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Observación preliminar.
Ninguno de los factores de la prueba tiene un valor de significación estable, absoluto; cada uno de
ellos cobra su verdadero sentido para la singularidad del caso en su relación con los demás datos.
Todo manual ofrece orientaciones generales; el caso singular debe ser analizado y evaluado como tal,
nunca aplicando mecánicamente lo que los manuales dicen.
1.- Número de respuestas: R. (surge de la suma de los modos de aprehensión). . No todas las
expresiones verbales del sujeto durante la prueba son respuestas; a veces son manifestaciones
de agrado o desagrado, valoraciones estéticas, descripciones, críticas, etc.; tenemos una
respuesta cuando a un área de la lámina se le asigna un contenido mediante por lo menos un
determinante.
La cantidad promedio de respuestas en la población “normal” está alrededor de 24, con
oscilaciones, aprox. entre 18 y 30.
R disminuye debajo de 18 cuando hay depresión, masivo uso de la represión, falta de
motivación o una actitud negativa hacia la situación de prueba, falta de inteligencia,
inhibición para expresarse, organicidad cerebral. Ocasionalmente algún sujeto inteligente, que
busca un rendimiento óptimo, puede dar sólo diez excelentes respuestas, en lo que se llama
“ambición de calidad”.
R aumenta por encima de 30 cuando hay buen humor, buena disposición y motivación,
inteligencia imaginativa, detallismo minucioso, o “ambición de cantidad”: raramente R
excede la cantidad de 50, aunque algunos obsesivos superan largamente este límite..
2.- Tiempos: Los procesos internos que culminan en la respuesta, requieren obviamente un
lapso de tiempo; para el número promedio de respuestas, el tiempo total de la prueba oscila
cerca de los 20’ (no se considera aquí el interrogatorio); se ha observado que los factores que
aumentan el número de respuestas disminuyen el tiempo, mientras que frecuentemente
quienes dan pocas respuestas suelen ser lentos. La demora en dar la primera respuesta
(Tiempo de reacción, T.r. que puede estimarse en unos 30“), aparte de las condiciones
generales, depende en gran medida del impacto que el estímulo de esa lámina produzca en el
sujeto; un T.r. cercano al minuto o mayor puede indicar que alguna característica de la lámina
ha desconcertado al sujeto, que debe “reorganizarse” para responder; si logra hacerlo
adecuadamente, aún después de una considerable demora, es un signo positivo en cuanto a la
capacidad del yo para “digerir” las situaciones traumáticas. Si en cambio, después de una
considerable demora, la respuesta es de mala calidad (F-), es seguro que hay un yo débil que
no logra controlar el impulso activado por la mancha.
3.- Codificación de las respuestas : Cada respuesta es calificada desde cuatro enfoques:
Si toda la mancha es utilizada para la respuesta, o sólo una parte, o la respuesta se
refiere al espacio blanco (fondo). Tenemos entonces los “modos de aprehensión”
Qué aspecto o elemento de la mancha ha “determinado” la interpretación: puede ser la
forma de la mancha, o tiene que ver y en qué medida, el color o el claroscuro, o el
sujeto imagina la figura interpretada en movimiento: son los “determinantes”.
Qué le ha parecido la mancha al sujeto: una persona, un animal, algo de la naturaleza,
algo de anatomía, etc.: son los “contenidos”.
Según una respuesta aparezca en una gran cantidad de casos, o sólo muy raramente:
es la “frecuencia”.
(En los ejemplos, el número romano indica la lámina, las letras a, b, c, d, la posición de la misma al
darse la respuesta.; “a” es la “posición inicial”, girando en el sentido de las agujas del reloj,
tenemos las otras posiciones),
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3.1.- Modos de Aprehensión: Los Modos nos informan sobre la particular modalidad de enfocar
la realidad; como función intelectual implican mucho de aptitudinal, pero también intervienen otros
aspectos de la personalidad.
Respuestas “Globales”, “G”: Si para dar la respuesta que la consigna solicita se utiliza toda
la mancha, tenemos una respuesta “Global”. Las “G” pueden ser de distintos tipos:
Ge: Global esquemática: respuesta que se basa en la forma que marca el contorno de toda la
mancha; como se prescinde de tomar en cuenta cualquier detalle, se llaman también
“abstractas”; son las globales más frecuentes. Ej.: I a: Mariposa - I c: Corona - IV a: Un
gigante – Va: Mariposa.
Gc.: Global combinatoria: cuando dos o más partes de la mancha se relacionan
orgánicamente para conformar una totalidad; cada parte aislada podría ser interpretada
independientemente, pero relacionadas con sentido forman una sola respuesta: I a: Dos
encapuchados (ambos laterales) sostienen una mujer (centro) - I a: Dos pájaros (laterales)
tomados de un tronco (centro) alimentan sus pichones; dos huevitos todavía no han abierto
(centro arriba).
Ga.: Global amorfa: como su nombre lo indica, no hay forma; la respuesta supone la
presencia difusa del color o del claroscuro. IV: La noche.
Gv.: Global vaga: la forma está presente, de modo impreciso, indefinido: I: una mancha. -
VII nubes-
Gi.: Global impresionista: la forma no es precisa, pero el claroscuro o el color contribuyen
para que la “impresión” sea adecuada: X : Carnaval. X: fiesta infantil.
GB., Gb.: El fondo de alguna manera es incorporado en la respuesta global:
I a: Mariposa de museo, apolillada (por los huecos): Gb. - I c: Corona con piedras preciosas
(las áreas blancas internas): GB.
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.- De acuerdo al número de G que hemos verificado como promedio, sería más exacto hablar de 6- 8 G para una
inteligencia media, y 10 ó más para una más elevada.
