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LEY FORESTAL DE LA AMAZONIA
PERUANA 27308
Derogada por:
IQUITOS – PERU
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INDICE
INTRODUCCION………………………………………………………………………………..... PAG.3-4
OBJETIVOS……………………………………………………………………………………….. PAG.5
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………. PAG.22
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………………………..PAG.23
ANEXOS…………………………………………………………………………………………… PAG.24,25,26
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INTRODUCCION
El presente trabajo esta enfocado en las diversas leyes y artículos dados para la preservación de nuestra
Ante la inexistencia de una ley marco, se trataba el tema bajo diferentes resoluciones y decretos legislativos,
destinados a cada caso en particular, así existían , por ejemplo: El Otorgamiento de Concesiones para
El 07 de Julio 2000, se crea la Ley Nro. 27308 , Ley Forestal y de Fauna Silvestre, que tuvo como objetivo
principal, normar, regular y supervisar el uso sostenible y la conservación de los recursos forestales y de
fauna Silvestre del país, estableciendo organismos responsables de la normatividad como el Ministerio de
Agricultura y el órgano encargado de la gestión y administración que recae en el INRENA, en armonía con
los tratados internacionales, , se crea el Consejo Nacional Consultivo de Política Forestal (CONAFOR) y el
Organismo Supervisor de Concesiones Maderables (OSINFOR), la misma que fuera absorvida por el
INRENA (Instituto de Recursos Naturales), sin embargo; existió mucha oposición en cuanto a su alcance
con las Comunidades Indígenas, quienes reclamaban que ésta Ley , era violatoria en cuanto al derecho
ancestral de pertenencia a sus tierras, que se agrava con las observaciones del Tratato de Libre Comercio
con Estados Uniddos de Norteamérica, lo que motivó diversas protestas sociales, como por ejemplo el
Se aprueba entonces, la Ley 29763 el 22 Julio 2011 (con una única disposición complementaria y
modificatoria), que nos indica que toda persona tiene derecho a acceder al uso, aprovechamiento y disfrute
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del patrimonio forestal y de fauna silvestre de la Nación de acuerdo a los procedimientos establecidos por la
La presente Ley se trata de la quinta ley forestal peruana en los últimos 48 años. En efecto, la primera ley
forestal peruana completa (Decreto Ley N°14552) data de 1963.-De las otras, la única que fue. aplicada
durante más de dos décadas fue la de 1975 (Decreto Ley N°26834). Cada ley y cada gobierno motivaron
Para entender la nueva Ley Forestal hay que tener en cuenta que ésta refleja un enfoque sistémico y a partir
de ello intenta integrar la complejidad que representa i) las distintas situaciones del bosque; ii) los distintos
usuarios del bosque y iii) las diversas actividades que se desarrollan sobre los bosques. A partir de ello se
puede identificar los derechos que se otorgan en función a las distintas realidades.
También se pueden identificar algunos puntos para mejorar en cuanto a fiscalización y financiamiento.
comunidad en general, conocer el alcance de estas leyes y los beneficios que conlleva su buena práctica
El Equipo
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OBJETIVOS:
1. Analizar Ley 27308 Ley Forestal y de Fauna Silvestre , publicado el 16/07/2000, motivo de rechazo
hasta su derogatoria por Ley 29763 (única Disposición Complementaria Modificatoria) Ley Forestal
y de Fauna Silvestre, y alcances de ésta última, publicado el 22/07/2011; ambos en el Diario Oficial
El Peruano.
LEY 27308 Ley Forestal y de Fauna Silvestre. DEROGADA LEY 29763 (Única Disp. Compl. Modif.) Ley forestal
G.J. Tomo 80, 16/07/2000, £119 (Al día sgte. de la publicado su y de fauna silvestre.
