Vous êtes sur la page 1sur 7

46

la totalidad de lo que es movido (13). (Sófocles, Antígona 332). «Yo creo que los hombres tienen más
bienes que males... ante todo, un dios nos ha dado la inteligencia»
Se comprende que una «derecha» anaxagórica haya sacado
(eurípides, Las suplicantes 198). «Corta es la fuerza del hombre,
de este texto la afirmación de un Dios espíritu puro, autor inteligente
pero con su múltiple ingeniosidad, domina las terribles razas del mar,
del orden universal.
de la tierra y del aire» (id., Éolo, fr. 27).
Pero no hay que olvidar que una «izquierda» anaxagórica
Demócrito y los sofistas pertenecen a la izquierda
también se apoyaba en este texto para liberar a la inteligencia
anaxagórica.
humana de toda sumisión a lo divino: ¿No dice Anaxágoras que el
νους; es semejante tanto en el más pequeño como en el mayor de
los seres animados? ¿No hace del νους una substancia más pura y DOS JONIOS, LEJOS DE ATENAS Y ELEA, CREAN POR
ligera, pero del mismo orden que los demás «objetos»? Y si es FIN LA ÚNICA FÍSICA ELEÁTICA
evidente que el νους, según Anaxágoras, conoce todas las cosas, no
LEUCIPO
es evidente que conocería de antemano el orden resultante del
papirotazo inicial... Más aún, la dignidad admirable del νους parece EL HOMBRE.

ser menos la del intelecto cósmico que la del intelecto humano: Es tan difícil situarlo en el tiempo, que a veces se ha negado
«Anaxágoras dice que si el hombre es el más inteligente de los su existencia histórica. Teofrasto lo califica de eléata, y ciertamente
animales lo debe al hecho de tener manos» (aristóteles, Partes de conoció las enseñanzas de Parménides. Pero ¿conoció a
los anímales, diels-kranz 9, A, 102). El νους cósmico, dios si se Parménides y a Zenón? Si es así, podría ser contemporáneo de
quiere, es cosa indispensable, pero ínfima. El espíritu del hombre es Meliso, de Empédocles y de Anaxágoras.
más divino que este dios. El espíritu elemental ha organizado bien la
naturaleza; pero el espíritu humano la reorganiza mucho mejor.
LA DOCTRINA. EL SER Y EL DEVENIR.
Las trágicos nos devuelven el eco de este orgulloso
humanismo: «Pero, ¿quién podrá narrar la audacia ilimitada del El texto de Aristóteles os muy claro: Leucipo creyó poseer

espíritu humano?» (Esquilo, Las coéforas 594). «Numerosas son las una teoría de acuerdo con la sensación, que no arruinaba ni la

cosas terribles, pero ninguna es más terrible que el hombre» generación, ni la corrupción, ni el movimiento, ni la multiplicidad de
47

los seres. Concedía estos puntos a las apariencias sensibles. En Pero, si todo se reduce a la existencia pura, no hay más que
cuanto a los que afirman el uno, les concede que no puede haber un solo ser. Posición insostenible contra la que se tiene que levantar
movimiento sin vado, que el vado es no ser, y que del ser nada es no Leucipo, igual que sus dos contemporáneos: se necesita una
ser, pues el ser propiamente dicho es ser-lleno. Pero un tal ser no es pluralidad de seres, a pesar de la unidad de la existencia, La
uno (= único), sino que hay una infinidad, y son invisibles a causa de ingeniosidad de Leucipo consiste en admitir la existencia del no ser,
la pequeñez de su masa. Y se mueven en el vado, pues el vado es decir, del vacío: Leucipo y su compañero Demócrito toman como
existe, y, cuando se juntan, producen la generación, y cuando se elementos lo lleno y lo vacío, que llaman respectivamente el ser y el
separan, la corrupción. Por otro lado, de lo que es en verdad uno no no ser (Aristóteles, Metafísica A, 985M). Ésta es, pues, la única co-
podría ¡amas provenir la multiplicidad, ni de lo que es en verdad rrección aportada por Leucipo al eleatismo: el no ser existe tanto
múltiple, el uno; es algo imposible (De generatione et corruptione I,8, como el ser, o, como él decía, según Simplicio y Plutarco: El δέν no
324o34-36). existe más que el µηδέν. Aunque Simplicio reserva esta fórmula a
Demócrito (DiEts-KRANZ 68, A, 37).
Acaba de nacer el mecanicismo integral, con el
descubrimiento de la noción filosófica de «atomicidad» y la exclusión Cuando el vacío rodea una porción de lleno y la separa de
de toda cualidad distinta del ser. las demás, se halla realizada la hipótesis de Meliso: «Si hubiese
pluralidad de seres, sería preciso que cada uno fuese tal como yo
Recordemos que Empédocles y Anaxágoras concedían a
digo que es el uno.» Esto es exactamente lo que piensa Leucipo:
Parménides que lo que empieza no es más que un ser falso: es
cada partícula del ser lleno está dotada de todos los atributos
solamente una composición (Empédocles), una yuxtaposición
metafísicos del uno de Parménides (pero no del uno de Meliso, que
(Anaxágoras) de seres preexistentes.
lo proclamaba infinito, porque admitía aún que el ser no puede estar
No obstante, contra Parménides, ambos admitían la
limitado por el no ser).
pluralidad cualitativa (cuatro elementos de Empédocles,
De ahí se siguen dos consecuencias. Primera: en el vacío,
innumerables «objetos» de Anaxágoras). Ahora bien, estas
las partículas de ser pueden desplazarse, por tanto, aproximarse (y
cualidades múltiples se añaden a la existencia de un modo irracional:
dar la apariencia de generación) o separarse (y dar la apariencia de
son otros tantos hábitos verbales, otras tantas opiniones, que
corrupción). Después en el interior de cada partícula reina la
importa reducir a la existencia pura.
inmutabilidad absoluta del uno eléata: y ninguna partícula de ser
48