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N.B.: 1.- Para que una respuesta sea considerada G, debe abarcar toda la mancha; la excepción es la
respuesta “Popular” de la lámina III, que se considera, ya desde Rorschach, técnicamente G aunque se
excluyan las manchas rojas. También es G en IV cuando no se incluye el D4, si no se lo excluye
expresamente; lo mismo pasa con el D2 de II.
2.- Al final del cap. V, está la lista de D , Dd, B, con un número; en los ejemplos, eso sirve
para localizarlos en las láminas.
Globales Patológicas:
Confabuladas: Se parte de interpretar un área, habitualmente pequeña, de la
mancha, y después se extiende el significado a toda ella, sin atender al ajuste realista
de la forma. Ej.: I, a: Cangrejo (por que el detalle superior central parece “dos
pinzas”).
Ocasionalmente puede encontrarse alguna de las más comunes en personas que en sus juicios
no prestan mucha atención a la lógica; pero si hay otros indicadores de regresión, entonces
deben entenderse como expresión de modalidades del proceso primario en el pensamiento
(desplazamiento).
Contaminadas; Dos contenidos diferentes se superponen en la misma mancha. Ej.: I,
a: Murciélago rezando misa (el centro parece un sacerdote, con las manos alzadas
orando; los laterales, ángeles del altar: todo, un murciélago).
Las contaminaciones equivalen a la “condensación” como modalidad del proceso primario..
Puede aparecer alguna en sujetos inteligentes y creativos, que usan a voluntad el proceso
primario: en estos casos, el sujeto es consciente de la contaminación, y puede separar los dos
perceptos. Las verdaderas contaminadas las dan esquizofrénicos, son incomprensibles, el
enfermo no logra separar los preceptos superpuestos
Combinaciones confabuladas: en estas respuestas, varias áreas de la lámina pueden
ser vistas aisladamente de modo realista, pero la relación que el examinado ve entre
ellas es arbitraria e irreal. Ej.: VIII, a: Dos toros (rojo lateral) se apoyan en la cabeza
de un bulldog (rojo inferior, en c) para agarrar una mariposa (verde azulado central)
que está en un árbol (extremo superior).
VII: “Dos perros (D1) agarran una mariposa (D4) de las alas”
Suponen fallas serias en la estructura lógica del pensamiento. Holt las considera una forma de
“condensación”.
Estas repuestas en alguna medida indican fallas en el juicio de realidad, confusión entre ésta y
la fantasía, intromisión del proceso primario en el pensamiento; cuanto más incomprensibles
son y más evidente su irrealidad, y menos capaz sea el sujeto de reconocerla, tanto más
seguramente surgen de una estructura psicótica. En sujetos inteligentes y productivos,
alguna respuesta de este tipo puede indicar creatividad, como una regresión voluntariamente
buscada; en tales casos quien da la respuesta es consciente de lo irreal de la misma y puede
hacer una crítica adecuada de su interpretación.
No son raras las llamadas “contaminaciones atenuadas”, que propiamente no son
“condensaciones” (no hay superposición), sino mezclas o combinaciones irreales, como a
veces las vemos en el arte, la mitología, etc.; deben ser juzgadas según el contexto en que
aparecen ; ej.: V: Conejo con alas de murciélago.
Los “Detalles oligofrénicos”: “Do”. Cuando tenemos ante nosotros un todo con una
organización gestáltica “fuerte”, tendemos naturalmente a percibirlo integrado, y aún cuando
prestemos particular atención a una parte, no dejamos de tener la representación del todo; esto
es evidente respecto al cuerpo humano, y por analogía, al de los animales. En estas respuestas
Do, el sujeto sólo ve una parte de una figura humana o animal que todos perciben completa..
Ej.: en I a, algunos ven en la parte superior del centro, “dos manos como pidiendo algo”,
cuando la gran mayoría ve en todo el detalle central “una persona con las manos levantadas”.
En II a, hay quienes ven la punta gris central como “dos manos unidas”, siendo que parece
obvio ver como G “dos personas juntando las manos”, Algo en estos casos impide que actúe
la ley gestáltica del “cierre” perceptual, y si no hay una deficiencia intelectual (Rorschach
llamó así a estas respuestas por haberlas encontrado inicialmente en oligofrénicos), entonces
es la angustia la responsable, como lo demostraría el hecho de aparecer Do en “neuróticos
angustiados”, como síntoma de la angustia provocada por un “choque”, y también en
obsesivos; o en perfeccionistas que sólo aceptan las formas que tienen una más ajustada
semejanza con la realidad, y muchas veces interpretan sólo esa parte de un todo. Por eso
algunos autores prefieren llamarlos “Di” = detalles inhibitorios. Cuando aparecen, puede
contarse con algún grado de bloqueo en cuanto al rendimiento intelectual.
Esta conducta perceptual puede entenderse desde el punto de vista intelectual, como
“flexibilidad” en el manejo de las condiciones de la percepción. Pero desde un enfoque
“caracterológico”, implica una “oposición” a la ley gestáltica de la relación figura – fondo;
por lo que la presencia de estas respuestas en la prueba se asocia a actitud oposicionista y a
agresividad. Un par de estas respuestas es un dato positivo, ya que indican la capacidad para
sostener los propios valores y para enfrentar activamente los obstáculos. Pero si son más, son
señal de que el yo del sujeto se opone a los impulsos que pueden superarlo; esto marca una
“condición neurótica” (deducida de la necesidad de defensa) y su repercusión en la conducta
es el incremento de las actitudes de oposición y de la agresividad.
Téngase siempre presente que, si bien la posibilidad de cuantificación es una de las ventajas del
Rorschach sobre otros “proyectivos”, los números son sólo indicadores relativos, y deben ser
evaluados en relación a los demás factores de la prueba. Cualquier cantidad debe entenderse como
indicando una tendencia, señalando siempre “aproximadamente”, nunca taxativamente.
