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CONTROL JUDICIAL DE
LA REFORMA CONSTITUCIONAL.
Tal como señala el acápite nuestro análisis se enmarca en el caso de una Reforma
Constitucional a través de la cual se dictaron normas constitucionales destinadas a formar
parte de un texto constitucional3. Estamos ante disposiciones investidas con el valor de
normas constitucionales sancionadas luego de un proceso de reforma constitucional
preexistente. "Es una cuestión --indica VANOSSI-- que debe ser vista dentro y según la
existencia de los mecanismos de revisión articulados en la propia Constitución"4.
2
Cf. RUBIO LLORENTE, Francisco: La forma del Poder (Estudios sobre la Constitución),
Madrid, CEPC, 1993, p. 207.
3
Por tanto, no entramos a analizar el caso de que una disposición de un Tratado sobre Derechos
Humanos con jerarquía constitucional (vía art. 75 inc. 22° CN) colisiona con una norma de texto
constitucional porque, formalmente, no estamos ante una Reforma Constitucional (art. 30 CN).
4
Cf. VANOSSI; Teoría Constitucional, Buenos Aires, Ed. Depalma, 1975 (redición 2000), vol. I, p.
218. Aquí sólo tratamos la cuestión de la constitucionalidad de una Reforma Constitucionalidad, sin
entrar a considerar el asunto de la "constitucionalidad de las normas constitucionales" para lo cual
puede verse LUCAS VERDU, Pablo: Curso de Derecho Político, Madrid, Ed. Tecnos, Vol. II
(1977, 1983, 3º Reimpresión), p. 702 ss. En contra ORFIELD, Lester Bernhardt: The amending of
the federal Constitution, Chicago, The University of Michigan, Press/Callahan & Company, 1942,
p. 8-11.
lógico-jurídica con las normas constitucionales que han establecido las condiciones de su
creación.
Por de pronto, tenemos que tener en cuenta que todas disposiciones originadas en
una Reforma Constitucional son de una naturaleza distinta de las restantes normas
(inferiores) del ordenamiento jurídico que suponen sobre ellas, siempre, un nivel de
jerarquía superior. Esto no ocurre en el rango constitucional.
El objeto del control jurídico de constitucionalidad de una revisión son las normas
constitucionales producidas por una Reforma Constitucional. Pueden presentarse dos
situaciones que habilitan el control jurídico de conformidad: a) por violación de las normas
de procedimiento de revisión; b) por violación de los límites materiales expresos (aunque
estas cláusulas forman también parte del procedimiento). La jurisprudencia norteamericana
formula la distinción entre matters of procedure y matters of sustance5.
(A.) Por Vicios Formales: Las normas de procedimiento de reforma revisten una relevancia
política singular como reglas que encauzan la manifestación democrática del Poder
Constituyente Reformador. DE VEGA señala que "el Estado Constitucional, que cimienta
su estructura en la voluntad del pueblo es, en esa misma voluntad política, donde, como no
podrá suceder de otra manera, fija también su último sistema de garantías"6.
5
La Enmienda XVIII de la Constitución norteamericana dio lugar en 1919 a un debate doctrinario
ya clásico entre W. MARBURY y W. FRIERSON a través de las páginas de la Harvard Law
Review, vol XXXIII, 1919 (pp. 223-235 y 659-666) acerca del carácter limitado o ilimitado del
Poder de Enmienda Constitucional americano y, consecuentemente, sobre la competencia de la
Corte Suprema de Justicia para controlar la constitucionalidad del ejercicio del Amending Power.
Vid. DIAZ RICCI, S., ob.cit., p. 742-748. Mas reciente es la polémica, también en la Harvard Law
Review (vol. 97, Nº 2, 1983) sobre la posibilidad de un control de jurisdiccional de una reforma
constitucional en función del respeto al principio democrático entre DELLINGER, W.: “The
legitimacy of constitutional change: rethinking the amending process”, pp. 387 ss.; y TRIBE, L.H.:
“A constitutional amending. In defense of a restrained judicial role”, pp. 433 ss.,.
6
DE VEGA, Pedro: La reforma constitucional y la problemática del poder constituyente, Madrid,
Ed. Tecnos, 1985, p. 303.
Desde un plano teórico es perfectamente admisible el control de constitucionalidad
por razones procesales, o sea, una verificación del correcto cumplimiento de las reglas de
procedimiento para llegar cabo una reforma pre-establecidas por el propio texto constitu-
cional, único cuerpo normativo válido en relación a éste tipo de control de
constitucionalidad. Por ello la inobservancia de reglamentos o resoluciones de la
Constituyente no puede dar lugar a una declaración de disconformidad constitucional
cuando éstas no se relacionen directa e inmediatamente con una norma constitucional. Sólo
los preceptos relativos al procedimiento de revisión contenidos en el texto constitucional
pueden servir de parámetro para el juicio de concordancia jurídica. La Corte Suprema de
Justicia de la Nación en 1994 rechazó su intervención en el Caso Polino y otros (Fallos
317:335) basándose en que no hubo irregularidad en el trámite parlamentario de la ley
declarativa de necesidad de reforma, porque bastaba cumplir con el procedimiento previsto
por el art. 30 de la Constitución, que no establecía un procedimiento determinado7.
7
Vid. Caso “Polino, Héctor y otro c. Poder Ejecutivo Nacional” s/Acción de Amparo, Sentencia de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación del 07/04/1994, en LL, t. 1994-C, p. 291-308. Vid.
comentarios de GELLI, María Angélica: “Reforma constitucional, control judicial y proceso
democrático (El caso Polino en análisis)”, en LL, t. 1994-C, pp. 291/301, y de BARRA, Rodolfo:
“Caso Polino: la corte ratifica su papel constitucional”, en E.D., 25/5/94.
8
Cf. ALAEZ CORRAL, Benito: Los límites materiales a la reforma de la Constitución Española
de 1978, Madrid, CEPC, 2000, p. 390.
garantía de la democraticidad del proceso y, jurídicamente, se gana en previsibilidad y
continuidad jurídicas.
