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INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN SALUD MENTAL

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


Grado en Psicología

Malentendidos de las DSMs-IV y 5: Revisión e


Intervención del Trastorno de Sadismo

Almudena Pina Sánchez

Murcia, 6 de Marzo del 2015

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Tabla de contenido
Resumen:..................................................................................................................................... 2
Introducción .................................................................................................................................. 2
1. Definición y clasificación del trastorno ................................................................................. 3
Parafilias mayores .................................................................................................................. 3
Parafilias menores .................................................................................................................. 4
2. Teorías sobre las causas de la conducta sádica .................................................................... 5
2.1. Kurt Schneider (1913,1950) ...................................................................................... 5
2.2. Theodore Millon (1969).............................................................................................. 6
2.3. Erich Fromm (1973) ................................................................................................... 6
2.4. Hurcker (1997) ............................................................................................................ 7
3. Evaluación y diagnóstico del trastorno............................................................................ 7
3.1. Diagnóstico del trastorno........................................................................................... 7
3.2. Evaluación del trastorno ............................................................................................ 8
3.2.1. Inventarios ........................................................................................................... 8
3.2.2. Entrevista inicial (Carrobles, 1985) .................................................................. 9
4. Prevención ........................................................................................................................... 9
5. Programas y Técnicas de Intervención ........................................................................... 9
5.1. Técnicas de intervención ......................................................................................... 10
5.2. Programas de intervención ..................................................................................... 10
6. Conclusión ......................................................................................................................... 10
7. Opinión personal............................................................................................................... 11
8. Bibliografía ......................................................................................................................... 11

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MALENTENDIDOS DE LAS DSMS-IV Y 5: REVISIÓN E INTERVENCIÓN DEL
TRASTORNO DE SADISMO

Almudena Pina Sánchez

Universidad Católica de San Antonio de Murcia

Resumen: Este artículo repasa las definiciones existentes en el DSM- V de las


diferentes parafilias, centrándonos en los cambios acontecidos a lo largo de las últimas
tres DSM (DSM-III-R, DSM-IV y DSM-5) y la coetánea CIE-10 sobre el Trastorno de
Sadismo sexual. Del mismo modo, también se mostraran algunas de las posibles
técnicas aptas para tratar el trastorno mencionado planteando para ello, el estudio de
un caso.

Palabras clave: Parafilias. Trastorno de sadismo sexual. Trastorno sádico de la


personalidad. Trastorno sadomasoquista. Psicópata explosivo.

Abstract: This article reviews the existing definitions in the DSM-V of the different
paraphilias, focusing our attention on the changes that have occurred over the last
three DSM (DSM-III-R, DSM-IV and DSM-5) and the ICD-10 on the disorder of sexual
sadism. In the same way, it will also be shown some of the possible techniques
suitable to treat the disorder mentioned pose to do this, a case study.

Key Words: Paraphilias. Disorder of Sexual sadism. Personality sadistic disorder.


Sadomasochistic disorder. Explosive psychopath.

Introducción

Para poner un poco al día sobre este, tan extraño como polémico,
trastorno, antes me veo en la obligación de contar un poco de su nacimiento e
historia. Eso sí, de la forma más breve que pueda.

El Trastorno de sadismo, ya prefieran llamarlo sexual o de personalidad,


ha existido desde el primer momento en que el ser humano comenzó a dar
señales de su retorcida mente. A pesar de que el Marqués de Sade fuera el
primero en atreverse a mostrar esa conducta en sus escritos, nadie se atrevió a
clasificar la crueldad gratuita como sadismo hasta que debutó por vez primera
en el Dictionnaire Universel (Boiste, 1835). En este documento, Boiste (1835)
describe el sadismo como “una aberración espantosa del desenfreno; un
sistema monstruoso y antisocial que muestra la naturaleza”. Unos años
después, en 1897, Bloy escribió en el mismo documento, que el sadismo es “la
perversidad del individuo que obtiene placer del sufrimiento”.

