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CIENCIAS AUXILIARES

Las ciencias auxiliares son las que sirven de soporte de otra ciencia para que
esta cumpla con su objetivo o meta.

Geografía física
Ciencia Descripción
Cartografía Se ocupa de la representación de la superficie terrestre
Geodesia Su finalidad es determinar la figura y magnitud de la Tierra
Geofísica Estudia los fenómenos físicos de la corteza terrestre
Geología Estudia la estructura interna del planeta
Geoquímica Se ocupa de los elementos químicos que componen el planeta
Hidrología Estudia las aguas de la superficie y debajo de esta
Considera los procesos y fenómenos que ocurren en
Meteorología
la atmósfera
Sismología Determina el origen y evolución de los temblores y terremotos
Vulcanología Estudia el origen y comportamiento de los volcanes
Biogeografía
Ciencia Descripción
Botánica Forma parte de la biología y se ocupa del estudio de las plantas
Ecología Estudia la relación de los seres vivos con su medio
Espeleología Estudio de las aguas subterráneas
Fitogeografía Estudio y distribución de las plantas
Limnología Estudio de los lagos
Zoogeografía Localización y distribución de los animales en una región
Forma parte de la biología y se ocupa del estudio de los
Zoología
animales
Geografía humana
Ciencia Descripción
Antropología Estudia al ser humano en su aspecto biológico, físico y cultural
Ciencias Se enfocan en la estructura y funcionamiento de la
políticas organización política de un país
Estudia la población, el número de habitantes, los movimientos
Demografía
de la población e indicadores demográficos
Estudia las actividades humanas relacionadas con la
Economía
producción, distribución y el consumo de bienes
Etnografía Analiza el origen y la evolución de los diversos grupos étnicos
Se encarga del estudio de los acontecimientos ocurridos a la
Historia
humanidad en todos los espacios temporales y físicos
Ciencia que hace referencia a las acciones del ser humano de
Política
administrar una institución y otro organismo social
Estudia las sociedades humanas, las relaciones entre
Sociología
personas, sus leyes y su entorno económico y cultural
FILOSOFÍA
La filosofía (del griego antiguo φιλοσοφία < φιλεῖν fileîn, «amar» y
σοφία sofía «sabiduría», amor a la sabiduría; trans. en latín como philosophĭa)
es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de
cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza,
la mente y el lenguaje.
OBJETO DE LA FILOSOFÍA
El objeto de la filosofía puede perfilarse con mayor nitidez si se contrapone a
las demás ciencias. Pues la filosofía es un saber por las causas, pero de índole
enteramente peculiar. Todas las otras ciencias son ciencias particulares,
porque se limitan a un sector de la realidad e investigan únicamente las
razones dentro de éste círculo; por lo tanto, relativas. El objeto central de la
filosofía, al igual que su comprensión y significado, siempre estuvieron en el
ámbito de la discusión y las múltiples soluciones. El objeto asignado no ha sido
siempre el mismo a lo largo de la historia del pensamiento. Las distintas
concepciones acerca de lo que se entiende por filosofía generan al mismo
tiempo la discusión sobre su objeto. Según la concepción que se tenga de la
filosofía, de algún modo implicará su objeto central. Las opiniones de los
filósofos discrepan sobre cuál ha de considerarse el objeto de la filosofía. Entre
los griegos la filosofía aún podía designar a cualquier ciencia (tanto teórica
como ética). Fue Aristóteles el que la diferenció de las otras ciencias
calificándola de "filosofía primera" que se ocupa del ente en cuanto ente y del
que le compete como tal, interesándose, sobre todo, de los principios últimos.
1.- ¿Cuáles son los objetos de estudio de la filosofía?
a) hombre.- A partir de él se establecen los principios para conocer los otros
problemas. Es fundamental su conocimiento para que la filosofía tenga
trascendencia.
Dios.- Conocer la relación que tiene el concepto de Dios con el hombre y
reflexionar sobre ella, permite establecer concepciones teológicas y filosóficas.
Mundo.- Conocer los ámbitos y contextos culturales y naturales donde el ser
humano despliega su capacidad
Conocimiento.- Es el plano epistemológico don de la filosofía desarrolla las
propuestas y teorías para entender todos sus ámbitos y contextos. Culturales,
tienen acceso al análisis y reflexión filosófica
2.- ¿Cuáles son los objetivos de la filosofía?