9
Puede consultarse los cuatro modelos de procedimientos de reforma en DIAZ RICCI, ob. cit., p.
428-439.
10
Vid. AA.VV. (Dir. SABSAY, Daniel; Coord. MANILI, Pablo): Constitución de la Nación
Argentina y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencia, Bs. As., Ed. Hammurabi,
2009, DIAZ RICCI, “Comentario. Artículo 30: Reforma de la Constitución”, pp, 1145- 1180.
11
Los Límites Expresos pueden ser de dos clases: I) referirse a ciertos principios o materias
consideradas irreformables' (llamadas “cláusulas de intangibilidad”), o II) referirse a plazos o
condiciones suspensivas que supeditan el desarrollo del proceso de reforma a determinadas
circunstancias (la Constitución de 1853 estableció un plazo de 10 en el art. 30, derogado en 1860).
Expresos se dirigen a diferentes destinatarios: en primer término, al órgano titular de la
función constituyente y, en segundo lugar, el órgano jurisdiccional encargado de cuidar por
el respeto de las normas constitucionales, cuando se hubiere establecido dicho órgano 12. El
ejemplo alemán es muy singular puesto que la Ley Fundamental de Bonn ha operado la
recepción expresa de contenidos iusnaturalistas, que de este modo se han positivizado13. A
través de la regulación explícita de los Límites Expresos se ha consagrado lo que la
doctrina denomina el principio de la "democracia militante" (streitbare Demokratie) que
inspira y habilita la defensa de la Constitución por el Tribunal Constitucional apoyado en
aquellos preceptos positivos14. Hallándose previstos, como en Alemania (art. 79.3 BGG),
Límites Expresos a la revisión y un órgano jurisdiccional de contralor, el control es
ineludible15. El órgano jurisdiccional está compelido a hacer respetar las disposiciones
constitucionales relativas a los Límites Expresos, tanto como el órgano constituyente. Así
lo resolvió el Tribunal Constitucional alemán en varias oportunidades16.
12
Cf. RIGAUX, Marie-Françoise: La Théorie des Limites matérielles à l'exercice de la Fonction
Constituante, Bruxelles, Maison Ferdinand Larcier SA Editeur, 1985, p. 255.
13
Cf. BACHOF, Otto: Verfassungswidrige Verfassungsnormen?, Tübingen, Verlag J.C. Mohr (Paul
Siebeck), 1951 (Reeditado en Wege zum Rechtstaat. Ausgewählte Studien zum öffentlichen Recht,
Königstein, Athenäum, 1979, p. 1 ss.) véase LUCAS VERDU, Curso..., ob.cit., vol. II, p. 704.
14
B.Ver.GE 30.1. Véase DE OTTO, Ignacio: OTTO, Ignacio De: La defensa de la Constitución y
los partidos políticos, Madrid, CEC, 1985, pp. 22, donde traduce la expresión “streitbare
Demokratie” como "democracia militante", esp. p. 34.
15
Ahora bien, la inversa no se corresponde. Por la presencia de un órgano de control no se puede
suponer la existencia de límites implícitos como es el caso de la Constitución española de 1978 (Cf.
MORTATI, Costantino: "Sul controllo di costituzionalità delle leggi costituzionali (nota a la
sentenza dell'Alta Corte per la Regione Siciliana 20 settembre 1948)", en Raccolta di scritti:,
Milano, Dott. A. Giuffrè Editore, 1972, Vol. III, p. 711); así como tampoco la presencia de Límites
Expresos supone la existencia de un órgano de contralor como es el caso de la Constitución de
Weimar (art. 76) o de las Leyes Constitucionales Francesas de 1875 (con la reforma de 1884).
16
B.Ver.GE, 17.8.56 (Band 5, pp. 124 ss.); B.Ver.GE, 15.12.70 (Band 30, pp. 24); B.Verf.GE,
26.7.72 (Band 34, pp. 19 ss.); B.Ver.GE, 22.5.75 (Band 39, pp. 349).
17
Véase RIGAUX, ob.cit., p. 256 (nota 43).
reconocer la existencia de Límites Tácitos, ya que, precisamente, éstos tienen por sentido
conseguir tal efecto. En aquellos ordenamientos que no contienen Cláusulas de
Irreformabilidad, pero cuentan con un órgano de contralor, la jurisprudencia ha sido
dubitativa en admitir la existencia de límites tácitos materiales que obstaculicen la actividad
constituyente de reforma y, por lo tanto, susceptibles de convertir en inconstitucional las
normas constitucionales de revisión18. En efecto, cuando una Constitución no prevé
expresamente Cláusulas de irreformabilidad, el órgano de control carece de elementos
jurídicos para efectuar el juicio jurídico de concordancia sustancial. El control de
constitucionalidad sólo puede apoyarse válidamente sobre disposiciones positivas de la
Constitución. "Sin desconocer la existencia de ciertos principios fundamentales que la
razón humana extrae de la ley eterna --opina POVIÑA- comprenderemos que es imposible
crear causales de inconstitucionalidad no especificadas claramente en el Derecho Positivo.
El Derecho Natural... no puede intervenir activa y directamente en un problema tan positivo
como es éste de las limitaciones sustanciales a las facultades de revisión de una
Constitución escrita. La cuestión de constitucionalidad de una reforma por contradicción
sustancial --finaliza diciendo el profesor tucumano-- sólo es posible suscitar en Derecho
Constitucional positivo cuando la Constitución contiene una expresa prohibición al
contenido de la reforma"19.
18
Cf. MORTATI; "Sul controllo...", ob.cit., p. 711.
19
Cf. POVIÑA, Jorge: "El poder constituyente, los jueces y la Constitución" en Revista Facultad de
Derecho, Tucumán, Universidad Nacional de Tucumán, 1956. p. 200. Por el contrario, admiten la
declaración de inconstitucionalidad de una Reforma Constitucional por violación de los principios
de Derecho Natural LUCAS VERDU, Curso..., ob.cit., vol. II, p. 700 ss., LINARES QUINTANA,
LINARES QUINTANA, Segundo: Tratado de la Ciencia del Derecho Constitucional Argentino y
Comparado, Buenos Aires, Ed. Plus Ultra, 1978 (2da. Edición), vol. III, p. 235-246.
