TEMA 4. - SEGURIDAD ELECTRÓNICA II. Grado en Seguridad. Prf. Espinosa PDF

Facultad de Ciencias Sociales
Profesor Titular: Francisco Javier Espinosa García
Grado en Seguridad
Asignatura; Seguridad Física, Lógica, Electrónica y
de Personas
TEMA 4.- SEGURIDAD ELECTRÓNICA II.

LOS MEDIOS TÉCNICOS ACTIVOS
Francisco Javier Espinosa García
1.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN ........................................................3

1.1.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN: DETECTORES EXTERIORES ......4
1.2.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN: DETECTORES EXTERIORES
SOPORTADOS ...................................................................................................................4
AUTOSOPORTADOS........................................................................................................ 10
ENTERRADOS .................................................................................................................. 17
1.5.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN: DETECTORES PERIMETRALES
......................................................................................................................................... 22
DE SUPERFICIE ................................................................................................................ 22
EN ELEMENTOS PRACTICABLES ................................................................................... 28
1.8.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN: DETECTORES INTERIORES..... 32
2.- DETECTOR VOLUMÉTRICO DE INFRARROJOS PASIVO .......................................... 36
3.- DETECTOR VOLUMÉTRICO DE DOBLE TECNOLOGÍA .............................................. 38
4.- VIDEO SENSORES ...................................................................................................... 39
5.- LOS MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA ACTOS VANDÁLICOS GRAVES O
AGRESIONES: INHIBIDORES DE FRECUENCIA ............................................................... 40
AGRESIONES: LOCALIZADORES .................................................................................... 40
7.- LOS TIPOS DE DETECTORES CONTRA ATRACO Y ROBO ........................................ 42
8.- PROTECCIÓN CONTRA ROBO DE JOYAS Y OBRAS DE ARTE .................................. 46
9.- BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................... 49
Grado en Seguridad. Seguridad Física, Lógica, Electrónica y de Personas Curso 17/18

1.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN
Mientras que los medios pasivos de protección contra la intrusión tienen por objeto
primordial la delimitación de la zona protegida y el retardo del agente agresor, los
medios activos dan noticia rápida, clara y precisa sobre el momento y lugar en el que se
produce el intento de intrusión.
La eficacia de un sistema de protección contra intrusión depende tanto de la detección

del intento de agresión como del posterior tratamiento de la información generada al
respecto. Por tanto, el equipar a una instalación con medios activos contra intrusión
requiere la existencia de un sistema de centralización de alarmas, cuya importancia es
tal que merece un capítulo específico que se verá más adelante.
Entre los detectores y la central de alarmas se establece un intercambio mutuo de

información:
La señal de control no existe en todos los equipos. Su finalidad es minimizar el consumo

de energía y alargar la vida de los detectores, al poder ser desconectada parte de la
alimentación del mismo desde la central.
La señal de prueba tampoco es característica de todos los sistemas. En los que existe
permite comprobar desde la central el estado operativo del detector.
La señal de alarma es indispensable y característica de un sistema contra intrusión. Está

normalizada internacionalmente como un par de contactos libres de tensión del tipo NC
(en reposo circuito cerrado, y en alarma circuito abierto). Algunos detectores presentan
contactos de tipo NA (comportamiento contrario), pero son excepciones.
La señal de sabotaje permite conocer desde la central si el detector está siendo

manipulado. Es, normalmente, del mismo tipo que la de alarma. No todos los sistemas
incluyen esta posibilidad, pero si el detector corre el riesgo de ser saboteado es
completamente imprescindible.
La alimentación del detector se realiza desde la central. Está normalizada para los
detectores que la precisan, como una tensión continua de 12 voltios nominales, con
valores extremos de 14 y 10,8. Por debajo de este límite inferior el detector transmite
una señal de alarma.
[3]
Por último, la señal de aviso de fallo, que no está tampoco presente en todos los
sistemas, consiste en unos contactos, de tipo NC, normalmente, que avisan a la central
de que el detector presenta un funcionamiento anómalo.
La diferencia entre detectores exteriores e interiores no es únicamente la carcasa y la

capacidad de operar a la intemperie, sino también la necesidad de distinguir entre
variaciones ambientales y cualquier intento de intrusión.
Por tanto, los detectores exteriores deben garantizar un alto grado de fiabilidad y
eficacia, independientemente de las condiciones meteorológicas y físicas dominantes.
Por otra parte, y al igual que la mayoría de medios activos utilizados en seguridad, los
sistemas contra intrusión deben contar con dispositivos que permitan una
discriminación fiable entre incidencias accidentales y alarmas reales, y que puedan ser
modificados según las exigencias y características de la instalación a proteger.
Estas exigencias nos conducen a una realidad: la disponibilidad de medios exteriores es

mucho menor a la de interiores y perimetrales. De todos modos, existen numerosos
modelos y posibilidades en el mercado al alcance de un usuario potencial, por lo que
aquí nos limitaremos a estudiar los fundamentos y características de aquellos de uso
más extendido.

SOPORTADOS
Como ya habíamos señalado anteriormente, en este epígrafe nos referimos a detectores

que requieren un soporte adicional para su montaje y funcionamiento ordinario. Dicho
soporte, además de suspensor del medio activo, puede desempeñar otras funciones,
como pueden ser la de retardo ante la intrusión o la de delimitación de propiedad.
1. Cable sensor o microfónico
[4]
Este sistema se fundamenta en la gran sensibilidad que posee un cable coaxial ante
vibraciones de baja frecuencia en el vallado que lo soporta, transmitiendo una señal de
alarma cuando estas vibraciones sobrepasan un umbral preestablecido.
De forma general, el sistema está formado por un medio pasivo de soporte

(normalmente una valla), un cable sensor o microfónico y un procesador de las señales
producidas.
El elemento sensor está compuesto por un cable coaxial. Éste posee la característica
de que cuando es sometido a cualquier esfuerzo mecánico, bien sea de torsión, tracción,
presión o curvatura, produce la separación, el conductor interno, del “apantallamiento”
que lo cubre, lo que se traduce en una variación de la capacidad que genera una
liberación de carga, es decir, una corriente eléctrica.
Esto es lo que se denomina efecto triboeléctrico. De esta manera, cualquier

manipulación mecánica en el vallado generará una corriente eléctrica, lo que convertirá
al sistema en un micrófono.
Dada su capacidad acústica, el sistema podrá discriminar ante hechos tan diferentes
como intento de corte, escalamiento, etc., pudiendo, por tanto, alcanzar un bajo índice
de falsos positivos. Asimismo, el intento de sobrepasar la valla de manera subterránea,
también puede ser, en algunos casos, detectado por el sistema.
El procesador de señales comporta la electrónica del sistema, y su función será analizar

las diferentes señales enviadas por el sensor, seleccionando sólo aquellas que
respondan a unas características previamente prefijadas, así como verificar y transmitir
dicha señal.
Las ventajas:
• Sencilla y rápida instalación.

• Precio asequible.
• Muy buena discriminación ante falsas alarmas e incidencias reales.
• Se adaptan a cualquier modelo de valla.
• Mantenimiento reducido.
[5]
Los inconvenientes:
• Precisa, necesariamente, un elemento de soporte.

• Si no se coloca en un segundo vallado interior, aumentan enormemente las
falsas alarmar provenientes de roces de animales o personas.
• No detecta el acercamiento o la intrusión por encima del vallado.
2. Tensión mecánica
Este sistema se basa en asociar uno o varios de los hilos metálicos del vallado a un
sensor electromecánico, de manera que éste se active en cuanto cualquiera de los hilos
conectados sufra variación en su tensión.
Los componentes básicos del sistema son el propio vallado, los hilos tensados, los
postes de anclaje, los postes sensores y los propios detectores.
La valla será normal, con una altura que oscile alrededor de los 2,5 m. y con bayoneta
exterior.
Los hilos tensados serán los propios hilos horizontales del vallado, paralelos y con una
distancia entre ellos que no exceda de los 20 cm.
Los postes de anclaje deben ser de gran rigidez y estar firmemente sujetos al suelo.
Pueden estar separados a una distancia de hasta 50 m., y suelen llevar traviesas de
refuerzo para soportar la fuerte tensión a la que se ven sometidos por los hilos tensados.
Los postes sensores no cumplen una función de sujeción del sistema, sino que portan
los detectores electromecánicos. Irán situados en posición intermedia entre cada dos
postes de anclaje.
Por último, los propios detectores electromecánicos se montarán sobre guías

deslizantes en los postes anteriormente descritos. En el momento en que se produzca
una actuación mecánica sobre uno o varios de los hilos tensados, superior a un umbral
previamente fijado, los detectores cierran sus contactos, generando una señal de
alarma.
Este medio está dotado de un sistema de auto ajuste, que le permite desechar pequeñas
vibraciones inferiores al umbral de detección, normalmente debidas a agentes externos
accidentales.
[6]
La sensibilidad debe ser la misma en todos los detectores.
En lo referente al viento debe ser capaz de operar correctamente soportando hasta 37-
40 nudos, lo que puede suponer una limitación para el sistema, dependiendo de las
características climáticas del entorno. Asimismo, debe incluir un dispositivo
antisabotaje, que emita una señal de alarma en caso de manipulación de la carcasa.
Por último, cada detector debe contar con una línea independiente que acaba en un
dispositivo de fin de línea, situado en el último poste de cada zona, que nos permitirá la
verificación del estado de las conexiones y la detección inmediata de cualquier corte o
interrupción.
Las ventajas:
• Se adapta perfectamente a cualquier tipo de terreno, independientemente de sus

características topográficas.
• Integración del elemento activo y pasivo en el mismo sistema.
• No sujeto a limitaciones climáticas.
• Muy sensible ante corte, separación de hilos, etc.
Los inconvenientes:
• Complicado montaje e instalación.

• Precio muy elevado.
• No detectan intrusiones por encima (sin tocar) o debajo (excavación) del vallado.
• Muy difícil adaptación a un vallado ya existente.
3. Campo eléctrico
El fundamento de este sistema estriba en la generación de un campo eléctrico mediante

el empleo de un generador asociado a un grupo de hilos sensores a los que alimenta,
creando entre dichos hilos y la toma de tierra una configuración fija en cuanto a
capacidad eléctrica. La entrada en ése área de un intruso origina variaciones en el
campo eléctrico, que son transformadas en la correspondiente señal de alarma.
Este medio actúa, prácticamente, como un volumétrico, no circunscribiéndose su área

de detección a una simple configuración en barrera, como en los dos sistemas tratados
[7]
con anterioridad. El volumen de detección dependerá del número y disposición de los
cables.
Los componentes básicos del sistema son el cable emisor, los cables sensores, el
elemento de control y la unidad terminal.
Todo el cableado será, normalmente, de acero recubierto de cobre, con una cobertura
exterior plástica, y una resistencia que le permita soportar la tensión mecánica necesaria
para su correcto funcionamiento.
El elemento o unidad de control constituye el elemento esencial del equipo, ya que

integra el generador del campo eléctrico, los sistemas analizadores de señales y los
dispositivos de ajuste.
La unidad terminal tiene por misión la comprobación constante de las líneas, notificando
cualquier interrupción en las mismas por corte o mal funcionamiento.
El montaje del sistema es complejo, el cableado debe estar aislado de los soportes y
con una tensión mecánica constante y suficiente para un eficaz funcionamiento.
Este sistema de campo magnético permite detectar, en función de la amplitud de la

señal generada, el tamaño del intruso, lo que permite su graduación a fin de obviar
pequeños y medianos tamaños. De igual manera, los cambios en la velocidad de la señal
nos darán información sobre la velocidad del elemento extraño, lo que a su vez nos
permitirá evitar velocidades excesivas y, por tanto, falsas alarmas consecuencia de
vuelos de pájaros, etc.
Ventajas:
• Puede emplearse sobre diversos soportes (muros, vallas, etc.).