Interpretar la realidad, el mundo y el entorno.
• Conocer al ser humano en sus diversas acciones.
• Interpretar y conocer la relación del ser humano con Dios.
• Proponer teorías para conocer al ser humano y al mundo.
• Proponer teorías para fundamentar y construir el conocimiento.
• Transformar a la sociedad y al mundo con base en las propuestas
filosóficas.
DISCIPLINAS
1- LÓGICA
La Lógica, si bien es una ciencia formal y no empírica, es también considerada
una disciplina fundamental de la Filosofía. El término viene del griego Lógos,
que significa pensamiento, idea, argumento, principio o razón.
La Lógica es, pues, la ciencia que estudia las ideas, por lo tanto, está basada
en inferencias, que no es otra cosa que conclusiones a partir de determinadas
premisas. Estas inferencias pueden ser válidas o no, y es la lógica la que
permite diferenciar unas de otras en base a su estructura.
Las inferencias pueden dividirse en tres grupos: las inducciones, las
deducciones y las abducciones.
A partir del siglo XX, la Lógica ha estado asociada casi exclusivamente a las
matemáticas, dando lugar a la llamada “Lógica Matemática” aplicada a la
resolución de problemas y cálculos y siendo de gran aplicación en el campo de
la informática.
2- ONTOLOGÍA
La Ontología se encarga de estudiar qué entidades existen (o no) más allá de
las simples apariencias. Ontología viene del griego “Onthos” que significa ser,
por lo que la Ontología analiza al ser en sí mismo, sus principios y las
diferentes clases de entes que pueden existir.
Según algunos estudiosos, la Ontología es considerada parte de la Metafísica,
que estudia el conocimiento en su esfera ontológica en cuanto al sujeto y las
relaciones más generales entre los sujetos.
La Metafísica estudia la estructura de la naturaleza para lograr una mayor
comprensión empírica del mundo. Intenta responder preguntas como ¿Qué es
ser? ¿Qué es lo que hay? ¿Por qué hay algo y no más bien nada?
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3- ÉTICA
La Ética es la disciplina filosófica que estudia la moral, los principios,
fundamentos y elementos de los juicios morales. Se deriva del griego “Ethikos”
que significa carácter.
La ética, por tanto, analiza, define y diferencia lo que es bueno y lo que es
malo, lo que es obligatorio o permitido referente a una acción humana. En
definitiva, determina cómo deben actuar los miembros de una sociedad.
Una sentencia ética no es otra cosa que un juicio moral. No impone castigos
pero sí es parte fundamental en la redacción de normativas legales en un
Estado de derecho. Es por ello que comúnmente se entiende a la Ética como el
conjunto de normas que dirigen el comportamiento humano dentro de un grupo,
comunidad o sociedad.
Sobre la Ética es, tal vez, sobre lo que más han escrito los filósofos y autores
diversos a través de los tiempos, sobre todo porque se plantea el dilema de
qué es lo bueno, desde la perspectiva de quién, en qué situación y muchas
otras interrogantes.
En este sentido, el filósofo alemán Immmanuel Kant fue quien más escribió
sobre el tema, intentando dar explicación suficiente a asuntos como los límites
morales y la libertad.
4- ESTÉTICA
La Estética es la disciplina filosófica que estudia la belleza; las condiciones que
hacen que alguien o algo se perciba bello o no. Se denomina también Teoría o
Filosofía del Arte, pues estudia y reflexiona sobre el arte y sus cualidades.
El término viene del griego “Aisthetikê” que significa percepción o sensación.
Ya desde esta primera aproximación, la Estética –al igual que le Ética- cae en
el terreno de la subjetividad, porque el estudio de la belleza implica también el
estudio de las experiencias y los juicios estéticos.
¿Está la belleza presente de manera objetiva en las cosas o depende de la
mirada del individuo que la califica? Qué es bello, desde la perspectiva de
quién, en qué lugar o momento histórico, son preguntas que hacen que “lo
bello” no pueda ser determinado tajantemente.