20
Puede consultarse la tesis doctoral de Ignacio Colombo, “Cláusulas pétreas: análisis crítico de
sus marcos jurídicos constitucionales”, presentada en la UCA (2009).
Expresos (rechaza la existencia de Límites Tácitos o contenidos pétreos implícitos) no tiene
sentido hablar de control jurisdiccional de contenido sobre normas creadas en ejercicio del
poder constituyente de reforma21. Por el contrario, admiten la posibilidad del control
jurisdiccional de una Reforma Constitucional por razones materiales autores como
LINARES QUINTANA, BIDART CAMPOS, ORLANDI, GONZALEZ CALDERON 22.
21
Cf. VANOSSI; Teoría..., ob.cit., vol. I, p. 234. CUETO RUA admite un control constitucional
por razón de la materia sólo en caso de que estén previstos Límites Expresos a la revisión (CUETO
RUA, Julio: "¿Es posible declarar inconstitucional una reforma constitucional?", en La Ley, tomo
36, Sección doctrina, 1944, p. 1106).
22
Cf. LINARES QUINTANA quien admite el control jurisdiccional de constitucionalidad de una
reforma "que contradice los principios o bases permanentes, o sea, el espíritu o alma de la
Constitución" (Tratado..., ob.cit., vol. III, p. 246). BIDART CAMPOS alude a los contenidos
pétreos y a los límites expresos como causales de control de constitucionalidad. Idem GONZALEZ
CALDERON, ORLANDI. Tanto el proyecto de un nuevo procedimiento de reforma constitucional
elaborado por VANOSSI (ob.cit., p. 349, nota 89) como el propuesto por el Consejo para la
Consolidación de la Democracia (Dictamen Preliminar, ob.cit., p. 87) expresamente incorporan la
disposición que la regularidad del procedimiento de la reforma es susceptible de control de
constitucionalidad jurisdiccional.
Convención reformadora (representantes extraordinarios transitorios). Si sólo existiese un
único órgano depositario del poder constituyente, estamos en un callejón sin salida a la
pregunta inicial. En verdad, la reforma constitucional en Argentina es el resultado de un
acto múltiple y complejo donde el Congreso también ejerce poder constituyente pues es el
pueblo a través de sus representantes ordinarios quien da inicio el proceso de revisión
constitucional. Tan es así que la mayor parte de los cuestionamientos a normas originadas
en una reforma constitucional parcial se hacen por apartarse de alguna disposición de la ley
iniciadora de la revisión. Véase, entonces, la importancia constituyente de la voluntad del
Congreso que integra una de las tres etapas en que ha definido nuestro procedimiento de
reforma el art. 30 CN. En consecuencia, nada impide que un órgano constituido (los jueces)
pueda ejercer función constituyente del mismo modo que lo ha reconocido la propia
Constitución al admitir dentro de su procedimiento de revisión al Congreso, también
órgano constituído. En los países europeos, donde suele asignarse al Parlamento ordinario
la función de reforma (eso sí, con un procedimiento especial), nadie se le ocurre negarle
esta atribución. Lo mismo podría decirse del Congreso de los EE.UU. que está facultado
para formular por sí una Enmienda que luego se somete directamente a la ratificación de los
Estados miembros (art. V).
Podemos concluir, entonces, que así como el Congreso reviste la calidad de órgano
constituido (y, además, forma parte del proceso constituyente) nada empece que el Poder
Judicial, también órgano constituido, pueda verificar la regularidad jurídica de una reforma
constitucional. En resumen, el principio del ejercicio dividido de la soberanía popular nos
resuelve el conflicto de que un órgano constituido (el Congreso) ejerza función
constituyente23, de lo contrario, la Convención quedaría como depositaria única de la
función constituyente, por tanto, como el único órgano del poder constituyente. De esto se
derivan una serie de aporías que oscurecen en lugar de esclarecer esta relación compleja sui
generis establecida por el procedimiento de reforma constitucional en Argentina (art. 30
CN). En suma, nada impide que el órgano encargado de realizar el control de
constitucionalidad se ocupe de controlar la regularidad del proceso de elaboración de las
23
De esta afirmación se colige que el Congreso o, en caso análogo, las Legislaturas provinciales no
ejercen poder “preconstituyente”, sino verdadera función constituyente. Sólo este enfoque da
respuesta satisfactoria a la cuestión de la intervención de un órgano constituido en el proceso
constituyente, sea el Congreso, sea los jueces.
normas constitucionales y, por tanto, su validez jurídica. En Argentina, que adopta el
sistema de control difuso, esta función de verificación jurídica está a cargo del Poder
Judicial. En algunas provincias que establecen expresamente una acción declarativa de
inconstitucionalidad esta misión está generalmente atribuida como competencia originaria
del Tribunal Superior de Justicia provincial (esto no modifica lo señalado respecto de los
efectos porque en las sentencias de los STJP en estos casos suele declarar la nulidad e
inconstitucionalidad de la norma que viola el procedimiento de revisión, a fin de otorgarle
efectos ex tunc a su decisiónentencia, para evitar el efecto ex nunc propio de las sentencias
mere declarativas).
(C.) CORRECCION:
Nos queda por responder este tercer interrogante: ¿es posible declarar la
inconstitucionalidad de una norma constitucional nacida de una reforma?24. Obviamente, la
inconstitucionalidad supone la relación de supremacía jurídica de la Constitución respecto
de normas de jerarquía inferior (leyes, decretos, resoluciones, etc.). Aquí nos encontramos
con normas ubicadas en un mismo plano jurídico. Por tanto, lo que cabe es declarar la
invalidez de la norma constitucional en razón de haberse originado con un vicio en el
proceso de elaboración, por tanto estaríamos ante una norma nula, sin efectos jurídicos.