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El momento de máximo esplendor del sadismo como término no clínico,
todavía, fue de la mano de un estudio que hizo el psiquiatra alemán Richard
von Krafft-Ebing (1886-1965) sobre esta claro de comportamientos anómalos
en base a lo que él había leído en las historias del Marqués de Sade. Este
autor explica los términos sadismo y masoquismo como “la experimentación de
sensaciones sexuales placenteras (incluido el orgasmo) producida por actos de
crueldad y castigo físico, que se aplican a sí mismo y a otras víctimas, sean
animales o seres humanos” (Pardo, 2010, p. 81).

Ya en 1987, el DSM o también conocido como Manual diagnóstico y


estadístico de trastornos mentales lo incluyó como Trastorno sádico de la
personalidad en su tercera versión.

Desapareciendo como trastorno de la personalidad en los DSM-IV y DSM-5, en


los cuales figura como una parafilia conocida como Trastorno de sadismo
sexual.

1. Definición y clasificación del trastorno

Según la quinta edición del Manual de Diagnóstico y Estadístico de


Trastornos mentales (DSM-5, 2013), las parafilias se distinguen en mayores y
menores. Ambas aparecen reflejadas en los cuadros (Cuadro 1 y Cuadro 2)
que se mostrarán a continuación.

Cuadro 1

Parafilias mayores
TRASTORNO PARIFÍLICO DESCRIPCIÓN

Exposición de los propios genitales a una persona extraña.


Exhibicionismo
El uso de objetos no animados para lograr la excitación
Fetichismo sexual.
El contacto y el roce con una persona en contra de su
Frotteurismo voluntad.
Someterse voluntariamente a humillación y abuso sexual.
Masoquismo Sexual
Participación en actividades sexuales con niños prepúberes.
Pedofilia
Perpetrar actos sexuales abusivos o humillantes para otra
Sadismo Sexual persona.
Vestirse con ropas del otro sexo.
Travestismo
Observar ocultamente a personas en actividades íntimas.
Voyeurismo

Cuadro 2

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Parafilias menores
DESCRIPCIÓN
TRASTORNO PARAFÍLICO
Excitación sexual al ver un miembro
Acrotomofilia (pierna/brazo) amputado
Excitación por imitar los manerismos
Adolescentilismo adolescentes
Excitación por sufrir la amputación de miembros
Apotemnofilia del cuerpo
Excitación sexual por estrangulamiento
Asfixiofilia
Autagonistofilia Excitación por ser observado desnudo
Excitación por ser expuesto a peligros mortales
Autasasinofilia
Véase “infantilismo”
Autonepiofilia
Mantener relaciones sexuales con animales
Bestiafilia
Excitación por la idea de ser violado
Biastofilia
Excitación por la inserción de un catéter
Cataterofilia
Excitación sexual por robar
Cleptofilia
Clismafilia Excitación sexual por recibir enemas
Coprofilia Excitación por ser ensuciado con heces
humanas
Excitación por ingerir heces humanas
Coprofagía
Excitación por atentar contra la vida de otro
Erotofonofilia
Excitación por tener insectos en contacto con
Formicofilia los genitales
Excitación ante personas notablemente mayores
Gerontofilia que uno mismo
Excitación por ver a un hombre imitar a una
Ginemimetofilia mujer
Excitación por tener relaciones sexuales con un
Hibristofilia criminal
Hipoxifilia Véase “asfixiofilia”
Excitación por vestirse y comportarse como un
Infantilismo niño
Misofilia Excitación por suciedad (tierra, polvo, lodo, etc.)
Excitación por ver a uno mismo o a su
Mixofilia compañero en coito
Excitación por un tipo de cuerpo (enano, obeso,
Morfofilia bajo, etc.)
Excitación sexual por narrativas obscenas
Narratofilia
Interés en mantener relaciones sexuales con
Necrofilia cadáveres
Olfactofilia Excitación por olores corporales (secreciones
vaginales, etc.)
Pictofilia Excitación por pornografía