puede dividirse para engendrar dos o más seres nuevos. El ser es en ellos ha perdido todo sentido cualitativo y dinámico, para
indivisible (en griego: ατοµος = átomo). convertirse en sinónimo de los demás términos que designan los
átomos: «formas», «figuras», «ideas», «magnitudes indivisibles».
A decir verdad, el mecanicismo no es aún completamente
puro; cada átomo disfruta aún de una determinación que no se Se plantea entonces una cuestión ulterior: si ya no hay
reduce a la existencia misma: la figura. Leucipo suponía que los espontaneidad fecunda ni motricidad animadora, ¿de dónde procede
elementos a los que llamaba átomos son una infinidad y siempre en este movimiento local que es el único devenir? ¿Del peso de los
movimiento, y que la pluralidad de formas que en ellos se encuentra átomos? Incluso si Leucipo se lo concede, no es seguro que sea
es infinita, por el hecho de que nada es más bien esto que lo otro, y este peso el que explique su movimiento primordial. ¿De los
porque él comprobaba en los seres un devenir y una transformación choques que reciben? Más, si los choques explican las
incesantes (Teofrasto, en simplicio; Diels-Kranz 67, A, 8). Leucipo y modificaciones en la dirección, suponen el movimiento y no lo
Demócrito hacían las figuras infinitas (Aristóteles, De generatione et explican. ¿Por el solo hecho de su posición en el vacío? Pero si la
corruptione I, 1, 31569). dialéctica de lo lleno y de lo vacío indiferenciado bastaba para
explicar el movimiento, ¿por qué Epicuro se ha creído obligado a
Así pues, no hay que apresurarse a saludar en el atomismo
atribuir a los átomos una gravedad y una caída eternas? El
de Leucipo como una lejana anticipación de la teoría atómica de los
pensamiento de Leucipo parece mucho más sumario: Ningún objeto
químicos modernos. Primera diferencia: la atomicidad del
existe vanamente, sino todos a partir de una razón y por necesidad
mecanicismo antiguo no debe nada a la experiencia y todo a la
(Diels-Kranz 67, B, 2) E igualmente después de él: Demócrito
ontología. Segunda diferencia: la teoría química exige en nombre de
reduce a la necesidad todas las cosas que utiliza la naturaleza,
la experiencia que haya un número limitado de tipos atómicos; el
omitiendo el asignarles un fin (aristóteles, De generatione animalium
atomismo antiguo creía deber admitir una infinidad de tipos.
v, 8, 78962).
Al milesio Tales, jonio del sur, que buscaba a partir de qué y
por qué «impulso» empiezan las cosas, un jonio de Tracia, a un siglo
de distancia, le responde que no hay impulso, y que ningún ser DEMÓCRITO
verdadero comienza. El mecanicismo es una física sin physis: EL HOMBRE.
Leucipo y Demócrito pueden emplear a veces la palabra physis, pero
Tuvo su apogeo, según Apolodoro, en el año 420, año en el
49

