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“Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para él oído capaz de comprender”.
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LOS SIETE PRINCIPIOS HERMÉTICOS DE LA VERDAD DE TOTH-HERMES TRISMEGISTO.
DESCRIPCION:
El primer principio hermético del mentalismo, afirma que “El todo es mente, que el universo es mental”,
lo que significa que la totalidad del cosmos en si mismo es mental, es creación del Absoluto “Único”.
”Porque Dios, Creador de todas las cosas, al crearlas, hace a todas a su semejanza, pero habiendo sido
hechas buenas difieren en el uso que hacen de su energía.”
EL Absoluto, El Único, Mente e Inteligencia Eterna e Infinita Creadora; que todo lo contiene y está en la
totalidad del todo, porque todo lo es y todo lo posee. “El Mundo ha sido hecho por El Dios y en El Dios”.
Dios contiene todo lo que existe, y nada existe fuera de Él.
“El hombre es el único de acuerdo a la voluntad del Padre, de todos los vivientes terrestres, a poseer la
inteligencia, a imagen y semejanza de su creador, crea con el pensamiento todo lo que quiere ver
manifestado.”
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LOS SIETE PRINCIPIOS HERMÉTICOS DE LA VERDAD DE TOTH-HERMES TRISMEGISTO.
Solo una evolución adecuada de la mente, hará posible llegar a la esencia misma o divina del ser. Lo que
un hombre aprende, o más bien deberíamos decir, lo que descubre o devela en su interior, en su propia
alma, es una mina de infinito conocimiento. El conocimiento de la mente, de la íntima naturaleza del
hombre, no se puede adquirir hasta observar los portentos que ocurren en nuestro interior. Quien logre
descubrir las sutiles fuerzas interiores, y las dirija hacia la evolución adecuada de su mente, lograra
alcanzar su ser verdadero, su conciencia divina, individualidad del infinito océano espiritual de la
Unidad, del Uno y Único.
“La evolución espiritual no significa el perfeccionamiento del Espíritu, es ya de por si perfecto. La
evolución del alma hacia el espíritu, significa el desenvolvimiento de la mente individual hasta que
reconozca el interno espíritu.”
Los maestros conocen la Fuerza de la mente, la íntima naturaleza del hombre, y entienden que puede
ser usada en ambas direcciones; saben que la materia, la energía y las propias condiciones mentales
dependen y pueden ser trasmutadas o modificadas.
Para lograr su evolución atienden en forma adecuada los principios, en el principio del ritmo, reducen el
movimiento y la compensación, mediante el desapego hacía lo material. En el de la polaridad, aplican el
equilibrio de los polos y se inclinan por aquellos que generan lo sutil. Alcanzan un grado elevado de
vibración mental a través de la meditación y contemplación interior y así desarrollan su estado de
conciencia. Es imperativo mirar hacia donde se fija la fuerza de voluntad, se debe atender al ser interior,
al corazón; pues de lo contrario, en lugar de ascender se podría hundir más en el mundo inferior.
Si fuéramos consientes de la energía que emana del pensamiento, del sentimiento o de la expresión del
verbo y el resultado que produce en nuestra existencia y en la de los demás, afectando nuestra
condición de vida en superior o inferior, ascendencia o descendencia de nuestra conciencia del Ser,
respetaríamos y actuaríamos con más “sutileza, veneración y entendimiento” hacia los seres que nos
rodean.
Al no tener el control de nuestros actos y pensamientos o ignorar su efecto, naturaleza y magnitud,
debemos tratar de romper la cadena de afectación, a través de aplicar vibraciones positiva, decir a todo
aquel que te “roba” o te “insulte”, “te perdono, te lo regalo” o “te perdono, te envuelvo en mi circulo de
amor”. O mucho mejor, a todos aquellos que han tocado de una forma u otra tu vida, en el silencio de tu
interior y abriendo el corazón: “lo siento, perdón, gracias, te amo”; “Divino creador, corta todos los
actos, pensamientos, memorias, bloqueos, energías y vibraciones negativas y transmuta estas energías
indeseables en pura luz…” (Ho’oponopono).
“El amor, la piedad, la compasión, el respeto, la tolerancia, el compartir, la gratitud, el perdón. No es ni
complejo ni elaborado. El conocimiento real es gratuito. Está codificado en nuestro ADN. Todo lo que se
requiere está en nuestro interior. Grandes maestros lo han dicho desde un principio. “Encuentren su
corazón, y encontrarán su camino.”
«…Cualquiera que dijere a este monte: quítate de ahí y échate al mar, no vacilando en su corazón, sino
creyendo que cuanto dijere se ha de hacer, así se hará» (Marcos 11,23).
“Todo lo que somos es el resultado de nuestros pensamientos”. Budha
“Sois transformados por la renovación de vuestra mente” y por ende del subconsciente”. San Pablo.
“Llegará el tiempo en que nuestros móviles no serán egoístas y el conocimiento que yace en nuestro
interior se manifestará.”
“Todo problema ha sido creado por la mente y existe mientras la mente lo sostenga.”
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LOS SIETE PRINCIPIOS HERMÉTICOS DE LA VERDAD DE TOTH-HERMES TRISMEGISTO.
Todo lo que llegare a tu vida, tú solo tú lo estás atrayendo. Lo que sea que pienses o que tengas en tu
mente lo estás atrayendo. Todo es mente y la mente es todo.
La atracción consciente ocurre cuando manejamos voluntariamente nuestros pensamientos,
interactuamos desde la conciencia con la expresión magnética del universo. De aquí proviene la ley de la
atracción de la alta vibración mental, se atrae lo que deseas, por eso cuando muchas personas hacen o
piensan positivamente atraen lo que desean y pueden cambiar la conciencia colectiva y dominar la
materia y la energía. “Caminante, desvía la vista hacia tu interior, para que puedas ver la grandeza de tu
Gloria. Ve la maravilla que está detrás de lo aparente; allí sabrás de esa “Fuerza”, de esa “Presencia”. Es
la “Ciencia de nuestro Corazón”.