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1. GENERALIDADES
Esta materia se encuentra regulada en el Libro II, “De los bienes, su dominio,
posesión y goce”;correspondiente a los artículos 565 en adelante del Código Civil.
En segundo lugar, resulta básico distinguir entre cosas y bienes, a las cuales se refiere
el legislador en su artículo 565, y que erróneamente, a nuestro juicio, éste hace sinónimos:
Las cosas,son todas aquellas que ocupan un lugar en el espacio. En particular este
concepto es aplicable a las cosas corporales, que pueden ser percibidas por los sentidos.
Pero resulta más complejo conceptualizar lo que vendrían a ser las cosas incorporales
(aquellas que carecen de una realidad tangible), que nuestro código iguala a los derechos,
ya que se debe tener presente que existen cosas respecto de las cuales no se puede decir que
son corporales, pero que tampoco consisten en derechos, nos referimos aquí a las
producciones del talento e ingenio, a las cuales hace alusión el artículo 584, y que la
doctrina ha denominado inmateriales.
Los bienes, son las cosas en cuanto son útiles al hombre y susceptibles de
apropiación. Por lo tanto, son dos requisitos los que deben cumplir las cosas para ser
bienes: tienen que ser útiles para satisfacer una necesidad o deben prestar alguna utilidad, y
deben ser susceptibles de apropiación.
La utilidad.Se entiende como la aptitud de una cosa para satisfacer una necesidad
del individuo o un interés cualquiera de éste, económico o no.
- La apropiabilidad. Se entiende como la necesidad de que sean susceptibles de
dominio, de poder ingresar al patrimonio de una persona, por ende tener propiedad
sobre los mismos.
Si están estas notas características podemos diferenciar una cosa de un bien. Dentro
del CC chileno si uno analiza sus disposiciones, la doctrina mayoritaria coincide en afirmar
que el legislador no distingue y emplea de manera indistinta la noción cosa y bien.
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2. CLASIFICACIÓN DE LAS COSAS
El derecho se ocupa de las clasificaciones de las cosas por diversas razones prácticas:
ii. Los requisitos para adquirir y enajenar no son comunes a todas las cosas; y
iii. Tampoco son iguales los actos que una persona puede ejecutar con las cosas que
están bajo su posesión.
o Cosas Corporales. “Las que tiene un ser real y pueden ser percibidas por los
sentidos” (por ejemplo, una casa o un libro).
o Cosas Incorporales. “Son meros derechos”, como créditos o servidumbres activas.
Un concepto propio de cosas incorporales es: Son aquellas que teniendo una entidad
abstracta son el resultado de una creación intelectual.
Partiremos el estudio de las cosas corporales, dentro de las cuales encontramos otra
de las clasificaciones importantes. Así el artículo 566, distingue entre:
- Cosas muebles.
- Cosas inmuebles.
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Es importante señalar que esta clasificación no solo se aplica a las cosas corporales,
ya que por aplicación del artículo 580 también es aplicable a las cosas incorporales (de ahí
dependerá el estatuto aplicable a los distintos derechos).
Lo que justifica que el legislador le haya dado tanta importancia a ésta distinción es
que siempre ha tendido a proteger con mayor intensidad los bienes inmuebles, lo que
obedece a razones históricas debido a que en la época de dictación del CC la importancia
radicaba en las cosas inmuebles (como fundos, terrenos y casas), no así en los muebles.
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se habla por regla general de bienes inmuebles, en cambio,la prenda recae sobre
bienes muebles.
Cuando por la ley o el hombre se usa de la expresión bienes muebles sin otra
calificación, se comprenderá en ella todo lo que se entiende por cosas muebles, según el
artículo 567.
Son aquellas cosas que no pueden transportarse de un lugar a otro sin detrimento de
su sustancia o naturaleza. Admiten una clasificación:
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estén permanentemente incorporados tienen naturaleza jurídica de bienes inmuebles.
Ahora bien, tratándose de estos frutos que si bien son bienes inmuebles, se pueden
reputar muebles antes de su separación para constituir derechos sobre dicho producto
a favor de un tercero. Así lo refleja el legislador, en sus artículos 568, 569, 571 CC.
o Bienes inmuebles por destinación (art. 570): se trata de cosas que por su
naturaleza, también son bienes muebles, pero que se reputan inmuebles por estar
destinados permanentemente al uso, cultivo o beneficio de un predio. Muchas veces,
incluso en el artículo 570, el legislador confunde las categorías de bienes inmuebles
por destinación con los bienes inmuebles por adherencia, por ejemplo en los casos de
las losas de un pavimento o los tubos de la cañería.
Una separación momentánea de la destinación que se le había dado, no
implica mutar la naturaleza jurídica de un bien inmueble, pues para lograr aquel
objetivo, la separación debería ser permanente.
Usualmente se dice que las cosas muebles son genéricas, y las inmuebles son
específicas; pero esto no es una relación necesaria, como lo vemos en el ejemplo dado,
donde el perro Lazie es un mueble específico.
El legislador también habla de cosas genéricas limitadas: cosas genéricas que forman
parte del género pero que pueden identificarse dentro de ellas (se acota cuáles son dentro de
ese género). Aquí las reglas aplicables son las de especie o cuerpo cierto.
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También tiene importancia de cara a la extinción de la obligación; ya que si
sobreviene caso fortuito, la especie o cuerpo cierto perece, extinguiéndose la obligación, en
cambio las cosas genéricas no se extinguen, el género no perece, sino que se puede cumplir
entregando cualquier cosa del mismo género que sea de una calidad media.
o Será física cuando el primer uso de la cosa importe su destrucción física o bien una
alteración sustancial. Por ejemplo la madera en un asado.
o Será jurídica cuando su primer uso importa la enajenación de la cosa. Por ejemplo el
dinero.
Una cosa es consumible o no, desde una perspectiva subjetiva, dependiendo del
destino que le dé el titular de la cosa, dependiendo de si su primer uso implica o no la
destrucción de la cosa, o ya bien su enajenación.
Si bien está pensada en el hecho de poder sustituir una cosa por otra, la doctrina ha
ampliado esto clasificando también los hechos. Un hecho será fungible cuando puede ser
ejecutado por cualquier persona; y será no fungible cuando solo lo puede ejecutar el deudor
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atendidas las características propias de él (caso típico de los contratos de confianza o intuito
personae).
Otro tanto se discute, pues el art. 575, al hablar de las cosas fungibles y no fungibles,
pareciera ser que las confunde con las cosas consumibles. Se ha dicho que esta confusión es
un tanto lógica, pues generalmente las cosas fungibles, además serán consumibles, aunque
debemos precisar que aquello no es absoluto1.
1
Por ejemplo, una botella de champaña “Don Perignon” del año 1968, es claramente consumible, pero podría
argumentarse que no es fungible.
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vii. Cosas comerciables y cosas incomerciables
Una cosa singular implica que sea una cosa que es identificable por si misma de otras,
es decir aquellas que constituyen una unidad simple o compleja (simple: ladrillo, compleja:
casa), en cambio, cuando se habla de cosas universales nos referimos a aquellas que
comprenden un conjunto de cosas singulares que por la función que cumplen o
desempeñan se consideran un todo.
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La universalidad jurídica es una abstracción jurídica, independiente de los
bienes que la componen.
Comprende tanto elementos activos como pasivos, de hecho se dice que
tienen por finalidad cubrir eventualmente el pasivo. Esto quiere significar
que las universalidades jurídicas pueden estar compuestas tanto de créditos,
como de deudas, buscándose en último término la satisfacción de las
obligaciones contraídas por su titular (como en el caso del patrimonio, art.
2465), o por sus sucesores (como en las deudas hereditarias, art. 951 inc.
2°).
Permite explicar dentro de esta abstracción, la subrogación real.
o Las universalidades de hecho, solo están conformadas por elementos activos (bienes
o derechos), en cambio las universalidades de derecho contienen elementos
pasivos.
o Jurídicamente en las universalidades de hecho los bienes que las integran mantienen
su individualidad (un rebaño), en cambio en las jurídicas esto no ocurre, se
mira la cosa como un todo, pierden su individualidad (herencia).
Esta distinción el art. 565 al referirse a que las cosas incorporales consisten en meros
derechos, como créditos (derechos personales) y servidumbres (derechos reales). Luego es
el art. 576 el que clasifica las cosas incorporales en derechos reales y personales.
Del artículo 567 CC podemos extraer que un derecho real es aquel que se tiene
sobre una cosa sin respecto de determinada persona. De éstos nacen las acciones reales,
que conllevan un poder o señorío sobre una cosa. Puede haber un solo titular de este
derecho o más de uno.
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contra una persona determinada, sino frente y contra todos. La relación se circunscribe
entre el titular (sujeto) y la cosa (objeto del derecho)2.
En cuanto al objeto del derecho real, que es la cosa sobre la cual este recae, hay
cierta discusión. Así, los clásicos han dicho que solo pueden recaer sobre cosas
corporales, a lo que la postura más moderna ha señalado que podrían recaer sobre
cosas incorporales (derechos sobre derechos), basándose en el art. 583 que señala que
sobre las cosas incorporales hay una especie de propiedad. También se señala como
argumento el artículo 584, pues existirían derechos sobre las producciones del talento,
los que a todas luces consisten en cosas incorporales.
Esta distinción se realiza en base a las facultades que otorga el derecho real.
B. Derecho real de dominio, y los derechos reales desmembrados del dominio o limitativos
del mismo
o El derecho real de dominio es aquel que otorga las más amplias facultades respecto
de una cosa.
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Se critica esto, porque las relaciones jurídicas se dan entre personas, cuyo objeto puede ser una cosa, pero la
relación no puede ser con la cosa misma. Ante ésta crítica, se señala que tratándose de los derechos reales
existe un sujeto pasivo universal para asimilarlo a la estructura de los derechos personales. Esto implica que el
titular del derecho real tiene la facultad y el derecho de exigir respecto de cualquier miembro de la comunidad
que respete el ejercicio de su derecho, el resto de la sociedad contrae una obligación cuyo objeto es no
perturbar el ejercicio de este derecho real. Con todo, esto se trata de acercar la estructura del derecho real a
la estructura del derecho personal. Se la llama la doctrina “obligaciónista de los derechos reales”.
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o Los derechos reales desmembrados o limitativos, son aquellos que otorgan solo
algunas de las facultades comprendidas en el dominio, de ahí que se llamen
desmembrados. También se les llama limitativos, pues restringe el uso de dicha
facultad por parte del titular del dominio, como por ejemplo en el caso del
usufructo.
En materia de derechos reales existe una discusión respecto del origen de éstos que
implica determinar si se encuentra en la ley (son de un número cerrado), o bien si su
creación queda entregada a la autonomía de la voluntad de las partes(serán de número
abierto). A favor de que el número de los derechos reales sea cerrado se señala que las
normas que los regulan son de orden público, y que se rigen por el principio de la libre
circulación de los bienes, por lo que permitir a las partes crear, mediante la autonomía de
voluntad, derechos reales, permitiría atentar contra dicho principio. El argumento para que
los derechos reales sean de número abierto, es en base al principio de la autonomía de la
voluntad, ya que son las partes las que pueden satisfacer de la mejor manera sus intereses,
al darles la posibilidad de crear todos los derechos reales que requieran.
A este respecto, se sostiene que la visión que acoge el Código civil es que los
derechos reales son de número cerrado, ya que solo la ley puede dar origen a derechos
reales. Ahora bien, otra cosa es señalar que el Código, en su art. 577, haga una numeración
taxativa, puesto que hay derechos reales que están fuera de este artículo, e incluso fuera del
Código (ejemplos, art. 579 a propósito del derecho real de censo, en relación al art. 2022; y
fuera del Código Civil, encontramos el art. 7 del Código de Aguas, que regula el derecho
real de aprovechamiento de aguas. Otro ejemplo lo encontramos en el Código de Minería,
con derecho de pedimento y manifestación minera).
Dominio:
El artículo 582 CC señala que el dominio, que se llama también propiedad es aquel
que recae sobre una cosa corporal para gozar y disponer arbitrariamente de ella no siendo
contrario a la ley o contra derecho ajeno. Hay que tener en cuenta que se señala que el
derecho real de dominio recae sobre una cosa corporal. Luego, en el art. 583 CC señala que
sobre las cosas incorporales hay una especie de propiedad.
La acción clásica que lo proteger es la acción reivindicatoria, que es aquella que tiene
el dueño respecto del poseedor no dueño.
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Derecho real de Herencia:
Este derecho real puede ser adquirido por tres modos distintos: la sucesión por causa
de muerte, la tradición (art. 1909 y 1910, en materia de cesión de créditos) y por
prescripción adquisitiva (el art. 2512 n°1, establece un plazo de 10 años3).
Art. 764 CC. La facultad que confiere este derecho es la de gozar y usar la cosa, y en
caso de tener que restituirla, se tiene además la obligación de conservación.
3
Excepto el caso del falso heredero al que se le haya conferido la posesión efectiva, caso en el cual solo serán
5 años (art. 1269 en relación al art. 704 n°4).
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En lo relativo a los frutos y mejoras, esto se regula en el artículo 1266, que señala que se aplicarán las
mismas reglas que en materia de reivindicación, que se analizarán más adelante (art. 904 y ss.).En cuanto a
los deterioros, se regulan en el art. 1267, el que se remite al artículo 1688, siendo el criterio la buena o mala fe
(y en el caso de la buena fe, que el falso heredero se haya hecho más rico).
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de habitación, como se extrae del artículo 811 CC. Estamos ante un derecho
personalísimo, por ende inalienable.
Aquí también hay una coexistencia de derechos, pues cuando hablamos de usufructo
también habrá un derecho real de dominio, así es dueño de su derecho real de usufructo,
aunque respecto del bien reconoce dominio ajeno.
Servidumbre activa:
Se puede definir como un derecho real de garantía que recae sobre un bien
inmueble que permanece en poder del constituyente, y que otorga al acreedor el derecho
de perseguir el bien en manos de quien se encuentre,y de pagarse preferentemente con el
producto de la venta en pública subasta. En el caso de la hipoteca, el constituyente puede
ser el deudor personal, o un tercero.
Censo:
Primero es necesario precisar que el censo puede ser un derecho real o personal. El
supuesto de este derecho consiste en que una persona se encuentra obligada al pago de una
suma de dinero, y para garantizar el cumplimiento de esta obligaciónotorga una propiedad
en garantía. Si se persigue al obligado directamente, estamos ante un derecho personal, pero
si se busca hacer valer la garantía, estaríamos en presencia de un derecho real (Art. 2022
CC).
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2.2.e. Paralelo entre derechos personales y derechos reales
Por su parte, los derechos personales, son aquellos que solo pueden exigirse de
ciertas personas que por un hecho suyo o por la sola disposición de la ley han contraído la
obligación correlativa(Art. 578). Las acciones que emanan de éstos son personales, lo que
significa que se tienen respecto de la persona o personas que han contraído la obligación
correlativa, a diferencia de las reales que se tienen contra cualquiera que sin tener derecho
afecte la situación de la cosa objeto del derecho.
Tanto las acciones como los derechos, el legislador los reputa mueble o inmuebles
según la cosa que ha de ejercerse o sobre la que recae. Respecto de los hechos el legislador
siempre los reputa muebles (art. 580 y 581).
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Hay quienes dicen que en los derechos reales también es posible encontrar un sujeto pasivo, lo que ocurre en
este caso,es que no es un sujeto pasivo determinado, sino que es un sujeto universal e indeterminado,
porque existiendo un derecho real, toda persona debe abstenerse de realizar una conducta que pueda afectar
el ejercicio de ese derecho. Quienes postulan esta idea, dicen que no serían derechos completamente
distintos. Si bien es cierto, no se puede negar que existiendo un derecho real existe un deber general de
abstención, no cabe hablar de un sujeto pasivo u obligado, precisamente porque este deber de
abstención no forma parte del pasivo de nadie, en cambio, cuando existe una obligación, es parte del
patrimonio del deudor.
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El artículo 588 enumera los modos de adquirir el dominio, señalando la
ocupación, accesión, sucesión por causa de muerte, prescripción adquisitiva y la
tradición. Por su parte, el artículo 1437 se refiere a las fuentes de las
obligaciones, y en esta materia el Código Civil adopta la teoría clásica, por lo
que éstas son: loscontratos, los cuasicontratos, los delitos, los cuasidelitos y la
ley.
iv.Desde el punto de vista del número. Los derechos reales son de numerus
clausus o número cerrado, es decir, solo existen los tipos que las leyes
expresamente establecen. En cambio, los derechos personales son de numerus
apertus o número abierto, esto es, hay tantos derechos personales como la
imaginación sea capaz de concebir, son ilimitados. Esta diferencia se justifica
porque las normas que gobiernan los derechos reales, son normas imperativas,
en cambio, las normas que gobiernan los derechos personales, por regla
general, son normas supletorias de la voluntad de las partes.
v.De acuerdo a su eficacia. Los derechos reales tienen una eficacia erga omnes, es
decir, tienen eficacia general, sin respecto a determinada persona, en cambio,
los derechos personales tienen una eficacia limitada, vinculan
exclusivamente al deudor (eficacia relativa). La eficacia cobra especial
importancia en función de las garantías: hipoteca y prenda. La hipoteca y la
prenda son garantías reales y al tener eficacia erga omnes,el acreedor hipotecario
o prendario podrá perseguir la cosa en manos de quien se encuentre. Hay
también garantías que son personales, como el fiador y el codeudor solidario,
estas tienen una eficacia relativa, limitada al patrimonio del fiador o codeudor en
la medida que lo tenga.
vi. Desde el punto de vista de su protección. Los derechos reales están protegidos
por acciones reales como la reivindicatoria, así lo señala el artículo577, en
cambio, los derechos personales están protegidos por las acciones personales.
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cambio,los derechos personales no se adquieren por prescripción adquisitiva,
pero si se extinguen por prescripción extintiva.
3. EL DOMINIO O PROPIEDAD
El dominio de encuentra regulado en el Título II, Libro II del CC, “Del Dominio”.
Se trata de una definición analítica del dominio, que con un criterio cuantitativo se
dedica a enumerar las facultades que el derecho confiere al propietario sobre el objeto sobre
el cual recae.
Otros autores consideran que la diferencia entre las palabras dominio y propiedad está
en que ambos términos obedecen a distintos puntos de vista de lo mismo, la palabra
dominio resaltaría el carácter subjetivo que reviste el derecho de propiedad, es decir, como
poder o facultad que sobre la cosa corresponde a su titular; y la palabra propiedad por otro
lado, tendría un preponderante contenido objetivo al acentuar la pertenencia de la cosa a la
persona.
