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Apuntes de Historia Contemporánea  2000, Mariano Santos La Rosa Editores, S. no A.


Queda rigurosamente permitida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la
reprografía o el tratamiento informático y la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamos públicos.

PRÁCTICO Nº5- HISTORIA CONTEMPORÁNEA:


POLÍTICA INTERNA DE NAPOLEÓN

A. SOBOUL: "LA FRANCIA DE NAPOLEÓN"

OBJETIVOS DEL PRÁCTICO Nº5:


Se formarán 5 grupos para exponer los siguientes temas:
1- Grupo 1: El Código Civil
2- Grupo 2: Dictadura y Estabilización (1799 a 1815).
La dictadura institucionalizada.
Los fundamentos del nuevo estado
3- Grupo 3: Poder personal y violencia de estado
4- Grupo 4: Aparatos ideológicos del estado
De la separación de la Iglesia y el Estado (1794) al Concordato (1802)
De la "instrucción común" a la Universidad Imperial
5- Grupo 5: Disidencias

DESARROLLO DEL PRÁCTICO:

GRUPO Nº1:
EL CÓDIGO CIVIL: UN TEXTO FUNDAMENTAL:

Origen:
Fue elaborado a partir de enero de 1801 y al ser discutido en el Consejo de Estado, el proyecto
suscitó cierta oposición de los Ideólogos y de sus amigos del Tribunado. La discusión prosiguió en 1803,
cuando Bonaparte se hubo desembarazado de la oposición en las Asambleas. Finalmente fue promulgado
el 21 de marzo de 1804.

Características principales:
En temas como la situación de la mujer y la autoridad paterna; el divorcio; las sucesiones y los
derechos de los hijos naturales, el código era un retroceso respecto a la legislación revolucionaria anterior.
Conciliaba, a favor de la burguesía, las ideas del derecho tradicional, escrito o consuetudinario, y las del
nuevo derecho nacido de los decretos de las Asambleas revolucionarias.
Sin embargo, el Codigo Civil consagró la desaparición de los privilegios nobiliarios y proclamó
los principios de 1789: libertad de la persona, igualdad de todos ante la ley, libertad de conciencia y
laicicidad del Estado, libertad de trabajo.

Importancia de la propiedad:
El Código Civil consagraba la organización censitaria de la vida política. De inspiración burguesa,
se preocupaba esencialmente de la propiedad. Portalis afirmaba que el "derecho de propieda está en
nosotros mismos; no es el resultado de un convenio humano o de una ley positiva; está en la misma
constitución de nuestro ser" rechazando la teoría de Rousseau al afirmar que los hombres no nacen
iguales "ni en estatura, ni en fuerz, ni en talentos".
Art. 544: " la propiedad es el derecho de gozar y de disponer de las cosas de la manera más
absoluta, con tal de que no se las utilice de una forma prohibida por las leyes o los reglamentos". El
Código Civil es el de una nación de propietarios. Napoleón insistió mucho para que el derecho de
propiedad fuera lo más absoluto posible, a fin de tranquilizar a los propietarios burgueses y campesinos.
Este código se preocupa sobre todo de la propiedad de los bienes raíces.

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Daba una extrema importancia al contrato matrimonial y a los problemas de sucesión. La autoridad
del padre de familia, debilitada por la Revolución, fue reforzada sobre la mujer y los hijos. Soló el puede
administrar los bienes de la familia y de los hijos menores. "El marido debe protección a su mujer, su
mujer debe obediencia al marido" (art. 43)
Mientras que la Convención había suprimido la libertad de testar, admitiendo las particiones
iguales de la herencia, el Código Civil excluye a los hijos naturales de la herencia (art. 756) y restaura la
libertad de testar. Ahora, el testador disponía libremente sólo de una parte (20%). De esta manera, se
frenaba la fragmentación excesiva de los patrimonios

La noción de orden público:


Art. 6: "No se pueden derogar por convenios particulares las leyes que interesan al orden público y
a las buenas costumbres". En nombre del orden público y las buenas costumbres, se garantizaba el
sistema establecido contra cualquier peligro interno. "El mantenimiento del orden público es la ley
suprema de una sociedad. Proteger los convenios contra esta ley supremasería situar las voluntades
particulares por encima de la voluntad general, lo que significaría disolver el Estado"
Entonces, la noción de orden público permitía a los gobernantes reservarse la posiblidad de anular
los acuerdos privados. De la misma forma era utilizado el concepto de las buenas costumbres. Según
Portalis, "las buenas costumbres pueden suplir a las buenas leyes y son los cimientos del edificio social.
Todo lo que las ofende, ofende a la naturaleza de las leyes".

Un código burgués:
El objetivo del Código Civil fue instituir la "paz burguesa", imponiendo a todos los ciudadanos las
"reglas de juego" de la sociedad burguesa. Pero para tener un puesto de jugador, hay que poseer la plena
capacidad de los derechos civiles, así como la total posibilidad de ejercerla. La capacidad jurídica es total
para el hombre adulto, pero se va reduciendo paulatinamente para la hija mayor de edad, la mujer casada
y el niño.
El Código Civil se ocupaba sobre todo de faicilitar las relaciones entre los propietarios. Bajo la
apariencia de un derecho igualitario (la liberación del individuo, la afirmación de su derecho absoluto
sobre la propiedad), organizaba la sociedad según unas reglas estatutarias muy estrictas, que en la práctica
daban preeminencia a la burguesía, basada en la propiedad de los bienes raíces.
La exaltación de la propiedad como principio de capacidad cívica subraya la verdadera naturaleza
del Estado liberal.

¿Desigualdad o igualdad?
Si bien por un lado el código daba a todos los franceses la posibilidad de acceder a todos los
empleos civiles y militares y garantizaba la igualdad ante los impuestos y ante la justicia, también
mantenía desigualdades al estipular que los patronos y obreros no tenían los mismos derechos ni estaban
sujetos a las mismas obligaciones.
El artículo 1781 había consagrado la superioridad legal del patrón, "considerándose válida su sola
palabra" en caso de disputa sobre los salarios. Esto constituía una contradicción flagrante con el principio
de igualdad jurídica. Los art. 414 y 416 del Código penal de 1811 habían recogido, agravándolas, las
estipulaciones de la ley de Chapelier que prohibían las coaliciones de patrones y las huelgas de obreros,
pero las sanciones eran desiguales: multa para los patronos, cárcel para los obreros.

