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Universidad Nacional Experimental del Yaracuy

Vicerrectorado
Espacio Académico Ciencias del Deporte
Unidad curricular: Historia del Deporte.
Wullian Mendoza
Docente UNEY
wrmendoza@hotmail.com

El deporte como objeto de estudio de la historia.


Generalmente cuando se inicia el estudio de un determinado
fenómeno, el investigador genera nuevos hallazgos a la luz de una
determinada disciplina que le permite jerarquizar sus conocimientos. En el
caso de las ciencias sociales por la amplitud de su objeto de estudio, las
investigaciones aunque se puedan categorizar como históricas, filosóficas,
sociológicas al final son un todo complejo que pocas veces rescata las
virtudes de las disciplinas utilizadas; el que investiga rara vez se detiene a
reflexionar o definir su propia disciplina y su exacta posición dentro del
campo general de la vida intelectual. Esto ocasiona que sean entonces otros
los que sé encarguen de esto, haciéndolo no siempre de buena fe, con la
competencia suficiente o en alguno casos, aislando la discusión sólo al tema
epistemológico dónde no todos tienen acceso.
En el caso de la historia encontramos una muestra fiel de lo antes
señalado; La historia existe, como nos afirma Braudel (1999), desde que la
reflexión inteligente despertó, desde las primeras leyendas que el hombre
cantó, sin embargo, es una invitada de todos los días que nadie se preocupa
de anunciar. Lo que persigue este documento es remitir algunos aspectos
sobre la historia como ciencia y su particular relación con el deporte como
su objeto de estudio, lo que permitirá no incurrir en los lugares comunes
antes mencionados todo ello tomando como norte el brindar una
introducción al tema de la historia y la historia del deporte y no un tratado
epistemológico de la ciencia a la que pretendemos aproximarnos.

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La historia como ciencia social.
Las ciencias sociales, nacidas apenas ayer o que van a nacer mañana,
han sentido una especial preocupación por tratar de definirse, a pesar que
la historia nace desde la antigüedad de la mano de las primeras reflexiones
sobre la civilización su forma y su fondo cambian de acuerdo a la utilidad
que se les confiere. El conocimiento histórico ha ido evolucionando con el
hombre actualmente puede agruparse en niveles de crítica documental,
interpretación, análisis de hechos, síntesis generales; la concepción del
acontecer histórico ha variado a lo largo de la historia. El historiador ha
pasado de narrador a considerar al hombre como único creador de historia.
Rodríguez (2000), no es fácil responder a la pregunta ¿qué es historia?
Etimológicamente viene de griego “historien” que significa curiosear. - En
español tiene dos conceptos: la plenitud del suceder de hechos pasados y el
conocimiento de ése mismo suceder, en alemán existen dos palabras
“historie” que expresa la realidad histórica y “Geschichte” la ciencia
histórica. Para los estudiosos de la historia su significado es plural por lo
tanto depende del enfoque en el cual se desarrolle la investigación:

Grandes Líneas de investigación histórica han surgido en los siglos


XIX y XX desde la historiografía liberal, el romanticismo, el positivismo u el
marxismo propios del siglo XIX; hasta el historicismo, teoría cíclica,
neopositivista y estructuralista propias del siglo XX. Para cada una la
historia posee un sentido diferente sin embargo a la hora de hablar del
centro de sus estudios no se duda en afirmar que el objeto de la Historia es
el hombre. - Por encima de los distintos enfoques los hombres deben ser
entendidos dentro del marco de sociedades y nunca como entes
individuales.

Objetivos de la historia como ciencia.


La historia por ser una ciencia obedece a los criterios básicos que
orientan el desarrollo del cuerpo de este tipo de conocimiento. Por tanto,
como nos afirma Nisbet (1971), todas las ciencias persiguen objetivos
idénticos a los de cualquier ciencia a saber, Descubrir los datos esenciales
del fenómeno histórico en estudio y Explicar las causas, conexiones,
relaciones, que dan a conocer la naturaleza real de del fenómeno (objetivo-
fáctico), volviendo a Nisbet, el conocimiento y la razón son los dos grandes
dominios de la ciencia íntimamente compenetrados.

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Para otros la historia es una ciencia que necesita resolver tres
problemas: investigación, reconstrucción y exposición. Pérez (1999), Las
objeciones a su carácter científico han sido dos: inexistencia de leyes y
subjetividad de las conclusiones. Factores asociados a la a pretendida
uniformidad de la ciencia, más que a la veracidad de su naturaleza
científica.