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Por último, este concepto omite señalar dos características importantes del dominio:
la exclusividad y la perpetuidad.
El dominio tal como lo señala el art. 582 recae sobre cosa corporal, es decir, aquellas
que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos. Para comprender bien lo
que aquí se señala, debemos acudir primeramente a la Constitución, que en su art. 19 n°24
asegura el derecho de propiedad en sus diversas especies, lo que se ha utilizado como
argumento a favor de que el derecho real de dominio puede recaer sobre cosas corporales e
incorporales. Luego, el legislador en el art. 583 habla de que en las cosas incorporales
habría una “especie de propiedad”6, así el usufructuario tiene la propiedad de su derecho de
usufructo. Por su parte, el art. 584 señala que las producciones del talento o del ingenio son
una propiedad de sus autores.
Conforme a lo anterior, a la luz del ordenamiento jurídico vigente, podemos decir que
tanto las cosas corporales como incorporales reciben protección en cuanto objetos del
derecho de propiedad.
i. En base a su titularidad
o Propiedad Plena: Se trata de aquella que está provista de todos sus atributos (uso,
goce y disposición).
6
Para el profesor Alessandri, el legislador al hablar de especie de propiedad, no lo hace con la finalidad de
postular que existe una proiedaddistinta sobre las cosas incorporales, sino que es la misma que recae sobre las
cosas corporales, solo que es una especie pues tiene ciertas particularidades. En cambio el profesor Guzmán,
señala que existiría un concepto genérico de propiedad, del cual se desprenderían conceptos específicos, como
el plasmado en el art 582, que sería solo aplicable a las cosas corporales.
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o Propiedad Nuda: Se trata de aquella que solo contiene el derecho de disposición
jurídica del objeto en el que recae, perteneciendo a otro las facultades de uso y
goce, como es el caso del usufructo (art. 582 inc. 2°).
i. Es un derecho absoluto.
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El carácter exclusivo del dominio no obsta a que puedan existir sobre la misma
cosa otros derechos reales, sin que ello desnaturalice al dominio, y en este caso estos
otros derechos importarán una limitación de la libertad de acción del propietario. Tampoco
atenta contra este carácter la existencia de la copropiedad, que es el derecho real de
dominio que tienen dos o más personas sobre una misma cosa. En este caso el carácter
exclusivo del derecho de propiedad implica que no puede haber, al mismo tiempo, sobre
una misma cosa, derechos de propiedad independientes, lo cual no acontece en la
copropiedad, ya que cada uno de los comuneros tiene una parte indivisa del derecho y
no todo éste.
La elasticidad del derecho real de dominio se manifiesta en la virtud que éste tiene
para reducirse, en mayor o menor medida, por la concurrencia de otros derechos, y de
expandirse nuevamente en toda su amplitud en cuanto cesa el derecho concurrente que lo
comprimía.
7
El carácter perpetuo del derecho de dominio ha sido objeto de discusión por algunos autores, los cuales
sostienen que este derecho es generalmente perpetuo, pero nada obsta a que surja un derecho de propiedad
temporal, éste sería el caso de la propiedad fiduciaria, que es aquella que está sujeta al gravamen de pasar a
otra persona en el evento de cumplirse una condición. Ciertos autores dan el nombre de propiedad imperfecta
a esta clase de propiedad.
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3.4. Extensión del Derecho Real de Dominio
ii. Extensión vertical. El CC contiene muy pocas normas que pueden relacionarse
con la extensión vertical del dominio. Acá se plantean dos problemas: la extensión
del dominio hacia el subsuelo y hacia el espacio.
El espacio aéreo es aquel que está sobre el predio, este es vacío, no se trata de un
bien. En cambio, lo que sí tiene un ser real es el aire que está en dicho espacio, se
trata de una cosa que la naturaleza ha hecho común a todos los hombres, es decir,
incomerciable e inapropiable. Si bien el CC no lo señala, resulta evidente que el
dueño del terreno lo es también del espacio superpuesto, se trata de una proyección
del dominio del suelo. El verdadero problema se ha presentado en determinar hasta
donde llega el dominio, por ello los autores (encabezados por el profesor
Alessandri) han creado el concepto de altura útil, es decir, será dueño del espacio
superpuesto en la medida que sea necesario para obtener todo el provecho del
predio, esté será entonces el límite vertical8.
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árbol que penetren en su suelo. En este caso resulta también aplicable el criterio de
utilidad, es decir, la extensión del dominio al subsuelo será en la medida en que el
interés y provecho del derecho, por parte del dueño, lo justifique, y siempre que
queden a salvo las limitaciones del interés común9.
Facultades Materiales
i. Facultad de Uso. Esta facultad se traduce en poder ocupar la cosa en todos los
servicios que es capaz de proporcionar, aún cuando vayan en contra de su propia
naturaleza, sin que ello importe disfrutar los productos de la cosa, ni su destrucción
inmediata, porque en éstos casos se confundiría con las otras facultades materiales.
Sin embargo, como resulta evidente, el traspasar los confines propios de la facultad
de uso carece de importancia para el propietario, pues éste tiene también las
facultades de goce y consumo.
9
Igualmente podrán encontrarse limitaciones en otros cuerpos legales, como por ejemplo en el Código de
Minería.
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gozar, ya que se entendió que la primera estaba comprendida en la segunda. Lo anterior no
quiere decir que la facultad de uso no constituya una facultad del dominio independiente
del goce (ejemplo, el ejercicio del derecho sobre cosas no fructíferas, ya que estas al no ser
aptas para producir frutos naturales, se limitan al mero uso, como puede ser el ejercicio del
derecho de uso sobre un piano).
ii. Facultad de Goce: Es aquella facultad que habilita para beneficiarse de los frutos y
los productos que la cosa sobre la que recae el derecho real de dominio da10.Es en
virtud de esta facultad que el dueño de una cosa pasa a serlo de los productos y frutos
de ella.
Nuestro Código civil al igual que el Code francés justifica la adquisición de los
productos y frutos que la cosa da a través del modo de adquirir llamado accesión; lo
que la doctrina critica porque el origen del dominio de los frutos y productos está en
la facultad de goce, no siendo necesario recurrir a la accesión.
La doctrina distingue entre frutos y productos. Los frutos son lo que la cosa da
periódicamente, ayudada o no por la industria humana y sin detrimento de la cosa
fructuria. El CC distingue entre frutos naturales y civiles, siendo los primeros, los que
da la naturaleza con o sin ayuda de la industria humana (art. 644), y los civiles son los
precios, pensiones o cánones de arrendamiento, entre otros (art. 647). Por su parte los
productos son aquellos que da la cosa pero que carecen de periodicidad, y que para
su obtención implican una disminución o destrucción de la cosa (como por ejemplo,
talar los árboles que se encuentran en el predio).
iii. Facultad de consumo material o físico, o de disposición material. Es aquella facultad
que habilita para destruir materialmente la cosa, transformándola o degradándola.
a. Destruir es inutilizar, aniquilar o dejar abandonada la cosa.
b. Transformar es variar la naturaleza de la cosa, su forma o destino.
c. Degradar la cosa es realizar obras en ella que traen como consecuencia su
desvalorización.
Sin lugar a dudas esta es la facultad característica del dominio, ya que los demás
derechos reales si bien autorizan a sus titulares para usar y gozar de la cosa de una
forma más o menos completa, jamás dan poder para destruirla o transformarla. Por
otro lado, esta facultad es una manifestación del carácter absoluto del derecho de
propiedad, pero debemos recordar que presenta como límite la ley y el derecho
ajeno.
10
En estricto rigor, los productos corresponden más bien a la facultad de disposición, ya que implican la
destrucción de la cosa objeto del derecho.
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Facultades Jurídicas
11
La facultad de enajenar, es distinta de la capacidad de disposición, la que corresponde a la capacidad de
ejercicio.
12
Cuestión distinta es la facultad de disposición, que consiste en el poder específico para disponer de un
bien determinado.
13
Como recordaremos, existen derechos que no pueden ser transferidos, y que solo pueden ser aprovechados
por su titular, como por ejemplo los derechos personalísimos, o los inalienables.
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Sobre el particular existen diversas posiciones doctrinales14. La doctrina nacional
ha adoptado una postura ecléctica en este punto dándole valor a estas cláusulas, siempre
y cuando, no sean prohibiciones perpetuas y se esgrima un interés legítimo en la
prohibición, apoyándose para esto en una norma relativa a los legados, el art. 1123.
Sostienen que el alcance de esta disposición es amplio, no solo circunscrita a los legados,
sino que a todos aquellos casos en que no se encuentre prohibida por la ley su
establecimiento, y siempre que se trate de una prohibición relativa.
o Genéricas, son aquellas que nacen del concepto y naturaleza misma del derecho de
propiedad (art. 582). Se dice que son limitaciones inmanentes al dominio y que
buscan asignar al derecho su sentido normal. Estas pueden ser positivas o
negativas.
14
Existen otras dos doctrinas al respecto. La primera, que le concede validez general a las cláusulas de no
enajenar, señalando como argumentos: que en derecho privado puede hacerse todo aquello que no está
prohibido, si el legislador lo prohibió en determinados casos, la regla general debería ser la validez, y como
argumento de texto, el art. 53 n°3 del reglamento del Conservador de Bienes Raíces, que permite inscribir
las prohibiciones convencionales referente a los inmuebles. La segunda postura, que le niega valor general
a las cláusulas de no enajenar, señalan que del mensaje del código se extrae el principio de la libre
circulación de los bienes, que además si se hubiere querido que fuese la regla general no se habría
consagrado para ciertos casos (como en el usufructo), e indican que el art. 582 habla de disposición arbitraria.
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o Específicas, legales o por razón de interés social (limitaciones propiamente tales),
estas imponen un cercenamiento de las facultades que confiere el dominio. Estas
pueden ser por utilidad pública o de utilidad privada
Restricciones Genéricas.
Su campo de aplicación no está limitado al ejerció del derecho de dominio, sino que
en realidad se refiere a todos los derechos reales, e incluso los derechos personales.
- La otra postura proclama que el ejercicio de los derechos es relativo. Los derechos
solo pueden ejercerse conforme a los fines previstos por el legislador, por lo que si se
excede de dichos límites se incurre en responsabilidad15.
En nuestro país no existen normas que regulen de un modo sistemático la teoría del
abuso del derecho, pero en la legislación comparada se han establecido dos criterios:
- Existe abuso del derecho cuando los actos que importan su ejercicio sean contrarios
a los fines económicos o sociales del mismo o cuando, sin una apreciable utilidad propia, se
realizan solo o principalmente para dañar a otro.
15
Esta postura señala que para que el ejercicio de un derecho sea abusivo cumpla los siguientes requisitos:
Ejercicio de un derecho externamente legal, se provoque un dañoa un interés no protegido, y que el daño si
antisocial o inmoral.
16
El profesor Alessandri estima que este esfuerzo interpretativo no parece acertado, ya que la disposición se
refiere al que ha cometido un delito o cuasidelito, y éstos, por definición, implican obrar sin derecho, y las
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o Restricciones Negativas: limitaciones a la facultad de excluir.
Es un derecho que actúa sobre cosa ajena, no un simple permiso ni una tolerancia
del dueño de ésta, no es tampoco de parte de quien se aprovecha el resultado de un capricho
o un abuso. La calificación de inocuo revela que el uso o goce de la cosa no causa un
verdadero perjuicio a su dueño; y el aprovechamiento debe ser útil para quien lo hace, ya
que es la utilidad la base de este derecho.
Esel derecho que en razón de manifiesta necesidad, la ley concede a una persona
para entrar ocasionalmente o transitoriamente, en un predio ajeno con el fin de llevar a
cabo un acto relacionado con una cosa que le pertenece o está a su cargo, o para
cualquier otro fin admitido por la ley.
En nuestro CC no existe una disposición general al respecto, solo existen normas que
regulan hipótesis específicas (ejemplo, art. 620, art. 943). También es un caso de acceso
forzoso la obligación impuesta por la ley a los propietarios de terrenos colindantes con
playas, mar, ríos, o lagos de facilitar gratuitamente el acceso a éstos, para fines turísticos y
de pesca, cuando no existan otras vías o caminos públicos al efecto (D.L. 3500).
hipótesis de abuso se presentan, precisamente, cuando se daña a otro en el ejercicio de un derecho y sin salirse
de su órbita
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iii. Principio del mal menor
En nuestro país el CC no contiene norma alguna que se refiera a este principio, lo que
sí ocurre en el Código Penal, en que tiene por efecto eximir de responsabilidad criminal al
que para evitar un mal ejecuta un hecho que produzca daño en la propiedad ajena17.
Tal como se advierte, en sede penal se ve la situación desde la perspectiva del tercero,
pero nada dice respecto del dueño de la cosa. Ahora, como las limitaciones son de derecho
estricto podríamos afirmar que el propietario no está obligado a tolerar la actuación de un
tercero. Sin embargo, debemos considerar a nuestro ordenamiento jurídico como un todo, el
cual incluye ciertos principios que lo informan, dentro de los cuales está le equidad, la que
en el presente serviría para llenar una laguna legal, pudiendo concluir que el propietario
está obligado, en estos casos, a aceptar la actuación del tercero, en virtud del principio del
enriquecimiento sin causa y la equidad, debiendo el tercero indemnizar en caso de causar
daño. ¿??
Restricciones Específicas
Si bien, como señalamos, estas restricciones tienen por objeto tutelar el interés
social, es posible distinguir, en atención al interés inmediatamente protegido, entre las
restricciones establecidas en razón de utilidad pública y de utilidad privada.
Entre las restricciones de utilidad pública nos encontramos con aquellas en interés de
la seguridad y el ornato público, entre las que se encuentran las de la Ley de urbanismo y
17
Deben concurrir las circunstancias que siguen, conforme al art. 10 n°7 del Código Penal Chileno.
- La realidad o peligro inminente del mal que se trata de evitar
- Que el mal que se trata de evitar sea mayor que el causado para evitarlo.
- Que no exista otro medio practicable y menos perjudicial para impedirlo.
27
construcción, por ejemplo, la altura que puede tener un edificio, su material de
construcción, etc.
En este punto, debemos hablar de las obligaciones reales o propter rem, que son
aquellas que incumben al propietario o al poseedor de una cosa por el solo hecho de
serlo. También encontramos las cargas reales, y ciertas hipótesis de responsabilidad.
28
o Esta clase de obligaciones se traspasan al sucesor de forma automática, de modo que
al cambiar el titular de la posesión o dominio, cambia al mismo tiempo el sujeto
pasivo de la obligación, sin que sea necesaria ninguna estipulación o declaración
por parte del sucesor en cuanto a hacerse cargo de la obligación. Es por esto que se
les denomina obligaciones ambulatorias18.
o Generalmente el deudor de estas obligaciones puede liberarse de estas, abandonando
la cosa.
Debemos distinguir las obligaciones reales de las cargas reales. Las cargas reales son
aquellos gravámenes que, con carácter periódico o intermitente, pero en todo caso
reiterado, nace de la ley o del contrato, y que pesa sobre el que es dueño o poseedor
precisamente por ese carácter (ejemplo, las contribuciones o impuestos por bienes raíces,
los derechos municipales de aseo).
Además, dentro del contenido pasivo del derecho real, encontramos ciertas hipótesis
de responsabilidad que afectan al dueño o poseedor de una cosa por el hecho de serlo.
Así por ejemplo, el art. 2323 señala que es responsable el dueño de un edificio por los
daños producto de la ruina de este, por falta de reparación. Se trata de una hipótesis de
responsabilidad extracontractual asociada a la propiedad o posesión de una cosa.
4. LA PROPIEDAD INDIVISA
18
Ejemplo de esta clase de obligaciones la encontramos en la Ley 19.537 sobre copropiedad inmobiliaria que
en su art.4º,4 que establece la obligación del propietario de la unidad por los gastos comunes que seguirán
siempre el dominio, aún los devengados antes de su adquisición, ello por supuesto es sin perjuicio del derecho
del propietario para dirigir el pago a su antecesor en el dominio y de la acción de saneamiento por evicción en
su caso
29
La distinción que generalmente se acepta es aquella que entiende que son sinónimos
copropiedad y condominio por una parte (especie), y comunidad o indivisión por otra
(género).
19
Debemos recordar que existen dos tipos de comunidad, la Comunidad Romana, y la Comunidad Germana.
La comunidad romana descansa sobre la distinción entre la parte ideal o abstracta que pertenece a cada
comunero, llamada cuota parte o parte alícuota, y la cosa misma. Sobre su parte alícuota cada propietario
tiene un derecho de dominio pleno y absoluto, pudiendo, por ende, disponer de ella, sin necesidad de contar
con el consentimiento de los otros copropietarios (puede cederla, hipotecarla, reivindicarla, etc). Sobre la cosa
misma ningún copropietario tienen un derecho exclusivo, pues los derechos de cada uno de encuentran
limitados por los derechos de los otros. En general, cualquier acto material o jurídico sobre la cosa requiere el
consentimiento de todos los comuneros. En la germana, la cosa pertenece a la colectividad formada por los
copropietarios, o sea, todos se consideran como un solo titular del dominio. Cada comunero no tiene ningún
derecho, real ni abstracto sobre parte alguna de la cosa en tanto dura la indivisión. Cada comunero posee un
derecho parcial de goce sobre la cosa común porque está limitado por el de los demás.
30
o Un hecho: el hecho más frecuente que da nacimiento a una comunidad es la muerte
del causante, la cual origina la comunidad hereditaria cuando hay dos o más
herederos.
o Voluntad del titular: la indivisión nace de un contrato si dos o más personas
adquieren en común una cosa por cualquier título traslaticio de dominio seguido de
la tradición o si el dueño exclusivo de un bien se desprende de una cuota de su
dominio cediéndola a otra u otras personas.
Dentro de las fuentes voluntarias, encontramos el cuasicontrato de
comunidad. Su reglamentación la encontramos en el párrafo 2°, del Titulo XXXIV,
del Libro IV. Sin embargo, encontramos normativa en materia de derechos reales
(Libro II). En cuanto cuasicontrato, la ley lo define en el art. 2304: “La comunidad
de una cosa universal o singular, entre dos o más personas, sin que ninguna de
ellas haya contratado sociedad o celebrado otra convención relativa a la misma
cosa, es una especie de cuasicontrato.”. Las normas contenidas en dicho Título,
operan como supletorias de la voluntad de las partes, cuando éstas nada hayan
dicho.
o Ley: Los supuestos cubiertos por la ley de copropiedad inmobiliaria.
o Pactos de indivisión. Dentro del plazo pactado (máximo de 5 años), los comuneros
no pueden dividir la cosa común.
o Casos de indivisión forzosa: Medianería, art. 851 CC; Ley sobre copropiedad
inmobiliaria.
