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Firmas

Las firmas son una serie de símbolos gráficos que representan las fuerzas y fenómenos
sobrenaturales de la naturaleza en las Órdenes Religiosas de Palo Monte y se usan para abrir y
cerrar caminos, para ganar un juicio, para vencer ciertas dificultades, para resolver determinadas
necesidades, etc…, como además se usan para identificar a un gangulero o a una nganga, puesto
que son consideradas las llaves tridimensionales entre el gangulero y la morada de los nfumbes
(espíritus).

Las firmas expuestas a continuación son representaciones de las fuerzas místicas de la naturaleza y
no deben de usarse en tratados u obras; por lo tanto nosotros no garantizamos como usted las
use, puesto que las firmas de tratados u obras son sagradas y secretas, y solo las expondremos en
privado cuando terminemos la creación del fórum secreto de la Institución Religiosa de la
Asociación Cultural Afrocubana.

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Baluande
Baluande Nsulo representa a los abismos marítimos de Madre Agua, Kalunga o Baluande.

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Kalunga

Kalunga Tandilongo Kimboya representa el maremoto (la penetración o violación del mar a la
tierra). Es una esencia utilizada para la procreación o viceversa.

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Dambala Munanfinda Briyumba / Mayombe


Dambala Munanfinda es la entidad que representa la justicia dentro de la Regla De Briyumba &
Mayombe. Es la esencia que se utiliza en los casos de cortes y problemas con la justicia.

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Lombembe

Lombembe Dian Nkisi representa a las paredes invisibles que rodean nuestra aura. Es la muralla
que la protege de las malas influencias, las energías negativas, las hechicerías y las perturbaciones
espirituales que se encuentran en el espacio. La insignia exterior que la rodea es solo un símbolo
cosmético para representarla.
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Bolumbú

Bolumbú Dian Nkisi, protege nuestra esencia interior. A diferencia de Lombembe, esta auxilia
nuestro espíritu, o sea el yo interno, de todas las malas influencias espirituales que abundan a
nuestro alrededor o de los hechizos enviados. La insignia exterior que la rodea es solo un símbolo
cosmético para representarla.

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Zulaquembo
Tabembe Zulaquembo es la representación universal. La exponemos en nuestra página solo con el
fin de demostrar los poderes universales que se utiliza en los secretos del mundo esotérico de las
órdenes de Palo Monte.

DIMAMANGA: La Escritura de Firmas o Patipembas

Uno de los aspectos del Palo


Monte que más interés y controversia provoca en el mundillo de la brujería afrocubana es el
asunto de las firmas o patipembas, esos dibujos que se trazan en el suelo del nso nkisi ( cuarto o
estancia donde se guardan las prendas y fetiches donde habitan los nkisi, nfumbe, ndundu, ndoki y
demás entidades espirituales con las que trabaja el brujo o Nganga, llamado en Cuba padre o tata,
según la regla y madre o yayi, en el caso de las brujas ) con ndunda ( yeso, tiza ). Unos opinan que
las patipembas simbolizan a los mpungu, nfumbe y nkisi y tienen razón. Otros creen que son las
firmas o nombres secretos de cada palero y también llevan razón. Algunos afirman, incluso, que
cada nsara o trabajo de brujería tiene su firma y, en cierta forma, también tienen razón, como
veremos más adelante.

La bantú, como la mayoría de las culturas africanas, es una tradición oral, que no posee un sistema
de escritura como el occidental, que permite registrar cada palabra pronunciada. Los nativos
bantú, como la mayoría de los africanos antes de la expansión del colonialismo europeo, no
necesitaban registrar las palabras pronunciadas, confiaban en la palabra dada _que para ellos,
como para los nativos americanos precolonbinos, era sagrada_ y en la memoria de los testigos y
narradores de su pueblo. Solo a un mundele ( hombre blanco ) se le ocurre sustituir el placer de
hablar y de cantar y de reír, la riqueza de los sonidos, la magia de las palabras y el arte de la
conversación y la narración, por las silenciosas y frías palabras escritas. Los bantú, como la mayoría
de los africanos, no necesitaban la escritura para comunicarse entre ellos, sin embargo, sí
empleaban trazos y dibujos simbólicos _con yeso, diferentes harinas y polvos de raíces y diversas
sustancias o rayando sobre la tierra o la arena con un palo, cuerno o simplemente con el dedo_
para auxiliarse en las cuentas matemáticas, para enriquecer las narraciones orales con mapas e
indicaciones y también para aquellas actividades o situaciones en las que conviene usar un
lenguaje silencioso, como en el caso de la caza, la guerra y la comunicación con los que ya no están
vivos.

