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l. ¿QUÉ BIBLIOTECA?
Todo ello con el fin de responder a las necesidades de sus usuarios y_de conquis:.
tar otros nuevos, de permanecer en el tiempo y de modificarse según sus necesidades,
estableciendo una relación más estrecha e incisiva con el territorio que en el pasado,
El mecanismo puesto en marcha, que tiende a favorecer una evolución no sólo
cuantitativa, sino también cualitativa de los usuarios, exige ~a adecuación conti-
nua de la biblioteca. De ~hí la concepción de «organismo en movimiento~, que se
desarrolla en el tiempo y exige un control constante de sus niveles de funcionamiento,
para adecuarse a un conjunto más amplio de usuarios, a su vez, más exigentes. ! .
Durante es~ _años, la o~ganización _de las bibliotecas en sistemas se ha mostrad~
indispensable para poder a}CqIIZar niveles elevados de servicio. En el sistema, la biblio-
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ii:
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teca pública com:ibe c;onio ~l terminal ·de ~a red muy amplia, que tiene por fin ofre-
~:
cer prestaciones de mayor calidad que la q~e podr~ g:µantizar un servicio ais~ado. .,
··1.·:
Por el carácter de ,cguía), que alguna~ bibliotecas pu~den tener con respecto
a otras. y poda.mayor dimensión de sus colecciones, éstas prefiguran un papel
.L
que potencialmente está al servicio del sistema en su conjunto. Se distingue, así, L
en el interior de cada sistema, una biblioteca central de otras periféricas, coo_rdi-
nadas y alimentadas por la primera.
. .
1
La IFLA·(o FlAB, Fcderaci6ñ Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios> las disángue den-
ero d~ la. ~ección cBiblioteeas públicas», con la expresión «bibliotecas que sirven a un público general».
-.~·· .
l QüE BIBLIOTECA
2
Véase la descripción de la biblioteca. pública eri M. Brawne: Biblioteche, Milán, 197~, pág. 32.
1. QUÉ _BIIllllJTE.C:\ . [15j
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·1 Informal. lndMdual J. indwldual
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SOPORTES GRAFICOS
Y SONOROS
Usuarias que no
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individual
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Las distintas exigencias de !ectura pueden corresponderse con 20 ~odos diferentes de diseñar el· ·11
espacio de lectura. Pueden sumarse a éstos otros 21 tipos de espacio para el acceso a la información .. ~
en soporte no libresco, pudiendo, por tanto, distinguir41 unidades de acceso a la información. 1
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. 1. Ql, F. 1\IISl.h ~n..:: \ ; !-7 1
111 ,is ;., ri1e1ios_ form~lizád~1s, pero mui.disrit\ras enti;-e s~,. h::i.ce·q-~é-Ia ·,~o_dal'idad de:.
- .t~Cé'S<~ a la.infor.maci6n v~nga. ya predefiniifa ilectu~a inform~l, -Ie_ctur_;l sis~emáti-
c:i_. l!rC}. En rcladóri.con ~ua, los espa.:ios par:1- la lectura requiere~ hoy én día una
.uficul:ldón mayor que en el pasado.
:1.ú. s..~la monofuricional de. lectura, e_quipada con mesas de uñ· único rama~o,.
cami.:~;riza, por lo general, nuestr_as bibliorecas públicas._ E~ ~on;ecuencia, ~eber_á.
articularse· .:_incluso en las bibliotecas pequeñas- no sólo subdividiendo la moda-
_lid:.id de acceso a la informa~ión en función del tipo de soporre (libro, revisrn, perió-
:ilko, disco, etc.) o de los grandes grup_os de usuarios (adultos e infantiles), sino tam-
bién del tipo de lectura: estudio· individual (sobre uno o ~ás soportes), lectura no
formalizada, trabajo en grupo, etc.
Con una mayor diferenciaciói:i de los espacios se contrapone, en cambio, la ten-
Jcncia a no disgregar la colección y a disponerla para el acceso libre, reduciendo la
sl!paración_ física entre los distintos tipos de soporte.
La velocidad de uso comporta un protagonismo maybr de las máquinas y,
sobre codo, del personal, en la búsqueda rápida de la información. Y además exi-
ge una conformación-distinta del espacio (facilidad de orientación, sencillez de los
itinerario,;, señalización, etc.).
Las dinámicas asociativas conllevan, de un lado, la presencia d_e espacios para un
disfrute colectivo de la información--en grupos pequeños y medianos-, destinados
sobre todo a los usuarios en edad escolar y, de otro, espacios para reuniones~ en~uen-
tros, debates, que deben ser complementarios con los que se destinan a la lectura.
Las exigencias de flexibilidad que imponen las posibles variaciones tanto del núme-
ro como de la calidad de los usuarios y de sus necesidades, reclaman una tipología es- .-
rrucrurada con menor rigidez y adaptada a mia hipótesis de funcionamiento prefijada.
J.as modalidades de funcionamiento hasta ahora descritas suelen resultar váli-
das tanto para las bibliotecas pequeñas como para las grandes. En municipios con
un número reducido de habitantes, la biblioteca, de un tamaño siempre restringid_o,
se caracteriza menos por la correspondencia entre forma y función, al comrario de
lo._ que sucede en los servici<?S de mayores dimensione~. El tamaño r~dq.c;::idq_ y el rpenor
número de us-uarios requiere una mayor integración de los espacios y u~a mayor
superposición y alternancia de las funci~nes. .