que quizá fundó su escuela en Abdera, su patria, ocho años después EL MÉTODO.
del nacimiento de Platón. En su vejez, habría oído hablar de Platón y
El conocimiento se reduce a la sensación. La sensación a su
habría sido su contradictor, desde luego desconocido (Liard,
vez se reduce a la proyección, en los órganos, de ciertos efluvios
Brochard y Mondolfo, contra Rivaud). De hecho, permaneció en
emitidos por los cuerpos o, al menos, de ciertos simulacros que
Atenas, prácticamente ignorado: Llegué a Atenas y nadie allí me
estos efluvios producen en el aire.
conocía (Diels-Kranz 68, B, 116). Platón no conoció los átomos. Es
De esta psicología mecanicista se deduce cierto relativismo:
Aristóteles, un poco jonio del Norte como Demócrito, quien nos
De la realidad no captamos nada absolutamente verdadero, sino
revela esta doctrina.
sólo lo que llega fortuitamente, conforme a las disposiciones
momentáneas de nuestro cuerpo y a las influencias que nos
LA DOCTRINA. alcanzan o que chocan con nosotros (9). Mis palabras muestran,
pues, que no hay nada verdadero, sino que la opinión extendida
Al Gran Diacosmos, que puede haber sido la obra de
ocupa en cada uno el lugar del juicio (7). ¡La verdad, en un pozo!
Leucipo, Demócrito añade su Pequeño Diacosmos y las Éticas.
(117).

Es necesario que el hombre sepa que está lejos de la verdad


EL ALMA.
(6). Se verá muy claramente que es difícil saber lo que es verdadera-
El alma no es algo misterioso: es un conjunto de átomos mente cada cosa (8). Todo esto evoca la crítica del conocimiento de
muy sutiles y móviles. La respiración hace entrar alma Empédocles.
constantemente en el cuerpo. Pero, evidentemente, un alma así no
Veamos ahora lo que es más próximo al pensamiento de
es inmortal: Algunos hombres no saben que la naturaleza mortal se
Anaxágoras: Las cosas visibles son el criterio de comprensión de las
descompone. Porque tienen conciencia de haber obrado mal durante
invisibles (A, 111). Lo invisible, se presume, es el ser verdadero,
su vida, pasan el tiempo de su existencia en terrores y temores,
objeto de un conocimiento auténtico que se funda en la sensación,
forjando mitos erróneos respecto del tiempo que sigue a la muerte
pero que debe rebasarla: Hay dos formas de conocimiento, una
(297).
verdadera, la otra oscura. Al conocimiento oscuro pertenecen: la
vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. El verdadero conocimiento
50

es muy diferente... (11). ¡Por convención, el color! ¡Por convención, poros del durmiente. Demócrito, aunque reduce estos dioses a
lo dulce! ¡Por convención, lo amargo! (125, cf. 9, que añade: En procesos naturales, no niega sus efectos tanto benéficos como
verdad, no hay más que los átomos y lo vacío). maléficos; incluso va a conservar la «oración» entendida, es verdad,
como súplica para encontrar «simulacros» propicios (cf. Diels-Kranz
A, 77.79).
LO DIVINO.

El mecanicismo integral puede aún dejar lugar al alma.


EL OBRAR.
Pero en él no queda sitio para un principio supremo que lo
La mayoría de los fragmentos que nos quedan de Demócrito
contenga y dirija todo. Los átomos, lo vacío y el movimiento local lo
constituyen bellas máximas, pero no somos capaces de percibir su
explican todo. Es la negación del objeto religioso. No obstante,
conexión, tanto con el mecanicismo fundamental, como de las
puesto que la religión es un hecho, es preciso, para explicarlo,
máximas entre sí.
proponer una teoría del hecho religioso:
Bastante socrático es el fragmento 83: La ignorancia de lo
La ocasión de la creencia en los dioses: Algunos han
mejor nos hace cometer faltas. Pero otros lo corrigen: Muchas per-
sospechado que llegamos a concebir a los dioses partiendo de las
sonas, sin haber aprendido lo que es razonable, viven, sin embargo,
maravillas que se producen según el orden del mundo. Demócrito
según la razón (53), y también: Muchas personas, a pesar de seguir
parece ser de esta opinión, pues dice: Viendo las perturbaciones que
una conducta vergonzosa, tienen razonamientos excelentes (53a).
se producen en las alturas, tales como truenos, relámpagos, rayos,
conjunciones de astros, eclipses de sol y de luna, se quedaban ¿No hay alguna paradoja en querer deducir, como parece
asustados ante ellos y pensaban que los dioses eran su causa hacerlo Demócrito, de una física del movimiento eterno y necesario,
(Sexto Empírico, Adversus Mathematicos; diels-kranz 71, A, 75). una moral de la serenidad, de la tranquilidad, debida a que nunca se
violará la proporción entre los esfuerzos de cada cual y las
Pero la realidad que corresponde a la noción de lo divino es
posibilidades de su physis?
muy limitada: se reduce a las apariciones que se presentan a los
hombres en sueños durante la noche. No son alucinaciones, sino Es notable que la formulación de su moral conduce a
«simulacros», percibidos al modo de las sensaciones, a través de los Demócrito a utilizar un lenguaje religioso: Buscar los bienes del alma
51