31
o Perpetuas: Son aquellas que no pueden dividirse. Estas siempre tienen su fuente en
la ley. Debemos mencionar que la perpetuidad en la indivisión es excepcional,
encontrándose pocos casos en nuestro derecho, como el caso de la medianería del
artículo 851, en relación a las paredes divisorias.
o Temporales: Son aquellas que están destinadas a dividirse por la voluntad de las
partes. Estas son la regla general.
Para estos efectos debe distinguirse entre los actos jurídicos que pueden realizarse
respecto de la cuota parte y los actos materiales de uso o goce que pueden hacerse sobre la
cosa común.
En principio, los comuneros son los primeros llamados a regular los derechos que les
corresponden en la cosa común. Ahora bien, si nada dicen, se aplicarán las normas
supletorias del cuasicontrato de comunidad (2304 y ss., del CC).
En lo que respecta a los derechos que tienen los comuneros sobre la cosa, la
disposición fundamental es el artículo 2305 que señala que el derecho de cada uno de los
comuneros sobre la cosa común, es el mismo que el de los socios en el haber social. Esta
norma es importante, porque se remite a las normas del contrato de sociedad, y más
particularmente al art. 2081.
Para estos efectos hay que distinguir según exista o no administrador que gestione
los intereses de los comuneros.
32
A. No existe administrador que gestione los intereses comunes:
Como todos los comuneros tienen los mismos derechos sobre la cosa común, todos
ellos tiene las mismas facultades para intervenir en su administración. Los actos
administrativos deben ser adoptados por la unanimidad de los comuneros.
Cada uno de ello tiene el derecho a oponerse a los actos que los demás comuneros
pretenden realizar, ello se denomina ius prohibendi. Este derecho de veto no procede
respecto de los actos destinados a conservar la cosa común. Su ejercicio debe ser oportuno,
vale decir, antes de la realización del acto que se trata de impedir, ya que de lo contrario el
comunero que se pretende oponer nada puede hacer, sino solicitar en un momento
posterior, en la partición, la indemnización de los perjuicios si lo realizado le ocasionó
daño.
Mandato tácito y recíproco entre los comuneros. Este mandato existe entre los
socios por disposición expresa del CC en el art. 208120.
20
Nuestra jurisprudencia ha establecido que este mandato tácito y recíproco de administración también existe
entre los comuneros, ya que la ley dispone en el art. 2305 que el derecho de cada comunero sobre la cosa
común es el mismo que el de los socios en el haber social.
33
4.9. Actos de aprovechamiento de la cosa común
Conforme al artículo 2310 CC, los frutos de la cosa común deben dividirse entre los
comuneros, a prorrata de sus cuotas. Por lo tanto a cada uno de los comuneros gozara de
estos de acuerdo a la extensión de su derecho. Todo esto sin perjuicio que los comuneros de
forma unánime adopten una forma diversa de aprovechar la cosa común.
El principio básico es que cada comunero responde del pago de las deudas que afecta
a los bienes comunes a prorrata de sus respectivas cuotas de interés en la comunidad.
Respecto de estas deudas no es obligado sino el comunero que las contrajo, el cual
tiene acción en contra de la comunidad para el reembolso de lo que hubiere pagado por
ellas.En rigor la acción es contra los demás comuneros y no contra la comunidad, porque
ella no es una persona jurídica.
34
Responsabilidad por los daños causados en las cosas y negocios comunes.
Ante estos supuestos cada comunero es responsable hasta la culpa leve por la
destrucción o daños producidos a la cosa o negocio en común (art. 2308).
La cuota del comunero insolvente grava a todos los demás en las prestaciones a que son
obligados entre sí los comuneros (2311-1347).
o Por la reunión de las cuotas de todos los comuneros en una sola persona.
o Por la destrucción de la cosa común.
o Por división del haber común. La partición
21
Artículo2.Para los efectos de esta ley, se entenderá por:
35
Ámbito de aplicación de la Ley 19.537
Artículo1°.Lapresenteleyregulaunrégimenespecialde
propiedadinmobiliaria,conelobjetodeestablecer condominios integrados por inmuebles
divididos en unidades sobre las cuales se pueda constituir dominio exclusivo a favor de
distintos propietarios, manteniendo uno o más bienes en el dominio común de todos ellos.
2.-Unidades:Enestaleyseutilizarálaexpresión"unidad"parareferirsealosinmueblesqueformanpartedeun
condominio ysobreloscuales esposible constituirdominioexclusivo.
3.-Bienesdedominio común:
a)Losquepertenezcanatodosloscopropietariosporsernecesariosparalaexistencia,seguridadyconservacióndel
condominio,talescomoterrenosdedominiocomún,cimientos,fachadas,murosexterioresysoportantes,estructura,
techumbres,instalacionesgeneralesyductosdecalefacción,deaireacondicionado,deenergíaeléctrica,de
alcantarillado,degas,deaguapotable ydesistemasdecomunicaciones,recintosdecalderasyestanques;
b)Aquellosquepermitanatodosyacadaunodeloscopropietarioselusoygocedelasunidadesdesudominio
exclusivo,talescomoterrenosdedominiocomúndiferentesalosindicadosenlaletraa)precedente,circulaciones
horizontalesyverticales,terrazascomunesyaquellasqueentodoopartesirvantechoalaunidaddelpisoinferior,
dependenciasdeserviciocomunes,oficinasodependenciasdestinadasalfuncionamientodelaadministraciónyala
habitacióndelpersonal;
c)Losterrenosyespaciosdedominiocomúncolindantesconunaunidaddelcondominio,diferentesalosseñalados
enlasletrasa)yb)precedentes;
22
Tipo A , las construcciones,divididas en unidades,emplazadas enun terrenodedominio común, y
Tipo B,los predios,conconstruccionesoconproyectosdeconstrucciónaprobados,enel interiordecuyos deslindes
existansimultáneamentesitiosquepertenezcanendominio exclusivo acadacopropietarioy terrenosdedominio
común detodos ellos.
36
Esimportanteseñalarquepara que uncondominiose le apliquelaley19.537,es
necesarioqueseacojaexpresamentealasdisposicionesdeestaley. La importanciadeestoestá
señaladaenel incisofinaldel artículo1°que señalaquesololas unidades que integran
condominios acogidos al régimen de copropiedad inmobiliaria que consagra la presente ley,
podrán pertenecer en dominio exclusivo a distintos propietarios.
Delocontrarioloaccesoriosigue lasuertedelaprincipal,porlotanto,siel
terrenoescomún,losdueñosnopuedenhablardedominioexclusivo,yaque solose
permiteenajenarcomunidadesendominioexclusivosi se acoge ala leyde copropiedad
inmobiliaria.Estose relacionaconlasdenominadasventasverdes,quenoson
propiamenteunaventa,sinouna promesadecompraventa,yaquesi noexistenlas unidades
jurídicas, estasno se pueden vender.
37
ii) Derechos de los copropietarios en los bienes comunes. Aquí se debe partir
señalando que el legislador se encarga de individualizar cuales son los bienes que tienen
carácter de común.Si se examina la ley en el artículo2nº 3,se puede comprobar que el
legislador señala distintas categorías de bienes comunes, esto porque no todos los bienes
comunes están sujetos al mismo estatuto, por ejemplo,hay bienes que el legislador declara
como comunes y que nunca pueden dejar de serlo-mientras el condominio esté afecto al
régimen de copropiedad inmobiliaria-,en cambio, hay otros bienes comunes que
cumpliendo ciertos requisitos pueden dejar de serlo.
i. Indivisibilidad. Estecarácterestáreconocidoenparteporelart.8inc.
finalqueseñalaqueelterrenodedominiocomún no puede subdividirse mientras esté
acogido a la ley 19.537.Esto esunaexcepcióndelareglaconsagradaen el artículo1317
delCódigo Civilque señalaque ladivisiónde lacosacomúnpuede siempreexpedirse.
Laleycontemplaexcepciones a esta característica,lascualesestánseñaladasen
elartículo14.
Estacaracterísticaeslaquepermiteafirmarqueenlacopropiedad,respectode
losbienescomunesexisteuna indivisiónforzosayperpetua,forzosa porquela imponela
ley,y perpetuaporque en principioexistemientrasexistaelbien.
ii. Inseparabilidad.Estoimplicaquelosbienescomunesymás
específicamentelosderechosque lescorrespondena loscopropietariosen los
bienescomunes,no pueden circular de manera independiente de la respectiva
unidad. (art.14).
iii. Accesoriedad.Loprincipaleslaunidadyloaccesoriolosderechosen losbienescomunes,y
porende, todoacto jurídicoque se celebrerespectode la unidad, se
extiendenaturalmentea los derechosde los bienes comunes(art.14).
38
Obligaciones de los copropietarios
Loscopropietariosestánsujetosaunaseriedeobligacionesqueestánseñaladas enel
reglamento de copropiedad,las cuales pueden ser aplicadas por acuerdo de la asamblea
o por el comité administrativo o derivadas de la ley 19.537.
Losórganosexistentesenestaleysontres:laasambleadecopropietarios,el
comitéadministrador,y eladministrador.
23
Laley19537distinguedostiposdeasamblea,laasambleaordinariayla asambleaextraordinaria.Las
asambleasordinariassecelebranconlaperiodicidad queseñalaelreglamento,y en ellasse pueden
tratartodoslostemasatingentesal condominio,salvolasmateriasquela leyseñalaque debentratarseenasamblea
extraordinaria(estoes por los quórumde constitucióny aprobación).
Deconformidadconelartículo17,lasasambleasextraordinariassecelebran cadavezque
lasnecesidadesdelcondominioasílorequieran,oporpeticióndel comitéde administración,o por ciertonúmerode
copropietarios.
39
lasfuncionesmásimportanteseslarepresentaciónjudicialquetieneel
administradorrespectodeloscopropietarios,éllosrepresentatantoactiva (cobrargastos
comunes)comopasivamente(acogelos recursos de protección).
Elartículo38delaleyserefierealadesafeccióndelcondominioalrégimende copropiedad,
lo cual se hará mediante solicitud de la asamblea a la dirección de obras municipales.
40
Así, envuelven un aspecto pecuniario conformado por derechos patrimoniales, pero
también envuelven un aspecto personal, por lo que desde esta perspectiva se incluyen
dentro de los derechos de la personalidad.
5. LA ACCIÓN REIVINDICATORIA
5.1. Generalidades
Las acciones dominicales son aquellas que protegen de forma directa el dominio.
Ellas están encaminadas a distintos objetos:
41
También están aquellas acciones que protegen de forma indirecta el dominio, como
es el caso de las acciones posesorias, que tutelan el hecho que constituye la posesión debido
a que ella es indispensable para el ejercicio de las facultades del derecho real de dominio;
puede el dueño valerse de ellas fundándose en su posesión y proteger de esta manera
indirectamente su derecho de propiedad.
5.2. Regulación:
La acción de dominio o reivindicatoria está regulada en el Título XII, Libro II del CC.
5.3. Concepto
Las acciones posesorias son aquellas que tienen por objeto conservar o recuperar
la posesión de los bienes raíces o de los derechos reales constituidos en ellos. Debido a
lo anterior es que la jurisprudencia ha sostenido que son compatibles con el ejercicio de la
acción reivindicatoria ya que persiguen el mismo fin jurídico: obtener la restitución de la
cosa singular de que ha sido privado el demandante. Se vuelve más fácil ejercer una acción
posesoria que una reivindicatoria debido a que para esta última se requiere acreditar
debidamente el dominio.
42
ii. El éxito de la acción reivindicatoria queda subordinada a la prueba del dominio,
cuestión que es irrelevante tratándose de las acciones posesorias.
iii. La acción reivindicatoria procede respecto de bienes muebles e inmuebles. Las
acciones posesorias solo tratándose de inmuebles.
iv. La acción reivindicatoria no prescribe extintivamente al igual que el derecho de
propiedad que protege. Las acciones posesorias, en cambio, no pueden intentarse
sino a contar de un plazo muy corto a contar del hecho que ellas sancionan.
La misma norma que señala que cosas pueden reivindicarse, indica como excepción a
las cosas muebles compradas por el poseedor en una feria u otro establecimiento
industrial en que se vendan cosas muebles de la misma clase. Sin embargo, el contexto
de la norma revela que no constituye una excepción a la regla general de que todas las
cosas corporales pueden reivindicarse. La excepción apunta a que el reivindicador no puede
exigir lisa y llanamente la entrega de aquéllas, sino que debe rembolsar al poseedor lo que
haya dado por ella y lo que ha gastado en repararla y mejorarla. El reivindicador podrá
repetir estas cantidades contra el que se apoderó de la cosa y la llevó a estos
establecimientos.
Singularidad de la cosa
Una característica que deben tener las cosas corporales o incorporales para poder ser
reivindicadas es la singularidad, el art. 889 dispone que solo puede reivindicarse cosas
singulares, las cuales pueden reivindicarse en su totalidad o una cuota proindivisa de la
especie o cuerpo cierto. Debemos recordar que también se consideran como tales las
universalidades de hecho como un rebaño, una biblioteca.Quedando entonces excluidas las
universalidades jurídicas, por esta razón la herencia está protegida por una acción
43
especial, la de petición de herencia, art. 126424.Recordemos también que los otros derechos
reales pueden reivindicarse como el dominio, art. 891 ej. Usufructo.
Nadie discute la posibilidad de reivindicar una cuota proindiviso de una cosa singular
cuando ésta constituye el único objeto de la comunidad (comunicabilidad de la cuota), en
estos supuestos la cuota de la masa es a su vez la cuota del bien mismo, es decir si a un
comunero le pertenecen la mitad de los derechos de la comunidad, a su vez le pertenece la
mitad del bien, teniendo el dominio sobre ello25.
La cosa que se reivindica debe determinarse e identificarse en tal forma que no quepa
duda alguna que la cosa cuya restitución se reclama es la misma que el reivindicado posee.
Respecto de los inmuebles es necesario precisar la situación, cabida y linderos de los
predios.
24
Precisemos que lo anterior no significa que el heredero no pueda entablar la acción reivindicatoria, el
, que hayan pasado a terceros y no hayan sido prescritas por éstos. Art.1268. La acción de petición de herencia
la ejercerá cuando el demandante pretende ser heredero y en esta calidad reclama toda la sucesión o una parte
de ella. El proceso gira entonces en la determinación de cuál de los contendientes es heredero, es el
reconocimiento de esta calidad lo que trae aparejado la entrega de todos los bienes que conforman la herencia
o una parte de ellos. En la acción reivindicatoria en cambio es la calidad de propietario, lo que el demandado
discute al actor sobre las cosas que éste reivindica. Entonces, el demandado sostiene que los bienes que el
heredero que ejerce tal acción posee no forman parte de la herencia, sea porque el difunto jamás fue dueño de
ellos, seaporque se los enajenó en vida
25
La discusión se presenta respecto de la reivindicación de cuotas de una cosa singular que forma parte
de una comunidad universal. Algunos sostienen que en la comunidad universal, por ejemplo una herencia,
cada comunero solo es dueño de su cuota en la comunidad total y abstracta, pero carece de cualquier derecho
sobre los bienes individualmente considerados, respecto de ellos solo tiene una expectativa de dominio para el
evento en que se le lleguen a adjudicar. Por esta razón, como no es dueño no podrá entablar la acción
reivindicatoria que por definición presupone esa calidad. Otros afirman que si es posible porque el tenor
literal de la norma no distingue, solo exige que la cuota que se trata de reivindicar se refiera a una cosa
singular y no a la universalidad jurídica dentro de la cual puede estar comprendida. Negar la acción
reivindicatoria de una cuota determinada proindiviso de una cosa singular que forma parte de una
universalidad, sería dejar prácticamente en la indefensión al comunero que no se tomó en cuenta para efectuar
la enajenación de esa cosa.
44
Elpropietario: en principio solo puede reivindicar él, por la propia definición de esta
acción, de allí entonces, que el comprador a quien aún no se ha hecho tradición de la misma
no tiene acción reivindicatoria.Cualquier propietario puede reivindicar, el que tiene la
propiedad plena, nuda, la propiedad absoluta o fiduciaria (art. 893). El copropietario de una
cosa singular puede reivindicar la cuota determinada que le corresponde.
Carece de relevancia para estos efectos el hecho que el poseedor sea regular o
irregular. Es importante identificar correctamente al actual y verdadero poseedor, ya que la
sentencia producirá efecto relativo entre las partes, y en caso de haberse dirigido contra un
falso poseedor no empecerá al verdadero.
Puede acontecer que quien tenga la cosa en su poder sea un mero tenedor, y el
dueño ignore quien es el poseedor. No puede el dueño entablar la acción reivindicatoria
contra el mero tenedor, de allí la importancia de saber quién es el poseedor. Para estos
efectos la ley faculta al dueño para hacer comparecer al mero tenedor de la cosa que se
reivindica, y éste tiene la obligación de declarar el nombre y residencia de la persona a
cuyo nombre tiene la cosa, art. 896. Esta gestión se lleva a efecto por una medida
prejudicial, es decir, aquellas que tiene por objeto preparar la entrada en juicio de las
partes.
45
Poseedor ficto
Poseedor de buena fe
46
Poseedor de mala fe
o Parte de la doctrina, señala que la remisión a las normas de esta acción es amplia,
de modo que procede esta acción contra el mero tenedor.
o Otra parte de la doctrina estima que el mero tenedor no puede ser sujeto pasivo
de esta acción, ello no está establecido expresamente en el art. 915. La han
considerado como una acción puramente restitutoria contra el mero tenedor, a la que
el Código hace aplicable las reglas de este Título, pero solo aquellas que se
concilien con la acción ejercida y que se traduce básicamente a las prestaciones
por deterioros, frutos y mejoras (de lo contrario se llega al absurdo de tener que
probar el dominio contra el mero tenedor).
o
47
5.9. Presupuestos para el ejercicio de la acción reivindicatoria
ii. Prueba del dominio. Para probar este, se debe distinguir el modo de adquirir el
dominio.
Son los hechos y pagos que recíprocamente deben realizar, uno en favor de otro,
reivindicador y poseedor vencido.