• Puede instalarse prescindiendo de dichos soportes mediante postes (free-
standing).
• Permite detectar intentos de sorteo del obstáculo mediante salto del mismo.
• Buen nivel de detección.
• Alto grado de discriminación mediante un ajuste preciso.
• Precio medio.
• No se ve afectado por condiciones atmosféricas.
[8]
Inconvenientes:
• Posibilidad de interferencias electromagnéticas.

• Laboriosa y complicada instalación.
• Requiere un minucioso mantenimiento eléctrico y mecánico.
• Es necesaria una muy cuidada toma de tierra.
• Requiere un ajuste preciso para un buen rendimiento.
4. Campo electromagnético
Estos sistemas hacen aplicación de los efectos de campo eléctrico y magnético,

detectando las variaciones que un cuerpo extraño produce en el acoplo del campo
electromagnético establecido entre dos conductores tratados de forma especial: leaky
cable.
Su configuración es similar al sistema de campo eléctrico y, al igual que el sistema

anterior, su cobertura no es exclusivamente lineal o en barrera, sino que nos permite
proteger un volumen.
Ventajas:
• Buen nivel de detección.

• Detección de intrusión superior y de excavaciones.
• Adaptación a todo tipo de terreno.
• Buena discriminación previo ajuste.
Inconvenientes:
• Precio elevado.
• Necesario un minucioso ajuste.
• Sujeto a posibilidad de interferencias electromagnéticas.
[9]
5. Fibra óptica
Aunque su utilización más extendida, como se verá, es en interiores, la fibra óptica

también admite su empleo en exteriores. Su funcionamiento se basa en la circulación
de un haz de luz a lo largo de un conductor de dicha materia. Si en un vallado o en una
concertina intercalamos filamentos de fibra óptica, cualquier interrupción o
deformación de la señal luminosa provocará la generación de un aviso de alarma.
Ventajas:
• Gran sensibilidad ante cortes o presiones sobre el vallado o concertina.

• No se ve afectado por condiciones meteorológicas.
Inconvenientes:
• Su precio elevado.
• Desactivación de una zona entera al producirse una alarma.
6. Inercial mecánico
Este es otro sistema que, aunque se circunscriba a entornos interiores en su protección

perimetral, también puede adaptarse a exteriores.
Su funcionamiento se basa en el principio de inercia, según el cual todo cuerpo tiende a

conservar su estado de reposo o movimiento. Así, este tipo de sistemas suele valerse
de un cuerpo conductor (normalmente cilindros o bolas metálicas) en reposo, que es
activado al recibir un impulso consecuencia de cualquier tipo de manipulación sobre el
soporte en el que está montado.

AUTOSOPORTADOS
A diferencia de la anterior tipología de detectores, los autosoportados no necesitan

ningún tipo de soporte para su montaje, sostenimiento y correcto funcionamiento. No
[10]
integran, por tanto, ningún medio pasivo de retardo, ciñéndose su funcionalidad
básicamente a la detección.
Estudiemos, a continuación, el funcionamiento, los componentes y las características

de los sistemas más representativos.
1. Barrera de microondas
El fundamento de una barrera de microondas lo constituye la emisión de un haz

electromagnético de la banda de las microondas, al ser modificado este campo por la
irrupción de un objeto extraño en el mismo, el sistema genera una señal de alarma.
Básicamente, consta de dos elementos básicos: el equipo emisor y un elemento

receptor. El primero genera una señal electromagnética centimétrica o de microondas,
de una frecuencia aproximada de 10 Ghz.
Por su parte, el receptor incorpora el equipamiento electrónico necesario para llevar a

cabo el proceso de la señal recibida del emisor, con capacidad de captar cualquier
variación, por mínima que ésta sea, en la misma.
La barrera de microondas, pese a su nombre, no proporciona una cobertura únicamente

lineal, sino más bien volumétrica, ya que el campo que se establece entre emisor y
receptor tiene forma de huso. Así, la barrera de microondas ofrece al usuario mayores
prestaciones y posibilidades que otros tipos puros de barreras.
Este sistema debe contar con la capacidad de modular la señal emitida dentro del
espectro deseado, a fin de evitar posibles interferencias con fuentes electromagnéticas
próximas. A su vez, debe tener la capacidad de variar la sensibilidad del equipo receptor,
a fin de evitar falsas alarmas producidas por cuerpos de pequeñas dimensiones, como
pájaros, papeles en vuelo o pequeños animales. Por último, es imprescindible que
disponga de un dispositivo antisabotaje de apertura de carcasa.
Ventajas:
• Montaje rápido y sencillo, requiriendo un mínimo ajuste.

• Buen precio.
• Proporciona un volumen amplio de detección.
[11]
• Tamaño relativamente pequeño.
• Sensibilidad media.
Inconvenientes:
• Necesidad de terrenos lisos, no se adapta a un perfil accidentado.

• Criticidad de ajuste para individuos arrastrándose.
• Precisa enlace visual entre emisor y receptor.
• Presenta ángulos muertos en las proximidades del emisor y receptor.
• Lluvia, niebla o nieve atenúan la señal.
• Animales grandes o medianos provocan falsas alarmas.
2. Barrera de infrarrojos
El fundamento de la barrera de infrarrojos es análogo a la de microondas, se basa en el

empleo de un haz de luz infrarroja como espectro de detección, articulada a partir de un
enlace emisor-receptor.
Sus componentes básicos serán, otra vez, un emisor y un receptor. En el primero está
incluido el dispositivo fotoemisor, normalmente un elemento semiconductor (arseniuro
de galio), que generará un haz de luz infrarroja de una longitud de onda variable entre
0,7 y 1 m.
En el receptor existe un circuito asociado a un relé que permanecerá cerrado mientras

la luz infrarroja incida en las láminas del mismo. En el instante en que esta recepción
resulte interrumpida, el relé, y por tanto el circuito, se abrirá, provocando la
correspondiente señal de alarma. Normalmente la señal es generada con una recepción
inferior al 60% de la calidad inicial, y en un lapso de tiempo variable entre 10 y 500 ms.,
que permita descartar objetos de alta velocidad, como un pájaro en vuelo.
Una incidencia que puede interferir de manera muy negativa en el funcionamiento de

estos equipos, es la exposición del emisor a otras fuentes luminosas, tales como el sol,
los focos eléctricos, etc., hecho que puede ocasionar un inaceptable índice de falsas
alarmas. Para evitar este hecho, el receptor viene equipado con un filtro, que le permite
seleccionar la radiación entrante y reducir, de este modo, el número de falsos positivos.
[12]
Otro factor que puede interferir en el correcto funcionamiento de este sistema, es la
cercanía de una fuente de calor. Para evitar este problema se procede a modular la onda
portadora del emisor mediante una señal cuya frecuencia sea reconocida por el
receptor.
Condiciones atmosféricas de nieve, niebla o fuerte lluvia pueden producir también la

pérdida de la señal emitida y, por tanto, producir una falsa alarma. A fin de obviar este
problema, el receptor debe contar con un circuito discriminador de compensación
ambiental, que informa de la pérdida de señal y, por tanto, de la inoperatividad del
sistema; o mantiene el sistema activo sin provocar falsas alarmas, en tanto la
atenuación de la señal no sea suficiente para provocar la suspensión temporal del
sistema.
Otro posible problema es la desalineación de emisor y receptor como consecuencia de

fuertes vientos. Para evitar este hecho el anclaje de ambos dispositivos al suelo debe
realizarse mediante soportes de gran solidez y con un rígido y firme anclaje al terreno.
De todos modos, el equipo debe estar dotado con un sistema lente-espejo de gran
precisión y altamente selectivo, que permita una correcta alineación, en cualquier
momento, de los elementos emisor y receptor.
Por último, debido a la extremada sensibilidad del equipamiento óptico del sistema, es
necesario contar con calefactores tanto en el emisor como en el receptor, a fin de evitar
empañamientos o congelación de dichos elementos.
Una de las características más destacables de este sistema es su versatilidad, ya que

permite múltiples configuraciones en función del número de haces que se empleen. No
es aconsejable emplear un solo haz, ya que éste podría ser fácilmente franqueado por
una persona sin ser detectado y, por otra parte, cualquier pequeño animal podría cortar
ese único rayo y provocar una falsa alarma. La solución será utilizar varios haces
infrarrojos, de esta manera se soluciona el primer problema y, si se instala de manera
que sea necesario cortar dos rayos consecutivos, habremos resuelto los dos. La
configuración habitual es mediante haces paralelos, colocados de manera alterna, es
decir, si en un extremo tenemos un emisor, el siguiente rayo en ese mismo extremo debe
contar con un detector, proporcionando así una cobertura cruzada.
Las ventajas:
• Bajo precio.
[13]
• Difícil de neutralizar.
• Pequeño tamaño.
• Instalación rápida y sencilla.
• Alcance máximo aceptable.
• Requiere un fácil ajuste.
• De empleo óptimo en pequeños espacios, debido a su actuación en un plano
vertical (entre muros o vallas o similar).
Inconvenientes:
• Se ve muy afectado, pudiendo incluso quedar inutilizado, por condiciones

climáticas.
• No es apto para terrenos accidentados.
• Es necesario un enlace óptico entre emisor y receptor, siendo esto cada vez más
difícil al aumentar la distancia entre ambos.
• Facilidad de superación por altura.
• Animales medianos y grandes pueden ocasionar falsas alarmas.
3. Barrera láser
Su fundamento, componentes y características son muy similares a los anteriormente

descritos para las barreras de infrarrojos, con la particularidad, en este caso, de que se
utiliza una luz coherente (láser), en vez de la infrarroja.
Estos equipos ofrecen un alcance muy superior al de las barreras de IR y MW, con una
extraordinaria precisión en los ajustes de las alineaciones, gracias a las características
de la radiación empleada.
Su elevado precio es el único inconveniente que impide que este sistema haya
reemplazado totalmente a las barreras de infrarrojos, ya que con prestaciones similares,
ofrecen una precisión y alcance notablemente superiores.
4. Volumétrico de exterior por microondas
[14]
La gran ventaja que presenta un detector volumétrico es la cobertura tridimensional que
logramos con un único equipo. Sin embargo, existen múltiples limitaciones en el empleo
de estos medios en espacios exteriores, donde se ven expuestos a múltiples
interferencias de todo tipo.
Si bien es cierto, en todo caso, que no se consigue en exteriores la optimización de los

