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Objetivos específicos:
Formular objetivos de aprendizaje
Introducción
Formular objetivos didácticos efectivos significa conocer con precisión adónde se desea ir
antes de elegir un camino para llegar hasta allí.
En términos generales, los objetivos didácticos son enunciados que describen el tipo de
conducta que los participantes serán capaces de llevar a cabo al final de un periodo de
formación. Los objetivos preparan el terreno para seleccionar los materiales formativos y
definir el enfoque de la acción formativa. Son directrices para los participantes y
proporcionan una base sólida para la elaboración de exámenes y de otros medios de
evaluación del desempeño.
Cuándo utilizarlos:
Describir las conductas pertinentes que deberían constituir el resultado de la formación.
Seleccionar y diseñar los materiales, el contenido o los métodos de la formación.
Orientar y organizar la formación del participante.
Implantar la formación.
Estimular un análisis detallado del valor y la utilidad de la formación.
Comunicar el propósito de la formación.
Diseñar procedimientos para la evaluación del desempeño.
Proporcionar un marco para el desarrollo de sistemas de evaluación de la formación.
Los objetivos son observables y mensurables. Describen conductas que pueden verse y
evaluarse.
Están orientados hacia los resultados, se formulan con claridad y son concretos.
Se centran únicamente en los aspectos importantes del puesto de trabajo.
Pueden medirse con criterios tanto cualitativos como cuantitativos.
Son formulaciones orientadas hacia la acción, que indican una actividad específica y una
medición del rendimiento.
Están formulados en términos de rendimiento. Por eso los formadores pueden seleccionar
las actividades más apropiadas para ayudar a los participantes a alcanzar dichos objetivos.
Muestran el perfil del participante ideal desde el punto de vista conductual.
Especifican qué debe hacer el participante, pero no describen el libro de texto, el formador
o la sesión formativa.
Pueden clasificarse en tres categorías: los que describen acciones que demuestran la
adquisición de un conocimiento (cognitivos), los que describen acciones que manifiestan la
adquisición de una habilidad (psicomotores) y los que describen acciones que demuestran
actitudes (actitudinales).
1. Utilizando un gato, una llave inglesa y una palanca para llantas, retirar un neumático
pinchado de un coche y colocar uno nuevo. Se considerará que el desempeño ha sido
satisfactorio si el cambio de neumático se realiza de acuerdo con los estándares del oficio,
y si en la inspección de la rueda se comprueba que el neumático se ha colocado
correctamente.
2. Teniendo a su disposición los tipos tributarios vigentes, los ingresos brutos del
contribuyente, las retenciones efectuadas y el número de personas dependientes de él,
calcular los impuestos netos a pagar o la devolución a recibir, con una aproximación del 2
%. El participante debe llevar a cabo correctamente 10 inspecciones consecutivas de
acuerdo con este criterio.
Conducta
La especificación de la conducta en un objetivo indica en términos precisos lo que debería
hacer el alumno. Estas especificaciones contienen verbos que describen acciones. Por
ejemplo:
Criterios
Esta parte del objetivo especifica el nivel o grado de destreza que es necesaria para realizar
el trabajo de forma satisfactoria. El criterio indica la calidad del desempeño requerida para
alcanzar los objetivos. La información proporcionada en el criterio se utiliza para evaluar el
desempeño. Algunos criterios implican velocidad, exactitud con un determinado margen de
error, número máximo de errores permitidos, nivel de productividad o grado de excelencia.
Complete los enunciados anteriores con las frases siguientes:
3. Utilice verbos de acción que describan lo que debe aprender el grupo de participantes. Por
ejemplo: manejar, recoger, organizar, ordenar...
4. A continuación del verbo añada una descripción de lo que se llevará a cabo: «Manejar una
carretilla elevadora», «Recoger información del procesamiento de datos», «Organizar los
archivos de personal y de asignación de incentivos». La combinación entre el verbo de
acción y la descripción específica de un modo esencial es lo que debe realizar el
participante.