Este es uno de los pocos casos en que el juez puede fijar un plazo para el
cumplimiento de una obligación. Y aquí no es necesario un juicio ejecutivo destinado a
ejecutar la sentencia para obtener la restitución de la cosa, si el poseedor vencido no se
allana a restituir, se procederá con auxilio de la fuerza pública.
48
ii. Indemnización por los deterioros que ha sufrido la cosa
Para estos efectos hay que distinguir si el poseedor estaba de buena o mala fe.
o Si está de mala fe, es responsable de todos los deterioros que por su culpa o
hecho haya sufrido la cosa, art. 906. No responde por caso fortuito, a menos que se
haya constituido en mora de restituir.
o Si está de buena fe, mientras ella permanezca no responde de los deterioros que
por su culpa o hecho haya sufrido la cosa, sino en cuanto se hubiere
aprovechado de ellos.
49
ii. El abono de las expensas o mejoras que el poseedor haya hecho en la cosa.
Las expensas o mejoras son los gastos hechos para una cosa. Ellas pueden ser
necesarias o no necesarias. Las primeras se subdividen en ordinarias y extraordinarias. Las
segundas: en útiles y voluptuarias.
o Expensas Necesarias.
Por regla general todo poseedor tiene derecho a que se le indemnicen las mejoras
necesarias, pues el dueño de todas formas hubiese tenido que efectuarlas, art.908 inc. 1.
o Expensas no necesarias
Son aquellas que pueden dejarse de hacer sin que se produzca un menoscabo,
pérdida o deterioro de la cosa. En este caso podemos distinguir entre expensas útiles y
voluptuarias.
Son útiles las que aumentan el valor venal de la cosa. Y serán voluptuarias las que
solo consisten en objetos de lujo y recreo, que no aumentan el valor venal de la cosa, en el
mercado, o si lo hace, lo aumentan en una proporción insignificante.
i. Poseedor de buena fe: tiene derecho a que se le abonen pero solo aquellas hechas
antes de la contestación de la demanda. El fundamento está en la buena fe que lo
50
amparaba, por ello nada obsta a que el reivindicador pruebe que el poseedor la perdió
antes, no estando obligado en este caso a abonarlas.
Al reivindicador le asiste un derecho, ya que tiene la facultad de elegir entre el
pago de lo que valgan estas mejoras al tiempo de la restitución de las obras en qué
consisten, o el pago de lo que en virtud de dichas mejoras valiere más la cosa en
dicho momento.
Respecto de las mejoras hechas después de la contestación de la demanda, le
asisten los mismos derechos que al poseedor de mala fe, art.910.
ii. Poseedor de mala fe: no tiene derecho a que se le abonen estas mejoras, pero puede
llevarse los materiales de ellas, siempre que pueda separarlos sin detrimento de la
cosa reivindicada, y el propietario rehúse pagarle el precio que tendrían dichos
materiales después de separados; el art. 912 señala cuando se entiende que la
separación le provoca detrimento a la cosa.
Este derecho le asiste tanto al poseedor de buena como de mala de fe. Para que
produzca efectos debe ser declarado judicialmente a petición del poseedor vencido que
no ha visto satisfechas las prestaciones que el reivindicante victorioso le debe. Si recae
sobre bienes inmuebles debe inscribirse en el registro de hipotecas y gravámenes del
Conservador de Bienes Raíces respectivo, y respecto de los muebles, la retención puede ser
restringida por el juez a una parte de ellos, a la que baste para garantizar el crédito mismo y
sus accesorios.
Esta acción se ve afectada por la prescripción, pero no por la extintiva, ya que por el
propio carácter del dominio no se extingue por la falta de ejercicio o por el paso del tiempo,
sino que puede ser afectada por la prescripción adquisitiva, ya que el poseedor puede llegar
a adquirir el derecho real de dominio que sirve como fundamento de ésta acción. Esto es así
por la extinción consecuencial que produce la prescripción adquisitiva respecto de los
derechos reales, lo que en este caso deriva del carácter de acción propietaria que tiene la
51
acción reivindicatoria, pues estas no se extinguen directamente, sino que solo una vez que
el derecho fue adquirido por otro (art. 2517).
Presupuestos de la acción.
Surge el problema de determinar cuándo se está ante este caso. Parte de la doctrina
sostiene que ello es así cuando ha transcurrido el plazo íntegro de prescripción y ésta
todavía no se ha alegado ni por consiguiente, declarada judicialmente. Ello porque si otra
persona se apodera de la cosa se produce la interrupción natural de la prescripción y la
consecuente pérdida de todo el tiempo transcurrido con anterioridad; el poseedor deja de
estar en vías de usucapir. Otros autores sostienen que el transcurso íntegro del plazo de
prescripción no es necesario26.
iv. La publiciana solo puede hacerse valer contra un poseedor de condición inferior
al demandante, art. 894 inc. 2.
Esta regla se explica respecto del verdadero dueño, porque el poseedor regular que no
hubiera perdido la posesión habría tenido que restituir la cosa, una vez probado, el dominio
frente al dueño. No puede servir para quitarle al dueño lo que es suyo.
26
Esta última postura se fundamenta en los siguientes argumentos: La historia de la ley. Según anotaciones de
don Andrés Bello al proyecto de 1853 la fuente de este artículo es la legislación romana, y en ella la acción se
concedía al poseedor de justo título y buena fe que no había cumplido el plazo para usucapir; El tenor literal
de la norma, pues no alude a quien puede alegar la prescripción sino a quien estaba en vías de ganar la cosa
por este modo de adquirir; La falta de necesidad de esta acción si ha transcurrido el plazo, pues el poseedor
ejercería la acción reivindicatoria y alegaría la prescripción como fundamento de su dominio; La negación de
la acción publiciana contra el demandado de igual o mejor derecho que el poseedor demandante, demuestra
que no se requiere del cumplimiento de todo el plazo de prescripción, de ser así la hipótesis del verdadero
dueño jamás podría ocurrir.
52
Tampoco opera contra el que posee con igual derecho que el demandante poseedor
regular que perdió la posesión porque en igualdad de causa prevalece la posesión actual. Y
si el actual poseedor tiene mejor derecho que el poseedor regular que perdió la posesión,
con mayor razón se entiende que este último no pueda esgrimir la acción publiciana contra
aquél.
Los tribunales, considerando fines prácticos, han estimado que el actor que hace uso
de la acción reivindicatoria implícitamente ha invocado también la acción publiciana para
el evento que no logre probar su dominio sobre la cosa reclamada, siempre que tenga mejor
derecho a poseer que el contenedor.
6. LA POSESIÓN
6.1. Generalidades
Concepto: El art. 700 señala que es la tenencia de una cosa determinada con ánimo
de señor y dueño.
Ahora bien, debemos situar la posesión en un contexto: ¿Cuáles son las calidades
jurídicas que puede detentar una persona respecto de una cosa determinada? desde la
perspectiva de cual confiere mayores facultades puede ser dueño, art. 582, en segundo
lugar puede ser poseedor, o bien mero tenedor (art. 714: Se llama mera tenencia la que se
ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino en lugar o a nombre del dueño)
6.1.a.Dominio y Posesión.
A. Semejanzas.
53
o Son exclusivas (o sea, se admite un dueño o un poseedor, lo cual no implica que no
puedan existir co-poseedores), de ellas se desprenden facultades más o menos
idénticas.
B. Diferencias.
A. Semejanza.
o Ambas tienen el “corpus”, que es la relación material entre una persona y la cosa
(tenencia).
B. Diferencias
54
6.2. Elementos de la posesión
Definido como el poder físico o potestad de hecho que tiene el poseedor sobre la
cosa y en cuya virtud, permite disponer de ésta (corpus). Según la doctrina clásica este
elemento no supone necesariamente un contacto o aprehensión física de la cosa, sino que
consiste en la manifestación de un poder de dominación sobre la cosa (incluso es posible
hablar de posibilidadde disponer de la cosa, como puede suceder en los bienes raíces). Esta
flexibilidad se relaciona con la aceptación de las formas simbólicas de la tradición. Ej. Art.
725, art. 727.
La posesión requiere de la existencia de una voluntad especial del que posee. Es éste
el elemento que caracteriza a la posesión y que marca la diferencia respecto de la mera
tenencia. Este elemento consiste en un elemento intelectual, psíquico, que consiste en tener
la cosa como dueño, como propietario, de comportarse como tal, de ejercer los atributos
del dominio. Este ánimo no solo debe existir en el fuero interno del individuo ya que de ser
así su prueba sería la sola declaración de voluntad del poseedor, por eso es que este se debe
desprender del título en cuya virtud se detenta la cosa. Por lo anterior, podemos decir que
este elemento no alude a la convicción de ser dueño sino de simplemente comportarse
como tal. La convicción de ser dueño constituye la buena fe pero también se puede ser
poseedor de mala fe.
55
o La posesión conduce a la prescripción adquisitiva del dominio (art. 2495).
o El poseedor de un bien inmueble es titular de las acciones posesorias que lo amparan
en su posesión (art. 916).
o De acuerdo con las reglas relativas a las prestaciones mutuas, que son de aplicación
general, el legislador establece en el art. 907 y siguientes las prestaciones que se le
deben al poseedor no dueño vencido.
o El poseedor regular tiene derecho al ejercicio de la acción publiciana. El art. 894
concede el ejercicio de la acción reivindicatoria al poseedor regular aunque no logre
probar el dominio,siempre que se encuentre en condición de ganarlo por
prescripción adquisitiva.
56
ii. Derechos personales, a pesar del tenor literal del art. 1576 inciso 2º que se refiere a
la posesión del título donde consta el crédito y no al derecho personal mismo.
A. Posesión regular.
Es la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe, aunque esta no
subsista después de adquirida la posesión.
Requisitos.
i. Justo título
El código no define que debe entenderse por justo título, ni siquiera al hablar de los
títulos traslaticios de dominio.
Podemos definirlo como el acto jurídico exento de vicios que sirve de causa o
antecedente de la posesión.
El art. 703 solo se limita a señalar que el justo título es constitutivo o traslaticio de
dominio. En relación a los títulos constitutivos señala que son la ocupación, la accesión y la
prescripción, todos modos de adquirir originarios, pero que no obrarán como tales, por no
reunir todos los requisitos y solo habilitan para adquirir la posesión. Así, en el caso de la
ocupación27 para que pueda operar como modo de adquirir originario se requiere que la
cosa carezca de dueño, si ello no se cumple el ocupante no adquirirá por ese modo, quedará
en calidad de poseedor.
El artículo además señala cuales son los títulos traslaticios de dominio, diciendo que
estos son los que por naturaleza sirven para transferir el dominio. Ejemplos: venta, permuta,
donación entre vivos.
27
La
, art. 590. Pero algunos consideran que en este caso se adquiriría la posesión irregular, porque una cosa es
hablar de un modo de adquirir y otra es considerar a la ocupación como título de la posesión.
57
En el inciso tercero señala que son títulos traslaticios las sentencias de adjudicación
en juicios divisorios y los actos legales de partición. Parte de la doctrina considera respecto
de ellos que se trata de títulos declarativos y no traslaticios, prueba de ello está en el art.
718. El CC asimilaría estos actos de singularización del dominio a los traslaticios ya que
los primeros producen algunos efectos similares de los segundos, como por ejemplo el
saneamiento por evicción, y que las particiones pueden rescindirse igual que los contratos.
El art. 703 inciso final se refiere a la transacción como justo título y ésta lo es solo en
cuanto transfiera la propiedad de un objeto no disputado, ya que se está constituyendo un
nuevo título (2446), por lo que respecto de las cosas disputadas es título declarativo.
Los títulos declarativos son aquellos que solo se limitan a reconocer una situación
de dominio preexistente.Como solo aclaran una situación preexistente, para averiguar cuan
legítima es una situación del poseedor es necesario retroceder hasta donde se encuentre el
hecho o acto en virtud del cual se entró a poseer
Esta enumeración del art. 704 es genérica y no taxativa, sin embargo, es difícil
imaginarse otro caso.
58
ii. Buena fe.
Concepto
Nuestro Código, siguiendo al francés, exige que la buena fe sea inicial, al señalar
que la posesión regular es la que procede de justo título y ha sido adquirido de buena fe,
aunque no subsista después de adquirida la posesión, no pasando por esto a ser posesión
irregular. Esta será una cuestión de hecho en cuanto a su determinación, que tendrá que
calificar el juez según las circunstancias del caso.
o Error de hecho
El art. 706 inciso tercero señala que un justo error en materia de hecho no se opone a
la buena fe. Por lo tanto, el error de hecho no es incompatible con la buena fe, pero no es
cualquier error, sino que debe ser justo, es decir debe ser excusable (el que en apariencias
justifique el error padecido), debe tener un fundamento de razón aceptable conforme a los
principios de justicia.
o Error de derecho.
Art. 706 inciso cuarto indica que el error de derecho constituye una presunción de
mala fe que no admite prueba en contrario. Esto es una consecuencia del art. 8 que
establece la presunción del conocimiento de la ley.
Prueba de la buena fe
El art. 707 establece una presunción simplemente legal de buena fe, señalando que
la buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley establezca la presunción
contraria. En todos los otros casos la mala fe debe probarse.
59
Sin perjuicio de la ubicación de la disposición en materia posesoria se tiene
entendido que la disposición es de general aplicación. Razones:
o Los términos del 707 son muy amplios y comprensivos, sin que se pueda aducir que
por la ubicación del precepto éste tenga aplicación restrictiva, ya que existen
muchas normas que tienen carácter general a pesar de su ubicación.
o La mala fe guarda relación con el dolo y si se pretendiera que la buena fe debe
probarse equivaldría a sostener que la mala fe se presume y ello no está ni en la letra
ni en el espíritu del legislador, pues el art. 1459 establece que el dolo no se presume.
o Solamente en el art. 707 establece la presunción de buena fe, en cambio en muchos
otros casos determinados establece expresamente la presunción de mala fe y ello
porque se trata de excepciones a la regla general que no requiere ser reiterada.
La razón de esta exigencia está en que los títulos traslaticios solo dan al acreedor un
derecho personal para exigir la tradición y es ésta la que coloca la cosa en poder del
adquirente. En los demás casos no se requiere, puesto que se trata de modos imperfectos
para adquirir el dominio pero que sirven de justo título para adquirir la posesión.
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla hará
presumir la tradición, a menos que está haya debido efectuarse por la inscripción del título.
Por lo tanto, esta presunción se aplica solamente a los muebles, ya que según el art. 724 las
60
cosas cuya tradición se efectúa por la inscripción del título, su posesión se adquiere solo por
dicha inscripción. Parte de la doctrina excluye también a las servidumbres porque requieren
de escritura pública según el art.698 CC.
o Puede adquirir el dominio por prescripción ordinaria, cuyo plazo es más breve que en
el caso de la extraordinaria,siendo de 2 años en el caso de los bienes muebles y 5
años para los bienes raíces.
o Está amparado por la presunción de dominio sobre la cosa que posee (art. 700 inciso
2º).
o Goza de las acciones posesorias y la acción publiciana.
o Conserva los frutos de la cosa poseída mientras se encuentre de buena fe, y tiene
derecho al reembolso de las mejoras útiles introducidas en la cosa poseída.
o Acción publiciana.
B. Posesión irregular.
Concepto
Esla que carece de uno o más de los requisitos de la posesión regular (art. 708). Por
lo tanto, se está frente a una posesión irregular en los siguientes casos:
Importancia de la clasificación.
61
Ella nos permite distinguir entre aquellas posesiones aptas para adquirir el dominio
por prescripción adquisitiva (posesiones útiles) de aquellas que no lo son (posesiones
inútiles o viciosas). Dentro de las primeras se comprende a la posesión regular e irregular;
en las segundas se comprenden a las llamadas posesiones viciosas, aquellas que adolecen
de un vicio de violencia o clandestinidad.
Concepto.
Esla que se adquiere por la fuerza, esta puede ser actual o inminente. Es decir, ella
puede consistir en vías de hecho o amenazas. Esta violencia debe ser inicial al momento de
sea adquirida, por lo que si después pasa a ser violenta, ella no deja de ser pacífica, salvo el
caso del art. 711.
o Verdadero dueño.
o Contra el que la poseía sin ser dueño.
o Contra el que la tiene en lugar y a nombre de otro.
Puede ejercerla tanto el que la adquiere, como sus agentes y respecto de éstos
últimos, sea que la ejerzan con el consentimiento del adquirente o bien que éste la ratifique
posteriormente.
B. Posesión clandestina.
Concepto
Es aquella que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho para oponerse a ella
(art. 713).
62
o Posición clásica.
En virtud de ésta se niega todo efecto a la posesión y con base a ello la denomina
inútil. Por lo tanto, esta especie de posesión no estaría amparada por las acciones posesorias
ni tampoco habilitarían para adquirir el dominio por prescripción adquisitiva.
o Posición moderna.
Esta atribuye efecto a las posesiones que vayan acompañadas de los vicios de
violencia y clandestinidad, así se señala que un poseedor regular puede mantener la cosa en
clandestinidad y su posesión no se verá alterada y no será inútil, ya que el requisito de la
buena fe es solo inicial y tratándose del vicio de violencia, la posesión sería irregular
porque no existiría buena fe inicial.
Además, el art. 2510 Nº 3 regla segunda exige que la posesión no haya sido violenta
ni clandestina, pero esto solo lo hace para el caso especialísimo del poseedor que tiene
título de mera tenencia y no lo hace en los casos anteriores que se refieren a la posesión
irregular propiamente tal.
En conclusión, podemos decir que la posesión viciosa es útil, ya que pone al poseedor
en el camino de la prescripción adquisitiva, sin olvidar que en el propio mensaje del CC se
asocia a la posesión irregular con la viciosa, al establecer como uno de los requisitos,
dentro de otros, para la posesión regular, el que se haya adquirido sin violencia ni
clandestinidad.
6.7.a. Generalidades
Por tratarse de un hecho jurídico no se transfiere por acto entre vivos ni se transmite
por causa de muerte (art. 717)
En cuanto a la capacidad del adquirente, el art. 723 determina que los incapaces
pueden adquirir la posesión de las cosas muebles aún sin ser autorizados o representados
por quien corresponda, con ta-{l que concurran la voluntad y la aprehensión material. Pero
63
para ejercer la posesión si es menester que se cumplan con las formalidades habilitantes
correspondientes.Esta regla no se extiende a los infantes y dementes, ellos son incapaces en
materia posesoria. Por lo tanto tratándose de los sordomudos que no puedan darse a
entender claramente y los impúberes mayores de 7 años, se deberá aplicar la regla general
del inciso 1º.