Los diferentes pueblos de la cultura bantú, como los kikongos, eran tribus entre las que
abundaban las sectas secretas de guerreros y cazadores _aún cuando muchas de ellas ya habían
abandonado los hábitos nómadas y estaban asentadas y desarrollando la agricultura y la
ganadería_, cuando sus miembros empezaron a ser cazados y exportados como esclavos a las
Américas. Los integrantes de esas sectas practicaban ciertos rituales secretos para protegerse de
sus enemigos y obtener habilidades mágicas en el combate o la cacería, para ser fuertes y rápidos,
como fieras felinas; poseer vista aérea, como mayimbe, el aura tiñoza y espiar y atacar a distancia
sin ser vistos, ni dejar rastro alguno, a través de sus aliados en el otro mundo ( el plano astral,
donde no existe materia, solo energía espiritual y habitan las distintas entidades o espíritus de
fuerzas naturales y sobrenaturales, provenientes de plantas, animales, personas muertas, espíritus
superiores y otras dimensiones ). Cada secta tenía sus propias patipembas para codificar sus
actividades mágicas y comunicarse en silencio, de forma que ningún extraño pudiera entenderlas.
Las patipembas de estos cultos secretos simbolizaban a las entidades con las que trabajaban, y
servían _como ahora_ para invocarlas o para explicarles una obra o deseo, consultarles una
situación o arrearlas hacia el astral a cumplir las encomiendas. También se le entregaba una
patipemba a cada ngueyo o guerrero para simbolizar su nuevo nombre secreto _que ningún
profano debe escuchar_, adquirido al pasar con éxito la iniciación en la secta. Otras patipembas
eran empleadas para dejar avisos en determinadas piedras o árboles, para los miembros de la
secta, sin que sus enemigos o los profanos de su propia tribu pudieran percatarse. Un sistema de
contraseñas y claves heredado de la dimamanga o escritura de los antiguos cazadores y guerreros
y que continúa ramificándose en nuestros días en los códigos que grafitan las pandillas callejeras
que luchan entre sí por el control de territorios en la jungla de asfalto.

Tanto el Vodú haitiano como el Palo Monte cubano, son herederos de la dimamanga o escritura
de las fraternidades mágicas secretas de los pueblos bantú. Mientras que en África cada guerrero
conocía solo las patipembas de su linaje, en América se mezclaron unas con otras, creando nuevas
dimamangas para las nuevas sectas secretas fundadas en el nuevo mundo, y múltiples variaciones,
aportes y sincretismos, según se fueron ramificando sus versiones criollas. Por eso la dimamanga
del Palo Monte afrocubano es una verdadera torre de Babel, imposible de cotejar en un solo
lenguaje general de patipembas para todas las reglas, ramas y munansos de Cuba.

Pero no se desanimen, no es imprescindible, ni mucho menos, conocer todas las dimamangas o


sistemas de escritura del Palo Monte, con sus respectivas e inumerables patipembas; con saber las
firmas que nos corresponden _como ngueyos, capacitados, mayordomos, padres y tatas, madres y
yayis, etc_, las firmas de nuestros nkisis y el modo de explicarles con dibujos nuestras preguntas y
deseos, es más que suficiente. Sí, porque en realidad existen muchos mpungus y nfuiris en el
astral, pero cada brujo solo trabaja con unos pocos de ellos, a los que convierte en sus nkisi y, por
otra parte, no es exactamente cierto que cada nsara o trabajo de brujería posea su propia firma,
sino que ésta se crea en el momento, según las circunstancias específicas. Por eso es un disparate
repetir la firma de un trabajo en la realización de otro, aunque se persigan objetivos muy
parecidos, pues no existen dos situaciones idénticas, como los granos de arena, que se parecen
todos, pero no hay dos iguales.