Conclusión:
El liberalismo se dejaba ver cuando había un beneficio para la propiedad y la empresa privada,
pero desaparecía en cuanto existía peligro de dañar sus intereses. Los propietarios exigían
simultáneamente la libertad de empresa y la protección de sus emprendimientos.
El derecho de propiedad, fundamento del pacto social burgés tal como fue definido por la
Declaración de Derechos de 1789 y precisado por el Código Civil de 1804, sigue siendo el principio
intangible que rige las relaciones sociales.

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GRUPO Nº2:
DICTADURA Y ESTABILIZACIÓN (1799-1815)

La Dictadura Institucionalizada:
Desde el día en que la Revolución entró en guerra, una necesidad interna condenaba a Francia a la
dictadura, sea colectiva o personal. Con todo, la dictadura personal sólo podía imponerse manteniendo lo
esencial de la obra revolucionaria que el Directorio había consolidado.
Los proyectos constitucionales de Sieyes dejaban ver un deseo de instaurar un reinado de los
notables y el temor a una dictadura personal. De aquí surgen dos principios:
- El de cooptación de los cuerpos constituidos por los notables, designados teóricamente por el
pueblo a través del sufragio universal que generaba listas de notables.
- La institución de un gran elector vitalicio, que nombraría dos cónsules: uno especializado en la
administración interior y el otro en los asuntos exteriores.
Bonaparte aceptó la cooptación pero hizo aumentar sus atribuciones como primer cónsul,
reservándose el poder legislativo y dejando a sus dos colegas tan sólo una voz consultiva. La constitución
del año VIII (1800) fue sometida al pueblo, que la aprobó por 3 millones de votos contra 1500. En esta
constitución, la separación de poderes, pieza esencial del liberalismo político, era sólo un engaño:
El sistema de sufragio universal quedó anulado por el sistema de cooptación, cuya base eran las
listas de notables municipales (600.000 personas en todo el país), se continuaba en las departamentales
(unos 60.000, entre los cuales se designarían los funcionarios públicos de los departamentos) y las listas
nacionales (conformadas por 6.000 ciudadanos, elegibles para las funciones públicas nacionales). Estas
listas de confianza fueron sustituidas en 1802 por colegios electorales.
El poder legislativo también fue aniquilado, al ser dividido en tres asambleas, aunque la iniciativa
de las leyes pertenece al primer cónsul, cuyo Consejo de Estado prepara los proyectos:
- El Tribunado (conformado por 100 miembros mayores de 25 años) era el cuerpo donde se
deliberaba acerca de las leyes enviadas por el primer cónsul.
- El Cuerpo Legislativo solamente vota a favor o en contra de las leyes tratadas por el Tribunado,
sin debate alguno. Este cuerpo estaba conformado por los 300 "mudos".
- El Senado: después de haber sido votada en el Cuerpo Legislativo, el primer cónsul promulga la
ley o la envía a al Senado para que juzgue acerca de su constitucionalidad. El Senado, compuesto por 80
miembros mayores de 40 años, nombraba a los integrantes del Tribunado y del Cuerpo Legislativo, que a
su vez era nombrado por los cónsules
El poder ejecutivo era confiado a tres cónsules nombrados por el Senado, con mandato por diez
años y reelegibles. Sólo el primer cónsul tenía poder de decisión ya que sus dos colegas tenían voz
consultiva. El primer cónsul nombraba a los ministros y funcionarios, tenía la iniciativa de als leyes y el
poder reglamentario para ejecutarlas.
El Consejo de Estado, dividido en 5 departamentos (hacienda, guerra, marina, interior y legislación
civil y criminal) estuvo conformado por administradores, juristas, sabios y militares reclutados entre los
moderados, monárquicos o jacobinos arrepentidos. En la elección de ministros se procedió con una
idéntica preocupación por el equilibrio y la moderación, designándose a hombres del Antiguo Régimen y
hombres de la revolución, ahora reconciliados.

El consulado vitalicio:
Entre el 8 y el 14 de mayo de 1802, se produjo la transformación del poder de Bonaparte en
consulado vitalicio, como efecto de la alegría por haberse conseguido la paz de Amiens el 25 de marzo de
ese mismo año. El Tribunado sugirió que se diera a Bonaparte una muestra del reconocimiento y
agradecimiento de la Nación, a lo que el Senado respondió reeligiendo a Napoleón por otros 10 años.
Napoleón replicó que aceptaba con la condición de que fuera el pueblo quien le confiriera sus nuevos
poderes. El pueblo votó masivamente a favor y también obtuvo el derecho a designar sucesor y se
incrementaban sus poderes: podía concluir tratados de paz y de alianza, designaba a los otros dos cónsules
y a los candidatos al Senado.

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Se sancionó entonces una nueva constitución, la del año X, que estableció un senado de 120
miembros nombrados directamente por el primer cónsul. Además, se establecía que el Senado podía
ordenar todo lo que no había sido previsto por la Constitución, a través de senadoconsultos. El incremento
de la autoridad del Senado provocó la disminución del poder en los otros órganos legislativos. El Cuerpo
Legislativo perdió el derecho de celebrar sesiones regulares, el Tribunado quedó reducido a 50 miembros;
las facultades del Consejo de Estado quedaron recudidas, a favor de un consejo privado.

El Imperio:
La reanudación de la guerra contra Inglaterra en 1803 y el complot realista hicieron que el Senado
afirmara que había motivos para modificar las instituciones. El 30 de abril de 1804, el Tribunado pidió
que se elevara al Senado el pedido de que Napoleón fuera declarado Emperador y que la dignidad
imperial fuera declarada hereditaria en su familia. Sólo la voz de Carnot se elevó en contra: "Sea cual sea
el servicio que un ciudadano haya podido rendir a la patria, la razón impone unos límites al
agradecimiento nacional. Si tal ciudadano ha restaurado la libertad pública, ¿Sería lógico ofrecerlo como
recompensa el sacrificio de esa misma libertad?.
Se promulgó una nueva constitución, la del año XII a través de un senadoconsulto, el 18 de mayo
de 1804. El art. 53 imponía al emperador un juramento de mantener la integridad del territorio nacional;
resptar las leyes del Concordato y la libertad de cultos; respetar la igualdad de derechos, la libertad
política y civil y la irrevocabilidad de la venta de los bienes nacionales". La organización de los poderes
públicos casi no se modificó. Para esto se realizó un nuevo plebiscito, en el que triunfó nuevamente por el
voto de 3 millones y medio de votos a favor.
Pero Napoleón no se contentaba con la ratificación popular y su nueva legitimidad debía estar
respaldada con la restauración del derecho divino. Pero no fue el papa Pío VII el que lo coronó emperador
sino que fue él mismo. Desde este momento, la causa del nuevo monarca se había separado ya de la de la
nación ya que el Emperador se proponía fines que no coincidían con los de la nación.

