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Las megatendencias son visiones del futuro construidas a partir de lo que sucede en la
actualidad. No son meras ocurrencias o buenos deseos: provienen tanto de los cambios
científicos y tecnológicos como de la evolución de la dinámica de una sociedad. ¿Sirven para
algo? Sí: para tenerlas en cuenta y aprovechar las oportunidades que plantean, tal como hizo
hace algunos años la India cuando consideró el software y las tecnologías de la información
como parte de su estrategia para su desarrollo económico.
La energía constituye una valiosa fuente de funcionamiento de una serie de máquinas que
producen bienes y servicios. Para alcanzar un nivel apropiado de desarrollo y sostenerse en el
tiempo, será necesario contar con fuentes variadas de producción de energía, que posibiliten
operar todo tipo de máquinas, toda la gama de TIC’s y otros bienes que hagan posible mejorar
la calidad de vida. No se debe depender de una sola matriz energética, pues siempre será finita.
También deben diversificarse y producir las propias maquinarias acondicionadas para esas
fuentes. La búsqueda de nuevas fuentes no será fácil, teniendo en cuenta que esta energía debe
tender a ser limpia con respecto al medioambiente. El Perú, ha sido básicamente dependiente
de la energía hidroeléctrica y del petróleo, debemos continuar buscando más fuentes gasíferas,
eólicas y otras de menores rendimientos.
Es necesario la búsqueda de la mejora de los componentes de los bienes, para hacerlos más
livianos, más resistentes a la corrosión y otras variables propias de las mejoras de los procesos
productivos. Por ejemplo el acero y el cobre, serán sustituidos o modificarán su uso, con nuevos
sistemas de reproceso, reciclaje y reúso para abaratar costos. Se comenzarán a emplear metales
más livianos como el aluminio y el magnesio, que en aleación con otros metales o minerales,
tendrán mejores rendimientos. Tampoco se debe descartar, mejores usos al plástico, con
componentes biodegrandantes. Se está volviendo a usar la cerámica para actividades de altas
temperaturas y resistente a la fricción. El Perú, no debiera limitarse a ser solo extractor y
exportador de materias primas, debe generar industrias transformadoras, buscando valor
agregado, importando o creando tecnología de punta, para aprovechar mejor su enorme
potencial minero.
La economía global está imponiendo sus postulados y teorías sobre las economías domésticas
Hoy ningún país puede planificar su crecimiento económico, solo mirando al interior de sus
fronteras y lo que puede tener como PBI. La globalización económica es ya un hecho, lo que
suceda en algún país respecto a su producción puede repercutir cual “efecto mariposa” en
cualquier o en todos los demás países, sin importar ideologías, nacionalismos o procesos
políticos internos, incluyendo las llamadas decisiones soberanas. Los procesos de cambios
macro-económicos mundiales afectan en lo social, produciendo entre otros fenómenos,
migraciones, desplazamientos de capitales de inversión, protestas laborales y conflictos sociales
de todo tipo, por la búsqueda de la satisfacción de necesidades humanas básicas. Las estructuras
económicas deben modificarse para integrarse a la economía global, pero al mismo tiempo
deben prever el impacto de esa integración, “vacunándose” económica y financieramente para
soportar los vaivenes de las expectativas y especulaciones. Es una nueva forma de conflicto, el
económico, luchando por conquistar mercados, competir con otras economías, con mejores
calidades y precios, acumulando para épocas difíciles, invirtiendo con firmeza y prudencia.
Hay una creciente preocupación por establecer escenarios posibles de largo plazo en muchos
países desarrollados, en donde se tratan diversos problemas de toda índole, desde los
demográficos hasta los alimentarios, de salud y educación. Esto provoca en naciones menos
desarrolladas, presiones exógenas, que no dejan superar los propios problemas internos para
siquiera alcanzar un ritmo aceptable y sostenido de crecimiento, provocando que la coyuntura
o el corto plazo no permita visualizar objetivos de largo aliento. Será necesario que el Perú, al
mismo tiempo que vaya solucionando los problemas del corto plazo, mantenga en mente
visiones y objetivos de largo plazo, con verdaderas políticas de Estado, bien elaboradas,
sustentadas y realizables en el horizonte temporal que se establezca; de lo contrario, cada
gobierno de turno seguirá haciendo sólo lo necesario para culminar satisfactoriamente su
período, sin pensar en las generaciones futuras.