Si bien el concepto de belleza y armonía han estado presentes a lo largo de la
historia y ha sido tema de estudio de muchos filósofos desde Platón en
adelante, el término “Estética” se acuñó apenas a mediados del siglo XVIII,
gracias al filósofo alemán Alexander Gottlieb Baumgarten, quien agrupó todo el
material referido al tema.
5- EPISTEMOLOGÍA
La palabra Epistemología viene del griego “Episteme” que significa
conocimiento. Por lo tanto, la Epistemología es el estudio del conocimiento,
ocupándose de los hechos históricos, psicológicos y sociológicos que
conducen a la obtención de conocimiento científico, así como los juicios por los
cuales se los valida o se los rechaza. También es conocida como la Filosofía
de la Ciencia.
La Epistemología estudia los diferentes tipos de conocimiento posible, sus
grados de veracidad y la relación entre el sujeto que conoce con el objeto
conocido. Trata de los contenidos del pensamiento, pero también de su
significado.
Hasta mediados del siglo pasado, la Epistemología se consideraba un capítulo
de la Gnoseología (llamada también Teoría del Conocimiento), ya que para
entonces aún no habían entrado en conflicto los problemas éticos, semánticos
o axiológicos en la investigación científica.
Ahora la Epistemología ha ganado importancia no sólo dentro de la propia
filosofía, sino en el área conceptual y profesional dentro de las ciencias.
6- GNOSEOLOGÍA
El término viene de “Gnosis”, que en griego significa conocimiento, es por ello
que también se le define como Teoría del Conocimiento. La Gnoseología
estudia el origen del conocimiento en general, así como su naturaleza,
fundamentos, alcances y limitaciones.
Básicamente, la diferencia entre la Gnoseología y la Epistemología se basa en
que esta última se dedica específicamente al estudio del conocimiento
científico, mientras que la Gnoseología es un término más amplio. En parte, la
confusión de términos puede deberse a que, en el idioma inglés, se utiliza la
palabra “Epistemology” para definir a la Gnoseología.
La Gnoseología estudia también los fenómenos, la experiencia y sus diferentes
tipos (percepción, recuerdo, pensamiento, imaginación, etc.). Es por esto que
también puede decirse que la Fenomenología es una rama filosófica derivada
de la Gnoseología.
La Gnoseología plantea básicamente tres premisas: “saber qué”, “saber cómo”
y propiamente “conocer”.
Sobre el tema del conocimiento circunda la mayor parte del pensamiento
filosófico y lo hacen desde diversas concepciones o ángulos, dependiendo del
momento histórico y los filósofos predominantes en cada uno, por lo que vale la
pena describir someramente cada una de estas doctrinas o posiciones:
Dogmatismo. El hombre adquiere conocimientos universales que son absolutos
y universales. Las cosas conocidas tal como son.
Escepticismo. Se opone al dogmatismo y plantea que el conocimiento firme y
seguro no es posible.
Criticismo. Es una posición intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo.
Plantea que sí es posible el conocimiento, pero no acepta que, de por sí, este
conocimiento sea definitivo. Toda verdad es criticable.
Empirismo. El conocimiento radica en la realidad inteligible en la conciencia. La
experiencia es el fundamento del conocimiento.
Racionalismo. El conocimiento radica en la razón. Sale de la conciencia para
entrar en la evidencia.
Realismo. Las cosas existen, independientemente de la conciencia o la razón
del sujeto. De hecho, plantea el conocimiento como una reproducción exacta
de la realidad.
Idealismo Gnoseológico. No niega la existencia del mundo exterior, pero
plantea que éste no se puede conocer mediante la percepción inmediata. Lo
conocido no es el mundo, sino una representación del mismo.
Relativismo. Defendido por los sofistas, niega la existencia de una verdad
absoluta. Cada individuo tiene su propia realidad.
Perspectivismo. Plantea que sí existe una verdad absoluta, pero que es mucho
más grande de lo que cada individuo puede apreciar. Cada uno tiene una
pequeña parte.
Constructivismo. La realidad es una invención de quien la construye.
7- AXIOLOGÍA
La Axiología es la disciplina filosófica que estudia los valores. Si bien el
concepto de valor fue tema de profundas reflexiones por parte de filósofos
antiguos, el término como tal fue usado por primera vez en 1902 y fue a partir
de la segunda mitad del siglo XIX cuando comenzó a estudiarse formalmente la
Axiología como disciplina.