Nivelación de figura y fondo: (N) Hemos visto que el fondo blanco de la lámina puede
pasar a ser “figura”, por un acto perceptual de inversión (”B”), o seguir siendo fondo, visto a
través de un hueco de la mancha (“b”); hay otra posibilidad: que figura y fondo se pongan “al
mismo nivel perceptual”, formando una especie de “superfigura”: Ej.: I : Mariposa con
manchas blancas. – IX : Un lago rodeado de vegetación y costas arenosas,
Este fenómeno no tiene una explicación clara; parecen intervenir factores neurológicos, ya
que es frecuente en epilépticos; pero también se encuentra en personas inteligentes, como
expresión de posibilidad creativa, sobre todo si las N son buenas originales; la razón sería que
se relacionan con el proceso primario, donde las leyes gestálticas no cuentan; en neuróticos es
frecuente que tengan estas respuestas un contenido ligado a complejos.
4.- Determinantes: Si preguntamos qué llamó en particular la atención del examinado para
asignar tal contenido a un área de la mancha, nos responden los determinantes.
En la mayoría de los casos, la respuesta está determinada por la Forma del área elegida, como
único factor que decide la respuesta, pero la Forma también aparece muchas veces en alguna
manera asociada a otro determinante.
tratarse también de una persona muy inteligente e imaginativa (en este caso las respuestas
serán variadas en cuanto a modos de aprehensión y no carentes de originalidad; los obsesivos
en cambio acumulan F+ como Dd).
Es consiguientemente normal la presencia de alguna F-, como expresión de la posibilidad de
relajación del control superyoico; pero si son varias hay que buscar una explicación: puede
tratarse de deficientes u orgánicos cerebrales; en estos casos los contenidos de las F- no son
significativos; también puede suceder que sean el resultado de la presión de un impulso que
logra imponerse sin atender a la realidad; entonces los contenidos suelen ser directa o
simbólicamente expresiones del impulso, como es típico de neuróticos. .Obviamente que la
pérdida del sentido de realidad en psicóticos se traduce en muchas y a veces aberrantes F-.
Un índice que completa y perfecciona el significado de F+% es el R+%: llamamos R+ a la
suma de todas aquellas respuestas en la que la F es adecuada (F+), ya sea la Forma el único
determinante, o acompañe a otro en la respuesta.
R+% nos informa cómo funcionan los factores intelectuales y el control racional cuando en la
reacción se incorporan los afectos, las ansiedades o fantasías; así, si el F% baja de 50, pero las
F que acompañan al color, o al claroscuro, son adecuadas,( y por tanto el R+% es alto) el
juicio sobre la situación es entonces favorable. El R+% esperable es de 85 – 90.
(En adelante con el símbolo RC designaremos indiferenciadamente toda respuesta que de alguna
manera incluya el color)
Que en un protocolo haya respuestas que incluyen el color, sólo indica que el sujeto es
afectado por estímulos externos y que reacciona ante ellos; las características de esta
reactividad se deducirán de la cantidad, y sobre todo, del tipo de RC.
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Diferentes tipos de respuestas cromáticas: Si, como hemos visto, el Color representa los
impulsos, y la Forma, la función racional y la presencia del súper yo, la combinación de
ambos factores nos dará pautas para juzgar la fuerza del impulso y la capacidad de control del
mismo.
FC, “morfocromáticas”, son respuestas en las que el contenido se expresa en una “forma
coloreada”; predomina el factor formal, de modo que, si faltara el color, el contenido
igualmente sería reconocible por la forma, pero el color le agrega diferenciación, vivacidad:
II: “Un avión a reacción” (el blanco central es el avión, el rojo inferior es el fuego que escapa
por la tobera) – II, mancha roja inferior: “Mariposa tropical” (mariposa por la forma, tropical
por el color; y si este se excluye, la forma de mariposa se reconoce, pero ya sin
diferenciación) – Lo mismo pasa con III, mancha roja central “Moño para el cabello de una
nena”, “Moño de payaso”.
El predominio formal poniendo límite al color, conteniéndolo, en estas respuestas indica que
el impulso está sometido al control racional y ligado al objeto; la afectividad que expresan es
alocéntrica, madura.
CF, “cromoformales”: el color predomina de tal manera que si se suprime, ya no se reconoce
el contenido; la forma juega un rol secundario y es habitualmente imprecisa: III, rojo lateral,
“Mancha de sangre” ( si se retira el color, sigue siendo una mancha, por su forma imprecisa,
pero ya no de sangre) – IX: “Un incendio: humo, llamas” – X: “Jardín en primavera”.
Aquí, a diferencia de las FC, predomina el impulso y el control racional se intenta pero no se
logra; tal afectividad es egocéntrica, lábil, inmadura, es la típica de los neuróticos. Dentro de
un contexto de madurez pueden indicar más bien espontaneidad y vivacidad de la vida
afectiva.
C, “cromáticas puras”: no hay ningún elemento de forma en la respuesta, que se determina
sólo por el color de la mancha: cualquier área roja puede ser “sangre”, si es azul, “agua”, o si
es verde, “vegetación”, etc.. El impulso se expresa crudamente, sin intento siquiera de
adaptación, y la afectividad es muy impulsiva y egocéntrica, las catexias objetales son muy
inestables; se encuentra “color puro” en personas muy inmaduras, en orgánicos cerebrales o
en psicóticos. No se espera encontrarlas en protocolos normales, raramente en neuróticos; sin
embargo, en personas de fuerte y viva reactividad emocional, con suficiente madurez, junto a
varias otras respuestas de color más adaptadas puede verse alguna “C”.
Una persona “madura” debería dar 2 FC, 1 CF y 0C, según la proporción que indicó
Rorschach; sin embargo, en nuestro medio hemos encontrado una relación 2 CF, 1 FC, 0 C ;
sea por la frecuente presencia de rasgos neuróticos como “cosa normal” en nuestros tiempos,
sea por la actual permisividad de la expresión impulsiva, o por el “temperamento latino”, más
espontáneo que el de los suizos con que trató Rorschach en los “años ’20”.