2. Evaluar los conflictos internos con las comunidades indígenas, en relación a su ambiente,
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DESARROLLO DEL TEMA
La Ley No. 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, tiene muy pocas probabilidades de alcanzar su finalidad de
conservar el patrimonio forestal de la nación y asegurar su uso sostenible. Innova muy poco en relación a las cuatro
leyes forestales que la precedieron siendo, pues, anacrónica. Da prioridad absoluta a la producción de madera en
extraordinariamente compleja y, no ofrece prácticamente ningún incentivo ni explica cómo se financiarán las enormes
En julio de 2011 fue publicada la última Ley Forestal y de Fauna Silvestre del Perú (Ley No 29763). Se trata de la
quinta ley forestal peruana en los últimos 48 años. En efecto, la primera ley forestal peruana completa (Decreto Ley
No14552) data de 1963. De las otras, la única que fue aplicada durante más de dos décadas fue la de 1975 (Decreto
Ley No26834). Cada ley y cada gobierno motivaron cambios institucionales importantes, con alteraciones de su
autonomía y de su jerarquía. Como lo demuestra la creciente destrucción y degradación de los bosques naturales
peruanos y la ausencia de una reforestación expresiva, las leyes y sus cambios sucesivos no han alcanzado su
finalidad de conservar el recurso forestal mediante el manejo sostenible ni, tampoco, sus objetivos de contribuir más
significativamente al crecimiento de la economía nacional. Muy al contrario, cada día es más evidente que la situación
empeora. Eso explica, en cierta medida, el frenesí legislativo que parece creer firmemente que cambiar o mejorar la
ley resolverá el problema, ignorando que ninguna ley puede cumplir su finalidad si no es aplicada.
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LEY Nº 29763 Ley Forestal y de Fauna Silvestre
TÍTULO PRELIMINAR
silvestre de la Nación
Toda persona tiene el derecho de acceder al uso, aprovechamiento y disfrute del patrimonio forestal y de
fauna silvestre de la Nación de acuerdo a los procedimientos establecidos por la autoridad nacional y
regional y a los instrumentos de planificación y gestión del territorio; además de participar en su gestión.
Toda persona tiene el deber de contribuir con la conservación de este patrimonio y de sus componentes
Son principios generales aplicables a la gestión forestal y de fauna silvestre; además de los principios,
derechos, deberes y disposiciones aprobados en la Constitución Política del Perú, el Acuerdo Nacional, el
Convenio 169 dela Organización Internacional de Trabajo (OIT), la Declaración de la Organización de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y los demás tratados internacionales
siguientes:
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forestal y de fauna silvestre, de manera que sea posible la participación efectiva, descentralizada, integrada,
informada y equitativa de los diversos actores públicos y privados en la toma de decisiones, acceso a
Este principio otorga a toda persona el derecho y el deber de participar responsablemente en los procesos
para la toma de decisiones respecto a la definición, aplicación y seguimiento de las políticas, gestión y
medidas relativas a los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación silvestre y sus
componentes, que se adopten en cada uno de los niveles de gobierno. Se busca garantizar la participación
efectiva de todos los actores interesados, incluyendo a las comunidades nativas y campesinas, tanto a nivel
La aplicación de la presente Ley respeta el derecho de los pueblos indígenas a la consulta previa libre e
acuerdo al Convenio 169 dela Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de la
Organización de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, otras normas vigentes,
la jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y las sentencias vinculantes del Tribunal
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4. Equidad e inclusión social
Por este principio, el Estado garantiza condiciones equitativas de acceso a los recursos, las oportunidades
de desarrollo y la distribución de beneficios para todos los actores, con enfoque de género, a través del
diseño y aplicación de las políticas públicas forestales que contribuyan a erradicar la pobreza, reducir las
inequidades sociales y económicas y al desarrollo humano sostenible de las poblaciones menos favorecidas.
La gestión sobre el bosque y sus recursos se desarrolla en el marco del reconocimiento, respeto y valoración
de la presencia e interacción de las diversas culturas, dentro de su cosmovisión, así como la posibilidad de
generar expresiones culturales compartidas, adquiridas por medio del diálogo y de una actitud de respeto
mutuo.
Se reconocen los conocimientos tradicionales en el manejo y uso de los recursos forestales y de fauna
silvestre y de la biodiversidad.
La gestión del patrimonio forestal y de fauna silvestre dela Nación se rige por el enfoque eco sistémico en el
marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica, entendido como una estrategia para el manejo integrado
de las tierras, aguas y recursos vivos que promueve la conservación y uso sostenible en un modo equitativo.
Busca comprender y gestionar los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación silvestre,
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Se reconoce la importancia de los ecosistemas silvestres como espacio de vida, hábitat de la fauna y fuente
La gestión del patrimonio forestal y de fauna silvestre de la Nación se orienta al desarrollo que armoniza las
El Estado ejerce el dominio eminencial sobre los recursos del patrimonio forestal y de fauna silvestre de la
Nación, así como sobre sus frutos y productos en tanto no hayan sido legalmente obtenidos.