espacios de interior, que de hecho se cubren perfectamente con un solo equipo
correctamente situado, el empleo combinado, hoy en día, de volumétricos exteriores y
videosensores, garantizan una adecuada protección de espacios que antiguamente se
consideraban imposibles de cubrir con medios técnicos, como terrazas, patios interiores
o zonas desenfiladas.
En definitiva, mediante el uso de volumétricos exteriores conseguimos una cobertura

tridimensional adecuada en espacios exteriores, donde antes nos veíamos obligados a
emplear múltiples dispositivos lineales o escasamente volumétricos, con un
desembolso económico desproporcionado al resultado obtenido.
En exteriores, y debido a las particularidades descritas, resulta únicamente operativo el

volumétrico de microondas. El fundamento de estos sistemas se basa en la aplicación
del efecto doppler. Dicho efecto se basa en la generación de un haz de radiación
electromagnética, en la banda de microondas, dentro de una frecuencia básica, y su
posterior recepción y análisis de las variaciones habidas en dicha frecuencia en el
camino de ida y vuelta de esta emisión.
De no producirse ninguna alteración en el recorrido de las ondas MW, la frecuencia no

sufrirá alteración alguna, pero si existe una intrusión en el campo de cobertura del
detector, el recorrido de las ondas se verá alterado, y la frecuencia de partida ya no será
igual a la recibida, lo que generará una señal de alarma. La diferencia habida entre
ambas frecuencias es lo que se conoce, normalmente, como frecuencia doppler.
El problema al que tienen que hacer frente estos volumétricos cuando se emplean en
exteriores, es la dispersión del efecto doppler en campo abierto. Esto se traduce en que
el sistema no es capaz de discriminar entre objetos de distinto tamaño a diferente
distancia, es decir, el detector "ve" del mismo tamaño un pequeño objeto a corta
distancia, que uno medio a distancia media, que uno muy grande a gran distancia. Esta
limitación se soluciona incorporando circuitos que eliminan los supuestos primero y
[15]
tercero, considerándolos intrascendentes al hecho de intrusión, y quedándose
únicamente con el segundo como generador de una señal de alarma.
El circuito auxiliar que se encarga de eliminar las señales provenientes de objetos

cercanos de pequeño tamaño se denomina ZRS (supresión de línea cero), y el que hace
análoga función con aquellas procedentes de objetos captados fuera del límite
prefijado, normalmente de alrededor de 60 m., es el circuito RCO (range cut off).
Los componentes principales del sistema, emisor y receptor, se encuentran dentro de

un mismo cuerpo, protegido por una carcasa que le permita soportar las consecuencias
lógicas de una exposición prolongada a la intemperie. El emisor envía ondas de la banda
X (microondas) de forma continua y en tres dimensiones, creando una cobertura
volumétrica. Las variaciones del haz electromagnético, como consecuencia de sus
choques con los obstáculos circundantes, son recogidas y analizadas posteriormente
por el receptor.
Las principales ventajas:
• Proporciona una cobertura volumétrica tridimensional.

• Instalación sencilla, sin requerir ajuste.
• Tamaño reducido.
• Precio aceptable.
• Aplicable en todo tipo de terreno.
• Alto grado de fiabilidad.
• Bajo índice de falsas alarmas.
Los inconvenientes son:
• Animales grandes o medianos pueden originar falsas alarmas.

• Alcance limitado a 60 m.
5. Videosensor
El videosensor constituye un medio electrónico que utiliza la señal de vídeo para emitir
una señal de activación, en caso de que se produzcan determinadas variaciones dentro
de su campo de observación.
[16]
Por tratarse con mayor profundidad en el tema dedicado a C.C.T.V., nos limitaremos
aquí a exponer sus ventajas e inconvenientes más destacables.
• Proporciona una amplia cobertura volumétrica.

• Alta fiabilidad.
• Permite evaluar inmediatamente la señal de alarma.
• Práctica eliminación de falsas alarmas.
• Coste moderado en interiores.
• Los inconvenientes son:
• Necesidad de un preciso ajuste previo.
• Coste muy elevado en espacios exteriores.
• Posibilidad de falsas alarmas en equipos medios.

ENTERRADOS
Trataremos, en este apartado, aquellos sistemas de detección en espacios exteriores

que operan bajo tierra o, excepcionalmente, del agua. Actuarán, como consecuencia,
sobre el espacio inmediatamente superior a su ubicación.
Una característica de estos sistemas es su capacidad de no poder ser detectados ni

previstos por un posible agente agresor, por lo tanto, resulta primordial proceder a
enmascarar su emplazamiento una vez instalados, allanando y enmascarando su
emplazamiento.
1. Presión diferencial por líquidos o hidráulico
El fundamento de este sistema se basa en el principio de Pascal. Este postula que la

presión aplicada sobre un fluido contenido en un recipiente se transmite por igual en
todas direcciones y a todas las partes del recipiente. De esta manera, si articulamos un
circuito hidráulico, capaz de medir las diferencias de presión en cualquier punto del
mismo, podrá traducir dichas variaciones sobre el nivel de normalidad en una situación
de alarma, una vez que hayan superado un cierto umbral de detección.
[17]
Este sistema puede adaptarse a cualquier tipo de terreno, aunque bien es cierto que
estará sujeto a diferentes condicionantes derivados de los materiales que se hallen al
realizar la excavación.
Los componentes principales del equipo son los tubos sensores, las válvulas de
autocompensación, el dispositivo sensor-transductor, la unidad de análisis o proceso y
los elementos de conexión sensor-analizador.
Normalmente, se instalarán dos tubos sensores, de una gran flexibilidad y resistencia,

se colocarán paralelos, separados entre sí de 1 a 1,5 metros, y enterrados a una
profundidad máxima de 30 cm.
Precisamente, será la presencia de dos tubos la característica del sistema que permita
eliminar, previo ajuste preciso, la práctica totalidad de falsas alarmas. En efecto, la
presencia de un intruso provocará una variación de presión diferente en cada tubo,
mientras fenómenos meteorológicos, como nieve, granizo o lluvia, incidirán de igual
manera sobre sendos tubos sensores.
En uno de los extremos los dos tubos se cierran sobre un dispositivo denominado
válvula de auto-compensación, que cumple una doble función. Por una parte mantiene
constante la presión en los dos tubos y, por otra, restablece variaciones accidentales de
presión, debidas a depósitos ajenos a la protección: acumulación de nieve, tierra, etc.
Por el extremo contrario, ambos tubos vuelven a converger sobre un equipo sensor,
sobre el que también se cerrarán los tubos procedentes de otro par de tubos idénticos
de otro sector análogo. Este equipo sensor recibe la información de variaciones de
presión en los tubos sensores, la transforma en una señal eléctrica y la transmite a la
unidad de análisis. Esta unidad de análisis debe permitir un ajuste de sensibilidad, con
la finalidad de poder adaptar un umbral de detección a las necesidades del usuario.
Ventajas:
• Nivel alto de detección.

• Precio medio.
• Sistema enmascarado y, por tanto, indetectable, al permanecer enterrado en su
totalidad.
• Difícilmente saboteable.
• No se ve afectado por condiciones climáticas.
• Buena adaptación a todo tipo de terreno.
[18]
• Muy bajo índice de falsas alarmas.
• No necesita mantenimiento.
• Crea una franja relativamente ancha de detección, siendo difícil de eludir.
• Detecta cualquier intento de excavación.
• Inmune a interferencias radioeléctricas.
Inconvenientes:
• Aunque no requiere mantenimiento, la reparación de cualquier avería es

laboriosa, complicada y cara.
• Instalación compleja, con obra civil de gran entidad.
• Existen condicionantes de instalación dependiendo de la dureza del suelo.
• Raíces, roedores y similares pueden dañar gravemente el sistema.
2. Presión diferencial por gases o neumático
Nos limitaremos a señalar su existencia. Su funcionamiento y características son

similares a lo descrito anteriormente para líquidos. La diferencia radica en el empleo de
un elemento gaseoso.
3. Cable de radiofrecuencia
El cable de radiofrecuencia, que puede ser empleado superficial, acuática o

subterráneamente (aunque esta última aplicación es la más extendida), encuentra su
fundamento en la configuración de acoplamiento alcanzada entre dos cables sensibles
paralelos, uno de los cuales funciona como emisor y el otro como receptor. De esta
forma, entre ambos se forma un "volumen sensible"; la presencia de un cuerpo extraño
en el mismo producirá una modificación en el acoplamiento, que una vez captada será
traducida en una señal de alarma.
Los elementos principales del sistema son los cables ya citados (emisor y receptor), el
equipo procesador de señales, el dispositivo de final de línea y los necesarios elementos
de conexión entre los cables y la unidad de proceso y análisis.
Los cables, similares a un coaxial, aunque la envuelta presenta una serie de huecos
específicamente diseñados, se colocarán paralelos a lo largo de la línea exterior de
[19]
protección, con una separación aproximada de 1,5 m, y de estar enterrados a una
profundidad de 0,25 m. Como se ve, la disposición es muy similar a la expuesta para los
de presión diferencial, sin embargo, los cables se cierran aquí, no sobre una válvula, sino
sobre los ya citados dispositivos de final de línea por un extremo, y al procesador de
señales por el otro.
Esta unidad de proceso cumple una doble función. Primeramente, genera la emisión de
radiofrecuencia (RF) sobre el cable emisor, creándose una onda de superficie en torno
a este, que sufrirá variaciones al penetrar un intruso en la misma. El espacio volumétrico
de detección suele tener una anchura de unos 4 m, con una altura sobre el terreno que
oscila alrededor de 1 m. La unidad de proceso también será la encargada de recibir las
variaciones en la señal, y de generar, si éstas sobrepasan unos valores prefijados, una
señal de alarma.
La emisión de RF puede ser continua, lo que permitirá determinar la intrusión con un

margen de proximidad de 100 m, atendiendo al sector en el que se hubiera producido la
alarma; o puede ser también pulsante, lo que proporcionaría la capacidad de discriminar
el tramo concreto del cableado en el que se produce el desacoplo.
Ventajas:
• Alta fiabilidad.
• Área volumétrica de detección.
• Carencia de mantenimiento.
• No se ve afectado por condiciones climatológicas.
• Fácil adaptación a todo tipo de terreno.
• Enmascaramiento de todos sus componentes.
• Flexibilidad de instalación (superficial, acuática o enterrada).
• No genera falsa alarma por pequeños objetos o animales (menor a 5 Kg).
Inconvenientes:
• Instalación compleja.
• Complicada solución ante cualquier avería.
• Susceptible de ser dañado por vías de agua, raíces o pequeños animales.
• Instalación supeditada a la dureza del terreno.
[20]
4. Campo eléctrico
Los detectores de campo eléctrico enterrados responden a los mismos principios que
los expuestos para los análogos soportados, es decir, son líneas de cableado que,
cargadas eléctricamente, mantienen una configuración capacitiva fija, que al ser
alterada por la irrupción de un intruso produce una señal de alarma.
5. Detector geofónico
Estos equipos sismográficos, capaces de detectar vibraciones subterráneas, y

