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EL ADJETIVO
Generalmente se define el adjetivo como la palabra que se utiliza para expresar cualidades de
los sustantivos a los que se refiere. Ejemplos: actitud pacífica; nieto cariñoso; uso responsable.
Sin embargo, esta definición no es suficiente para reconocer un adjetivo, por varias razones:
• No permite diferenciarlo de algunos sustantivos que también expresan cualidades. Ejemplos:
generosidad; paciencia; bondad.
• A veces los adjetivos no acompañan a un sustantivo. Ejemplos:
el bueno de la película o lo mejor de todo
• Además de expresar cualidad, los adjetivos pueden tener otros significados:
– Algunos adjetivos expresan estado. Ejemplos: inquieta; harto; emocionados.
– Hay adjetivos que expresan relación o pertenencia. Ejemplos: musical; estatal; familiar.
– Los adjetivos pueden expresar origen o procedencia. Son los llamados gentilicios. Ejemplos:
bonaerense, mendocino, español.
Características combinatorias
Clases de adjetivos
- Adjetivos calificativos:
La clase central de los adjetivos es la de aquellos que designan propiedades de los objetos a los
que se hace referencia: se llaman calificativos. Algunos los describen (rosa roja, hombre
morocho) y otros los evalúan (rosa hermosa, hombre atractivo). Los adjetivos calificativos son
los que primero se adquieren y los que se encuentran en la mayor parte de las lenguas y en todo
tipo de discurso. La mayor parte de estos adjetivos son palabras simples (alto, ancho, gordo,
lindo, malo, duro…), pero otros son derivados de sustantivos, como los que llevan el sufijo ‑oso
(famoso, lujoso, cremoso), de verbos, como los terminados en -ble (respetable, transitable,
impensable), en ‑dor(cansador, ensordecedor, calculador) o en -nte (delirante, irritante,
refrescante) e incluso de algunos adjetivos (verdoso, rojizo, modernoso). No siempre es clara la
distinción entre describir y valorar: es lo que ocurre, por ejemplo, con un hombre atractivo, pero
también con un muchacho alto, una chica muy delgada o con una mujer joven. En todos estos
ejemplos los límites en el empleo del adjetivo no se ajustan a una norma objetiva, sino más bien
a una estimación que varía de acuerdo con el grupo social o incluso con el criterio (o los gustos)
del hablante.
- Adjetivos relacionales o de relación:
En este grupo se encuentran palabras como medicinal, no designan propiedades, sino que
indican la relación entre el dominio al que pertenece el sustantivo y otro dominio: así, en calle
peatonal entre las calles y los peatones, y en poesía erótica entre la poesía y el amor o el sexo.
Estos adjetivos son derivados de sustantivos, entre otros mediante los sufijos ‑al / ‑ar
(municipal, legal, escolar, polar), ‑il (juvenil, infantil, textil), -ario / -ero (carcelario,
reglamentario, literario, aduanero, lechero) y están más restringidos al lenguaje técnico o
especializado. En los diccionarios se definen con la fórmula ‘relativo a’; por eso, se denominan
adjetivos de relación. Un grupo particular son los que derivan de nombres propios de lugares,
llamados gentilicios: poeta oriental, actores mexicanos, cine iraní, vinos mendocinos, y los
antropónimos, derivados de nombres de personas, como imágenes borgeanas (propias de
Borges) o período alfonsí (de Alfonso x el Sabio). Todos estos adjetivos permiten establecer
clasificaciones, como poesía épica, cortesana, mística, española, lorquiana. Cuando se combinan
con sustantivos derivados de verbos, a veces se interpretan como argumentos, como en
invasiones inglesas o en abuso infantil (los ingleses invadieron; abusaron de niños). También son
clasificadores otros adjetivos de diferente origen, como colgante en puente colgante o paralelo
en línea paralela, que no derivan de sustantivos, y, por lo tanto, no son adjetivos de relación.
- Adjetivos adverbiales:
Este tercer grupo modifica al sustantivo en algunos de los sentidos característicos de los
adjuntos (complementos sintácticos no obligatorios): de tiempo: reciente atentado, próximo
tren, actual gobernador; de lugar: cercana estación, última fila; de frecuencia: constantes
reclamos, continuo rezongo; de modo: presunto asesino, posible visita; de focalización: práctico
empate, mero error, verdadero amigo.
El género y el número
El adjetivo es una palabra variable, es decir, tiene número y, en muchos casos, género. El género
y el número del adjetivo son los mismos que los del sustantivo al que acompaña:
• El adjetivo tiene género masculino y femenino. Ejemplos: acueducto romano; investigadora
científica.
