte del C. JOSE AGAPITO SABALA padre de las
menores MONICA ADRIANA, ALEJANDRA DANIELA, LIDIETH
MONSERRAT y MARIA JOSE todas de apellido SABALA RODRIGUEZ,
quien refiere la accionante que era el sustento de dicha familia, por lo que,
en ese sentido resulta inconcuso que dichas menores de edad se colocan en
un estado de desprotección ante el fallecimiento de su padre, es decir, en una
situación en que se ven afectados en su persona, alimentos que comprenden
entre otros (artículo 308 del Código Civil para el Estado), la comida, el
vestido, la habitación, salud, así como respecto de los gastos necesarios para
su educación, siendo acertado que haya comparecido la C. MONICA
RODRIGUEZ PALACIOS a reclamar la indemnización derivada de la
muerte de su esposo JOSE AGAPITO SABALA TOVAR, a la que por lo
antes expuesto se tiene por reclamándola no solo por su derecho en su
carácter de cónyuge supérstite sino también en representación de sus
menores hijas (descendientes).
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Art. 1501.- Los parientes mas próximos excluyen a los mas remotos, salvo lo dispuesto en los
artículos 1506 y 1529.
Art. 1505.- Cuando concurran descendientes con el cónyuge que sobreviva, a éste le
corresponderá la porción de un hijo, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1521.
Art. 1506.- Si quedaren hijos y descendientes de ulterior grado, los primeros heredarán por
cabeza y los segundos por estirpes. Lo mismo se observará tratándose de descendientes de
hijos premuertos, incapaces de heredar o que hubieren renunciado la herencia.
Art. 1521.- El cónyuge que sobrevive, concurriendo con descendientes, tendrá el derecho de un
hijo, si carece de bienes o los que tiene al morir el autor de la sucesión, no igualan a la porción
que a cada hijo debe corresponder. Lo mismo se observará si concurre con hijos adoptivos del
autor de la herencia.
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artículo 1915 del Código Civil para el Distrito Federal lleva a considerar que
debe incluirse a los herederos potenciales y que al aludir a herederos no se
limita a quienes han sido declarados como tales en juicio sucesorio, sino a
los familiares con razonable potencialidad de tener tal calidad. Sosteniendo
que no será necesario que esos herederos potenciales actúen en juicio, al
ejercer la acción de reparación de daño material, a través del albacea, ya que
el derecho a la indemnización de ningún modo forma parte del caudal
hereditario del de cujus, sino que deriva de la afectación sufrida por los
familiares cercanos, aunque si se está tramitando el juicio sucesorio, será
posible también que lo hagan por conducto del albacea designado.
Una nueva lectura del artículo 1915 del Código Civil para el Distrito Federal lleva a considerar
que debe incluirse a los herederos potenciales. Permite establecerlo así, inicialmente, el derecho
comparado del cual se advierte que entre los legitimados expresamente determinados antes de
que acontezca el hecho dañoso, destacan los herederos, como en el caso argentino, donde
prevalece una corriente doctrinal y jurisprudencial que entiende como herederos a todos
aquellos que tienen potencialmente ese carácter al momento de fallecer la víctima. Esa opción
por ampliar el concepto de herederos es trasladable al sistema mexicano de legitimación para
ejercer la pretensión resarcitoria de daños en caso de muerte de la víctima, en específico para la
indemnización del lucro cesante y para algún concepto comprendido dentro del daño emergente
(los gastos funerarios), conforme al citado artículo 1915 del Código Civil para el Distrito Federal,
que se refiere sólo al daño material o patrimonial, como evidencian los antecedentes legislativos
de su origen y sucesivas reformas, y conforme a ese origen y la finalidad a que obedece, al
aludir a los herederos no se limita a quienes han sido declarados como tales en juicio sucesorio,
sino a los familiares con razonable potencialidad de tener tal calidad. Ello, en la inteligencia de
que los parientes más próximos excluyen a los más lejanos, como enseñan las reglas ordinarias
