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INFORME

Una Aproximación
al Mercado Informal
de la Industria Pirata Editorial

2005
Introducción

Medir el nivel de piratería editorial que afecta al país resulta muy complicado. La
metodología empleada internacionalmente por la Alianza Internacional para la
Propiedad Intelectual(IIPA por sus siglas en inglés) otorga una aproximación del nivel
de piratería que afecta a nuestro país y que bordea los 8.5 millones de dólares en el
año 2004. Esta cifra, no obstante, requiere de varios ajustes para lograr una
aproximación más realista. En este sentido, el Sr. Richard Uribe, asesor de la
CERLALC y experto en el tema de piratería recomienda que la medición de la piratería
debe efectuarse meticulosamente: se debe basar las estimaciones en las estadísticas
de incautaciones de la división de la policía y del organismo competente para este caso
(INDECOPI). Asimismo, es prioritario diferenciar los libros piratas de los libros que se
comercian y aquellos que son de segunda mano.

Existen muchas dificultades para medir la piratería editorial: hay una evidente
descoordinación entre las instituciones encargadas del tema, y lo que resulta más
preocupante es que no se crean registros de incautaciones lo suficientemente
continuos, para que permitan inferir la evolución de la piratería editorial. En este
sentido, es necesario tener registros sobre la piratería indicando cuáles son los
principales títulos y autores que se piratean, cuántos de éstos son autores peruanos,
volúmenes de incautación, listado de lugares de venta, etc.

Por otro lado, cabe destacar que los procesos judiciales que enfrentan las personas
que cometen este delito, se desarrollan con gran parsimonia, y muchas veces la
levedad de las sanciones punitivas permiten que las personas responsables de la
piratería editorial (los grandes cabecillas de estas organizaciones) no sean apresadas o
sean liberadas en poco tiempo. Es necesario, que la Policía se involucre en la lucha
contra la piratería para unir fuerzas con instituciones tales como INDECOPI, y así
alcanzar una mayor eficacia en los operativos que se realice.

De otro lado, cabe destacar que la piratería de libros en el Perú es de gran dimensión -
por lo que se percibe a simple vista en los puestos informales - y cuenta con excelentes
mecanismos de distribución, que permiten que los libros piratas alcancen una gran
rotación así como que los nuevos libros que salen al mercado sean pirateados con
gran rapidez, incluso se da el caso en que llegan a ser vendidos antes del lanzamiento
del libro original en el país.

Todos estos factores determinan que no se tenga una idea aproximada del tamaño de
la piratería editorial en nuestro país lo cual conlleva a serias repercusiones: no se
puede determinar el gran impacto negativo de la piratería sobre la economía nacional

1
(evasión de impuestos, por ejemplo) a las editoriales y librerías formales. Asimismo,
resulta primordial disponer de cifras que ayuden a concientizar a la población de la
importancia de respetar los derechos de autor, pues con ello el país en conjunto se
beneficia (mayor oferta formal de libros contribuirá a mayores ganancias para este
sector, y en consecuencia que los precios de los libros originales disminuya).

2
1. Metodología

En el presente estudio se contrastan dos metodologías distintas para conseguir una


aproximación del nivel de la piratería editorial.

La primera metodología se basa en la observación directa de los puestos informales


del centro de Lima. Para ello, se siguieron los siguientes pasos: primero, se ubicó los
puntos de venta de piratería editorial, se los enumeró y se procedió a calcular el
número de empleados, el número de puestos de venta y el volumen de libros que
comercian. Cabe señalar que las estimaciones de este último punto se efectuaron en
base a lo observado en cada puesto informal y examinando los registros de decomiso
de los operativos que ha realizado la oficina de Derechos de Autor del INDECOPI
(Instituto Nacional de la defensa de la Competencia y Protección de la Propiedad
Intelectual)

La segunda metodología es la aplicada por la Cámara Peruana del Libro (CPL) la cual
posee una semejanza con la técnica empleada por el IIPA (Internacional Intellectual
Property Alliance). Esta última basa sus estimaciones en la información que brindan los
representantes locales editoriales para determinar las pérdidas que les genera la
falsificación de sus productos también según las necesidades de uso como por ejemplo
la necesidad de libros en la población universitaria, etc.

De esta manera, estos dos caminos buscan llegar a una aproximación de la cantidad
ofertada de libros piratas así como un estimado del sector informal editorial de manera
general.

