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l. ¿QUÉ BIBLIOTECA?

En el sector J.:>úblico, a la biblioteca histórica que se dedicaba a la cpnservación de


los fondos y que, por lo general, tenía una gestión estatal y un ámbito nacional,
poco a poco s~ han ido añadiendo un número cada vez mayor de nuevas bibliote-
cas dependientes de los entes loeales. '· .
Se ha configurado así uná situación áueva, que ha ido madurando a lo ~argo de ..,
las últimas décadas. La división administrativa y territorial le ha impuesto una dife- ..
renciación progresiva ae sus cometidos, acentuando en las bibliotecas públicas muni- ·:·
cipales los de divulgación y- promoción cultural.
. Pero hay aún una situación intermedia, ~epresentada po~ las'.numerosas biblia-.·-~-
tecas municipales que proceden de antiguas institu~iones y cuentan con importantes ··.
colecciones históricas. En esta fase de desarrollo hacia servicios dé documentación
e información más articulados, y tras un largo periodo de confusión sobre su pro-
pio papel -lo que, en algunos casos, las ha llevado a la parálisis-, esas últimas tien-
d.en hoy en día a desdoblarse. Así, generalmente, la sección histórica p_ermanece en
la sede originaria de. la biblioteca, y la sección moderna se ubica en ~a sede pre-
ferentemente contigua, en la que se ofrecen los materiales de adquisición más recien-
tes y que no tienen estrecha relación con las áreas temáticas de· la colección antigµa.
La falta de acuerdo sobre una definición que distinga a l~s bibliotecas de menor
escala de otras, demuestra la dificultad que se ha encontrado en estos años no tan-
to para señalar sus nuevas perspectivas de desarrollo, sino para hacerlas rentables
en contextos territo_riales y en situaciones ~eterogéneas. Ello sin tener en cuenta la
incongruencia entre una· definición estática y la naturaleza mudable de este orga-
nismo en continua evolución.
Antes que defi.µiciones como «bibliotecas de ente local», que hace referenc.ia al
ámbito territorial y a su aspecto administrativo, o «bibliotecas de base», en referen-
_., ' .,,, ' .~~

[121 DISE~O DE.RIBLIOTEC:AS

cía a la pifusión y. al .nh·el de·ia"~ícima µnidad territorial, así c;mó a la generalidad.·-_.


de Sl,1S USUa~ios,· Se ha preferido·n'~rrnalmente la exp¡~SÍÓn. '' bibliotecas de .1éctur.a .·
-. · · · pública>)·, con la que
paiece reafirmarse.el cará~ter,.c~rirra.,l del libro·; o bien I~· d~. _
«b_ibliotecas modernas», para djferénciarlas de las históricás. 1 . . .

~Íi urr intento de geqeral~_zar, se pueden destácái. junto al cometido tr~dici~nál.


de.iuini:izar µn sistema ~rganiz~do,·de recorrid~s-bibliográficós y docui:nentátes, ~~
función de
distintas necesidades de información, 'formación o estudi~; otros papeles·
significativos, por los cuales se tiende a definir:este servicio básico: ..
.,
a) constituye el centro de documentación de la historia local;
b) se propone como centro de selección y clasificación de la información de
· utilidad pública; -..
e) se convierte en centro activo de promoción de.la lectu~;·, urilizando r~sl;lf-
sos multimed_ia;
d) y se coraligura como polo de iniciativa cultural y, sobre todo, 9e conexión
entre las producciones culturales del tertjtorio. ·

