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“Yo sueño con un país, y con una América Latina donde se organicen muchas
marchas, la de los sin tierra, y también la de los que no pueden ir a la escuela, y
la marcha de los discriminados, la de los que intentan amar y no pudieron, la
marcha de los que intentaron ser y no lo consiguieron”.
Paulo Freire
18 DE NOVIEMBRE DE 2016
DOCENTE: PAOLA MACHINANDIARENA
ALUMNA: CONSTANZA FORNERIS
”EN CUANTO EN UNA PRÁCTICA EDUCATIVA CONSERVADORA SE BUSCA, AL
ENSEÑAR LOS CONTENIDOS, OCULTAR LA RAZÓN DE SER DE UN SINNÚMERO
DE PROBLEMAS SOCIALES; EN UNA PRÁCTICA EDUCATIVA PROGRESISTA SE
PROCURA, AL ENSEÑAR LOS CONTENIDOS, DESOCULTAR LA RAZÓN DE SER DE
AQUELLOS PROBLEMAS. MIENTRAS LA PRIMERA PROCURA ACOMODAR,
ADAPTAR A LOS EDUCANDOS AL MUNDO DADO, LA SEGUNDA BUSCA INQUIETAR
A LOS EDUCANDOS DESAFIÁNDOLOS PARA QUE PERCIBAN QUE EL MUNDO ES
UN MUNDO DÁNDOSE Y QUE, POR ESO MISMO, PUEDE SER CAMBIADO,
TRANSFORMADO, REINVENTADO.» (FREIRE 95, PEDAGOGÍA DE LA CIUDAD)
A MODO DE INTRODUCCION…
En el marco de la finalización de la práctica de Teoría Espacios y Estrategias de
Intervención II (Comunitario) que desarrollamos en la Escuela Juana Azurduy a razón de la
articulación del CAPS con la escuela a través de la Licenciada en Trabajo Social Romina
Querro en el marco de la implementación de los talleres de Educación Sexual Integral con
estudiantes de sexto grado de dicha institución. Me refiero en plural ya que con mi
compañera Fabiana Acosta conformamos un equipo de trabajo, compartimos el trayecto de
prácticas, intervención cuyo impacto no se invalida por el resultado adverso en una
evaluación cuantitativa de corte tecnicista, eficientista, con base pragmática y positivista,
preocupado por una objetividad y cientificidad basadas en la neutralidad de la evaluación y
en la rigurosidad de las mediciones, y que ha predominado en la mayor parte del pasado
siglo. (González Pérez: 2000: 6)
La Escuela Primaria Juana Azurduy situada en Barrio Zepa (A y B) - pertenece a la
educación pública estatal, EGB1 y EGB2 - dirección: Calle Pública s/n. Zepa A y B tiene
su existencia desde la conformación de Zepa B la matrícula de este año es alrededor de 140
niños, este número es variable debido a la migración de barrio de las familias. Cuenta con
jornada extendida con actividades como informática y natación, y servicio de PAICOR, un
SUM, aulas necesarias para su funcionamiento, una pequeña biblioteca donde
habitualmente desarrollamos el taller de ESI, un gabinete de informática, un patio amplio
con playón de cemento y césped.
Nos proponemos realizar un informe a modo de interpretación crítica y reflexiva sobre los
procesos que se dieron en el transcurso de la misma.
TEXTO Y CONTEXTO…
El espacio poblacional, como espacio de vivienda, consumo y cultura ocupa una importante
porción de la dimensión pública de la vida cotidiana. Dimensión que se explica de manera
más integral desde el conflicto. Los patrones de distribución y asentamiento territorial y
social no son procesos aislados e independientes del principio que rige la estructuración de
la sociedad en general (Acevedo: 2006:239). Hablar sobre el derecho al espacio, es
considerar externalidades profundamente vinculadas a la localización de la vivienda tales
como educación, recreación, fuentes de trabajo, servicios públicos y de infraestructura. Si
estos bienes y servicios se encuentran desigualmente distribuidos, entonces la posibilidad
de acceso a los mismos a partir del lugar de residencia es asimétrica. Por ende el derecho al
espacio, trasciende al derecho a la vivienda ya que se ejerce sobre bienes desigualmente
situados en relación al acceso a oportunidades económicas y/o a la satisfacción de
necesidades materiales y no materiales de la vida social.
La política estatal a través de dicho programa erradico entre 2003 y 2008 aproximadamente
70 villas, trasladándolas a 41 nuevos barrios disminuyendo cuantitativamente el número de
villas de la ciudad. Reafirmando lo que Patricia Acevedo afirma en relación a las “políticas
estatales que consideran a los pobladores como ocupantes sin derechos” (Acevedo
2006:168) por quienes se sienten dueños de la ciudad, desde un etnocentrismo que
desprecia todo modo de vida que no se adecue al que el ostenta como modelo hegemónico.
Se los incluye reubicándolos, amontonándolos, sin el reconocimiento de identidades ni
idiosincrasias, desconociendo formas organizativas previas.