24
No nos ocupamos aquí de la conformidad que deben guardar las constituciones provinciales en
relación a la Constitución federal por imperio del art, 5 y del art. 123 CN, porque son numerosos los
pronunciamientos sobre inconstitucionalidad de normas de una Constitución provincial de la CSJN
e incluso del propio poder judicial provincial (Caso “Alperovich vs. Provincia de Tucumán”, en LA
LEY, 25/08/2003, pp. 22-30; JA, 2004-II, pp. 83-88)). Pero estos casos no son control judicial de
constitucionalidad de una reforma sin control de constitucionalidad de una norma constitucional
provincial (en el caso citado que había sido sancionada trece años antes, en 1990)
En realidad, como veremos más adelante, lo que se impugna es el acto de gestación
normativa, el iter de sanción de la norma por falta de requisitos esenciales (actos nulo), por
tener un objeto prohibido, los sujetos obran con incapacidad o sin la forma establecida
(nulidad absoluta). No se cuestiona la inconstitucionalidad de una norma constitucional
elaborada en una modificación (pues el parámetro de control es del mismo valor de lo
controlado) sino la regularidad del proceso de normativa, de lo que se deriva, no una
inconstitucionalidad, sino una nulidad de lo actuado.
Las más recientes leyes de convocatoria de reforma parcial incluyen una disposición
al respecto (Ley del Congreso 24.309/94 de reforma parcial, art. 6: “Serán nulas de nulidad
absoluta todas la modificaciones, derogaciones y agregados que realice la Convención
Constituyente apartándose de la competencia establecida en los arts. 2 y 3 de la presente ley
de declaración”; modalidad que fue adoptada por leyes de reforma parciales en las
provincias: v.g. la ley 7469 declaratoria de la reforma parcial de la Constitución de
Tucumán estableció en el art. 3. “La convención no podrá modificar, suprimir o incorporar
artículos o temas cuya necesidad de reforma, supresión o incorporación no se haya
declarado en la presente ley, siendo nulas de nulidad absoluta las que hiciere apartándose
de las facultades que le confiere la misma”; idem Ley 7232/2003 art. 2, reforma del art. 140
Constitución salteña) a fin de disipar toda discusión sobre los efectos jurídicos. Tacha el
acto de sanción como nulo de nulidad absoluta haciendo, acertadamente, aplicación de la
teoría general de las nulidades del derecho común.
La cuestión del control está reducida a los casos de reformas parciales pues incluso
cuando se cuestiona la validez de una materia regulada por la reforma, ésta queda
subsumida en un aspecto formal expresado en la siguiente cuestión: si la Convención
constituyente se extralimitó del marco de revisión respecto de dicho punto fijado por la ley
de convocatoria del Congreso que habilitó su revisión. Esto es importante tenerlo muy
presente, porque los casos que seguidamente analizaremos se pueden agrupar en dos tipos:
a) aquéllos relativos a la regularidad del procedimiento de revisión, sea por el Poder
Legislativo, en el proceso electoral, o por la Convención, es decir, por aspectos formales o
procedimentales; b) aquéllos relativos a los puntos reformados, o sea, a las disposiciones
emanadas por una reforma constitucional. Es decir, que aunque se ocupa de cuestiones
materiales o de fondo, el único argumento jurídico en que se puede fundar la tacha de
invalidez –ante la ausencia de cláusulas de intangibilidad establecidas por la CN-- es por
haberse apartado del marco de habilitación fijado por la ley de convocatoria del Congreso o
Legislatura provincial, en los casos de reforma parcial. En suma, un asunto material queda
subsumido en una cuestión formal de coherencia o correlatividad con la norma que habilita
su modificación.
Debemos también hacer una aclaración previa en función de encuadre dado a este
trabajo. No vamos a ocuparnos de la declaración de inconstitucionalidad de normas
constitucionales ex post reforma, pues esto sólo ocurre a nivel provincial cuando una
disposición de la constitución local vulnera principios establecidos en la Constitución
Nacional. Bajo el acápite de “control de constitucionalidad de una reforma constitucional”
sólo caben aquellas dos hipótesis señaladas más arriba. En el orden nacional, en cambio, no
cabe la inconstitucionalidad de una norma de la Constitución Nacional –lo que sería una
contraditio in terminis-- sino la nulidad de la norma por violación al proceso de enmienda,
o sea, al marco de habilitación hecho por la ley del Congreso como lo hemos analizado más
arriba. Incluso el control “sustancial” de una norma de reforma lo es con referencia a la
disposición de la ley de convocatoria que habilitó o no, o lo hizo de una determinada
manera, a este punto en concreto. El control judicial de una reforma por asuntos de
contenido son aquellos planteamientos que tienen lugar durante o al finalizar el proceso de
revisión de manera sincrónica a la sanción de la norma cuestionada porque aquellas otras
causas que suceden habiendo pasado un tiempo luego de la reforma, entran dentro de un
caso general de constitucionalidad (v.g., el caso Alperovich citado no es un control judicial
de una reforma constitucional, sino cae dentro del caso de una inconstitucionalidad de una
disposición de una Constitución provincial).
Vamos a separar los casos de control judicial de reforma que tuvieron lugar en la Nación,
por un lado, y en las provincias, por el otro.
a) en la Nación:
1. En el orden nacional había predominado la doctrina de las political questions, hasta que
la Corte Suprema de Justicia de la Nación tuvo ocasión de pronunciarse acerca de la
constitucionalidad de la “Reforma” de 1957 en el Fallo: “Soria de Guerrero, Juana vs.
Bodegas y Viñedos Pulenta Hermanos” en el año 196325. En este caso se impugnó la
validez de una norma constitucional introducida por Convención de 1957 porque ésta había
incumplimiento de ciertas disposiciones del Reglamento Interno dictado por la propia
Constituyente (la aprobación por la asamblea de las versiones taquigráficas de las actas,
hecho que no tuvo lugar por disolución anticipada de la Convención).
27
Cf. Caso: "Soria de Guerrero v. Pulenta Hnos.", Fallos 256, 561 ver Voto en disidencia del
miembro Luis M. Boffi Boggero; también en JA 1963-V, p. 610. Más ampliamente del mismo vid.
BOFFI BOGGERO, Luis: “La justiciabilidad de las llamadas cuestiones políticas y su contribución
retorno integral a la República”, en JA 1963-V, pp. 113-125.