9. Valoración integral
El Estado prioriza la evaluación y valoración del patrimonio forestal y de fauna silvestre de la Nación y la
por los bienes y servicios de los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación silvestre, así
Es deber de las personas naturales o jurídicas que tengan en su poder o administren bienes, servicios,
productos y subproductos del patrimonio forestal y de fauna silvestre de la Nación de mostrar el origen legal
de estos.
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11. Eficiencia y mejoramiento continuo
La gestión forestal y de fauna silvestre se rige por un enfoque de gestión adaptativa y mejoramiento continuo
para asegurar la eficaz y eficiente conservación de los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de
vegetación silvestre, la flora y fauna silvestre y los servicios derivados de ellos, de manera que contribuyan
El Estado fomenta y promueve el desarrollo integral e integrado de las actividades de conservación, manejo,
aprovechamiento, transformación industrial (primaria y de manufactura) y comercio para elevar los niveles
de producción, productividad y competitividad de los productos forestales y de fauna silvestre para la gestión
Las normas relativas a otros recursos naturales o actividades económicas o de cualquier índole que
pudiesen afectar directa o indirectamente la integridad, conservación y seguridad del patrimonio forestal y
de fauna silvestre de la Nación se rigen y concuerdan con la legislación vigente en esta materia, incluyendo
el reconocimiento y respeto a los derechos de los pueblos indígenas conforme al Convenio 169 dela OIT.
La implementación de la presente Ley, su reglamento y cualquier otra medida relacionada cumplen con las
obligaciones estipuladas en los tratados internacionales de los que el país es parte y están en vigor.
El Estado tiene el deber de poner a disposición toda información de carácter público relacionada a la gestión
forestal y de fauna silvestre, respetando el derecho de toda persona de acceder adecuada y oportunamente
a dicha información sin necesidad de invocar justificación o interés que motive tal requerimiento.
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El Estado rinde cuentas de su gestión con arreglo a las normas sobre la materia e investiga toda actividad
ilegal, publicando sus resultados, salvo las excepciones que establece la ley de la materia.
SECCIÓN PRIMERA
TÍTULO I
Aspectos generales
sostenible del patrimonio forestal y de fauna silvestre dentro del territorio nacional, integrando su manejo
con el mantenimiento y mejora de los servicios de los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de
vegetación silvestre, en armonía con el interés social, económico y ambiental de la Nación; así como
impulsar el desarrollo forestal, mejorar su competitividad, generar y acrecentar los recursos forestales y de
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Artículo 2. Ámbito de aplicación
La presente Ley se aplica a las diferentes personas naturales o jurídicas, de derecho público o privado,
vinculadas a la gestión del patrimonio forestal y de fauna silvestre de la Nación, a los recursos forestales y
de fauna silvestre, a los servicios de los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación silvestre
Para los efectos de la presente Ley, se consideran actividades forestales y de fauna silvestre, las siguientes:
de la Nación.
b. La forestación y reforestación.
protección.
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e. Coadyuvar a la provisión de los servicios de los ecosistemas forestales y otros sistemas de vegetación
Son actividades conexas de las actividades forestales y de fauna silvestre las siguientes:
c. La diversidad biológica forestal y de fauna silvestre, incluyendo sus recursos genéticos asociados.
f. Las tierras de capacidad de uso mayor forestal y tierras de capacidad de uso mayor para protección, con
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g. Los paisajes de los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación silvestre en tanto sean
Las plantaciones forestales en predios privados y comunales y sus productos se consideran recursos
forestales pero no son parte del patrimonio forestal y de fauna silvestre dela Nación.
Son recursos forestales, cualquiera sea su ubicación en el territorio nacional, los siguientes:
c. Las tierras cuya capacidad de uso mayor sea forestal y para protección, con o sin cobertura arbórea.
d. Los demás componentes silvestres de la flora terrestre y acuática emergente, incluyendo su diversidad
genética.