Si bien la regla general en materia de posesión es que para que esta se adquiera se
requiere de corpus y animus (art. 723), se establece una excepción en relación a la herencia
en que la posesión se adquiere desde el momento que es deferida, incluso aunque el
heredero lo ignore, por lo que en este caso pueden faltar el corpus y el animus. Algo similar
se produce en relación a la adquisición de la posesión respecto del corpus y animus en los
inmuebles inscritos.
A. Bienes muebles.
Adquisición.
Hay que tener presente la regla especial en cuanto a capacidad para adquirir la
posesión de bienes muebles del art. 723.
Conservación.
Para conservar la posesión sobre esta clase de bienes basta el animus, aunque
momentáneamente no se tenga el corpus, lo que se desprende del art. 725 en que se permite
al poseedor conservar la posesión aunque transfiera la tenencia de la cosa por cualquier
título que no sea traslaticio de dominio; y del art. 727, norma que se refiere específicamente
a los bienes muebles y establece que la posesión de éstos se conserva aunque el poseedor
ignore accidentalmente su paradero.
64
pierde la posesión, es decir el animus y el corpus, una vez que la cosa es apoderada por otro
con ánimo de señor y dueño.
Pérdida
o Pérdida del corpus y del animus: ello se produce cuando hay enajenación y cuando
hay abandono.
o Pérdida del elemento corporal: esta ocurre cuando otro se apodera de la cosa poseída
con ánimo de hacerla suya (art. 726) y cuando sin pasar la posesión a otras manos se
hace imposible el ejercicio de actos posesorios (Ejemplo: cuando un animal bravío
recobra su libertad, cosa que se cae al mar).
o Pérdida del animus: aquel poseedor conserva la tenencia, pero pierde el ánimo de
señor y dueño (Ejemplo, constituto posesorio)
Adquisición.
i. Simple apoderamiento material con ánimo de señor y dueño (art. 726 y 729).
65
o En relación a la sucesión por causa de muerte.
o En relación a la ocupación.
Parte de la doctrina considera que no puede ser invocada en relación a los bienes
inmuebles, puesto que respecto de estos el propietario es el Estado. Para quienes aceptan la
ocupación como título justificativo de la posesión respecto de estos bienes, señalan que no
se requiere inscripción para su adquisición.
o En relación a la accesión.
En este caso tampoco sería necesario inscribir para adquirir la posesión, esto porque
en la accesión lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Si se reconoce la posesión del
bien principal sin la inscripción no podrá exigirse en este caso la inscripción
o En relación a la prescripción.
Ella no puede ser invocada como antecedente de la posesión ya que a ella se llega
precisamente en virtud de la posesión. La prescripción adquisitiva es el medio de que se
valen los poseedores para adquirir el dominio. Además, un mismo modo no puede ser a la
vez su título. Existe una relación de medio a fin entre la posesión y la prescripción.
66
por medio de la inscripción en el registro del CBR; por su parte, el art. 696 establece como
sanción a la no inscripción, la de no conceder la posesión respecto del bien inmueble de que
se trate, dejando al adquirente en calidad de mero tenedor. De conformidad a ello, sin
inscripción no se adquiere ni siquiera la posesión irregular. Finalmente, el art. 724 exige
que para adquirir la posesión de los bienes inmuebles se necesita la inscripción, sin hacer
distinción alguna (no distingue ni tipo de inmueble, ni clase de posesión). En consecuencia,
con base a las disposiciones en comento debemos optar por la necesidad de inscribir en el
registro del CBR para la adquisición de la posesión regular de esta especie de bienes
inmuebles.
o Posesión irregular.
Se menciona además como apoyo a esta posición que es la única forma de hacer
realidad la aspiración del mensaje del CC, ya que de éste se desprende el deseo del
legislador en orden a hacer sinónimos la inscripción, posesión y dominio.
67
Conservación.
Respecto de ésta se deben aplicar las mismas normas de los bienes muebles, es decir,
se conserva la posesión mientras se mantenga el corpus y el animus, aunque se transfiera la
mera tenencia. Esto se entiende sin perjuicio de que el adquirente de la posesión del
inmueble no inscrito haya optado por la inscripción del mismo, en cuyo caso en esta
materia se deberá estar a las reglas de conservación de la posesión inscrita.
Pérdida.
Existen dos posturas en relación a esta materia, y dependerá la decisión del rol que se
le otorgue a la inscripción en nuestro sistema registral.
68
Sin perjuicio de lo anterior, esta posición no ha estado exenta de críticas. Se ha dicho
por la doctrina que de admitirse esta teoría tendremos que aceptar el caso en que se enajena
un inmueble ajeno no inscrito y que el comprador inscribe, frente a lo cual éste adquiere la
posesión sin tener la tenencia material del bien, en virtud de esta teoría se tendría que
reconocer este derecho al comprador. En este caso, no habría aprehensión material, que es
la única forma de hacer cesar la posesión no inscrita (art. 729), sin embargo, adquiere la
posesión por la sola inscripción.
La inscripción debe ir acompañada con una realidad posesoria. De modo que, frente
al choque de intereses entre un poseedor que no tiene la tenencia material del bien y aquel
que se comporta como señor y dueño, debe preferirse a este último. En este caso la
inscripción es garantía de un hecho que consiste en la posesión material del bien, pero en
aquellos casos en que no se dé esto, la inscripción es solo un papel, no confiriendo
posesión.En las ventas dobles (art. 1817) se puede dar el problema relativo a que existan
dos poseedores inscritos, y en este caso se deberá decidir por alguno de ellos. Para la teoría
de la ficción se prefiere al que inscribió primero, aún cuando no esté en posesión (se opta
por interpretar el concepto de posesión y el de entrega o tradición como sinónimo de
inscripción). En cambio para esta teoría se tendrá que preferir al que se encuentre en
posesión material, no obstante no tener su título inscrito.
Esta doctrina ha sido creada por los autores a partir de varias disposiciones
diseminadas en el CC, teniendo presente que le son aplicables no solo a los bienes
inmuebles inscritos sino también a los no inscritos, o al menos su aplicación en doctrina se
discute. De esta manera, la inscripción en el registro del CBR se constituye como la
tradición, requisito, garantía y prueba de la posesión sobre bienes inmuebles (art. 686, 696,
702, 724, 728, 730 inciso 2º, 2505 y 924)
69
Dice el mensaje del CC: “La inscripción es la que da la posesión real efectiva; y
mientras ella no se ha cancelado, el que no ha inscrito su título, no posee: es un mero
tenedor”. Manifestaciones: Art., 724; y el art. 696.
Se manifiesta en el art. 924 que señala que la posesión de los derechos inscritos se
prueba por la inscripción.
Adquisición de la posesión.
Si se invoca:
En este caso no se aplica el art. 724, porque este solo se refiere a los títulos
traslaticios de dominio. En esta hipótesis, no se requiere de la inscripción para la
adquisición de la posesión. Así, si se trata de la sucesión por causa de muerte, la posesión
se adquiere por el solo ministerio de la ley, y las inscripciones del 688 no constituyen
tradición. En el caso de la accesión, se aplica el principio de que lo accesorio sigue la suerte
de lo principal y en el caso de la ocupación, ya vimos que ésta en principio no procede
respecto de inmuebles, ya que estos pertenecen al Estado. Y por último, en relación a la
prescripción, también dijimos que esta solo opera como modo de adquirir y que es el medio
que se vale la posesión para adquirir el dominio. En el fondo, se aplican las mismas reglas
que para los inmuebles no inscritos.
70
la teoría de la posesión inscrita que se basa en las disposiciones ya comentadas, en especial
la del art. 72428.
La norma aplicable es la del art. 728, de acuerdo con este precepto la posesión solo se
pierde por la cancelación de la inscripción. Mientras subsiste la inscripción el
apoderamiento material no produce la pérdida de la posesión, ya que se requiere de la
cancelación de la inscripción. Algunos, minoritariamente, sostienen que el simple
apoderamiento material del bien conduciría a la posesión irregular y que la norma del 728
está reservada para la posesión regular. Frente a ello se contraargumenta con que el art. 728
no hace distinción alguna y el artículo 2505, tampoco.
Es una convención entre dos o más persona en orden a dejar sin efecto una
inscripción. En este caso habrá que exhibir al CBR un instrumento auténtico en que conste
dejar sin efecto la inscripción existente a nombre de uno de ellos, con lo que cobra vigencia
la inscripción precedente, bastará una subinscripción al margen en que se exprese que se
cancela, y así el inmueble quedará sometido a la inscripción anterior. Ejemplo: la
resciliación de un contrato de compraventa.
28
Un sector minoritario sostiene que, para adquirir la posesión irregular no sería necesaria la inscripción, ya
que uno de los requisitos de la posesión regular es la tradición y si falta este la posesión sería irregular (art.
702 y 708). Críticas a esta posición: El art. 724 no distingue entre posesión regular e irregular; El art. 728
señala que el poseedor inscrito no pierde la posesión mientras subsiste la inscripción; Si se acepta esta
doctrina, tendríamos que aceptar la existencia de dos poseedores, el inscrito y el no inscrito, sobre una misma
cosa; Por otra parte, el mensaje señala, como lo hemos reiterado, que la inscripción otorga la posesión real y
efectiva del inmueble y mientras no se haya cancelado la inscripción anterior, nada se posee, sino que es un
mero tenedor, por lo tanto si no se inscribe el título, solo se adquiere la mera tenencia y no la posesión
irregular. Por lo tanto, siempre será necesaria la inscripción para adquirir la posesión, sea esta regular o
irregular.
71
cancelarla, por conveniencia se suele hacer. Recordar que en el título hay referencia a la
transferencia anterior.
Con relación al tema que abordamos en este acápite, debemos referirnos al art. 730.
Su inciso 1º trata del mero tenedor que usurpa la cosa y la enajena a su nombre. De acuerdo
a este inciso la norma solo se aplica a los bienes muebles e inmuebles no inscritos.
“Competente inscripción”
72
acuerdo a las normas del Reglamento del CBR, sin ver si la nueva inscripción está
vinculada o no con la del poseedor inscrito.
Por otro lado, el art. 728 se refiere a la situación normal en que el poseedor inscrito ha
enajenado el bien que posee y esta sería la regla general, en cambio el 730 se refiere a otra
situación que constituye la excepción, y que es el caso de que un mero tenedor que usurpa
transfiere el bien y aquí la competente inscripción que se exige podrá ser la del título
otorgado por el mero tenedor y el adquirente, sin importar que no provenga del poseedor
inscrito. Lo anterior vendría a reafirmarse con el art. 2505, ya que éste dispone que no hay
prescripción contra título inscrito, sino en virtud de otro título inscrito y el plazo de
prescripción empieza a correr desde la inscripción del segundo, lo cual a su vez estaría en
armonía con el art. 683, que señala que la tradición en los casos y modos que la ley
establece permite al adquirente ganar el dominio por prescripción adquisitiva, aunque el
tradente no hubiere tenido derecho a ello.
Por lo tanto, el caso del 730 estaría dentro de las normas anteriores, ya que se trata de
una situación especial distinta a la regla general del art. 728, en donde se establece un modo
distinto de inscripción. Aquí, además de la inscripción competente, se requiere de la
posesión material del bien, es decirse requieren actos de posesión (art. 683 y 670). Lo
anterior, por aplicación de la teoría de la inscripción garantía.
La base de este figura la encontramos en el art. 717, que nos parte diciendo que la
posesión del sucesor principia en él, es decir el sucesor no es continuador en la posesión de
su antecesor, independientemente que se trate de una sucesión universal o singular. Esta
figura de la accesión de posesiones no se contradice con la idea de que la posesión no se
73
transmite ni se transfiere, puesto que el sucesor solo se está aprovechando de las ventajas
que el ordenamiento jurídico otorga a la posesión anterior. Además, si no existiera el
mecanismo de la accesión de posesiones, prácticamente no podría funcionar la protección
de las acciones posesorias, puesto que se exige un año de posesión tranquila y no
interrumpida (art. 918); y el de la prescripción adquisitiva.
Los requisitos para que pueda utilizarse el mecanismo de accesión de posesión son:
i. La posesión legal.
74
Laposesiónlegaldelherederonoes lamismadelcausante,yaqueelheredero
adquieresupropiaposesiónporlaley;estose desprendealrelacionarelartículo772(la posesión
delaherenciaseadquiere)conelartículo 717queseñalaquelaposesión del sucesorprincipia
enél.
Seconfiereporresoluciónjudicialoadministrativa,yaquehoynoexisteunaúnicaformadetra
mitar lasposesionesefectivasenChile.Tratándosede
lasposesionesefectivasintestadasabiertasenChile,éstas
setramitananteelRegistroCivil,deconformidadconelprocedimientoprevistoenlaley 19.903,yse
confieren envirtuddeunaresoluciónadministrativaquedictaelDirectorRegionaldelServiciode
RegistroCivile Identificación.Ytratándosede
lasposesionesefectivascorrespondientesasucesiones
testadasabiertasenChile,ytestadasointestadasabiertasenelextranjero,éstasse tramitananteslos
TribunalesOrdinariosdeJusticia(TribunalCivilcompetente),yseconfiereenvirtudde una
resolución judicialdictadaenunprocedimientovoluntario,ala cualse le denomina,enla
jergacomún,“autode posesión efectiva”(resoluciónqueno es un auto).
75
De lasdosfórmulasdetramitacióndelaposesiónefectiva,claramentela
mayoritariaeslaquese tramitaensedeadministrativa.Porlotanto,losaspectosa destacarde laLey
19.903 son:
i.Elartículo1deéstaley,serefiereasuámbitodeaplicación,cuales,lasucesiones
intestadasabiertasen Chile.
v.Elartículo5°señalaquequienemitelaresolucióndeposesiónefectiva,eselDirector
Regionalrespectivo,yelartículo6°especificaaquienesseotorgalaposesión
efectiva.Sobrelabasedeestaúltimadisposición,elRegistroCivilnoestá limitadoporla
solicitud,esdecir, no está obligado a conferirla posesión efectiva
aaquellosqueestánenlasolicitud,sinoque tienequeconferirlaatodosaquellos que,de
conformidadconlosantecedentesque maneja,tenganelcarácterde herederos.
vi.Elartículo7°consagralaobligaciónde publicarlaresoluciónadministrativaque
confierala posesión;yel artículo8°señalaque efectuadalapublicación,el Director
RegionaldelRegistroCivilordenarála inscripciónenel RegistroNacionalde
PosesionesEfectivas.Asimismo, elart.8°señalaqueunavezinscritalaresolución,éstano
vaapodersermodificadasinoenvirtuddeunaresoluciónjudicial,oenvirtud deuna
propiaresolucióndelServicio,perosoloencasodeerroresformales manifiestos,o en caso
demodificacióndel inventario.
Tratándosedelasposesionestestadas,éstasseotorganenvirtuddeuna
resoluciónjudicialdictadaenunprocedimientodecaráctervoluntario,lacualserige por las
normasdelos artículos 877 y siguientesdel CPC.
76
Lasimportanciasde laposesiónefectiva,son las siguientes:
o Determinaoidentificaquienestienenaparentementeelcarácterde herederos.El
otorgamientode la posesiónefectivanoconfiereelcarácterdetal,estoqueda clarotantoen
lasdisposicionesdel CC,cuandopor ejemplohabladel“falso
herederoalcualselehadadolaposesiónefectiva”,comoenlasdisposiciones del
CPC,oenlasnormasde la Ley19.903,yaque enéstasse señalaque la posesiónse
conferiráa aquelque “aparentementetengaelcarácterde tal”.
o Con latramitacióndelaposesiónefectivasehaceposiblelaaplicacióndel
impuestoalasherenciasya lasasignacionesydonaciones.Esteimpuestono
gravaalamasahereditaria,sinoa lasasignaciones,ademásconfiereexenciones
deacuerdoalgradodeparentescoquesetengaconelcausante(amayorgrado de
parentesco,mayores la exención).
Elpagodelosimpuestosconstituyeunrequisitoindispensableparaquelos
asignatariospuedandisponerdelosbieneshereditarios(arts.25y54delaLey16.271).
o Permitealheredero queha obtenidola posesión efectiva(falso heredero)adquirir en un
plazode prescripciónmásbreve,que es de cincoaños (arts. 1269 y 704).
o Permitela conservaciónde la historia de la propiedadraíz,porque constituyeun
pasonecesarioparaexplicarcómobienesque figurabaninscritosanombredel
causante,ahora vana estar inscritosa nombrede sus herederos.
o Validaelpagohechoalherederoputativo.Ellegisladorprecisaalapersonaa
quiendebehacérseleelpago paraqueseaeficaz(art.1576), ylaleyvalidael pago hechoa
un herederoputativo(“elque paga mal,pagados veces”).
Concepto.
Son aquellas que tienen por objeto conservar o recuperar la posesión de bienes
raíces o de derechos reales constituidos en ellos (art. 916).
Características.
77
o Querella de amparo.
o Querella de restitución.
Tiene por objeto recuperar la posesión perdida de un bien raíz o de un derecho real
constituido sobre él y también es posible demandar la indemnización de perjuicios.
o Querella de restablecimiento.
Consideraciones generales
En las cuales no se tomará en cuenta el dominio (art. 923 inciso 1º), sino que
solamente se necesita probar los requisitos de la posesión tranquila y por más de un año
completo.
o Sujeto activo.
o Plazo de interposición.
Se requerirá que la acción no esté prescrita, ello ocurre en un año desde el hecho que
da origen a la acción. En el caso de la querella de amparo, el plazo se cuenta desde el acto
de molestia o embarazo. En el caso de la querella de restitución, es desde que el poseedor
78
anterior la ha perdido y si la nueva posesión ha sido violenta contará desde el último acto
de violencia o desde que haya cesado la clandestinidad (art. 920)
o Procedencia.
La acción posesoria solo procede respecto de las cosas que pueden ganarse por
prescripción, por lo tanto no procedería respecto de las servidumbres inaparentes o
discontinuas.
o Sujetopasivo.
La acción posesoria se dirige, por regla general, contra el autor del hecho que afecta a
la posesión, salvo el caso del art. 927 en donde la acción puede dirigirse no solo en contra
del usurpador, sino también contra toda persona cuya posesión haya derivado de éste.
Una primera interpretación señaló que el art. 924 se refería únicamente a la prueba de
la posesión de los derechos reales distintos al dominio, dejando reservado el art. 925 para la
prueba de la posesión del dominio sobre bienes inmuebles inscritos o no, sea posesión
regular o irregular.
