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Introducción
El encéfalo de todos los mamíferos es muy semejante, por lo que se puede obtener una idea
bastante aproximada del encéfalo humano realizando la disección de un encéfalo de cordero o
de cerdo, material fácil de encontrar en las casquerias.
Objetivos
Material
Encéfalo de mamífero
Alcohol etílico o formol
Cubeta de disección
Pinzas
Bisturí y tijeras
Guantes de látex
Desarrollo
También puede hacerse la experiencia directamente sobre una sesada fresca. Este
procedimiento requiere más cuidado y por ello debe procederse con más delicadeza, pero evita
las molestias del endurecimiento previo y presenta la ventaja de que se observan las estructuras
tal como se hallan en vivo.
Estudio de la morfología externa
Los hemisferios cerebrales, única parte visible del cerebro, surcados por
circunvoluciones cerebrales y separados entre sí por una profunda hendidura media,
la cisura interhemisférica. Se pueden observar los lóbulos frontales, parietales,
temporales y occipitales.
El cerebelo que está formado por tres masas, dos lóbulos cerebelosos a los lados y un
cuerpo central o vermis; los tres con cisuras profundas, transversales y más apretadas
que en el cerebro.
La médula oblonga o bulbo raquídeo, con forma de tronco de cono invertido y truncado,
sin diferenciaciones externas, parcialmente oculto por el cerebelo y dividido a lo largo por
una cisura que se prolonga en la médula espinal.
Hemisferios
Lóbulo parietal cerebrales
Vermis Lóbulo occipital
Lóbulo
frontal
Bulbo raquídeo
Cerebelo
Cisura central
Cisura interhemisférica Circunvolución
Por detrás de dicho Puente de Varolio asoman los dos lóbulos del bulbo raquídeo, que se
estrechan paulatinamente, convirtiéndose en las dos mitades de la médula espinal.
Estudio de la morfología interna
Con un bisturí se hace una incisión profunda siguiendo la cisura interhemisférica pero sin
llegar a cortar la pieza en dos. Se separa con cuidado los dos hemisferios y se pone de
manifiesto la masa impar llamada cuerpo calloso, de color blanquecino, que une ambos
hemisferios. Al mismo tiempo se habrán descubierto las cavidades de ambos hemisferios que
constituyen el I y II ventrículos, cuya existencia nos hace ver que los hemisferios cerebrales no
son macizos.
Detrás de ellos, una amplia lámina de forma triangular, el trígono, deja ver por detrás una masa
dividida en cuatro partes, los tubérculos cuadrigéminos, debajo de cuyo borde posterior se
verá la epífisis.
Cuando separemos estas dos mitades del cerebelo pondremos a la vista la cavidad del IV
ventrículo que se comunica de delante con el III ventrículo a través de acueducto de Silvio y
por detrás con el epéndimo o cavidad de la médula. Esto es difícil de ver, pero se puede
comprobar introduciendo una sonda por el IV ventrículo hacia delante, y la veremos aparecer por
delante de los tubérculos cuadrigéminos en la luz de los hemisferios cerebrales; el trayecto de la
sonda es precisamente el III ventrículo.
Si ahora separamos completamente las dos mitades del encéfalo, podremos ver mejor las
cavidades cerebrales, la forma de hoz de la sección del cuerpo calloso, y el resto de estructuras
que ya hemos localizado.
Sección del encéfalo: 1.- fórnix; 2.- cuerpo calloso; 3.- ventrículo lateral; 4.- circunvolución del cíngulo;
5.- glándula pineal; 6 y 7.- colículos superior e inferior; 8.- árbol de la vida; 10.- IV ventrículo; 11.- bulbo
raquídeo; 12.- acueducto cerebral; 13.- puente de Varolio; 14.- zona subtalámica; 15.- cuerpo mamilar;
16.- hipotálamo; 17.- tálamo; 18.- quiasma óptico; 19.- bulbo olfatorio.
Si hacemos ahora un fino corte en la médula espinal y la observamos con atención con ayuda de
una lente, podemos ver que en este órgano, al revés de lo que sucede en cerebro y cerebelo, la
sustancia blanca está al exterior, mientras que la gris está al interior, teniendo su sección forma de
H, con dos cuernos que se dirigen hacia delante y dos hacia atrás; estos cuernecitos son las
llamadas astas anteriores y posteriores de la médula. En el centro de la H está un orificio que
es el corte de conducto que atraviesa longitudinalmente la médula espinal y que se llama
Epéndimo.
Ahora, sin previo endurecimiento, podemos ir localizando en el corte todos los órganos nerviosos
encefálicos y observar sus relaciones con los huesos de la cabeza, pero también se puede
aprovechar esta pieza anatómica para un sinfín de observaciones, como la estructura y situación
de la boca, la fórmula dentaria, las relaciones de la boca con la nariz, los ojos y la relación con
los nervios ópticos.
Cuaderno de prácticas
Elabora un informe de la actividad práctica y realiza un dibujo o saca fotos de toda la disección,
describiendo los diferentes aspectos que observes.