es buscar los bienes divinos; contentarse con los bienes del cuerpo
es contentarse con los bienes humanos (37).
EL SER Y EL DEVENIR.

Me parece que todos los seres son una alteración a partir de


DIOGÉNES DE APOLONIA lo mismo y que son lo mismo. Y esto es evidente (ευδηλον): si, en

EL HOMBRE. efecto, los seres que hay ahora en este mundo, la tierra y el agua, el
aire y el juego, y todos los demás que parecen existir en este mundo,
El último de los jonios se instala en Atenas. La fecha y el
si uno de ellos fuese absolutamente distinto que otro, siendo distinto
lugar de su origen son difíciles de precisar. ¿Es de una generación
por su naturaleza propia, y, no siendo el mismo, cambiase de
posterior a la de Anaxágoras y Leucipo? Teofrasto nos asegura que
múltiples maneras y se alterase, de ninguna manera se podrían ni
tomó cosas de ellos. Igualmente, Las nubes, de Aristófanes,
mezclar los unos con los otros, ni ser útiles o perjudiciales el uno al
atribuyen a Sócrates un sistema que caricaturiza el de Diógenes.
otro, ni una planta ni in ser vivo podría nacer de la tierra, ni nada más
¿Cuál es su Apolonia natal? Probablemente la de Frigia o la de
podría ser engendrado (digo yo:) si no estuviese establecido de
Macedonia, ya que escribe en prosa jónica. Debió de interesarse por
manera que fuese lo mismo. Pero todas estas cosas procedentes de
la medicina: lo atestigua el importante fragmento sobre las venas
lo mismo, por alteración en otros tiempos, comienzan a ser de otro
que Aristóteles nos ha conservado. Demetrio de Palero nos dice que
modo y retroceden hacia lo mismo (DIELS-KRANZ 64, B, 2).
«estuvo en gran peligro de morir en Atenas, porque fue muy
envidiado». Como Tales, Diógenes busca el substrato del devenir
universal. Con Parménides, reconoce en todas las cosas el ser: la
unidad y la identidad del ser, a través de la multiplicidad cambiante
LA DOCTRINA. EL MÉTODO. de los individuos y los tipos, son halladas por los métodos propios de
los jonios. ¿Es la introducción del concepto de substancia (Jacques
No tenemos otra indicación sobre el método seguido por
Chevalier)? Es posible, pues nadie antes que él había dicho tan
Diógenes que el deseo de arcaísmo, o mejor dicho, de «reacción»
claramente que el substrato único era la condición de toda inter-
(Robin) que manifiestan tanto su lengua como sus temas
acción y de toda transformación. Por último, con Empédocles,
fundamentales. Efectúa un verdadero retorno a Tales en nombre de
Diógenes sostiene que el agua, la tierra, el aire y el fuego son, los
la experiencia.
322

preexistido, pero en mejor. Todo el resto del tratado, más de la


mitad, deduce tic ahí que el uno no tiene ni pensamiento ni
conciencia, apelando una vez más a los que han realizado la
experiencia.: Los que han estado en contacto con él, saben bien que
no hay que atribuirle el pensamiento (Sobre la cuestión del origen de
la multiplicidad de las ideas y sobre el bien VI, 7).

Mucho más técnicos, los tres tratados Sobre los géneros del
ser afrontan el problema categorial (VI, 1, 2 y 3).

En una ontología que no sólo hace depender lo múltiple del


uno, sino que además reduce la realidad a la unidad, la dificultad
insuperable para los espíritus pegados a lo sensible estriba en com-
prender cómo el uno puede estar presente en lo múltiple (dificultad
ya válida para las formas platónicas, cf. el Parménides). Plotino
muestra cómo lo que es uno está presente en todas las partes de lo
múltiple, primero por la emisión de sus potencias, pero también y
sobre todo porque el simple inextenso contiene al compuesto
extenso (Sobre que el ser uno e idéntico puede estar en todas partes
a la vez vI, 4 y 5).

Vous aimerez peut-être aussi