Historia y Método.
El método es el soporte de cualquier rama del saber.- método es el
conjunto de operaciones intelectuales que nos permiten reunir, sistematizar
y valorar los testimonios históricos para interpretarlos. Pérez (1999),
Analítico-dialéctico, empirista-estructural, cuantitativo-cualitativo. La
mayoría nacen del estructuralismo, pieza clave en los enfoques históricos.
Impulsó la cuantificación y la introducción de conceptos como estructura y
coyuntura. La aplicación de un método está relacionada con una
determinada ideología o escuela de pensamiento. La historia es una ciencia
que se alimenta del dato por tanto su labor pasa por la recopilación de
datos y la exposición de las conclusiones extraídas de los datos.

El Historiador y las Fuentes.

El trabajo del historiador comienza con la búsqueda de datos para su


análisis. Estos datos no llegan en estado puros, se hallan influidos por la
mentalidad que les ha recogido. Son las fuentes históricas, la extraordinaria
variedad de las fuentes no facilita su clasificación sin embargo, se pueden
establecer como tipos de fuentes Pérez (1999): escritas, iconográficas,
gráficas y orales.

El proceso de selección y el procesamiento de la información pasa por


dos momentos la crítica de las fuentes: externa o de autenticidad e interna
o de credibilidad, la sistematización de datos. Suele ir precedida de una
profunda selección y ordenación de los datos (cualitativos, aspectos
descriptivos, o cuantitativa, economía). Otro paso es la síntesis
interpretativa que formulará los hechos y los explicará mediante una
hipótesis, Finalmente termina con una exposición didáctica de los
resultados.

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Explicación y comprensión en la historia la utilidad de la disciplina.
Muchos historiadores piensan que la objetividad en Historia es
imposible el historiador debe reconocer el carácter histórico de todos los
valores y no reclamar una objetividad que no poseen las ciencias
experimentales. El historiador no debe enjuiciar los acontecimientos ni a los
personajes. Algunos falsamente han pretendido dar a la Historia capacidad
de predicción. Nada más lejos de la realidad. Las “leyes de la Historia” no
permiten deducciones generales - La utilidad de la Historia se encuentra en
la posibilidad de dotarnos de mecanismos para el análisis del presente.- El
pasado condiciona y hace explicable el presente. Del conocimiento de aquél
se deriva un incremento en el conocimiento de éste. La historia se genera a
partir del descubrimiento de un determinado fenómeno el cual se describe y
se explica lo descriptivo debe ser acompañado de lo analítico para
encontrar en el la causa por la que ocurren las cosas y las causalidades que
rodean el desarrollo de la cultura.

El Estudio Sociohistórico del Fenómeno Deportivo

El inicio del estudio sociohistorico de la actividad deportiva conlleva


inevitablemente a establecer como condición a priori la justificación teórica de
su posibilidad, cuestión obligada para satisfacer su aceptación como fenómeno
digno de acceder al estatus académico. Los tratados históricos como los
sociológicos que se enmarcan en la tradición clásica de ambas disciplinas,
insisten en colocar al deporte como una práctica social incapaz de brindar una
explicación sistemática de los procesos históricos de la sociedad en general al
manifestar que su impacto se circunscribe solo a lo competitivo (Falco,2000); el
cuadro mencionado se complica por la notoria ausencia de investigaciones en
el área que se contraponen al excesivo volumen de información que existe en
el quehacer de otras ciencias asociadas de manera expedita al análisis del
mundo del deporte. La inapetencia intelectual que pareciera rodear a esta
empresa, está asociada al predominio de una racionalidad intelectual que
considera al deporte como un objeto de estudio de escaso valor teórico, en
comparación con otras actividades de mayor rango e impacto para la sociedad
(Luschen y Weiss, 1979).

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Las animadversiones que rodean a los estudios sociales del deporte son
fácilmente disipables si se parte de la hipótesis de que está práctica social
trasciende la simple acción de competir, al sustituirla por la compresión del
mismo como resultante de una totalidad de procesos sociales similares a los de
cualquier institución social, en continuo proceso de racionalización. A través del
estudio social del deporte se puede acceder fácilmente a una aproximación de
todas y cada una de las manifestaciones culturales desde las más sublimes
como la solidaridad, hasta las más constantes como la violencia, el conflicto u
el poder, cuestión que justificaremos en adelante.