de relaciones de parentesco y el derecho comparado, lo que, en cada caso, corresponde analizar
y determinar al operador judicial. Así, en un supuesto, habrá de preferir a los hijos del difunto
cuando concurran con los ascendientes; en otro caso, la preferencia obrará a favor de los
padres del fallecido cuando acudan a reclamar el daño patrimonial junto con los abuelos. No
será necesario que esos herederos potenciales actúen en juicio, al ejercer la acción de
reparación de daño material, a través del albacea, ya que el derecho a la indemnización de
ningún modo forma parte del caudal hereditario del de cujus, sino que deriva de la afectación
sufrida por los familiares cercanos, aunque si se está tramitando el juicio sucesorio, será posible
también que lo hagan por conducto del albacea designado. Tal es el sentido de la tesis de
jurisprudencia 3a./J. 21/92, de la anterior Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, al señalar "que no cualquier familiar está legitimado para incoar la acción de
responsabilidad civil objetiva sino precisamente los herederos, en su caso, por conducto del
albacea de la sucesión", o sea, sólo en el supuesto de que exista ese albacea deberán acudir los
herederos a través de él; en caso contrario, podrán hacerlo iure proprio. Considerarlo de otra
manera entrañaría aceptar que el derecho a la indemnización entra a formar parte del patrimonio
de la víctima fallecida, lo que ha sido rechazado unánimemente por la doctrina, y que el albacea
debe repartir el monto respectivo entre cada heredero, además de sujetar el ejercicio de la
pretensión a la tramitación, así sea parcial, de un juicio sucesorio, lo cual redundaría en obstruir
el acceso a la pronta impartición de justicia, con infracción al principio pro actione relacionado
con el principio pro persona adoptado en el artículo 1o. constitucional, ya que la optimización
del derecho a la jurisdicción puede lograrse si se facilita la acción, conforme a esos principios.
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Nota: La tesis de jurisprudencia 3a./J. 21/92 citada, aparece publicada en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Número 59, noviembre de 1992, página 18, con el rubro:
"RESPONSABILIDAD CIVIL OBJETIVA. LOS HEREDEROS DE LA VÍCTIMA SON LOS
LEGITIMADOS PARA RECLAMAR LA INDEMNIZACIÓN RELATIVA. (INTERPRETACIÓN DE LOS
ARTÍCULOS 1915 Y 1836 DE LOS CÓDIGOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL Y EL
ESTADO DE JALISCO, A PARTIR DE SUS REFORMAS DEL DIECISÉIS DE DICIEMBRE DE MIL
NOVECIENTOS SETENTA Y CINCO Y VEINTIOCHO DE DICIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS
OCHENTA Y DOS, RESPECTIVAMENTE)."
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Código Civil para el Estado de Nuevo León
Artículo 1812 Bis II.- Si el daño origina la muerte, o la incapacidad permanente total o parcial, la
reparación del daño consistirá en el pago de los gastos mortuorios y de todos lo que en su caso
se hubieren hecho con el fin de curar a la víctima de las lesiones que le hayan causado la
muerte, o la incapacidad en su caso.
La reparación del daño a que se refiere el párrafo anterior deberá ser proporcional a la
necesidad de la víctima y a la capacidad de quien está obligado a pagarla, sin que pueda llegar a
constituir una suma que lesione los legítimos derechos de la familia de quien infiera el daño.
Amparo directo 4185/89. Secretario General de Protección y Vialidad del Distrito Federal. 29 de
marzo de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Refugio Raya Arredondo. Secretario: Daniel
Patiño Pereznegrón.
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Sexta Epoca Instancia: Tercera Sala Fuente: Apéndice de 1995 Tomo: Tomo IV, Parte SCJN
Tesis: 57 Página: 38 Amparo directo 3095/58. Pinkas Goldberg. 7 de julio de 1958. Unanimidad de
cuatro votos. Amparo directo 5430/57. Abraham Razu R. 5 de junio de 1959. Cinco votos. Amparo
directo 6806/58. Luis G. Durán. 13 de julio de 1959. Cinco votos.Amparo directo 8352/61. Jesús
Vázquez. 16 de agosto de 1962. Cinco votos.Amparo directo 2238/62. José Merino Coronado. 25
de julio de 1963. Unanimidad de cuatro votos.
