Los navajos son una de las tribus más numerosas de Norteamérica en la actualidad,

contando con alrededor de 300.000 individuos según y a día de hoy, es poco lo que
sabemos de su cultura original, puesto que se han sincretizado culturalmente tanto con
otras etnias nativas, como con extranjeros europeos, tanto de la época de la colonia
como en tiempos modernos, entre ellos en su mayoría franceses e ingleses. Son el
resultado a día de hoy de la lucha indigenista en pro de sus derechos y territorios que a
lo largo de su historia han intentado ser usurpados por el gobierno estadounidense, es
por lo mismo que este articulo presentará, primero un breve repaso histórico sobre la
etnia navaja, su identidad como pueblo y su posterior constitución como nación
semiautónoma, para luego finalizar entrando más a fondo en su resistencia como pueblo
frente a la violencia cometida por el estado norteamericano, las implicancias que estos
acontecimientos han tenido para el presente y como su pasado se levanta como una
demanda ética en la contemporaneidad.

Se dice que los navajo llegaron desde el sur de Canadá hacia el siglo XIII invadiendo
territorios de los indios pueblo, en particular tierras hopi, (a día de hoy sigue habiendo
roces entre ambas tribus) de los cuales aprendieron técnicas agrícolas, alfareras y
ganaderas, provocando así un paso de un estadio nómade cazador-recolector, a un
estadio sedentario agrícola-ganadero, provienen de la familia lingüística Athabasca
compartiendo rasgos culturales con los apache y chipewyan entre otros.

Al poseer una tradición oral de la memoria, no existen fuentes escritas confiables de

acontecimientos pasados en su devenir histórico como pueblo antes de la llegada de
invasores europeos. No fue sino hasta 1595 entrando en contacto con los colonos
españoles que se disponían a colonizar los actuales estados de Arizona, Nevada, partes
de Colorado, Utah y Nuevo México que habrían registros escritos de su acontecer como
pueblo.

Fue así los navajos adoptaron el caballo por parte de los españoles y se convirtieron en
jinetes expertos. Para estos últimos, los navajos representaban un problema grave, por el
hecho de ser nómades y vivir en pequeños clanes, solían robarse el ganado español. Los
europeos con la excusa de evangelizarlos, llevaban a cabo redadas para esclavizarlos y
más comúnmente hacerlos trabajar hasta morir en las minas. Los navajos respondían
con el robo de animales y la captura de mujeres y niños. Periódicamente uno y otro
bando realizaban masacres.

Hacia 1680 los navajos y apaches ayudarían a los indios pueblo a obtener su
independencia en la gran revuelta indígena de Popé, logrando así 12 años sin presencia
de los españoles, hasta que estos reconquistaran el territorio definitivamente.

Posteriormente el territorio formaría parte del estado mexicano hasta 1848, año en que
se firma el Tratado de Guadalupe Hidalgo en, marcando así el final de la Guerra
México-Americana. En virtud de este tratado México cedió a Estados Unidos los
estados actuales de Texas, Nuevo México, Arizona, Colorado, Utah, Nevada y
California. Todos los mexicanos que vivían en esa región se convirtieron en ciudadanos
de los EE .UU., cuyo gobierno debía protegerlos de los ataques indios.
Divididos en muchas bandas, como los Apaches, a diferencia de ellos, no sostuvieron
una resistencia constante, se limitaban a incursiones esporádicas de pequeños grupos,
independientes de un movimiento tribal organizado, algo así como especie de malones,
en el caso mapuche. Prefirieron continuar su vida sedentaria de pastoreo; por su gran
población y costumbre errante. De haber poseído el apetito guerrero de los Apache y
una organización concertada, la conquista del suroeste norteamericano, hubiera
resultado mucho más difícil de lo que resultó ser. La falta de integridad política de los
navajos, fue un obstáculo para su organización militar. Nunca han tenido un jefe
general, muchos de los caciques principales contaban con un pequeño grupo de
seguidores. Manuelito que fue aclamado como jefe principal en 1855 para negociar un
tratado con el gobernador Meriwether, fue el que históricamente dirigió el mayor
número de navajos.