Con la ayuda de un plano del edificio, unas llaves maestras y una linterna, realizar una
ronda de vigilancia en la oficina principal en cuatro minutos y medio.
DIRECTRICES GENERALES
1. Formule enunciados breves y sencillos.
3. No utilice los objetivos para referirse a los diseñadores, a los formadores, a los materiales,
al proceso formativo o al grupo de participantes. La información sobre el diseño formativo
es útil en las descripciones oficiales de cursos y acciones formativas, pero no suele
formularse en términos de conducta.
4. Distinga entre actividades y objetivos. Por ejemplo: «Leer las páginas 40 a 65 del manual
del operador» es una actividad de aprendizaje que forma parte de la formación, pero
«Manejar la máquina clasificadora» es el resultado final del aprendizaje.
6. Tenga en cuenta las limitaciones de los objetivos didácticos. Dichos objetivos se refieren al
desempeño (la aplicación de conocimientos, habilidades y actitudes), por lo tanto,
determinan los resultados de la formación, pero no describen los medios para llegar a
dichos resultados.
7. En cada objetivo, especifique la acción que hay que llevar a cabo, las condiciones en las
cuales deberá realizarse esa acción, y los criterios o estándares que el participante debe
cumplir para que el objetivo se alcance satisfactoriamente.
8. Tenga en cuenta que los objetivos que se redacten deben indicar con precisión a los
participantes qué es lo que se espera de ellos. Estos enunciados precisos permitirán a los
participantes comprobar qué es lo que han logrado hasta el momento y qué es lo que les
falta por aprender.
9. Sea específico, pero no en exceso. El alcance depende del propósito o del contenido de un
objetivo particular. La especificidad varía en cada fase del diseño. Por ejemplo, los objetivos
de un curso, una unidad y una lección serán cada vez más concretos, en comparación con
el objetivo precedente. Cuanto más se localice en un contenido formativo, mayores serán
el alcance y los detalles del objetivo.
10. Especifique los diferentes tipos de conductas y actividades que caracterizan a los objetivos.
Las actividades intelectuales (conocer) constituyen el ámbito cognitivo; las actividades
físicas representan el ámbito psicomotor; y la expresión de cualidades y actitudes
personales, el ámbito actitudinal.
Objetivos cognitivos
Los objetivos correspondientes al ámbito cognitivo abarcan todos los desempeños de tarea
y las conductas que utilizan el conocimiento de una información determinada. Por ejemplo,
los conceptos, datos y métodos de investigación requeridos para una evaluación de
necesidades. Este ámbito puede implicar conocimientos de terminología, hechos
específicos, normas tendencias, clasificaciones, metodologías, principios, generalizaciones
y teorías. Utilice objetivos propios del ámbito cognitivo para
Objetivos psicomotores
Los objetivos del ámbito psicomotor se centran en las habilidades. El desempeño requiere
la utilización adecuada de objetos, herramientas, ayudas, maquinaria o equipamiento. Los
enunciados de objetivos psicomotores pueden incluir: «Utilizar un procesador de textos»,
«Construir un modelo a escala de un puente», «Revelar películas en blanco y negro»,
«Realizar copias fotográficas en papel», «Cortar el pelo», etc. Utilice objetivos psicomotores
para:
o Consolar y apoyar a los pacientes ansiosos que van a ser intervenidos quirúrgicamente.
8. Mida las actitudes positivas a través de las acciones relacionadas con ellas. Por ejemplo,
véanse estos indicios de actitud positiva en una actividad:
Problemas:
Los objetivos actitudinales son difíciles de medir porque los participantes pueden falsear la
conducta requerida. Pueden simular que actúan de modo colaborador con sus compañeros
de trabajo, como indican sus objetivos, pero quizás cambien de conducta cuando no se les
observe.