traducirlas en una señal de alarma si aquellas se corresponden con un modelo prefijado,
son una aplicación eficaz al campo de la seguridad, de un medio empleado
habitualmente en minería y prospecciones petrolíferas.
6. Cable sensor microfónico
Este medio técnico, ya tratado con profundidad en el apartado relativo a detectores

soportados, son también empleados eficazmente en el medio subacuático.
Normalmente se utilizan para detectar vibraciones o intentos de corte en cerramientos
en canales de alimentación de agua o en desagües.
7. Fibra óptica
Es este un medio que presenta una gran flexibilidad en su uso, ya hemos tratado su
empleo como detector exterior soportado, posteriormente veremos cómo su utilización
en interiores presenta múltiples ventajas. Además de estas aplicaciones, la fibra óptica
es un buen detector en el medio subacuático, funcionando de forma análoga a la ya
explicada. Al producirse una curvatura o ruptura del soporte en el que se integra, se
interrumpe, o al menos se reduce, el flujo de luz que circula por la fibra, provocándose
una señal de alarma.
8. Sonar
El sonar es un medio utilizado habitualmente en la navegación y acción submarina, que

también tiene su aplicación en el mundo de la seguridad, siempre ciñéndonos al medio
acuático.
Se fundamenta en la emisión en el medio subacuático de ondas de ultrasonidos, estas

se reflejan en cualquier obstáculo que encuentren en su propagación, siendo esas ondas
[21]
reflejadas recogidas por un receptor, que puede discriminar tamaño, distancia o
velocidad de cualquier objeto extraño que entre en su área de cobertura. Presenta la
ventaja de su capacidad de detección volumétrica.
Como ya se ha explicado, los medios de protección perimetral serán aquellos que tienen
como función la cobertura de seguridad en el contorno o superficie exterior de cualquier
tipo de edificación, complejo o recinto.
Así, habrá que atender a la protección de los elementos superficiales inmediatos de una
fachada (muros, ventanas, puertas, vanos practicables, etc.), puntos de acceso en la
altura máxima de la edificación (tejado, terraza, claraboya, etc.), accesos
circunstanciales (edificios cercanos de altura similar o superior, etc.) y, por último,
patios interiores con sus respectivos puntos sensibles.
Como resumen, el estudio se realizará atendiendo a dos grupos principales, los

detectores de superficie, aquellos que proporcionan cobertura a un plano o área
(pudiendo ser ésta exterior o interior), y los detectores de elementos practicables, con
la misión de actuar sobre hueco, vano y soluciones discontinuas en las fachadas.
En esta protección perimetral cobra especial importancia la necesaria integración entre

medios pasivos y activos, reforzando los primeros las características constructivas de
la edificación, dando continuidad en los puntos débiles de la misma, y sensibilizando a
estos los sistemas activos.

DE SUPERFICIE
La protección perimetral de superficie exterior podrá ser llevada a cabo mediante

medios exteriores autosoportados (barreras, volumétricos de exteriores o
videosensores), a los que se puede añadir uno soportado, el de campo eléctrico, debido
a las adecuadas condiciones de aplicación que ofrece para protección de muros y
fachadas. Por haber sido, todos ellos, objeto de estudio, nos limitamos a señalar su
[22]
utilidad para esta aplicación concreta, procediendo a continuación al análisis más
pormenorizado de los sistemas empleados en protección perimetral de superficie
interior.
Como ya se ha dicho, dentro de este segundo grupo, abordaremos el estudio de medios

que se emplean para protección interior de muros, suelos, techos y cerramientos con
carácter superficial.
1. Detector microfónico
Este medio encuentra su fundamento en el empleo de un micrófono y un circuito de

evaluación, el cual emite una señal de alarma al captar el primero una vibración acústica
de un nivel y una frecuencia prefijada.
Los componentes principales son el propio micrófono y el circuito de evaluación.
Tres son las aplicaciones adecuadas que encuentra en la práctica este sistema:
• Protección de techos, paredes y suelos contra intentos de perforación. En este

caso, el detector debe ir sólidamente unido a la estructura del medio a proteger,
con la finalidad de captar las vibraciones que tengan lugar en el mismo. Su
cobertura es un cuadrado de 1,5 a 3 m de lado.
• Detección de rotura de cristales, lo que causa ondas sonoras cuya frecuencia
oscila, invariablemente, entre los 3 y 9 kHz. La ubicación del micrófono debe
realizarse, en este caso, sobre el elemento constructivo que incluye el
acristalamiento, pero fuera de éste. La cobertura resultante es una superficie de
unos 90 m2. Hay que destacar que este sistema requiere un tamaño mínimo de
cristal, ya que aquellos de un tamaño menor a 35 cm de lado, no producen en su
rotura vibraciones apreciables.
• Captación de ruidos ambientales en un espacio determinado (aplicación típica
de detector de interiores), tratando de discriminar las alteraciones sonoras
típicas de una intrusión, tales como pasos, murmullos, abrir y cerrar puertas, etc.
Ventajas:
• Buen nivel de detección, especialmente en sus dos primeras aplicaciones.

• Pocas falsas alarmas en las dos primeras aplicaciones.
[23]
• Fácil montaje.
• Sencillo mantenimiento.
• Detecta un intento de perforación desde el momento en el que se inicia.
Los inconvenientes:
• Coste elevado en grandes superficies.

• Requiere un ajuste muy preciso.
• Posibilidad de un alto número de falsas alarmas en la tercera aplicación.
2. Fibra óptica
Como ya hemos visto, el fundamento de este polivalente medio técnico es la transmisión

de un haz de luz a través de este medio, transmisión que se interrumpirá o debilitará en
caso de rotura o deformación del conductor, emitiéndose en tal caso la correspondiente
señal de alarma.
El componente fundamental es, por tanto, la propia fibra óptica, con la capacidad de
mantener íntegro el haz luminoso que circula por su interior, como consecuencia de los
diferentes ángulos de refracción existentes entre el núcleo de la misma y su
recubrimiento exterior. Esto provoca que la luz que circula por el núcleo, de sílice puro,
se refleje continuamente contra la cobertura externa, sin perder propiedad alguna.
En un principio, la fibra óptica sufría el grave inconveniente de la gran cantidad de

energía luminosa que se perdía a lo largo de la conducción, en la actualidad, y gracias a
la perfección alcanzada en los materiales y a las energías empleadas, como el láser,
este problema ha sido subsanado completamente.
Como medio de protección perimetral, la fibra óptica encuentra su empleo óptimo en la

cobertura de suelos, techos, paredes y muros de todo tipo, en los que se trata de evitar
una agresión directa, el típico "butrón". Para ello, la fibra óptica se inserta en una rejilla
protectora de acero, la cual o bien se incorpora a la pared en el momento de su
construcción, o bien se le añade posteriormente mediante mortero en su revestimiento
exterior. De esta manera, cualquier intento de horadar el muro o pared produciría el corte
[24]
de la rejilla protectora, con la consiguiente interrupción de la transmisión de luz llevada
a cabo por la fibra óptica, generándose la correspondiente señal de alarma.
Ventajas:
• Muy alta eficacia y fiabilidad.

• Está oculto al posible intruso.
• Imposibilidad de ser saboteado.
• No se ve afectado por factores externos.
• Carencia de falsas alarmas.
Inconvenientes:
• Elevado coste.
• Aunque sea una avería improbable, la reparación de un corte de línea es una
operación difícil y costosa.
• Su instalación requiere obra previa.
3. Detector piezoeléctrico
Se fundamenta en el llamado efecto piezoeléctrico, según el cual existen ciertos tipos

de cristales (como los de cuarzo), que poseen la propiedad de polarizarse
eléctricamente y liberar una carga cuando son sometidos a una tracción o a una
compresión.
Los componentes del sistema son los propios cristales piezoeléctricos, un elemento
registrador de las vibraciones, un filtro, un detector de umbral y un amplificador.
Cuando el elemento protegido transmite cualquier tipo de vibración a los cristales, éstos
generan una carga inducida, que una vez ajustada por el detector de umbral y
amplificada, se traduce en una señal de alarma.
Los cristales piezoeléctricos vienen dispuestos en el interior de una cápsula alojada en

un soporte flotante, el cual se adosa al muro, pared o cristal a proteger, de manera que
pueda captar la mínima vibración. Su alcance oscila entre 1 y 4 m, dependiendo del
material constitutivo del elemento protegido.
[25]
Ventajas:
• Aceptable fiabilidad.
• Instalación sencilla.
• Reducido número de falsas alarmas.
• Detecta el intento de perforación desde su inicio.
Inconvenientes:
• Requiere un preciso ajuste.

• Coste elevado para grandes superficies.
4. Detector sísmico, o microfónico selectivo
Se fundamenta en la captación de las vibraciones producidas por acciones destructivas

sobre la superficie protegida. Esta detección se lleva a cabo mediante elementos
piezoeléctricos, siendo, por tanto, este sistema una aplicación o modalidad del detector
piezoeléctrico descrito anteriormente.
Sus componentes y funcionamiento son muy similares, añadiendo que el detector

sísmico cuenta con un filtro paso bajo, que discrimina las vibraciones recogidas,
permitiendo el paso sólo a aquellas procedentes de ataques de carácter puramente
destructivos.
Como consecuencia, este tipo de detector será eficaz para protección contra medios de
alto poder destructivo, como taladro, lanza térmica, soplete oxiacetilénico y explosiones.
Su alcance varía entre 1 y 4 m., dependiendo del material que protegen, y su uso está
especialmente indicado para recintos de máxima seguridad, como pueden ser cámaras
acorazadas.
Ventajas:
• Muy alta eficacia.

• Sencilla instalación.
• Fácil mantenimiento.
• Práctica ausencia de falsas alarmas.
[26]
• Genera señal de alarma desde el principio de la agresión.
Inconvenientes:
• Elevado coste en grandes superficies.

• Necesidad de un ajuste preciso.
5. Detector electromecánico inercial
Se fundamenta en la presencia de una masa inerte de material conductor, la cual se

encuentra en una posición de equilibrio inestable y cerrando un circuito eléctrico.
Cualquier vibración en el medio protegido será transmitida inmediatamente a la masa,
lo cual provocará aperturas intermitentes del contacto eléctrico, lo que dará lugar a la
señal de alarma.
Su aplicación más eficaz corresponde a protección de techos, suelos paredes, cristales

y enrejados, pero también alcanzan una buena eficacia, y de hecho son empleados
profusamente, en cobertura de puertas, ventanas y demás elementos practicables. En
este último empleo suelen combinarse con detectores por contacto magnético,
alcanzándose de esta manera una alta fiabilidad, ya que mientras estos últimos
permiten la detección de un intento de intrusión mediante apertura hábil, el detector
inercial captará cualquier tentativa de forzamiento.
Antiguamente se utilizaban detectores inerciales basados en péndulos y en ampollas de

mercurio, pero debido a su elevado número de falsas alarmas y a su poca fiabilidad, han
sido sustituidos progresivamente por el que estudiaremos a continuación, el de masas.
Los componentes básicos suelen ser una esfera metálica, que actúa como masa inerte,
y unas guías que actúan como soporte. El circuito se cierra entre una y otras por el
simple peso de la esfera.
Ventajas:
Alta sensibilidad.
No se ve afectado por vibraciones menores de origen ambiental.
[27]
Inconvenientes:
• Necesidad de un ajuste preciso.