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2. Descripción del Mercado Informal

En la realización del presente estudio, uno de los primeros pasos a seguir fue hacer un
seguimiento a las librerías informales del Jr. Amazonas, Av. Grau, Jr. Quilca, Jr.
Camaná, Av. Venezuela, entre otros. El periodo de recolección de información no
abarcó la campaña escolar en donde se da el auge en las ventas de textos escolares.
Sin embargo, cabe señalar que resultaría de gran utilidad realizar un estudio del
funcionamiento del mercado durante el periodo escolar para estimar la afluencia de
público a este sector y los volúmenes de venta en el pico más alto del año. Sobre este
punto, para el presente estudio se han hecho estimados de la oferta de piratería
escolar sobre la base de información obtenida de la Cámara Peruana del Libro.

El anexo 1 contiene un listado de los principales centros de venta que se encontró en


Lima Metropolitana. Hasta donde se ha podido observar, existen 250 lugares de venta
de libros, muchos de ellos venden libros originales “de viejo”, libros nuevos, y también
muchos de ellos, libros piratas. La mayoría de éstos son puestos de venta informal, que
pagan un costo mínimo por el lugar ocupado y tienen material que asegura una alta
rotación. Si bien muchos de estos lugares de venta no exhibían la mercadería pirata,
cuando se les preguntaba por el precio de algún libro señalaban el precio del original y
muchos de ellos, también daban razón de un precio reducido en otra versión.

El número de empleados que genera el sector informal librero observado


sobrepasa los 6001 y se calcula que existen alrededor de 150 vendedores ambulantes
de libros piratas alrededor de la ciudad, una cifra bastante moderada que sólo es
ilustrativa y no influye en la oferta de la piratería editorial de manera significativa. Estos
vendedores ambulantes se encuentran diseminados en las principales arterias de la
ciudad especialmente en los distritos de ingresos medios a altos. Las principales
locaciones son: las salidas de los centros comerciales como por ejemplo Ripley, Wong;
en los cruces de las avenidas, en las afueras de las universidades públicas y privadas,
institutos superiores, etc. También se han detectado vendedores ambulantes en los
balnearios más concurridos de las playas del sur, grifos como Shell y Mobil aledaños
sirven de lugares de venta para esta mercadería ilícita.

La mayoría de los centros de venta de libros informales son negocios familiares, y


algunos de ellos no sólo poseen un puesto de venta sino hasta 2 o 3 diferentes. En el
caso del Jr. Amazonas, muchos de los puestos de venta que allí se encuentran
provienen del antiguo campo ferial de venta de libros que se ubicaba en plena Av.
Grau. La mayoría son negocios familiares y algunos llevan dos generaciones con

1
El número de empleados en el sector editorial en el 2001 bordeaba los 900. Fuente: CPL

4
presencia en el mercado. Por otro lado, existe el vendedor informal que proviene de
cualquier otro mercado, que juntó capital para invertir y decidió incursionar en este
negocio, pero que no tiene vocación librera alguna y si pudiera ganar más en cualquier
otro negocio informal no dudaría en cambiar de rubro. Cabe señalar que más del 90%
de las empresas en el Perú, son informales2.

No se conoce plenamente la red de distribución de libros piratas, pero por según


información obtenida de los decomisos e incautaciones se ha encontrado que, por
ejemplo, un gran centro de fabricación de piratería puede producir hasta 40 mil libros3
por semana, Esto brinda indicios de que el nivel de piratería es medianamente
tecnificado, especialmente para el caso de los libros de interés general como los best
seller de literatura y los libros de autoayuda. Sin embargo, el tiraje promedio por libro
que no es best seller estaría bordeando las mil unidades, según datos recopilados de
las entrevistas a los editores y libreros.

Los grandes centros de distribución de piratería se encuentran en Lima Metropolitana,


especialmente, en el Jr. Amazonas y el Jr. Quilca, donde si bien no se expenden
libremente, se les puede reconocer como los puntos en donde se realizan los acuerdos
de comercialización mayorista. También se ha podido observar vendedores que se
acercan a los puestos a ofrecerles libros piratas. Este sería el mecanismo menos
riesgoso para realizar la venta, ya que no se manejan grandes volúmenes que pudieran
llamar la atención de las autoridades.

Por otro lado, otro centro de distribución de mercadería ilegal se encuentra en la Av.
Grau donde también se expenden diferentes tipos de mercadería: ropa,
electrodomésticos, zapatos, mochilas, y libros de viejo como piratas. Los precios tienen
una tendencia similar a lo encontrado en Jr. Quilca y Jr. Amazonas. Sin embargo, la
construcción de obras viales en la zona ha ocasionado menor afluencia de público.