El Mercado de Abasto es la principal fuente de ingreso para las familias, ya que hombres
(en su mayoría) y mujeres se desempeñan como changarines en él, puestos informales que
no les ofrece ningún tipo de seguridad ni derechos laborales ya que sus condiciones
laborales son muy precarias y son convocados en relación a la demanda, jornadas de trabajo
arduas por las que reciben a cambio salarios mínimos. Otro gran numero se desempeñan
como albañiles y también hay un número significativo de familias de carreros. Estos
últimos se ubican en Zepa B.
Robert Castel considera como central el análisis de la relación de los individuos con el
trabajo –o la ausencia de esa relación. No concibe el trabajo en tanto una relación técnica
de producción, sino como un soporte privilegiado de inscripción en la estructura social.
Para este autor, existe una fuerte correlación entre el lugar ocupado por un individuo en la
división social del trabajo –así como su participación en las redes de sociabilidad– y los
sistemas de protección que permiten asegurarlo frente a las eventualidades de la existencia
(Castel, 1995; 2003).
Otro tipo de variables o conceptos a partir de los cuales arrojar luz sobre la situación social
que atraviesan los sujetos que habitan el espacio poblacional:
-Los procesos de vulnerabilidad social: a partir de esta nueva categoría es posible analizar
la situación de aquellos sujetos que tal vez no son pobres por ingresos, pero tienen trabajos
precarios e ingresos inestables, motivo por el cual, su capacidad para estar “integrados” al
sistema social es muy débil.
Estas personas, tienen dificultades para realizar proyecciones de futuro a largo plazo o
planificar, y se encuentran en los límites de la “exclusión social”. Desde este concepto, es
posible comprender la probabilidad diferencial de ser afectados por una situación de riesgo
y su utilidad radica en la posibilidad de alumbrar la situación por la que atraviesan muchas
familias en la actualidad.
“El nivel de vulnerabilidad de un hogar -que se refiere a su capacidad para controlar las
fuerzas que lo afectan- depende de la posesión o control de activos, esto es, de los recursos
requeridos para el aprovechamiento de las oportunidades que brinda el medio en que se
desenvuelve” (Kaztman, 1999: 20)
En este contexto se desarrollan los y las niñas de sexto grado con quienes intervenimos en
los talleres de Educación Sexual Integral en la Escuela Juana Azurduy. El concepto niñez
es una construcción social, histórica y jurídica. Es el resultado de un complejo proceso de
definiciones, acciones institucionales y cambios sociales, a la que abordamos desde la
perspectiva del niño como sujeto activo de derechos, ciudadano y desde el respeto profundo
por su libertad. El marco normativo que La Doctrina de la Protección Integral de los
Derechos de la Infancia hace referencia a un conjunto de instrumentos jurídicos de carácter
internacional que expresan un salto cualitativo fundamental en la consideración social de la
infancia. Teniendo como antecedente directo la Declaración Universal de los Derechos del
Niño. Donde hay un cambio de perspectiva desde el menor como objeto de la compasión-
represión, a la infancia-adolescencia como sujeto pleno de derechos, es la expresión que
mejor podría sintetizar sus transformaciones. Constituye un instrumento jurídico para el
conjunto del universo infancia, no solo para el menor abandonado. En Abril 2006, se
reglamenta la ley Nacional 26061 de protección Integral de los derechos de las niñas, niños
y adolescentes, surge con un enfoque integral de las políticas públicas dirigidas a los niños
y sus familias, estableciendo su condición de sujeto de derecho y el respeto al pleno
desarrollo personal en su medio familiar, social y cultural. Y específicamente en lo
relacionado a la actividad que realizamos La Ley N° 26.150 establece como cometido que
todos los educandos tienen derecho a recibir Educación Sexual Integral (ESI) en todos los
establecimientos educativos públicos de gestión estatal y privada. Esta Ley resulta y, a su
vez, complemento necesario de un marco legislativo internacional y nacional que Argentina
posee y promueve en el campo de los derechos humanos y tiene por objetivo garantizar el
derecho de todas y todos los estudiantes a recibir una educación que promueva: la igualdad
de género y el respeto a la diversidad sexual, conocimientos adecuados sobre el cuidado del
propio cuerpo y el de los demás, el acceso a los derechos de las/os niñas/os y adolescentes,
así como la valoración de la afectividad y las emociones.
Las docente Belén Anselmi (docente a cargo del curso) invita a que se animen a comentar,
a participar cuando la timidez aflora…”que acá nadie sabe otra forma de llamar a los
órganos sexuales? Porque por ahí yo escucho unas cosas que se dicen entre ustedes
que”…
1
Optamos por la utilización de lenguaje inclusivo.
2
Registro cuaderno de campo julio y Agosto 2016
La Directora Carina Biasco con quien en distintas ocasiones hemos conversado se refiere a
lis mismos como…”un grupo hermoso, con quienes se puede trabajar, son re tranquilos”.