• Grietas en la construcción protegida disminuyen la eficacia del equipo.
• En zonas con altas vibraciones alto número de falsas alarmas.
6. Detectores electromagnéticos de presión
Se fundamentan en un contacto situado disimuladamente en el suelo que, al ser

presionado por una acción exterior, cierra un circuito eléctrico, provocando una señal de
alarma. Su nivel de seguridad es bajo, su rápido deterioro y el elevado número de falsas
alarmas, son razones que explican que en la actualidad estén prácticamente en desuso.
Según la forma en la que se camuflan nos encontramos con detectores de alfombra, de

almohadilla (fáciles de detectar si se conocen) y de banda, ésta última completamente
invisible, al formar parte del recubrimiento habitual del suelo. Su empleo más
generalizado se circunscribe a controles de acceso y suelos en entradas a recintos.
7. Detectores de presión diferencial
Como su nombre indica, la causa desencadenante de la alarma es también la presión,

aunque ahora se atiende a la presión diferencial. Sin embargo, en estos sistemas la
fiabilidad y eficacia es muy superior a los anteriormente explicados.
Aunque con un tamaño más reducido, su fundamento es muy similar a los ya descritos
en sistemas enterrados, pudiendo encontrarse también en ambas modalidades, con
funcionamiento hidráulico o neumático. Su utilización es más amplia que los detectores
anteriores, empleándose como protección en paredes, muros, suelos o enrejados.

EN ELEMENTOS PRACTICABLES
Aunque ya hemos visto que numerosos sistemas estudiados hasta el momento

encuentran aplicación también en la protección de este tipo de elementos, ahora
[28]
seguiremos viendo medios técnicos que son empleados fundamentalmente en
cobertura de huecos, vanos y todo tipo de elementos practicables.
1. Contactos magnéticos
El fundamento de este sistema es sumamente sencillo, ya que no es más que la

integración de un imán permanente con un contacto eléctrico. La interrupción del campo
magnético por el desplazamiento del imán producirá, dependiendo del modelo, la
apertura o el cierre del circuito, provocando una señal que se convertirá en la
correspondiente alarma.
Sus componentes básicos serán, por tanto, el imán permanente y el circuito eléctrico,
con las dos láminas que interrumpen o dan paso a la corriente. Su instalación se llevará
a cabo enfrentando los elementos componentes con la separación precisa que, según
los modelos, deba existir entre ambos. El imán se implantará sobre el cuerpo móvil (hoja
de puerta, ventana, etc.), en tanto que el circuito eléctrico y las láminas deben anclarse
al cuerpo fijo.
Existen, con posterioridad, múltiples soluciones atendiendo a la aplicación específica y

su entorno, con lo que podremos encontramos con diversas formas, montajes y
complementos. Así, los hay cilíndricos, rectangulares, empotrables, superficiales, etc.
En cualquier caso, y aunque también son muy empleados en protección puntual, su

utilización más eficaz y difundida radica en protección contra intrusión en puertas,
ventanas y otro tipo de cerramientos practicables.
Como ya se había señalado en el apartado dedicado a detectores electromecánicos

inerciales, la combinación en un mismo cerramiento de estos dos sistemas, permite al
usuario alcanzar altas cotas de eficacia y fiabilidad en la detección.
Ventajas:
• Precio accesible.
• Fiabilidad alta.
• Instalación sencilla.
[29]
Inconvenientes:
• No detecta la intrusión mediante rotura de la puerta o ventana que no conlleve

apertura de la misma.
• En modelos sencillos es posible el sabotaje mediante la acción de imanes
exteriores.
• Con el tiempo y el uso, el campo magnético puede perder intensidad.
2. Contactos electromecánicos
Son similares a los contactos magnéticos estudiados anteriormente, con la

particularidad que no utilizan contactos por imantación, sino eléctricos, que se activan
al producirse el desplazamiento físico de la pieza a la que están asociados.
El funcionamiento y componentes son sumamente sencillos. Consta de dos piezas, una

fija y otra móvil, unidas eléctricamente, al abrirse el elemento practicable sobre el que
se encuentra fijado el elemento móvil, se abre el circuito eléctrico, provocando la señal
de alarma.
Se emplea con frecuencia en casos en los que el espacio disponible no permite la

utilización de los contactos eléctricos, como puede ser el interior de una cerradura.
También encuentran aplicación como sustitutos de los magnéticos en puertas

metálicas, en las cuales sus propios materiales pueden originar la dispersión del flujo
magnético y, por tanto, disminución de efectividad.
Ventajas:
• Bajo precio.
Inconvenientes:
• Posibilidad de intrusión sin detección si se destruye el acceso sin abrirlo.

• Fácilmente saboteables si se conoce su situación.
• Presenta fallos frecuentes de funcionamiento.
[30]
3. Cinta conductora
Se fundamenta en la implantación de un circuito eléctrico sobre una estrecha banda

metálica de aluminio, adherida ésta a la superficie objeto de protección. La rotura de
esta superficie provocará, a su vez, la de la banda y el circuito eléctrico, provocándose
la señal de alarma.
Actualmente, este sistema ha caído en desuso, ya que sus prestaciones han sido
ampliamente superadas por otros medios más eficaces. En cualquier caso, ha sido
empleado con asiduidad en la protección de superficies acristaladas, y aún hoy en día
es posible verlos instalados.
Ventajas:
• Escaso número de falsas alarmas.

• No se ve afectado por vibraciones exteriores.
• Precio muy asequible.
Inconvenientes:
• Instalación compleja.
• Requiere un mantenimiento preciso.
• Se despega con facilidad, perdiendo sus características detectoras.
4. Red conductora
Su fundamento es similar al de la cinta conductora. En este caso, el circuito eléctrico es

un hilo insertado en el interior del cristal. Al romperse ambos se genera la
correspondiente señal de alarma.
El componente básico del sistema es el propio hilo conductor. Este presenta la ventaja
de no circunscribirse su empleo, únicamente, a la protección de cerramientos
acristalados, sino que puede utilizarse también en otro tipo de superficies, bien sea
insertándose en ellas durante el proceso de construcción, o a posteriori mediante obra
de albañilería.
[31]
Aunque este sistema mejoró notablemente las prestaciones de la cinta conductora, ha
quedado también desfasado hoy en día frente a otros sistemas de mayor fiabilidad.
Ventajas:
• Montaje sencillo.
• Número reducido de falsas alarmas.
• Reducido mantenimiento.
• No se ve afectado por vibraciones externas.
Inconvenientes:
• Nivel de seguridad medio-bajo.
1.8.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN: DETECTORES INTERIORES
Pasemos, a continuación, a describir los medios técnicos activos más empleados en

protección de espacios-interiores.
Estos sensores, debido a su cobertura de tipo tridimensional, reciben habitualmente el

nombre de volumétricos, aunque respondan a una amplia tipología con diversos
fundamentos técnicos y características muy variadas.
1. Detector volumétrico de microondas
Este volumétrico encuentra su fundamento en la aplicación del llamado efecto doppler.
Dicho efecto se basa en la emisión de una radiación electromagnética, de la banda de

las microondas, en una frecuencia determinada (F). Dichas ondas, una vez reflejadas en
el entorno de la fuente emisora, son recepcionadas y analizadas en lo referente a
cambios de frecuencia experimentados. De no producirse variación alguna, la frecuencia
de entrada (F') será igual a la de salida, pero si una intrusión u otra causa externa,
modifican de algún modo la configuración del espacio protegido por el detector, esa
[32]
frecuencia recibida ya no será igual a la emitida. A la diferencia entre ambas frecuencias
(F-F'), es a lo que se denomina frecuencia doppler.
Tres serán los principales componentes de un volumétrico por microondas:
• El emisor.
• El receptor.
• El procesador de señales.
El emisor está formado por un oscilador y una antena emisora, trabajando en unas
longitudes de onda cercanas a los 3 cm. (F = 10 Ghz).
Por su parte, el receptor recibe las ondas electromagnéticas reflejadas, las convierte en
impulsos eléctricos y los amplifica para su envío al procesador de señales.
Este último elemento, el procesador de señales, es el de mayor complejidad y

sofisticación del equipo. En el se compararán las frecuencias de salida y entrada, y se
hallará la frecuencia doppler, generándose una señal de alarma, si aquella supera un
umbral prefijado. Es importante que el equipo cuente con un filtro que actúe en
frecuencias bajas de hasta 100 Hz., ya que de esta manera se eliminan un alto número
de falsas alarmas.
Estos equipos ofrecen una gran sensibilidad al movimiento, lo que los hace
especialmente apropiados para la detección de intrusión en interiores, con una eficacia
y fiabilidad netamente superior a los sistemas de infrarrojos. Para un correcto
rendimiento deben “tratarse” para emitir una señal de alarma ante movimientos de un
objeto superior a 35 Kg con una velocidad comprendida entre 0,15 y 3 m/s.
Otra característica, positiva o negativa según el empleo que se vaya a dar al equipo, que
presenta, como consecuencia de la utilización de radiación de onda corta, es su
capacidad de penetración en ciertos materiales, como madera, mampostería, vidrio y
diversos plásticos.
En cuanto a su cobertura, y otra vez como consecuencia de la frecuencia empleada,

puede adoptar formas y configuraciones muy variadas, permitiendo, de esta manera, su
adaptación a diferentes espacios. De cualquier modo, y de forma general, su ubicación
debe realizarse a una altura aproximada de 2,5 m sobre el suelo, y en una posición
preferiblemente longitudinal a la dirección del previsible intruso.
[33]
Ventajas:
• Precio moderado.
• Fiabilidad óptima para detección volumétrica.
• Muy alta sensibilidad ante movimiento.
• Buen alcance (aprox. 90 m).
• Adecuada flexibilidad en campo angular (entre 10 y 100°).
• Alta adaptabilidad a diferentes espacios.
• Capacidad de penetrabilidad de las ondas, lo que proporciona un empleo
adecuado en estancias compartimentadas.
Inconvenientes:
• Necesario ajuste preciso.

