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I.E.S. M.

Tolosa - Departamento de Biología y Geología


Prácticas de Anatomía Aplicada

Disección del Encéfalo de un Mamífero

Introducción

El encéfalo de todos los mamíferos es muy semejante, por lo que se puede obtener una idea
bastante aproximada del encéfalo humano realizando la disección de un encéfalo de cordero o
de cerdo, material fácil de encontrar en las casquerias.

Objetivos

 Estudiar la anatomía interna y externa del encéfalo.


 Entender la complejidad de los procesos nerviosos.
 Reforzar los procedimientos básicos de la disección.

Material

 Encéfalo de mamífero
 Alcohol etílico o formol
 Cubeta de disección
 Pinzas
 Bisturí y tijeras
 Guantes de látex

Desarrollo

Lo primero que ha de hacerse, dado lo delicado que es el tejido nervioso, es un previo


endurecimiento de la pieza anatómica, lo que se consigue manteniéndola sumergida en solución
de formol al 10% o alcohol etílico de 96º durante una semana por lo menos. Cuando se vaya a
proceder a la disección hay que lavarla a chorro de agua durante un buen rato (en el caso de
que se haya utilizado formol), para eliminar los vapores, que son molestos y hasta peligrosos.

También puede hacerse la experiencia directamente sobre una sesada fresca. Este
procedimiento requiere más cuidado y por ello debe procederse con más delicadeza, pero evita
las molestias del endurecimiento previo y presenta la ventaja de que se observan las estructuras
tal como se hallan en vivo.
 Estudio de la morfología externa

El encéfalo va envuelto externamente por las tres meninges: duramadre, aracnoides, y


piamadre. Cuando se le extrae de la caja craneana aparecen como unas pielecillas rojizas, rotas,
sobre todo en el encéfalo; estos jirones corresponden a la aracnoides; la piamadre se
conservará seguramente en toda la superficie encefálica, se reconoce fácilmente por estar
surcada de abundantes vasos sanguíneos.

Visto dorsalmente, observamos de delante a atrás tres partes distintas:

 Los hemisferios cerebrales, única parte visible del cerebro, surcados por
circunvoluciones cerebrales y separados entre sí por una profunda hendidura media,
la cisura interhemisférica. Se pueden observar los lóbulos frontales, parietales,
temporales y occipitales.

 El cerebelo que está formado por tres masas, dos lóbulos cerebelosos a los lados y un
cuerpo central o vermis; los tres con cisuras profundas, transversales y más apretadas
que en el cerebro.

 La médula oblonga o bulbo raquídeo, con forma de tronco de cono invertido y truncado,
sin diferenciaciones externas, parcialmente oculto por el cerebelo y dividido a lo largo por
una cisura que se prolonga en la médula espinal.

Hemisferios
Lóbulo parietal cerebrales
Vermis Lóbulo occipital

Lóbulo
frontal

Bulbo raquídeo
Cerebelo
Cisura central
Cisura interhemisférica Circunvolución

 Si separamos cuidadosamente el cerebelo de los hemisferios cerebrales, se pueden ver


los tubérculos cuadrigéminos, dos anteriores y dos posteriores más voluminosos, y la
glándula pineal.
Si volvemos ahora la pieza para observarla por la cara ventral veremos en primer lugar la cisura
interhemisférica y a ambos lados de ella los lóbulos o bulbos olfatorios. Algo más hacia atrás,
podemos ver los nervios ópticos que se entrecruzan en el quiasma óptico. Inmediatamente
detrás aparece un orificio que señala el punto de inserción de la hipófisis (suele faltar porque al
separar el encéfalo se habrá roto por su pedúnculo, quedando la hipófisis encajada en la silla
turca del esfenoides). Un poco más atrás hay una prominencia doble llamada cuerpo mamilar,
flanqueada por dos gruesos cordones longitudinalmente llamados pedúnculos cerebrales que
entran por debajo del Puente de Varolio, que es a su vez la porción antero-ventral del bulbo
raquídeo.

