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La organización económica inca estuvo basada en el cultivo intensivo de la tierra , con lo cual
se aseguraban el alimento , tanto individual como colectivamente.La producción era muy
variada y los cultivos más importantes eran el maíz y la papa. Los incas aplicaron diferentes
técnicas agrícolas que mejoraron el rendimiento de los cultivos. En la zona árida de la
costa usaron el guano -excremento de aves marinas- como fertilizante de las tierras y
construyeron canales de riego. En el interior, sobre las laderas de las sierras, cultivaban en
terrazas. Además, el dominio de pueblos que habitaban diferentes zonas les permitió obtener,
mediante el pago de tributos, productos que no había en su propio hábitat.
Las técnicas agrícolas
correspondían el uso de la azada y la taclla (una larga azada provista de un vástago en el que se
apoyaba el pie para así hundir más el instrumento en la tierra), el empleo de fertilizantes
(estiércol de animal en las tierras altas y pescado descompuesto, o bien guano, en las zonas
costeras), también conocieron la irrigación artificial por medio de canales, acueductos y balsas
y el cultivo en terrazas para aprovechar hasta el máximo las tierras de las altas laderas andinas.
Los incas no sólo cultivaron los terrenos planos o semi inclinados, usaron un sistema ingenioso
para cultivar las laderas de los cerros, esta técnica consistía en formar terrazas, denominadas
“andenes”, que rellenaban con tierra vegetal que era contenida con muros de piedra.
La ganadería Incaica, aunque no era tan importante como la agricultura, era un elemento
básico en la economía del imperio. La llama se aprovechaba por su lana, larga y espesa, y como
animal de carga (no soportaba más de 50 Kg de peso, pero resiste perfectamente la enrarecida
atmósfera de las alturas andinas); las Vicuñas y alpacas eran apreciadas por su finisima lana,
con las que se tejía las más bellas telas destinadas al Inca y a su séquito. Los rebaños, como la
tierra, eran propiedades del estado y estaban divididos en tres categorías: del estado, de
sacerdotes y pueblo. Cada comunidad poseía un cierto número de animales, perteneciente a
cada categoría, que debía cuidar y atender y cuyos productos debía entregar al estado en su
totalidad; de la parte correspondiente al pueblo, los tejedores realizaban los vestidos que
periódicamente eran entregados a los campesinos.
Además de la lana que les proporcionaban los auquénidos, sembraron, cosecharon y usaron el
algodón para la confección de su vestimenta. En las tierras correspondientes a la selva alta,
sembraron y cosechaban la “hoja sagrada”: la coca.
PESCA: Pescaban diversas especies de peces y cazaban aves silvestres. Para mantener tal
cantidad de tierras sembradas, los incas fueron grandes ingenieros hidráulicos: mucho de los
canales de regadía de la sierra aún hoy, funcionan perfectamente e irrigan las nuevas tierras
de cultivo.
El AYLLU
El ayllu era la comunidad de campesinos unidos por vínculos familiares, que tenían
antepasados en común y habitaban un mismo territorio. El Estado entregaba tierras a cada
comunidad para su subsistencia. Anualmente, un funcionario local asignaba parcelas a cada
familia según el número de sus componentes. Pero los campesinos no eran propietarios de las
tierras y estas parcelas eran trabajadas colectivamente por todos los miembros de la
comunidad. El ayllu o comunidad campesina debía entregar fuertes tributos en productos y en
trabajo al Estado Inca y a los curacas. Las familias más numerosas, recibían mayor cantidad de
tierras.
Los propietario de las tierras en el tahuantinsuyo era el estado que estaba representado por el
inca quien las repartía con el fin de que sean trabajadas ,cultivadas y recibir un tributo o
usufructo.Cada año se precedía a repartir las tierras entre los ayllus.