Por información brindada por el ente regulador, INDECOPI, se ha encontrado envíos de


encomiendas hacia provincias con libros piratas de diferentes temáticas especialmente
autoayuda y literatura. Este hecho ayuda a formular la hipótesis de que la piratería
hacia provincias se estaría distribuyendo desde la capital debido al bajo costo
ocasionado por el alto nivel de concentración de imprentas en el centro de Lima. En
Lima metropolitana funcionan más de 6500 empresas formales y negocios informales
pertenecientes a la industria gráfica (12 mil son las empresas que funcionaría en el
resto de Lima y las regiones), más del 50% de éstas son informales y se encontraría

2
Alvarado, J. y F. Portocarrero, C. Trivelli, E. Gonzales, El Financiamiento Informal en el Perú. Ed.
Instituto de Estudios Peruanos, 2001.
3
Ver Anexo No.2 para mayor detalle.

5
dispersas en decenas de galerías comerciales, donde se mimetizan con las imprentas y
negocios formales4.

Los resultados obtenidos demuestran que la industria pirata editorial estaría generando
ingresos por ventas que bordean los 14 millones de dólares, y si asumiéramos que todo
ello se vendiera en el sector formal y si se asume que los precios del libro original es 3
veces los precios piratas, tendríamos un cálculo de 52 millones de dólares anuales, eso
equivale a más o menos 100 % lo que mueve toda la industria legal editorial y librera al
año.

Cabe destacar que el Reporte Especial 301 del 2005 de la agencia del IIPA señala que
el nivel de piratería editorial es muy alto, y no sólo eso, sino que los textos en inglés
que llegan al país, se venden incluso en copias piratas traducidas. Como se señala
anteriormente, este estudio indica que en el 2004 la piratería editorial hizo perder al
mercado legal aproximadamente $8.5 millones, según los datos obtenidos durante el
presente estudio, se puede observar claramente que la cifra anterior es ínfima al
compararla con el verdadero daño que ocasiona al sector.

4
Fuente: Caretas.

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3. Estimado de la oferta

a. Análisis de Costos

El análisis de los costos en los que incurren los vendedores informales de piratería nos
indica cuánto es lo mínimo que necesitan de ingreso para seguir subsistiendo y
permanecer en el mercado. Para esto, se calculó la inversión inicial, los costos fijos y
variables en los que incurre cada puesto de venta informal, y sobre la base de esto, se
halló el número de venta promedio diaria de libros que tendría que venderse para
seguir en el mercado. Según los datos encontrados a lo largo del presente estudio, se
sabe que si sus ganancias no superan sus costos, la mayoría de estos vendedores
saldrían del rubro e incursionarían en cualquier otro mercado informal que reditúe en
mayores ganancias.

Por otro lado, si los ingresos superan lo invertido en capital y los costos fijos y variables
entonces se generan utilidades y ante esto, otros vendedores informales incursionan
en el mercado para aprovechar estas ganancias, hasta llegar al punto de equilibro, es
decir, el punto en que los costos medios (media de los costos fijos y costos variables
incluyendo pago de intereses) y los ingresos se equiparan, y consecuentemente el
número de puestos de venta se mantiene estable en el tiempo.

b. Estimados :

Los libros de interés general compuestos por los best seller de literatura y de
autoayuda tienen el 70% del mercado como lo hemos podido observar de las
encuestas de demanda de libros que fueron obtenidas para la realización del presente
estudio, a continuación se encuentran los libros científicos y técnicos con un 20% del
mercado en este rubro se encuentran los libros de medicina, biología y otras ciencias,
también los libros de ciencias sociales; por último, 10% se destina a otros libros de
diversas temáticas.

El precio promedio de los libros pirata catalogados como interés general se encuentra
en S/. 13.00, el precio de los libros científicos-técnicos bordea los S/20.00 y los
catalogados en “otros” tienen un precio promedio de S/.15.00.

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Oferta de Libros por temática
(sin libros escolares)

Literatura y
Autoayuda
Academicos y
Técnicos
Sociales y Otros

Con los resultados del acápite anterior y los precios promedios de los libros por
temática se calcula que la piratería editorial estaría movilizando $ 13,761,610 al año.

Datos Encontrados Todas las temáticas Libros Escolares


Libros promedio vendidos por dia 30 25
Número de días que se trabaja al año 365 70
Precio Promedio de los Libros S/. 14 S/. 25
Número de puestos de venta 250 50
Ingresos por Ventas S/. 38'325 000 S/. 2'187500

El número de libros escolares piratas que se venden son difíciles de determinar pero se
ha trabajado sobre la base de los siguientes supuestos: primero, son 70 puestos
dedicados a vender libros escolares durante la campaña que dura un poco más de dos
meses durante los meses de febrero, marzo y abril, y se calcula que en promedio se
venden 25 unidades de este tipo a un precio promedio de S/.25.00 por libro pirata. Los
libros escolares originales bordea los S/75.00. De esta manera, el estimado de venta
pirata de libros escolares supera los 2 millones de soles anualmente.