28
Cf. LINARES QUINTANA, S.V.; Tratado..., ob.cit., vol. III, p. 246.
Advirtamos desde ya que lo “descalificable” no es la disposición normativa en sí, sino el
proceso de elaboración de la misma que convierte al acto de sanción (no lo sancionado,
que cae como efecto) en nulo.
29
Véase Fallo cit. Nota 27.
30
Cf. VANOSSI, Teoría..., ob.cit., vol. I, p. 221, nota 54.
31
Cf. CUETO RUA; "¿Es posible...?", ob.cit., p. 1106.
32
Cf. LINARES QUINTANA; Teoría..., ob.cit., vol. III, p. 243-244.
33
Cf. BIDART CAMPOS; Manual de Derecho Constitucional, Buenos Aires, Ediar, 1972, p. 81.
34
Cf. CONSEJO PARA LA CONSOLIDACION DE LA DEMOCRACIA, Reforma
Constitucional. Dictamen preliminar del Consejo para la Consolidación de la Democracia,
Buenos Aires, Eudeba, 1986, Tomos I, p. 38.
35
En contra BOTET, Luis: Reforma Constitucional, Tesis doctoral, Facultad de Derecho de la
Universidad Nacional de Buenos Aires, 1969, pp. 22-23 cit. por Vanossi, ob.cit., p. 223.
36
Vid. Fallos 317:335, Caso “Polino, Héctor y otro c. Poder Ejecutivo Nacional” s/Acción de
Amparo, Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación del 07/04/1994, en LA LEY, t.
1994-C, p. 291-308. Vid. comentarios de GELLI, María Angélica: “Reforma constitucional, control
judicial y proceso democrático (El caso Polino en análisis)”, en LA LEY, t. 1994-C, pp. 291/301, y
de BARRA, Rodolfo: “Caso Polino: la corte ratifica su papel constitucional”, en ED, 25/5/94.
3. El siguiente caso se produce ya instalada la Convención reformadora, cuando se
impugnó como una extralimitación de la ley de convocatoria el haber ésta regulado la
forma de aprobación por la convención. En el caso “Romero Feris, José c/ Estado Nacional
(Poder Ejecutivo Nacional)”, un convencional reitera el cuestionamiento respecto de la
modalidad de votación impuesta a la Convención por la ley de convocatoria del Congreso,
considerándola un avance ilegítimo de éste sobre las atribuciones reglamentarias de aquélla.
Sin embargo, la Corte no llega a pronunciarse sobre la cuestión porque la Convención
receptó ese mismo principio al aprobar su Reglamento Interno37.
b) En las Provincias: La mayor parte de los problemas se originaron por causa del
procedimiento de reforma ello se debe a que el sistema de revisión provincial sigue en
líneas generales el modelo francés adoptado por la Constitución nacional (art. 30) de tres
fases: Ley de la Legislatura local, elección popular de representantes extraordinarios,
elaboración de la reforma a cargo de una Convención Constituyente especial.
37
Vid. Fallos: 317:716, Caso “Romero Feris, Antonio c/ Estado Nacional (Poder Ejecutivo
Nacional)” s/Amparo, Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación del 01/07/1994, ¸ y
en LA LEY, t. 1944-E, pp. 14-24; vid. comentario de GELLI, María Angélica. “Las reglas del
debate democrático y la representación en la Convención Reformadora”, en LA LEY, t. 1994-E, 14-
19. También ver “Alsogaray, Alvaro y otros”, s/ Recurso de Amparo. Juzgado Federal Nº 1, Santa
Fe, 2 de Julio de 1994, en ED, del 19/8/94.
38
Caso “Sanchez Viamonte, Julio y García, Tomas R. vs. Asamblea Legislativa”
s/Inconstitucionalidad, Sentencia de la Suprema Corte de Buenos Aires del 18/11/1904, citado por
SANCHEZ VIAMONTE, Carlos, SANCHEZ VIAMONTE, Carlos: Derecho Constitucional,
Tomo I: Poder Constituyente; Buenos Aires, Ed. Kapeluz, 1945, p. 564 s.. Advirtamos que el
tribunal provincial consideró que la actividad del cuerpo legislativo prevista en el procedimiento de
2. El segundo caso tuvo lugar en 1921 en Santa Fe a raíz de una célebre controversia
acerca de la validez de una Reforma de la Constitución de la provincia del año 1900
(reformada en 1907). El asunto llegó por vía de apelación a la decisión del Superior
Tribunal de Justicia de la Provincia de Santa Fe. La cuestión de la constitucionalidad de la
reforma se planteó en una causa donde se reclamaba la aplicación de una norma
constitucional introducida por la reforma de 1921 (Caso: “Lavanderi, Gervasio”)39. En esta
causa se controvirtió la validez de las disposiciones sancionadas por la Convención
Constituyente de 1921 fuera del plazo para deliberar fijado por la Ley de convocatoria
constituyente sancionada por la Legislatura provincial. El Sr. Lavanderi invocaba a su favor
la aplicación de un nuevo artículo introducido en la Constitución por la Convención fuera
del plazo legal. Tanto el Tribunal inferior como el Superior Tribunal rechazaron la
aplicación de dicha norma porque entendieron que "no ha habido, pues, Reforma a la Cons-
titución de la provincia" porque la Convención Constituyente se había expedido fuera del
plazo fijado por la Legislatura local. Advirtamos que no se niega la justiciabilidad del
control judicial de una reforma constitucional pero se lo admite por razones
procedimentales pues rechazó la validez del acto de sanción –no la disposición en sí--
operada fuera del plazo impuesto por la Ley de convocatoria a la actuación de la
Convención constituyente40.
revisión forma parte del proceso constituyente, y se encuentra sujeta al control judicial de
constitucionalidad.
39
Vid. JA, tomo 1922, Superior Tribunal de la Provincia de Santa Fe, Caso: “Lavanderi,
Gervasio”, Sentencia de diciembre de 1921, p. 547 ss.