Todo ello con el fin de responder a las necesidades de sus usuarios y_de conquis:.
tar otros nuevos, de permanecer en el tiempo y de modificarse según sus necesidades,
estableciendo una relación más estrecha e incisiva con el territorio que en el pasado,
El mecanismo puesto en marcha, que tiende a favorecer una evolución no sólo
cuantitativa, sino también cualitativa de los usuarios, exige ~a adecuación conti-
nua de la biblioteca. De ~hí la concepción de «organismo en movimiento~, que se
desarrolla en el tiempo y exige un control constante de sus niveles de funcionamiento,
para adecuarse a un conjunto más amplio de usuarios, a su vez, más exigentes. ! .
Durante es~ _años, la o~ganización _de las bibliotecas en sistemas se ha mostrad~
indispensable para poder a}CqIIZar niveles elevados de servicio. En el sistema, la biblio-
--
ii:
~

¡;
teca pública com:ibe c;onio ~l terminal ·de ~a red muy amplia, que tiene por fin ofre-
~:

cer prestaciones de mayor calidad que la q~e podr~ g:µantizar un servicio ais~ado. .,
··1.·:
Por el carácter de ,cguía), que alguna~ bibliotecas pu~den tener con respecto
a otras. y poda.mayor dimensión de sus colecciones, éstas prefiguran un papel
.L
que potencialmente está al servicio del sistema en su conjunto. Se distingue, así, L
en el interior de cada sistema, una biblioteca central de otras periféricas, coo_rdi-
nadas y alimentadas por la primera.

. .
1
La IFLA·(o FlAB, Fcderaci6ñ Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios> las disángue den-
ero d~ la. ~ección cBiblioteeas públicas», con la expresión «bibliotecas que sirven a un público general».

-.~·· .
l QüE BIBLIOTECA

Al di~eñarse_ un· papel nuevo.para las bibliotecas públic~s, se ha_ido aclarr.n4o


-r~mbién d '70I1~epto de·complement~e<lad entre éstas y las bibliotecas escolares, y
.·. ha surgido ~ni subdivisión precisa entre sus comeri~o~, al tiempo que la div_ersifi-
.cación. e-'integracfón de-sus parrimo·nios:· ·
. El servicio escolar elepé ofrecer c·9Iec~iones. esp.ecíficas de doc~mentcis qu~
· . compi~~an y soportan "Íos ·programas· didácricq~,- para satisfacer las necesidades de
irifo~máción-y d~cumentación.de ese áinbit~ ·concreto. La biblioteca p~blica, co~
un fondo más amplio, puede satisfacer demandas más extensas de los estudiantes,
y· pllede ·có'nrribu~r tambié~ a cubrir, e incluso a estimular, la demarida .de forma-
ción permanente de los docentes.
Entre los cometidos del servicio público está el apoyar la activLdé).d doce11te;
pero no puede convertirse éste en único, ni dejar de lado otras actividades «libres)•,
que los esmdiantes desarrollan autónomamente. Sólo en una fase de transición, en
la cuál las bibliotecas escolares se van e:strucrurando y las bibliotecas públicas van
ampliando la gama de sus usuarios, es posible concebir una organización del ser-
vicio de lectura pública condicionada por el uso preferente que del mismo hace
.este grupo de usuarios pr_ocedentes de_l mundo de la escuela, de ,!P,.Pmento~ más pró-
ximos y numerosos.
Al definir los programas del' servicio público es necesario reflexionar sobre los
contenidos actuales y las perspectivas de la educación básica, por un lado, y de la
educa~ión superior y universitaria por otro. Las reformas en marcha están provo-
cando modificaciones profundas en lo que respecta a los programas y tiempos de
uso, y ello supone nuevas exigencias en la prestación del servicio. Piénses~ -en lo
que han supuesto los profl+ndos ~ambios de los años sesenta y setenta en la esfera
educativa y, en consecuencia, el ~ayor reconocimiento atribuido a la investigación
y a las actividades colaterales. .
Pero también algo estt cambiando en las "bibliotec~s especializadas. El sistema de
bibliotecas universitarias se. encuentra en lenta expansión, debido al aumento pro~e-.
sivo de sus usuarios. Y se advierte también la necesidad de que se renueve y se prepa-
re para ser el soporte indispensable no sólo del estudio universitario, sino también de
Üna áctividad de formación permanente dirigida a un conjunto amplio de usuarios.
En nuestro país, la situación de estas estructuras todavía hoy está muy lejos del
model~ americano del library!learning center, entendido como organismo autóno-
mo de formación y adiestramiento en una rápida identificación de las fuentes de
. información, así como de soporte de programas individuales de aprendizaje y for-
mación, abiertos al conjunto. de la comunidad.
·~--.e e c--.c- e e- e e e·· e- -c;·:-c. e e _c_c c. e e e .c.,-c
[t-í 1 . -DISE.;;:o DE lllllLIOTEC:\S