La Axiología pretende distinguir el “ser” del “valer”. Comúnmente se incluía el
valor en el ser y ambos eran medidos por la misma vara. La axiología comenzó
a estudiar los valores aisladamente, tanto los positivos como los negativos
(antivalores).
Ahora bien, el estudio de los valores presupone juicios valorativos, con lo que,
nuevamente, se presenta la subjetividad, la apreciación personal del sujeto que
estudia el valor del objeto y que viene dado por sus conceptos morales, éticos y
estéticos, su experiencia, sus creencias religiosas, etc.
Los valores pueden dividirse ente objetivos o subjetivos, permanentes o
dinámicos, también pueden categorizarse en función de su importancia o
jerarquía (lo que se denomina “escala de valores”). Como disciplina filosófica,
la Axiología está estrechamente ligada a la ética y la estética.
8- ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
La Antropología Filosófica se concentra en el estudio del hombre en sí mismo
como objeto y a la vez como sujeto del conocimiento filosófico.
Se le atribuye a Kant, en su “lógica” la concepción de la antropología como
filosofía primera, cuando sus preguntas “¿Qué puedo conocer?”
(epistemología), “¿qué debo hacer?” (ética) y “¿qué puedo esperar?” (religión)
remiten todas a una gran pregunta: “¿qué es el hombre?”.
La antropología filosófica se diferencia de la Ontología en que ésta estudia el
“ser” en su esencia de ser, mientras que la antropología analiza lo más
diferencial y personal del ser, lo que determina la condición racional y espiritual
del hombre.
MÉTODOS
A lo largo de la historia se han desarrollado diversos método filosóficos, cada
uno de los cuales aporta un modo de entender el objeto de la filosofía y
también una peculiar articulación de las fuentes de conocimiento, la razón y la
sensibilidad, que hacen posible alcanzarlo.
1. 1.Método empírico-racional.
Este método tiene su origen en Aristóteles y ha perdurado a lo largo de la
historia hasta nuestros días. En él se parte de la convicción de que contamos
con dos fuentes de conocimientos: los sentidos y el entendimiento. A través de
ellas accedemos a dos niveles de la realidad: el sensible y el inteligible. El
primer nivel de la realidad está constituido por los datos que nos proporcionan
los sentidos; según estos datos la realidad es múltiple y cambiante. Pero a
partir de ellos el entendimiento concibe algo permanente en la realidad por
medio de la intuición y del razonamiento.
Este segundo nivel de la realidad es el de lo que las cosas son y lo que hace
que sean. Nuestro entendimiento lo expresa mediante conceptos o formas de
ser y de decir lo que es, llamadas categorías, entre las que tiene primacía la de
sustancia, que es el sustrato básico de cada cosa concreta. Es decir, el
entendimiento capta que hay algo permanente, algo que no cambia y que actúa
como soporte (sustrato, sustancia) de todos los cambios que experimenta una
cosa. Para explicar esos cambios son necesarias tres nociones: la de “ser en
potencia”, aquello que cada ser todavía no es, pero puede llegar a ser; la de
“ser en acto”, lo que cada ser ya es, y la teoría de las causas: material, formal,
eficiente y final, como principios de la realidad.
Este método se denomina “empírico-racional”, porque empieza por la
experiencia física del cambio y del movimiento, y culmina en las elaboraciones
del entendimiento, de manera que “nada hay en el intelecto que antes no haya
estado en los sentidos”. Pretende conocer lo que es común, universal y
necesario a todos los seres: el ser en tanto que ser.
1. 2.Método empirista.
El empirismo separa las dos fuentes de conocimiento que el método empírico-
racional considera necesarias: experiencia y razón.
La razón es la fuente adecuada para elaborar las ciencias formales como la
lógica y las matemáticas, porque las afirmaciones de estas ciencias son
“verdades de razón”, es decir, podemos descubrir su verdad o falsedad
analizándolas racionalmente, sin necesidad de recurrir a la experiencia. Por
eso, las verdades de razón son analíticas, es decir, no aumentan el
conocimiento, sino que lo explican.