Por fin, otra de estas formas “intelectuales” de responder al color, es el “uso simbólico” del
mismo: Cs : X: “Representa la vida humana: los colores cálidos son emociones fuertes, los
fríos, representan el control; pero siempre hay algo de depresión representada por el gris”;
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esta modalidad de responder denuncia el esfuerzo para diluir los afectos mediante recursos
intelectuales; pero esta forma “simbólica” de usar el color con frecuencia tiene claras
connotaciones emocionales.
Hasta aquí nos hemos referido a los colores en su relación con los factores de control; pero es
posible diferenciar la cualidad de los sentimientos predominantes en el examinado atendiendo
al contenido de la respuesta cromática; según esto, las respuestas de color cuyos contenidos
son agradables, estéticos, o relacionados con la vitalidad, sugieren la presencia de
sentimientos positivos en la relación con los demás: bondad, solidaridad, etc.; mientras que
los contenidos desagradables, destructivos, se asocian con sentimientos que dificultan o
perturban el contacto.
Pueden citarse otras varias modalidades diagnósticamente significativas de responder ante los
colores: p.ej.: la “negación de color”: el sujeto niega que el color haya determinado una
respuesta que obviamente debe incluirlo; habitualmente se acompaña de una racionalización:
III, (rojo lateral): “Sangre, pero sólo por el modo cómo se ha escurrido hasta coagularse”. El
sujeto trata así de mantener lejos de la conciencia el afecto ligado al estímulo perturbador, en
este caso el color rojo.
Hablamos de “colores falsos” - F/C – cuando no hay correspondencia entre el color de la
mancha interpretada con el contenido asignado a la misma: X (azul lateral): “Araña azul”.
Este tipo de respuestas se encuentra en personas que simulan una adaptación afectiva que
realmente no tienen, o que tienen ocasionalmente reacciones inadecuadas a las circunstancias.
Se da también el caso –nada frecuente –en que el examinado atribuye colores a la lámina gris
que interpreta: V: “Una hermosa mariposa de lindos colores”; no es que el sujeto vea
realmente allí colores, sino que hay una “proyección”, de la que el sujeto permanece
consciente; parece ser un esfuerzo para suprimir sentimientos depresivos y reemplazarlos por
otros de tono eufórico. Es la “Proyección de color”: Cp.; se suelen ver en casos de
bipolaridad que tratan de huir de la depresión.
La ausencia de RC no indica que el sujeto carezca de vida impulsiva o que sea incapaz de
reacciones emocionales; pero tales sujetos no siempre pueden disponer de ellas o actuar sus
afectos adecuadamente; por eso, cuando no hay RC en un protocolo, y por tanto no hay
descarga de las tensiones impulsivas, pueden temerse reacciones abruptas y
desproporcionadas al estímulo.
En estos casos, conviene atender a estas variantes:
El examinado no interpreta los colores, pero hace frecuente alusión a ellos, usándolos
para referirse a la localización de la respuesta: X:“Lo azul es una araña”; VIII: “ Lo
rojo parecen dos osos”; IX, b: “lo verde me parece una gorda en motoneta”. Este
“citar colores” c.c., a los que se reconoce pero no se los incluye en la respuesta.,
sugiere una actitud ambivalente ante los afectos:
Puede ser que no haya RC, pero sí un gran número de respuestas en las laminas
polícromas; en tal caso, hay una “reactividad latente” disimulada por
intelectualización. Esto puede establecerse si el número de respuestas en esas tres
últimas láminas conforma un porcentaje superior a 33 (o sea, más de la tercera parte
del total de R). También puede recurrirse al “cociente afectivo”, dividiendo el número
de respuestas de las tres últimas por el de las siete primeras :
C.af.: R 3 últimas láminas = el término medio es .5
R 7 primeras láminas
4.3.- Determinante “Claroscuro”: K.3 Respuestas de claroscuro (RK) son aquellas en las
que intervienen los matices o tonos de claridad de la mancha, de modo difuso en cuanto que
no se diferencia ninguna sombra en particular. En términos generales, estas respuestas reflejan
un estado de ánimo angustiado, con más o menos importantes componentes depresivos.
Esta angustia deriva de muy tempranos conflictos en las relaciones objetales, época en que la
percepción visual era indiferenciada y captaba sólo tonos de claridad, más oscuros y difusos
inicialmente, algo más claros y diferenciados después; tales conflictos y dicha modalidad
perceptual quedaron asociados en la experiencia de la persona, de modo que, al serle
presentadas manchas con tonos difusos de mayor o menos oscuridad, revive los sentimientos
de aquel entonces.
Cuanto más oscuro sea el tono al que el sujeto reacciona negativamente, más temprano es el
conflicto en la etapa oral, y mayor la pobreza narcisista y la necesidad de afecto y
dependencia (fijación en fase oral conflictual); si además los contenidos son desagradables,
“disfóricos”, es señal de que el conflicto es mas grave, que la fijación oral es más importante
y que las defensas no funcionan bien: IV, c: “Algo amenazante, un tenebroso ser de las
profundidades”.A este tipo de RK las llamaremos: tipo “A”
Cuando el tono utilizado es gris claro, y los contenidos neutros (es decir, no revelan una carga
emocional; como en VII, “Nubes”) o a veces agradables (VI: “Una mullida piel de corderito”)
la fase oral es preconflictual, y la fijación predominante está en la fase fálica; por eso
habitualmente en tales protocolos hay también respuestas de contenido anatómico y sexual.
Son el tipo ”B”.