Por otra parte y en los términos de lo dispuesto por los artículos 400, 402 y 403 del código
adjetivo a la materia civil: “Sentencia definitiva es la que decide el negocio principal, e
interlocutoria, la que decide sobre una cuestión secundaria tratada en forma de incidente”; “Las
sentencias deben de ser claras, precisas y congruentes con las demandas, contestaciones,
réplicas y duplicas, así como en su caso, con la reconvención, contestación, réplica y dúplica, y
con las demás pretensiones deducidas oportunamente en el pleito, condenando o absolviendo al
demandado, y decidiendo todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto del debate. Cuando
estos hayan sido varios, se hará el pronunciamiento correspondiente a cada uno de ellos”; “La
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sentencia se ocupará exclusivamente de las acciones deducidas y de las excepciones opuestas,
respectivamente, en la demanda y en la contestación, así como de lo argumentado en la réplica
de esta última y en la dúplica, y en su caso, en la reconvención, en la contestación, en la réplica
y en la dúplica”.
En esas condiciones, los jueces de lo civil, conocerán en torno a la materia de los negocios que
sean precisamente civiles, excluyendo aquéllos relacionados con cuestiones mercantiles,
familiares, o en su caso de los jueces menores.
En lo tocante a la cuantía, se conocerá de los negocios cuyo interés exceda del equivalente en
pesos a las 1,500 mil quinientas cuotas de salario mínimo general en esta ciudad; los que tengan
por objeto el ejercicio de acciones derivadas de actos o contratos en que se pacten prestaciones
o pensiones periódicas, cuyo monto anual exceda de las cuotas mencionadas; así como de las
contiendas sobre propiedad o posesión de un inmueble, y que su valor supere dicho monto.
Tratándose del grado, esta clase se relaciona con la diversidad de instancias y recursos
judiciales basadas actualmente en una organización jerárquica de los tribunales, por ende, se
encuentra ligada a la comprobación de los demás atributos de competencia, o de aquellas que
estén reservadas para la primera instancia, como para el caso lo son los interdictos y las
acciones de jactancia.
Por último, la competencia por territorio, hay que precisar que la jurisdicción y competencia de
esta autoridad se limita a los municipios que comprenden el Primer Distrito Judicial del Estado,
es decir, Monterrey, Santiago, Guadalupe, San Nicolás de los Garza, Abasolo, Apodaca, El
Carmen, Ciénega de Flores, General Escobedo, General Zuazua, Mina, Pesquería, Salinas
Victoria, Hidalgo, San Pedro Garza García, Santa Catarina y García del Estado. Ahora bien,
cuando se ejercita una acción personal, es competente: I. El del lugar que el deudor haya
designado para ser requerido judicialmente de pago; y, II. El del lugar señalado en el contrato
para el cumplimiento de la obligación. Tanto en este caso como en el de la fracción anterior, se
surte la competencia no sólo para la ejecución o cumplimiento del contrato, sino para la
rescisión o nulidad; y cuando no se designan estos, el del domicilio del demandado, esto último
también cuando se ejercitan acciones reales sobre bienes muebles, y cuando es acción real
sobre inmuebles, el de la ubicación de la cosa.
Siendo una consecuencia de lo previsto por los numerales de los ordenamientos locales en
mención, esta autoridad es competente para conocer de esta controversia, dado que nos
encontramos ante un juicio contencioso que versa sobre una cuestión de carácter civil, al tener
relación con la responsabilidad civil prevista en la ley sustantiva civil en el Estado, además que
el reclamo económico derivado de ésta, sobrepasa las 1,500 cuotas antes mencionadas.
