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http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75182002000300004
ABSTRACT
Este trabajo fué recibido el 1 de Octubre de 2002 y aceptado para ser publicado el 10 de Diciembre de 2002.
INTRODUCCIÓN
La Food and Drug Administration (FDA) de los U.S.A. define los suplementos
nutricionales como productos elaborados a base de nutrientes y otros componentes
presentes en los alimentos con el propósito de satisfacer las necesidades particulares
de nutrición determinadas por condiciones físicas, fisiológicas o metabólicas
específicas.
Estos productos limitados hasta hace unos años a las vitaminas, han crecido
significativamente, considerándose como suplementos nutricionales: macronutrientes,
aminoácidos, ácidos grasos, vitaminas, minerales, oligoelementos, fibra dietética,
hierbas, algunos cofactores, enzimas y coenzimas intermediarias en procesos
bioquímicos (1). A partir de 1994, bajo la denominación de «dietary supplements» la
FDA deja de ser responsable de la seguridad de estos productos, pasando su
responsabilidad a la Dietary Supplement Health and Education Act (DSHEA).
TABLA 1
2. REQUERIMIENTOS AUMENTADOS
Prematuridad
actividad física aumentada
Situación de estrés metabólico: Politraumatizado,
cirugía, quemados, infecciones severas.
3. PERDIDAS AUMENTADAS
4. FALLA DE UTILIZACIÓN
Enfermedades metabólicas.
Insuficiencia renal.
6. PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE
ENFERMEDADES CRÓNICAS
Existe bastante literatura que justifica el uso de vitaminas y minerales con propiedades
antioxidantes en la prevención de ciertos tipos de cáncer y enfermedades
cardiovasculares (1) y el uso de ácidos grasos del tipo omega 3 y sus derivados EPA y
DHA por sus efectos antiinflamatorios, inmunológicos (2,3) y sobre el metabolismo
lipídico.
Dado lo extenso del tema se presentan a continuación las indicaciones del uso de
suplementos nutricionales en pediatría, con énfasis en las dos edades de mayor riesgo
nutricional: la de lactante y de adolescente y se revisan dos situaciones que se le
presentan al pediatra cada vez con mayor frecuencia: el niño que realiza deportes y el
niño vegetariano.
Los requerimientos del lactante durante el primer año de vida son de 0.55 a 0.75 mg
de Fe absorbido. La leche materna contiene 0.5-0.35 mg/L siendo excelente su
biodisponibilidad (6); por lo tanto las reservas hepáticas de Fe son críticas para el
riesgo de anemia durante la lactancia. En el RN con peso adecuado al nacer debieran
ser suficientes hasta el 6ª mes (7). A partir de los 6 meses una alimentación
complementaria que considere cereales enriquecidos con hierro y cantidades
adecuadas de carne podrían proporcionar cantidades de Fe adecuadas.
La rama de nutrición como medida de prevenir la anemia ferropriva en este periodo
recomienda un suplemento de hierro a partir de los 4 meses en dosis de 1mg/Kg./día
(5).
Flúor: Está demostrado el efecto beneficioso del fluor sobre la salud dental. Por vía
sistémica el Fluor actúa exclusivamente en la fase preeruptiva de la formación del
esmalte, siendo el mecanismo principal el efecto local aplicado sobre la superficie de
los dientes; se debe tener presente que las caries son una enfermedad
fundamentalmente infecciosa en la que influyen además factores como la dieta y las
medidas higiénicas.
Una concentración de las aguas de 1 ppm produce la mejor protección con el menor
riesgo de fluorosis. La Academia Americana de Pediatría recomienda la suplementación
desde los 6 meses y hasta los 16 años en lugares donde la fluoración de las aguas es
menor de 0,6 ppm.
Los lactantes que reciben leche Purita fortificada requieren un suplemento solamente
de vitamina D durante el primer año de vida.
Las fórmulas para lactantes disponibles hoy en día en el comercio, ya sean de inicio o
seguimiento, son sometidas a una normativa de control que regula el contenido tanto
de macronutrientes como de micronutrientes, estando establecidos niveles máximos y
mínimos (FAO/OMS Codex alimentarius. EPSGAN) de acuerdo a las necesidades del
lactante según su edad; por lo cual no se requiere suplementos nutricionales con su
uso.
La taurina se agrega a las fórmulas en niveles comparables a los que presenta la leche
materna y a niveles mayores para fórmulas de prematuros.
Nucleótidos: Constituyen las unidades estructurales del ADN y ARN que están
presentes en casi todas las células. La leche materna contiene una cantidad de
nucleótidos significativamente superior a otras leches.
Estudios han demostrado que los lactantes que reciben formulas suplementadas con
nucleótidos tienen una mejor respuesta de anticuerpos frente a la vacuna Hib
comparado con los controles no suplementados, como también una mayor actividad de
células killer y de producción de interleukina IL-2 .El uso de fórmulas suplementadas
se asoció también a una menor incidencia de diarrea al compararlo con un grupo no
suplementado (11).
