La Terapia de Juego es un modelo terapéutico establecido, reconocido y muy
efectivo para el niño que ha experimentado situaciones de estrés emocional y que han tenido un efecto observable en las pautas de su desarrollo normal.
La Terapia de Juego utiliza el juego del niño como medio natural de
autoexpresión, experimentación y comunicación. Jugando, el niño aprende del mundo y sus relaciones, somete a prueba la realidad, explora emociones y roles.
La Terapia de juego le brinda al niño la posibilidad de manifestar su historia
personal, liberar sentimientos y frustaciones, reduciendo las vivencias dolorosas y atemorizantes, aliviando la ansiedad y el estrés.
¿QUE ES UN TERAPEUTA DE JUEGO?
El Terapeuta de juego es un profesional especializado y capacitado en técnicas
lúdicas y métodos terapéuticos adecuados a las distintas etapas del desarrollo del niño.
El Terapeuta está habilitado para entender e involucrarse en el juego del niño y
es capaz de crear una relación de seguridad y confianza tal que favorece la expresión y manejo de los conflictos internos del niño, la descarga y comprensión de sus emociones más profundas habilitándolo a reconocer y explorar aquellos asuntos que afectan su vida.
¿QUE NIÑOS PUEDEN BENEFICIARSE DE LA TERAPIA DE JUEGO?
Niños con baja autoestima, miedos excesivos, estados de enfado continuo,
preocupaciones, angustia, inseguridad, retraimiento. Comportamientos que se consideran inmaduros para la edad del niño. Amigos imaginarios, terrores nocturnos. Problemas de hiperactividad. Somatizaciones o síntomas físicos que no tengan alguna causa médica.
Dificultad para ajustarse a los cambios familiares.
Depresión. Que hable de que no quiere vivir.
Es especialmente recomendable para niños que han experimentado trauma de
diferente origen: de nacimiento o postnatal. Maltrato físico, emocional o sexual. Ser testigo de violencia familiar o social. Acoso. Ser testigo de maltrato a otros niños. Negligencia y abandono. Pérdidas y duelos no terminados. La muerte de algún miembro de la familia o amigo. Divorcio o separación de los padres. Adopción. Hospitalización. Accidentes. Procedimientos médicos dolorosos o atemorizantes. Enfermedades crónicas o terminales. También es muy útil como parte de un tratamiento interdisciplinario en los casos de:
Déficit de Atención e Hiperactividad.
Trastornos del Vínculo y carencias afectivas. Trastornos de Personalidad y Trastornos Psicóticos. Y en varios Trastornos Generalizados del Desarrollo.
¿EN QUE CAMPOS SE APLICA?
Su utilización en diferentes ámbitos abre la posibilidad de promover mayor
bienestar emocional en la población infantil ya que la pueden aplicar psicólogos y psicoterapeutas en ámbitos clínicos, enfermeras y educadores en ámbitos hospitalarios. Psicólogos y orientadores de centros educativos. Trabajadores sociales en el ámbito familiar. Educadores en centros de menores. Terapeutas de atención temprana, familiares, ocupacionales y musicoterapeutas entre otros. TERAPIA DE APOYO
Está indicada para momentos de crisis, confusión y/o desorientación mental
puntuales, en donde el problema se circunscribe a un aspecto concreto de la vida del sujeto, pero el resto de áreas no se encuentran seriamente afectadas... (Por ejemplo estados depresivo-ansiosos concurrentes con alguna situación externa traumática: pérdida de un ser querido, ruptura de pareja, separación matrimonial, acoso en el trabajo, paro laboral, etc.). Supone asistir con una frecuencia semanal, a sesiones de 45 minutos, de forma individual, durante un periodo no muy prolongado de tiempo. Se basa fundamentalmente en dar apoyo, compresión empática al paciente, aconsejamiento, indicación acerca de nuevas pautas de conducta, maneras de resolver situaciones difíciles, caminos a seguir, etc.