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Resúmenes
Entre los diversos tipos de fracturas óseas se encuentran los siguientes:
Terminología:
Tratamientos
Diagnóstico y tratamiento
Al no tratarse de una enfermedad como tal, no existen pruebas específicas que
determinen la existencia de un calambre muscular, no obstante, su diagnóstico es
muy sencillo. En la mayoría de ocasiones, no es necesario que un médico proporcione
tal diagnóstico, dado que las personas que padecen calambres saben bien qué es un
calambre y cuando han padecido uno. La tensión y el abultamiento del músculo,
además del dolor local son los signos más claros que muestran que el músculo
está acalambrado.
En este sentido, debemos decir que tampoco existe un tratamiento específico para
curar un calambre muscular.
De hecho, este problema muscular remite por si solo a los pocos minutos y se
resuelve en el momento en que ya puedes estirar o mover el músculo de forma
voluntaria.
Otro método que funciona para restablecer la funcionalidad muscular y remitir el
calambre es masajear el músculo para conseguir que se relaje.
También se puede aplicar calor o ingerir una gran cantidad de líquidos después de
realizar actividades vigorosas.
El consumo de fármacos no es efectivo para el calambre muscular, recuerda que
desaparece espontáneamente.
Tetania
Todas las células nerviosas del cuerpo se activan y estimulan los músculos. Es una
reacción que produce espasmos y calambres por todo el cuerpo. Los bajos niveles de
calcio y magnesio, así como el efecto de la toxina del tétanos sobre los nervios son su
causa principal. Los espasmos que se producen con la condición tetania se
acompañan de hiperactividad nerviosa y estimulación muscular.
Calambres distónicos
Los calambres distónicos se dan cuando los músculos que no se implican
directamente en el movimiento deseado son estimulados y se contraen de
manera involuntaria. Normalmente se trata de músculos que trabajan en una
dirección opuesta al movimiento previsto. Las actividades repetitivas pueden producir
tanto calambres verdaderos por la fatiga muscular como calambres distónicos, aunque
estos últimos no son tan comunes.
Atendiendo a los distintos tipos de calambres, podemos concluir que entre las
causas más comunes que originan un calambre muscular se encuentran la
distensión o el exceso de uso de un músculo o un grupo de músculos, la
deshidratación, la falta de ciertos minerales en una dieta o la llegada insuficiente
de sangre al tejido muscular.