· .. Con.codo, en el.mundo deI_'t~abaj~ y del~ Administr;cióri°públi'c:a, el p~pel


de la biblioteca está creciendo y 'desc~briénd~se ·com~- Ün· inst~urnento valioso
para la actividad l;iboral. . . . . . ..
El papel creciente de la inf9rmación y' la· documentación, de manéra especial en
r
esr~ sector de usu~~iosl ha pro~ocado -ia expansión 4el s~rvi~io la tendencia a tr~ns-
formar la biblioteca en centro de documentación~ Paralelamente se c:o.nsrata d ·pio:-.
gresivo. ~band~no de las tar~a~- d~ ~o~serva.ción de lo~ é.ioéumento~,,y la ampliación·.'
de las funciones de actualización, tratamiento y el3:boración ~e _la i~formación. Esto
comporta, a men.udo, una modificación progre:;siya del modelo de uso, por éuanto
~ue tienden a valorarse más fa.s·modalid¡d~~:de u~<? _a 4istancia de la irtfo~m~ción
tratada por el bibliotecario-documenralista. ::::,
La propia cu~ificación ~el personal queda redefini9a en estos casos por una
mayor expansión y cualificación de la ta~ea: de biliotecario a documentalista o
especialista de la información.

TENDENCIAS ACTUALES DEL PROYECro

Reduciendo el campo de atención a la biblioteca pública municipa~ se puede apre-


ciar que ésta se está configurando como un servicio muy difereñte y más dinámico
que aquel que conocimos en el pasado.
Para responder a unas necesidades informativas, culturales y recreativas en con-
tinuo crecimiento, y formuladas por categorías de usuarios cada vez más ricas y dife"
renciadas, la biblioreca pública ti.ende, o tenderá, a modificar su propia colección, tan-
to cuantitativa como cuálita.tivamem:e, amJ?liando la gama de soportes informativos
(desde libros, publicaciones periódicas y diarios, hasta impr~sos, fotógiafías, mapas,
discos, casetes, películas, vídeos 6 bancos de datos), así cóm~ la modalidad d·e acce-
~o mediante la progresiva inclusión de nueva,s tecnologías (desde el acceso directo tra-
dicional, mediante el préstamo y la consulta, hasta la lectura de microfichas)~
Al tiempo que se ha ido modificando el servicio y la e:antidad y calidad de la
colección, también la modalidad de_ ~so h~ experimentado profuµdas m<?difica-
ciones. El modelo de uso que estaba en el fundamento de la biblioteca pública se
basaba, desde hace ñempo, en la hipótesis de que un grupo muy reducido de per-
sonas iba a la biblioteca para sacar un libro en préstamo y leerlo en su casa,2 Este

2
Véase la descripción de la biblioteca. pública eri M. Brawne: Biblioteche, Milán, 197~, pág. 32.
1. QUÉ _BIIllllJTE.C:\ . [15j