Hay otras respuestas de claroscuro, que Binder llamó “sombras”, dándoles el símbolo F(C) ;
en estos casos, el claroscuro no se presenta en forma difusa , sino delineando formas mediante
la utilización de los diferentes tonos de la mancha; IV, c, ½ sup.: “Dos brujas de oscura túnica
con velos de tul volando al viento, hacen conjuros junto a una fuente de mármol negro
veteado”. La presencia de estas respuestas es positiva, ya que indican un yo fuerte capaz de
superar el estado de ánimo negativo que suponen los claroscuros difusos.
De modo análogo a las respuestas de color, puede intervenir la forma como expresión del
control que el yo tiene en cada caso sobre esa angustia:
Si los tonos difusos están contenidos dentro de una estructura formal, pero que sólo da límites
externos al claroscuro, tenemos las respuestas FK : IV; “Piel de un animal peludo”. – VI, b,
mitad superior: “Ruinas de un castillo vistas a través de la niebla”.
Si la F es inadecuada , FK-, podemos pensar en un intento de control no logrado.: IV: “algún
animal marino, no se, como con escamas”
En las KF, algún débil elemento formal está presente, pero impreciso, y el contenido es
reconocido principalmente por los tonos de gris: IV: “Radiografía”; IV: “Un papel quemado”.
– VII: “Nubes”. El intento de control es débil, la ansiedad se impone.
En las K, sólo determina la respuesta la pura y difusa impresión del claroscuro, sin
participación alguna de la Forma: IV: “Ambiente tormentoso”. – “La vía láctea”. Estas
respuestas que no se esperan en una persona “sana”, indican un yo incapaz enteramente de
controlar la vivencia de la angustia..
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.- Utilizamos la inicial en castellano para designar los diversos factores de la prueba; en este caso, para no
confundir con el color, usamos “K” en lugar de “C”, lo que hacen otros autores, como Klopfer y Rapaport.
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Respecto a la relación con los colores: los claroscuros corresponden a estados de ánimo
negativos, surgidos de relaciones objetales conflictuales, con la consiguiente pasividad y
retracción de la acción. Los afectos representados por los colores, en cambio nos hablan de la
catexia objetal y de la descarga motriz del impulso; hay pues relación inversa entre cantidad
de claroscuros y colores en un protocolo: cuanto más grave es el conflicto en las relaciones de
objeto y más libido está involucrada en el mismo, más disminuye la capacidad del sujeto para
actuar los impulsos y gozar de los placentero, y consiguientemente van desapareciendo los
colores.
Pero ocasionalmente se encuentran protocolos en los que, junto a muchos claroscuros,
particularmente tipo “A”, hay también muchos colores, sobre todo CF y C: en estos casos se
suman los conflictos objetales con los impulsivos, puede esperarse gran inestabilidad, y
reacciones explosivas de humor disfórico ante la menor frustración.
Si hay muchos colores con algunos claroscuros, se reacciona ante el mundo exterior, pero
estas personas tienden a quedar pasivas por el carácter inhibidor de los claroscuros.
Respuestas de textura (t): la visión del claroscuro puede despertar una sensación táctil; si
ésta es agradable, VI: “Cuero de oveja de vellón suave y mullido”, habla de necesidad de
afecto, muchas veces requerida en forma cercana, casi corporal, como en el niño pequeño, y
en alguna medida satisfecha. Si por el contrario la sensación es desagradable: IV:”Un horrible
ser del pantano, me parece viscoso, qué asco”, se supone que las experiencias afectivas
tempranas han sido penosas, acentuándose los aspectos negativos del claroscuro.
Hay quienes, aún evidenciando claros síntomas de “choque K”, expresan un particular agrado
por las láminas grises; este “Disimulo” que intenta una negación de los sentimientos
negativos, supone una seria falla en la aceptación de la realidad.
Varias respuestas de claroscuro , una tras otra, indican una tendencia a estados de ánimo
disfóricos prolongados; es la “atracción por el claroscuro”.
Mientras que en la “adherencia al claroscuro”, el sujeto da muchas respuestas en láminas
grises, sin utilizar claroscuro: como queriendo probar si puede superar los sentimientos
negativos.
4.4.- Determinante “Movimiento” : M. Son las respuestas en las que se “ve” (en
realidad se imagina o representa) una figura humana realizando un movimiento; la esencia de
las M está en que el sujeto “sienta” en su propia musculatura el movimiento que proyecta
sobre la mancha; por eso debe tratarse (salvo excepción) de figuras que representen una
persona, o un animal antropomorfo (osos, gorilas, etc.) en cuanto realicen movimientos
semejantes a los humanos.
Las M recién aparecen por los 5 ó 6 años, por que por esa edad el niño ya tiene
suficientemente organizado su esquema corporal - condición necesaria para poder proyectar
un movimiento sentido en los propios miembros - , y por que ya la educación le impone
restringir la descarga de los impulsos, “demorando” la misma, lo que se realiza mejor si se
desarrolla la capacidad de encontrar una satisfacción sustitutiva en la fantasía: las M, pues,
hacen referencia a deseos y tendencias muy profundas que no pueden ser actuadas por
factores internos o externos y entonces inervan la actividad de la fantasía. De allí que las M
se relacionen con el desarrollo del pensamiento; Aristóteles decía que el pensamiento viene a
suplir el manejo directo de las cosas, lo que Freud expresará después afirmando que “el
pensamiento es una desviación del camino directo a la gratificación”.
Además las M son expresión del desarrollo psicosexual: representan maduras identificaciones,
que han sido precedidas por la imitación de los padres, educadores, etc.; estas tempranas
identificaciones, en gran medida visual – motrices, conforman las primeras ligazones
emocionales con otras personas, que serán posteriormente introyectadas en el yo; las M
representan entonces el intento de restablecer la situación simbiótica donde no existía la
distinción yo – no yo: lo que es así particularmente cuando hay muchas M y no hay colores en
un protocolo: estos son sujetos muy introtensivos, en los que el interés por el mundo exterior
es reemplazado por una pasiva sumisión a las propias fantasías.