Economía y Agricultura
Los Mayas basaron su economía principalmente en el comercio de la
agricultura, pero la cacería de animales salvajes y coleccionar productos del
bosque también eran actividades importantes. La agricultura Maya también se
basó en cosechar maíz. Importantes trabajos de campo fueron cortados y
quemados, al preparar la tierra para plantar. Este tipo de agricultura extensa
requería una tierra abundante, desde que bajó la productividad de la region de
la tierra karstic con una capa de mantillo delgado en la cumbre . para hacer
esto fué necesario cambiar las tierras plantando cada cuatro años.
El aumento de la población durante los Períodos Clásicos Tempranos y Tardío
en Tikal, forzó a los gobernantes a encontrar las alternativas para las cosechas
alto-productivas. Se introdujeron métodos intensivos que hicieron uso de
irrigación en Tikal, por medio de los canales y las tierras elevadas relacionadas
con la agricultura hidráulica que se complementó con jardines de vegetales,
árboles frutales . Su intensiva agricultura, que usó las técnicas especiales
asociadas con la ingeniería hidráulica, también se planeó cuidadosamente,
cuando la ciudad entera se construyó para colectar agua en inmensos
depósitos, llamados chultunes, que eran silos cavados bajo el subsuelo
recubiertso con estuco para prevenir la absorción de agua. Ésta fué una gran
hazaña de la ingenieria Maya, impulsada por una necesidad económica.
Fuentes de subsistencia
La economía azteca se sustentaba en las actividades agrarias y en complejas
redes de intercambio que abarcaban todo el imperio. La agricultura
proporcionaba una gran variedad de frutas y hortalizas, como el tomate, el
ají, las calabazas, el poroto y las tunas, necesarios para alimentar a la
elevada cantidad de habitantes del imperio. La economía agraria azteca es
considerada una de las más evolucionadas de la América Indígena, sólo
superada por el sistema implementado en el área andina.
Una de las mayores peculiaridades desarrolladas por los aztecas fueron los
cultivos en las chinampas, verdaderas islas flotantes en el gran lago
mexicano de unos cinco metros de profundidad como máximo.
Para construir una chinampa, primero se colocaban hileras de árboles y
arbustos en el agua formando grandes áreas rectangulares. Estos
rectángulos se rellenaban con tierra y material vegetal, sobresaliendo unos
dos metros sobre el nivel de las aguas. Allí se plantaban las distintas especies
de maíz y otros productos vegetales, lográndose un rendimiento
excepcional de cuatro cultivos anuales.
Ello era posible gracias a la permanente reposición del suelo de la chinampa
con limo vegetal sacado del fondo de los canales laterales del lago. Esta
técnica permitió a los aztecas utilizar continuamente estos suelos, sin
necesidad de dejarlos en barbecho como ocurría en la agricultura europea
cuyos terrenos debían descansar entre uno y cinco años para evitar la
erosión. Hasta el día de hoy en Xochimilco se sigue cultivando sobre estas
fértiles chinampas.
Los productos que no se podían obtener en el valle de México, se adquirían
mediante el trueque con otras regiones y eran trasladados por los pochtecas
o comerciantes, quienes recorrían largas distancias. En el mercado de
Tenochtitlán se transaban todo tipo de mercancías, incluyendo productos
marinos provenientes de los océanos Pacífico y Atlántico, ambos a 500
kilómetros de la capital azteca. Para realizar los intercambios se recurría a
monedas de cuenta como la semilla de cacao y las plumas de Quetzal que
cubrían la diferencia que pudiese existir una vez efectuado el trueque. Así
por ejemplo, una prenda de vestir equivalía a un par de sandalias y cinco
semillas de cacao.
El sistema económico azteca, basado en métodos tan simples como el
trueque, lejos de ser primitivo, fue sumamente eficiente, pues mantuvo una
gran estabilidad y aseguró el bienestar a la mayoría de la población del
imperio. Es más, no tenemos noticias de conflictos sociales ni
levantamientos campesinos contra la autoridad, tan frecuentes en la Europa
de los siglos XV y XVI.
Los Zapotecas