Esta megatendencia se viene observando no sólo en los Estados desarrollados, sino también en
los grandes conglomerados trasnacionales. No se trata de dejar que cada región geográfica o
grupo humano haga lo que desee, sino que dentro de la visión y objetivo de largo plazo, las
decisiones más acertadas se tomen a nivel local y se proyecten de abajo hacia arriba y no al
revés. Esto minimiza las posibilidades de que aparezcan conflictos y que éstos escalen a nivel de
violencia. Las organizaciones demasiadas burocratizadas y macrocefálicas son un obstáculo para
un oportuno proceso de toma de decisiones; por lo que es necesario delegar autoridad, recursos
y desconcentrar técnicos para ayudar en estos procesos. Con ello se ganarán nuevas fuentes de
creatividad para encontrar soluciones a problemas locales, que desde un escritorio no siempre
se visualiza. Las jerarquías y las elites seguirán siendo necesarias, pero éstas deberán aprender
a compartir, enseñar a trabajar en equipo y democratizar el acceso a la información. Mayor
participación ciudadana en la toma de decisiones, posibilitarán una mayor aceleración en la
integración nacional e internacional, que el Perú necesita.
Mercados de libre comercio (TLC’s).- Esta megatendencia, está afectando a las economías
domésticas en todo sentido, desde las legislaciones internas, formas de hacer negocios, hasta
la aparición de nuevos especialistas conocedores de otras realidades económicas y
oportunidades de negocios. Pero no se debe depender de uno o pocos países que compren o
comercien con nosotros. Los TLC’s a su vez, conllevan riesgos para aquellos países que no
mejoran sus sistemas productivos, su infraestructura portuaria y aeroportuaria, sus carreteras,
sus sistemas de transformación productiva y otra serie de eventos y actividades que hagan del
país más competitivo. El Perú deberá buscar ser experto y especializado en ciertos bienes y
servicios en los cuales tenga ventajas geoestratégicas y saber negociar en los términos de
intercambio comercial.
Estas principales Megatendencias, de carácter socioeconómico fundamentalmente, en conjunto
van configurando “ejes económicos”, que posibilitarán una integración no sólo económica, sino
también política y socio-cultural. Lamentablemente en el ámbito sudamericano, aún no se
visualiza en el mediano plazo, una efectiva integración. Priman los antagonismos ideológicos y
políticos. En el ámbito nacional, el proceso de construcción de una identidad nacional, que
favorezca la plena integración sociocultural, sin distinción de raza, credo e ideología, asentado
en aspiraciones, intereses y objetivos comunes de largo plazo, aún no logra consolidarse.
En este marco, las economías de los países son interdependientes, con un claro sesgo de
dependencia favorable a los países industrializados debido a su mayor desarrollo científico y
tecnológico y su mayor estabilidad política y económica. Mientras que los países industrializados
exportan conocimientos bajo la forma consultorías, nuevas máquinas, equipos , instrumentos y
todo tipo de productos manufacturados, así como nuevos métodos y procedimientos, los países
en desarrollo exportan básicamente materias primas sin o con escasa transformación o valor
agregado. Esta situación se da en los países de economías emergentes como Chile, Malasia,
Tailandia, apreciándose una tendencia creciente a exportar mayor valor agregado. El
crecimiento de la economía Chilena por ejemplo, depende en un 80 por ciento de sus
exportaciones de materias primas. El caso del Perú no dista mucho de esta figura. En la
actualidad, las exportaciones manufactureras de Malasia son el 70 por ciento del total, mientras
que en 1970 eran solo el 22 por ciento.
De no ocurrir una rápida transición al uso pleno del conocimiento expresado en nuevas
tecnologías y con arreglo a nuestras características naturales, el Perú puede ver seriamente
amenazado su crecimiento y desarrollo futuros. Esta transición requiere de un replanteamiento
urgente de la política de formación de recursos humanos. Si bien es cierto que el recurso
humano calificado puede suplirse importándolo desde los países industrializados, ello no
asegura continuidad por lo oneroso que resulta para el país contratante y la natural
temporalidad de residencia. Necesitamos formar nuestros propios recursos humanos, ya sea en
el extranjero o internamente, en este último caso, en nuestras escuelas de posgrado
debidamente potenciadas. El recurso humano calificado y capaz de llevar adelante programas
de investigación y desarrollo y aplicar las tecnologías generadas en este proceso debe
constituirse en el eje sobre el cual debe girar el tránsito desde una economía dependiente de la
exportación de materias primas hacia una economía dependiente de la exportación de
manufacturas.