…”Tenemos casos puntuales de chicos a los que les cuesta…ehh..tienen dificultades…hay
algunos que mas que por falta de alimentación es por falta de contención afectiva”.
Es necesario aclarar que esta práctica el docente no la hace de manera intencionada, sino
que las reproduce muchas veces sin percatarse, ya que transmite el sistema social
instaurado en la sociedad en que se desenvuelve. Recordemos que el viejo paradigma de la
situación irregular donde el niño era objeto de la tutela del Estado y se construye la gran
división: los niños y los menores, distingue los/as niños/as que acceden a la familia y a la
escuela y las/que no). Donde al interior de la familia los roles estereotipados de genero
quedan demarcados: Mujer Madre: cuidados y moral, Hombre Padre: orden y sustento
material; Niño: escuela. El Estado no se inmiscuye en los casos de familias “normales”.
Aún permea y atraviesa las instituciones y a los sujetos generando profundas
contradicciones. Consideramos que este aspecto obstaculiza los procesos de enseñanza
aprendizaje. Como aspectos facilitadores del proceso, el vínculo de cooperación existente
entre la trabajadora social y el plantel docente y de servicios de la Escuela que habilitaron
el espacio para que pueda ser apropiado y reapropiado en cada taller, especialmente la
relación con Carina Biasco (directora a cargo) y Belén Anselmi (Maestra), así como con el
personal de servicios que se dispuso a resolver cualquier urgencia. Claramente el contexto
legal que se constituye en herramienta que sustenta la acción.
EL CONOCIMIENTO Y LA EDUCACIÓN SON SINÓNIMOS DE LIBERTAD. SEAMOS
RESPONSABLES DE UNA SEXUALIDAD LIBRE, PLENA Y SIN RESTRICCIONES NI
OPRESIONES SOCIALES”.
EL OBJETO DE INTERVENCION…
En relación a nuestro objeto de intervención sigo a Nora Aquín diciendo que el objeto de
intervención de una profesión es el equivalente teórico de una necesidad demandada por la
realidad, para cuya realización (satisfacción o redefinición) debe ejercerse una función
específica. .En nuestro caso se refiere a” los obstáculos en el acceso al derecho a
información sobre Educación Sexual Integral que presentan los alumnos de sexto grado
de la Escuela Juana Azurduy”.
• La escuela está fuertemente impregnada del paradigma racional positivista “pienso, luego
existo, donde se privilegian las ideas y el cuerpo sexuado queda fuera.
• La falta de capacitación es otro factor señalado por muchos docentes para demandar a los
especialistas o expertos externos a la institución. Quienes quieran capacitarse para educar a
sus alumnos en el tema de la sexualidad y sida, deberán enfrentar previamente sus propios
miedos y prejuicios.
• El temor a reacciones negativas de madres y padres constituye oro elemento que disuade a
los docentes de encarar la educación sexual con los alumnos. En la práctica esta dificultad
se sortea informando previamente a los padres acerca de la capacitación que recibirán sus
hijos e hijas, y solicitándoles su autorización.
Por ello, se requiere impulsar una educación en sexualidad que pueda ser abierta,
respetuosa de las ideas y opiniones de los alumnos y alumnas, y que promueva tanto el
conocimiento intelectual y la transmisión de información científica y confiables acerca de
la prevención de riesgos y de embarazos tempranos, como la construcción paulatina de
actitudes, sentimientos, valores y habilidades para el ejercicio de una sexualidad sana,
segura, responsable y sin riesgos.
A MODO DE DEVOLUCION…
Pero lo que es de mayor relieve como critica a esta tendencia es vaciar de historicidad y
condición de clase social, género, etnia del sujeto de atención, o sea, no ejercitar la
abstracción de la vida social de esa singularidad humano social, reproducida en la demanda
institucional que se transforma en objeto de trabajo. Por ello, la asunción de lo psico
(cognitivo, emocional, relacional) suele quedar desprovisto de las condiciones de existencia
material, o sea de lo que garantiza las posibilidades de sobrevivencia y de las formas de
conciencia que el sujeto posee. De allí a lo que Netto denomina “psicologización de la
cuestión social”. Son las condiciones de existencia las que determinan la conciencia. O sea,
las maneras de interpretar la vida social y su reproducción en las singularidades están
interferidas por la inserción en los procesos de producción y reproducción social.
Castel, R. “La inseguridad social. ¿Qué es estar protegido? “Buenos Aires: Editorial
Manantial, 2003.
Lucila Tufró; Luciana Ruiz; Hugo Huberman “Modelo para armar: nuevos desafíos de
las masculinidades juveniles” - 1a ed. - Buenos Aires: Trama - Lazos para el Desarrollo,
2012.
Molina, María Lorena (2010) “Trabajo Social: el viejo debate disciplina o profesión
y las implicancias en la construcción de la autonomía profesional” VII Congreso
Nacional e Internacional de Trabajo Social, Costa Rica. Pág. 1 a 25.