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Los virus de los animales y las plantas están hechos de los mismos materiales, estos son

pequeños ácidos nucleicos con envolturas proteicas que les protegen y les permiten entrar
en las células del ser vivo, una vez dentro de ellas se multiplican, formando proteínas de
envoltura y salen de las células causando su destrucción. La diferencia de un virus animal a
uno vegetal radica en el paquete de instrucciones que lleva el virus en su ácido nucleico, en
ese paquete se encuentra la información necesaria para paralizar toda la célula y poner a
fabricar más virus iguales al virus que penetro en primer lugar. Dentro de las principales
enfermedades causadas por los virus animales tenemos: La gastroenteritis aguda causada
por el virus parvo, las verrugas comunes, los papilomas y los poliomas causados por el
virus papova, enfermedades respiratorias, conjuntivitis, neumonías, cistitis y encefalitis
causado por el virus adeno, la peste porcina africana y los linfocistis de los peces causados
por el virus irido, el herpes labial, nasal, genital y generalizado causado por el virus del
herpes humano, la meningitis causada por el virus arena, el SIDA causado por el virus del
VIH. En el caso de las plantas se distinguen: El mosaico de la col causada por el virus
Caulimo, el virus X de la papaya y del cactus, causado por el virus Potex, las manchas
cloróticas del manzano y amarilleo de la remolacha causado por el virus Clostro, manchas
anulares del ciruelo, raquitismo y arabescos causados por el virus llar, el mosaico del
pepino causado por el virus Cucumo, el jaspeado verde del pepino, mosaico del tabaco, del
tomate y las manchas anulares del tabaco causado por el virus Tobamo, los mosaicos de la
lechuga, melón, puerro, judía, apio, caña de azúcar, remolacha, soja y tulipán causados por
el virus Poty. Las enfermedades que pueden afectar a los animales o a las plantas pueden
ser contagiosas o no. Las enfermedades contagiosas se producen por seres vivos muy
pequeños, que al pasar de un enfermo a otro producen el contagio. Los tipos de seres vivos
causantes de enfermedades contagiosas se pueden agrupar en tres, que, de mayor a menor
tamaño, son los siguientes: los parásitos, las bacterias y los virus. Los parásitos son, por
ejemplo, los pulgones de las plantas, la tenía solitaria en el hombre y las pulgas de muchos
animales. Las bacterias causan enfermedades como la faringitis en el hombre y la
brucelosis de las ovejas. Ejemplos de enfermedades causadas por virus son: la gripe en el
hombre, la glosopeda en las vacas y la tristeza del naranjo en las plantas.
De acuerdo a lo anterior los protocolos para el tratamiento y prevención de enfermedades
en animales y plantas serian: comprar animales y plantas con los debidos certificados
sanitarios, y exigir responsabilidades si se producen las enfermedades de las que estaban
libres, hacer una inspección del lugar donde están los animales y plantas que compramos, la
limpieza periódica y esmerada de las instalaciones por una misma persona, evitar visitas o
hacerlas tomando las debidas precauciones a las entradas (como cambio de ropa, inspección
sólo visual a distancia, etc.), asegurar la desinfección previa de todo lo que entre en las
instalaciones (camiones, envases, alimentos, etc. y destruir los embalajes), evitar todo lo
que pueda molestar a los animales, como corrientes de aire en animales estabulados, sustos,
etc., cuidar que la alimentación sea rica en vitaminas y en cantidad suficiente, las molestias
del transporte provocan un debilitamiento general del organismo que hace que los animales
y plantas sean más fácilmente atacables por las enfermedades víricas, tanto de las que
puedan portar ellos, como de las que puedan encontrar en su nueva residencia. Es por ello
que después de los traslados haya que guardar cuarentena aislada hasta comprobar que no
se desencadena ninguna enfermedad, controlar el contacto con otros animales, tales como
aves, predadores, insectos, etc. Muy a menudo estos animales actúan de transportadores de
virus de uno a otro lado. Estas precauciones deben ser mayores en caso de que se sepa de
una enfermedad en las granjas e instalaciones vecinas, aislar y destruir los animales
muertos inmediatamente.

Por otra parte no se puede saber con certeza si una enfermedad concreta es producida por
virus basándose únicamente en síntomas externos, tales como falta de apetito,
adelgazamiento, muerte, necrosis de las hojas, etc. En todo caso, hay que acudir al experto
y a métodos de diagnóstico que por su complejidad se llevan a cabo sólo en laboratorio. Es
por ello que lo primero que hay que hacer es tomar una muestra para el laboratorio. Para
tomar muestras de cara a diagnosticar una enfermedad producida por virus es necesario
tener en cuenta las etapas de una infección viral. Las etapas son: aguda, en curación y
enfermos sin síntomas. La etapa aguda se caracteriza por un aumento del número de virus
en el animal o planta. Si las defensas consiguen frenar al virus antes de que éste llegue a
cantidades muy altas, se produce lentamente una disminución de la enfermedad hasta la
curación total o, lo que es más frecuente, hasta una cantidad mínima de virus que le
convierte en un enfermo sin síntomas. Los métodos de diagnóstico de los virus se basan en
detectar su forma, su ácido nucleico o sus proteínas. Debido a que los animales reaccionan
a la infección viral produciendo defensas antivirus y a que la presencia de defensas en la
sangre de los animales infectados suele permanecer largo tiempo después de la infección,
para detectar infecciones recientes puede emplearse la presencia de defensas antivirus. Los
métodos de diagnóstico del ácido nucleico del virus se basan en el reconocimiento
específico de los virus por medio de ácidos nucleicos fabricados en el laboratorio: las
sondas. Son métodos modernos que están actualmente en desarrollo. La mayoría de los
métodos tradicionales de diagnóstico de virus se basan en el reconocimiento de alguna de
sus proteínas, mediante reactivo obtenidos en animales de laboratorio. Los mismos o
parecidos métodos de diagnóstico se utilizan para los diagnósticos de las defensas antivirus.
Algunos de los métodos de diagnóstico de virus en el laboratorio se llaman: neutralización,
aglutinación, inmunofluorescencia, ELISA, inmunoblotting, sondas y microscopio
electrónico.

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