Los sentimientos y las actitudes se expresan de muchas maneras distintas. Las personas
reaccionan de manera diferente ante las diversas situaciones. Por ejemplo, algunos
solucionan los problemas del trabajo en equipo hablando con cada persona, mientras que
otros prefieren comentarlo con todo el grupo. Asimismo, hay quienes organizan seminarios
sobre creación de grupos y otros procedimientos de diagnóstico, para que el grupo pueda
solucionar el problema por sí mismo, bajo la dirección de un líder.
Verbos de acción eficaces
Seleccionar el verbo de acción más adecuado para describir la conducta que se quiere
enseñar constituye una tarea difícil pero decisiva para la correcta formulación de objetivos.
Los seis niveles intelectuales que propone Benjamín Bloom dentro del ámbito cognitivo son
una directriz útil para elegir los verbos apropiados. El nivel más bajo es el conocimiento, y
los cinco niveles intelectuales siguientes ?en progresión ascendente? son la comprensión,
la aplicación, el análisis, la síntesis y la evaluación. Los verbos que describen las
habilidades mentales correspondientes a estas categorías son los siguientes:
Conocimiento
Ordenar, definir, enumerar, memorizar, nombrar, organizar, relacionar, recordar,
Comprensión
Clasificar, describir, explicar, identificar, indicar, localizar, informar, reformular, revisar,
seleccionar, ordenar, transferir.
Aplicación
Aplicar, elegir, mostrar, ilustrar, interpretar, manipular, preparar, esbozar, solucionar,
utilizar.
Análisis
Analizar, escoger, categorizar, comparar, contrastar, diagramar, diferenciar, distinguir,
examinar, inventariar, cuestionar, comprobar.
Síntesis
Ordenar, relacionar, construir, crear, diseñar, formular, organizar, planificar, preparar,
exponer, sintetizar.
Evaluación
Evaluar, determinar, elegir, comparar, defender, calcular, considerar, juzgar, calificar,
seleccionar, valorar.
Esta secuencia o taxonomía es muy útil para los profesionales que trabajan en el campo de
la tecnología formativa.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Para llevar a cabo las tareas propias de los objetivos del curso, los participantes deben
adquirir unas habilidades, actitudes y conocimientos previos. Los objetivos que capacitan a
los alumnos para realizar esas tareas reciben el nombre de objetivos específicos. Véase a
continuación un ejemplo de cómo se relacionan los objetivos específicos con los objetivos
globales del curso:
Ejemplo:
Objetivo general:
Una vez establecido el número necesario de ejemplares de una publicación mensual,
preparar su impresión de acuerdo con las normas de la organización referentes a la
precisión y la rapidez.
Objetivos específicos:
1. Los participantes serán capaces de escribir instrucciones para el compaginador, en las que
se especifiquen el tamaño de letra y el estilo de impresión. El participante efectuará en el
manuscrito anotaciones sobre los títulos, encabezamientos, subtítulos, márgenes,
recuadros, y configuración de las páginas. Después de estas sesiones prácticas, los
participantes deberán estar capacitados para señalar especificaciones a una velocidad de
dos minutos por página, sin errores.
2. Después de entregar el manuscrito con anotaciones para la maquetación, los participantes
deberán estar en condiciones de corregir en las pruebas de imprenta las faltas de ortografía
y los errores tipográficos.
3. Sobre el diseño final o las galeradas, los participantes serán capaces de corregir el
espaciado y la distribución del texto, y podrán verificar si el documento está completo.
4. En una publicación de treinta páginas, los participantes podrán determinar el tamaño y el
estilo de impresión, y corregir el contenido y el aspecto del documento.
Características de los objetivos específicos
Los objetivos específicos se relacionan con los objetivos generales o los objetivos del curso.
Los diseñadores y formadores pueden crear objetivos específicos a partir de objetivos
generales.
Los objetivos específicos son más detallados que los objetivos generales.