Los fundamentos del nuevo estado:


1- La administración departamental: en febrero de 1800 se produjo la reforma de la
administración departamental, que dejó a las instituciones locales sin poder aunque se mantuvieron las
circunscripciones.
El Consejo General de Departamento (integrado por 16 a 24 miembros) y el Consejo de Distrito
(11 miembros) eran designados por el primer cónsul sobre una lista de notables departamentales y
municipales, aunque se redujeron mucho sus atribuciones.
Frente a estos consejos puramente consultivos, los representantes del gobierno central
concentraban todos los poderes: los alcaldes (en los municipios), subprefectos (en los distritos) y
prefectos (en los departamentos), todos eran nombrados por el primer cónsul. El prefecto, encargado de la
ejecución de las medidas gubernamentales, tramita las órdenes al subprefecto y éste a los alcaldes de las
ciudades. Los prefectos estaban bajo la autoridad del Ministro del Interior. El grueso de los prefectos fue
escogido cuidadosamente y salió del antiguo personal revolucionario moderado, tomando como criterio la
capacidad administrativa.
2- La Policía: también fue organizada como una institución centralizada. Se estableció un
Ministerio de Policía Geneal y se nombraron comisarios generales en las grandes ciudades y en las
fronteras, que quitaron a las autoridades locales sus poderes de policía. Por esto, el carácter policial del
régimen se afirmó desde el principio.
3- La reforma judicial: en marzo de 1800, suprimió la elección de los jueces (salvo los de paz)
nombrándolos desde entonces el primer cónsul. La jerarquía judicial fue organizada como en las otras
admnistraciones. En lo civil: el juez de paz en el cantón, luego la audiencia de primera instancia en el
distrito y finalmente la audiencia territorial.
En la composición del personal judicial quedó reflejado el deseo de conciliación nacional, al estar
integrado por hombres pertenecientes a todas las facciones, aunque la inmensa mayoría eran hombres
acomodados, por lo que la tendnecia del régimen también era constituir a estas magistraturas como salida
de la clase dominante, excluyendo a la pequeña burguesía.

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4- La reforma tributaria: se centralizó la administración de las finanzas y la recaudación volvió a


manos del estado. Bonaparte conservó el sistema de contribuciones directas de al revolución: la
contribución agraria (3/4 del total de la recaudación), la mobiliaria (10%), impuesto de las puertas y
ventanas y patente (6%), pero dio preferencia a los impuestos indirectos que en 1813 comrpendían el 30%
del total de las recaudaciones. Estos eran más fáciles de percibir, de un rendimiento más regular y mejor
visto por los propietarios. Estaban gravadas las bebidas, la sal y el tabaco. Este sistema fiscal, que duró
hasta la primera guerra mundial, afectaba a las clases populares, protegiendo a las profesiones
comerciales e industriales.
5- Reorganización bancaria: la revolución había perturbado gravemente el sistema de créditos y el
mercado financiero. El estado consular, para resolver sus problemas de crédito, creó en noviembre de
1799 la Caja de amortizaciones y en febrero del 1800 el Banco de Francia. Esta última era una entidad
privada formada por la asociación de varios fiancieros y escapaba al control del Estado, pese a que le
confiaba parte de sus fondos. En 1803 recibió el privilegio exclusivo de emitir moneda durante 15 años.
6- Reforma monetaria: el franco fue desde 1795 la unidad monetaria. Se consagró la plata com el
metal monetario básico, pero se mantuvo el bimetalismo. El franco germinal fue el triunfo de la moneda
metálica con valor propio, inmutable, el sistema ortodoxo que permaneció hasta la primera guerra
mundial, aunque continuaron usándose simultáneamente monedas reales anteriores a 1789, monedas del
nuevo sistema y monedas extranjeras.
7- La Reforma fiscal: pese a que en 1802 el presupuesto logró quedar equilibrado, con la ruptura
de la paz de Amiens se hizo necesario echar mano a recursos extraordinarios. Pese a esto, en 1804
reapareció el déficit. La guerra absorbía entre el 50 y 60% de los recursos del presupuesto. Por esto, las
finanzas napoleónicas dependían en gran medida de los recursos extraordinarios como el Tesoro del
Ejército (creado en 1805 para recibir las contribuciones de guerra impuestas a Austria y a Prusia) y el
Dominio Extraordinario (creado en 1810 con las tierras y rentas reservadas al Emperador en los estados
vasallos). Napoleón los utilizó para controlar la circulación monetaria y subvencionar la industria. Para
pagar a los proveedores, debió recurrir a la vieja práctica del Antiguo Régimen de pagarles sobre fdondos
que aún estaban sin recaudar.
Introdujo en la administración financiera un gran rigor, como lo viene a demostrar la creación en
1807 del catastro parcelario y la institución del Tribunal de cuentas.

El funcionariado:
Bonaparte renovó la máquina administrativa, fijó sus reglas jerárquicas y le confirió un peso social
que nunca antes había tenido
La carrera administrativa era atractiva como medio de ascenso social. Con la extensión de las
funciones públicas, fue naciendo poco a poco el grupo social de los empleados, provenientes de la capa
social de la pequeña y mediana burguesía. La función pública constituyó una de esas "masas de granito"
sobre las que Bonaparte pretendía estabilizar la sociedad y rehacer el Estado.
Había diferencias entre dos categorías: los empleados y funcionarios. Los empleados eran los
escribientes, encargados y redactores. Los funcionarios eran el personal directamente nombrado por el
Jefe del Estado. También eran funcionarios los eclesiásticos. Mientras un cura de primera clase se situaba
al nivel de un empleado, un obispo percibía el sueldo de un alto funcionario
El alto funcionariado era muy a menudo propietario de bienes raíces. Esto se percibía mejor a nivel
local. La autoridad que le conferían sus funciones, aumentada por sus ingresos del Estado y sus rentas,
hacía del funcionario un notable. Así se afirmó el prestigio de la función pública. Así se estructuró un
grupo social, sostén del régimen que tendió a cerrarse sobre sí mismo.