El deporte considerado como una actividad humana es antes que


todo un fenómeno social. Desde una perspectiva proceso Figuracional (Elías
y Dunnig,1986),ofrecen una posición que apoya lo antes señalado, contrario
a la percepción que orienta el pensamiento reduccionista y dualista
occidental, para los autores el deporte es entendido mas que como una
cosa vulgar, o una actividad orientada hacia el placer, sin valor económico,
como un fenómeno que se vincula con problemas sociológicos de significado
equivalente a los que habitualmente están asociados con los temas 'serios'
de la vida económica y política, capaz de explicarnos el mundo como una
ventana que se abre a las posibilidades que se le quieran otorgar.

En el argumento planteado hasta ahora subyace la idea


de que los sociólogos han descuidado el tema del
deporte debido principalmente a que pocos de ellos se
han separado suficientemente de los valores y modos de
pensar dominantes en las sociedades occidentales para
poder captar la importancia social del deporte, la
importancia social que plantea o la perspectiva que
ofrece para explorar zonas de la estructura o conducta
sociales, que son en mayor parte desatendidas por las
teorías convencionales. Es decir, en términos de la
acentuada tendencia occidental hacia el pensamiento
reduccionista y dualista el deporte es calificado como
una actividad trivial, recreativa, orientada hacia el placer
que emplea el cuerpo más que la mente y que carece de
valor económico. Sin embargo a pesar de su abandono
el deporte constituye un campo razonable de notoria
importancia social, política, económica, simbólica que
debe ser asumida con seriedad y que requiere de
investigación o teorización sociológica. (Elías y Dunnig,
1986:14).

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La historia del deporte desde esta perspectiva tiene como misión, pensar
lo lúdico- deportivo como un objeto capaz de explicar las relaciones sociales en
cuanto a su estructura y a la manera como son sometidas a los rigores del
avance de la civilización. (Rodríguez, 2000), en el prólogo del texto Historia del
Deporte expresa lo contraproducente de explicar la actividad física sin una
disciplina que se encargue de articular como conjunto el avance pluridisciplinar
e interdisciplinar de las diferentes interpretaciones de su desarrollo,
igualmente (Coca.1993:37), en el Hombre Deportivo un tratado filosófico del
deporte establece:

La raíz de todo lo que consideramos como logros


deportivos están establecida ahí, en su origen somato
típico móvil, como lanzadera de múltiples proyectos que
llevaran el común denominador de actividad física,
competición deportiva Juego, diversión, entretenimiento,
salud. , pero todos ellos resultados legítimos del devenir
del principio corporal gestual que los une, al mismo
tiempo calificativo adecuados con los cuales distinguir al
hombre deportivo...

El desarrollo de cualquier disertación de las diferentes interpretaciones o


representaciones sociales de la actividad física, parte del estudio de las
valoraciones sociales del movimiento, de la conjugación entre soma - psiquis y
del lugar que cada sociedad le ha otorgado al centro de todas estas
discusiones, el cuerpo. Deliberar al deporte como objeto para explicar las
relaciones sociales no es, absolutamente, nada nuevo, mucho menos
extravagante. Eric Hobsbawm renombrado historiador citado por (Falco,
2000), piensa al deporte como uno de los dos elementos capaces de establecer
la pertenencia a la burguesía o a la clase media, en la Inglaterra, en los finales
del siglo XIX y principios del XX. La misma significación del estudio histórico
social del deporte se encuentra en los trabajos de (Mandell, 1982) y (Gillet,
1980) ambos historiadores del hecho deportivo, que rescatan esta tradición y
nos abren el camino para que estudiemos al deporte como un instrumento,
entre tantos otros, utilizado para inculcar ciertos valores y normas de
comportamiento a través de la repetición. De esta manera, la actividad
deportiva puede ser un indicio, o indicador, de las relaciones humanas y de las
acciones que las legitiman, pudiendo, en algunos casos, colocarse como
soporte de la producción y reproducción del ethos social. (Brohm, 1982).

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El tipo de análisis que se propone en el estudio histórico social del
deporte coloca enfrente la disyuntiva sobre la escogencia de la tradición
histórica en la que se deben discutir los temas ¿historia social o historia factual?
¿Historia del dato o del contexto? Nacida para contraponerse a la Historia
factual, centrada en héroes y batallas, la historia social prioriza los fenómenos
colectivos y las tendencias a largo plazo (Falco, 2000).

