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Tipos de fractura (1)

Resúmenes
Entre los diversos tipos de fracturas óseas se encuentran los siguientes:

 Oblicua - fractura en ángulo con el eje

 Conminuta - fractura en muchos fragmentos relativamente pequeños

 Espiral - fractura dispuesta alrededor del eje del hueso

 Compuesta o abierta - fractura que rompe la piel

Qué es una fractura

El sistema esquelético, está compuesto por 206 huesos, los cuales,


proporcionan soporte, permiten el movimiento y protegen los órganos
internos del cuerpo.

Cómo se produce una fractura:


En ocasiones, se aplica demasiada presión sobre un hueso y éste se
rompe. Caídas, golpes con un objeto, torcerse o doblarse el hueso son
algunas de las causas más normales de fracturas.

Terminología:

Fractura incompleta o fisura: se emplea cuando el hueso sólo está


agrietado o parcialmente fracturado, en ella el hueso no se quiebra
completamente. Suele ser el resultado de una lesión relativamente
menor.

Fractura en tallo verde: es una fractura incompleta, que semeja el


quiebre de una rama de un árbol joven. Sólo uno de los lados del hueso
se fractura y el hueso se dobla.

Fractura completa: el hueso se fractura en partes.

Fractura simple: es una fractura completa en la que el hueso se quiebra


en dos fragmentos. Esta fractura puede ser transversal (en línea recta a
través del hueso), oblicua (en ángulo) y espiral (debido a un movimiento
de torsión). Este tipo de fractura generalmente es el resultado de una
lesión grave.

Fractura conminuta o multifragmentaria: es una fractura completa


en la que el hueso se quiebra en varios fragmentos.

Tratamientos

Para una fractura de tallo verde o una fisura, generalmente, es


necesario inmovilizar el hueso con yeso y esperar hasta que se consolide.

Las fracturas simples y las conminutas, normalmente, se inmovilizar el


hueso con un yeso o a veces con clavos, tornillos y placas.

Todas las fracturas deben considerarse seriamente. Si cree que


se ha fracturado un hueso, debe buscar atención médica
inmediatamente.
Qué es un calambre muscular
Los calambres musculares son una contracción involuntaria y forzada de uno o
más músculos que, en una situación normal, podemos controlar de forma voluntaria:
principalmente piernas, pies y brazos, aunque cualquier músculo está sujeto a padecer
en algún momento un calambre.
Los músculos en dichas áreas se contraen y se relajan de manera alterna cuando los
movemos, no obstante, cuando esta contracción se produce de forma involuntaria
provoca un espasmo que si es contundente y se sostiene en el tiempo acaba
convirtiéndose en un molesto calambre.

Los calambres musculares duran de unos segundos a escasos minutos, pudiendo


llegar hasta los 15 minutos y, muy ocasionalmente, mantenerse por más tiempo. Este
calambre, que suele desaparecer espontáneamente, puede llegar a repetirse antes de
desaparecer por completo.
Se trata de uno de los problemas musculares más comunes que puede afectar a
cualquier persona, sin distinción de edad o género, aunque es cierto que se aumenta la
frecuencia y el riesgo de padecerlos más comúnmente con la edad.

Diagnóstico y tratamiento
Al no tratarse de una enfermedad como tal, no existen pruebas específicas que
determinen la existencia de un calambre muscular, no obstante, su diagnóstico es
muy sencillo. En la mayoría de ocasiones, no es necesario que un médico proporcione
tal diagnóstico, dado que las personas que padecen calambres saben bien qué es un
calambre y cuando han padecido uno. La tensión y el abultamiento del músculo,
además del dolor local son los signos más claros que muestran que el músculo
está acalambrado.
En este sentido, debemos decir que tampoco existe un tratamiento específico para
curar un calambre muscular.
De hecho, este problema muscular remite por si solo a los pocos minutos y se
resuelve en el momento en que ya puedes estirar o mover el músculo de forma
voluntaria.
 Otro método que funciona para restablecer la funcionalidad muscular y remitir el
calambre es masajear el músculo para conseguir que se relaje.
 También se puede aplicar calor o ingerir una gran cantidad de líquidos después de
realizar actividades vigorosas.
 El consumo de fármacos no es efectivo para el calambre muscular, recuerda que
desaparece espontáneamente.

En caso de que sea necesario un tratamiento médico, éste se centrará


básicamente en enfermedades subyacentes. Asimismo, en caso de que los
calambres sean fuertes, severos, frecuentes y persistentes y no respondan
adecuadamente a los métodos más simples, se deberá considerar llevar a cabo un
tratamiento más intensivo dado que el calambre puede significar la manifestación de
otra enfermedad relacionada con la circulación, la nutrición, los nervios, el
metabolismo, las hormonas o el consumo de ciertos medicamentos. No dude en
acudir y consultar con su médico las mejores opciones para remitir el calambre
muscular.

Tetania
Todas las células nerviosas del cuerpo se activan y estimulan los músculos. Es una
reacción que produce espasmos y calambres por todo el cuerpo. Los bajos niveles de
calcio y magnesio, así como el efecto de la toxina del tétanos sobre los nervios son su
causa principal. Los espasmos que se producen con la condición tetania se
acompañan de hiperactividad nerviosa y estimulación muscular.
Calambres distónicos
Los calambres distónicos se dan cuando los músculos que no se implican
directamente en el movimiento deseado son estimulados y se contraen de
manera involuntaria. Normalmente se trata de músculos que trabajan en una
dirección opuesta al movimiento previsto. Las actividades repetitivas pueden producir
tanto calambres verdaderos por la fatiga muscular como calambres distónicos, aunque
estos últimos no son tan comunes.

Atendiendo a los distintos tipos de calambres, podemos concluir que entre las
causas más comunes que originan un calambre muscular se encuentran la
distensión o el exceso de uso de un músculo o un grupo de músculos, la
deshidratación, la falta de ciertos minerales en una dieta o la llegada insuficiente
de sangre al tejido muscular.

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