Sin embargo, las ciencias no formales, como las ciencias de la naturaleza y las
ciencias sociales, se componen de enunciados cuya verdad sólo puede
comprobarse en la experiencia. Sus verdades son “verdades de hecho”, y la
fuente de conocimiento apropiada es la experiencia. Las verdades de hecho
son sintéticas, es decir, aumentan el conocimiento por medio de la experiencia.
En este campo, la razón sólo puede relacionar y combinar unas sensaciones
con otras, pero nada nos asegura que estas construcciones coincidan con el
mundo exterior al sujeto si no recurrimos a la experiencia.
En general, es empirista toda filosofía según la cual el origen y el valor de
nuestros conocimientos dependen de la experiencia sensible y que, por tanto,
se sirve del método inductivo en la investigación.
Como no podemos llegar a conocer y explicar la totalidad de la realidad, la
filosofía debe explicar el origen de todos nuestros conocimientos, y su objeto
será, pues, el funcionamiento de la mente y de los mecanismos mentales, los
sentimientos y las costumbres; en definitiva, la “naturaleza humana”.
Los autores más destacados del empirismo clásico moderno son Locke,
Berkeley y Hume en los siglos XVII y XVIII, muy influyentes en las diversas
formas del empirismo contemporáneo.
1. 3.Método racionalista.
De las dos fuentes de conocimiento, el racionalismo, nacido en la Edad
Moderna, afirma la primacía de la razón. La razón puede darnos certeza de que
los conocimientos elaborados por ella son verdaderos por dos motivos:
• Lo primero que tenemos ante nosotros no son las sensaciones que vienen del
exterior, sino el entendimiento mismo: “nada hay en el intelecto que antes no
haya estado en el sentido, excepto el intelecto mismo”.
• Entre nuestras ideas, las más claras, evidentes y ciertas son las que proceden
de la razón, las ideas innatas, mientras que las que proceden de los sentidos
son confusas e inciertas.
De ahí se deriva la primacía de la razón, que se constituye así en fuente y
criterio del conocimiento, aunque pueda tener también en cuenta lo dado a los
sentidos.
Los principios del conocimiento son las verdades de razón que juzgan de lo
verdadero y conveniente, y nos infunde certeza sobre nuestros conocimientos,
porque el afán de certeza preside la indagación de los racionalistas.
Descartes encuentra el fundamento del conocimiento en una idea “clara y
distinta” cuya verdad es evidente: cogito ergo sum, “pienso, luego existo”.
Leibniz encuentra ese fundamento en dos principios: el de no-contradicción, “A
no es no A”, que es el fundamento de las verdades de razón, y el principio de
razón suficiente, “nada sucede sin razón”, fundamento de las verdades de
hecho.
A partir de estos fundamentos, el método adoptado por el racionalismo clásico
es la combinación de intuición y deducción, según el modelo de la matemática,
considerada la ciencia racional más perfecta. Los autores más destacados son
Descartes, Spinoza y Leibniz en los siglos XVII y XVIII.
Ahora bien, hay diversos modos de entender la razón, y por ello no todo
racionalismo seguirá el ideal matemático ni intentará buscar fundamentos
seguros para el conocimiento y la acción. Éste es el caso del racionalismo
crítico del siglo XX, creado por Karl Popper y Hans Albert, según el cual, para
mostrar que un conocimiento es verdadero provisionalmente, es preciso
ponerlo a prueba en la experiencia más que fundamentarlo.
1. 4.Método trascendental.
El método trascendental, creado por Kant en el siglo XVIII, no trata de indagar
cuál es el origen de nuestro saber, como ocurría con el empirismo y el
racionalismo clásicos, sino de fundamentarlo, de dar razón de él. Por ejemplo,
puedo haber aprendido en mi familia que no es bueno dañar a otros ni a mí
mismo. El origen de este saber mío es mi familia. Sin embargo, yo me
pregunto: “¿es verdad esto?”. Y mi respuesta no puede ser: “es verdad porque
lo he aprendido en mi familia”, ya que con eso sólo estoy aludiendo al origen de
mi conocimiento. Si además, quiero fundamentarlo, tengo que dar una razón
independiente de la fuente de donde lo he aprendido.