Entiendan pues, que la dimamanga que voy a explicar a continuación no es la lengua madre del
Palo Monte, sino la parte básica de mi forma; una síntesis de los estilos que heredé de mis
mayores y que luego he contrastado con otras fuentes y experiencias. En ese sentido, el Palo
Monte es como el Tai Chi, que posee muchos estilos _dependiendo del ritmo y la cantidad de
pasos que compongan cada forma o secuencia de movimientos, como la tradicional forma larga
del estilo Yang, que dura hora y media y se compone de 108 pasos, por ejemplo o versiones
sincréticas de varios estilos que se han popularizado en occidente y que llevan solo 37 ó 24 pasos y
no superan la media hora_; cada maestro tiene su libro.

Dimamanga

El punto y el círculo simbolizan el valor uno ( 1 ), ya sea en el macromundo _círculo, mundo,


sociedad_, como en el micromundo _punto, individuo, situación concreta_.
El círculo es una figura muy importante en las patipembas, que posee diferentes significados de
acuerdo a cómo se use. Un círculo grande puede simbolizar el universo, el micro mundo sobre el
que se quiere actuar, el Sol, el círculo de protección, mientras que los círculos medianos
pueden contener el signo de un registro, la firma abreviada o camino de un mpungu o el lugar
para colocar una obra, rastro o fula, dentro de una patipemba de trabajo, y los más pequeños
indican a los espíritus más oscuros o ndokis, en contraste con las cruces pequeñas, que indican a
los ndundus o espíritus que se utilizan para sanar y hacer el bien, en general.

La línea simboliza la dualidad ( 2 ) presente en todas las cosas desde que el ser humano probó el
fruto del conocimiento y a causa de ello su mente se expandió y se distanció del Todo, dando
origen a la conciencia individual. Las líneas rectas simbolizan el trayecto de un punto a otro del
espacio ( línea vertical ) y del tiempo ( línea horizontal ), mientras que las curvas indican el
movimiento de las entidades _nkisi, nkuyo, nfumbe, ndundu, ndoki_ encargadas de llevar a cabo
los trabajos del Nganga o brujo.
Cada registro para vititi ( vista, consulta, investigación ) y/o nsara ( trabajo ), se abre trazando un
nuevo círculo grande entre el brujo y el consultante. Las líneas vertical y horizontal cruzadas en su
interior simbolizan los cuatro vientos, los cuatro puntos cardinales y los correspondientes cinco
Elementos _Aire/norte, Tierra/sur, Fuego/este, Agua/oeste y Espíritu/centro_. En el centro de ese
escenario circular se enciende una vela y se arrojan los chamalongos o se mira con una mpaka
vititi mensu o con un plato. Algunos paleros refuerzan o sustituyen el círculo con su cuile o collar
de guerra o bandera, lo cual es válido. El diámetro de cada círculo depende de la complejidad y el
número de participantes de cada ritual, de modo que los círculos en que intervienen varias
personas se dibujan con gruesos trazos de polvo de yeso o harina y en el centro se enciende una
hoguera, envés de una vela.

La línea vertical se convierte


en flecha _con punta en un extremo y plumas en la cola_ para indicar la dirección del trabajo ( de
abajo hacia arriba, si se emite o lanza un trabajo y de arriba hacia abajo, si se trata de un ataque
lanzado contra el consultante, el cual se quiere romper y de paso atrapar al espíritu encargado de
ejecutarlo, como mismo se roba una paloma amaestrada con otra paloma entrenada ) y la línea
horizontal se transforma en flecha para indicar la dirección en el tiempo _de izquierda a derecha,
hacia el futuro y de derecha a izquierda, hacia el pasado_ de los registros, rompimientos, limpiezas
y sanaciones lanzados desde el presente hacia el pasado y de los trabajos enviados desde el
presente en dirección al futuro.
Sobre estos cuatro círculos básicos se trazan entonces las líneas curvas, llamadas ñocas por su
semejanza con las serpientes, que simbolizan a los vientos o espíritus que intervienen en el drama
que se representa dentro del escenario mágico. Las porciones este y oeste simbolizan el pasado y
las norte y sur, el futuro y el presente, respectivamente. Un espíritu puede enviarse desde el
presente hacia el pasado, para averiguar, limpiar, sanar o desbaratar y desde el presente hacia el
futuro, para prever y modificar los caminos o destinos a conveniencia. Toda ñoca que veamos
nacer en el sur representa a un espíritu enviado por el brujo que oficia desde el momento
presente hacia el futuro o hacia el pasado y toda ñoca que veamos salir del este, indica una
entidad o situación del pasado que sigue afectando en el presente, camino del futuro. Las ñocas
solo pueden nacer en la parte inferior del círculo ( este-sur, pasado-presente ), pero pueden
terminar en cualquier momento-lugar del espacio-tiempo.