Si a las M se agregan colores alocéntricos (FC) y buen número de contenidos Humanos,
puede haber una buena capacidad de empatía.
En un protocolo normal, debe haber por lo menos 2 M; si hay una buena inteligencia, 4.
En una persona de inteligencia al menos media, la ausencia de M se relaciona con una fuerte
represión de la fantasía: “son personas que se aferran a lo sensorial, por que temen sus fuerzas
inconscientes, y se colocan en una defensa instintiva ante sus fantasías y cualidades
creativas”; esto es frecuente en la pubertad y adolescencia, correspondiendo la represión de M
al intento de renunciar a relaciones objetales infantiles, para acceder a los modos adultos de
relación; si esto no tiene éxito, encontraremos represión de M en la vida adulta, señalando
entonces inmadurez, y algún trastorno en la vida sexual.
5.-Tipo vivencial : M / C
Habiendo hablado ya del Color y del Movimiento, estamos en condiciones de referirnos a una
de las relaciones más importantes de la prueba; la relación cuantitativa entre ambos tipos de
respuestas permite establecer el “Tipo Vivencial” al que pertenece el sujeto. A tal efecto, se le
asignan puntajes a cada uno de los citados determinantes: cada M vale 1 punto, de modo que
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si hay 3 M en un protocolo, el puntaje M será 3; en cuanto a los colores, cada FC que hay en
el protocolo cuenta como ½ punto, cada CF, 1, y cada C, 1 ½.
Así, en un protocolo donde haya 3 M, 2 CF y 1 FC , el “Tipo Vivencial” será: M/C = 3 / 2
½..
Si el puntaje más alto está del lado de las M, hablamos de “introtensión”, y de “extrotensión”
si está del lado de los colores; “ambigual”, si es aproximadamente el mismo de ambos lados.
Si el valor numérico de cualquiera de los lados es como máximo 1, es del tipo “coartado”; si
es 3, se lo llama “coartativo”, “normal” si el valor es 4 ó 5, y si es aún mayor, “dilatado”.
6- Contenido de las respuestas: Cuando la consigna pregunta al sujeto “que le parece que
es esto”, el examinado reacciona buscando una semejanza entre la mancha y las imágenes
aportadas por su memoria o elaboradas creativamente; tal semejanza se expresa, verbal y
conscientemente como el “contenido” de la respuesta, que depende, por una parte, de la
mancha misma y sus características “objetivas”, por otra, de la cultura, experiencias, intereses,
etc., del sujeto, y también de sus conflictos y necesidades, expresados directa o
simbólicamente.
Para su análisis el contenido puede ser agrupado en “categorías”, o en “temas”, interpretado
según su valor simbólico. En todos los casos se debe seguir una regla fundamental: el análisis
del contenido debe apoyarse en lo estructural, y en relación con los restantes factores de la
misma respuesta y del protocolo todo.
Respuestas con contenido Anatómico (Anat.) Engloban lo que se refiere al interior del
cuerpo humano: órganos, huesos, también radiografías; no se espera encontrarlas en
protocolos normales, aunque no es raro ni significativo que aparezca alguna de las más
frecuentes. Varias de ellas indican rumiaciones hipocondríacas, o preocupación narcisista por
el esquema corporal; frecuentemente ocultan preocupaciones sexuales; siempre se encuentran
algunas cuando hay perturbaciones afectivas.
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Respuestas con contenido Sexual (Sex.) Se incluyen aquí órganos sexuales internos o
externos y sus secreciones, sean de seres humanos o de animales; algunas de las manchas se
prestan para estas interpretaciones, que por eso son relativamente comunes: “Vagina” suele
verse en: II: centro rojo inferior. VI: centro más oscuro del detalle mayor. VII: centro detalle
inferior. IX: centro detalle rojo superior. “Pene” es frecuente en el D superior de VI, en línea
central de IX, y en el D gris superior de X. En esta lámina, las manchas amarillas y verde
centrales inferiores son frecuentemente interpretadas como “Ovarios y trompas de Falopio”;
en VI, la pequeñas formas redondeadas de la escotadura inferior central aparecen como
“Testículos”. Se supone que no tiene por qué haber respuestas “Sexuales” donde no hay
problemas con la sexualidad, o, dicho de otro modo, la existencia de conflictos sexuales se
manifiesta casi siempre en la aparición de varias respuestas con este contenido en el
protocolo. Actualmente, por la “destabuización” de lo sexual, puede encontrarse alguna de
estas respuestas más comunes en cualquier protocolo sin que eso tenga alguna significación
particular.
Pero también una educación “victoriana” llena de tabúes, o una fuerte represión neurótica
pueden hacer que no haya tales respuestas, aún cuando existan conflictos.
O, por el contrario, sujetos que se rebelan contra una educación muy represora, o que quieren
mostrarse “desprejuiciados”, suelen dar algunas respuestas sexuales. Cuando las formas con
estos contenidos son muy arbitrarias, a veces con connotaciones desagradables, hacen pensar
en psicosis.
Un modo cómo se pone muy claramente en evidencia la problemática sexual de un
examinado, es cuando la percepción de la semejanza de una mancha a un órgano sexual
produce una reacción manifiestamente negativa, que se denomina “Estupor ante símbolos
sexuales” E.S.S. : hay entonces fracaso inicial o total, demora en la reacción, alteraciones en
la sucesión, vacilaciones, expresiones de desagrado, etc. Se suele encontrar esta reacción
estuporosa ante las áreas arriba indicadas de II, VII, VI.