La degradación de medio ambiente y la pobreza son dos elementos de un círculo vicioso que
afecta negativamente la calidad de vida a escala planetaria. El argumento esgrimido es que la
vida de una especie vegetal o animal es menos importante que la vida de un ser humano y en
última instancia, de la especie humana. No falta razón para asumir como válido este argumento,
por que dada su capacidad de razonamiento, el hombre no debe morir por incapacidad de
prodigarse alimento o refugio que implique hacer uso de plantas, animales o el agua para
satisfacer su hambre y sed. Pero ocurre que la racionalidad ha permitido al hombre ir mas allá
de sus requerimientos básicos en la búsqueda de nuevos niveles de bienestar, que en unos casos
significa eliminar especies de plantas y animales con tal de satisfacer exquisiteces de vida. Los
pueblos y comunidades nativas, por lo general, han mantenido un equilibrio con su entorno
sabiéndose partícipes y componentes de un ecosistema.
El bienestar económico que se nutre de las ventajas de las crecientes libertades económicas,
según un reciente informe de CADE '96, exige también una mayor participación política que
posibilite que el destino de un país sea el resultado de voluntades que se expresen como parte
de procesos políticos auténticos y no solo del deseo voluntarioso de dirigentes privilegiados.
Afortunadamente en las ultimas décadas, de manera creciente y firme, se percibe una tendencia
hacia gobiernos civiles elegidos libremente, así como hacia una reafirmación de las instituciones
democráticas.
Su aplicación en forma de democracia representativa topa al mismo tiempo con toda una serie
de dificultades en los países que fueron sus promotores. El sistema de representación política y
el modelo de ejercicio del poder que la caracterizan están a veces en crisis debido a la distancia
creciente entre gobernantes y gobernados, la aparición excesiva de reacciones emocionales
efímeras bajo la presión de los medios de comunicación, la política espectáculo – propiciada por
la difusión de los debates en esos mismos medios, e incluso la imagen de corrupción del mundo
político, hacen correr a algunos países el riesgo de un "gobierno de los jueces" y de un desafecto
creciente de los ciudadanos por los asuntos públicos.
El ideal democrático está por reinventarse o revivificarse. Ello debe ser una de las principales
prioridades, pues no hay otro medio de organización del conjunto político y de la sociedad civil
que pueda pretender sustituir a la democracia y que permita al mismo tiempo llevar a cabo una
acción común en pro de la libertad, de la paz, el pluralismo autentico y la justicia social. El
reconocimiento de las dificultades actuales no debe llevar en modo alguno al desaliento, ni
constituir un pretexto para apartarse del camino que lleva a la democracia.
Lo que esta en tela de juicio es la capacidad de cada persona para conducirse como un verdadero
ciudadano, consciente de los problemas colectivos y deseoso de participar en la vida
democrática. Se trata de un desafío para el sistema político, pero también para el educativo,
cuya función en la dinámica social conviene definir.
El Perú tiene importantes ventajas comparativas como son: sus recursos naturales, un mercado
en crecimiento y una oportunidad histórica de cambio. Sus ventajas competitivas tienen que
construirse sobre esta base, es decir, en función a lo nuestro, sin perder de vista las
megatendencias a las cuales debemos suscribirnos plenamente.
La Constitución Política del Perú, promulgada en 1993, establece el marco jurídico adecuado
para el desarrollo de una economía social de mercado. La promoción del desarrollo económico
se ha venido dando mediante leyes especiales, teniendo en cuenta el mandato y el espíritu de
la norma constitucional y las características propias de cada recurso y cada sector.
Entre 1993 y 1996, el Perú ha firmado 153 convenios de estabilidad jurídica lo que ha permitido
incrementar notablemente la inversión extranjera directa en más de cinco veces, con
compromisos de inversión superiores a los 12 mil millones de dólares. Lo destacable de esta
inversión es que se trata de inversión de largo plazo en un 70 %, y solamente 30 %, inversión de
corto plazo, a través de la Bolsa de Valores. Según estadísticas recientes, el rendimiento de la
Bolsa de Lima fue las más alta de la región durante el primer semestre de 1997, alcanzando una
rentabilidad de 43.2 %, comparado con 36.6 de Bogotá, 23.7 de Buenos Aires, 21.6 de México,
19.8 de Santiago y 7.5 de Caracas.
Evidentemente, resta mucho por hacer, y pasaran muchos años para que el Perú se convierta
en un país desarrollado y quizas nuestra generación no tenga la oportunidad de ver los logros
que se obtendrán en el futuro a partir de la reformas estructurales que se vienen
implementando hoy. Cuestión de equidad intergeneracional. Lo fundamental es que los
peruanos piensan que la situación del país mejorará, resumiendo en esta actitud, su confianza
en el futuro.