TERCERO.- Análisis de la vía. En cuanto a la vía que hace valer la actora es la que se encuentra
contenida en el dispositivo 638 de la legislación procesal civil en cita, toda vez que en las
controversias que no tuvieran señalada tramitación especial se ventilarán en la vía ordinaria, lo
cual se actualiza en el caso en estudio, pues la acción que ejercita no tiene reservada por la ley
tramitación especial, por ende, se reitera que la vía que eligió es la correcta.
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encuentra debidamente acreditada, pues es la empresa a quien la actora le
imputa la acción de responsabilidad civil objetiva, al ser éste el propietario
del vehículo que sufrió el siniestro y que en estimación de la actora trajo
como consecuencia la muerte del C. JOSE AGAPITO SABALA TOVAR,
ello conforme a lo dispuesto en el numeral 1810 del Código Civil del Estado.
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Amparo directo en revisión 4555/2013. 26 de marzo de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto
concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge
Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas
Vértiz Contreras.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de julio de 2014 a las 08:25 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
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Artículo 1812 BIS III.- En el caso del artículo anterior, el responsable pagará además, una
indemnización que será de hasta tres tantos de lo establecido en la Ley Federal del Trabajo para
el cálculo de la misma, la cual deberá ser proporcional a la necesidad de la víctima y a la
capacidad de quien está obligado a pagarla, sin que pueda llegar a constituir una suma que
lesione los legítimos derechos de la familia de quien infiera el daño.
Los créditos por indemnización, cuando la víctima fuere asalariado, son intransferibles y se
cubrirán en una sola exhibición, salvo convenio entre las partes.
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atento a lo dispuesto en el artículo 301 del Código de Procedimientos Civiles
del Estado; cierto también es que con las referidas probanzas (documental
privada y en vía de informe) no se tiene el alcance probatorio para
determinar que el salario diario que refiere la actora de $532.28 (quinientos
treinta y dos pesos 28/100 m.n.) es efectivamente el que percibía su esposo
por el desempeño de su trabajo, puesto que lo que se advierte de dichos
recibos es que en el mes de diciembre del 2006 dos mil seis el C. José
Agapito Sabala Tovar recibió tres pagos por diversas cantidades y en el mes
de enero del 2007 dos mil siete sólo un pago, sin que se desprendan otras
ganancias consistentes mes a mes para así estar en aptitud de poder deducir
si efectivamente el salario que refiere es una percepción fija, por lo que, en
esos términos no se puede tener la certeza de que la cantidad que señala la
actora de $532.28 (quinientos treinta y dos pesos 28/100 m.n.) corresponda
al salario diario que percibía su esposo al fallecer, sino que lo único que se
evidencia con dichos recibos es que percibió las cantidades que en ellos se
reflejan.
Amparo directo 3096/59. David Ledesma Lazcano. 6 de abril de 1960. Unanimidad de cuatro
votos. Ponente: Gilberto Valenzuela.
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que en el caso dispongan los peritos, resultaren insuficientes para emitir un dictamen
debidamente fundado, lo mismo en el caso de que la víctima no disfrute de ninguna percepción o
no desarrolle ninguna actividad productiva, la indemnización de los perjuicios se calculara sobre
la base del salario mínimo más alto que este en vigor en la región, en la época en la que el
lesionado deje de trabajar.