Para los efectos de la presente Ley, son recursos de fauna silvestre las especies animales no domesticadas,
nativas o exóticas, incluyendo su diversidad genética, que viven libremente en el territorio nacional, así como
los ejemplares de especies domesticadas que, por abandono u otras causas, se asimilen en sus hábitos a
la vida silvestre, excepto las especies diferentes a los anfibios que nacen en las aguas marinas y
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Se incluyen en los alcances de esta Ley los especímenes de fauna silvestre (ejemplares vivos o muertos,
huevos y cualquier parte o derivado), los individuos mantenidos en cautiverio así como sus productos y
servicios.
de la fauna silvestre
Los servicios de los ecosistemas forestales, de otros ecosistemas de vegetación silvestre y de la fauna
silvestre son aquellos derivados de las funciones ecológicas y evolutivas de dichos ecosistemas y de los
flujos de materia, energía e información provenientes del patrimonio forestal y de fauna silvestre de la Nación
Son aquellas que, por su valor intrínseco, características ecológicas y edáficas, tienen capacidad para la
reforestación.
Son aquellas que, por sus condiciones biológicas de fragilidad eco sistémica y edáfica, no son aptas para el
aprovechamiento maderable u otros usos que alteren la cobertura vegetal o remuevan el suelo.
Las tierras de protección se destinan a la conservación de las fuentes de agua, nacientes o cabeceras de
cuencas, riberas de ríos hasta del tercer orden, y a la protección contra la erosión.
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En ellas es posible la recolección y aprovechamiento de productos forestales no maderables, el manejo y
aprovechamiento de la fauna silvestre, así como usos recreativos y actividades largas, tienen redacción
Como las leyes anteriores, ésta concentra su foco en la utilización de los bosques naturales, objetivando
principalmente la madera. La mayor parte de sus artículos tratan directa o indirectamente del tema de las concesiones
y de otras formas de cesión del uso de los bosques, de las educativas o de investigación científica, en la medida
Son aquellas que carecen de cobertura forestal o cuya cobertura forestal arbórea original ha sido eliminada
en más del setenta por ciento y que por sus características edáficas, fisiográficas e interés social son
Son ecosistemas forestales constituidos a partir de la intervención humana mediante la instalación de una o
más especies forestales, nativas o introducidas, con fines de producción de madera o productos forestales
No son plantaciones forestales los cultivos agroindustriales ni los cultivos agro energéticos
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Características generales de la Ley N°27693
Si las cuatro leyes que precedieron ésta no alcanzaron su objetivo de racionalizar el aprovechamiento del patrimonio
forestal nacional, lo que fue el pretexto para modificarlas, podría haberse considerado hacer una ley completamente
diferente, realmente nueva. Pero, la ley actual se parece muchísimo a las anteriores: Se centra en la producción de
madera, relegando el tema de los servicios ambientales del bosque; excluye la posibilidad de la propiedad forestal y
la utilización de los bosques naturales continúa siendo otorgada mediante concesiones (antes eran llamados
contratos); se embute el tema de la fauna silvestre dentro de la ley forestal; se mantiene el tema forestal dentro del
Ministerio de Agricultura a pesar de que ya existe un Ministerio del Ambiente; no brinda incentivos significativos para
el manejo sostenible o la reforestación; no dice casi nada sobre cómo mantener las funciones protectoras del bosque;
mantiene el viejo reglamento de clasificación de tierras por capacidad de uso mayor, etc. Hay cambios, por cierto,
pero éstos no alteran el padrón básico de la gestión forestal que ha predominado durante los últimos 50 años y, en
cambio, complican su aplicabilidad. Esta nueva Ley tiene, asimismo, muchos problemas de forma. Tiene 157 artículos
y 26 disposiciones transitorias y complementarias. Además, muchos artículos son excesivamente explotación del
recurso, del transporte y comercio de los productos. En cambio, dedica muy pocos artículos (arts. 7, 109 y 110), todos
de tenor bastante declarativo, al tema de los servicios ambientales del bosque y, en especial, a la fijación y absorción
de gases de efecto estufa. Pareciera que los que hicieron la nueva ley no están informados de que los bosques
tropicales naturales son ahora mucho más importantes y valiosos por sus relaciones con el cambio climático y con los
grandes ciclos biogeoquímicos, en especial el hidrológico, que por los metros cúbicos de madera o los kilogramos de
castaña que puedan producir. También aparentan desconocer que los recursos de la diversidad biológica, bien usados
o aprovechados a través de la fotoquímica o del ecoturismo, valen mucho más que toda la madera que se pueda
extraer. Tampoco parecen haber percibido que la economía forestal moderna se basa cada día más en los bosques
cultivados, es decir en la reforestación, que la extracción de madera de bosques naturales. No se trata de no continuar
explotando madera del bosque natural. Pero una ley forestal moderna debe hacer que las maderas de esos bosques
únicos se conviertan en un bien muy precioso, que se extrae con extremo cuidado y que se vende a precio de oro.