Existen dos tipos de adjetivos, según su flexión de género:
– Adjetivos de una sola terminación. Son los adjetivos que tienen una sola forma para los dos
géneros. Ejemplos: país independiente / nación independiente; zumo natural / crema natural.
– Adjetivos de dos terminaciones. Son aquellos que tienen una forma para el masculino y otra
diferente para el femenino. Ejemplos: proyecto solidario / iniciativa solidaria; ciudadano japonés
/ ciudadana japonesa.
• El adjetivo tiene número singular y plural. Ejemplos: agujero negro; aguas cristalinas
El plural de los adjetivos se forma como el de los sustantivos.
Ejemplos: gris → grises catalán → catalanes
Hay unos pocos adjetivos que acaban en -s y no son palabras agudas. Estos adjetivos no varían
en singular y plural. Ejemplos: entrada gratis; pases gratis; frente a persona cortés, personas
corteses.
La apócope del adjetivo
Los adjetivos grande, bueno, malo y santo aparecen apocopados, es decir, sin su vocal o su sílaba
finales, delante de determinados sustantivos. Ejemplos: un gran cuadro; un gran amigo; una
gran tarta; una gran profesional; un buen día; un mal año; frente a una buena semana; una mala
racha; san Andrés; san Juan; frente a santo Domingo; santo Tomás.
Los adjetivos que significan cualidad o estado pueden expresar intensidad. Esta característica
del adjetivo se denomina grado. Estos adjetivos tienen tres grados: positivo, comparativo y
superlativo.
- El grado positivo: El grado positivo expresa una cualidad o un estado sin especificar su
intensidad. Se forma solo con el adjetivo. Ejemplos:
La lectura es enriquecedora.
El río está contaminado a causa de un vertido.
- El grado comparativo: El grado comparativo expresa la intensidad de una cualidad o de un
estado comparándolo con los de otro ser, objeto... Ejemplo:
En verano los días son más largos que en invierno. → Se comparan la duración de los días en
verano y en invierno.
Pero el grado comparativo también puede expresar la intensidad de dos cualidades en un mismo
ser, objeto… Ejemplo:
Este coche es más seguro que veloz. → Se comparan la seguridad y la velocidad del coche.
Hay tres tipos de grado comparativo:
• El comparativo de superioridad se forma con más + adjetivo + que. Ejemplos:
India es más grande que Pakistán.
Me hice una lesión más dolorosa que grave.
Algunos adjetivos son en sí mismos comparativos. Son los comparativos sintéticos: de bueno →
mejor; de grande → mayor; de alto → superior; de malo → peor; de pequeño → menor; de bajo
→ inferior.
Estos adjetivos tienen significado comparativo. Por tanto, no pueden aparecer con otra marca
de comparación (más, menos, igual). Ejemplo:
*La participación ha sido más inferior de lo esperado. → Se dice inferior, no *más inferior.
• El comparativo de inferioridad se forma con menos + adjetivo + que. Ejemplos:
El clima de Andalucía es menos frío que el de Suecia.
El plomo es menos resistente que pesado.
• El comparativo de igualdad se forma con igual de + adjetivo + que; o con tan + adjetivo + como.
Ejemplos:
Este problema es igual de complicado que el anterior.
El lienzo es tan antiguo como valioso.
- El grado superlativo: El grado superlativo expresa una cualidad o un estado en grado máximo.
Ejemplos:
La monarquía japonesa es la más antigua.
La nueva responsable está cualificadísima.
El grado superlativo puede ser de dos tipos:
• El superlativo absoluto expresa una cualidad o un estado en el grado más alto sin relacionarlo
con otros seres, objetos... Ejemplos:
Tu opinión es muy importante para mí.
El corredor Usain Bol es rapidísimo y por eso se lo considera como el máximo ganador en la
historia de los campeonatos mundiales de atletismo.
Borges es un escritor celebérrimo.
El superlativo absoluto se construye de diferentes maneras:
– Con el adverbio muy o con otros equivalentes, como enormemente, extraordinariamente,
sumamente, etc. Ejemplos:
Saber idiomas es muy necesario.
El reportaje sobre volcanes fue sumamente interesante.
– Con los sufijos -ísimo o -érrimo. Ejemplos:
El ordenador es una herramienta utilísima.
Este pueblo es paupérrimo, sin recursos.