Contenidos profesionales:
Son los relacionados con el objeto o los instrumentos propios de una profesión o actividad; se
trata casi siempre de respuestas de alguna originalidad, ya que las comunes no facilitan tal
diferenciación: si un médico da como respuestas algunas de las comunes Anatómicas, más
probablemente se tratará de rasgos neuróticos que de intereses profesionales. Además, si
bien la presencia de estos contenidos puede ayudar a conocer los intereses, su ausencia nada
significa: por que no es forzoso que los intereses se expresen de tal manera en la prueba, y por
que las manchas no dan la posibilidad de interpretar contenidos referidos a todas las
profesiones o intereses por igual.
Bohm dice que cuando estas respuestas son F-, sugieren desajuste con la profesión; Salomon
considera que muchas respuestas profesionales siempre se relacionan con conflictos con la
profesión, o el ejercicio profesional como medio de autoafirmación en sujetos inseguros.
Riqueza del contenido: Se supone que en una persona sana y de inteligencia al menos
media, el conjunto de las respuestas H, Hd, A, Ad, Anatómicas, Sexuales y Sangre no debe
sobrepasar aproximadamente el 75% del total de R; es importante saber cual de dichos
contenidos aumenta, ya que eso puede ser un interesante indicador. Consiguientemente, el
resto de los contenidos no debería ser menor al 25%, lo que supone una mínima variedad de
intereses Si son mucho mas, puede ser por dispersión de la atención; pero en esto como en
todos los aspectos de la prueba, hay que atender a la singularidad del caso: un sujeto con
valores medios en H y A, que no tenga Anat., Sex. ni Sangre, puede tener una variación de
contenido del 40%, sin que tal cantidad tenga significado negativo.
Análisis temático: Además de las habituales categorías ya citadas, los contenidos pueden
agruparse según “temas dinámicos”: p,ej.: los contenidos arma, personas discutiendo,
explosión, tigre, si bien pertenecen a cuatro categorías clásicas, pueden unificarse en el tema
“agresividad”. Obviamente se da así una dimensión más profunda al significado del
contenido, en el nivel de interpretación, mientras que las categorías habituales responden más
bien a un enfoque descriptivo. El “análisis temático” se relaciona con lo siguiente.
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Análisis simbólico: El contenido puede decirnos mucho sobre las necesidades, fantasías,
conflictos de una persona; el análisis simbólico es en este aspecto de invalorable ayuda; pero,
como resultado de una deficiente formación, se ha prescindido a veces de toda atención a los
factores formales, como si el test fuera producto de un sueño o de asociaciones libres; esta
especie de “psicoanálisis silvestre" no ha sido avalada por ningún autor serio, al contrario, se
lo ha denunciado como pereza facilista para eludir la laboriosa indagación de los factores
formales; el test permite el desplazamiento entre los niveles adaptativos y autistas, proceso
que se evidencia en la totalidad de la respuesta, por eso una interpretación dinámica debe
incluir todo el proceso de interpretación; la interpretación profunda es un paso a dar después
que se ha hecho la evaluación estadística y formal de todo el protocolo: así, una posible
“respuesta de complejo” sólo puede entenderse como tal si el protocolo da evidencias de una
estructura psicosexual infantil. El protocolo bien trabajado ofrece casi siempre tanta riqueza,
que no se justifica introducirse en el resbaladizo terreno de los símbolos si no se está
capacitado para ello.
No todas las respuestas Populares tienen que estar en un protocolo; pero siempre hay que
verificar si las ausencias no se deben a alguna perturbación causada por el estímulo de la
lámina. En un protocolo “normal” se esperan 4 - 6 respuestas populares; si son menos, puede
haber un divorcio de la realidad, poco contacto intelectual con el medio, escasa participación
en el pensamiento general, pobre “sentido común”; la disminución de P es menos seria como
síntoma si hay un número normal de F+ y un buen número de respuestas “frecuentes”.
Si las Populares son muchas – sobre todo si no están balanceadas por algunas buenas
respuestas originales – contamos con un pensamiento prosaico, banal; puede haber una
inteligencia no más allá de la media, pobreza cultural y de intereses; pero también puede ser
un modo de eludir la confrontación más comprometida con las manchas – y con la riqueza de
la realidad -, la “huida a la banalidad”, la alienación en la adaptación al grupo.
8.2: El “Indice de realidad”: se consideran las respuestas “más frecuentes” por que tienen el
mayor porcentaje de aparición: III: Dos personas,(como G M), V a. G: Murciélago o
Mariposa, VI: Cuero de animal (G), VIII: Cualquier respuesta que incluya los animales
laterales.
Si estas P aparecen como primera respuesta en la lámina, se le asigna 2 puntos, y sólo 1 si
aparecen después. Lo esperable es un puntaje entre 5 y 7.
9.3:Las Respuestas “originales”: “O”: están en el otro extremo del continuo de frecuencia;
idealmente, se supone que aparecen una vez cada 100 protocolos (lo que es imposible de
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Las P son por definición F+; las O pueden ser O+, O- según la F de la respuesta. Varias O+ se
encuentran en protocolos de personas inteligentes, con capacidad creativa, “originales” en su
enfoque de la realidad; pero si son más del 30% de R – sobre todo por la percepción- puede
no ser positivo: demasiada originalidad hace sospechar poco contacto con la realidad,
“extravagancia”.
Las O- son siempre un factor negativo, ya que implican una fantasía regida por impulsos y
necesidades que desbordan y distorsionan la realidad; sobre todo en sujetos inteligentes; en
neuróticos son muchas veces respuestas de complejo.
veces pregunta: ¿acerté? o ¿después me va a decir qué es?. Este nivel de “Conciencia de
interpretación disminuida” (C.I.D.) no es serio como síntoma, suele verse en sujetos
inseguros. Pero la disminución es más notable cuando se reacciona ante la lámina como si
fuera muy real, como cuando alguien, ante una mancha roja, experimenta un fuerte rechazo:
“¡Sangre, qué asco, no puedo ni mirarla!”; esta conducta ya es más claramente neurótica. Y es
grave, y seguramente asociada a rasgos psicóticos, cuando la conciencia de interpretación
aparece “anulada”; es el caso de las “autoreferencias”, cuando el sujeto se ve “retratado” en
la lámina, o cree que la misma se refiere a él: VI: “Esta es la radiografía de mis pulmones
arruinados por el tabaco, ¿cómo es que la tiene Ud.?”