• Existencia de ángulos muertos en las inmediaciones del equipo.
• Su empleo debe limitarse a construcciones de sólida estructura exterior.
• La emisión de radiación no debe incidir sobre ventanas o bajantes.
• Posibles falsas alarmas por penetración de las ondas en tabiques.
2. Detector volumétrico de ultrasonidos
Se fundamenta, al igual que el detector por microondas, en la aplicación del efecto

doppler, si bien en este equipo la emisión generada consiste en ondas acústicas de la
banda de los ultrasonidos, cuyas frecuencias abarcan una banda que oscila desde unos
20 KHz hasta decenas de Mhz, aunque se suela trabajar en un espectro de entre 20 y 45
KHz, dependiendo del uso que se le vaya a dar, del alcance, amplitud y directividad
requeridos. De cualquier modo, hay que destacar que las frecuencias más bajas, pese a
ofrecer un mayor alcance, presentan un elevado índice de falsas alarmas, debido a su
proximidad a las frecuencias audibles. En lo que respecta a ultrasonidos, éstos nunca
pueden atravesar ningún obstáculo que encuentren en su propagación.
Los componentes básicos son, por tanto, similares al caso anterior: un transmisor de
ultrasonidos, un receptor y un procesador de señales. El primero consiste en un circuito
eléctrico oscilante que lleva asociado un cristal piezoeléctrico. Este generará impulsos
[34]
eléctricos que, posteriormente, son transformados en ondas ultrasónicas para su
posterior emisión a su entorno circundante.
Por su parte, el receptor, recoge las ondas de ultrasonidos reflejadas, las transforma en
una señal eléctrica, las amplía y las transmite al sistema de proceso de señales. Este, a
su vez, compara las frecuencias de entrada y salida de manera análoga a como se hacía
en el detector de microondas.
La cobertura de este equipo, como veremos entre sus ventajas, es óptima para
movimientos frontales, disminuyendo mucho su eficacia ante aquellos otros
transversales. Su colocación debe situarse, por tanto, a unos 2,5 m del suelo, y de forma
que su campo de cobertura sea perpendicular a la posible intrusión.
El sistema nos lo podemos encontrar con tras configuraciones básicas:
Autónomos. En los cuales emisor, receptor y procesador están incluidos en un mismo

cuerpo.
Dependientes. En los que emisor y receptor se encuentran en distintos cuerpos.
Múltiples. Con un único procesador de señales conectado a varios equipos compuestos

de emisor y receptor.
Ventajas:
• Precio moderado.
• Gran sensibilidad.
• Muy buena detección en cortas distancias.
• Buena amplitud de campo (entre 10 y 100° horizontalmente, y no inferior a 30°
en vertical).
• Excelente capacidad de adaptabilidad a diferentes espacios.
• Óptima detección de movimientos frontales.
• Excelente complemento de los detectores de microondas para áreas con
obstáculos susceptibles de ser traspasados por aquellos y tal fenómeno no sea
deseable.
Inconvenientes:
[35]
• Necesita un complejo ajuste.
• Alcance limitado.
• Existencia de ángulos muertos en las proximidades del equipo.
• Posibilidad de falsas alarmas a grandes distancias.
• La cobertura se ve limitada por cualquier obstáculo.
• Sensibilidad notablemente menor ante movimientos transversales.
• Posibilidad de falsas alarmas ante descensos bruscos de temperatura, requiere
circuito de compensación térmica.
2.- DETECTOR VOLUMÉTRICO DE INFRARROJOS PASIVO
Este sistema se fundamenta en la detección de las variaciones térmicas que tienen lugar
en un entorno como consecuencia de la irrupción en el mismo de un cuerpo extraño, o
sea, de una intrusión. Es una realidad que cualquier cuerpo emite radiación infrarroja.
Ahora bien, la energía irradiada por una persona se circunscribe a un espectro muy
concreto, con una longitud de onda de alrededor de 10 um y una potencia de 100 mW, o
sea baja y dispersa. En las cercanías a esos umbrales deberán funcionar los equipos,
siempre teniendo en cuenta el fenómeno de absorción atmosférica y las posibles
interferencias causadas por otras fuentes calóricas.
Por tanto, un equipo volumétrico de infrarrojos pasivo debe ser capaz de detectar una
fuente calorífica débil procedente de un ser humano, discriminarla de otras múltiples y
más potentes, transformarlas en impulsos eléctricos, amplificarlos y procesar dichas
señales. De cualquier modo, estos sistemas analizan el ambiente de forma discontinua,
analizando los cambios del espectro infrarrojo entre los diversos sectores piramidales,
cuyo número no debe ser inferior a 15.
Atendiendo a su alcance podemos distinguir entre tres modelos básicos:
• Corto (hasta 8 m).

• Medio (hasta 15 m).
• Largo alcance (hasta 60 m).
[36]
Como veremos, a diferencia de aquellos equipos basados en el efecto doppler, como
pueden ser los de microondas y ultrasonidos, los detectores de infrarrojos alcanzan su
mejor nivel de detección ante movimientos perpendiculares al campo de cobertura, por
lo que su ubicación debe ser transversal a la previsible ruta de intrusión.
Los componentes básicos del sistema son:
• Elemento óptico.
• Un elemento sensor.
• Componentes adicionales electrónicos, integrados todos ellos en un mismo
cuerpo.
El elemento óptico tiene como finalidad, por una parte, la concentración de las
radiaciones en el elemento sensor; y, por otra (gracias a la multiplicación de elementos
sensores), permitir la observación de la evolución del intruso, a través de las diferentes
zonas en las que se haya dividido el espacio protegido.
Existen dos configuraciones básicas de elementos ópticos. En primer lugar aquel

basado en un sistema de espejos, el cual se compone de una superficie cóncava que
contiene un espejo multifacetado, que concentra la radiación correspondiente a cada
zona en el elemento sensor. El otro tipo de elemento óptico se fundamenta en el
fenómeno de refracción, mediante las llamadas lentes de Fresnel. Consiste en el empleo
de lentes concéntricas, que llevan a cabo una labor análoga a la de los espejos del
anterior caso.
Para el elemento sensor se emplean numerosas técnicas, atendiendo a las diferentes

aplicaciones que ofrece el detector. Los más comúnmente empleados son los
piroeléctricos, que convierten variaciones térmicas en impulsos eléctricos.
Dos problemas debe resolver este elemento: la detección de una fuente calórica débil, y
la discriminación de ésta respecto de otras de frecuencia distinta, pero más potentes.
Reduciendo el espectro de las longitudes de onda captables a una estrecha franja de
entre 7 y 14 µm podemos desechar ya la mayoría de fuentes emisoras que no respondan
a un factor humano como agente causal. También podemos emplear varios sensores
con polaridad opuesta, con lo que se anulan variaciones térmicas de carácter ambiental,
[37]
ya que actuarían de forma similar en los sensores, al contrario de cualquier perturbación
procedente de una intrusión, la cual registraría-valores distintos en cada sensor.
Por último, los componentes electrónicos llevan a cabo un buen número de funciones
esenciales para la eficacia del equipo. Entre estos componentes podemos citar los
amplificadores, que nos permitirán detectar intrusos que se muevan a una velocidad
muy pequeña; los discriminadores de señal, que permitirán captar la evolución del
intruso dentro del espacio sensibilizado; o los reguladores de tensión, que eliminan
falsas alarmas o funcionamientos erróneos como consecuencia de picos o pérdidas de
tensión.
Ventajas:
• Bajo precio.
• Instalación muy sencilla.
• Alcance de hasta 60 m.
• Protección óptima ante movimientos transversales del individuo.
• Buena amplitud de campo (hasta 90° horizontalmente y 300° en vertical).
• No se ve afectado por emisiones de radiofrecuencia.
• Seguridad de no actuación fuera del espacio físico limitado.
Inconvenientes:
• Posibilidad de falsas alarmas por fuentes calóricas próximas.

• Fácil apantallamiento.
• Prestaciones dependientes de condiciones ambientales.
• Limitada capacidad de detección de movimientos frontales.
• Dificultad de detección de movimientos muy lentos.
• Existencia de ángulos muertos en su cobertura.
3.- DETECTOR VOLUMÉTRICO DE DOBLE TECNOLOGÍA
Son Un detector volumétrico de doble tecnología se basa en la integración en un solo

cuerpo, y actuando sobre un mismo espacio, de dos o más sistemas volumétricos de
diferente tecnología.
[38]
Mediante la manera que se emplee para generar la señal de alarma, podemos alcanzar
dos finalidades bien distintas. Si lo que se persigue es reducir el número de falsas
alarmas, el sistema debe requerir la detección de ambos equipos; si, por lo contrario, lo
que se pretende es aumentar el nivel de seguridad, la señal de un solo sistema bastará
para provocar la alarma correspondiente.
Aunque existen varias configuraciones de detectores de doble tecnología, dos son los
de uso más extendido, siempre circunscribiéndose al campo de los volumétricos:
• Los de microondas más infrarrojo pasivo.

• Los de ultrasonidos e infrarrojos pasivos.
De acuerdo con las características de los sistemas integrantes, los primeros deben ser
más eficaces en la protección de espacios relativamente grandes, mientras que los
segundos lo serán en aquellos otros más reducidos.
En cuanto a ventajas e inconvenientes de estos equipos, éstas dependerán de los

sistemas empleados. El buen conocimiento de las características de los dos medios
utilizados permitirá su perfecta adecuación al entorno objeto de protección
4.- VIDEO SENSORES
Como ya sabemos, el videosensor es un sistema que emplea una señal de vídeo como
activador de alarma.
Ventajas:
• Excelente campo de detección.

• Precio considerablemente más reducido que en su utilización en exteriores.
• Muy alta fiabilidad.
• Permite la evaluación de la incidencia en tiempo real.
• Con equipos avanzados, práctica supresión de falsas alarmas.
Inconvenientes:
• Precio elevado en comparación con otros tipos de volumétrico.

• Posibilidad de falsas alarmas en equipos medios
Fuente : http://tucsegur.es/
[39]
AGRESIONES: INHIBIDORES DE FRECUENCIA
Los inhibidores de frecuencia son sistemas diseñados específicamente para evitar que
artefactos explosivos puedan ser activados a distancia en su entorno mediante el
empleo de un radiomando.
Su fundamento teórico es sencillo, y consiste en la saturación de un ancho de banda

determinado mediante rápidos barridos en todas sus frecuencias. Ello imposibilitará
cualquier emisión en frecuencias del espectro empleado. Su uso no implica que el
artefacto pueda iniciar el mismo sistema accidentalmente, ya que únicamente emite
onda portadora sin ningún tipo de codificación. Por realizar un símil de fácil
comprensión, el inhibidor producirá un ruido tal en las frecuencias barridas que impedirá
al dispositivo de iniciación oír la orden de fuego proveniente del emisor del radiomando.
Es un sistema fiable que permite su empleo tanto en objetivos móviles como estáticos,
aunque bajo ninguna circunstancia se debe confiar únicamente en ellos como medio de
protección contra un atentado mediante explosivos, más bien deben considerarse como
complementarios de otras medidas preventivas fundamentales, tales como limpiezas y
cambios constantes de itinerarios o reconocimiento de zonas próximas y subsuelo.
Esto es debido a las limitaciones que presenta este tipo de equipos. Por una parte están
sujetos a una eficaz y fiable labor de información que nos permita, en todo momento,
conocer las frecuencias que emplean los posibles agresores y, por otro lado, un
perturbador no será de ninguna utilidad contra otros tipos de iniciación si no es mediante
radiomando, como temporizador, cable eléctrico, barrera de infrarrojos, etc.