Las megatendencias de mayor gravitación y a las que se debe prestar especial atención en el
diseño de la política de desarrollo son:
La Globalización
Sin embargo, se augura que la recuperación del comercio internacional será lenta y progresiva
y que afectará a las economías que, como el Perú, sostienen su crecimiento mayormente en las
exportaciones hacia los países desarrollados.
La democracia global
La democracia concebida como la convivencia social en la que todos sus miembros son libres e
iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo con mecanismos contractuales, se ha
visto favorecida a través del esfuerzo de instituciones internacionales y el Estado en pos del
fortalecimiento de la democracia, la consolidación del Estado de derecho y la mayor
participación de la sociedad civil.
Sin embargo, el uso de internet puede ser perjudicial para la sociedad, como el acceso a
contenidos y materiales gráficos no aptos para menores de edad: sexo, violencia, drogas,
“hackeo” de información, entre otros.
En estas condiciones, el Perú, en la medida en que pueda adscribirse a una integración de mayor
complementariedad con las economías latinoamericanas y deje atrás el modelo de integración
parcial y de exacción con las economías desarrolladas, ganará poder de negociación y mejores
oportunidades para diversificar y transformar sus recursos productivos.
En las últimas tres décadas, el comercio internacional se ha venido desplazando hacia los países
de la Cuenca del Pacífico. En sus costas asiáticas, americanas y de Oceanía, se articulan las más
poderosas potencias del mundo a excepción de Europa. El intercambio comercial que surgió tras
la Segunda Guerra Mundial, promovido por Estados Unidos y que favoreció el renacimiento del
Japón como potencia y la aparición de los “tigres asiáticos“ —Taiwán, Corea del Sur, Singapur—
, ha seguido en auge con la poderosa presencia de China, India, Rusia, Canadá y Australia. Esto
ha llevado a la conformación de la APEC, asociación de países de la Cuenca del Pacífico a la que
se han incorporado países latinoamericanos como México, Chile, el Perú y Colombia.
La ubicación de las potencias emergentes en esta área y el renovado interés de Estados Unidos
y Japón por no perder el paso, hacen que en Latinoamérica se vea en perspectiva la necesidad
de incorporarse crecientemente en esta dinámica. El Perú, como socio de la APEC, se ha puesto
a la vanguardia de los países de la región sumándose a una megatendencia clave en la
globalización.
La población mundial crece y los países desarrollados experimentan una menor natalidad.
El envejecimiento de los países ricos los obligará a atraer jóvenes profesionales y técnicos
altamente calificados a su fuerza laboral, con el fin de satisfacer los requerimientos de mano de
obra altamente especializada, que será cada vez más escasa en dichos países pese al
prolongamiento de la vida útil de los trabajadores hasta los 75 años. Ello incrementará la “fuga
de cerebros” de los países pobres, obligando a sus gobiernos a establecer restricciones e
incentivos para que permanezcan en sus lugares de origen.
En países como el Perú, con una creciente expansión del estrato de personas en edad de
trabajar, la limitada formación técnica y profesional promedio de esta fuerza laboral restringirá
sus posibilidades de realización profesional o laboral en los países desarrollados, con el riesgo
de permanecer como desocupados crónicos.
Crecimiento de megaciudades
En el periodo del Plan, Lima tenderá a convertirse en una megaciudad, lo que encarecerá los
costos de los servicios básicos y nos enfrentará a mayores problemas sociales.
Se espera que el Plan permita que Lima Metropolitana se convierta en una megaciudad
equilibrada en competitividad, medio ambiente y calidad de vida.
El cambio climático
Todos los países van a sufrir los efectos del cambio climático, pero los más vulnerables son los
países tropicales y sus poblaciones rurales. Se considera que este fenómeno traerá un cambio
de paradigma y una reducción drástica del consumo de combustibles fósiles, hecho que afectará
tanto la política como la economía mundiales. El Perú se verá afectado, en particular por la
menor disponibilidad de agua en la costa.
Entre dichas instancias se encuentra la Comisión Nacional de Cambio Climático, presidida por el
Ministerio del Ambiente (MINAM), orientada, entre otros, al cumplimiento de los compromisos
del país ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el tema, además de la presencia
del país en el Panel Intergubernamental ad hoc.
Se estima que las alteraciones de los ecosistemas incidirán negativamente en las condiciones de
competitividad económica de los países, afectando severamente a la población asentada en las
ciudades costeras (dotación de servicios de agua, alcantarillado y salubridad), la productividad
agrícola (principalmente la de régimen de secano), la producción de alimentos de origen
agrícola, la preservación de la biodiversidad y la generación de energía hidroeléctrica.