Choque al vacío: Se presenta ante la lámina VII, con síntomas tales como fracaso, tiempo de
reacción muy prolongado, expresiones de desagrado o crítica, respuestas infantiles (dibujos
animados, juguetes), respuestas orales, reflejos, etc.; el impacto sería provocado por el
“vacío” del centro de la lámina, que puede semejar un recipiente, y que se asocia – no
conscientemente- con el “seno materno”, este “choque” derivaría de un sentimiento de
abandono e imagen negativa de la madre.
Desvitalización: Figuras humanas o animales son percibidos como cosas inertes o como
explícitamente privados de vida: V: “Murciélago disecado”; VI c: “Hoja petrificada”; VII:
“Estatuillas de porcelana”.
Las dan personas que tienen miedo a entrar en contacto profundo con los demás, lo que las
lleva a una visión fría y rígida de las relaciones humanas.
Fracaso: Cuando ante una lámina el examinado sufre un impacto tal, que ya no le es posible
usar sus normales recursos intelectuales, y no logra responder; es una reacción estuporosa,
evidenciada en la demora, y/o en expresiones tales como: “no se me ocurre nada”, “no veo
nada”; el examinador debe “apoyarlo”, diciendo por ejemplo: “tómese su tiempo, algo se le va
a ocurrir”, o algo parecido; muchas veces esto basta para que el sujeto logre elaborar una
respuesta; en tal caso, consignamos “Fracaso inicial” ; pero si no logra salir del estupor, y
pasan varios minutos (5) sin respuestas, se pasa a la lámina siguiente, y estamos ante un
“Fracaso total”, que aparece con menor frecuencia que el anterior.
Generalmente los fracasos son expresión de un “choque”, y la lámina ante la que se producen
puede dar pistas sobre su valor sintomático.
En I, por el desconcierto que supone la tarea de interpretar; en II y especialmente en VI, como
forma extrema del E.S.S.; en IV, por la masividad del gris oscuro; en VIII y IX, como
manifestación del “choque al color”; en X, por la “dispersión” que presenta, perturbadora para
el neurótico poco integrado.
El fracaso indica siempre más o menos severos rasgos neuróticos; pero en IX no es raro aún
en “normales” (posiblemente por que tampoco falta en “personas sanas” algún rasgo
neurótico)
Los esquizofrénicos pueden fracasar ante cualquier lámina sin razón aparente.
Deterioro: Objetos rotos, arruinados; I: “Hoja seca, rota”; II: “Trozo de tela quemada,
agujereada”; indican inseguridad, disminución de la autoestima (como autoproyección);
pueden ser también expresiones de un sentimiento de castración. Frecuentemente van con el
modo “b”.
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“o”: Cuando dos respuestas más o menos semejantes aparecen unidas por una “o” expresando
duda en la interpretación: IV: “Esto es un cuero de animal o un papel quemado”. Cuando hay
varias, sugieren indecisión, inseguridad de juicio.
Simetría: Si bien la simetría de las manchas es obvia, sólo personas inseguras hacen expresa
referencia a ello, a veces insistentemente; esto puede explicarse por que la simetría es el único
factor estructurante evidente, al que se aferran entonces los que se sienten desconcertados e
inseguros ante la débil estructura del estímulo. – Vale también cuando se niega o se critica la
simetría.
La simetría también permite considerar la lámina como teniendo un equilibrio ponderal, y se
ven llevados a atender este aspecto quienes sienten en cuestión su propio equilibrio interno.
11.- Mecanismos de defensa. Es dable muchas veces establecer qué mecanismos defensivos
son principalmente usados por el examinado, lo que es un buen aporte para el diagnóstico.
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Quien conoce cómo operan estos mecanismos, no tendrá mayores dificultades en reconocerlos
en las respuestas a la prueba. Aquí se presentan sintéticamente sus manifestaciones más
importantes.
Formación reactiva: particularmente notable cuando se dirige contra los impulsos agresivos:
hay muchos signos de adaptación, inhibición y de amabilidad y “cortesía” para con el
examinador: muchas respuestas, mostrarle dónde se localiza cada respuesta y aún dar otras
explicaciones como queriendo facilitarle la tarea. Pocas o ninguna CF, muchas P
(adaptación). Muchas H y a la vez muchas B (agresividad tras una fachada humanista).
Personas con serios conflictos sexuales que casi siempre llevan a la inhibición, a veces dan
Sex. enteramente “desinhibidas”.
Intelectualización: Junto a los dos anteriores, es típica de neurosis y aún del “estilo”
obsesivo. En este caso se trata de huir de las emociones hacia la objetividad y la “frialdad” de
lo puramente intelectual. Por eso aumenta mucho el F% y el F+%; muchas respuestas,
frecuentemente con agregados aclaratorios o ampliatorios (no siempre acertados); a veces dan
impresión de “verborragia”. Suele manifestarse en el interés por dar muestras de cultura,
conocimientos, etc., en contenidos científicos, culturales, simbólicos o abstractos
Renegación: se presenta en muy diversas formas: por ejemplo, negando el impacto negativo
de los “choques” (como lo que hemos llamado “disimulo” respecto al choque K); eludiendo
responder al color o claroscuro mediante descripciones, aumentando el número de M y Mp
(negación en la fantasía), excluyendo la parte ansiógena (sexual, p.ej.) de una percepción, por
lo que pueden aumentar Hd y Do; muchas H y P, intentando negar un sentimiento de soledad,
o muy pocas P, negando la realidad inmediata, etc.
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