A partir de la década del 1950, encendido el debate desde la escuela


de los Anales, se abre la posibilidad de confrontar de hecho la historia
problema vs la historia relato entendida la última como simple descripción
de secuencias cronológicas. La historia social se presentó más próxima a la
antropología, privilegiando los abordajes socioculturales, como los enfoques
socioeconómicos. En este sentido es la cultura compartida la que determina
la posibilidad de sociabilidad en los colectivos humanos. Sus elementos más
determinantes son establecidos por (Arostegui, 1995:156) en La
Investigación Histórica Teoría y Método:

El hecho de que la historia encarna en la sociedad y de que


toda sociedad tiene historia es lo que produce una relación
indisoluble entre esas dos realidades sociedad- historia una
relación que permite hablar de un concepto abstracto de
sociedad, frente a una sociedad histórica, que se
desenvuelven en el espacio tiempo.

Las nuevas corrientes de pensamiento en los estudios historiográficos


abren las posibilidades no sólo de recuperar la unidad perdida entre la
teorización sociológica que por condición natural debería ser histórica, también
posibilita la inclusión de estudios de prácticas sociales que en otros conceptos
más apologéticos serian negados. El deporte a pesar de su relación genésica
con la civilización a lo largo de la historia, representaba por su asociación al
discurso higienista una pauta social poco atractiva para emplear largo tiempo a
la elaboración de tratados sociológicos; sólo en el marco de estos nuevos
modelos se explora las posibilidades de investigación de una praxis
primigenia del hombre:

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La historiografía inspirada por la sociología histórica
mantienen que ninguna base ontológica para mantener la
vieja distinción entre sociedad e historia. El conjunto
metodológico de este propuesto es llamado
“estructurismo metodológico o aproximación relacional
estructurista, que como en otras propuestas desde la
sociología, sobre todo, pretende presentarse como
superadora del individualismo y el holismo. Las
estructuras socio históricas no son pautas de sucesos ni
de acciones ni de acontecimientos, ni son reducibles a los
fenómenos sociales, sino que tienen una forma de
existencia estructural relativamente autónoma no
separada de los fenómenos que ocurren dentro de ella.
(Arostegui, 1995:146)

En el deporte podemos evidenciar lo antes expuesto. En él se


encuentran definidos elementos implícitos que le otorgan sentido en su
accionar más inmediato, sin embargo la carga semántica se evidencia en la
forma en que se orienta por cada grupo social y sus modificaciones propias de
su devenir histórico. De no ser cierto lo antes planteado, estaríamos hablando
de un deporte tácito que no se ha modificado desde sus reminiscencias en el
periodo antiguo, cuestión que la historia nos ayuda a desmentir. En el ámbito
de la sociabilidad y de las conductas de los colectivos humanos, el deporte, sin
duda tendría un papel relevante como objeto de estudio si partimos de las
consideraciones expuestas. No sólo por el aspecto grupal de ciertas prácticas
deportivas, sino por los símbolos y conductas sociales que implican.
Profundizando un poco más en la cuestión de la sociabilidad podemos
remitirnos a generaciones de atletas, redes de amistades y de rivalidades. Y no
sólo de atletas profesionales, sino también, de grupos deportivos que
restringen sus integrantes de acuerdo con la clase social a la que pertenecen.
Además de las trayectorias de tales grupos es posible marcar algunas
características del "pertenecer a una clase", de las relaciones comunes de una
generación.

El mundo deportivo es un mundo aparte con redes complejas, de ahí la


necesidad de comprender la manera como las asociaciones se van formando,
en las prácticas características de cada clase social. En este sentido un análisis
socioeconómico se puede volver extremadamente revelador, mostrando
conflictos sociales y formas de marginalizaciones. Basta, simplemente, que
tomemos el ejemplo de los diversos casos de violencia, ocurridos no sólo en

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países pobres, sino también en sociedades que presentan un nivel
socioeconómico satisfactorio para la mayor parte de la población, como es el
caso de Inglaterra o incluso explicar nuestra adopción del deporte en
Venezuela en un plano diverso producto de la heterogeneidad de clases de
nuestra sociedad, para comprender la pertinencia del análisis. Igualmente de la
cuestión social y conductual, hay también otro aspecto que es lo simbólico; sin
embargo, el interés por lo informal, como fiestas, creencias, etc., abre al
investigador espacios para el estudio del ocio o del deporte., partiendo de la
valoración de gestos, colores, emblemas o artificios que rodean las prácticas
deportivas pueden ser objeto de estudio de la historia social. De la misma
manera como las banderas e himnos nacionales evocan y representan el
patriotismo de una nación, tales símbolos pueden tener el mismo tratamiento
con relación a los clubes o agrupación de atletas.