40
El asunto de la Reforma de 1921 de Santa Fe no terminó allí, porque cuando en 1932 el partido
que había impulsado esta reforma accedió al gobierno provincial, dictó una ley poniendo en
vigencia la controvertida Constitución de 1921, lo que provocó la reacción del Poder Ejecutivo
Nacional que dispuso la intervención federal de la provincia, deponiendo a sus autoridades.
Entretanto se había originado un caso judicial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación que se
excusó de entender por considerar que se trataba de una cuestión política.
progresiva ampliación de nuevos medios procesales para impugnar por inconstitucionalidad
(por habeas corpus, por amparo y por acción declarativa). Muchas provincias incorporaron
en sus textos constitucionales la acción de inconstitucionalidad como competencia
originaria de su Tribunal Superior de Justicia (con efecto al caso: Buenos Aires, Córdoba,
Mendoza, Misiones, San Luis; con efecto general: La Rioja, San Juan, Formosa, Río Negro,
Chubut, Tierra del Fuego, Chaco, Neuquén, CABA, Santiago del Estero).
La jurisprudencia que inició este ciclo fue en la provincia de Santiago del Estero en
1986. La Convención había negado la incorporación a un convencional electo, y el Superior
Tribunal se pronunció invalidando esta decisión. Aquí hubo analizar el alcance de la Ley de
convocatoria y los límites a las atribuciones de la Convención (“Castiglione, Antonio V. vs.
H. Convención Constituyente”. Fallo del 06/03/1986 del Superior Tribunal de Santiago del
Estero)41.
41
Fallo: “Castiglione, Antonio V. vs. H. Convención Constituyente” – Superior Tribunal de
Santiago del Estero (6/3/86) en ED, 118, p.153. Idem en MILLER, J., GELLI, M.A. , CAYUSO, S.:
Constitución y poder político, Bs. As., Astrea, 1987, t. I, pp. 323-337. Vid. Comentario de BIDART
CAMPOS, G.; en ED, t. 118, p. 153 ss.
En 1987, en la provincia de Jujuy, indirectamente se provoca la intervención del Superior Tribunal
de Justicia en un intento de prorrogar mandatos legislativos sin mediar reforma constitucional
(“Ceballos, Rodolfo. c/ Legislatura de la prov. de Jujuy”, en ED, t. 128, p 193; y en JA, 1988-III, p.
452). El punto objeto de preferente atención por la jurisprudencia argentina es el de la
4. Seguidamente en la provincia de Río Negro se cuestionó la decisión de la
Convención constituyente de modificar el lugar de reunión de la misma, apartándose de lo
dispuesto en la Ley de Convocatoria. Aquí hubo un pronunciamiento sobre el alcance de las
atribuciones de la Asamblea Constituyente en relación al lugar de sesión de la Convención
establecido por ley de convocatoria de la Legislatura (“Presidente del Concejo Municipal
de Viedma”, Fallo del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro del 30/12/1987)42.
“legitimación activa” (calidades del actor en relación a la vía impuganticia usada). La tendencia
provincial es, en general, admitir la acción [véase con anterioridad a re Castiglione, los fallos de las
Cortes Suprema de Neuquén (“Aromando, Daniel y otros, s/Acción de Inconstitucionalidad,
30/08/1994, en ED, t. 114, p. 147/151), y de Salta (“Fiscal de Estado c. Resolución H. Cámara de
Diputados y de Senadores”, s/Acción de Nulidad por inconstitucionalidad, 02/12/1985, un caso
análogo de prórroga de duración del mandato de legisladores , en ED, t. 116, p.351/358)]
42
Caso “Presidente del Concejo Municipal de Viedma” - Superior Tribunal de Justicia de Río
Negro (30/12/87) en JA, Semanario Nº 5607 (15 de febrero de 1989), pp. 14-32. Vid. comentario de
BIDART CAMPOS, G.: “Mandamiento de prohibición emitido por el Superior Tribunal de Río
Negro contra la convención constituyente provincial”, en ED, t. 128, p. 491.
43
“Unión de Centro Democrático y Otro vs. Provincia de Mendoza” - Suprema Corte de Justicia de
Mendoza, Sala I - 4/5/89 en JA, Nº 5629 (19 de julio de 1989), pp. 12-29 y t. 1989-III, p. 240 ss. .
Vid. comentarios de BIDART CAMPOS, G.: “Una cuestión de Reforma constitucional provincial
que ha sido juzgada y resuelta por la corte local” y PEREZ GUILHOU, Dardo: “La interpretación
constitucional” en ED , t. 133, p 714 ss.
Interno de la Convención (aprobado por la mayoría). El Alto Tribunal resolvió que el
Reglamento se apartaba de las pautas fijadas por la ley de convocatoria de la Legislatura44.
44
“Gutiérrez; José Raúl y otros vs. H. Convención Constituyente”, s/Acción de Amparo y Medida
Cautelar, Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (06/04/1990) Vid. comentario de
BIDART CAMPOS, Germán: “La Corte de Justicia de Tucumán y la Convención Constituyente
provincial” en ED, 4/9/1990. Con anterioridad se había dado una intervención judicial en materia
electoral, no propiamente sobre la reforma constitucional, pero vinculada a ella en “Partido Defensa
provincial Bandera Blanca vs. Gobierno de la Provincia”, Corte Suprema de Justicia de Tucumán.
29 de Abril de 1989.
45
Puede ampliarse en JA, 1999-III, 505; Suplemento JA del 19/09/1990, pp. 20 -38.
para la actuación de la Convención. El Tribunal Superior de Justicia intervino para declarar
vencido el plazo de vigencia de la Convención y nulas las enmiendas dictadas con
posterioridad (“Cerrezuela, Luis y Otro - s/Acción Declarativa de Certeza” - Tribunal
Superior de Justicia de La Rioja - 11/3/02). A pesar de esta declaración, la reforma fue
ejecutada, y la norma que reducía el Tribunal Superior, dictada habiéndose vencido el plazo
que la ley le había fijado, fue aplicada y, entonces, el Tribunal fue disuelto.