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Interés en mantener relaciones sexuales con
Somnofilia personas inconscientes
Excitación por tatuajes
Stigmatofilia
Excitación por orinar sobre otra persona, o
Urofilia viceversa
Zoofilia Excitación por actuar como un animal (ladrar,
llevar correa)

Para finalizar este apartado, explicaré que según las últimas ediciones
del DSM (DSM-IV, 1994, DSM-5, 2013) el trastorno de sadismo sexual se
define como “excitación sexual intensa y recurrente derivada del sufrimiento
físico o psicológico de otra persona, y que se manifiesta por fantasías, deseos
irrefrenables o comportamientos”.

En la décima edición de la Clasificación Internacionales de


enfermedades (CIE-10, 1992) este trastorno está clasificado como Trastorno de
Inclinación Sexual en el apartado F65.5. Sadomasoquismo, donde se describe
como “una preferencia por actividades sexuales que implican el infringir dolor,
humillación o esclavitud. Si el enfermo prefiere ser […] el que lo ocasiona, se
trata entonces de sadismo”.

Eso sí, no sin añadir a la definición anterior que “el sadismo sexual es
difícil de distinguir de la crueldad en situaciones sexuales o de la cólera no
relacionada con el erotismo. […]”.

2. Teorías sobre las causas de la conducta sádica

Las causas de la conducta sádica son, a día de hoy, desconocidas. Pero


hay numerosas teorías acerca de este curioso tema, la mayoría de estas
teorías tienen que ver con la conducta sádica en el ámbito de lo personal y no
tantas de lo sexual. A pesar de haber bastantes de estas teorías, he escogido
cuatro de las que me parecieron más interesantes.

2.1. Kurt Schneider (1913,1950)


Este psiquiatra alemán, más conocido por sus trabajos sobre la
esquizofrenia, elaboró una escala en la que ordenó a los distintos tipos de
psicóticos en función de su grado de imputabilidad.

Schneider (1913, 1950) clasificó a dichas personas en psicópatas


hipertípicos, psicópatas depresivos, psicópatas inseguros de sí mismos,
psicópatas fanáticos, psicópatas necesitados de estimación, psicópatas lábiles

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del estado de ánimo, psicópatas explosivos, psicópatas desalmados,
psicópatas abúlicos y psicópatas asténicos.

Para Schneider (1913, 1950), los sádicos iban incluidos en psicópatas


explosivos. Estos psicópatas, señalaba, son perfectamente responsables de lo
que hacen, la mayoría eran mujeres, eran sujetos que se enfadan y/o agreden
físicamente sin un motivo contundente.

Un ejemplo de esto serían los grupos de mujeres adolescentes que


presionan a otras chicas, las insultan e incluso agreden en las duchas por tener
un tipo de cuerpo, según ellas, despreciable.

2.2. Theodore Millon (1969)


Millon (1969) afirma que las características de una personalidad sádica,
o según él, agresiva son las siguientes: irritabilidad y respuestas explosivas
porque tienen una muy baja tolerancia a la frustración (afectividad hostil), les
echan la culpa a los demás de sus ideas maliciosas (proyección cognitiva), se
sienten orgullosos de sus maneras inflexibles y de la intensidad con la que la
llevan a cabo (autoimagen afirmativa), intimidan, disfrutan con el sufrimiento ya
sea psicológico o físico de sus víctimas y buscan venganza por la mínima
conducta contraria a ellos.

Cuando sienten que tienen poder sobre la otra persona se crecen,


volviéndose aún más incompasivos para asegurarse de esa manera que su
víctima no va a poder ni intentar escapar siquiera.