Estudios recientes estiman una incidencia creciente de los efectos negativos del cambio
climático en el producto bruto interno (PBI). De no adoptarse medidas contingentes, ello podría
llegar a significar hasta el 20% anual del mismo para el año 2050, limitando seriamente las metas
de crecimiento sostenido del país.
La conciencia mundial acerca de los impactos de las actividades humanas sobre la biodiversidad
y la naturaleza se intensificará y aumentará el poder de los grupos ambientalistas, situación que
limitará las decisiones nacionales de aprovechamiento de los recursos naturales. Al mismo
tiempo, la preferencia por los productos orgánicos y naturales —alimentos, medicamentos,
calzado, ropa, muebles, adornos, productos de tocador—, asociados a una vida más sana y a una
producción más limpia que no daña ni contamina el medio ambiente, abrirá nuevas
oportunidades de negocios para países como el Perú, caracterizados por su importante riqueza
natural, lo cual significará incursionar con marcado éxito en los mercados, impulsando
adicionalmente la introducción de otros bienes y servicios propios. En el futuro, el consumo de
productos orgánicos crecerá de manera sustantiva y formará parte de nuestra vida cotidiana, al
punto de sustituir casi totalmente los productos agropecuarios tradicionales. Como parte de
este proceso, también se ampliará la demanda de actividades de ecoturismo, en las que nuestro
país tiene un gran potencial.
Se estima que las ventas de productos que incorporan nanotecnología aumentarán del 0,1% del
total de productos manufacturados en el 2004 al 15% para el año 2016.
Los factores clave para el desarrollo de la nanotecnología, identificados por los expertos del Foro
sobre las Tendencias Futuras (Future Trends Forum, FTF), son contar con las herramientas
adecuadas que permitan el estudio a escala nanométrica, la búsqueda de aplicaciones prácticas
que atraigan la inversión privada, la reducción de los costos de procesos y equipamiento, y una
política gubernamental que fomente su desarrollo, todo lo cual ayudará a que penetre en el
mercado con mayor celeridad. Entre los principales obstáculos encontrados está la escasez de
inversión que supondría un despegue a largo plazo y la falta de coordinación entre centros de
investigación y empresas, que podría hacer más difícil la industrialización de las aplicaciones.
El Perú cuenta en su territorio con los minerales básicos que utilizan estas tecnologías, lo que
nos abre la posibilidad de beneficiarnos y participar de las ventajas de esta tendencia mundial.
Para ello se requiere importantes cambios que mejoren la educación, como la formación de
nuevos campos y especialidades vinculados a desarrollarla, promoviendo el valor agregado en
las zonas productoras e incrementando las exportaciones.
Es urgente también impulsar una verdadera revolución educativa, fomentando desde el Estado
una mayor participación ciudadana, donde los padres sean los verdaderos motores y
protagonistas de esa revolución educativa. Se requiere impulsar una educación humanista pero
también tecnológica. Se debe buscar racionalizar el pensamiento de la juventud, para
orientarlos a carreras técnicas productivas, generadoras de micro y pequeñas empresa, que son
a su vez generadoras de puestos de empleo. Ciertas profesiones deben limitarse en las
Universidades públicas y privadas reorientándose a otras profesiones científicas y productivas
de acuerdo a nuestra realidad geopolítica.
Finalmente, es imperativo alentar al capital nacional y extranjero para que inviertan en el Perú,
sin caer en el juego del mercantilismo y proteccionismo. Es legítimo obtener utilidades, pero
también es cierto que los empresarios deben ser capaces de asumir retos y riesgos, con
creatividad y visión de largo plazo, con visión estratégica, asegurándose márgenes de ganancias
pequeñas pero sostenidas en el tiempo, con un Estado que asegure reglas claras para los
mercados nacionales e internacionales. Se deben eliminar regulaciones estatales innecesarias,
establecidas con criterios rentistas, para permitir procesos de acumulación moderados pero
sostenidos que contribuyan al fortalecimiento de la economía nacional. Si concordamos todo
esto, continuaremos en el camino del progreso de manera sostenida.
Fuentes Digitales de Internet
http://blog.pucp.edu.pe/blog/victornomberto/2011/06/12/megatendencias/
Arturo Molina
http://es.slideshare.net/LEUGIM2011/139844178-megatendenciassociales-30584683
https://andresacosta.lamula.pe/2010/11/20/megatendencias-mundiales-de-este-siglo-su-
impacto-en-el-peru/sherman/
http://www4.congreso.gob.pe/congresista/1995/rurrelo/peru-web.htm