La defensa del análisis histórico social del deporte se encuentra


justificada en los aspectos antes señalados, la historia del deporte es sin duda
la historia social del deporte por la complejidad del fenómeno y sus
implicaciones se abren las posibilidades para de una vez por todas
comprender lo ilusorio de entender el tema al carecer de contexto. Resulta
indispensable a la par de los señalamientos expuestos iniciar desde la
sociología el estudio de un fenómeno que en apariencia resulta sumamente
sencillo pero que demanda la articulación de un discurso que lo coloque como
una institución que necesita de una explicación sui géneris.

Deporte y Modo de Vida una Relación Fundacional.


Sería lógico que como acto seguido a la justificación teórica del
estudio, se procediera a definir, lo que en adelante entenderemos como
deporte, a los efectos de determinar su génesis y desarrollo. Pero antes de
hacerlo es conveniente terminar de develar la propuesta que en adelante
terminará por declarar explícitamente la ubicación histórica y el momento a
partir del cual está práctica social cobra significados para el hombre de hoy.
Campos citado por (Avendaño y Rodríguez, 2002:22), expresa en un
enunciado que en adelante argumentaremos como hipótesis central de
nuestra investigación que “Cada época crea un deporte y la esencia de
cada pueblo se refleja en el. De está manera las actividades deportivas, los
juegos quedan integrados a la imagen cultural de cada época”. Toda

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actividad humana se encuentra inevitablemente determinada por el
contexto histórico social en que se genera, a estos efectos el deporte lejos
de ser una continuidad que trasciende dicha explicación, se encuentra
sometido a una relación indivisible con el modo de vida de la cultura donde
se manifiesta. De lo antes mencionado se desprende que al hablar del
deporte se debe relacionar directamente con el contexto histórico social
donde se divisa, planteando su relación con los ámbitos político,
económico, ideológico, y su influencia en los cambios y manifestaciones
del fenómeno. En este orden de ideas queda sentado que el deporte
adquiere como práctica, como fenómeno, una estructura, una naturaleza
que es propia de la sociedad donde se presenta y de los cambios en ella
(Elías y Dunnig, 1986).

En los estudios sociales que se circunscriben al fenómeno deportivo,


se establece una dicotomía en cuanto a la hipótesis planteada, que impide
clarificar la forma como se estructura y desarrolla está institución social. La
primera denominada corriente historiográfica prioriza la ubicación del
deporte como bucle constante- continuidad, es decir, como forma
recurrente de expresión corporal de natura competitiva que evoluciona
linealmente desde lo ritual a lo moderno como producto de los aportes que
cada civilización en su momento le ha otorgado. Por otro lado la otra
tendencia denominada de ruptura apoya la tesis de que el deporte es el
producto del bucle de continuidad - discontinuidad histórica, es decir, que la
actividad lúdica deportiva es el producto de diferentes fases de desarrollo,
caracterizadas por rupturas en la forma de concebir y orientar la actividad,
inevitablemente circunscrita a cada formación económico social, para los
últimos el deporte actual es el producto de una orientación específica de la
actividad física competitiva que persigue la búsqueda del rendimiento
corporal como categoría imbricada con la sociedad que reproduce, en este
caso la sociedad capitalista. En este contexto podemos ubicar la tradición
del discurso sociohistórico del deporte Tal y como afirma Beltrán citado por
(Avendaño y Rodríguez, 2002: 23) al dividir en dos posiciones, las teorías
sobre su origen:
La línea historiográfica: que sitúa al deporte en los albores de la
civilización humana, situándolo como un hecho natural de todos los
hombres íntimamente relacionado con la competición ritual, que lo

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convierte en un fenómeno marcado de sociedad y cultura que
partiendo de lo más ancestral del hombre llega hasta nuestros días,
nutriéndose de los aportes de cada civilización. Entre los que
sustentan esta teoría tenemos: Carl Diem, Jean le Flochmoan, Bernad
Gillet, José María Cagigal, Pierna Vieja, entre otros.
· La línea de ruptura: apoyada en la tesis de quienes afirman que el
nacimiento y evolución del deporte actual está estrechamente
relacionada con la era del progreso industrial capitalista que surge en
Inglaterra a finales del siglo XVIII. Considerando lo anterior como
estadios donde la competencia y el juego estaban determinados por
lo ritual cuyas funciones eran distintas. Entre estos investigadores
tenemos: Pierre Bourdieu, Juan Huizinga Norbert Elías y Erich
Dunnig, Allen Guttman, 1978, Jean Marie Brohm, Pierre Parlebas,
Ernest Mandell, Largardera, Eloy Altuve, entre otros.