Para este autor, los factores que podrían influir en este trastorno son la
herencia genética y la vulnerabilidad psicológica de este tipo de individuos
hacia este determinado tipo de situaciones. Este tipo de gente nace con unos
genes determinados que los condicionan para sentir atracción hacia este tipo
de conductas y cuanto antes se les presenten determinado tipo de situaciones,
antes se comenzará a desarrollarse el comportamiento sádico.

Por estos motivos, determinado tipo de niños que han sufrido, o han
presenciado, algún tipo de agresión, son más sensibles a reproducir dicho
patrón de comportamiento enfocándolo hacia otras personas que no tengan
relación directa con lo ocurrido.

2.3. Erich Fromm (1973)


El señor Fromm (1973) defendía que el sadismo no era solo un
comportamiento sexual, sino que forma además parte de la personalidad.
Según él, el objetivo principal de este tipo de individuos es causar dolor físico o
mental hasta que su presa se sienta al extremo de la muerte, indistintamente
de si se trata de un ser humano o de un animal.

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Añade que las personas sádicas prefieren herir los sentimientos de las
personas a las que agreden, ya que el daño infringido por las palabras causa
un daño más potente que el causado por el dolor físico.

Un ejemplo de lo que dice este autor sería la forma de planear los


asesinatos del asesino en serie de las películas “Saw”. El asesino quiere matar
a sus víctimas, pero antes quiere que pasen un intenso miedo psicológico.
5

2.4. Hurcker (1997)


Este autor dice que existen ocho clases de sadismo sexual: Asesino
lujurioso, mutilación de un cadáver, lesiones a una mujer mediante puñaladas,
flagelación, la violación de una mujer, sadismo simbólico, sadismo idílico,
sadismo mediante el uso de objetos y actos sádicos con los animales.

Este autor defiende el carácter sexual del sadismo. No sé si se


acordarán de “La Familia Adams”, resulta que en esta serie salía un claro
ejemplo de sadismo y masoquismo sexual tal y como lo describe Hurcker
(1997): los juegos y comentarios íntimos de Gómez y Morticia Adams.

3. Evaluación y diagnóstico del trastorno

En contra de la lógica, todas las formas de evaluación y diagnóstico que se


verán abajo tratan el problema del sadismo desde el punto de vista de pareja y
desde el plano de lo sexual. Cuando este comportamiento se puede presentar
en cualquier contexto aun fuera de la pareja.

3.1. Diagnóstico del trastorno


Para llevar a cabo un el diagnóstico de este trastorno hay que tener en
cuenta la características enumeradas en las últimas DSM (DSM-III-R, DSM-IV y
DSM-5), más concretamente las que aparecen en la DSM-III-R que es donde
tuvo su primera aparición como trastorno. Para tratarse de un trastorno de
sadismo tendría que poseer, el individuo, tres de las siguientes características:

A) Un patrón general de trato cruel, degradante y agresivo comportamiento, a


partir de la edad adulta, como se indica por la aparición repetida de al menos
cuatro de los siguientes:

•Ha utilizado la crueldad física o la violencia con el propósito de establecer el


dominio en una relación

•Humilla o degrada a las personas en la presencia de otros

•Ha tratado o castigado a alguien bajo su control inusualmente áspero

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•Es divertido por, o se complace en el sufrimiento psicológico o físico de los
demás

•Ha mentido con el propósito de perjudicar o causar dolor a los demás

•Obtiene otras personas a hacer lo que él o ella quiere por asustarlos

•Restringe la autonomía de las personas con las que él o ella tiene estrecha
relación

•Está fascinado por la violencia, las armas, las artes marciales, lesiones o
torturas

B) El comportamiento en A no se ha dirigido hacia una sola persona y no ha


sido únicamente con el propósito de la excitación sexual (DSM-III-R, 1987).