Para dar razón de todo el saber racional humano es preciso intentar responder
a tres preguntas, que expresan los intereses de la razón.
*¿Qué puedo yo saber? Es la pregunta por mis posibilidades de conocer.
*¿Qué debo yo hacer? Es la pregunta por cómo debo orientar mi acción.
*¿Qué me es permitido esperar? Es la pregunta por cuál será el futuro de
aquellos que obran bien.
Estas tres preguntas se resumen en una última: ¿Qué es el hombre? El
hombre es conocimiento, acción y esperanza.
Para dar razón de nuestro saber en estos tres ámbitos es preciso descubrir las
condiciones de conocimiento, de acción y de esperanza que son comunes,
universales y necesarias para todos los individuos, para todo tiempo y lugar.
Kant busca las condiciones que hacen que podamos conocer, actuar y esperar,
siendo este procedimiento lo que constituye lo más propio y específico del
método trascendental. Lo que busca en definitiva son las estructuras y
condiciones universales y necesarias sin las cuales ni son posibles, ni puede
entenderse en qué consisten el conocimiento, la acción y la esperanza. A este
conjunto de estructuras y condiciones es a lo que Kant llama sujeto
trascendental.
Se produce así lo que se ha llamado la “inversión copernicana” en filosofía
porque, de la misma manera que Copérnico trató de explicar los movimientos
del sistema solar cambiando el punto focal, Kant intenta explicar nuestro saber
cambiando de perspectiva: en vez de hacerlo desde el ser, intenta explicar
nuestros saber desde el sujeto.
Así Kant descubre que el ser humano cuenta con dos fuentes de conocimiento:
la sensibilidad y las facultades intelectuales. Las facultades intelectuales son
tres: el entendimiento, la razón y la facultad de juzgar.
PLATÓN
*La sensibilidad es la capacidad de recibir impresiones. Por ella, dice Kant,
“nos son dados los objetos”, es decir, tenemos “intuiciones” que en el
conocimiento humano siempre son sensibles.
*El entendimiento es una facultad que elabora conceptos o categorías, por
medio de los cuales ligamos entre sí las impresiones sensibles, de modo que,
en vez de captarlas como un conjunto desordenado de sensaciones, las
captamos de forma ordenada. Por ejemplo, las personas cambiamos
totalmente desde el nacimiento hasta la muerte y, sin embargo, decimos de
alguien que es él mismo, aunque antes fuera niño y ahora adulto, porque el
entendimiento liga la apariencia de niño y la de adulto mediante la categoría de
sustancia: la persona es una sustancia, que permanece siempre igual bajo los
cambios accidentales que nos muestran los sentidos. Gracias al orden que
introduce el entendimiento en la experiencia sensible podemos hacer ciencias
como la física y la matemática.
*La razón es la fuente de las ideas. Las ideas son conceptos que no sirven
para conocer el mundo natural, pero son indispensables para ordenar nuestro
conocimiento de dicho mundo y para nuestra vida moral, política y religiosa.
Kant señala tres ideas: la libertad en el mundo, la inmortalidad del alma y la
existencia de Dios. El entendimiento y la razón son dos modos de usar la
capacidad racional: el uso teórico, que nos permite construir la ciencia natural,
y el uso práctico, que abre el mundo de la moral y de la libertad.
*Por su parte, la facultad de juzgar nos permite un puente entre los mundos
natural y moral.
La tarea emprendida por Kant será proseguida de diverso modo por otros
representantes del idealismo alemán, como Fichte y Hegel en los siglos XVIII y
XIX. Pero el impulso de la filosofía trascendental pervive en la filosofía
contemporánea, de modo especial en la pragmática trascendental de Apel y en
la pragmática universal de Habermas.
1. 5.Método analítico-lingüístico.
El método de la llamada “filosofía del análisis del lenguaje” nace en el siglo XX.
Sus defensores consideran que la mayor parte de los problemas filosóficos se
plantean porque las expresiones filosóficas son imprecisas y oscuras y dan
lugar a confusiones. Por eso, la tarea de la filosofía será analizar el lenguaje y
tratar de aclararlo. En general, estos filósofos no pretenden conocer la realidad
(el ser), ni investigan las capacidades o facultades del conocimiento, como el
racionalismo, el empirismo y Kant, sino que concentran su interés en el
lenguaje.