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ausencia de cualquiera de estos elementos impide que se genere la obligación resarcitoria. Esta
hipótesis establece la acción autónoma de la reclamación del daño moral. La segunda hipótesis
consiste en que el obligado haya incurrido en responsabilidad objetiva prevista en el artículo 1913
del citado código, de modo que para su procedencia únicamente debe reclamarse la
indemnización del daño moral simultáneamente a la reclamación de la responsabilidad civil
objetiva, debiendo acreditar esta última para que la víctima tenga derecho a la indemnización del
daño moral, por lo que en este supuesto no debe acreditarse la ilicitud del hecho u omisión que
ocasionó el daño ni la relación de causa-efecto entre el hecho y el daño causado, aunque sí debe
demostrarse que se transgredió cualquiera de los bienes jurídicos tutelados por el referido
artículo 1916. La tercera hipótesis establece que para la procedencia de la reclamación del daño
moral en contra del Estado cuando los servidores públicos causen un daño moral a una persona
por hechos u omisiones ilícitos cometidos en el ejercicio de sus funciones, supuesto en el cual
deben acreditarse cuatro elementos que son: 1) la existencia de un hecho u omisión ilícito; 2) que
ese hecho realizado o la omisión se imputen a un servidor público en el ejercicio de sus
funciones; 3) que produzca una afectación a determinada persona en cualquiera de los bienes
tutelados en el artículo 1916 del ordenamiento invocado; y, 4) que exista una relación de causa-
efecto entre el hecho u omisión ilícitos y el daño causado.
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III. El que presente denuncias o querellas calumniosas, entendiéndose por tales aquellas en que
su autor imputa un delito a persona determinada, sabiendo que ésta es inocente o que aquél no
se ha cometido, y
IV. Al que ofenda el honor, ataque la vida privada o la imagen propia de una persona.
La reparación del daño moral con relación al párrafo e incisos anteriores deberá contener la
obligación de la rectificación o respuesta de la información difundida en el mismo medio donde
fue publicada y con el mismo espacio y la misma circulación o audiencia a que fue dirigida la
información original, esto sin menoscabo de lo establecido en el párrafo quinto del presente
artículo.
La reproducción fiel de información no da lugar al daño moral, aun en los casos en que la
información reproducida no sea correcta y pueda dañar el honor de alguna persona, pues no
constituye una responsabilidad para el que difunde dicha información, siempre y cuando se cite
la fuente de donde se obtuvo.
Sin embargo, el contenido del aludido artículo 1916 del Código Civil
del Distrito Federal, no guarda correspondencia con lo estatuido en el Código
Civil en el Estado, específicamente en el artículo 1813, el cual establece que
para la indemnización de la reclamación del daño moral, es necesario que la
persona haya sido víctima de un hecho ilícito. Numeral el cual a la letra dice:-
Artículo 1813.- Independientemente de los daños y perjuicios, el Juez acordara a favor de la
víctima de un hecho ilícito, o de su familia, si aquella muere, una indemnización equitativa, a
título de reparación moral, que pagara el responsable del hecho. Esta indemnización será por el
monto de la tercera parte de lo que importe la responsabilidad civil.
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conceptos, lo anterior con fundamento en lo dispuesto por el artículo 1812 Bis
II del Código de Procedimientos Civiles del Estado, el cual para facilidad de
su consulta es dable citar como sigue:- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Artículo 1812 BIS II.- Si el daño origina la muerte, o la incapacidad permanente total o
parcial, la reparación del daño consistirá en el pago de los gastos mortuorios y de todos lo que en
su caso se hubieren hecho con el fin de curar a la víctima de las lesiones que le hayan causado la
muerte, o la incapacidad en su caso.
La reparación del daño a que se refiere el párrafo anterior deberá ser proporcional a la
necesidad de la víctima y a la capacidad de quien está obligado a pagarla, sin que pueda llegar a
constituir una suma que lesione los legítimos derechos de la familia de quien infiera el daño.