La madera para todo uso, para la construcción civil o para muebles populares, debe salir de la vegetación secundaria
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o de la reforestación pero no de los bosques primarios. Pero la nueva ley sigue la anticuada moda de considerar que
el bosque natural es apenas madera, en su mayor parte barata, declarando millones de hectáreas como “bosques de
producción permanente”. Una ley que, de otra parte, prioriza la reforestación apenas en forma declarativa.
La nueva ley, al igual que todas las anteriores, exige que la explotación del bosque se realice mediante la aplicación
de planes de manejo sostenible. Se parte de la noción de que si se aplican esos planos el bosque no sufrirá
degradación y que podrá seguir produciendo más y más a cada turno de corta o rotación, que se determina es de 40
años, lo que es técnicamente discutible. Lamentablemente, hasta el presente momento y a pesar de la creación del
Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales (OSINFOR) y la promoción de las certificaciones forestales,
esto no se ha logrado. La realidad es que los planos de manejo, aun aquellos pocos de buena calidad, no se aplican.
Por eso es que mucho más del 90% de la madera producida en la Amazonia peruana es ilegal.
Siendo eso conocido desde hace cinco décadas surge otra vez la pregunta de por qué no se cambió completamente
el sistema de concesiones, eliminándolas y permitiendo que el manejo sea responsabilidad del servicio forestal en
lugar de dejarla a los empresarios. Esa opción se aplica en Europa desde hace siglos en bosques públicos y funciona
bien. Los planes de manejo son responsabilidad de profesionales del Estado que, anualmente licitan el tramo o los
tramos anuales de corta de los bosques administrados en su unidad o distrito. Los madereros o industriales ganadores
explotan el volumen autorizado de acuerdo a las pautas de la licitación -que reproducen las pautas del plan de manejo-
bajo la supervisión del profesional forestal. Terminada la extracción la autoridad forestal convoca, otra vez mediante
licitación pública, los servicios de limpieza, silvicultura o mantenimiento que estén previstos en el plan de manejo. Es
simple y en este caso, aunque no es incólume a la corrupción, el servicio forestal tiene “la sartén por el mango” en
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La nueva ley ha dado un paso interesante que puede ayudar a desarrollar esta alternativa de gestión. En efecto, al
crear las Unidades de Gestión Forestal, que deben tener un Comité de Gestión Forestal representativo y fiscalizador,
está replicando lo que existe en Europa para aplicar el mecanismo arriba comentado. El Comité de Gestión se ocuparía
de supervisar la correcta aplicación de los planes de manejo en los bosques de producción de la unidad de
Manejo forestal con turnos o rotaciones de más de 70 años, en Malasia, revelaron no garantizar plenamente la
sostenibilidad. Este es apenas un nuevo nombre para los distritos forestales que existían en las leyes de 1963 y 1975.
De los servicios ambientales del bosque, el más conocido desde épocas inmemoriales y cuya importancia repercute
en el día a día de la población, es su función protectora en las cuencas, un término que ni aparece en la nueva Ley.
La cobertura forestal, en la proporción adecuada, garantiza la calidad del agua y la regularidad de su flujo y protege
las laderas contra los procesos erosivos violentos (huaycos o aluviones) e insidiosos. Todo eso es tanto más
importante en un país como el Perú cuya columna vertebral es formada por la cordillera tropical más alta del mundo y
que, por lo tanto, está expuesta a graves problemas de erosión hídrica que, cada año, ocasionan muerte, destrucción
y serios perjuicios económicos. Sin embargo, la nueva ley apenas dedica unos pocos artículos a esta cuestión que
parece pretender resolver centralmente con la zonificación (art. 27) y creando bosques protectores (art.31).
Accesoriamente se refiere al desbosque en tres artículos extensos y confusos (arts. 36, 37 y 38).