4. Problemas encontrados

Las metodologías aplicadas son meramente aproximativas, debido a que es difícil


acceder a datos otorgados por las propias personas que laboran dentro de la industria
editorial pirata. Según Richard Uribe, consultor internacional de la CERLALC, en la
medida que no se manejen estadísticas a nivel nacional, como política que parta del
Estado, entonces cualquier método que se utilice será una forma empírica de tratar de
estimar el volumen que la piratería editorial alcanza en nuestro país. No obstante, las
metodologías que resultan más útiles son aquellas que arrojan estimaciones sobre el
tiraje y sobre los títulos que son pirateados con mayor frecuencia.

Por otra parte, no existe un trabajo conjunto entre la Fiscalía y el Ente Regulador de la
Propiedad de los Derechos de Autor, que permita coordinar acciones e intercambiar
información que permita identificar y detener rápidamente a los principales cabeza de

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la piratería editorial en nuestro país. Por otra parte, las acciones de incautación que se
llevan a cabo son esporádicas y no siguen ningún criterio predefinido, pues es posible
encontrar piratería hasta en los lugares más inverosímiles, como a espaldas del
Palacio de Justicia.

Asimismo, ninguna de estas entidades lleva un registro periódico de incautaciones, en


los que se detalle cuáles son las obras más pirateadas, y el tiraje de cada una de
éstas. Esto último resultaría muy útil para poder estimar a cuánto asciende la piratería
editorial si se contase con estos datos para una serie de años consecutivos.

Por otra parte, resulta muy difícil recoger información de las personas que laboran en la
industria pirata, pues temen sufrir detención o incautaciones de su mercadería.

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5. CONCLUSIONES

La industria de la piratería en el Perú ha crecido vertiginosamente, esto queda reflejado


con las estimaciones hechas en el presente estudio, las cuales arrojan que la industria
de libros pirata obtienen ingresos que bordean los 13.7 millones de dólares al año. Un
hecho que ha contribuido ampliamente a la rápida expansión de la piratería editorial es
que el sistema de represión de este delito es completamente ineficaz. Como
consecuencia de ello, actualmente la piratería cuenta con excelentes canales de
distribución que permiten que los títulos continuamente roten y que las nuevas
publicaciones estén inmediatamente disponibles en los puntos de venta más céntricos.

Por otro lado, en la actualidad se ha acortado grandemente la diferencia entre la


tecnología empleada por la industria pirata y la industria formal: la calidad de los libros
piratas se ha incrementando notablemente. A esto cabe añadir que los costos de
impresión han desminuido en gran medida debido a la proliferación de empresas que
prestan servicios de impresión. Ello configura que la principal medida de disuasión
para que el público deje de comprar libros piratas radica en que sean conscientes de
las repercusiones negativas que causa esta actividad ilícita.

Es así pues, que la penetración de la industria pirata en el mercado editorial ha


alcanzado dimensiones alarmantes, lo cual ha llevado que el Perú se sitúe en la lista de
países observados por el IIPA5. Este hecho afecta negativamente la imagen de nuestro
país así como reduce la inversión internacional hacia el Perú, por percibírsele como un
país en el cual no se respeta la propiedad intelectual y derechos de autor.

De lo que se ha observado, se estima que el número de puestos en el sector informal


que se dedica a la comercialización de piratería de libros, asciende aproximadamente a
250, es decir, que el número de personas empleadas en este sector es muy cercano al
que trabajaba en el sector formal en el año 1991 (que rodea las 750 personas).

Si consideramos también que muchas librerías han ido desapareciendo debido a las
graves pérdidas económicas que genera la piratería editorial, entonces sería razonable
pensar que en la actualidad los puestos de trabajo dentro de la piratería editorial
superan a los puestos en el sector formal.

Cabe destacar que el sector editorial debe estar afrontando pérdidas que están
alrededor de al menos del doble de ingresos registrados en el sector de piratería

5
Para mayor información sírvase consultar la siguiente página web o el anexo número 4.
http://www.iipa.com/pdf/2005SPEC301LOSS.pdf

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editorial es decir, 28 millones de dólares, pues este sector cumple con pagar tributos al
Estado, gastos en planilla, etc; así como los pagos relacionados al respeto de la
propiedad intelectual y derechos de autor.

