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SENTENCIA DE LA CORTE DE APELACIONES:
VISTO:
1º.- Que Fernando Rojas Sepúlveda, abogado, por los demandantes solicita a
fs. 817 medida precautoria de prohibición de celebrar toda clase de actos y
contratos respecto de los inmuebles de propiedad de la sociedad demandada
"Inmobiliaria e Inversiones "Paracadute limitada" cuyas inscripciones se indican,
acompañándose las copias autorizadas de las mismas.
2º.- Que a esta petición principal y a los otrosíes, el tribunal ordenó que
para resolver, se justi cara previamente la concurrencia del supuesto
establecido en la parte nal del inciso 1º del artículo 296 del Código de
Procedimiento Civil. La parte solicitante dedujo recurso de reposición en contra
de dicha resolución en el sentido de que se resuelva derechamente la medida
precautoria impetrada y otrosíes segundo y tercero pendientes, concediéndose
la medida precautoria y lo pedido en los otrosíes. El tribunal no accedió a la
reposición y concedió la apelación interpuesta derechamente en contra de la
referida resolución.
4º.- Que con estas inscripciones se acredita que los únicos bienes conocidos
de la demandada "Inmobiliaria Inversiones Paracadute" de que es dueña son los
16 lotes del inmueble que forman parte del Edi cio Torre Ligure, lotes que
corresponden al resto de la totalidad del inmueble de que era dueño la
inmobiliaria.
2º.- Que con la prueba rendida por la demandante ponderada por la juez del
grado, ha quedado establecido la imposibilidad que tenían las personas para
ingresar y salir del edi cio Torre Ligure por las vías normales los días sábados,
domingos y festivos, de tal manera, que el ingreso y salida, en esos días,
necesariamente lo era por la vía de un montacargas no destinado al transporte
de personas.
6º.- Que el apelante por otra parte sostiene que no se aplicó el artículo 9º
del reglamento, esto es, que los propietarios, arrendatarios, subarrendatarios,
ocupantes a cualquier título del edi cio y de las personas que lo visiten,
ocuparán los ascensores bajo su exclusiva responsabilidad, no teniendo los
codueños ni la administración responsabilidad alguna en caso de accidentes.
8º.- Que el demandado don Juan Carlos González Cabezas fue noti cado de
la demanda de conformidad al artículo 54 del Código de Procedimiento Civil,
porque su domicilio y residencia era difícil de determinar. Esta noti cación
legalmente practicada produce los efectos de quedar legalmente emplazado. De
ello no se puede colegir que el demandado rebelde no se encontraba en el lugar
del juicio y que se ignorara el lugar y el tribunal donde debe comparecer. Se
realizó aquella forma de noti cación porque su domicilio o residencia era difícil
de determinar.
Por otra parte, al absolver posiciones don Esteban Canatta Valenzuela a fs.
459 en la respuesta número dos reconoce que designó a una persona como
representante de la inmobiliaria en la junta. Al ser consultado en la pregunta Nº
10 si don Sergio Martínez Arriagada concurría a las reuniones de la Junta de
Vigilancia de la Torre Lígure en representación de la Inmobiliaria Paracadute
Limitada, responde que "seguramente era él, el que iba en ese tiempo". A mayor
abundamiento, es concordante con las declaraciones judiciales prestadas a fs.
134, por don Sergio Martínez Arriagada, por Inmobiliaria Paracadute Limitada,
en el expediente criminal Rol Nº 12.866 del ingreso del Cuarto Juzgado del
Crimen de Concepción, donde se investigó la muerte de la menor Rocío Pérez
Jiménez, acompañado en fotocopia autorizada a fs. 295. En esas declaraciones
el 04 de mayo de 1999, reconoce que desde el año 1994 aproximadamente es el
Presidente de la Junta de vigilancia de Torre Lígure en representación de la
Sociedad Inmobiliaria e Inversiones Paracadute Limitada.
"Poco importa que el daño tenga una o varias causas o que se produzca
coetáneamente con el hecho ilícito o tiempo después. Lo esencial es que el dolo
o la culpa haya sido su causa directa o necesaria, que, a no mediar aquél o
aquella, el daño no se habría producido." (De la responsabilidad extracontractual
en el derecho civil chileno, A. Alessandri R. Pág. 241).
12º.- Que, en este sentido, cabe señalar que los hechos han tenido un
secuencia lógica, porque primeramente, se acreditó la imposibilidad que tenían
las personas para ingresar y salir del edi cio Torre Ligure por las vías normales
los días sábados, domingos y festivos, de tal manera, que el ingreso y salida, en
esos días, necesariamente lo era por la vía anormal de un montacargas no
destinado al transporte de personas, y en segundo lugar, no veri caron
previamente que el transporte fuera seguro, sin advertir que en el montacargas
existía un espacio rectangular vacío que en el cuarto piso era de 19 centímetros
entre el borde de la plataforma del montacargas y una de las paredes contigua
a la calle Rengo, abertura que de no mediar una señalética adecuada para
prevenir a las personas era previsible que ocurriera un daño, en este caso, un
accidente por una caída de altura como en el hecho sucedió con el resultado de
muerte de la menor.
16º.- Que el hecho que el actor don Igor Pérez Veloso no llevara a su hija
tomada de la mano o en brazos no es la causa de la caída al vacío de la menor,
no es un riesgo que se le pueda atribuir al padre, si en el caso que nos ocupa, se
trataba del ingreso, hecho público y notorio, a un moderno edi cio,
administrado bajo la autoridad de los miembros de una Junta de Vigilancia y por
un administrador, dentro de normas reglamentarias de copropiedades del
edi cio, que obligaban a un funcionamiento completo y e ciente de todos sus
servicios e instalaciones.
El actor don Igor Pérez no puede cargar una responsabilidad culposa, que no
la tiene, por actuar razonablemente bajo la creencia que se encontraba en un
edi cio seguro donde los responsables de la administración habían tomado las
precauciones mínimas para no provocar un daño y sin que pudiera prever la
existencia de un ori cio que provocara la caída de su hija desde un
montacargas.
El actor obro dentro del riesgo general de la vida que cualquier padre
normal puede tomar en las circunstancias acreditadas, sin que se pueda
sostener que se expuso imprudentemente al daño, para justi car una reducción
en la indemnización, ni para eximir de responsabilidad a los demandados.
Por estos fundamentos y lo prevenido en los artículos 144, 186, 290, 296 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil y 2314 y siguientes del Código
Civil, se declara:
Rol Nº 3.939-2004.-