79
Para algunos la norma del art. 924 constituye una presunción de derecho en el sentido
que la inscripción superior a un año hace improcedente la prueba de la posesión material.
7. LA MERA TENENCIA
7.1. Concepto
Es la tenencia que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino en lugar y a
nombre del dueño. En otras palabras se trata de todo aquel que tiene una cosa reconociendo
dominio ajeno (art. 714).
7.2. Elementos
La mera tenencia involucra solo uno de los elementos de la posesión que es el corpus
o sea la detentación material de una cosa. Ya se ha analizado la relación que existe entre la
posesión y la mera tenencia.
Dentro de la trilogía de posiciones que se pueden tener respecto de una cosa, la mera
tenencia es la más débil, ya que ella nunca dará lugar a la prescripción adquisitiva, ya que
ésta tiene como presupuesto a la posesión, la cual es jurídicamente antagónica a la mera
tenencia.
La mera tenencia no se muda en posesión por el simple lapso del tiempo (art. 716) o
por voluntad del mero tenedor; en otras palabras, este último jamás podrá mejorar su título.
Como manifestación de ello encontramos el art. 730, que dispone que la sola usurpación de
la cosa por parte del mero tenedor no hace cesar la posesión, salvo que la enajene a su
nombre a un tercero. Esto es una aplicación de la norma del art. 683 en cuanto el adquirente
puede ganar el dominio por prescripción adquisitiva, no obstante el tradente no hubiere
tenido derecho a ello.
Pero nos encontramos con una excepción a la regla anterior, contenida en el art. 2.510
regla 3ª. En dicha norma se dispone que podrá ganarse el dominio por prescripción
extraordinaria cuando exista un título de mera tenencia y a concurrencia de dos
circunstancias copulativas:
i. Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos 10 años se
haya reconocido su dominio por el que alega la prescripción.
ii. Que el que alega la prescripción pruebe haber “poseído” sin violencia,
clandestinidad ni interrupción por el mismo lapso de 10 años.
80
Ahora bien, debemos señalar que la norma en comento no es una excepción al
principio de que el mero tenedor no puede mejorar su título por el transcurso del tiempo
sino que es una confirmación del mismo, ya que el propio art. 2510 señala que la mera
tenencia no dará lugar a la prescripción, a menos que concurran circunstancias que son
demostrativas de posesión, ya que el que alega la prescripción no ha reconocido dominio
ajeno y debe haberla “poseído” por 10 años. En este caso lo que ocurre es que la cosa llega
a manos del mero tenedor en virtud de un título de mera tenencia, pero luego la situación se
transforma en el hecho en una posesión.
Finalmente, debemos recordar que la mera tenencia puede ser en virtud de un derecho
personal (ej. arrendatario), o un derecho real (ej. usufructuario, acreedor prendario,
usuario).
8. MODOS DE ADQUIRIR29
8.1. Generalidades
Dentro de la estructura del CC hay que tener en cuenta dos nociones básicas:
En el artículo 588 del CC, el legislador se encarga de enumerar los modos de adquirir,
indicando que estos son:La ocupación, la accesión, la tradición, la prescripción adquisitiva,
la sucesión por causa de muerte y además hay que incorporar a la ley (en el caso de la
expropiación).
Los modos de adquirir el dominio o los derechos reales, tienen las siguientes
funciones:
i) Adquirir el dominio
ii) Adquirir otros derecho reales
iii) Adquirir la posesión de una cosa
iv) En ciertos casos, actúan de justo título. Este es el caso de la ocupación, la
accesión, y la prescripción (art. 703). Como vimos a propósito de los justos títulos, estos
29
Por ejemplo, el contrato de compraventa: los contratos solo producen efectos obligacionales, por lo que al
celebrarlo no me hago dueño, sino que lo soy con la tradición, que es la que produce la adquisición del
derecho. El contrato es el título traslaticio y para cumplir con la obligación emanada de éste, tengo que
necesariamente cumplir con la tradición.
81
tres casos, que si bien son modos de adquirir el dominio, pueden actuar como títulos
constitutivos en caso que no reúnan todos los requisitos para ser considerados modo.
v) En ciertos casos, en virtud de estos se puede pasar a ser titular de derechos
personales. Como en el caso de la cesión de créditos –tradición-, o bien, en la adquisición
de un crédito en virtud de la sucesión por causa de muerte.
Gran parte de la doctrina dice que sí es necesario el título (lo que emana del derecho
romano), ya que a pesar de que no se señale expresamente, hay ciertas normas en nuestro
ordenamiento que permiten afirmar su exigencia respecto de la ocupación, accesión y
prescripción adquisitiva, que en éste caso se denominan títulos constitutivos (art. 703); y
tratándose de la sucesión por causa de muerte, se distingue si es testada o intestada. Si es
testada, el título viene dado por el testamento, y en el caso de que sea intestada, éste papel
lo tendrá la ley (art. 952).
Sin embargo, hay quienes afirman que dentro del sistema chileno, el único modo de
adquirir que requiere de la confluencia título-modo es la tradición, ya que en el resto de los
casos el legislador no lo exige.
Son las cosas que puedo adquirir a través de ellos: el derecho real de dominio y los
demás derechos reales,e incluso derechos personales (por ejemplo, en la tradición –cesión-
de derechos o la sucesión por causa de muerte). Es importante señalar que solo se puede
adquirir un derecho por unsolo modo de adquirir.
82
que el alcance y características del derecho dependan necesariamente del
antecesor. Estos son la tradición y la sucesión por causa de muerte (nadie puede
transferir ni transmitir más derechos de los que tiene).
Son modos de adquirir que pueden operar a título singular o universal: sucesión por
causa de muerte (legados o herencias)
Son modos que puede operar solo a título singular: Ocupación o Accesión.
Son modos que operan por regla general a título Singular: la tradición y prescripción
adquisitiva (será universalen el caso que se trate del derecho real de herencia).
83
Laimportanciadeestaclasificaciónradicaen elhechoqueenlos modosque
operanatítulouniversal,eladquirenteesuncontinuadordelcausante,por lotantole sucedeen
todos los derechosy obligacionestransmisibles(universalidad),en cambioen losque sona
títulosingular,el adquirentesoloadquierelacosaylosderechosy obligacionesque conellase
relacionan.Además,estoseproyectaenelcampodelosefectos,puestoque lasnormas
aplicablesalosmodosa títulouniversalvan aserlasdelosbienesmuebles,porqueéste
eselestatutogeneral,nodependiendode silauniversalidadestáconformadaporbienes muebleso
inmuebles.
o Modos de adquirir por acto entre vivos: Son aquellos en que la adquisición del
derecho no presupone la muerte de su titular.
o Modos de adquirir por causa de muerte: Son aquellos en que la adquisición del
derecho presupone la muerte de su titular.
Existe solo un modo de adquirir que requiere la muerte del titular como presupuesto
del modo de adquirir, y este es la sucesión por causa de muerte.
o Modos de adquirir a título gratuito: Quien adquiere el derecho real, no tiene que
hacer ninguna contraprestación pecuniaria, como es el caso de la accesión,
ocupación, prescripción adquisitiva, sucesiónpor causa de muerte, y eventualmente
la tradición (si el título es gratuito).
o Modos de adquirir a título oneroso: El adquirente del derecho real debe realizar un
sacrificio pecuniario, como en el caso de la tradición, cuando su título es oneroso
(como en la compraventa).
8.5. LA TRADICIÓN
Encuentra su regulación en el Título VI, del Libro II CC, en los arts. 670 a 699.
Además se debe agregar el Reglamento del Conservador de Bienes Raíces, a propósito de
la Tradición de bienes raíces, y los arts. 1901 y ss., del CC a propósito de la Tradición de
los derechos personales (Cesión de Créditos).
84
8.5.a. Concepto.
Lo que se dice del dominio se extiende a los otros derechos reales distintos de éste.
8.5.b. Características
i. Es un modo de adquirirderivativo.
Es un modo de adquirir que puede operar a título oneroso o gratuito. Y ello viene
determinado por el título o causa del modo de adquirir.
Pues como ya se ha dicho, solo la sucesión por causa de muerte opera como modo
de adquirir mortis causa.
v. Opera respecto del dominio y los demás derechos reales e incluso derechos
personales.
Es un modo de adquirir no solo del dominio, sino que también de los demás derecho
reales e incluso de los personales (cesión de créditos, art. 1901 y ss.): art. 670 inciso 2º; art.
686 inciso 2º; art. 698 (normas que se refieren a los derechos reales, excepto el de
herencia); art. 699 (que se refiere a los derechos personales).
85
traslaticiode dominio de la tradición operará como justo título de la posesión que habilitará
al adquirente, cumplidos los demás requisitos, para adquirir por prescripción el dominio de
la cosa (ej. contrato de compraventa).
o Es un acto de usual ocurrencia en nuestra vida diaria, puesto que para adquirir el
dominio de las cosas que constantemente compramos se debe efectuar la tradición.
Ejemplo, Contrato de compraventa (sea de muebles o inmuebles).
o La tradición de una cosa ajena es válida, o sea, el hecho de que tradente no sea dueño
de la cosa no invalida la tradición, pero el adquirente no adquirirá el dominio. Sin
embargo, en virtud de la tradición podrá llegar a ganar el dominio de que su tradente
carecía, por prescripción adquisitiva (arts. 682-683 CC), por lo tanto estamos ante
una tradición válida, pero que tiene un efecto diverso al normal, pues actúa como
justo título de posesión, permitiendo al adquirente no dueño, adquirir el dominio
mediante la prescripción adquisitiva.
El art. 670 define a la tradición como el modo de adquirir el dominio de las cosas que
consiste en la entrega que el dueño hace de la cosa a otra persona, habiendo por una parte
la facultad e intención de transferir el dominio, y por la otra la capacidad e intención de
adquirirlo. En términos generales, se alude a la entrega material, pero se debe tener
presente que la entrega no siempre constituye tradición, ya que ésta puede realizarse en
virtud de un título de mera tenencia, como por ejemplo en el contrato de arrendamiento.
86
demuestra la vinculación que existe entre el modo y el título, porque esta intención debe
estar manifestada en el título traslaticio de dominio. Así, en la simple entrega, el titulo será
de mera tenencia (ejemplos: arrendamiento o comodato), en cambio si se trata de la
tradición, el título siempre deberá ser uno traslaticio de dominio (ejemplos: compraventa,
permuta, aporte en sociedades), aunque el tradente no sea dueño, ya que en este caso no
adquiere el dominio, pero si la posesión de la cosa tradida.
Esto se desprende del carácter de convención que tiene la tradición, y así lo señala el
art. 670 al mencionar a las dos partes como elementos constitutivos del concepto. El
tradente es aquel que hace entrega con la facultad y la intención de transferir el dominio de
una cosa, y el adquirente es aquel que recibe la cosa con la capacidad y la intención de
adquirir el dominio de la cosa tradida.
a) Debe ser dueño de la cosa que entrega o del derecho que transfiere.
En el caso que el tradente no sea dueño de la cosa que entrega, como ya lo hemos
señalado, la tradición es plenamente válida, lo cual se confirma por los art. 682 y 683, pero
no transfiere el dominio, sino que da al adquirente la posesión de la cosa que lo pone en el
camino de ganarla por prescripción adquisitiva (tradición actúa como justo título).
87
Se debe precisar, que el código habla de “facultad” para transferir, llevando al
equívoco inicial de pensar que no se le exige capacidad al tradente para realizar esta
convención, lo que se debe descartar de inmediato. Si bien el legislador coloca énfasis en la
facultad de disposición, por tratarse de una convención, el tradente debe ser plenamente
capaz conforme a las reglas generales.
Se precisa que debe tener facultad de transferir el dominio para dejar establecido
que se requiere de poder disposición, es decir, se exige “legitimación”, que no es otra cosa
que la idoneidad del sujeto para celebrar el acto de que se trata (en este caso la tradición
de una cosa, la que idealmente tendrá como efecto la transferencia del derecho real de
dominio, o del derecho de que se trate). Así, si el tradente es un representante legal que
entrega un bien del representado, deberá cumplir con las formalidades correspondientes, ya
que sin estas no puede actuar (el representante carece de legitimación), o incluso quien
actúa por sí podría carecer de la facultad de disposición (como en el caso de los bienes
sociales en la sociedad conyugal del art. 1749). Ahora bien, la falta de legitimación,
acarreará como sanción la que corresponda atendiendo el acto de que se trate.
Se puede señalar además que respecto del tradente cabe la representación (art. 671):
o La cosa puede ser entregada por los mandatarios o representantes legales, entonces la
tradición hecha por el mandatario o representante se entiende hecha por el tradente
mandante o representado.
o En el caso de las ventas forzadas que se hacen por decreto judicial a petición del
acreedor, el juez actúa como representante legal del tradente, que es la persona cuyo
dominio se transfiere.
La ley exige que este sea capaz de adquirir y además la intención de adquirir. Por
tratarse de un acto jurídico, el legislador está exigiendo plena capacidad (sancionándose
esta conforme las reglas generales por falta de capacidad).
Cabe hacer presente que la doctrina ha estado dividida en torno a que debe
entenderse por capacidad para adquirir el dominio, existiendo diversas posturas:
o Postura del profesor Alessandri: señala que el adquirente requiere tener capacidad de
goce, es decir, tener aptitud legal para adquirir derechos, pero en este caso se va más
allá, señalando que se trataría de lo que se conoce como “legitimación”, que sería la
capacidad de goce aplicada al ámbito de la tradición.
88
o Postura del profesor Somarriva: señala que el adquirente requiere la capacidad de
administración y da como razón la norma del art. 1578 Nº 1 que se refiere a que no
vale el pago hecho a persona que no tiene la libre administración de sus bienes.
o Postura del profesor Peñailillo: señala que lo único que se exige es la capacidad de
ejercicio, aplicando las normas de los actos jurídicos, y como ya se ha dicho, la
tradición es una convención
ii. Consentimiento de ambas partes (arts. 672 inciso 1º, 673 inciso 1º, 676 y 677).
Cabida de la representación.
Para que la tradición efectuada por el representante legal o el mandatario sea válida,
se requiere además que este actúe dentro de los límites de las facultades que se desprenden
del mandato o que le imponga la ley (art. 674). Esto no es otra cosa que aplicación de las
reglas generales de los actos jurídicos (art. 1448)
Este error debe recaer en la identidad específica de la cosa tradida, es decir, se refiere
a un caso de error esencial u obstáculo, que impide la formación del consentimiento, dando
lugar a la nulidad absoluta.
89
o Error en la persona a quien se hace la entrega (art. 676).
Este error debe recaer sobre la identidad de la persona y no respecto del nombre. Esto
constituye una excepción a la regla general, que señala que el error en la persona no vicia el
consentimiento, salvo el caso de los contratos intuito personae. Es importante la identidad
de la persona a quien se efectúa la entrega, ya que a través de esta se está cumpliendo la
obligación de dar que nace del contrato (art. 1576 y 1577).
Este error debe recaer en el título de la tradición y se da esta hipótesis en dos casos:
i. Cuando una sola de las partes entiende al título como traslaticio de dominio y la otra
como de mera tenencia.Ejemplo: una persona entrega una cosa a título de comodato
y la otra cree recibirla a titulo de donación.
ii. Cuando ambas partes entienden que existe un título traslaticio de dominio, pero hay
error en la naturaleza del mismo. Ejemplo: una entrega la cosa a título de mutuo y la
otra la recibe creyendo que se le está haciendo una donación.
En relación a esta especie de error hay que tener presente que el error en el título es
un vicio que se extiende o afecta a la tradición, ya que sin título no hay tradición, teniendo
en cuenta que este error da lugar a la nulidad absoluta del título.
El art. 672 y 673, establecen una excepción a las normas relativas a la nulidad
absoluta en la teoría de los actos jurídicos, puesto que en los incisos segundos de ambos
artículos, después de señalar que se requiere para que sea válida la tradición la voluntad de
las partes, dispone que la tradición que al principio fue inválida por haberse hecho sin la
voluntad de cualquiera de las partes o de sus representantes, se valida retroactivamente por
la ratificación de la parte que no manifestó su voluntad (si existe voluntad viciada debemos
aplicar las reglas generales). La razón de esta excepción está en la circunstancia de que la
tradición de una cosa ajena es válida, la cual mediante la ratificación operaría de forma
normal.
90
pesar de ser válida, no le empecé al verdadero dueño de la misma. La expresión nulidad
empleada por el legislador sería simplemente incorrecta.
Título
o El título debe ser válido, art. 675 CC.En otros términos, la nulidad del título hace que
no pueda operar la tradición, ya que todo defecto o vicio de aquél alcanza a ésta
(recordar, el título como manifestación de voluntad). Una manifestación de que el
título debe ser válido está en el art. 679, que señala que si la ley exige solemnidades
para la enajenación, no se transfiere el dominio sin ellas.
o Este título debe ser válido respecto de la persona a la que se le confiere. Así por
ejemplo, no es título válido la compraventa entre cónyuges no separados
judicialmente o entre padre e hijo de familia no emancipado (art. 1796).
91
Antiguamente no se distinguía entre tradición de cosas muebles e inmuebles, nuestro
legislador innovó en esta materia regulando en forma distinta la tradición de una u otra
especie de bienes (en la antigüedad bastaba la sola entrega material).
Así, el CC en su art. 684 señala que la tradición de una cosa corporal mueble
deberá hacerse significando una de las partes a la otra que le transfiere el dominio y luego
establece las formas o medios como se puede significar lo anterior. De modo que la
tradición de derechos reales sobre cosas corporales muebles puede ser de tres tipos:
o Tradición real.
o Tradición ficta.
a. Tradición simbólica
92
entiende cumplida por el otorgamiento del título, puesto que la entrega material ya se había
efectuado en virtud del antiguo título. Se recurre a esta ficción para evitar un rodeo inútil, a
pesar de que el contrato solo produce efectos obligacionales (art. 684 inciso 5). Ejemplo,
contrato de arrendamiento sobre un automóvil, respecto del cual se celebra, posteriormente
una compraventa, siendo el comprador el arrendatario.
Como en la situación anterior, se evita una doble entrega, en este caso una persona
que es propietaria pasa a tener la calidad de mero tenedor.
A los cuatro casos del artículo 684 debemos agregar el supuesto que nos entrega la
norma siguiente, donde la tradición se verifica al momento de efectuase la separación de
esos objetos. Para que valga como tradición es necesario que la separación se efectúe con
consentimiento del dueño.