El ejército:
Constituyó una de las bases principales del sistema napoleónico. Si durante la revolución y el
consulado el ejército constitituyó un buen medio de ascenso social, la promoción de simples soldados se
hizo dificil bajo el Imperio. La proporción de oficiales salidos de una escuela militar nunca pasó del 15%.
Igual que en la función pública, se acentó la barrera social entre la tropa y los oficiales inferiores.
Napoleón pretendía construir una elite militar de nobles e hijos de oficiales. En este caso es importante la
reforma de la Escuela Politécnica, en 1804. Concebida en su origen para preparar ingenieros y oficiales
de un alto nivel científico y técnico para la industria y el ejército, se nutrió inicialmente de miembros de
la pequeña y mediana burguesía. La reforma de 1804 modifico la institución profundamente, primando la
función militar.

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Se limitó el número de becas, modificándose la composición social del estudiantado. Desde


entonces, los politécnicos se orientaron hacia el ejército y en particular a la artillería. También creó una
academia militar preparatoria para que los hijos de oficiales recibiesen gratuitamente la instrucción
secundaria y la preparación para las grandes escuelas militares.
Pronto, el Emperador comenzó a ennoblecer a sus generales, dotándolos también de ricas
propiedades y sueldos.

GRUPO Nº3:
PODER PERSONAL Y VIOLENCIA DE ESTADO

De 1804 a 1807 desaparecieron poco a poco los últimos rasgos del régimen republicano. De 1808
a 1810 se aceleró el avance del autoritarismo. El personal se renovó, acrecentándose su docilidad y
también su mediocridad. El casamiento austríaco en 1810 simbolizó la ruputar con el pasado
revolucioario y la vuelta al Antiguo Régimen. De 1810 a 1812 fue el apogeo del poder de Napoleón, que
dominó a Europa.
Durante el Imperio se mantiene el sufragio universal, el principio de elección, el sistema
representativo, consecuencia de una soberanía nacional puramente teórica. En la formación de los
colegios electorales prevaleció el nombramiento por las autoridades administrativas sobre la elección.

Centralización y Reorganización del poder:


- El legislativo quedó en una simple fachada. El Tribunado desapareció en agosto de 1807, las
sesiones anuales del Consejo Legislativo se redujeron a 50 días al año. Solo el Senado conservó cierto
papel legislativo, pues Napoleón legislaba por medio de senadoconsultos en algunas cuestiones.
- El Consejo de Estado, cuyo papel había sido eminente en la época del Consulado, su acción
política fue diluyéndose y su función legislativa se mantuvo mientras no se acabó la codificación..
- El ejecutivo evolucionó paralelamente. Los ministros no fueron pronto más que empleados sin
autonomía ni poder de decisión. Se restringieron sus atribuciones, en provecho de consejos de
administración especializados, donde sólo se discutía la técnica de ejecución. Se hizo más rigurosa la
centralización administrativa. A las fuertes personalidades del prefecturado de la época consular les
sucedieron unos administradores sin duda competentes, pero con menos carácter y poco inclinados a las
iniciativas personales.
El acceso a la función pública se fue reduciendo, a medida que acababa el período de creación de
las grandes institucioens napoleónicas. El ascenso social por servicios al Estado se hizo más dificil. El
acceso a los grandes cuerpos exigía largos estudios que sólo podían asegurar a sus hijos las familias más
acomodadas.

La administración de justicia durante el Imperio


- La justicia fue reorganizada siguiendo las tendencias autoritarias del sistema. A pesar del carácter
de inamovilidad de la Magistratura, tuvo lugar una primera depuración en 1808 y otra en 1810. La
jerarquía judicial se duplicó por medio de jurisdicciones de excepción cmo los tribunales especiales
ordinarios y extraordinarios, los de aduanas.
El prefecto recibió el poder de designar el jurado, este último sólo podía escogerse entre ciertas
categorías de personas. Los jurados que demostraran un "celo encomiable" podían recibir del emperador
"honrosos testimonios de satisfacción". Así se acentuaba el carácter de clase de la justicia, mientras su
organización sufría una fuerte centralización y lo arbitrario quedaba reforzado con el secreto de
instrucción. El senado podía suspender, por medio de un senadoconsulto, el funcionamiento del jurado.
También podía anular el veredicto de un jurado que fuera considerado como atentatorio a la seguridad del
Estado.
La codificación se fue concluyendo: el Codigo de procedimiento civil en 1806, de comercio en
1807, de instrucción criminal en 1808, código penal en 1810. Aunque respetan los principios de la
revolución que el Consejo de Estado pretendía preservar (como la separación de la administración y
justicia, independencia de la magistratura, mantenimiento del jurado) estos códigos constituyen con todo
una reacción a favor del principio de propiedad.

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El retroceso más claro en lo concerniente a justicia represiva está dado por el Código de
procedimiento criminal. Su único progreso fue el abandono de las penas fijas, característico del código
penal de 1791, estableciendo un mínimo y un máximo para cada delito, previendo la posibilidad de
circunstancias atenuantes. Pero se establecieron penas infamantes como la exposición pública en la
picota, el destierro; penas aflictivas e infamantes como los trabajos forzados, la marca al hierro candente.
Todas prácticas del Antiguo Régimen, aunque no se restableció la tortura. Los jurados burgueses
utilizaron esta justicia severa y no fueron pocas las condenas a muerte por robo.

La represión policial:
La represión policial y administrativa corrían paralelas al refuerzo de la justicia penal. La policía
se eirigió en medio sistemático de gobierno. En las grandes ciudades, había un comisario general de
policía, al margen de la autoridad del prefecto, que se relacionaba directamente con el Ministerio de
Policía. A la policía y gendarmería hay que añadir el gabinete negro de lavalette, director de Correos y los
agentes personales del emperador. El ideal de Napoleón era tener una ficha al día de toda persona con
cierta influencia. Bonaparte quiso crear una estadística personal y moral del imperio.
La represión judicial escapaba al control judicial. El art. 46 de la Constitución del año VIII daba al
gobierno el derecho de detener a las personas sospechosas de conspiración contra la seguridad del Estado.
Personas absueltas por los tribunales siguieron a menudo detenidas. Las prisiones del estado fueron
restablecidas por decreto del 3 de marzo de 1810. Estaban destinadas a recibir a "personas que no
conviene ni hacer comparecer ante los tribunales ni dejar en libertad". A propuesta del ministro de Justicia
o del ministro de la Policía, el Consejo privado podía autorizar las detenciones por vía administrativa.
Para Napoleón, este tipo de detenciones tenía como objetivo no solo aplastar cualquier tipo de oposción,
sino también reprimir los supuestos delitos de derecho común si faltaban pruebas o si el jurado era
indulgente. En el Imperio, también volvió la práctica de las "cartas de detención", aunque Napoleón tuvo
cuidado de no excederse en la utilización del despotismo ya que comprendía que sólo se toleraría el terror
si afectaba únicamente a un número reducido de personas.