. .:Uodelo de ~so de la biliote"ca pública h~· evol~cionado con· el tiempo, principal- : ·


n1t:nte, en tres direccione_s: : · ·. · · ·· · ·· · · ··
.. 1.. yana 1~ biblim;e,ca categoríás nµ~vas de- usuarios (a~cia~os, ~iños en edad:_
·.. pr~escoiar, niños en edad escola~ jóvenes, adultos)/ .
.Por lo que resp~~ra a la modalidad de.a~c~so a. la -~nformación -en -~i ca~o- · ·
(i:alian~- parece perf~l~s~: un_ ~aIJ.te_ni~ento d~ los pr~sramris (sobré. rodó .. · ·
:··. de la literatura) mientras que aumentan las consultas en sala. Esca básica-··
mente por dos motivos: primero, _porque la política bastanre limitada de
las adquisiciones y de los expurgas convierte a menudo lá é~f.e~cipn ~11 n_b~.o-
leta y no incentiva el préstamo. Bien distinta sería la actitud de los usua-
rios si fuera siempre posible encontrar y consulrar en la biblioteca, por ejem-
plo, todas las novedades edi_roriales. Además, de manera paralela a la falra
de actualización de la colección, se desarrolla la tendencía no sólo a la con-
sult~, sino también a la mera permanencia en la.sala para leer y estudiar
materiales propios, f~vorecida quizá por la carencia de espacios adecuados
en el ámbito doméstico o escola.t; o por la ·caracterización de la biblióteca
como espacio de socialización:Políticas eficaces de adquisición de' máre-
riales y políticas constructivas distintas podriari modificar estos modelos
de uso del servicio, manteniendo y revalorizando los aspectos positivos.
2. Se puede predecir además la tendencia hacia una v~locidacÍ creciente de.
la
uso de información; en particular, la de interés general y público y ll ..
que afecta a la vida de la comunidad, de las cuales la biblioteca debería
ser el centro de recepción y difusión.
3. Por lo que respecta a su papel en la sociedad como parte del conjunto de
los servicios públicos, la biblioteca se ha venido caracterizando como lúgar
de socialización y como polo activo de producción de actividades cultu~a-
les. En municipios pequeños y medianos, asume a menudo también el papel
de promover .y coordinar la producción cuitural del territorio, mientras que
en los municipios mayores hay una ceñdencia a lib~rarla.de esa·función,
que se confía a otras entidades externas a la _biblioteca.

Con independencia de su tamaño, c_ualquiera de estas tendencias provoca serias


modificaciones tanto en los modelos de gestión y de organización como en la con-
formación espacial y tipológica de la biblioteca.
La presencia e~ la sala de distintas categorías de usuarios (niños, estudiantes,
investigadores, becarios, etc.), cada una de ellas con solicitudes de información
. i
1 .,; LIBROS 'i ... PERÍÓDICOS
PUBUCAO0NES
!- f PERIÓDICAS

1 ~a::1 ~ra I u:aura Traba(o en i L¡ctura j Lecrura , t.ectura· i l-.!Clura


. ·SOPORTES

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Y SONOROS

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Las distintas exigencias de !ectura pueden corresponderse con 20 ~odos diferentes de diseñar el· ·11
espacio de lectura. Pueden sumarse a éstos otros 21 tipos de espacio para el acceso a la información .. ~
en soporte no libresco, pudiendo, por tanto, distinguir41 unidades de acceso a la información. 1

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. 1. Ql, F. 1\IISl.h ~n..:: \ ; !-7 1