Acidos grasos Omega-3 y Omega-6: Los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) entre
los cuales se encuentran el ácido linoleico omega 6 y el ácido linolénico omega 3,
constituyen ácidos grasos esenciales ya que el organismo no puede sintetizarlos. La
serie omega-6 es precursora del ácido araquidónico (AA) el que constituye un
componente estructural de las membranas biológicas y precursor de las
prostaglandinas y los leucotrienos. La serie omega-3 precursora del ácido
docosahexaenoico (DHA) juega un rol importante en el funcionamiento de las
membranas celulares del tejido neuronal del cerebro y la retina.
Dado que hay evidencias de que los PUFA, (DHA, AA o ambos) ya sea como
componentes de la leche materna o de fórmulas suplementadas confieren beneficios,
es factible apoyar el enriquecimiento de las leches para lactantes.
Probióticos: Suplemento que contiene uno o más cultivos de organismos vivos con
efectos beneficiosos para el huésped mejorando la flora endógena. Los estudios han
mostrado que la administración de probióticos cambia la flora intestinal mientras dura
su administración.
SUPLEMENTOS NUTRICIONALES
Y ADOLESCENCIA
Sumado a lo anterior este periodo presenta mayores demandas nutricionales dadas por
una mayor velocidad de crecimiento propio de esta etapa de la vida y por cambios en
la composición corporal, lo que puede llevar a una situación de riesgo nutricional.
Los principales problemas nutricionales a considerar en este grupo etareo son los
siguientes:
a) ENERGIA: El problema de la energía se plantea en los dos extremos: ingesta
insuficiente en adolescentes que realizan dietas restrictivas y por otro lado consumo de
dietas hipercalóricas, altas en su contenido de grasas y desbalance en la proporción de
ácidos grasos saturados/poliinsaturados.
Una estrategia preventiva está dada por el aumento del consumo de lácteos y de
alimentos enriquecidos con calcio.
rinas, existiendo una baja prevalencia de anemia ferropriva de 1,9% para los hombres
y de 4,6% en las mujeres.
Constituyen grupos de riesgo aquellas adolescentes que realizan algún tipo de dieta
restrictiva o vegetariana, debiendo en este caso promoverse el uso de alimentos
fortificados con hierro.
(d) ZINC: Por sus múltiples funciones coenzimáticas se incrementa sus necesidades
durante la adolescencia. Constituye un grupo de riesgo de deficiencia los adolescentes
que reciben dietas restrictivas o vegetarianas y aquellos que por condiciones
socioeconómicas reciben bajo aporte en su alimentación.
SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN
DIETAS VEGETARIANAS
Los alimentos de origen animal son fuentes ricas en taurina vitaminas B12 y D, ácidos
grasos poliinsaturados omega3; escasos o ausentes en muchos alimentos de origen
vegetal. Debe considerarse además que los alimentos vegetales contienen sustancias
que modifican la absorción de minerales como hierro, zinc y calcio.
Hay estudios que han medido la cantidad de nutrientes que reciben niños vegetarianos
tanto parciales como absolutos (bien controlada) entre los no vegetarianos, existiendo
muy pocas diferencias cualitativas con excepción de la vitamina B12 y en los
vegetarianos absolutos el calcio (16).
b) VITAMINA B12: No está presente en los alimentos de origen vegetal. Los hijos de
madres vegetarianas que son amantados tienen alto riesgo de desarrollar deficiencias
de vitamina B12, manifestándose inicialmente por signos y síntomas neurológicos; por
lo que debe ser suplementada.
Hay que considerar el uso de alimentos procesados fortificados con vitamina B12
especialmente en vegetarianos estrictos.
SUPLEMENTOS NUTRICIONALES
EN DEPORTISTAS
Respecto a las necesidades de energía para los distintos tipos de actividad, existen
coeficientes que se aplican al gasto en reposo considerando el tipo de actividad,
duración y el peso del niño (19). Los suplementos de carbohidratos deben ser
aportados considerando comidas que aumenten la proporción de carbohidratos desde
la semana previa a la competición y aproximadamente 2 a 3 horas antes de la
actividad física como frutas, cereales, barras de cereal y chocolate (20).
Debe tenerse especial cuidado con las adolescentes que realizan deportes de alta
competición, ya que en este grupo existe un alto índice de trastornos de la
alimentación, asociado con amenorrea y anemia, las cuales tienen ingestas bajo las
recomendaciones, requiriendo suplementos especialmente de hierro y calcio.
RESUMEN
Dirigir correspondencia a:
Dra. María Jesús Rebollo
Servicio de Pediatría
Hospital San Borja Arriarán
Santa Rosa 1234
Santiago.
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