AGRESIONES: LOCALIZADORES
Los localizadores son sistemas cuya finalidad es mantener localizado, en el tiempo y en

el espacio, un objetivo dado. Encuentran aplicación en seguimientos y, más
concretamente en el campo que estamos tratando, en la protección de personalidades
contra secuestro y objetos de gran valor contra robo.
Se fundamenta en el sistema de posicionamiento GPS (Global Positioning System).
[40]
Éste se basa, a su vez, en una constelación de satélites en órbita baja, propiedad del
Departamento de Defensa de Estados Unidos, que transmiten continuamente su
posición en el espacio. Con un equipo en tierra capaz de detectar las señales de los
satélites (al menos tres y recomendablemente cuatro), mediante triangulación se puede
calcular la posición con una exactitud de unos pocos metros.
Ya no tenemos más que asociar este receptor GPS a un sistema cualquiera de

transmisión fiable para poder disponer en cualquier momento de la situación de la
persona u objeto que se quiere proteger. Aunque son muchos los medios de
transmisión, se suele emplear telefonía móvil GSM, dada su extendida cobertura
prácticamente a nivel mundial y su alta capacidad de tráfico de información.
Estos sistemas de posicionamiento ofrecen, además, varias posibilidades adicionales,

como son la capacidad de almacenar los históricos de todos los movimientos del
objetivo, o del tratamiento de las señales con un software específico de cartografía
digital, los que nos permitirá una localización y seguimiento exacto en cualquier entorno
en el que nos movamos.
Sin embargo, también hay limitaciones que deben ser conocidas. Una de ellas es que la
antena del sistema GPS debe tener a la vista los satélites. Es decir, si se encuentra en
una posición en la que no tenga acceso a la información de los satélites, como puede
ser una zona boscosa, un túnel, dentro de un contenedor metálico, etc., el receptor se
quedará ciego, sin señales mediante las cuales triangular su posición. Esta limitación es
extensible, aunque no en un grado tan alto, en caso de que empleemos como medio de
transmisión la telefonía móvil.
Otro inconveniente es la necesidad de camuflar los equipos y antenas, ya que de no

hacerlo serían rápidamente retirados por el posible agresor para evitar su seguimiento
y localización. Este camuflaje es fácil en según qué objetos lo instalemos. Así, en un
vehículo sería fácil esconderlo bajo tapacubos plásticos o en el interior de los
guardabarros, pero si estamos tratando de seguir a una persona a pie o a un objeto de
pequeño tamaño, nos vamos a encontrar con dificultades prácticamente insalvables.
Otra limitación será la necesaria conexión a una fuente de energía apropiada. Si el

equipo se instala en un vehículo u otro objeto con alimentación propia no habrá
problema, pero si se hace de manera que se tenga que contar únicamente con baterías
[41]
autónomas, será necesario asegurarse que la autonomía del sistema sea suficiente para
las necesidades puntuales de uso.
Por último, hay que tener cierta precaución a la hora de instalar las antenas, de manera
que no se interfieran entre sí la de GPS y GSM, ni éstas con otras ya existentes.
Alrededor de ellas deberá haber un radio libre de aproximadamente 70 cm.
Hay dos tipos de sistemas de localización por GPS: los sistemas pasivos o latentes y
los activos. Los primeros van almacenando la información de todos los movimientos en
su memoria, y los transfieren a la central de seguimiento cuando ésta establece
comunicación con el dispositivo de seguimiento. Sus principales ventajas son el ahorro
económico, al evitar un contacto telefónico constante, y sobre todo la economía de
consumo eléctrico, al ser los sistemas de transmisión de datos los más exigentes en
esta materia. Como inconveniente nos encontramos las claras lagunas de información,
no disponiéndose en tiempo real de la posición del objetivo.
Por su parte, los sistemas activos mantienen constante comunicación con la central de
seguimiento, permitiendo la exacta localización del objetivo en todo momento. Por el
contrario, nos encontraremos con un mayor consumo eléctrico y mayor coste
económico.
Quizás, la mejor solución es contar con sistemas mixtos, que mediante un fácil cambio
de programación desde la propia central de seguimiento permiten configurar el sistema
para que éste transmita automáticamente su posición en los intervalos de tiempo que
se establezcan, sin que ello sea óbice para que se pueda contactar cuando se quiera
con el equipo, y requerir la localización en dicho momento.
7.- LOS TIPOS DE DETECTORES CONTRA ATRACO Y ROBO
Según Los pulsadores son sistemas diseñados específicamente para ser activados en
caso de atraco. No son detectores propiamente dichos, sino avisadores que precisan de
forma necesaria la actuación de una persona para producir su señal de alarma.
Existen tres tipos de pulsadores: los de sospecha, los de atraco y los anti-rehén. Todos
ellos tienen una estructura similar, ya que no son más que un contacto que ante una
presión exterior, de fuerza suficiente, se activa y emite un aviso de alarma.
[42]
Habitualmente el contacto es un botón normal, pero tampoco es muy infrecuente
encontrarlos camuflados bajo una apariencia bien distinta, como puede ser un
interruptor de luz, un bolígrafo, etc.
1. Pulsador de sospecha
Se trata de un pulsador, normalmente colocado de forma discreta y protegido por una

carcasa o borde exterior, para que no sea accionado de forma accidental. Al ser
presionado emite una señal de alarma que se transmite a todas las personas que deben
llevar a cabo cualquier tipo de medida preventiva. Sin eliminar nunca el tipo anterior de
comunicación, es opcional la transmisión de la señal de alerta a la central general de
alarmas. Su finalidad es, por tanto, precautoria. Su localización habitual es en la parte
inferior de las mesas de los empleados, de forma que puedan ser pulsados de manera
discreta.
Se actuará sobre él cuando cualquier trabajador, en una determinada instalación

susceptible de sufrir un atraco, tenga fundadas sospechas de que puede ser inminente
ese tipo de agresión: actitud sospechosa de cierta gente, haber entrevisto un arma
escondida, localización de un dispositivo de huida, etc.
Para aumentar su efectividad los pulsadores deben estar conectados al sistema de

C.C.T.V., si dispone la instalación de tal medio, a fin de realizar la pertinente grabación
de las actuaciones de la persona o personas sospechosas.
2. Pulsador de atraco
En este caso su empleo se circunscribe únicamente a situaciones reales de atraco, no

estamos ya ante simples sospechas, sino que representa una respuesta real a la
agresión que se está sufriendo, requiriendo ya no medidas de precaución, sino de
reacción.
Su conexión se realizará directamente a la central de alarmas, y sólo debe ser pulsado

cuando esa acción no suponga un riesgo evidente para el empleado. Con esta finalidad,
su localización normal será en el suelo, para poder ser presionado de forma discreta con
el pie, toda vez que las manos de todo el personal que se encuentre trabajando estarán
bajo la directa vigilancia del o los atracadores.
Bajo ninguna circunstancia la actuación sobre un pulsador de atraco puede conllevar la

activación de un sistema local visual o sonoro de alarma o de cualquier medio de
[43]
cerramiento o bloqueo, ya que este tipo de medidas podría desencadenar violentas e
imprevisibles reacciones de los atracadores, poniendo en gran peligro la integridad
física y la vida de las personas que se encuentren allí presentes. Aumentará, además,
exponencialmente la probabilidad de que el atraco discurra hacia una situación de crisis
con rehenes.
3. Pulsadores anti-rehén
Se trata de un dispositivo similar al anterior y conectado también directamente a la

central de alarmas. Se da el caso, en determinados atracos, en que parte o la totalidad
del personal presente es encerrado en una dependencia determinada, con el fin de poder
llevar a cabo la aprehensión de los bienes sin incidencias y libres de todo tipo de
interferencia exterior.
Los pulsadores anti-rehén se sitúan convenientemente camuflados, a fin de no ser

detectados en la previsible inspección que los atracadores lleven a cabo, precisamente
para ser actuados en este caso. Su ubicación debe ser sólo conocida por el personal
susceptible de verse afectado por tales incidencias.
Alarma por omisión (APO). Se trata de un dispositivo de tipo pulsador que necesita ser
actuado manualmente, dentro de una cadena de actuaciones de determinados procesos
de seguridad. El hecho de no activarlos genera, inmediatamente, una señal de alarma,
de ahí reciben su nombre. Se emplean, normalmente, como elementos redundantes,
como refuerzo de seguridad, teniendo como principal finalidad alertar a la central de
alarmas de que alguien que desconoce el funcionamiento interno de la oficina intenta
acceder a áreas o lugares restringidos.
Fibra óptica. Ya se trató en el punto relativo a detectores perimetrales, las aplicaciones

contra intrusión de la fibra óptica. Únicamente señalar que estas capacidades alcanzan
una especial eficacia en la protección de cámaras acorazadas, cajas fuertes y cámaras
de cajas de alquiler.
Detector térmico. Como su propio nombre indica, este sistema se basa en un sensor
capaz de detectar variaciones de temperatura. El equipo dispone de un elemento
sensible, el cual es parametrizado a un umbral de tolerancia determinado. Cuando se
detecta un aumento de temperatura sobre esos límites señalados, se genera
inmediatamente una señal de alarma.
[44]
El sensor térmico se halla conectado a un circuito transductor, abierto o cerrado que, al
recibir la orden correspondiente, cambia de estado y produce la alarma.
El empleo más frecuente de este medio es el de protección de cajas fuertes y cámaras

acorazadas contra ataques que conlleven un aumento de temperatura, como pueden
ser lanzas térmicas o sopletes oxiacetilénicos.
Detector sísmico. Su fundamento, componentes y funcionamiento ya han sido

estudiados anteriormente. Únicamente recordar la capacidad que posee de detectar las
vibraciones típicas de la mayoría de ataques violentos con intención de perforar una
superficie dada. Por esto son de utilidad, al igual que el equipo anterior, para protección
de cajas fuertes y cámaras acorazadas.
Detector acústico. Tratados, asimismo, con anterioridad, interesa recordar su capacidad

para detectar cualquier tipo de variación acústica en el entorno inmediato del equipo.
Por ello suelen ser empleados asociados a alguno de los sistemas anteriores como
protección de espacios similares, ya que permitirá poner de manifiesto actuaciones que,
normalmente, precederán a la presencia del intruso en el área protegida.
Detector mixto TSA. Como su propio nombre indica, el detector térmico-sísmico-

acústico, o detector TSA, reúne en un único sistema las capacidades de los tres medios
anteriormente explicados. Es, por ello, el medio más eficaz para protección de todo tipo
de recintos y compartimentos que alberguen en su interior dinero, valores y todo tipo de
bienes de especial importancia, ya que en un único equipo convergen las ventajas de
tres tipos distintos de detección.
Pinza. Representa un sencillo medio de detección formado por una pinza de aspecto
corriente, de las que habitualmente se emplean para sujetar un conjunto de papeles, a
la que se le asocia un circuito eléctrico que tiene sus terminales en las caras internas de
contacto normal de la propia pinza.
Su aplicación radica en la colocación del papel moneda o la documentación que se