– Algunos adjetivos son en sí mismos superlativos. Son los superlativos sintéticos:
de bueno → óptimo de grande → máximo de alto → supremo
de malo → pésimo de pequeño → mínimo de bajo → ínfimo
Estos adjetivos tienen el significado de superlativo. Por tanto, no pueden aparecer con ninguna
otra marca propia de los superlativos. Ejemplo:
*Este peso es el más máximo permitido en una maleta. → Se dice el máximo, no *el más máximo.
• El superlativo relativo expresa una cualidad o estado en el grado más alto comparándolo con
el de un conjunto. Ejemplo:
Illes Balears es la más oriental de todas las comunidades autónomas españolas.
El superlativo relativo se construye de diferentes maneras1:
– Con la construcción artículo + más / menos + adjetivo. Ejemplo:
Su trabajo consiste en ayudar a los más desfavorecidos de la sociedad.
– Con la construcción artículo + comparativo sintético. Ejemplo:
Su idea es que una buena educación es la mejor garantía de promoción social.
Adjetivos y determinativos
Tradicionalmente se definía el adjetivo a partir de dos características, una morfológica (la flexión
en género y número) y otra sintáctica (su relación con el sustantivo). Las palabras que las
satisfacían formaban una clase muy amplia, con miembros muy diferentes entre sí: algunos eran
palabras gramaticales, los llamados adjetivos determinativos (aquellos compañeros, varias
personas, ningún juguete, dos cuadras) y otros, palabras léxicas, típicamente los adjetivos
calificativos (impetuosos compañeros, personas valientes, juguetes antiguos).
Si bien a veces aún se entiende el concepto de adjetivo en este sentido amplio, en la gramática
actual se prefiere agrupar los primeros con los artículos en una clase que es la de los
determinativos o determinantes, y limitar los adjetivos a los segundos. Esta decisión se
fundamenta en los siguientes motivos:
a. Como es propio de las palabras gramaticales, los determinativos forman parte de clases
cerradas: no se incorporan nuevos miembros a la lista de los demostrativos o a la de los
indefinidos. Por el contrario, surgen nuevos adjetivos a partir de palabras españolas, como
oposicionista, censal, autonómico, antifúngico, y otros, que se toman de lenguas extranjeras por
préstamo: groso, posta, cool, fashion; unos y otros se integran en la clase abierta de los léxicos.
b. Desde el punto de vista semántico, los determinativos introducen expresiones referenciales,
que contienen nombres comunes —similares a los nombres propios—, como la maestra, este
auto, mi perro, o expresiones cuantificativas, como alguna maestra, dos autos, cualquier perro.
En cambio, los adjetivos en sentido estricto delimitan una subclase a partir de la clase del
sustantivo común: así, el conjunto de personas valientes designan un conjunto, el de personas
que son valientes, y en área censal la clasificación del área se hace a partir de un criterio distinto
que en área sísmica.
c. Sintácticamente, los determinativos son necesarios para que un sintagma nominal pueda ser
el sujeto preverbal de la oración; así, juguete plástico chino no puede serlo, pero un juguete
plástico chino sí: Un juguete plástico chino se consigue en cualquier comercio. De manera
similar, la ausencia del determinante (el, su) provocaría la agramaticalidad de las oraciones
siguientes: El actual director de la empresa es abogado; El próximo tren parte dentro de media
hora; Su segunda visita fue muy exitosa. Nótese que, en cambio, los adjetivos no inciden en este
comportamiento: Un juguete se consigue en cualquier comercio; El director de la empresa es
abogado; Su visita fue muy exitosa; El tren parte dentro de media hora. Aunque en los titulares
de diarios y otros textos en estilo telegráfico, además de los refranes, se suelen encontrar casos
sin determinativos (Jubilados piden aumentos; Billetera mata galán), estas construcciones no
son propias de la lengua conversacional, ni de otros estilos.
d. En cuanto a la posición que ocupan, los determinativos siempre introducen el sintagma
nominal: los adjetivos suelen tener más libertad de posición (un excelente amigo / un amigo
excelente), aunque algunos están restringidos a la posición anterior al sustantivo (una buena
siesta, un mero comentario) y otros, a la posterior (el caballo ganador, la pared amarilla).
Referencias bibliográficas
Di Tullio, A.; Malcuori, M. (2012) Gramática del español para maestros y profesores del
Uruguay. Montevideo: ANEP. ProLEE.
Gómez Torrego, L. (2010). Análisis morfológico. Teoría y Práctica. Madrid: Ediciones
SM.