La Censura:
La libertad de expresión era muy limitada y estrechamente vigilada. Napoleón comprendió desde
el principio la importancia de una prensa controlada. En 1800 redujo a 13 el número de periódicos de
París. Se suprimieron todos los que no trataban exclusivamente de ciencias, artes, comercio. Se prohibió
publicar artículos sobre religión, problemas filosóficos y sobre la función pública. No podía aparecer
ningún nuevo periódico. Además, un decreto del 3 de agosto de 1810 decidió que en cada departamento
sólo habría un periódico, bajo la autoridad del prefecto y que no podría aparecer sin su autorización.
Tampoco los libros escapaban al control de la policía. En 1810 se creó una Dirección general de la
imprenta y de la edición. Ninguna obra podía aparecer sin el consentimiento del director general y la
conformidad de los censores. El teatro también fue censurado y pasó a depender en 1804 de la división de
prensa del minostrio de la Policía. En junio de 1807, los teatros parisinos quedaron reducidos a 8,
especializados cada uno en un tipo de espectáculo.
Sólo quedaba la libertad de conciencia, pero con la condición de no hacer profesión de ateísmo.

GRUPO Nº4:
APARATOS IDEOLÓGICOS DEL ESTADO

Junto a su aparato represivo, el estado napoleónico disponía, como cualquier estado, de unas
instituciones que reproducen la ideología dominante, como por ejemplo lo fue la Iglesia durante el
Antiguo Régimen.

De la separación de la Iglesia y el Estado (1794) al Concordato (1802)


La ruptura con el clero constitucional durante la convención jacobina, se vio coronada con una ola
de descristianización que barrió al país entre 1793 y 1794. La separación de la Iglesia y el Estado quedó
consumada el 18 de septiembre de 1794, cuando se suprimió el presupuesto de la iglesia juramentada. De
esta manera, el estado se hacía totalmente laico.
A partir de 1795, se le otorgó libertad de culto a los rebeldes vendeanos y se autorizó el culto
privado. Todos los sacerdotes podían celebrarlo a condición de haber prestado el juramento de agosto de
1792 a la libertad e igualdad.Entonces, los refractarios desarrollaron más que nunca el culto clandestino

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Entre tanto, la iglesia constitucional se reorganizaba bajo el impulso de Greoire, que tomaba como
modelo político una cristiandad republicana que implicaba una íntima unión entre la moral cristiana y la
educación cívica. Sostenía que el Evangelio consagraba los principios de libertad e igualdad. "Quien no
ama a la república es un mal ciudadano y en consecuencia, un mal cristiano. Como el estado no pagaba
ningún culto, la iglesia galicana no podía esperar ninguna ventaja: ni salarios, ni alojamiento ni honores.
Era esta una ventajosa independencia moral. Recién en 1797 la nueva iglesia recibió la autorización del
Directorio para reunir un concilio nacional, con el fin de discutir una legislación eclesiástica. La iglesia
galicana será arruinada por el concordato, en 1802.
Sin embargo, la incredulidad que en el siglo XVIII había florecido entre la aristocracia y la
burguesía ilustrada, ahora había ganado a las clases populares, aunque la mayoría de la población (por
convicción o costumbre) seguía atada a la religión.

El Concordato
Napoleón tenía una concepción puramente utilitaria de la religión y quería hacer de ella un
instrumento de dominación política y de consolidación de la jerarquía social y para acabar con el clero
refractario era necesario recurria la autoridad del papa. Pío VII pretendía que el catolicismo fuera
proclamado religión del Estado, pero esto hubiera originado la supresión de la libertad de conciencia y el
fin de la laicicidad del Estado. Napoleón se negó a esto. Finalmente, el Concordato fue firmado el 16 de
julio de 1801.
El papado concedía que el catolicismo era la religión de la mayoría de los franceses y consentía en
la redistribución de las circunscripciones eclesiásticas de acuerdo a las divisiones administrativas de la
nación; dejaba en manos del primer cónsul el nombramiento de los obispos pero el papado sería el que
conferiría la institución canónica. El papado abandonaba al clero refractario y declaraba que no quería
molestar "de ninguna manera a los compradores de los bienes eclesiásticos enajenados".
Por su parte, el gobierno de la República reconocía a los obispos el derecho que no tenían en el
Antiguo Régimen: el de nombrar a los sacerdotes. De esta manera, el gobierno abandonaba al clero
constitucional y se desinteresaba del clero regular, que pasaba bajo la tutela directa del papa.
Pese al acuerdo, en abril de 1802 fueron redactados a espaldas del papa los artículos orgánicos del
culto católico, que estaban impregnados del espíritu galicano: prohibía que las bulas de Roma fueran
recibidas sin autorización del gobierno, que los concilios nacionales se celebraran sin permiso del
gobierno, etc. El papa protestó en vano. Además, los artículos orgánicos del culto protestante
reconocieron oficialmente al protestantismo.
El culto se fue organizando poco a poco, a causa de la escasez de vocaciones. La administración
eclesiástica se organizó y centralizó según los principios de la administración civil. El gobierno central y
las autoridades locales se repartían los gastos de culto. La Iglesia recibió muchos tratos de favor: los
seminaristas quedaron exentos del servicio militar, se autorizó en 1807 a los obispos a controlar la
enseñanza religiosa en las escuelas, etc. La iglesia fue agradecida y los obispos aceptaron el catecismo
imperial que enumera los deberes para con el emperador. Faltar a los deberes para con el emperador es
enfrentarse al orden establecido por Dios mismo.
El restablecimiento de la religión tradicional ayudaba a fortalecer el Estado y el poder personal.
Los Ideólogos sintieron este hecho como una derrota: el concordato significaba a sus ojos el retroceso de
todo un programa moral y social