46
“Arias, Víctor Hugo y otro vs. Provincia de Tucumán s/ Inconstitucionalidad” Corte Suprema de
Justicia de Tucumán (02/09/2005) en ED, S.Constitucional, 23/6/2006 y 14/7/2006 ;
lugar, como era de esperar en el estado de evolución de la conciencia garantista del Estado
de Derecho instaurado en 1983, a numerosos cuestionamientos desde el inicio mismo del
procedimiento de revisión que provocó la intervención de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación en tres leading cases. Los dos primeros (Caso Polino y Caso Romero Feris)
apuntaron a vicios de procedimiento, en cambio el último (Caso Fayt), bajo la apariencia de
un desacople formal entre la ley de habilitación y lo actuado por la Convención, se sostuvo
la existencia de un límite implícito material, llegándose a declarar la nulidad –que no la
inconstitucionalidad— una disposición introducida por la reforma de 1994.
47
Cf. Caso “Fayt, Carlos S. vs. Estado Nacional” s/ Amparo (Sentencia de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación del 19/08/1999), en JA, Nº 6168 (17/11/99), LA LEY, Nº 222 (17/11/99), ED.
Diario de Jurisprudencia y Doctrina (17/9/99) y en t. 184, pp. 979-999; en el mismo también ver
“s/Recusación”, publicado en LA LEY, t. 1999-E, pp. 305-323; ED, t. 184, pp. 998-999. La
doctrina se dividió entre aquéllos que estaban a favor del Fallo (EKMEKDJIAN, Miguel Angel: “El
control de constitucionalidad de la reforma constitucional” en LA LEY, Nº 222 (17/11/99), pp. 1-2
y en t. 1999-F, pp. 127-132. Repetido en ”El quid del control de constitucionalidad de una reforma
constitucional” en Tratado de Derecho Constitucional, (punto 403), t. III, Buenos Aires, Depalma,
1995; VENTURA, Adrián: “Inamovilidad de los jueces y la nulidad de un punto de la reforma
constitucional” en LA LEY, pp. 1-6; MIDON, Mario A.: “Los límites del poder constituyente. A
propósito del caso Fayt” en LA LEY, t. 2000-C, pp. 540-543 y en Boletín de la Asociación
Argentina de Derecho Constitucional, Nº 169, p. 11; BIANCHI, Alberto B.: “Los efectos del caso
Fayt sobre la reforma constitucional de 1994” en ED, t. 184, pp. 979-987; IBARLUCIA, Emilio A.:
“Control judicial de la validez de una cláusula constitucional” en LL, suplemento de Derecho
Constitucional del 18/8/98; “Invalidez de la cláusula del art. 99 inc. 4, párrafo 3 de la Constitución
Nacional” en LA LEY del 17/11/98; PADILLA, Miguel M.: “Una equivocada interpretación” en
ED, 5/3/99; BADENI, Gregorio: “Constitucionalidad de la reforma constitucional” en LA LEY,
1998-D, pp. 1204-1210 del 30/7/98; GIL DOMINGUEZ, Andrés: “El caso Fayt una polémica
bisagra en los alcances del control de constitucionalidad de la reforma constitucional” en Boletín de
la Asociación Argentina de Derecho Constitucional, Nº 170, p. 4; GARCIA BELSUNCE, Horacio:
“La inconstitucionalidad o nulidad de una reforma constitucional. Implicancias de su declaración”
en Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires, anticipo de anales, año
XLV, segunda época, Nº 38, Junio 2000; y por supuesto el trabajo del propio FAYT, Carlos S.: El
Self-Moving. Garantía de Independencia del Poder Judicial. La inamovilidad de los Jueces
Federales, Nacionales y Provinciales, Buenos Aires, La Ley, 2000, p. 243. En cambio manifestaron
su opinión crítica a lo decidido por la Corte: COLAUTTI, Carlos E.: “Las reformas a la
Constitución y los límites de la revisión judicial” en JA, Suplemento Especial, Semanario Nº 6168
(17/11/99), pp. 33-35; SABSAY, Daniel A.: “El control de constitucionalidad de la reforma
constitucional en un fallo de la Corte Suprema Argentina” en Anuario Iberoamericano de Justicia
Constitucional, Nº 3, 1999, pp. 427-443; SAGÜES, Néstor P.: “Novedades sobre las cuestiones
políticas no justiciables” en ED, Nº 9861, año XXXVII, 21/10/99, Nota a Fallo; *”El poder judicial:
¿Inamovilidad permanente o inamovilidad transitoria?” en LA LEY, t. 1982-C, pp. 751-761;
la Corte, va a admitir la plena justiciabilidad de una reforma constitucional no sólo en
relación a la observancia del procedimiento sino en cuanto a los contenidos mismos de la
revisión. En efecto, la Corte sobre el supuesto de vicio formal (extralimitación de la
Convención en relación a lo habilitado por el Congreso) termina por consagrar, por
primera vez en la jurisprudencia argentina, la existencia de un límite material implícito.
SERRANO, María Cristina: “El poder constituyente derivado. Análisis de un fallo de la Corte” en
Boletín de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional, Nº 167, marzo 2000, p. 4;
GARCIA LEMA, Alberto M.: “Critica a la declaración de inconstitucionalidad del artículo 99 inc. 4
de la Constitución Nacional” en Boletín de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional, Nº
172, agosto 2000, p. 10; y en particular el trabajo de HERNANDEZ, Antonio María: “El caso
‘Fayt’ y sus implicancias constitucionales” en Anuario Iberoamericano de Justicia Constitucional,
Nº 5, 2001, pp. 453-515 y en Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba,
Córdoba, 2001, pp. 125 ss.
Si se hubiese combinado, por un lado, una concepción del Poder Constituyente
como ejercicio dividido de la soberanía, es decir, reconocer la existencia de función
constituyente a través de diversos momentos de manifestación de la soberanía popular
(Congreso, electorado, Convención, referéndum, iniciativa popular, etc.); y, por otro lado,
la concepción que el procedimiento de reforma argentino responde al modelo francés
imperfecto (pues carece de ratificación popular posterior), se llega, en consecuencia, a la
conclusión que la reforma constitucional argentina es el resultado de un acto múltiple y
complejo donde interviene el Congreso, el electorado y la Convención. De este modo se
habría hallado solución a numerosas cuestiones que quedaron sin una respuesta coherente
en las diversas posiciones expuestas.