111 ,is ;., ri1e1ios_ form~lizád~1s, pero mui.disrit\ras enti;-e s~,. h::i.ce·q-~é-Ia ·,~o_dal'idad de:.
- .t~Cé'S<~ a la.infor.maci6n v~nga. ya predefiniifa ilectu~a inform~l, -Ie_ctur_;l sis~emáti-
c:i_. l!rC}. En rcladóri.con ~ua, los espa.:ios par:1- la lectura requiere~ hoy én día una
.uficul:ldón mayor que en el pasado.
:1.ú. s..~la monofuricional de. lectura, e_quipada con mesas de uñ· único rama~o,.
cami.:~;riza, por lo general, nuestr_as bibliorecas públicas._ E~ ~on;ecuencia, ~eber_á.
articularse· .:_incluso en las bibliotecas pequeñas- no sólo subdividiendo la moda-
_lid:.id de acceso a la informa~ión en función del tipo de soporre (libro, revisrn, perió-
:ilko, disco, etc.) o de los grandes grup_os de usuarios (adultos e infantiles), sino tam-
bién del tipo de lectura: estudio· individual (sobre uno o ~ás soportes), lectura no
formalizada, trabajo en grupo, etc.
Con una mayor diferenciaciói:i de los espacios se contrapone, en cambio, la ten-
Jcncia a no disgregar la colección y a disponerla para el acceso libre, reduciendo la
sl!paración_ física entre los distintos tipos de soporte.
La velocidad de uso comporta un protagonismo maybr de las máquinas y,
sobre codo, del personal, en la búsqueda rápida de la información. Y además exi-
ge una conformación-distinta del espacio (facilidad de orientación, sencillez de los
itinerario,;, señalización, etc.).
Las dinámicas asociativas conllevan, de un lado, la presencia d_e espacios para un
disfrute colectivo de la información--en grupos pequeños y medianos-, destinados
sobre todo a los usuarios en edad escolar y, de otro, espacios para reuniones~ en~uen-
tros, debates, que deben ser complementarios con los que se destinan a la lectura.
Las exigencias de flexibilidad que imponen las posibles variaciones tanto del núme-
ro como de la calidad de los usuarios y de sus necesidades, reclaman una tipología es- .-
rrucrurada con menor rigidez y adaptada a mia hipótesis de funcionamiento prefijada.
J.as modalidades de funcionamiento hasta ahora descritas suelen resultar váli-
das tanto para las bibliotecas pequeñas como para las grandes. En municipios con
un número reducido de habitantes, la biblioteca, de un tamaño siempre restringid_o,
se caracteriza menos por la correspondencia entre forma y función, al comrario de
lo._ que sucede en los servici<?S de mayores dimensione~. El tamaño r~dq.c;::idq_ y el rpenor
número de us-uarios requiere una mayor integración de los espacios y u~a mayor
superposición y alternancia de las funci~nes. .
Paradójicamente, desde el punto de vista del funcionamiento, el diseño de un
servicio de pequeñas dimensiones puede resultar más complejo.
La hipótesis en la que se basa el tr:;ibajo ·que desarrollam0s es, po~· tanto, que,
en la sin,ación italiana, caracterizada por la abundancia de municipios de pequeño
:o¡s:::-:n DE lllULIOTEC,\S.

----~--------~--~---·-· Y._.q}_e,~jg__ t_~-~-~él!!<?... (P_~_!_ ~eb~j~ de los 20.0ÓO o 15.000-habitancest, ante. lá pobreza
del"servicio y la" carep.ci9- toral de r~cursos económicos, el plan de desarrollo ddas .
bibliotecas públicas debe ponerse c~mo objetivo una ev9lucióñ gradual suscenr_ada _
en rre; frentes :_dota~iones, esp~~i~s y persónal- y ·que ·i:i"end~ ·a ~levada pro-
ducfrvidad de las i~versÍone; ·...:...focl~so ~n e_l e;aso-de _las bibliqtecas p~queñas. D~
hech~ no paree~ que,'por ahora, tan.to en 1~ que~~ ,refi~r~ ll dót~ci9ri de.~sp~cios
como de f~ndos, se púedan poner en prá_cticq. c:(á.us.piciar avances im.pbrtanres. Más
· aún, mientra~ .no h_á,ya instrumentos de control de la actualización y eficacia del ser-
vicio, ni programas de formación del personal _debidament~ enfocados, ni indica-
ciones normativas más precisas en ~uantó ':iÍ-diseño.