3.2. Evaluación del trastorno


La evaluación del sadismo consta de dos partes: algunos cuestionarios
o inventarios, y una entrevista. Hay en unos cuantos cuestionarios para
detectar problemas sexuales, el problema es la búsqueda de datos sobre
dichos cuestionarios. Lamento decir que por mucho que busqué, no he podido
encontrar demasiada información sobre ellos, a duras penas he podido
recopilar datos acerca de sobre qué se tratan.

3.2.1. Inventarios
Sirven para detectar cualquier tipo de parafilia y a ser posible, también
su naturaleza. A continuación se encuentran enumerados seis inventarios que
nos servirán para obtener información acerca de la sexualidad del individuo, de
sus actitudes hacia el sexo, su forma de manifestar la conducta sexual y sobre
cómo se desenvuelven dentro del ámbito de la pareja. Algunos de los test que
me habría gustado poner, no he podido porque están descatalogados por estar
basados en el DSM-III-R.

Cuestionario de Mitos y Falacias Sexuales (McCary, 1996): Este test


trata de evaluar cuan equivocado está el individuo con respecto al tema del
sexo en la sociedad contemporánea debido a falsa información dada durante la
infancia o por falta de información.

Inventario de Interacción Sexual (Lo Piccolo y Steger, 1974). Este test


trata de evaluar la satisfacción y el ajuste heterosexual mediante la puntuación
de cada miembro de la pareja sobre 17 conductas sexuales específicas.

Inventario de Placeres Sexuales (Annon, 1975). Este test se encarga de


evaluar la excitación, los sentimientos y placeres del individuo cuestionado.

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Inventario de Temores Sexuales (Annon, 1975). Este test evalúa la
magnitud del miedo, malestar o angustia expuesta ante la experiencia del acto
sexual. Existe un formato específico para cada uno de los sexos.

Inventario de Respuestas Sexuales (Pion, 1975). Este test es capaz de evaluar


el conocimiento sexual, las actitudes y las experiencias sexuales pasadas y
presentes del individuo o pareja de individuos evaluados.

Índice de la Función Sexual Femenina (FSFI, 2003). Resulta útil para


recopilar información del individuo durante una primera evaluación y estudios
epidemiológicos acerca de lo que podría ser el problema. A groso modo, sus
resultados explican si existe algún pretexto contra la mujer tanto en la cama
como en el día a día.

3.2.2. Entrevista inicial (Carrobles, 1985)


Esta entrevista se puede hacer de forma individual o en pareja. En ella
se describe el problema, los posibles factores orgánicos, si hay algún trastorno
psicopatológico comórbido y el nivel de motivación y compromiso que procesa
el individuo o pareja de individuos hacia la terapia. También son útiles para
detectar cualquier tipo de parafilia.

La terapia de pareja se trata de un proceso más largo en el que cada


miembro de la pareja tendrá que contar al terapeuta, por separado sobre: El
ambiente familiar, la religión en la que han sido educados, experiencias
sexuales tempranas, educación sexual y primeras experiencias acerca del
tema (sueños, fantasías, masturbaciones…), primeras y posteriores
experiencias sexuales en pareja, posibles relaciones fuera de la pareja,
comunicación sexual entre la pareja, estilo de vida de cada miembro, primera
aparición del problema e intentos de solución del mismo.

4. Prevención

Al ser un trastorno con unas causas de desarrollo tan difusas, resulta


difícil de concretar un programa de prevención y haciendo únicamente posible
su intervención. Lo curioso esque esto hace más accesible usar técnicas de
prevención como las que aparecen a continuación, basadas en el
condicionamiento aversivo, la reestructuración cognitiva y Biorretroalimentación
(Biofeedback).

5. Programas y Técnicas de Intervención

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Las técnicas para la intervención de este trastorno son de
Condicionamiento Clásico y Cognitivas. Los programas son de carácter
operante y social.