Estas premisas teóricas habrían dado respuesta a las dificultades de articulación que
inevitablemente se generan a la relación entre el Congreso y la Convención propia del
modelo francés de revisión adoptado por el art. 30 de la Constitución argentina,
especialmente cuando se emprende una reforma parcial. Estos desajustes, además, se
acentúan cuando se trata de una reforma parcial muy amplia y extensa como fue en 1994.
48
Esta interpretación que consagra como límite implícito el principio de inamovilidad absoluta de
los jueces, se había preanunciado unos meses antes en una sentencia /(22/06/1999) de la CSJN la
Nación que declaró inconstitucional una disposición semejante (art. 88) que contenía la
Constitución de Santa Fe de 1962, a la que se declaró inconstitucional (“Iribarren, Casiano Rafael
c/ Provincia de Santa Fe” s/ acción declarativa, en Fallos: 322-1257; idem “Alvarez, Raúl A. c/
Provincia de Santa Fe” Sentencia del 14/10/99).
En el modelo francés cuando se emprende una reforma parcial, la Asamblea
Nacional (Parlamento) determina los puntos susceptibles de ser reformados (o no) por la
futura Asamblea Constituyente. De este modo los puntos sustraídos o no señalados para la
revisión se convierten en límites expresos a la reforma en consecuencia, la Convención no
puede abordar los puntos que no han sido habilitados para su revisión. Los puntos excluidos
de la habilitación no pueden ser objeto de modificación alguna por la Convención.
Esta distinción (si había un límite explícito fijado por el Congreso o estábamos ante
un límite tácito) estuvo ausente en el debate por lo que incluso en algunas argumentaciones
favorables a la actuación de la Convención se llegó a sostener que tal principio, en el modo
en que había sido reglado en la reforma, no resultaba afectado, lo que presupone dar por
aceptada la existencia de tal principio como un límite implícito.
b) En las Provincias:
49
Vid. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION: “Ríos, Antonio Jesús, s/Recurso de
Hecho en causa Ríos Antonio – s/Nulidad Parcial de Reforma Constitucional – Medida de No
Innovar”, Fallos: 316, pp. 2743-2744.
Vid. comentarios de BIDART CAMPOS, Germán J.: “La impugnación ante la Corte Suprema de la
reforma constitucional correntina” en ED, t. 156, p. 289; y de PADILLA, Miguel: “Una
oportunidad desaprovechada y un riesgo evitable”, en LA LEY, t. 1994-C, p. 46 ss.
concluyendo, en este caso, que tal posibilidad estaba implícitamente conferida por la ley de
convocatoria.
50
Vid. Sentencia del 27 de setiembre del 2005.
jueces mendocinos demandó directamente por ante la CSJN la ley provincial 7505 (que
proponía modificar un sólo artículo de la Constitución de Mendoza conforme al
procedimiento de enmienda establecido por el art. 223) con el argumento que era contrario
al principio de inamovilidad de los jueces (erigido en limite tácito por la CSJN en el Fallo
Fayt). La CSJN si bien admitió su competencia originaria, seguidamente, declaró
inadmisible el amparo por entender que no se estaba ante una controversia actual y
concreta.
7. En Tucumán se dio el caso más espinoso porque involucra una cuestión de fondo
bajo la apariencia si formó o no parte de la habilitación hecha. La Corte Suprema de
Justicia tucumana en un recurso de casación por una acción declarativa de
inconstitucionalidad iniciado en la Sala 2da. de la Cámara en lo Contencioso
Administrativo quien hizo lugar a la demanda del Colegio de Abogados de Tucumán que
impugnó la conformación del Consejo de la Magistratura, del Jurado de Enjuiciamiento y el
sistema de enmiendas incorporados por la reforma constitucional del 2006. El TSJ
tucumano recepta la nulidad del artículo referido al procedimiento de reforma por enmienda
(art. 155) y, respecto del Consejo de la Magistratura (art. 101 inc. 5°) aunque confirma la
nulidad, formula una interpretación con el valor de verdadera sentenze legge. Como vemos
la fundamentación está fundad en la discordancia de lo sancionado con la habilitación
dispuesta por la ley de convocatoria de reforma parcial (Ley 7469).
No resulta ocioso destacar que los casos más importantes relacionados al control
judicial de una reforma parcial fueron cuestiones vinculadas al propio poder judicial (Casos
“Iribarren” y Alvarez en 1999, “Fayt” en 1999, “Cerrezuela” en La Rioja 2002, “Brandi” en
Mendoza 2005, “Colegio de Abogados de Tucumán” en 2008, “Sotelo” en 2009 en
Corrientes). Los tribunales judiciales manifiestan interés en sumergirse en materia de fondo
cuando el punto en cuestión se refiere al propio poder judicial mientras no aparece el
mismo celo cuando se interrumpe la duración del mandato popular de un diputado o un
senador provincial (Caso Tucuman 1990, Córdoba 2001). Quizás a fuer de insistir que el
Poder Judicial es el “defensor de la Constitución” se ha corrido de amperímetro al otro
extremo de convertirlo en el “detentador de la Constitución”.
Para ello corresponde al órgano que la propia Constitución encarga para casos
problemáticos realizar juicios de subsunción lógico-normativo, verificar la observancia de
los requisitos de forma y, eventualmente, de fondo si existieren.
Pero también, como efecto indirecto, la decisión judicial tiene, además, un 'valor
indicativo' suplementario: comprobar la naturaleza democrática de la reforma emprendida.
En efecto, porque el respeto de las normas del proceso de revisión que sirven de testimonio
51
Cf. AA.VV. (Mario Midón director): Constituciones provinciales y de la Ciudad de Buenos
Aires comentadas”, Buenos Aires, Abeledo Perrot, 2009, pp. 155-158.
que se está ante el Poder Constituyente Reformador, es una garantía que se ha mantenido la
continuidad jurídica y política del sistema constitucional democrático.