La filosofía analítico-lingüística ha seguido principalmente dos orientaciones:
*El análisis formal, lógico y semántico. La lógica es el lenguaje perfecto, ideal.
Sin embargo, las proposiciones de la lógica no dicen nada, no representan
ningún estado de cosas. Pero muestran las propiedades formales del lenguaje
y del mundo. El error de la filosofía consiste en que ha pretendido decir lo que
sólo se puede mostrar: la estructura lógica común al lenguaje y al mundo. Todo
lo que se puede decir lo dicen ya las ciencias. A la filosofía le compete
específicamente la clarificación lógica de los pensamientos.
*El análisis del uso del lenguaje, propio de una lógica informal y pragmática.
Considera que hay diversas maneras de usar el lenguaje, a las que
Wittgenstein denomina “juegos lingüísticos”. Los juegos del lenguaje no son
solamente maneras diferentes de utilizar los recursos lingüísticos, sino que son
modelos que describen situaciones comunicativas, por lo que están
estrechamente entrelazados con “formas de vida”.
Este método o estilo de filosofar, ligado a la tradición empirista inglesa, abarca
desde el llamado “análisis clásico” de Moore y Russell, que desembocó en el
“atomismo lógico” de Russell y del Tractatus de Wittgenstein, pasando por el
neopositivismo del Círculo de Viena, hasta el giro pragmático de las
Investigaciones filosóficas de Wittgenstein y su desarrollo en las escuelas de
Cambridge y Oxford.
1. 6.Método hermenéutico.
La palabra “hermenéutica” procede del vocablo griego hermeneuo, que
significa “interpretar” y “comprender”. En principio, la hermenéutica consistió en
el arte de interpretar y comprender el sentido de los textos, principalmente
religiosos y jurídicos, pero también literarios, científicos y filosóficos. Para ello
es necesario conocer el contexto en que se escribieron y los problemas a los
que trataban de responder.
Sin embargo, en el siglo XIX y por obra de Schleiermacher, este arte se lleva
más allá de los textos y se universaliza: todas las acciones humanas, todos los
acontecimientos históricos necesitan ser comprendidos e interpretados, porque
tienen un sentido.
Las ciencias sociales, que son las que se ocupan de las acciones humanas, no
pueden limitarse a tratar de explicar causalmente, como explicamos un
fenómeno natural, sino que han de intentar comprender el sentido de esas
acciones e interpretarlo.
La hermenéutica, pues, se propone ante todo dos cosas.
*Mostar que el método de la ciencia moderna, preocupado por explicar
causalmente acontecimientos, es insuficiente para comprender la historia,
porque el sentido no se explica, sino que se comprende desde la experiencia.
*Intentar responder a la pregunta: ¿cómo es posible la comprensión?, es decir,
¿qué elementos intervienen para comprender el sentido de las acciones
humanas y de los acontecimientos históricos?
La respuesta a estas cuestiones puede orientarse de dos formas, según el
panorama de la hermenéutica contemporánea:
*Desde una hermenéutica no normativa, que considera que la filosofía ha de
conformarse con descubrir los elementos que hacen posible la comprensión,
como la tradición, el lenguaje, el contexto, la historia, etc., entendiendo que
todas las comprensiones son distintas y no hay modo de “progresar en la
comprensión”.
Aquí se situarían Hans Georg Gadamer con una hermenéutica experiencial y
Richard Rorty con una hermenéutica pragmatista y contextualista.
*Construyendo una hermenéutica normativa, como la del Karl-Otto Apel y
Jürgen Habermas, que intentan descubrir entre los elementos que hace posible
la comprensión un criterio desde el que criticar las “falsas comprensiones”.
Esto es posible gracias a las llamadas “pretensiones de validez del habla”. Son
cuatro pretensiones que acepta cualquiera que intenta comprender un mensaje
lingüístico (un texto o un discurso oral) y cualquiera que pretenda argumentar
en serio. Así quien participe en un proceso comunicativo lingüístico pretende
con esa acción.
-verdad
-veracidad
-sentido(o inteligibilidad)
-corrección moral.

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