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Por qué no despenalizar la marihuana.

¿Sabían que la marihuana es una de las drogas más usadas alrededor del
mundo? Un 2,9 - 4,3% de población mundial que se encuentra entre los 15 y 64
años la consumen a diario, después del tabaco y el alcohol. La marihuana ha
sido considerada una de las plantas milenarias que se utilizan en diferentes
rituales religiosos y medicinales, y en la actualidad se la ha utilizado en la
creación de alimentos, productos textiles y, lo que hace más controversial el
tema, en el uso recreacional desde el siglo anterior.

El actual uso que se le da a esta planta ha provocado que diversos grupos


sociales realicen debates, mesas redondas, foros de discusión y otros eventos
en distintos medios para mostrar lo “favorable” que puede ser quitar la ilegalidad
impuesta décadas atrás en varios países. Estos eventos han logrado que varios
países despenalicen el uso medicinal, el consumo recreativo, el cultivo, e incluso
la producción industrial, lo que ha levantado la controversia de si en realidad es
factible legalizar el uso del cannabis.

Investigaciones han demostrado las consecuencias que el uso, producción y


legalización de esta droga tienen a nivel social, económico y político. Es por
estas razones que en este ensayo vamos a demostrar la realidad que viene
detrás de esta planta, tratando argumentos científicos y estudios sociológicos
para hacer que los lectores se den cuenta lo erróneo que traen como base los
mitos y comentarios de varios partidarios de la legalización.

Como habíamos indicado, el uso de esta planta es considerado medicinal en


varias tribus alrededor del mundo, pero en 1900 esta planta fue considerada
como una droga recreativa. Luego en 1914, en Estados Unidos fue prohibida por
primera vez con “la Ordenanza de El Paso”, y en 1937 empezaron a controlar el
cannabis por los efectos negativos que producía en la salud y en la sociedad. En
1961 se realizó la Convención Única sobre Estupefacientes, la cual autorizo a
todos los países participantes prohibir el cultivo de: la adormidera, coca o
cannabis, con el objetivo de proteger la salud pública y las problemáticas que
abarcarían el tráfico ilícito. Por ende desde ese momento la marihuana llego a
ser ilegal en todo el mundo.
Con el paso del tiempo algunos países legalizaron el cultivo de cannabis después
del análisis de varios argumentos que, supuestamente, eran válidos para mejorar
la situación de los países. Tales argumentos hacían creer a las personas que al
aplicar normas al uso o producción de esta droga se podría controlar muchas de
las malas consecuencias que implican su consumo.

La disminución del consumo de marihuana es el primer beneficio que traería


la legalización (o despenalización), pero luego de aplicad la normativa se realizó
estudios que demostraron lo contrario. Manuel nos muestra el ejemplo de Suecia
y Gran Bretaña, que habían aplicado políticas muy dóciles que al final terminaron
por eliminarlas o sustituirlas debido al notable incremento de consumo que la
droga había mostrado. Del mismo modo, Alaska se dio cuenta de su error,
después de cinco años de haber legalizado el cannabis, tardándose 9 años en
remediar lo que esta decisión había causado. Ellos intentaron abordar la
demanda y oferta de marihuana para consumidores, y así evitar el consumo a
edad temprana por adolescentes. Pero las encuestas demostraron que no se
pudo lograr este objetivo, ya que un el 54% de estas mostraban que era un hecho
el consumo a edades tempranas, en donde el aumento de consumo entre
adolescentes y universitarios fue el 11%.

La disminución de gente presa y de inversión en seguridad es otro argumento a


favor, ya que la tasa de encarcelamiento aumentó más del 100 por ciento en los
últimos 15 años y que al ser 300$ el promedio de costo por manutención de
personas privadas de la libertad, era beneficioso tomar esta decisión. Este
aumento fue debido a que algunos países penalizaban cualquier caso
involucrado con esta droga, llegando a ser 344 las conductas sancionables con
cárcel. Luego de la posesión de esta ley, se realizaron estudios para demostrar
si se produjeron resultados positivos, pero dejamos la conclusión a su criterio.
Por ejemplo en Colorado (Estados Unidos) el tráfico ilegal de esta droga mostro
un aumento del 33%, siendo el estado con registros más altos, ya que en todos
los estados se registró tráfico ilegal. Esta consecuencia muestra que se debería
utilizar y crear nuevas estrategias para fiscalizar de producción, fabricación,
distribución e incluso los efectos en el consumo. También debemos mencionar
que en 2004 se realizó estudios en las cárceles federales de Estados Unidos
para determinar cuántas personas se encontraban allí por crímenes relacionados
a esta droga. Pero los resultados fueron poco alentadores, mostrando que solo
el 1.5% de reclusos registraban crímenes por posesión, tráfico o cultivo de
marihuana.

Entonces, ¿creen ustedes que estos resultados sean beneficios? En lo personal,


no he visto mejoras, ya que incluso en las sociedades con leyes
despenalizadoras se han registrado varios crímenes además de violencia entre
consumidores y sus familias. Ustedes pueden constatarlo en los diferentes
noticieros nacionales e internacionales, que muestran como los carteles de la
droga de Colombia y México traen duras consecuencias a personas que se
involucran en este mundo.

Finalmente, vamos a tocar el tema de salud. Además de los traumas psicológicos


que sufren tanto el consumidor como su familia, es preciso manifestar las
pérdidas humanas que envuelve zonas donde los carteles son los dominantes.
Sin embargo, esto es solo el inicio, ya que para las personas consumidoras las
consecuencias a corto y largo plazo son peores. Manuela nos detalla que el
consumo de esta droga trae dificultades en el correcto desarrollo del cerebro de
los adolescentes que la consumen, siendo la adicción una de las consecuencias
a largo plazo. La reducción de capacidades afectivas, rendimiento escolar, y
concentración son consecuencias que se han demostrado no son reparables,
por esto todas las personas consumidoras van a tener dificultades en su
desempeño diario lo cual hará una sociedad menos favorable y con menos
expectativas de éxito.

En conclusión, se deberá aplicar recursos del estado para poder manejar


correctamente las consecuencias, y además sabemos que los efectos de
consumo de marihuana producirán personas menos capaces de poder llevar una
vida plena. Por ende todo lo hablado es evidencia suficiente para demostrar que
la despenalización de cualquier actividad relacionada con la marihuana no es
para nada conveniente en ninguno de los casos.

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