De la instrucción común a la Universidad Imperial:


La Asamblea Constituyente etableció el princpio de la instrucción pública común para todos los
ciudadanos y gratuita en los niveles de enseñanza indispensables. La convención montañesa estableció la
instrucción entre los derechos del hombre y un plan de educación nacional en julio de 1793, inspirado en
Rousseau, que instituía el monpolio del Estado sobre la instrucción. Finalmente, la ley del 19 de
diciembre de 1793 determinó un sistema de enseñanza gratuito y obligatorio, libre y descentralizado, pero
controlado por el Estado, aunque preocupado por la guerra, el gobierno descuidó la aplicación de esta ley.
Otra ley de noviembre de 1794, dictada por la Convención termidoriana instituyó las escuelas
primarias, pero abandonando la obligatoriedad. El estado era el que pagaba a los maestros, elegidos por
un jurado designado por la administración de distrito. Se reconocía a todos los ciudadanos el derecho de
abrir escuelas particulares, bajo la vigilancia de las autoridades legales.
La enseñanza secundaria tenía aún mayor importancia para la burguesía termidoriana ya que se
trataba de formar a los cuadros para el nuevo estado. En febrero de 1795 se creó una escuela central en
cada departamento. En ellas, los alumnos seguían tres ciclos de estudios:
- De los 12 a los 14 años: lenguas antiguas y modernas, historia natural y dibujo

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- De los 14 a los 16 años: matemáticas, física y química.


- De los 16 a los 18 años: gramática general, bellas letras, historia y legislación.
Los administradores de departaemtno nombraban a los profesores, escogidos opr un jurado de
instrucción. Aunque el programa y los métodos de estas escuelas reflejaban la idelogía de la ilustración, al
reacción conservadora quedó de manifiesto en la ausencia de gratuidad.
La convención también se preocupó mucho por la enseñanza superior, organizando:
- El Museum en 1793: para la enseñanza pública de la historia natural, con el objeto de lograr el
progreso de la agricultura, el comercio y las artes.
- La Escuela central de obras públicas en 1793, luego Escuela Politécnica:
- El Conservatorio de artes y oficios en 1794: dedicado a la ciencia aplicada y al empleo de
máquinas.
- Creación de tres escuelas de salud en París, Montpellier y Estrasburgo.
- El Instituto Nacioanl de las ciencias y las artes, dividido en tres ramas: ciencias físicas y
matemáticas; ciencias morales y políticas; literatura y bellas artes.

Finalmente, la ley del 25 de octubre de 1795 integró estas diversas creaciones en ungran conjunto:
escuelas primarias, escuelas centrales, escuelas especiales, Instituto nacional. Pero la reacción se había
acentuado y primero despareció la obligatoriedad y luego la gratuidad. El Estado se contentaba con dar
alojamiento a los maestros, que debían ser restribuidos por sus alumnos. Sin embargo y pese a todo esto,
la revolución suprimió el monopolio de la Iglesia sobre la enseñanza, que fue laicizada y modernizada
aunque desde el punto de vista social seguía siendo el privilegio de una minoría acomodada.
Para Bonaparte, la educación debía ser una de las masas de granito del estado burgués. Las
esceulas centrales por intentar basar la enseñanza secundaria no sólo en las ciencias exactas sino también
en el espíritu filosófico y republicano, fueron suprimidas, lo que constituyó una gran derrota para el grupo
de los Ideólogos.
La ley de mayo de 1802 dejaba a los municipios la enseñanza primaria, con maestros pagados por
las familias. En los territorios abarcados por una audiencia había un liceo, en donde se dispnesaba una
enseñanza fundada en el latín y las matemáticas. Se militarizó la disciplina. Los pobres fueron excluidos
del beneficio de las becas, verdadero cebo para la pequeña y mediana burguesía, deseosa de encaminar a
sus hijos hacia el funcionariado.
Los liceos se organizaron lentamente, faltos de recursos. Además, debían soportar la competencia
de los centros religiosos, lo que generó uun conflicto que Napoleón zanjó con una ley de mayo de 1806
que creó la universidad imperial, encargada de la educación pública en todo el Imperio. Los centros
pirvados caían bajo su vigilancia y la universidad ostentaba el monopoio de la colación de grados y
títulos. El imperio se dividió en academias, una por audiencia. La enseñanza fue jerarquizada en tres
niveles: primaria, secundaria y superior. La universidad no se preocupó de la enseñanza primaria, salvo en
algunas regiones como Alsacia. Mientras tanto, los liceos se mantenían sin cambios. La esfera superior de
la enseñanza científica quedaba fuera de al universidad, en el Colegio de Francia, en el Museo de historia
natural y en la Escuela Politécnica, reorganizada en 1804 donde el carácter militar de la escuela
prevaleció sobre sus preocupaciones científicas.
El monopolio universitario no fue muy efectivo. La doctrina de la Iglesia se constituyó en una de
las bases de la enseñanza e invadió la Iglesia. El emperador había logrado su objetivo sólo en parte. Los
liceos y las grandes escuelas le habían preparado sin duda funcionarios capacitados, pero la universidad
imperial no había conseguido captar a la juventud, que se inclinaba hacia las escuelas privadas. Esto
revela los límites del estado napoleónico. Pudo reprimir las libertades, pero no alcanzó a dirigir a los
espíritus.

GRUPO Nº5:
DISIDENCIAS

La Iglesia: hacia el Ultramontanismo:


Las relaciones de Napoleón con la Iglesia, a la que al principio había colmado de favores, se
deterioraron cuando se agudizó el conflicto con el papado. En 1809, las tropas de Napoleón ocuparon
Roma y el Papa Pío VII lo excomulgó, por lo que el papa fue confinado. En 1810, Napoleón realizó la
Declaración de los 4 artículos, con la que restableció el "derecho que siempre tuvieron los emperadores
de confirmar el nombramiento de los papas".