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dirigidos al representante legal de la empresa ING SEGUROS, SOCIEDAD
ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE en virtud de que dicha compañía
fue comprada por una diversa y que por tanto se denomina AXA SEGUROS,
SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, debiéndose dirigir al
Gerente o Representante Legal de ésta dicho oficio, lo cual se ordenó de
nueva cuenta mediante auto de fecha 24 veinticuatro de marzo del 2008 dos
mil ocho, cierto también es que, del sumario no se advierte que la parte
demandada haya tenido el interés de gestionar lo correspondiente para el
efecto de que se desahogara dicha prueba, pues no se advierte que haya
comparecido a recoger el oficio correspondiente, ni mucho menos que haya
acompañado el acuse de recibo de haber entregado el mismo a la empresa
aseguradora a fin de que proporcionara la información respectiva,
denotándose con ello una falta de interés en materializar la probanza, tan es
así que mediante audiencia de fecha 21 veintiuno de abril del 2014 dos mil
catorce, se declaró cerrada la etapa de pruebas y alegatos, sin que el
demandado se inconformara al respecto y posteriormente se ordenó el
dictado de la sentencia definitiva del presente asunto, consintiendo de esa
forma el hecho de que no se haya desahogado dicha prueba documental en
vía de informe, motivo por el cual se reitera que no le depara a la parte
demandada beneficio alguno la citada prueba documental y que por tanto no
se acredita los extremos expuestos en su excepción de pago.
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moral que además de ser ineficaz dicha documental para demostrarla, no es
motivo para desvirtuar la acción, ya que esta como se dijo en líneas
anteriores la acción ejercitada en el juicio es relativa a una responsabilidad
civil objetiva, además de que para la procedencia de la misma y como ya se
indicó también al estudiar la acción, en el caso de no justificarse una
precepción fija, esto no es obstáculo para la procedencia del reclamo y ello
sobre la base de un salario mínimo más alto en vigor en la región.
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ACTOS CONSENTIDOS TACITAMENTE. Se presumen así, para los efectos del amparo, los actos
del orden civil y administrativo, que no hubieren sido reclamados en esa vía dentro de los
plazos que la ley señala.
Amparo en revisión 256/89. José Manuel Parra Gutiérrez. 15 de agosto de 1989. Unanimidad de
votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Humberto Schettino Reyna.
Amparo en revisión 92/91. Ciasa de Puebla, S.A. de C.V. 12 de marzo de 1991. Unanimidad de
votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Alvarez.
Amparo en revisión 321/95. Guillermo Báez Vargas. 21 de junio de 1995. Unanimidad de votos.
Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Zapata Huesca.
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legal de la empresa INSERTEC MEXICO, S.A. DE C.V. y perjudique los de la contraria. Esta
prueba la relaciono con todos los puntos de la presente contestación con lo que pretendo
demostrar que somos ajenos y negamos cualquier reclamación que por indemnización se nos
exige, pues la actora carece de elemento de prueba.
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Artículo 91.- Siempre serán condenados en costas: el litigante que no obtenga resolución
favorable sobre ninguno de los puntos de su demanda y el que fuere condenado en absoluta
conformidad con la reclamación formulada en su contra.
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encaminados a entorpecer o dilatar el procedimiento contrarios a la buena fe, y esto debe
razonarse en la sentencia que imponga la condena en costas por temeridad, es decir, no es el
mero hecho de promoverse un juicio, hacerse promociones, ofrecerse pruebas o interponer
recursos lo que determina la temeridad o mala fe, sino que debe examinarse si ese juicio se
promovió por quien sostiene una pretensión injusta a sabiendas de que lo es, si las
promociones, pruebas o recursos intentados son inconducentes o en éstos se ha faltado a la
verdad, con el deliberado propósito de entorpecer o dilatar el procedimiento; esto es, no debe
examinarse el hecho en sí, sino la intención del litigante, para determinar si obró con el
propósito de entorpecer la pronta y expedita administración de la justicia.
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SEPTIMO:- Se declara procedente la reclamación hecha por la
actora en su escrito de demanda relativa a la Indemnización por Reparación
del Daño, cuya cuantificación se deberá realizar en ejecución de sentencia,
por los motivos y conforme a los términos plasmados en el considerando
tercero punto IV de esta resolución, mediante el incidente respectivo.
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con los insertos del caso, y el toca archívese en este Tribunal como asunto
totalmente concluido.
MAGISTRADA PRESIDENTA
Lic. Graciela Guadalupe Buchanan Ortega.
MAGISTRADO
Lic. José Patricio González Martínez.
MAGISTRADO
Lic. José Guadalupe Treviño Salinas.
(PONENTE).
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