Apelando a la defensa del estudio específico del deporte que en


adelante se esgrime como una práctica corporal competitiva, que se
concreta en la lucha entre dos o más rivales, para la designación del mejor
concurrente y que se encuentra relacionada íntimamente con la categoría
de rendimiento más propia de sistema social que lo genera, se afirma que
el deporte occidental y su diseminación mundial constituyen el objeto de
estudio del presente tratado. Los estudios históricos del deporte más que
tratados descriptivo o cronológicos de la actividad deportiva que presentan
lo hechos como un todo homogéneo, deberían comprender los diferentes
estadios de la actividad. La correspondencia entre los fines del deporte y la
forma de practicarlo se encuentra asociada al tipo de cultura en la cual se
manifiesta; a pesar de que las categorías fundamentales que definen al
deporte actual: Competencia, Rendimiento, burocracia, Utilidad e Ideal
ilimitado de progreso, parecieran escapar de condiciones históricas que las
definen en tiempo y espacio, en su configuración demuestran
características específicas ligadas al modo de vida donde se circunscriben

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Sería ilógico pensar que si las sociedades y sus estructuras están
sometidas a un proceso inevitable de cambio hacia estadios superiores de
desarrollo, el deporte se pensase fuera de está dinámica, como veremos a
continuación, es en occidente y todo lo que esta determinado por su influjo,
donde la historia nos ofrece la evidencia de los antes señalado. En el
devenir de esta civilización en sus ideales y formas de organización se
concretan y evidencian diferentes estadios de la actividad deportiva que
corresponden a los ruedos mismos de está cultura, donde lo lúdico
deportivo no llegará a ser valido en nuestro caso sino hasta entrado el
siglo XIX.

La convalidación de la hipótesis que refiere la continuidad y


discontinuidad histórica de la actividad deportiva, se observa cabalmente
en los usos sociales que la sociedad le ha otorgado a la institución
adaptándola cabalmente a sus condiciones materiales y supraestructurales.
No podemos negar que la categoría del cambio histórico esta implícita en el
deporte, sin embargo sus determinaciones se concretan en estadios
diferentes que corresponden a cada periodo histórico concreto:

El deporte antiguo a los que los ideólogos del deporte


gustan presentar como el ancestro directo del deporte
olímpico moderno, no puede ser comprendido en su forma
elemental, embrionaria, más que como comparación con
las formas evolucionadas y modernas del deporte
industrial capitalista y poscapitalista. Es indudable que
ciertas virtualidades y elementos existían ya en el deporte
antiguo y medieval (competición, mercantilismo). Pero
solamente con la forma históricamente más desarrollada
del modo de producción capitalista se convierte el deporte
en una categoría abstracta y simple. Dicho de otro modo,
la propia evolución histórica es la que ha producido la
categoría abstracta del deporte en tanto que reflejo de la
sociedad capitalista industrial... (Brohm.1982:28).

Las condiciones que determinan el modo de vida de cada sociedad


se encuentran reflejadas cabalmente en la institución deportiva y en los
valore que la definen como no afirma (Heineman,1998), en su Economía del
Deporte.; las bases de la legitimación de las prácticas sociales trascienden
de generación en generación mediante mecanismos que garantizan la

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perpetuidad de todo sistema social en procesos de socialización de los
individuos, al incluirse en su adaptación social vías expeditas que
garanticen este proceso. La identidad de cada cultura se reafirma en todos
los espacios donde se le indica al ser humano, lo permisivo y lo prohibido,
partiendo de esta explicación se debe tomar como principio el hecho de que
los valores de cada sociedad son generalidades que se manifiestan en cada
practica social por ejemplo cuando hablamos de la manera en que los
hombres conciben el hecho deportivo; el deporte no posee valores en sí
mismo, los valores del deporte, son o bien juicios subjetivos y estimativos
que emiten las personas que los practican (positivos o negativos), o bien los
efectos que las instituciones (clubes, federaciones, el estado), les atribuyen.
La formación económica social y el modo de producción como
categorías de análisis utilizadas en estudios de tipo sociohistórico se utilizan
generalmente para explicar la totalidad de relaciones sociales en un
momento histórico determinado. Sin embargo la constitución de estas
estructuras sociales se concreta no solo en la producción y reproducción
de actividades de tipo socio-productivo( Meza,2000),dicha estructuras se
imbrican tanto en la organización de la producción como en la disposición
de todas y cada una de las actividades del ser humano en prácticas que
van desde lo económico, jurídico, político, ideológico hasta lo lúdico en lo se
denomina Modo de vida que en palabras de ( Córdova, 1984:25) representa:

El elemento fundamental donde se insertan las


características. Socioeconómicas de una sociedad
determinada y las expectativas, aspiraciones,
valoraciones, comportamientos, ideologizaciones que los
seres humanos realizan en el proceso de su propia
existencia.