Las letras y palabras de esta firma son para apoyar la explicación, pero en las patipembas reales no
suelen emplearse. El lenguaje escrito es un aporte criollo, de origen occidental, a la brujería
africana _así como el tabaco es un aporte de los nativos americanos_, que se emplea mayormente
para escribir el nombre de personas en los distintos nsaras o trabajos.
La ñoca indica una acción mágica _ya sea trabajo, guerra o investigación_ que el brujo inicia desde
el momento presente hacia el pasado de una situación o persona.

Según se avanza en el registro se van trazando las ñocas, hasta que la situación y el trabajo quedan
correctamente indicados y ubicados dentro del círculo, bajo la atenta mirada de las entidades
invocadas para zanjar el asunto. El brujo, cual general sobre un mapa, explica con dibujos, a sus
oficiales invisibles, el plan de batalla.

Acción desde el presente hacia el futuro.


La ñoca indica una acción mágica, en general, creada en el pasado, que sigue actuando sobre la
persona o situación en el presente.

Desde el momento presente, el brujo inicia una acción mágica hacia el pasado, para investigar o
desbaratar un trabajo lanzado por otro brujo o, por el contrario, para reforzar un trabajo anterior.
Por último, el brujo envía una segunda acción _tercera ñoca_ desde el momento presente hacia el
futuro. Esta firma puede indicar, por ejemplo, una sesión en la que el brujo envía un espíritu hacia
el pasado, para investigar y desbaratar una makumba ( daño, mal ) o nkuta ( amarre, dominación )
lanzada contra el consultante o persona sobre la que se quiere influir, y otro hacia el futuro, para
abrirle los caminos del éxito o la victoria en determinado asunto o para darle suerte en general.

Los rastros, imágenes o fetiches de los lugares y personas sobre los que se quiere influir se colocan
en la punta o cabeza de la ñoca y las obras o nsaras en la cola.

Las pequeñas cruces y círculos simbolizan a las energías y entidades _ndundu o positivas y ndoki o
negativas, respectivamente_ que caracterizan cada trabajo y que son dirigidas por los nkisi o
nfumbe del brujo. Todo nganga, tata o padre nkisi necesita, como mínimo, un nkisi y cuatro
espíritus auxiliares _dos ndundus y dos ndokis_. Las prendas puras solo son habitadas por un nkisi
y cuatro o más espíritus auxiliares _como en el caso de Nsasi o Siete Rayos, de Mayombe_, pero
algunas ngangas montadas con tratados criollos _de Briyumba y Kimbisa, principalmente_ pueden
estar habitadas por varios nkisi afines, como Sarabanda, Lucero, Cabo Ronda y Brazo Fuerte, en el
caso de los mpungus guerreros o como Madre de Agua y Mamá Chola, en el caso de los espíritus o
fuerzas de las aguas dulces y saladas o como Cuatro Vientos y Ngurufinda, como ejemplo de
alianza entre mpungus aéreos.
En esta firma, la ñoca inferior indica una acción en dirección al pasado _probablemente vititi, vista
o registro_ y otra hacia el futuro de la persona o situación, lanzadas desde el presente, en una
misma sesión. Puede significar, por ejemplo, a una persona que acude a consultarse, el brujo
investiga su pasado para saber lo que pasa y lo que hay que hacer y a continuación realiza la obra
apropiada y envía a uno de sus espíritus para que la lleve a cabo.