EL CONTEXTO NORivlATIVO

El proceso que hem~s reseñado ha provocad-o una serie de redefiniciones que afec-
tan también al plano teórico y normativo.
Parece evidente que en el ámbito de la arquitectura es necesario contar con
una definición tipológica de la biblioteca pública que supere los esquemas del pasa-
do y tenga en cuenta la necesidad de conrinu~s adaptaciones en: el tiemp~ a dis-
tintas exigendas de funcionamiento. ,t
Puesto que la biblioteca pública se configura como respuesta a un cuadro de :1
necesidades y de recursos que pueden ser distintos en cada contexto territorial, la ]
j
organización y la dimensión de los espacios puede ser tan diversa como los pro- j
gramas de funcionamiento. ·j
Para una situación tan mu~able no ~e pueden ofrecer normas rígidas ni unifor- ·1
mes. Pero esto no quiere decir que nó sean útiles tanto una normativa urbanística, J
como unas indicaciones preclsa·s sobre los niveles mínimos d~ funciona~ento {la :·l
do~ación mínim~ de fondos, de personal o de espacios). . ·. J
Si la biblioteca públic;a se configura como una jera¡quía abierta de funciones, j
que se deben revisar y actualizar cada cierto tiempo, también el marco normativo 1
<leberfa e.:t2.t ccnsdtuid0, antes qu,; por una _tabla dt! ciifa.s, por Uil. cua.4t~ abiert_o ,i
de prestaciones que se deberían respetar en la é:onfiguración espacial. :¡
En Italia no hay ninguna normativa específica y detallada para el diseño de las J.
bibliotecas. Ello conlleva graves riesgos para la calidad de las intervenciones, bas- ~
tante heterogéneas y a menudo equivocadas con respecto a los objetiv9s que el ser- ~
vicio se impone, y el consiguiente derroche de ·10s recursos, ya de por sí exiguos. j
\j
J
~
j
.:~
t:
·... \
J. Qt.: F. lllBLIOTF.(;A f l~I

Las regiones·, incluso la~ más desarrolladas, no 'se aÚiesgan a legislar s~bre ·1a
· 1~1areria, aun c~ando ya ha-sid~ suficiememénte adv~;tida la ~ecesidaq ~na ·IJ.o·i-- · de
mariva qué sirva como inst.tumenro de guía y corirrol del proyec~o~. . ·· ·
·Puesto qt.ie c:o~sidera'rnqs.que, en er' ~omento ac~~al de desarroll~ de fa~· biblio:--
recas públi~as, ·i;sca carenciá. de parámerrris de control de ~a planificación y-diseñ.o de
fas· incervenciémes es su,m::unente peligros~, parece oportuno inr~nca.r lle.~~ ·ese ·v~d~.
·Tom~ndo las ideas ~re~ógida~ eñ la amplia literatura intern~dónal, se ·a~e~u~n. a lá°.
siruación imliana algunas indicaciones y normas·de acruadó[J. para programar el ser-
\•icio, planificar ios espacios y seleccionar el mobiliario y los equipamientos .
.En este sentido, han sido valiosas las indicaciones que-ofrece e~;Ft,~~biro inre~-
.nacional la IFLA. Hemos comprobado lo inútil que es intentar definir con los esrán-
dare·s cuantitativos precedentes3 una norn:ias generales de actuación para sifuacio-
nes que se presentan en países muy distintos. Por ello, se han redeffnido y actualiza~o.4
. La nueva formulación ofrece consejos, y no reglas, para interpretar y adecuar local.;.·
menee las indicaciones emanadas del ámbito Internacional.
Estas nuevas indicaciones constituyen la definición oficial de las prestaciones· de
la biblioteca pública moderna, que configuran un marco lo más act~alizado posible,
pero abierto a futuras redefiniciones. ··

·- ........... ' ..... -...... , . ... ~-

3 Véase IFLA: Standard for public libraries, Múnich, Saur, 1977.


~ Véase IFLA: G1tideliness for public übraries, Múnich, Saur, 1986.

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