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Otro problema surgió por la designación de obispos. Como Pío VII se negaba a investiros, los
obispos establecieron que la investidura sería conferida por el obispo metropolitano o el más antiguo, lo
cual era retornar a la constitución civil del clero. Pío VII aceptó, pero no hizo lo mismo Napoleón. Todo
esto hizo que el Emperador perdiese los beneficios de su política concordatoria, empujando al clero hacia
el realismo y la contrarrevolución.
Napoleón quiso que la Iglesia fuera su instrumento, a través del Concordato, pero el concilio
nacional de 1811 manifestó su fidelidad al papa. Napoleón, al intervenir directamente en el orden
espiritual, había suscitado en una Iglesia independiente por tradición un sentimiento de recelo respecto al
Estado.
La nueva organización de la Iglesia favorecía el ultramontanismo. El Concordato había dado al
papa un poder sobre la Iglesia galicana contrario a la tradición. Impuso una administración eclesiástica
centralizada, dejando a los sacerdotes en manos de los obispos. Su obra se volvía contra él y la Iglesia se
constituía como fuerza independiente y hostil a su poder.

La intelligentsia: razón y tradición


La reacción antirracionalista se había desarrollado unida a la contrarrevolución e hicieron
responsable de todas las desgracias a la ideología del siglo: la Ilustración. El abate Sabatier de Castres,
declaraba en 1794 que "cuanto más se ilustran, los pueblos son más desgraciados". La autoridad, la
tradición y la religión revelada, volvieron a estar de moda como amparo o refugio. Este movimiento
antirracionalista, débil en Francia, iba creciendo entre la emigración.
- Algunos se contentaron con una explicación irracional de la Revolución, considerada cmo un
complot masónico. Esta tessi fue esbozada en 1792 por el abate Lefranc.
- Para otros, el desastre era culpa de la fatalidad o las fuerzas de las cosas. En 1797,
Chauteaubriand sostiene que hay "un no sé qué oculto no se dónde, y éste no sé qué parece ser la razón
eficiente de todas las revoluciones".
- Pronto, de la fuerza de las cosas se pasó al dedo de la Providencia y Joseph de Maistre, en 1796
recurre a la explicación providencial de los acontecimientos: "los que establecieron la República lo
hicieron sin quererlo, y sin saber lo que hacían; fueron conducidos por los acontecimientos, ... fueron
instrumentos de una fuerza que sabía más que ellos".
En 1810, Maistre afirmó que las constituciones que tienen éxito son las que se basan no son las
que se basan en la elección y la deliberación (durante todo el s. XVIII, la filosofía política buscó una
cosntitución racional de la sociedad, por medio del contrato social), sino las que deben más al azar y a lo
arbitrario (por ej.: la monarquía hereditaria). La democracia, obra de la razón humana, sólo desemboca en
fracasos.
- Por su parte, Bonald esboza una teoría del cuerpo social, el cual se encontraría por encima de los
sucesos y fuera de las contingencias: "el hombre no puede dar una constitución a la sociedad, de la misma
forma que no puede dar la gravedad a los cuerpos o la extensión a la materia". Tanto los éxitos como los
freacasos de la monarquía francesa dependieron siempre de su fidelidad a las leyes constitutivas
inmanentes.
Bonald también considera que el contrato social, tal como lo entendió Rousseau, es una
imposibilidad moral. Las pasiones sólo pueden ser contenidas y reformadas por un poder social exterior y
superior a los individuos. Opone a la soberanía del pueblo, un soberano por encima del pueblo y un Dios
creador de la naturaleza.
Derrotado por la resurrección espiritualista y el renacimiento religioso, el positivismo racionalista
mantenía ssu posiciones en las ciencias. Se destacan:
- Lavoisier en química, quien analizó el aire y el agua y estableció principios generales como el de
la conservación de la materia
- Laplace, quien desarrolló la hipótesis de que una nebulosa de materia que se habría condensado
progresivamente habría originado las estrellas y los mundos.
- Surgen naturalistas como Cuvier y Lamarck, quien hacia fines del siglo XVIII concebía la
hipótesis de la evolución de las especies. Cuvier, por su parte se oponía a las tesis transformistas.
- En medicina, Bichat descubrió la composición celular de los tejidos.
- En matemáticas, Francia estaba siempre a la cabeza.
Napoleón conservó las grandes instituciones científicas de la Convención y otorgó un puesto
importante a las ciencias en la enseñanza de los liceos. El progreso científico, de todas formas, llevaba a
corto plazo al quebrantamiento de la tradición

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Los Ideólogos:
El movimiento filosófico sobrevivía en la Ideología, que se insertaba entre la filosofía de la
Ilustración y el positivismo. La figura que más se destacó fue Condorcet, quien muestra una confianza
irreductible en el progreso indefinido y en la perfectibilidad humana. Progreso indefinido en el dominio
científico.
Los Ideólogos eran hostiles a la tradición y a la restauración religiosa. Destutt de Tracy en su obra
el Origen de todos los Cultos, de 1795, sostiene que la "teología es la filosofía de la infancia del mundo;
ya es hora de que deje sitio a la edad de la razón; es producto de la imaginación ..., mientras que la otra
filosofía se funda en la observación y la experiencia".
Al principio fueron favorables a Bonaparte y al golpe de estado de brumario, pero pasaron a la
oposición cuando vieron que el primer cónsul no era el liberal que habían esperado. Este grupo se matuvo
durante cierto tiempo en torno a la revista La Décade philosophique. Su adversario fundamental era el
partido católico y a través de él, la intolerancia y el despotismo. Una orden del prefecto de policía
determinó que en 1807, se fusionara la revista con el Mercure de France, revista monárquica y católica.
Sin contacto con la opinión pública, sin eco en el país, sin posibilidad de actuar, no pudieron
transmitir sus ideas a favor de un sistema representativo que garantice las libertades públicas. Su fracaso
se remonta a termidor y a la incapacidad del Directorio para asentar el estado liberal. Pero al haberse
separado del pueblo, los Ideólogos se representaron a ellos mismos.

La Inteligencia
Más ambigua pero también sin resonancia en la nación, fue la actitud de los representantes más
ilustres de la Inteligencia: madame de Stael y Chateaubriand, artífices de la reacción antirracionalista y de
la renovación espiritualista, pero partidarios del liberalismo y próximos a los Ideólogos en su odio al
despotismo.
Madame de Stael terminó experimentando la influencia del romanticismo germánico. Por su parte,
Chauteaubriand había tendio al principio excelentes relaciones con Bonaparte, pero la ejecución del
duque de Enghien en 1804 trajo la ruptura. Napoleón decía: "la literatura menro está conmigo, y la grande
contra mí".