De otro lado, con la información obtenida a través de la Intendencia Descentralizada


del INDECOPI y la agencia de Aduana de Chiclayo, sobre un decomiso de libros
piratas, se puede inferir que la mercadería pirata que se reparte en provincias proviene
de los grandes centros de distribución de la capital, y son enviados a distintos lugares
del país a través de encomiendas y embalajes. Además que de las 12 mil empresas
dedicadas a la industria gráfica (tanto formales como informales), más de la mitad se
encuentran ubicada en Lima Metropolitana, formando un clúster de producción.

Por otro lugar, cabe señalar que a través de las encuestas hechas al público en
general, se percibe que la mayoría de personas no son conscientes del grave daño que
la piratería causa al Estado, al sector editorial formal y a los autores de dichas obras.
Existe una conciencia laxa al respecto, pues se trata de justificar la compra de obras
piratas aduciendo que el precio está al alcance del bolsillo. No existe, pues conciencia
que el precio tan bajo de las obras piratas se debe, en gran medida a la evasión de
impuestos, y a la falta de pago por derechos de autor y propiedad intelectual.

Resulta necesario acotar que existe una clase de comprador de libros pirata, al que se
denominará “comprador ocasional”: aquel que compra el producto en la comodidad de
su auto cuando se haya detenido por un semáforo o mientras espera en un grifo o
aquel que encuentra dichos productos cuando acude al mercado del barrio. Este tipo
de comprador podría dejar de adquirir productos piratas si fuera consciente de los
daños que esta actividad ilícita causa a la economía nacional.

En este sentido, el gobierno también es responsable de la propagación de la piratería y


de la exigua toma de conciencia de la población sobre los reales alcances de la
piratería editorial. No existe una política coordinada y con continuidad en el tiempo para
analizar, y combatir la piratería en nuestro país. De este modo, se carece de
inventarios, - en base a decomisos, incautaciones- que muestren la evolución de la
piratería editorial. Las acciones entre las instituciones competentes no son
coordinadas, existe mucha demora en brindar información al respecto y muchas veces
en vez de juntar sus esfuerzos, superponen sus acciones, trayendo como
consecuencia una política ineficaz para combatir la piratería. Llama la atención que el
INDECOPI no haya realizado operativos de incautación y decomisos desde el año
2004.

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También cabe señalar que la policía se muestra indiferente frente a este delito y no
reconoce como prioritario combatir la piratería. Por último, no existe ninguna campaña
educativa destinada a valorar el respeto a los derechos de propiedad intelectual y los
derechos de autor.

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6. RECOMENDACIONES DE POLITICA

El Estado debe articular una política efectiva de sanción a la piratería que se verifique
en penas efectivas para las personas responsables de la comercialización de piratería
editorial. Asimismo, el Estado, junto al sector editorial formal y el INDECOPI, deben
implementar una campaña de concientización a la población, a través de los medios de
comunicación, charlas informativas, etc., que expliquen la magnitud del daño que la
piratería editorial causa a la economía del país en su conjunto.

Por otra parte, las instituciones gubernamentales encargadas directamente de


combatir la piratería editorial, como son las Fiscaliza Especializadas e INDECOPI
deben coordinar esfuerzos para que así trabajar sobre dos áreas específicas: llevar un
registro periódico de las incautaciones realizadas, que en le futuro permita elaborar
estimados del volumen de piratería, y coordinar acciones de incautación y operativos
relacionados. Asimismo, es crucial que estas entidades trabajen conjuntamente en la
construcción de una base de datos que permita detectar a los implicados en actos de
piratería editorial, para así unir fuerzas con el Ministerio Público, Policía Nacional y
Poder Judicial.

Asimismo sería conveniente que el Poder Judicial y la Policía Nacional rápidamente


aplique las sanciones respectivas en base a la información y actas de incautación que
realizan las Fiscalías Especializadas y el Indecopi. En este caso, resulta crucial que
todas estas instituciones envíen un mensaje inequívoco hacia el sector de piratería
editorial: que este delito recibirá sanciones efectivas que no será posible evadir.

De la misma manera, es necesario que las personas frente a las cuales se emprendan
acciones judiciales, reciban las sanciones correspondientes, pues hasta ahora, ninguna
de las personas que ha sido procesada por este delito, ha recibido un castigo legal
efectivo.

Finalmente, un punto de igual importancia, pero que muchas veces suele soslayarse es
que es necesario brindar el mismo mensaje de sanción en todas las líneas de acción:
los libros piratas incautados deben ser destruidos, y no deben ser entregados a
PROMOLIBRO. Lo que sí resultaría una acción interesante, sería que los libros
incautados fueran transformados en insumos (papel) para la industria editorial, y de
esta manera pueda ser donado y usado para la creación de nuevos libros originales.

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