quiera proteger, entre los contactos de la pinza, de forma que rompan el contacto.
Cuando se retiran los billetes de la pinza se genera una señal de alarma en la central.
También actúan por la simple manipulación del atracador, por lo que no es necesario
que retire todo el contenido de los mismos para que se active el circuito de alarma.
[45]
A pesar de su simplicidad, resulta un eficaz medio de protección, y de hecho su empleo
está muy generalizado en entidades bancarias y de crédito.
8.- PROTECCIÓN CONTRA ROBO DE JOYAS Y OBRAS DE ARTE
1. Detector inercial
Responde a una aplicación especial dentro del desarrollo general de este tipo de
detectores, ya explicados. Se trata, en este caso, de un dispositivo de reducido tamaño
y gran sensibilidad, particularmente idóneo para su empleo en la protección puntual de
pinturas sobre lienzos.
Se colocan en la parte posterior del cuadro, en perfecto contacto con la tela. Cualquier
presión, por pequeña que esta sea, que se efectúe sobre el lienzo, incluso aunque se
realice en el extremo opuesto a la situación del detector, conllevará la generación de una
señal de alarma.
2. Detector capacitivo
Se fundamenta en la detección de las variaciones de la capacidad eléctrica de un campo

electromagnético producida por la presencia de una determinada masa en su entorno
inmediato.
Ya se han estudiado otras aplicaciones de este mismo principio en determinados

medios de protección exterior, profundizando en los principios operativos de estos
equipos.
Los componentes básicos de este sistema son, fundamentalmente, dos: un sensor y un

procesador de señal.
Al primer elemento se le puede dotar de diferentes formas, siendo la más conveniente,

en este tipo de protección, la de placa, núcleo o hilo. Al retirar el objeto que está en
contacto con este sensor, o por simple aproximación de un cuerpo extraño al objeto
protegido, se producirá la señal de alarma, como consecuencia de la modificación de la
constante de capacidad primitiva del campo.
La unidad de proceso de señal, por su parte, cumple la función de recibir y analizar las
señales del sensor y activar o no la alarma, en función del umbral de detección al que
[46]
esté fijado. Esta unidad de proceso tiene la capacidad de analizar señales de más de un
sensor, siempre dependiendo de su diseño y características particulares.
El detector capacitivo tiene grandes aplicaciones en protección de obras de arte

expuestas al público. En su aplicación sobre cuadros resulta muy útil el modelo de placa,
de un tamaño menor que el propio lienzo. De esta manera, se dota a la obra de arte de
un campo volumétrico, de protección contra aproximaciones de hasta un metro de
distancia.
Si nos referimos a esculturas, siempre que sean huecas o haya espacio suficiente entre
ellas y la peana, debe emplearse el emisor de núcleo ubicado lo más cerca posible del
punto medio. De esta manera, creamos un campo inmediato de cobertura que cubrirá
todo su contorno y detectará cualquier aproximación a escasos centímetros de la pieza.
En tapices u objetos similares, el uso de un dispositivo de hilo recorriendo su contorno

por su parte posterior, nos proporcionará un campo de detección similar al descrito para
cuadros.
3. Contacto magnético
Explicado este sistema ya en el apartado de sistemas perimetrales, señalar que también

se emplea con asiduidad, dada su fiabilidad y bajo costo, en la protección puntual de
objetos.
Más concretamente, se suele utilizar entre esculturas de pequeño tamaño y su

correspondiente peana, o entre una joya y su soporte, de manera que al separarlas al
intentar su sustracción, se abre el contacto y se produce la alarma.
Otra aplicación usual es su colocación en vitrinas y armarios expositores, aplicándose

en los elementos practicables de los mismos, de esta forma su apertura no autorizada
generará una señal de alarma.
Cabe también su empleo en la protección de cuadros, situándose en este caso el

contacto entre el marco y la pared que lo sostiene. Quedan así ambas piezas del sensor
asociadas, cualquier intento de descolgar el cuadro abrirá automáticamente el circuito.
Para evitar el robo del lienzo mediante el corte de la tela por su borde inmediato al
bastidor, se puede colocar el contacto entre la madera posterior y la tela.
[47]
En definitiva, nos encontramos ante un versátil medio, cuya facilidad y flexibilidad de
uso y relación coste-eficacia hace que sea uno de los sistemas más extendidos,
empleado en muchas ocasiones como refuerzo o sistema redundante.
4. Contacto electromecánico
Ya tratado también en el apartado relativo a sistemas contra intrusión perimetrales,

también encuentran aplicación, al igual que los magnéticos, en la protección puntual de
bienes.
En este caso, el sistema de activación de un circuito eléctrico por separación de sus dos
piezas solidarias se suele aplicar entre la base y el soporte del objeto expuesto, de forma
que la separación de ambos produzca la alarma.
Es un sistema sencillo y económico, si bien requerirá el empleo de otros sensores de

mayor eficacia en el caso de objetos de gran valor o importancia.
5. Detector ultrasónico
El empleo de pequeños detectores por ultrasonidos encuentra una muy eficaz utilización
en la protección de vitrinas y armarios expositores. Con este tipo de sistemas se logra,
en su interior, un volumen de detección fiable, con un índice de falsas alarmas
prácticamente nulo.
Como ya se explicó en su momento, la no penetrabilidad de las ondas ultrasónicas hace

a este tipo de detector especialmente apto para este tipo de aplicaciones.
6. Cortina de infrarrojos
Los sistemas basados en el espectro infrarrojo también encuentran aplicación en este

tipo específico de protección. Al igual que en casos anteriores, nos podemos encontrar
con sistemas activos y pasivos.
La cortina de infrarrojos activa es similar al modelo de exteriores, si bien difiere en

cuanto a tamaño y a disposición y funcionalidad de sus elementos integrantes. De
manera general, el sistema consta de dos pequeños postes enfrentados, uno contiene
los emisores y receptores y el otro una serie de espejos que reflejan la emisión infrarroja.
La cortina pasiva presenta una mayor similitud con el volumétrico de infrarrojos pasivo,
limitando, en este caso, a un estrecho plano el área de detección. Al igual que el
[48]
volumétrico, este sistema no emite radiación alguna, sino que únicamente detecta las
variaciones térmicas producidas en la superficie a la que da cobertura.
Ambos modelos se emplean en protección en museos y zonas de exposición, dando

cobertura a todos los elementos que se encuentran fijados en un plano, como pueden
ser un muro o una pared, creando una cortina detectora de gran sensibilidad y eficacia.
A fin de evitar falsas alarmas, estas cortinas suelen venir reforzadas por medios pasivos
"disuasorios" de gran sencillez, para evitar el acercamiento de los visitantes a las obras
expuestas. Un simple cordón es un ejemplo de estos medios de apoyo.
7. Cinta y red conductora
Explicados también en el apartado de medios perimetrales, actualmente ya están en

desuso, debido a su inconsistencia y dificultad de instalación y mantenimiento, así como
a la complicación que conlleva el restablecimiento del sistema tras la generación de una
señal de alarma.
De cualquier modo, todavía se puede encontrar alguno de estos sistemas como medio
de protección en cristales de armarios y vitrinas
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TEMA 4. - SEGURIDAD ELECTRÓNICA II. Grado en Seguridad. Prf. Espinosa PDF

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Facultad de Ciencias Sociales

Profesor Titular: Francisco Javier Espinosa García

TEMA 4.- SEGURIDAD ELECTRÓNICA II.

1.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN ........................................................3

Grado en Seguridad. Seguridad Física, Lógica, Electrónica y de Personas Curso 17/18

La eficacia de un sistema de protección contra intrusión depende tanto de la detección

Entre los detectores y la central de alarmas se establece un intercambio mutuo de

La señal de control no existe en todos los equipos. Su finalidad es minimizar el consumo

La señal de alarma es indispensable y característica de un sistema contra intrusión. Está

La señal de sabotaje permite conocer desde la central si el detector está siendo

Grado en Seguridad. Seguridad Física, Lógica, Electrónica y de Personas Curso 17/18

1.1.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN: DETECTORES EXTERIORES

La diferencia entre detectores exteriores e interiores no es únicamente la carcasa y la

Estas exigencias nos conducen a una realidad: la disponibilidad de medios exteriores es

1.2.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN: DETECTORES EXTERIORES

Como ya habíamos señalado anteriormente, en este epígrafe nos referimos a detectores

1. Cable sensor o microfónico

Grado en Seguridad. Seguridad Física, Lógica, Electrónica y de Personas Curso 17/18

De forma general, el sistema está formado por un medio pasivo de soporte

Esto es lo que se denomina efecto triboeléctrico. De esta manera, cualquier

El procesador de señales comporta la electrónica del sistema, y su función será analizar

• Sencilla y rápida instalación.

Grado en Seguridad. Seguridad Física, Lógica, Electrónica y de Personas Curso 17/18

• Precisa, necesariamente, un elemento de soporte.

Por último, los propios detectores electromecánicos se montarán sobre guías

Grado en Seguridad. Seguridad Física, Lógica, Electrónica y de Personas Curso 17/18

• Se adapta perfectamente a cualquier tipo de terreno, independientemente de sus

• Complicado montaje e instalación.

El fundamento de este sistema estriba en la generación de un campo eléctrico mediante

Este medio actúa, prácticamente, como un volumétrico, no circunscribiéndose su área

El elemento o unidad de control constituye el elemento esencial del equipo, ya que

Este sistema de campo magnético permite detectar, en función de la amplitud de la

• Puede emplearse sobre diversos soportes (muros, vallas, etc.).

Grado en Seguridad. Seguridad Física, Lógica, Electrónica y de Personas Curso 17/18

• Posibilidad de interferencias electromagnéticas.

Estos sistemas hacen aplicación de los efectos de campo eléctrico y magnético,

Su configuración es similar al sistema de campo eléctrico y, al igual que el sistema

• Buen nivel de detección.

Grado en Seguridad. Seguridad Física, Lógica, Electrónica y de Personas Curso 17/18

Aunque su utilización más extendida, como se verá, es en interiores, la fibra óptica

• Gran sensibilidad ante cortes o presiones sobre el vallado o concertina.

Este es otro sistema que, aunque se circunscriba a entornos interiores en su protección

Su funcionamiento se basa en el principio de inercia, según el cual todo cuerpo tiende a

1.3.- MEDIOS DE PROTECCIÓN CONTRA INTRUSIÓN: DETECTORES EXTERIORES

A diferencia de la anterior tipología de detectores, los autosoportados no necesitan

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Estudiemos, a continuación, el funcionamiento, los componentes y las características

El fundamento de una barrera de microondas lo constituye la emisión de un haz

Básicamente, consta de dos elementos básicos: el equipo emisor y un elemento

Por su parte, el receptor incorpora el equipamiento electrónico necesario para llevar a

La barrera de microondas, pese a su nombre, no proporciona una cobertura únicamente

• Montaje rápido y sencillo, requiriendo un mínimo ajuste.

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• Necesidad de terrenos lisos, no se adapta a un perfil accidentado.

El fundamento de la barrera de infrarrojos es análogo a la de microondas, se basa en el

En el receptor existe un circuito asociado a un relé que permanecerá cerrado mientras

Una incidencia que puede interferir de manera muy negativa en el funcionamiento de

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Condiciones atmosféricas de nieve, niebla o fuerte lluvia pueden producir también la

Otro posible problema es la desalineación de emisor y receptor como consecuencia de

Una de las características más destacables de este sistema es su versatilidad, ya que

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• Se ve muy afectado, pudiendo incluso quedar inutilizado, por condiciones