La categoría modo de vida permite explicar lo social como un producto


de las superposiciones que se producen desde lo objetivo representado en
las formas de producción, hasta lo simbólico de la religión o la ética y que se
manifiestan en toda práctica social circunscrita a una determinada cultura.
Al expresa el conjunto de actividades cotidianas realizadas por el hombre
bajo la condición de continuidad absoluta, entendidas como las que realizan
los seres humanos siempre y con continuidad. (Heller, 1997).

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El deporte en es un fenómeno de carácter histórico y para ir más allá
de natura antropológica. La historia del deporte que se privilegia en la
comprensión de su desarrollo desde las formas más simples hasta su
desarrollo concreto, está asociada a un mismo tronco cultural, por tanto se
relaciona con el nacimiento, prosecución y expansión de la cultura
occidental. En cualquier obra historiográfica se entiende por deportivo lo
que de hecho está vinculado a está cultura, incluso en el continente
americano, el deporte es un producto cultural occidental, asimilado e
incorporado a la idiosincrasia de los pueblos por el contacto con estas
culturas. Como toda cultura occidente ha estado sometida en su devenir
histórico con cambios en su modo de vida, por tanto a pesar de mantener
una aparente constante en el lugar que ha ocupado el deporte como
institución representativa de su devenir, la ruptura entre lo tradicional y lo
moderno se observa en la valoración y sustentación de las categorías que
definen lo deportivo.

Una vez justificado el tipo de análisis histórico que se implementará


en el estudio del deporte, resulta pertinente aproximarnos a la problemática
de definirlo como objeto de estudio de esta disciplina, lo cual pasa por
revisar no solo la estructura etimológica de la palabra, sino también su
compresión como practica social primigenia que antecede incluso al verbo;
y es que por ser el deporte y su raíz lo lúdico espacios creadores de cultura
(Huizinga, 1972), anteceden a manifestaciones como la palabra y la
escritura fenómenos estos que provocaron el vertiginoso desarrollo de la
civilización. En la vida del hombre el deporte siempre se ha manifestado
(Gillet, 1980), y ha constituido una cuestión trascendental para grandes
conglomerados de personas, sea cual sea la cultura desde las más
ortodoxas hasta las más liberales, la práctica deportiva utilizada con los
fines que cada cultura le impone (educativo, militar, crematístico, religioso),
posee implicaciones de tipo cultural no homogéneo como comúnmente se
tiende a pensar y a utilizar, por ejemplo cuando empleamos el uso del
termino deporte.

El Deporte parte del Juego.

Etimológicamente el termino deporte como lo utilizamos hoy día


proviene de una doble consideración del origen del término, (García, 1990),
que ubica su génesis en el viejo vocablo francés desport (provenzal), donde

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se le atribuye el significado de recreo, diversión, regocijo; por otro lado, el
Diccionario de la Real Academia Española (RAE, 1970) le asigna a la
palabra los siguientes significados: *recreación, *pasatiempo, *placer,
*diversión, *ejercicio al aire libre. El término deporte que se utiliza en las
sociedades modernas, empleado en la mayoría de los textos dedicados a la
materia, es aquel que se ubica en la génesis de las sociedades industriales
en los siglos XVIII-XIX, específicamente en el contexto inglés, el término
deporte proviene del vocablo sajón ‘sport’, que como afirman algunos
estudiosos (Elías y Dunnig; 1967), fue el término utilizado para designar los
pasatiempos que se generaron el las ciudades de Inglaterra y que luego se
expandieron al resto del mundo, producto de la masificación del modo de
producción capitalista. El termino deporte es el que cada cultura le asigna
para los griegos por ejemplo decir deporte era manifestar una practica de
hecho religiosa hacer deporte implicaba deportar, deportarse; trasladarse a
un escenario donde el hombre era libre para cultivar su cuerpo y su alma
(octium) algo totalmente diferente de la importancia que le atribuyen las
sociedades actuales al ocio.