Paradójicamente, desde el punto de vista del funcionamiento, el diseño de un
servicio de pequeñas dimensiones puede resultar más complejo.
La hipótesis en la que se basa el tr:;ibajo ·que desarrollam0s es, po~· tanto, que,
en la sin,ación italiana, caracterizada por la abundancia de municipios de pequeño
:o¡s:::-:n DE lllULIOTEC,\S.
----~--------~--~---·-· Y._.q}_e,~jg__ t_~-~-~él!!<?... (P_~_!_ ~eb~j~ de los 20.0ÓO o 15.000-habitancest, ante. lá pobreza
del"servicio y la" carep.ci9- toral de r~cursos económicos, el plan de desarrollo ddas .
bibliotecas públicas debe ponerse c~mo objetivo una ev9lucióñ gradual suscenr_ada _
en rre; frentes :_dota~iones, esp~~i~s y persónal- y ·que ·i:i"end~ ·a ~levada pro-
ducfrvidad de las i~versÍone; ·...:...focl~so ~n e_l e;aso-de _las bibliqtecas p~queñas. D~
hech~ no paree~ que,'por ahora, tan.to en 1~ que~~ ,refi~r~ ll dót~ci9ri de.~sp~cios
como de f~ndos, se púedan poner en prá_cticq. c:(á.us.piciar avances im.pbrtanres. Más
· aún, mientra~ .no h_á,ya instrumentos de control de la actualización y eficacia del ser-
vicio, ni programas de formación del personal _debidament~ enfocados, ni indica-
ciones normativas más precisas en ~uantó ':iÍ-diseño.
EL CONTEXTO NORivlATIVO
El proceso que hem~s reseñado ha provocad-o una serie de redefiniciones que afec-
tan también al plano teórico y normativo.
Parece evidente que en el ámbito de la arquitectura es necesario contar con
una definición tipológica de la biblioteca pública que supere los esquemas del pasa-
do y tenga en cuenta la necesidad de conrinu~s adaptaciones en: el tiemp~ a dis-
tintas exigendas de funcionamiento. ,t
Puesto que la biblioteca pública se configura como respuesta a un cuadro de :1
necesidades y de recursos que pueden ser distintos en cada contexto territorial, la ]
j
organización y la dimensión de los espacios puede ser tan diversa como los pro- j
gramas de funcionamiento. ·j
Para una situación tan mu~able no ~e pueden ofrecer normas rígidas ni unifor- ·1
mes. Pero esto no quiere decir que nó sean útiles tanto una normativa urbanística, J
como unas indicaciones preclsa·s sobre los niveles mínimos d~ funciona~ento {la :·l
do~ación mínim~ de fondos, de personal o de espacios). . ·. J
Si la biblioteca públic;a se configura como una jera¡quía abierta de funciones, j
que se deben revisar y actualizar cada cierto tiempo, también el marco normativo 1
<leberfa e.:t2.t ccnsdtuid0, antes qu,; por una _tabla dt! ciifa.s, por Uil. cua.4t~ abiert_o ,i
de prestaciones que se deberían respetar en la é:onfiguración espacial. :¡
En Italia no hay ninguna normativa específica y detallada para el diseño de las J.
bibliotecas. Ello conlleva graves riesgos para la calidad de las intervenciones, bas- ~
tante heterogéneas y a menudo equivocadas con respecto a los objetiv9s que el ser- ~
vicio se impone, y el consiguiente derroche de ·10s recursos, ya de por sí exiguos. j
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J. Qt.: F. lllBLIOTF.(;A f l~I
Las regiones·, incluso la~ más desarrolladas, no 'se aÚiesgan a legislar s~bre ·1a
· 1~1areria, aun c~ando ya ha-sid~ suficiememénte adv~;tida la ~ecesidaq ~na ·IJ.o·i-- · de
mariva qué sirva como inst.tumenro de guía y corirrol del proyec~o~. . ·· ·
·Puesto qt.ie c:o~sidera'rnqs.que, en er' ~omento ac~~al de desarroll~ de fa~· biblio:--
recas públi~as, ·i;sca carenciá. de parámerrris de control de ~a planificación y-diseñ.o de
fas· incervenciémes es su,m::unente peligros~, parece oportuno inr~nca.r lle.~~ ·ese ·v~d~.
·Tom~ndo las ideas ~re~ógida~ eñ la amplia literatura intern~dónal, se ·a~e~u~n. a lá°.
siruación imliana algunas indicaciones y normas·de acruadó[J. para programar el ser-
\•icio, planificar ios espacios y seleccionar el mobiliario y los equipamientos .
.En este sentido, han sido valiosas las indicaciones que-ofrece e~;Ft,~~biro inre~-
.nacional la IFLA. Hemos comprobado lo inútil que es intentar definir con los esrán-
dare·s cuantitativos precedentes3 una norn:ias generales de actuación para sifuacio-
nes que se presentan en países muy distintos. Por ello, se han redeffnido y actualiza~o.4
. La nueva formulación ofrece consejos, y no reglas, para interpretar y adecuar local.;.·
menee las indicaciones emanadas del ámbito Internacional.
Estas nuevas indicaciones constituyen la definición oficial de las prestaciones· de
la biblioteca pública moderna, que configuran un marco lo más act~alizado posible,
pero abierto a futuras redefiniciones. ··