Por detrás de dicho Puente de Varolio asoman los dos lóbulos del bulbo raquídeo, que se
estrechan paulatinamente, convirtiéndose en las dos mitades de la médula espinal.
 Estudio de la morfología interna

Con un bisturí se hace una incisión profunda siguiendo la cisura interhemisférica pero sin
llegar a cortar la pieza en dos. Se separa con cuidado los dos hemisferios y se pone de
manifiesto la masa impar llamada cuerpo calloso, de color blanquecino, que une ambos
hemisferios. Al mismo tiempo se habrán descubierto las cavidades de ambos hemisferios que
constituyen el I y II ventrículos, cuya existencia nos hace ver que los hemisferios cerebrales no
son macizos.

Detrás de ellos, una amplia lámina de forma triangular, el trígono, deja ver por detrás una masa
dividida en cuatro partes, los tubérculos cuadrigéminos, debajo de cuyo borde posterior se
verá la epífisis.

Al cortar siguiendo la cisura interhemisférica habremos dividido en dos el cerebelo cortando el


vermis por su línea media; esto nos permitirá observar que en el cerebelo la sustancia blanca
está en el interior, dando lugar a una formación arborescente que se denomina árbol de la vida.

Cuando separemos estas dos mitades del cerebelo pondremos a la vista la cavidad del IV
ventrículo que se comunica de delante con el III ventrículo a través de acueducto de Silvio y
por detrás con el epéndimo o cavidad de la médula. Esto es difícil de ver, pero se puede
comprobar introduciendo una sonda por el IV ventrículo hacia delante, y la veremos aparecer por
delante de los tubérculos cuadrigéminos en la luz de los hemisferios cerebrales; el trayecto de la
sonda es precisamente el III ventrículo.

Si ahora separamos completamente las dos mitades del encéfalo, podremos ver mejor las
cavidades cerebrales, la forma de hoz de la sección del cuerpo calloso, y el resto de estructuras
que ya hemos localizado.

Sección del encéfalo: 1.- fórnix; 2.- cuerpo calloso; 3.- ventrículo lateral; 4.- circunvolución del cíngulo;
5.- glándula pineal; 6 y 7.- colículos superior e inferior; 8.- árbol de la vida; 10.- IV ventrículo; 11.- bulbo
raquídeo; 12.- acueducto cerebral; 13.- puente de Varolio; 14.- zona subtalámica; 15.- cuerpo mamilar;
16.- hipotálamo; 17.- tálamo; 18.- quiasma óptico; 19.- bulbo olfatorio.
Si hacemos ahora un fino corte en la médula espinal y la observamos con atención con ayuda de
una lente, podemos ver que en este órgano, al revés de lo que sucede en cerebro y cerebelo, la
sustancia blanca está al exterior, mientras que la gris está al interior, teniendo su sección forma de
H, con dos cuernos que se dirigen hacia delante y dos hacia atrás; estos cuernecitos son las
llamadas astas anteriores y posteriores de la médula. En el centro de la H está un orificio que
es el corte de conducto que atraviesa longitudinalmente la médula espinal y que se llama
Epéndimo.

 Observación del encéfalo “in situ”

Conviene hacerlo después de conocer la localización de los diversos órganos encefálicos en el


interior del cráneo. Para esto hay que proveerse de una cabeza de cordero cortada
longitudinalmente.

Ahora, sin previo endurecimiento, podemos ir localizando en el corte todos los órganos nerviosos
encefálicos y observar sus relaciones con los huesos de la cabeza, pero también se puede
aprovechar esta pieza anatómica para un sinfín de observaciones, como la estructura y situación
de la boca, la fórmula dentaria, las relaciones de la boca con la nariz, los ojos y la relación con
los nervios ópticos.

1. Hemisferio cerebral izquierdo


2. Cuerpo calloso
3. Tálamo
4. Epífisis o glándula pineal
5. Tubérculos cuadrigéminos
6. Tubérculos cuadrigéminos
7. Nervio óptico
8. Hipófisis
9. Protuberancia
10. Bulbo raquídeo
11. Foramen magnum
12. Cóndilo occipital
13. Cerebelo
14. Cráneo
15. Duramadre
16. Seno frontal
17. Pituitaria amarilla
18. Pituitaria roja
19. Tabique nasal
20. Paladar blando
21. Paladar duro
22. Epiglotis
23. Lengua

Cuaderno de prácticas

Elabora un informe de la actividad práctica y realiza un dibujo o saca fotos de toda la disección,
describiendo los diferentes aspectos que observes.

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