Declarar zonas de protección y conservación ecológica o zonas de recuperación es un típico “saludo a la bandera”
pues, aun suponiendo que el tal zoneamiento llegase al detalle (micro-zoneamiento participativo) que delimite
consensualmente lo que debe ser protegido, no existe ni existirá jamás capacidad instalada para hacerlo cumplir en
un país tan accidentado como el Perú donde lo que debe ser protegido se imbrica íntimamente con opciones de uso
agropecuario. Dicho de otro modo, la responsabilidad de proteger la vegetación forestal de protección debe ser
transferida al agricultor. Los “bosques protectores”, que existen en la legislación peruana desde siempre y que, en
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paralelo pueden ser asimismo creados por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) bajo el
nombre de “bosques de protección” que son una categoría de áreas protegida (Ley No26834) son útiles para
conservar grandes bloques forestales que, por ejemplo, garanten el abastecimiento de agua de una ciudad o garanten
De cualquier modo la confusión entre ambas leyes debería ser resuelta. Pero, en ambos casos, no es posible que
esas categorías protegidas resuelvan el verdadero problema de garantizar la función protectora de la vegetación
forestal. Eso, como dicho necesita de una aproximación a nivel de unidad de producción rural y está íntimamente
asociado al tema del desbosque, una forma púdica de definir la deforestación. Básicamente estos artículos establecen
que el desbosque no puede ser realizado en tierras cuya capacidad de uso mayor es forestal o de protección y que
en todo caso debe ser autorizado después de un procedimiento complejo. También estipula que en todos los casos
Declarar zonas de protección y conservación ecológica o zonas de recuperación es un típico “saludo a la bandera”
pues, aun suponiendo que el tal saneamiento llegase al detalle (micro-saneamiento participativo) que delimite
consensualmente lo que debe ser protegido, no existe ni existirá jamás capacidad instalada para hacerlo cumplir en
un país tan accidentado como el Perú donde lo que debe ser protegido se imbrica íntimamente con opciones de uso
agropecuario. Dicho de otro modo, la responsabilidad de proteger la vegetación forestal de protección debe ser
transferida al agricultor. Los “bosques protectores”, que existen en la legislación peruana desde siempre y que, en
paralelo pueden ser asimismo creados por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) bajo el
nombre de “bosques de protección “que son una categoría de áreas protegida (Ley No26834) son útiles para
conservar grandes bloques forestales que, por ejemplo, garanticen el abastecimiento de agua de una ciudad o
garanticen infraestructuras públicas importantes. De cualquier modo la confusión entre ambas leyes debería ser
resuelta. Pero, en ambos casos, no es posible que esas categorías protegidas resuelvan el verdadero problema de
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CONCLUSIONES
La primera conclusión que podemos deducir de éste trabajo es que, pese al esfuerzo, la competencia y la
buena voluntad de los formuladores de la Ley N° 29763, sus probabilidades de ser aplicadas cabalmente y
de cumplir todas sus funciones es aún menor que en el caso de las 4 leyes precedentes a ella que fracasaron.
Esta nueva ley aunque su fundamento es el mismo, es más compleja que las anteriores puesto que el estado
Es previsible por lo expuesto que un poco tiempo deba prepararse una sexta revisión de la legislación
forestal peruana que contemple seriamente las críticas, discusiones y alternativas planteadas al territorio
patrio.
Los bosques naturales continúan siendo otorgados mediante concesiones y el tema de la fauna silvestre es
abordado con saturación con la presente ley se observa más de una contradicción en mantener el tema
forestal dentro del Ministerio de Agricultura a pesar que ya existe un Ministerio de Ambiente.
La Ley N°29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, tiene muy pocas probabilidades de alcanzar su finalidad
de conservar el patrimonio forestal de la Nación y asegurar su uso sostenible. Innova muy poco en relación
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a las cuatro leyes forestales que le precedieron siendo, pues, anacrónica. Da prioridad absoluta a la
BIBLIOGRAFIA
Blazer, J. 2010. La observancia de la ley forestal de la legislación forestal y la gobernanza de los boques
Cerdán, C. 2007. La tala ilegal de caoba en la amazonia peruana y su comercialización al mercado exterior.
Dourojeanni M.J 2011. Amazonia probable y deseable. Ensaye sobre el presente y fututo de la amazonia
peruana.
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ANEXOS
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Tala indiscriminada del bosque
comunidades indígenas.
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