Hacen referencia a determinadas unidades o sesiones, y no al curso o a la acción formativa
en su totalidad.
No es imprescindible comprobar si los objetivos específicos se han alcanzado al final de la
acción formativa, porque su único propósito consiste en capacitar a los alumnos para
realizar las tareas establecidas en los objetivos generales.
Si los participantes están capacitados para cumplir los criterios de los objetivos generales,
también podrán cumplir satisfactoriamente los criterios propios de los objetivos específicos.
OBJETIVOS OPERATIVOS
También llamados de conducta, es un enunciado que debe mostrar la conducta observable,
medible y evaluable, que esperamos que adquiera el alumno una vez conseguidos
determinados conocimientos, destrezas y habilidades. En cada objetivo operativo se incluye
una sola conducta
Disponga los objetivos específicos en una secuencia que sea de máxima utilidad como
procedimiento lógico y ordenado para alcanzar el objetivo general del curso. Por ejemplo,
si el objetivo general es «Formular mejores objetivos didácticos», la secuencia de objetivos
específicos sería la siguiente:
o Establecer los objetivos.
o Para cada objetivo, determinar los componentes de desempeño, condiciones y criterios. En
caso necesario, reformular los objetivos.
o Identificar el tipo de objetivos: cognitivos, psicomotores o actitudinales.
o Formular objetivos para cada ámbito.
o Organizar los objetivos en una secuencia lógica.
Utilice la secuencia que contribuya mejor a su propósito. Si desea captar la atención del
grupo al principio del curso o la acción formativa, comience con un objetivo que sea
adecuado para ello.
Si al grupo le conviene obtener un éxito al principio del curso, empiece con objetivos
interesantes pero fáciles de alcanzar, antes de proponer objetivos más ambiciosos.
Si los participantes necesitan una perspectiva general, sitúe un objetivo amplio en la primera
fase de la secuencia, y más adelante los objetivos específicos.
Utilice el sentido común para organizar la secuencia; los patrones de secuencia más
habituales van de lo simple a lo complejo y de lo conocido a lo desconocido.
Ordene los objetivos de forma que los participantes adquieran las habilidades básicas al
inicio de la acción formativa. Los participantes aprenden y alcanzan los objetivos a niveles
y velocidades diferentes. La secuencia adecuada brindará a ciertos participantes, como
mínimo, un conjunto esencial de habilidades.
ONCE SUGERENCIAS PARA LA FORMULACIÓN DE OBJETIVOS EFICACES
Los objetivos indican qué es lo que el participante será capaz de hacer, describen las
principales condiciones por las que se debe regir el desempeño y establecen los criterios
de un desempeño aceptable. Para lograrlo:
1. Formule los objetivos en términos mensurables. Cada enunciado debe formularse de modo
que describa las conductas que van a enseñarse.
2. Añada sólo los detalles necesarios. Definir y formular objetivos muy detallados supone una
gran cantidad de tiempo y de gastos. Utilice este tipo de objetivos cuando la situación lo
requiera, y cuando esté seguro de que su utilización contribuirá a obtener el máximo de
beneficios.
3. Utilice hojas de análisis de tareas como guía para la preparación de objetivos. Escriba el
nombre de una tarea en la parte superior de la hoja y, a continuación, redacte una
descripción detallada de los logros relacionados con la tarea que se espera que los
participantes alcancen al final de la formación.
4. Represente los objetivos mediante una tabla. Divida la tabla en seis columnas.
Comenzando por la izquierda, titule de este modo las columnas: Objetivo, Conducta,
Condición I, Condición II, Criterio I, Criterio II. Si no necesita la segunda columna de las
condiciones o los criterios, déjela en blanco.
5. No incluya descripciones de carácter formativo. Un enunciado de] tipo «Dos sesiones de
formación en aula y de ejercicios prácticos en el puesto de trabajo» describe el proceso
formativo, sin embargo, todos los componentes de los objetivos tendrían que describir
resultados.