5.1. Técnicas de intervención


Técnicas de Condicionamiento Clásico: La técnica clásica más utilizada
para tratar este trastorno es la sensibilización encubierta. En esta técnica se le
pide al paciente visualizar escenas participando en una conducta sádica, y
cada vez que lo haga se le cambiará a una imagen mental que le resulte
desagradable.

Técnicas Cognitivas: El psicólogo tiene que identificar y mostrar


vivencias de conductas irracionales del mismo paciente. Una vez logrado esto,
se debatirá con el paciente acerca del sentido que tienen esas conductas.

5.2. Programas de intervención


Biorretroalimentación (Biofeedback): Para la realización de esta técnica
se utiliza un aparato llamado penil plethysmograph o “falómetro”. Este aparato
mide los cambios en la circunferencia del pene y presenta sus cambios
mediante unas luces que se iluminan en función de la excitación del paciente.
Durante esta técnica se le mostraran al paciente escenas sádicas y el paciente
se tiene que esforzar por mantener encendida la luz correspondiente a la baja
excitación.

Técnicas de Masturbación: Se le pide al paciente que visualice imágenes


no sádicas cuando se masturbe, de esta manera quitar la conexión de dichas
imágenes con el placer sexual.

Adiestramiento en Empatía: Se trata de concienciar al sádico sobre los


efectos que tienen sus actos sobre los demás. Para ello se llevan a cabo las
siguientes pautas: la identificación de la víctima, identificación del acto
victimizador, identificación del daño, inversión de roles y desarrollo de la
empatía basándose en lo vivido en los anteriores pasos.

6. Conclusión

A modo de resumen, se podría decir que se entiende esta conducta


como un trastorno de carácter meramente sexual actualmente más frecuente
en hombres que en mujeres, de causa aún desconocida así que no queda más
remedio que tratarla con técnicas conductistas de tercera generación o de
segunda generación, tales como las terapias aversivas o la sensibilización en
cubierta. Además de alguna técnica de carácter cognitivo. La prevención se

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convierte en una tarea realmente ardua tras despojar este trastorno de su
original carácter.

El concepto de Trastorno de sadismo ha cambiado mucho desde la


DSM-III-R debido a que los abogados utilizaban la excusa de que se trataba de
un trastorno de personalidad con el fin de restarles años de condena a sus
clientes acusados por abusos machistas, malos tratos y demás actos
inmorales.

Con esta anulación, el test de Millon (Cuestionario Clínico Multiaxial de


Millon-III [MCMI-III]) y del Cuestionario Diagnóstico de la Personalidad-
Revisado (PDQ-R) fueron descatalogados, y por lo tanto inútiles para detectar
este tipo de trastornos de personalidad, por estar basados en el DSM-III-R.

7. Opinión personal

Sinceramente, este tema no lo cogí pensando en el best seller actual


(que no logro entender por qué se ha vendido tanto esta pantomima) basado
en la fantasía deformada, y aborto de BDSM, de la autora de 50 Sombras de
Grey, ya que según mi criterio de sadismo esa novela no lleva ni a proyecto del
mismo trastorno sexual.

Este tema me lleva interesando desde bachillerato debido a un trabajo


que hice acerca del comportamiento y pensamiento de los psicópatas. Yo diría
que incluso de antes de eso. Dicho esto, no estoy nada de acuerdo con que en
las últimas dos DSM se haya clasificado a esta forma de actuar como sexual.

Para mí, este trastorno es de personalidad, es decir, se nace con él y se


lleva a cabo con el fin del delincuente de causar dolor hacia el sufrimiento de su
víctima. Sin excitación sexual ni nada por el estilo. Al poner este trastorno como
parafilia no se le da la importancia que realmente tiene esa conducta, se ha
suavizado el trastorno en exceso. Si la gente de este tipo no va al psicólogo es
porque les gusta esa forma de comportarse y no se arrepienten del dolor
causado, como he explicado en el apartado de teorías de los labios del autor
Millon (1969).

8. Bibliografía

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