En 1846 el coronel Stephen W. Kearny, en el marco de la Guerra México-Americana,

tomó posesión del territorio en nombre de Estados Unidos. Se intentó hacer un tratado
de paz y amistad, pero como otros que siguieron, pronto se rompió y las redadas
continuaron.

En 1858 los problemas derivados por los saqueos eran graves, y dieron lugar a varias
expediciones que tuvieron escaso resultado. En 1861, la Guerra Civil obligó el retiro de
las tropas de frontera, dejando abierto el camino para las actividades navajas.

En 1862, el General Carleton, asumió el mando de las fuerzas militares de Nuevo

México, ejerciendo una política de sometimiento a fondo de los navajos, quienes serían
trasladados a Fort Summer, en el Bosque Redondo, sobre el Río Pecos.

Para 1863, alrededor de 200 navajos habían sido transferidos o estaban en camino. El 12
de enero de 1864 el coronel Christopher Carson, en una campaña sobre el Cañón de
Chelly -una fortaleza navaja-, asesinaron una veintena de navajos, tomaran 34
prisioneros y obligaron a otros 200 a rendirse. Carson ordenó la quema de alimentos y
la destrucción de las plantaciones de melocotones muy apreciados por los navajos. La
columna vertebral de la resistencia había sido quebrada, para 1865 estaban bajo control
militar 8.491 navajos en la nueva reserva, habían recorrido más de 480 kilómetros a pie,
en un episodio conocido como la "Gran Marcha", o el "Largo Camino".

Bosque Redondo resultó insalubre, decepcionante, y de costoso mantenimiento. El 1º de

junio de 1868 se realizó un nuevo tratado, naciendo así la Nación Navajo como
organismo indígena semiautónomo, se les otorgaron quince mil ovejas para reponer sus
rebaños, y traslado a Fort Wingate -cerca de Gallup, Nuevo México-, para ese entonces
la población era de 7.304, el resto había muerto o escapado.

Hacia 1936 se estableció su centro en Window Rock, el Comisionado de Asuntos

Indígenas de ese momento, John Collier, seleccionó el lugar, donde se construyeron los
edificios administrativos de la Oficina de Asuntos Indígenas, la tribu Navajo y el
Servicio de Salud Pública, en piedra arenisca de color rojo. Más tarde se construyó la
Casa Concilio de la Tribu Navaja.
Posteriormente prestarían sus servicios al estado norteamericano en la segunda guerra
mundial, esto en pos de ganar compensaciones y beneficios. Es así como se definen los
límites más actuales de la Nación Navajo.

En el censo estadounidense del año 2.000, 298.187 personas afirmaron ser total o
parcialmente descendientes navajos, constituyendo la segunda mayor población
indígena -la primera es la Cherokee- en los Estados Unidos continentales.

A lo largo de su historia la nación navaja ha ido evolucionando y constituyéndose en un

organismo autónomo jurídico, legislativo y ejecutivamente, pero no así económica y
miliarmente, siendo en estas materias aún dependiente del estado norteamericano.

A día de hoy se encuentran luchando en contra de la creación de la represa de Dakota o

-Dakota Access Pipeline-, represa que viola los tratados firmados entre el pueblo navajo
y el estado estadounidense y pone en riesgo el agua de sus tierras sagradas. Sus
revueltas han sido filmadas y posteadas en sitios webs, tales como Twitter, Facebook y
Youtube y han dejado en claro la violencia policial ejercida por el estado.

Los navajo han demostrado que a raíz de la aceptación de la cultura de organización

occidental, se puede prevalecer en el tiempo, protegiendo así sus tradiciones, su cultura
y sus tierras. La independencia quizás es la única forma de defender de forma total su
prevalecer como pueblo, esto mientras Estados Unidos no se declare como un país
plurinacional.