Sarabanda es un nkisi criollo que nace de la alianza entre varios mpungus guerreros _inspirada por
la alianza de los tres orishas guerreros de la regla de ocha_ y un nfumbe fuerte y bravo, originario,
preferiblemente, de un policía, militar, gánster, luchador o guerrero en general, para poder
enfrentarse y vencer a los hasta entonces invencibles nkisi mayombe, conocidos como Nsasi o
Siete Rayos. Aquél fue un duelo imprescindible para que la regla Briyumba se ganara el respeto de
los mayomberos y pudiera hacerse un lugar en el mundo del Palo Monte. Duelos semejantes
tuvieron que enfrentar las primeras potencias Abakuá para blancos y mulatos que se fundaron en
el siglo XIX y los templos Kimbisa, cuando surgió la regla del Santo Cristo del Buen Viaje. Cada
nueva regla debe luchar con la anterior para probar fuerzas y ganar experiencia y respeto, al igual
que cada nuevo tata busca medir fuerzas con otros nganguleros de juegos rivales y a menudo
_aunque no es ético y está muy mal_ con sus propios mayores. Es algo natural, la ley de la selva
luchando por sobrevivir en la vida moderna, como las escuelas de artes marciales chinas a
principios del siglo XIX, enfrentadas todas entre sí por la supremacía de sus respectivos estilos,
pero al mismo tiempo fuertemente hermanadas en la resistencia contra la civilización moderna,
para conservar y desarrollar su cultura tradicional.
Las cruces y círculos pequeños que aparecen encima de la cola de la ñoca, indican a los espíritus
encargados del nsara o trabajo. Esta firma, en general, puede interpretarse como un trabajo
enviado desde el presente hacia el futuro, que durará 4 días e incluirá cuatro acciones opuestas,
que llevarán a cabo dos ndundus y dos ndokis, alternando las acciones negativas y las positivas,
cómo indican las flechas pequeñas antes de la cabeza o punta de la ñoca, para alcanzar su
objetivo.

Una vez dispuestos los rastros y la obra sobre la ñoca y realizados los sacrificios previstos ( si fuera
el caso, pues la nganga come cuando empieza a debilitarse o cuando se le cumple una promesa o
se le premia por un buen trabajo, pero no se le puede alimentar demasiado. Al igual que los
perros, los nkisi trabajan mejor cuando están hambrientos, pero todavía fuertes ), se prende la
fula ( pólvora preparada con mpolos o polvos de nkunias o palos y otras sustancias
correspondientes al tipo de trabajo ) para arrear a los nkisi, nkuyo, nfumbe, ndundu o ndoki hacia
sus víctimas y objetivos. La fula se coloca sobre la línea de la ñoca en pequeños montoncitos cuyo
número puede indicar los días a partir del momento presente en que se desea que se cumpla el
trabajo. La forma de explotar, dejando intactos algunos montoncitos, puede interpretarse como
una confirmación del trabajo o todo lo contrario, que algo falta o está mal hecho, por ejemplo.
A la misma patipemba anterior, añadimos una sencilla firma de Chola Wengue, que puede indicar
al ángel de la guarda o mpungu de cabecera o protector o, que la fuerza de esta entidad se emplea
en el trabajo. Teniendo Chola Wengue una gran relación con los asuntos amorosos y económicos
en el palo monte, podemos deducir que esta obra persigue uno o ambos de esos objetivos: amor y
fortuna.

A continuación añadimos una firma sencilla de Lucero, el mpungu de la fuerza de ese astro y de los
caminos del mundo y los destinos de los humanos. Ahora se puede interpretar que esta obra es
para abrirle los caminos del amor y/o de la fortuna a una persona.
Dentro del círculo se pueden trazar también las firmas de los nkisi y de otros mpungus que no
están fundidos con ningún nfumbe( un nkisi es un muerto fundido con la fuerza de un mpungu
dentro del crisol de la nganga ), ni viven en el caldero, pero cuya fuerza se precisa para un trabajo (
como puede ser el caso de Kobayende, Mamá Chola o un karire o demonio, como Lugambé, que
solo se acude a él para trabajos muy fuertes y negativos que el nkisi del brujo no puede llevar a
cabo solo ), pero por lo general, un brujo de verdad solo trabaja con su nkisi, porque cuando
camina cheche bacheche no hace falta más nada. De hecho, cuando un brujo lleva varios años
trabajando con un nkisi, llega el momento en que ya no necesita realizar las obras más comunes,
pues el nkisi ya sabe lo que tiene que hacer con tan solo ver la patipemba del trabajo y los rastros
en la punta de la ñoca.