30
Ejemplo: soy dueño de un auto y lo vendo, pero resulta que continúo en poder del mismo en calidad de
depositario, en ese caso para efectuar la tradición no será necesario entregar la cosa y que luego me la
entreguen de nuevo en depósito. Por el solo hecho de celebrarse esos contratos se ha efectuado la tradición al
comprador.
93
contiene tanto en la Ley 18290 como en el DS1111 de 1984, reglamento del registro de
vehículos motorizados31).
o Forma de efectuarla.
i. Única forma de efectuar la tradición de los derechos reales constituidos sobre bienes
inmuebles (art. 686). Esta norma no puede ser alterada por las partes, ya que es de
orden público.
iii. Las inscripciones también cumplen un rol de publicidad de la propiedad raíz, ya que
la pone a la vista de todos. Es un cuadro que representa instantáneamente sus cargas,
31
Si el acto que sirvió de título a la transferencia de un vehículo fuere consensual, se acreditará mediante
declaración escrita conjunta que suscribirán ante el Oficial de Registro Civil e Identificación el adquirente y la
persona a cuyo nombre figure inscrito el vehículo, o mediante instrumento público o instrumento privado
autorizado ante Notario, art35.
94
mutaciones, restricciones y divisiones sucesivas. En este sentido, encuentra su
fundamento en la seguridad y certeza jurídica.
iv. Se discute si constituye o no, solemnidad de ciertos actos o contrato sobre inmuebles:
Por regla general la inscripción es la forma de realizar la tradición, pero para un
sector de la doctrina en algunos casos también cumple el rol de solemnidad del acto o
contrato.
En todo caso se debe tener presente que para aquellos que se atienen al tenor literal
de la norma del 2410, la inscripción juega un doble papel. Pero para los que disienten
con los anteriores, señalan que esta inscripción no es requisito de formación de los
contratos, sino que lo es para el cumplimiento de ellos (la inscripción en el contrato
de hipoteca no es otra cosa que el cumplimiento de la obligación nacida de éste, que
es justamente la transferencia de dicho derecho real). Este cumplimiento o inscripción
de los contratos se confunde con la tradición, en cuya virtud el adquirente deviene en
titular de un derecho real (este último argumento se formula por quienes niegan el
doble rol de la inscripción en todos los casos).
Requisito de la posesión: art. 724, ya que sabemos que ésta es la única forma de
adquirir la posesión de bienes inmuebles inscritos
vi. La inscripción habilita para adquirir por prescripción adquisitiva. Esto está
relacionado con la función anterior, ya que la posesión es necesaria para adquirir por
prescripción adquisitiva. Además, si tenemos presente la situación en que el tradente
no es dueño del inmueble que pretende enajenar, el adquirente para ganar el dominio
debe entrar en posesión del bien y esto se logra por la inscripción y solo en ese
momento podrá adquirir el dominio por prescripción adquisitiva una vez que se
cumplan sus requisitos (arts. 682, 683, 724, 2505). Por otra parte, en esta materia
como ya lo hemos estudiado, quien adquiere la posesión sobre un bien inmueble,
podrá hacer uso del mecanismo de la accesión de posesiones, en virtud del cual se
agregan los plazos anteriores de posesión (arts. 717 y 2500).
95
o Estudio crítico del sistema registral chileno
Regulación
Su función la realiza sobre la base de tres libros que debe llevar, que son los que
siguen:
i. Repertorio.
En este repertorio deberán anotarse todos los títulos que se presenten al conservador
proceda o no su inscripción. E incluso aunque se vaya a rechazar la inscripción, igualmente
se debe anotar en este repertorio (art. 14-15). En relación a este punto se debe tener
presente que el Conservador de bienes Raíces en principio debe inscribir todo título que se
le presente (art. 12), salvo los que sean legalmente inadmisibles para su inscripción (art. 13-
15), pero en todo caso los fundamentos de toda negativa se deberán expresar con
individualidad en el mismo título (art. 14 inciso 2º).
96
Es importante tener presente que en el repertorio solo se anotan los títulos, y dichas
anotaciones tendrán una duración de 2 meses si no se convirtieren en inscripción (art. 15
inciso 2º). Frente a esto se nos presenta la importancia que tienen las anotaciones en el
repertorio, al tener presente el art. 17 del reglamento, que dispone que las
inscripcionesproducen efectos desde la fecha de la anotación en el repertorio. Por ejemplo:
si anoto un título con fecha primero de marzo y me traban embargo 10 días después y la
inscripción se produce el día 24 del mismo mes, el embargo no producirá sus efectos, ya
que la inscripción se entiende practicada con fecha 1º de marzo.
ii. El Registro.
Es considerado el centro del sistema y está integrado por tres registros particulares,
todos los cuales son anuales.
a. Registro de propiedad.
o Todos los registros empezarán y terminarán con el año, las inscripciones se harán
bajo una serie particular de números, independiente del repertorio. Los registros se
foliarán a medida que se vaya avanzando en ellos (art. 33 a 37).
97
o Con la finalidad de mantener el encadenamiento de las inscripciones de inmuebles, y
por ende su historia, se exige, cuando procede, la mención de la inscripción
precedente (fojas, nº, año y nombre del registro en que está art.80, 682 CC).
o Se regula la forma de suplir las faltas o insuficiencias del título traslaticio. La falta
absoluta mediante escritura pública; los defectos o insuficiencias mediante minutas,
art 82.
o Los errores, omisiones y otras modificaciones que sea necesario efectuar una vez
practicada la inscripción se salvan al margen derecho al frente de la designación
modificado, mediante las llamadas subinscripciones (arts. 88, 89,91)
o En relación a las forma de las inscripciones, éstas se escribirán entre dos márgenes y
entre una y otra no puede haber más de un reglón en blanco; en el margen izquierdo
se debe anotar la naturaleza del título (ej. compraventa) y el Nº que le corresponde
en el repertorio y en el margen derecho se harán las subinscripciones y
cancelaciones (art. 75-76 y 88).
a. Índice particular.
Cada registro contiene un índice por orden alfabético de los otorgantes de los títulos y
el asunto o materia de la inscripción (art. 41). En un apéndice de este índice se
inventariarán los documentos agregados a fin de cada registro.
b. Índice general.
En este se anotan las mismas partidas que en el índice particular por orden alfabético
de los otorgantes, y en la medida que se vayan haciendo las inscripciones de los tres
registros.
98
El art. 52 Nº 1 enumera los títulos traslaticios de dominio y de derechos reales que
recaen sobre inmuebles y que deben inscribirse. Erróneamente se incluye al derecho de uso
y habitación, que según el art. 819 es un derecho personalísimo que no puede transferirse.
El art. 52 Nº 2 se refiere a los títulos constitutivos de derechos. El Nº 3 señala que deben
inscribirse la renuncia de los derechos anteriores. El Nº 4 señala los decretos de
interdicción, de rehabilitación, el que confiere la posesión definitiva de los bienes del
desaparecido y el que concede el beneficio de separación.
Hay otros títulos traslaticios. Que deben inscribirse, ello lo ordenan leyes especiales.
Estos son enumerados en el artículo 53 del reglamento, siendo los más importantes:
Las inscripciones se deben efectuar en la comuna (s) donde esté ubicado el predio. Si
se practica en otro registro será inútil. La jurisprudencia además ha fallado que la
inscripción en un registro que no corresponda es nula absolutamente.
Inscripciones paralelas
99
Se denomina así la situación en la cual en el registro aparecen dos o más
inscripciones con apariencia de estar vigentes –sin nota de cancelación al margen- respecto
de un mismo inmueble. Ello puede acontecer principalmente porque:
Visión crítica
100
o Puede dar lugar a inscripciones paralelas, obstruyendo la prueba de la posesión e
incidiendo en la adquisición del dominio por la vía de prescripción adquisitiva.
Los derechos personales son cosas incorporales, y pueden transferirse entre vivos
como trasmitirse por causa de muerte.
o Que el crédito sea susceptible de cederse. La regla general es que lo sean, pero
excepcionalmente no lo serán, sea por prohibición legal (Ejemplo: derecho de
alimento; uso y habitación); o por prohibición judicial (Ej. créditos embargados).
o Debe mediar un título traslaticio de dominio (art. 675 -1901)32. Ello porque en éste
consta el crédito que se está cediendo. Por esta entrega se produce el
perfeccionamiento del contrato de cesión, sin que se requiera para ello el
consentimiento del deudor. La doctrina mayoritaria suele afirmar que la entrega
32
Se debe tener presente la norma del art. 1906 en el sentido que la entrega del título comprende la de las
fianzas, privilegios e hipotecas. En relación a esta última por razones prácticas se debe inscribir en CBR, a
pesar que por la aplicación del adagio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, no sería necesaria la
inscripción.
101
puede ser real o simbólica; pero parte de la doctrina critica ello, considerando que el
art.699 es una norma especial y excepcional.
ii. Requisitos necesarios para que la cesión sea oponible en relación al deudor y
a terceros.
El art. 1904 señala la forma en que debe realizarse esta notificación, y dice que debe
hacerse con exhibición del título, que llevará anotado el traspaso del derecho con la
designación del cesionario, y bajo la firma del cedente. A la luz del art. 1903, la
notificación tendría que preceder al cobro judicial, pero en la práctica se acepta que se haga
conjuntamente, es decir, se notifica de la cesión y de la demanda. La importancia de esto
radica en que la notificación de la cesión no interrumpe civilmente la prescripción extintiva,
pero la de la demanda si lo hace.
Por otra parte, la cesión le será oponible al deudor o terceros cuando el deudor la
acepta. Esta aceptación puede ser expresa o tácita, y el art. 1904 se refiere a esta última
señalando que consiste en un hecho que la supone, como la contestación de la demanda o
un principio de pago33.
Efectos
o El cesionario en virtud de esta figura pasa a ocupar el lugar jurídico en el crédito del
cedente.
33
Se debe tener presente que el deudor no puede oponerse a la cesión, ya que carece de interés jurídico para
hacerlo. Además de aceptarse su oposición se estaría aceptando un detrimento de la facultad de disposición
del crédito que tiene el acreedor.
102
o Como consecuencia de lo anterior, la cesión comprende los privilegios inherentes al
crédito, sus fianzas e hipotecas (al hablar de fianzas se está refiriendo a todas las
clases de cauciones, sean reales o personales, distintas a la hipoteca).
103
Si el deudor acepta sin reserva alguna la cesión, no podrá oponer la
compensación de los créditos que tenía con el cedente antes de la aceptación
(art. 1659 inciso 1º).
Esta cesión de créditos solo es aplicable a los créditos nominativos, que son aquellos
en que se señala determinadamente el sujeto del acreedor. En cuanto a los créditos a la
orden, o al portador, le son aplicables las normas del Código de Comercio y leyes
especiales. Así por ejemplo, la transferencia de los créditos a la orden, se produce por el
endoso y en relación a los documentos al portador, por la entrega material.
Supuesto
Requisitos.
Este puede ser oneroso (art. 1909-1910) o gratuito (art. 1386 y siguientes en relación
a las donaciones entre vivos).
104
Forma o manera de realizar la tradición
Concepto
34
Otra parte de la doctrina, basándose en el art.580 señala que la herencia es clasificable como mueble o
inmueble según los bienes que la integran. Así si la herencia está integrada solo de muebles la tradición se
efectúa conforme a las reglas de éstos. Si es mixta, compuesta de muebles e inmuebles, o solo inmuebles se
requerirá de la inscripción en el CBR, se siguen por ende las reglas de los bienes inmuebles.
105
Se cede un derecho litigioso cuando el objeto directo de la cesión es el evento incierto
de la litis, del que no se hace responsable el cedente. En cuanto a la forma la doctrina se
encuentra dividida:
o Otros postulanque aun cuando en términos mediatos lo cedido pueda ser un derecho
real o personal, en términos inmediatos lo cedido es el evento incierto de la litis, de
allí que la tradición –al no señalar la ley la forma- tendrá que estar constituida por
una manifestación de voluntad en tal sentido, concretamente una actuación realizada
en el litigio por el cesionario, con consentimiento expreso o tácito del cedente y
conocimiento de las demás partes del juicio, por la que el cesionario sustituye al
cedente en la posición que éste tenía en la controversia.
Efectos.
El plazo para ejercer este derecho del deudor es de 9 días contados desde la
notificación del decreto en que manda a ejecutar la sentencia.
Responsabilidaddel cedente
106
No hay responsabilidad, puesto que el derecho litigioso cedido constituye una
contingencia incierta de ganancia o pérdida.
o Tradente no es dueño.
En este caso la tradición es válida, pero no produce los efectos propios del modo de
adquirir, transferir el dominio, y se deben distinguir dos situaciones:
- Inmuebles inscritos.
107
En ese caso frente a la misma situación, no se adquiere la posesión por un lado ni
se pierde por el otro, sino en virtud de una competente inscripción (existe discusión en la
forma de entender esta última expresión35) (art. 730 inciso 2º).
o Cuando ha intervenido decreto judicial que prohíbe la tradición. Ejemplo: arts. 1464 y
1578.
Según el inciso 2º del art. 680 CC, se permite que a pesar de la entrega de la cosa el
adquirente no se haga dueño, cuando el vendedor se haya reservado el dominio hasta el
pago o hasta el cumplimento de una condición. Es decir, según esta disposición se permite
lo que se ha denominado como pacto de reserva de dominio.
Por la nomenclatura que emplea la norma, se entiende que esta posibilidad está
circunscrita a la compraventa, por ello debe ser concordada con los art. 1873 y 1874 que
regulan los efectos del incumplimiento de las obligaciones del comprador, en donde se
establecen las acciones que tiene el vendedor en contra de éste y además expresamente se
dice que el pacto de reserva de dominio no produce más efectos que el de otorgar las
acciones de resolución o de ejecución forzada para el evento en que no se pague el precio.
La doctrina ha sostenido que ante la pugna entre estas dos disposiciones, debe primar
el art. 1874 por tratarse de una norma especial. Además, se debe agregar que las normas
35
Se ha dicho por algunos que la competente inscripción será aquella que deriva del legitimo antecesor (quien
tenía la cosa a su nombre), y otros en cambio señalan que sería válida la inscripción realizada con todas las
formalidades legales, independientemente de quien proceda.
108
que regulan los modos de adquirir son de orden público y solo se acepta la modificación
por voluntad de las partes con carácter de excepcional.
8.6.a. Generalidades
Cuando se utiliza simplemente el término “sucesión”, ésta puede ser entendidaen dos
sentidos: uno objetivo y uno subjetivo. En el primero, cuando se habla de sucesiónsealude
al conjunto de bienes que pertenecían al causante, y que por su muerte pasan alos
asignatarios; en tanto, en el segundo sentido, se usa el término para referirse alos
asignatarios mismos, de modo que la “sucesión” del causante estará compuesta porquienes
sean llamados a ella en el casoconcreto.
Sinembargo,cuandosehablade“sucesiónporcausademuerte”,sealudeen sentido estricto a uno
de los modos de adquirir que establece el artículo 588CC.
109
De la definición dada aparece de manifiesto una cuestión central, ya quelos derechos
que se pueden adquirir en virtud de la sucesión por causa de muerte pueden
serdenaturaleza distinta, esto porque se puede adquirir la universalidad de los bienes,
derechosy obligacionestransmisibles,ounacuotadeellos;ytambiénsirveparaadquirirunaomás
especies o cuerpos ciertos, y asimismo se puede adquirir una o más especiesindeterminadas
de cierto género. Esta distinción que efectúa la norma respecto de los derechos quepueden
adquirirse es clave, porque de esto depende el tipo de asignación y el tipo de
asignatariodeque setrate.
8.6.b. Características
i) Esunmododeadquirirderivativo.Estoporquelosderechosqueseadquieren
envirtuddelasucesiónporcausademuertenonacenenlossucesores,sinoquederivan del
causante.
Estecarácterderivativoincideenmateriadeprueba,yaqueelsucesorsolopodrá probar
que es dueño, en la medida que el causante lo haya sido (no hayun surgimiento
exnovo).
ii) Es el único modo que opera por causa de muerte. El hecho quedalugar a este modo
de adquirir es precisamente la muerte del causante.
110
obligaciones, y la responsabilidad de ellos en principio es ilimitada(en cuanto a su
extensión), sin perjuicio de limitarla en virtud del beneficiodeinventario, en que la
responsabilidad se limita hasta el provecho que seobtenga.
v)Es un modo de adquirir que opera por fases. La sucesión por causa de muerte tiene
tres fases distinguibles (sin perjuicio de que puedan darse en un mismo momento),
que son la apertura, delación y aceptación o repudiación.
i. Aceptación, esunactojurídicounilateral,envirtuddel
cualelherederoolegatariomanifiestasuvoluntadenordenaasumirlacali
daddetal,conlos derechos y obligaciones que de elloderiva. Solo se
puede aceptar una asignación después que esta haya sido deferida.
111
8.7.a. Conceptos relevantes
“Es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos
ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos
durante un cierto lapso de tiempo y concurriendo los demás requisitos legales”.
8.7.b. Regulación
37
La prescripción extintiva es un modo de extinguir las acciones o derechos por no haberlos ejercido su
titular durante el tiempo señalado por la ley, concurriendo los demás requisitos legales. En su oportunidad
veremos que más que extinguirse la acción por prescripción, lo que se extingue es el mérito ejecutivo de la
misma, pues la obligación de conformidad al artículo 1470 nº 2, subsiste como natural.
38
Los comentaristas han discutido acerca de la conveniencia de un tratamientoconjunto de ambas
prescripciones: los elementos comunes de tiempo e inactividad del titular del derecho, así como las reglas
comunes, y las distintas funciones de cada una de ellas han intervenido en la discusión.
112
iii. En razón de una circunstancia de orden psicológico, pues el tiempo es un factor
estabilizador de las relaciones jurídicas y se quiso cerrar el CC con esta institución
que tiende a consolidar los derechos y relaciones jurídicas.
Esta regla es aplicación de principios generales en materia procesal, según los cuales
el juez debe actuar a petición de parte (principio dispositivo), solo excepcionalmente actúa
de oficio, como por ejemplo en materia de prescripción de la acción penal, de la pena o la
prescripción del carácter ejecutivo de un título (art. 442 CPC).
113
2º No admite renuncia anticipada39
En esta materia tiene aplicación lo dispuesto por el art. 12 del CC. Antes de que la
prescripción se cumpla (sus requisitos), no estamos ante un derecho que solo mire el interés
individual del renunciante sino que considera el interés de toda la colectividad, de allí que
no pueda renunciarse antes de que se cumpla el plazo exigido para que opere.