La primera consideración de lo antes planteado nos lleva ha realizar


algunas consideraciones, la primera deriva de definir el deporte como una
manifestación del modo de vida de cada sociedad entendiendo por ello una
expresión de la praxis social concreta que incorpora los elementos
fundamentales del modo de producción con las características especificas
de la formación social, en un momento histórico determinado.

En segundo lugar si el deporte es antes que todo una diversión su


raíz histórico genética la encontramos en un universo mas general a lo que
denominamos lo Lúdico, afirmando que el deporte es antes que todo juego
debemos entenderlo como un espacio que se genera en los momentos no
serios de la vida del hombre (ocio) y que por su naturaleza es espontánea,
libre, no institucionalizada, divertida con un fin en si misma y que con el
pasar del tiempo se complejiza. (Huizinga). Históricamente el juego surge
como una inclinación instintiva del ser humano primero que nada asociada a
las prácticas que garantizaron la supervivencia del ser humano como
especie y luego como una practica religiosa, hasta secular con alto
contenido de lo lúdico. Es imposible decir en que momento nació el juego
porque ni si quiera se sabe con certeza cuando el Homo Sapiens, dio sus
primeros pasos sobre la tierra. Lo que podemos afirmar es que entre los

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vestigios más remotos descubiertos gracias a la arqueología se encuentra
como evidencia la presencia del juego.

El Deporte desde una Perspectiva Proceso Figuracional.

Que es el deporte después de todo sino una practica social compleja


como todo lo humano, a que se debe su complejidad, la perspectiva
planteada por autores como Erich Dunnig y Norbert Elías (1980), nos llevan
a considerar al deporte como una figuración Social, desde este punto de
vista el deporte es un fenómeno sometido a una estática (que posee una
estructura determinada) y a una dinámica (que cambia a través del tiempo).
El deporte como es una estructura o patrón de comportamiento formado por
grupos de seres humanos, actores interdependientes que comprenden (·
Dos individuos, equipos o rivales que compiten entre si de manera
más o menos amistosa.

· Normas y agentes de control que mantienen el orden.


· Espectadores.
· Tejido social complejo.
· La existencia de un talante lúdico.
El deporte, según este concepto, representa una figuración social
organizada y controlada que se mantiene por la interdependencia de sus
miembros directos (incluyendo al espectador), con el tejido social con que
se imbrica. La existencia del elemento lúdico en el deporte se encuentra
supeditada, según esta visión, a un conflicto de intereses entre todas las
partes involucradas directa o indirectamente en la dinámica de lo que se
denomina equilibrio de tensiones, estableciendo una configuración con
bastante movilidad y atribuyendo al mismo un carácter histórico..

La cuestión deportiva se presenta ante los ojos de quienes desean


descubrirla y explicarla como un todo complejo muy difícil de conceptuar.
Su inevitable imbricación con prácticas sociales que por antonomasia
parecieran ser semejantes, generan como constante la imposibilidad de
delimitarlo como institución sui generis (por ejemplo en la definición de la
proporción competencia- ludismo) y su relación con otros ámbitos (en
cuanto a la justificación de su finalidad sea, recreativa, formativa o
competitiva, política, económica). Sin embargo, su especificidad histórica
posibilita el estudio del deporte como un reducto social, separable de un

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infinito de representaciones más amplias, que se articulan dentro del
universo de la cultura física, término utilizado para convocar, al conjunto
de actitudes y hábitos físicos de una determinada sociedad; que se
materializan en forma de prácticas corporales, deportivas y gimnásticas
depositadas en la tradición y costumbres de los diversos grupos humanos
(Coca, 1993).
La actividad física transita como todo acto humano por la corredera
descrita anteriormente, es una continuidad ya que se expresa desde
nuestro nacimiento, al concebirnos como una especie donde lo físico se
produce y reproduce en función del movimiento corporal, y es una
discontinuidad debido a que sus motivaciones, disposiciones y orientaciones
corresponden tanto a orientaciones propias de nuestra singularidad, como
a la sujeción volitiva de nuestros actos al proceder de la cultura a la cual
estamos circunscritos en un periodo de desarrollo determinado. Como se ha
mencionado desde el inicio del escrito analizar el deporte históricamente es
una cuestión que requiere por parte del investigador, la definición de su
objeto de estudio. La cuestión es compleja demostrar los preceptos antes
planteados es lo que se aspira en futuras discusiones......

ALGUNAS REFERENCIAS CONSULTADAS

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Mandell Ernest HISTORIA DEL DEPORTE.

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