El objeto parcialmente rojo, que aparece en la parte inferior del círculo, en la cola de la flecha
vertical, nos indica el lugar donde debe colocarse la obra o trabajo, si fuera necesario ( algunos
trabajos no necesitan obra, solo la patipemba correctamente trazada y demás elementos, como
chamba, tabaco, vela, etc ) y la figura de arcilla a la que falta la cabeza y un brazo, indica dónde
debemos colocar los rastros, a la cabeza de la ñoca. Algunos paleros colocan la obra en la cola de
la ñoca, envés de en la cola de la flecha vertical, lo cual también es válido, si se acostumbra a los
nkisi de ese modo. Lo que no funciona es hacer hoy un trabajo con la obra en la ñoca y mañana
otro con la obra en la flecha vertical, pues confundimos a las entidades.

Las patipembas que representan a los mpungus no se utilizan para invocarlos, como piensa mucha
gente, sino para explicarle al nkisi que tiene que usar la fuerza o energía espiritual de ese mpungu
en específico para realizar el trabajo en cuestión. Por eso hay tantas patipembas diferentes de
cada mpungu, pues al igual que las prendas, las patipembas van cambiando y evolucionando con
cada nuevo camino. Lo importante es que nuestro nkisi entienda nuestras patipembas, no lo que
opinen los observadores.
Las firmas del nganga o brujo y del nkisi o muerto no deben ser vistas _al menos completas. Al
igual que el nombre, la patipemba personal no debe mostrarse del todo para evitar que otro
pueda copiarla y dominarnos mediante ella_ por nadie. Son secretos entre nganga y nkisi que solo
se usan cuando se monta una prenda o cuando se trabaja lejos del nso nkisi, sin prenda, ni mpaka
o en las ceremonias importantes( rayamientos colectivos, toques de cajón, celebraciones,
fundación de un nuevo munanso, consejo de guerra, etc ) en que participan varios brujos y se
suele firmar ante el fundamento principal, como señal de respeto del palero invitado y de su nkisi
hacia el tata anfitrión o principal y sus entidades.

Los tatas más poderosos son los que se funden con su nkisi, dejándole habitar permanentemente
en su aura o cuerpo astral y compartiendo con él todos sus sentidos, experiencias y recuerdos a
cambio de conocimientos ocultos y poderes mágicos superiores. Mucha gente los toma por viejos
locos porque viven apartados en el monte y hablan solos y cuando miras sus ojos sientes que algo
no humano te observa del otro lado. Extravagantes y antisociales, si, pero de locos nada. La
mayoría de ellos suelen gozar de asombrosa salud y lucidez hasta los últimos momentos de sus
largas vidas. Muchos superan con facilidad los cien años caminando, trabajando y masticando y
sonriendo con sus propios dientes. Pero es mejor mantener las distancias, si se es joven y
saludable, pues ya la propia Lydia Cabrera fue advertida en su tiempo de que no visitara a cierto
brujo congo muy viejo y poderoso que ella quería entrevistar, pues se arriesgaba a que le robara la
fuerza vital para alargar su vida. Esos tatas ya no necesitan prendas ni patipembas para llamar a
sus nkisi, ya que ellos mismos son nkisi, un solo ser medio vivo o medio muerto, según desde qué
mundo se mire.

La patipemba simple de Sarabanda nos muestra la alianza entre este mpungu de los metales,
herramientas y armas con Nkuyo Watariamba ( Cabo Ronda. Se le relaciona con la caza, la policía y
la guerra ), simbolizado por la flecha y con Nkuyo Lucero, simbolizado por el Cuatro Vientos.
Tata nkisi no está vivo

Tata nganga no está muerto

Tata nkisi son nganga

Tata nganga son nkisi

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