Si la discusión revolucionaria había inspirado nuevos géneros como el periodismo, la pasión


política fue impotente para renovar los géneros clásicos y la literatura oficial se plegaba siempre a las
reglas tradicionales. Pero las guerras y la conmoción social habían contribuido a la renovación de la
sensibilidad y del gusto. La emigración y las conquistas habían ensanchado los horizontes tradicionales y
el exotismo estaba de moda. En este ambiente, maduraba el romanticismo.

SÍNTESIS:
El Estado napoleónico fue una dictadura, pero no una dictadura militar. Napoleón se preocupó por
mantener siempre la prioridad de lo civil sobre lo militar. Fue una dictadura personal: todo parte del
dueño y señor y todo termina en él.
No fue el ejército el que llevó al poder a Napoleón, sino el grupo de los políticos revisionistas. Se
apartó a los oficiales de los empleos civiles, salvo para los asuntos de guerra. Además, el ejército
interviene excepcionalmente para mantener el orden interno. Según Chaptal, a Napoleón le repugnaba
enviar a las tropas contra el pueblo.
Napoleón no abandona en ningún momento, incluso en campaña, sus poderes civiles. Todo el
sistema reposaba en una sola persona. De ahí proviene su fuerza, pero también su fragilidad. Ene l alto
personal político había ausencia de iniciativa y miedo a las responsabilidades, pero también autoritarismo
del amo, cuya confianza en sí mismo se había convertido en engreimiento.
Algunos historiadores han visto en Napoleón el último de los déspotas ilustrados. La ambición de
estos déspotas había sido unificar el Estado, fortalecer el poder central, regular la administración, y esta
fue la obra de Napoleón. Aunque el emperador gobernó despóticamente, no dejó de mantener la abolición
de los privilegios y del feudalismo, la liberación del campesino y de la tierra, la igualdad civil, la
laicización del Estado. Esto es, los logros esenciales de la Revolución, que son la negación misma de todo
el sistema del absolutismo ilustrado
Napoleón, siendo un verdadero hombre de la Ilustración, al final rechazó la filosofía y combatió a
los Ideólogos. Fue también hijo de la Revolución, como le reprochaban los monarcas del Antiguo
Régimen. Napoleón, déspota ilustrado, fue el fundador del estado liberal y dio al estado nacido de la
Revolución su sostén institucional.

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Napoleón ha mostrado cómo gobernar autoritariamente, bajo la apariencia de la soberanía


nacional; cómo manipular el sufragio universal; cómo asentar las libertades esenciales, encerrándolas en
un control policial cada vez más rígido. Todas ellas fueron prácticas del liberalismo del siglo XIX. Ha
mostrado, tanto a la aristocracia como a la burguesía que la igualdad de derechos no era incompatible con
la autoridad social y la primacía política de los notables. Pero esta notabilidad se define ahora mucho más
por la fortuna que por el nacimiento.
Bajo la máscara del despotismo, las instituciones esenciales del Estado liberal estaban en su sitio,
respondiendo a las exigencias de la nueva economía y de la burguesía moderna. El poder del estado se les
escapaba todavía de las manos a la nueva clase dominante, en provecho de la dictadura personal, pero lo
conquistó en 1815, y ya definitivamente en 1830. El aparato de Estado napoleónico permanecerá, como
continúa hoy, a pesar de las peripecias del siglo XX. Esto demuestra la solidez de la obra napoleónica.

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DESARROLLO EN CLASE DEL PRÁCTICO Nº5

El Código Civil:
Algunas de las conquistas de la revolución son consagradas por el Código Civil, aunque los
Ideólogos son contrarios a algunas disposiciones conservadoras del mismo.
Enfatiza un nuevo concepto de la propiedad: la propiedad es innata. Los hijos ilegítimos ya no
pueden heredar, lo que manifiesta una preocupación de que no se fragmente la propiedad. Además, sólo
pueden ejercer derechos civiles aquellos ciudadanos que dispongan de propiedades.
Para Soboul, el Código Civil es una conciliación entre el Antiguo Régimen y las conquistas
revolucionarias como la libertad de conciencia. Es una especie de disfraz que encubre los deseos de los
propietarios y consagra desigualdades muy importantes, como por ejemplo que los patrones y obreros no
son iguales ante la ley.
Además, la noción de orden público permite vulnerar cualquier libertad en caso de considerarse
necesario.

Las Instituciones:
El ejército es la base del sistema político. Napoleón trata de crear una elite dentro del ejército, así
como también dentro del pode legislativo y dentro del funcionariado, con lo que logra mantenerse en el
poder durante 15 años.
La cooptación: el pueblo ofrece listas de candidatos y el Directorio es en definitiva quien decide.

El poder legislativo está integrado por:


- El Tribunado: delibera sobre los proyectos enviados por el poder ejecutivo
- El Cuerpo Legislativo: se limita exclusivamente a votar
- El Senado: interviene para verificar su la ley está de acuerdo con la constitución.

El poder ejecutivo: integrado por


- Cónsules ambos tienen la iniciativa en el proyecto de las leyes
- Consejo de Estado
- Ministros y Secretarios

Reformas administrativas:
- La jerarquización administrativa es la siguiente: Departamentos, Distritos y Municipios de cantón
- Desde la época del Directorio, en los departamentos existían minidirectorios (representantes del
poder central) y consejos departamentales que deliberan acerca de las decisiones del ejecutivo. Ahora,
Napoleón designa a un prefecto que es quien debe ejecutar las órdenes centrales.

Reformas judiciales:
- Se nombran jueces de paz y Audiencias, que entienden en los delitos civiles
- Se crea un Tribunal de Policía, para los delitos criminales

Reforma del sistema fiscal:


- Se reordenan las contribuciones directas y se crean impuestos indirectos.
- Como la medida anterior no soluciona el déficit, se buscan nuevos recursos, de carácter
extraordinarios como el tesoro del ejército y el dominio extraordinario.
- Se logra sanear la moneda, creando el franco que es una moneda muy estable.

Reformas bancarias:
- Se crea la caja de amortizaciones y el Banco de Francia

Aparatos ideológicos del Estado:


- Para Napoleón, la Iglesia es un elemento de control social
- A la convención termidoriana le interesa la educación superior como una forma de formar
cuadros políticos. Napoleón también comparte este concepto, al que le une un carácter militar y
centralizado (a través de la Universidad Imperial). De esta forma, se pierden la gratuidad de la enseñanza
y los sueldos docentes deben ser pagados por sus alumnos.

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