Una vez que se cumplen todos sus requisitos, la situación cambia, el derecho
establecido en el interés general se transforma en un derecho de interés particular,
autorizando expresamente la ley su renuncia (art. 2494).
Esta renuncia puede ser expresa, si se hace en términos formales y explícitos; o tácita
si quien puede alegarla realiza un hecho o acto que implica reconocer el derecho del dueño
o del acreedor.
39
En relación a esto, han surgido las siguientes interrogantes ¿Puede el representante renunciar a la
prescripción, adquisitiva o extintiva, que ha corrido a favor del representado? Y ¿puede el fiador oponer la
prescripción al acreedor, en caso de renuncia del deudor? Por un lado, el mandatario (representación
convencional) puede hacerlo, siempre y cuando se le hayan otorgado las facultades para ello; en el caso de
los representantes legales, en materia de bienes muebles, no existe problema, pero en caso de los inmuebles,
se exige autorización judicial (así lo ha dicho el profesor Somarriva). enel casode la renunciadela
prescripciónporeldeudorprincipal,el fiadorpodráoponérselaalacreedor. Esdecir,puedeoponerselaexcepciónde
prescripciónapesardequehayasidorenunciadaporeldeudorprincipal(art.2496).
40
La renuncia en este caso es aquel acto en cuya virtud el renunciante se abstiene de aprovecharse de los
beneficios de la prescripción.
114
En cuanto a las personas naturales, estas deben tener la libre administración de lo
suyo, lo que es posible desprender de los casos de suspensión de la prescripción ordinaria
contemplados en el artículo 2509 n° 1, en que se contemplan personas que carecen de esta
facultad.
A. Características
La regla general es que las cosas sean susceptibles de adquirirse por prescripción,
solo excepcionalmente algunas de ellas no admiten ser adquiridas por prescripción, y son:
115
considerado que respecto de ellos no cabe posesión41. Además, el art. 2498 no los
señala.
o Los derechos de la personalidad. Ya que estos son inherentes a toda persona, se
tienen por el solo hecho de ser tal. Recordar que estos tienen una naturaleza extra
patrimonial
o Las servidumbres discontinuas de cualquier clase y servidumbres continuas
inaparentes.Respecto a su posesión, algunos autores han estimado que ellas no
pueden poseerse, pues de serlo podrían adquirirse por prescripción adquisitiva.
Otros en cambio, señalan que pueden poseerse, pero para finalidades distintas de su
adquisición por prescripción, como para invocar las demás ventajas de la posesión.
Claramente el art.917 la considera cosas que no pueden ganarse por prescripción.
o Las cosas propias. Es un principio de derecho que una cosa solo puede ser adquirida
por un modo, y si ya se es dueño es porque se adquirió por otro modo.
o Las cosas incomerciables. Aquellas que no admiten dominio ni posesión por parte de
los particulares. Ejemplo, las cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los
hombres.
o Las cosas indeterminadas. Ya que como sabemos, el fundamento de la prescripción es
la posesión, esta solo procede respecto de cosas determinadas (art. 700).
ii) La posesión.
Solo la verdadera posesión, la que se ejerce con ánimo de señor o dueño, conduce a
la adquisición de la propiedad por prescripción. Cualquier posesión calificada de útil sirve
de sustrato de la prescripción adquisitiva. Por lo tanto el mero tenedor, jamás puede
adquirir por prescripción adquisitiva.
Son actos de mera facultad lo que cada uno puede ejecutar en lo suyo, sin necesidad
de consentimiento de otro. El no ejercicio de un acto a que faculta el derecho de que se es
titular nada puede envolver a favor de un extraño.
Los actos de mera tolerancia no están definidos por el legislador. Ellos desde el punto
41
Históricamente la posesión ha tenido su origen y se ha desenvuelto respecto de las cosas corporales que son
las efectivamente aprehensibles. Posteriormente se hizo aplicación a los derechos reales, mas ha estado
discutida su aplicación a los derechos personales a partir de ciertas normas del código civil (arts.715, 2456,
1576). Sin embargo, la posición mayoritaria niega esta posibilidad. Cfr. Peñailillo Arévalo, Daniel, Los
Bienes (Santiago, 2010), pp.334-337.
116
de vista de quien los tolera son aquellos que entrañan el ejercicio de un derecho cual es
permitirlos o no, y a cuya ejecución no se opone por benevolencia, pues considera que no
atenta contra el contenido de su derecho. Desde la perspectiva del tercero, estos actos los
realiza basándose en la condescendencia del titular del derecho ejercitado.
Para calificar un acto como de mera tolerancia o no, es preciso atender al ánimo o
voluntad de las dos partes. Habrá un acto de esta naturaleza si el que lo ejecuta, lo realiza
sin ánimo de realizar un acto posesorio o el ejercicio de un derecho propio y el otro lo
tolera por pura condescendencia.
Por lo tanto, la posesión debe prolongarse en el tiempo, pero no es preciso que sea
una misma persona la que posea durante todo el tiempo necesario para adquirir por
prescripción, pues se puede acudir a la accesión de posesiones (art. 717, 920, 2500 del CC).
Respecto del plazo en concreto nos referiremos al abordar las clases de prescripción
adquisitiva (la ordinaria y la extraordinaria).
Interrupción de la prescripción
i) La Interrupción Natural
117
Todo hecho material, sea del hombre o de la naturaleza, que hace perder la posesión
de la cosa. Se encuentra prevista en el art. 2502.
b) Es por un hecho del hombre, si se pierde la posesión por haber entrado en ella otra
persona.
42
Debemos sí tener en consideración lo dispuesto en el art. 653 del CC. De conformidad a esta disposición, si
la inundación dura más de 5 años se pierde el dominio y la posesión; si con posterioridad a los 5 años las
aguas se retiran y restituyen el terreno, el dominio y la posesión sobre el mismo se adquiere por los
propietarios ribereños por accesión.
118
recupere la posesión, ya de muebles ya de inmuebles –acción reivindicatoria, publiciana,
posesoria– será aplicable la excepción comentada.
Todo recurso judicial intentado por el que se pretende verdadero dueño de la cosa,
contra el poseedor (art. 2503 inciso 1° CC).
Requisitos
Como excepción a lo anterior, existen casos en los que a pesas de existir recurso
judicial, no se produce la interrupción civil de la prescripción, previstos en el art. 2503 –
notificación que no se ha hecho en forma legal, desistimiento de la demanda o declaración
de abandono de la instancia, y sentencia de absolución-.
Efectos de la Interrupción
Este efecto tiene ciertas excepciones, por una parte la interrupción natural en su
119
primer caso (art. 2502 nº1), su efecto se reduce a no contar en el plazo de prescripción el
tiempo de duración de la interrupción; y por otra, la interrupción natural del segundo caso,
es decir, si el poseedor por medio de acciones legales recupera la posesión perdida, en esta
hipótesis no se entiende haber habido interrupción para el desposeído.
Suspensión de la prescripción
En ella existe la detención del curso del plazo de la prescripción durante el tiempo
que dure la causa suspensiva, pero desaparecida ésta, el plazo de prescripción continúa,
sumándose al habido con anterioridad, de modo que el único plazo que no se computa es el
transcurrido mientras existió y subsistió la causal de suspensión.
i. Los menores, los dementes, los sordos o sordos mudos que no puedan darse a
entender claramente, y todos los que están bajo potestad paterna o tutela o
curaduría. Este caso incluye a los incapaces de ejercicio, ya absolutos, ya
120
relativos. En el caso del dilapidador está comprendido en la segunda parte, ya que
necesariamente debe ser declarado en interdicción para ser considerado incapaz
relativo, instancia en la cual se procede al nombramiento de un curador.
ii. La mujer casada en sociedad conyugal mientras dure ésta. Al respecto cabe
precisar que la mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal es plenamente
capaz. El beneficio de la suspensión en este caso se fundamenta en el hecho de que
en dicho régimen la administración ordinaria corresponde al marido, sin que ella
pueda administrar sus bienes propios, en atención a lo anterior la misma norma
dispone que: “No se suspende la prescripción en favor de la mujer separada
judicialmente de su marido, ni de la sujeta al régimen de separación de bienes,
respecto de aquellos que administra”.
iii. La herencia yacente. Se denomina herencia yacente a los bienes de un difunto
cuya herencia no ha sido aceptada y a los cuales el juez les designa un curador43.
Este curador tiene en general las facultades que dicen relación con la
administración, custodia y conservación de los bienes de la herencia, incluyéndose
dentro de ella la facultad de interrumpir la prescripción por medio de la cual
podrían adquirirse bienes del difunto. A pesar de ello, la ley beneficia en último
término a quienes en definitiva acepten la herencia del difunto, por lo que
suspende la prescripción que puede correr en relación con alguno de los bienes de
la herencia.
43
El curador de la herencia yacente es un curador de bienes y no de una persona como podría inducir a pensar
el art. 2509, mal podría serlo del difunto y tampoco de la herencia, ya que no es una persona jurídica.
44
La postura minoritaria sostiene quesolo la prescripción adquisitiva ordinaria se suspende entre cónyuges,
sea que estén o no casados bajo el régimen de sociedad conyugal, basándose en las siguientes
consideraciones: i) La suspensión es un beneficio que la ley otorga y tiene por lo tanto un carácter
excepcional, sin que quepa una interpretación analógica para hacerla aplicable a la prescripción adquisitiva
extraordinaria. ii) La expresión siempre, sostienen dice relación con el párrafo anterior, vale decir, con
independencia de si la mujer se encuentra separada judicialmente o separada de bienes del marido. iii) La
expresión enumerados que emplea el art. 2511 está tomada en el sentido de indicadas, referidas o enunciadas
y no en el sentido de señaladas con número.
121
prescribe que la prescripción adquisitiva extraordinaria no se suspende a favor de
las personas enumeradas en el art. 2509, y resulta que esta última norma no enumera
a los cónyuges entre las personas beneficiadas por la suspensión. sino que están
contemplados en un párrafo aparte.
o El art. 2509, al final, y en una disposición separada e independiente de la
enumeración establece que la prescripción, sin calificarla de ordinaria, se suspende
siempre entre cónyuges.
o Se suele mencionar, además, la comunidad de vida que importa la vida matrimonial,
fundamento válido para toda clase de prescripción.
Efectos de la Suspensión
En caso que hubiere corrido algún tiempo de prescripción antes de que se hubiera
configurado la causal de suspensión, se detiene la prescripción hasta que cese la causal y
después sigue corriendo. En todo caso, el tiempo ganado con anterioridad a la suspensión
no se pierde y se computa para el plazo de prescripción.
122
de los cónyuges.
Para estar en presencia de ella, además de requerir que la cosa sea susceptible de ser
adquirida por prescripción y que la posesión sea ininterrumpida, deben cumplirse dos
requisitos propios:
123
i. No es necesario para que opere título alguno45. Aquí se encuentra otro argumento
para sostener que la posesión que antecede a la prescripción adquisitiva
extraordinaria es la irregular, ya que a ella le falta uno de los requisitos de la
posesión regular, en este caso el justo título.
ii. Se presume en esta prescripción de derecho la buena fe, a pesar de la falta de un
título adquisitivo de dominio. Resulta curioso que el legislador presuma de
derecho la buena fe si consideramos que a esta prescripción conduce la posesión
que no fue adquirida de buena fe, o sin justo título y en este último caso lo normal
es que quien lo invoque esté de mala fe.
iii. La existencia de un título de mera tenencia hace presumir la mala fe y no da lugar
a la prescripción, a menos que concurran dos circunstancias. Esta regla ha traído
los mayores problemas de interpretación, pues da aentender que podría hacerse
dueño mediante prescripción adquisitiva extraordinaria un mero tenedor, lo que
pugna con los principios básicos de este modo de adquirir que suponen la posesión
del prescribiente (Véase arts. 716- 719 y 730).
La norma del art. 2510 exige la concurrencia de dos requisitos copulativos. En ellos
se reproducen los principios de la prescripción que supone posesión útil por el plazo legal
en el prescribiente. El problema se presenta porque éste jamás ha sido jurídicamente
poseedor de la cosa, pues su relación con la misma emana de un título de mera tenencia. El
legislador reconoce expresamente este hecho y ello justifica la presunción de mala fe que
consagra respecto del mero tenedor, pero agrega que igual puede adquirir el dominio.
Según el tenor del artículo, se puede desprender que el mero tenedor jamás podría ser
dueño por prescripción adquisitiva ordinaria, solo por la extraordinaria cuando, no obstante
el título de mera tenencia, ejerce “actos posesorios” sobre la cosa, sin violencia y sin
ocultarlos al que tiene derecho a oponerse a ellos, por el lapsode10 años ininterrumpidos.
La prescripción adquisitiva extraordinaria del mero tenedor supone por otra parte, que
quien se pretende dueño no haya podido probar que en los últimos 10 años, el que alega la
prescripción haya reconocido en forma expresa o tácita su dominio.
45
Hay autores, sin embargo, que estiman que también para adquirir el dominio por prescripción
adquisitiva extraordinaria el poseedor irregular necesita de título posesorio, lo que claramente se desprendería
de los arts. 702, 704 y 708. La razón de la redacción de la norma obedece a que los títulos injustos solo tienen
una apariencia de título, no poseen de verdad existencia jurídica, de esa perspectiva no constituyen un título
posesorio real, justificándose la afirmación del legislador. De lo contrario, concluyen, al no ser poseedor por
carecer de un título posesorio estaríamos ante un mero tenedor, y la mera tenencia es indeleble y no habilita a
adquirir por prescripción.
124
Aquí se debe tener presente el art. 716, el cual consagra el principio de que nadie
puede mejorar su título por su propia voluntad o el transcurso del tiempo, y además señala
como excepción a dicho principio el Nº 3 del art. 2510.
La doctrina y el texto legal (art. 716) establecen que la mera tenencia es inmutable, el
solo transcurso del tiempo no la transforma en posesión, y no obstante que el art. 2510 Nº 3
pareciere anunciar una excepción al axioma anterior, puede observarse que en realidad no
hay tal excepción, sino que al contrario, es una confirmación del art. 716, ya que se trata de
un poseedor, es decir, de un tenedor con ánimo de señor y dueño. En efecto, la ley exige
para considerar al mero tenedor como poseedor, la concurrencia de otras circunstancias, no
dependientes de la voluntad del tenedor, que deben sumarse al transcurso del tiempo. Si en
definitiva opera la mutación de la mera tenencia en posesión, es porque se han realizado
actos de parte del mero tenedor como también de parte del propietario que alteran por
completo la situación jurídica de ambos; es decir, concurriendo las dos circunstancias
indicadas en el final del art. 2510, la mera tenencia se convierte en posesión, no solo por la
voluntad del tenedor ni por el simple transcurso del tiempo, sino también, principalmente,
por la negligencia del dueño, que no logra acreditar que el mero tenedor reconoció en los
últimos diez años el dominio que pretende el primero.
Con todo, también es cierto, como advierten algunos autores, que la regla tercera del
art. 2510 viene a debilitar el rigor del principio de que el mero tenedor no podría nunca
transformarse en poseedor.
En este punto hay que considerar lo dispuesto por el artículo 2498 del CC. Conforme
a él y como habíamos indicado, todos los derechos reales se pueden adquirir por
prescripción, excepto las servidumbres discontinuas y continuas inaparentes. En cuanto al
lapso necesario para adquirir los derechos reales distintos del dominio se siguen las mismas
reglas que éste, salvo tratándose del derecho real de herencia, censo y servidumbres que se
rigen por lo dispuesto en el art. 2512.
Por lo tanto, si el derecho real de que se trata, distinto del dominio, será adquirido por
prescripción hay que distinguir si existe o no una regla especial respecto a su plazo de
prescripción. Si no la hay, aplicamos las mismas reglas que para el dominio, debiendo
distinguir si la prescripción adquisitiva es ordinaria o extraordinaria. En el primer caso, si el
derecho real se ejerce sobre bienes muebles o inmuebles, el plazo requerido será 2 y 5 años
respectivamente. Y si es extraordinaria, el plazo requerido será de 10 años.
125
o Las servidumbres continuas y aparentes pueden adquirirse por prescripción de 5 años.
o El derecho real de censo se adquiere por prescripción en el plazo de 10 años.
o El derecho real de herencia se adquiere por prescripción en el plazo de 10 años.
Puede también adquirirse en el plazo de 5 años en el supuesto del art. 704 infine:
caso del heredero putativo a quien por decreto administrativo o resolución judicial
se le ha concedido la posesión efectiva. Ello está en armonía con el art. 1269 que
consagra la acción de petición de herencia, que es aquella que tiene el heredero
para reclamar la herencia que ocupa otra persona como heredero putativo, que se
extingue por regla general, por su no ejercicio en 10 años, a menos que este haya
adquirido por prescripción en el plazo de 5 años.
F. Efectos de la prescripción.
El efecto esencial es que hace adquirir el dominio al poseedor una vez que se han
cumplido sus requisitos y ha sido alegada por él. La adquisición opera retroactivamente,
vale decir, se reputa dueño al poseedor no solo a partir del día en que se ha cumplido el
plazo de la prescripción, sino que también en el pasado, desde el momento en que comenzó
a poseer.
Finalmente, debemos tener presente el art. 2505. Esta disposición es un corolario del
art. 728 que impide adquirir la posesión de inmuebles inscritos a través de actos materiales
de apoderamiento. Esta norma da lugar a dos problemas vistos tradicionalmente a propósito
de la posesión:
126
o La que emana precisamente del poseedor inscrito, ya que así queda
protegida la continuidad del registro. Esta exigencia, aún en el caso del
usurpador, la doctrina la fundamenta en distintas hipótesis: art 1818 cuando
el poseedor inscrito ratifica la venta hecha por el usurpador; cuando el
usurpador después adquiere, art. 1819. Incluyen la que incluso
aparentemente emana del poseedor inscrito como acontece con los títulos
injustos o nulos.
ii. El segundo problema consiste en determinar si esta norma tiene aplicación solo en la
prescripción adquisitiva ordinaria o tambiénen la prescripción adquisitiva
extraordinaria. Esto se estudia a propósito de la adquisición y pérdida de la
posesiónde inmuebles inscritos.
Si se acepta que es posible adquirir la posesión de inmuebles inscritos sin
inscripción, habrá que concluir que el art. 2505 no se aplica a la prescripción
adquisitiva extraordinaria. En cambio, si para los inmuebles inscritos se exige
siempre la inscripción para adquirir la posesión, habrá que concluir que el precepto
es aplicable a toda prescripción.
127