6. Utilice un número suficiente de condiciones apropiadas. Por ejemplo, el enunciado «Ser
capaz de administrar primeros auxilios con precisión y minuciosidad en el primer minuto y
medio después de la crisis» indica la conducta y su criterio, pero no especifica quién es el
receptor del tratamiento. En este caso, administrar primeros auxilios a bebés, adultos,
niños, a pacientes quemados, conmocionados o accidentados que sufran una hemorragia
implicaría notables diferencias en la clase de tratamiento.
7. No dé por supuesto que todos comprenderán las condiciones o los criterios implícitos. Los
sobreentendidos pueden ser interpretados de modo diferente por lectores diferentes. Si una
parte de un objetivo es vaga, aclárela para reducir al mínimo el riesgo de equívoco. Por
ejemplo, considere el enunciado «Estar capacitado para explicar seis normas de seguridad
e higiene». Añadiendo una frase de criterio como «de conformidad con los códigos
legislativos estatales, comunitarios y locales» el objetivo adquiere mayor claridad y eficacia.
8. Analice los primeros borradores de los objetivos centrándose en la formulación de la
conducta, antes que en las condiciones y en los criterios. Si falta el componente de la
conducta, no podremos considerarlo un objetivo. El enunciado «El participante aprenderá
la diferencia existente entre objetivos cognitivos, psicomotores y actitudinales» no describe
la conducta porque «aprender» no es una acción. «Ser capaz de diferenciar .. » constituiría
una descripción más adecuada.
9. Al analizar el borrador, asegúrese de que los objetivos generales y los objetivos específicos
están relacionados entre sí. Primero pregúntese por qué un empleado debería saber hacer
X. Plantee su respuesta en forma de objetivo. Continúe preguntando y respondiendo hasta
que averigüe la razón o el objetivo principal de la formación. Por ejemplo: «Los empleados
tienen que ser capaces de detectar las faltas de ortografía». ¿Por qué? Para que puedan
ser buenos correctores. ¿Por qué tienen que corregir bien? Para que puedan elaborar
publicaciones de calidad. ¿Por qué tendrían que elaborar esas publicaciones? Porque la
creación de publicaciones forma parte de la descripción de su trabajo.
10. Después de comprobar cuál es el objetivo del curso, examine los objetivos específicos (u
objetivos subordinados) para verificar que existe una conexión lógica entre ellos. Utilizando
el mismo ejemplo, pregúntese qué es lo que necesita saber o hacer una persona para
producir publicaciones de calidad. Estas son algunas de las posibles respuestas: tendría
que saber corregir pruebas de imprenta utilizando las llamadas tipográficas o los símbolos
específicos para ello; también tendría que saber escribir de acuerdo con las normas
ortográficas y gramaticales.
11. En las situaciones en que la evaluación sea especialmente importante, los diseñadores
formativos pueden formular objetivos poniendo un énfasis especial en la evaluación. Al
prepararse para formular estos objetivos, puede empezar por preguntarse a sí mismo:
«¿Cómo comprobaré si este objetivo se ha cumplido o no?».
Verbos correctos e incorrectos
Evite emplear palabras que puedan inducir a confusión, o que sean demasiado vagas. Por
ejemplo:
entender
comprender
creer
interiorizar
tener fe en
apreciar plenamente
Utilice verbos de acción específicos que describan lo que la persona tiene que llevar a cabo.
Por ejemplo:
o escribir
identificar*
solucionar
construir
comparar
contrastar
Estos verbos describen acciones que usted puede ver, mientras que los términos pasivos
describen condiciones abstractas internas que tienen que inferirse de una conducta. Para
averiguar si alguien entiende algo, hay que observar a esa persona, hacerle preguntas o
someterle a una prueba.
*El objetivo debe establecer cómo identificar de una forma que sea observable o
mensurable.”
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