31/1/2018 Constancia y dedicación, sinónimos perfectos de escribir | Diario El Potosí: Noticias de Potosí, Bolivia y el Mundo

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Constancia y dedicación, sinónimos perfectos de escribir

31 ENERO 2018 ÓSCAR ORDÓÑEZ ARTEAGA
Hola, Ross:

Tu pregunta me ubica a la época en que era un tímido estudiante de Comunicación Social, cuando hubiera deseado nadar a
mis anchas en la carrera de Literatura, y no sabía a quién elevar la misma duda que tú tienes ahora. Cosas de la vida me
llevaron por senderos insospechados, de los que hoy no me arrepiento, pese a todas mis supuestas equivocaciones.
«¿Te puedes hacer millonario si es que te decides escribir novelas, cuentos o poesías?», preguntas tú. Mi respuesta es un
franco y simple «no». Pero permíteme, por favor, argumentar esta respuesta, que no tiene cara de juez malo. No deseo
descorazonar tus deseos; al contrario, te aclaro que el o cio de la escritura requiere que debamos pensarlo con la cabeza fría,
mucho antes que imaginarse despiertos en ganar bastante dinero o reconocimientos (que espero sí los tengas).
Hay que tener muy claro que con el oficio de escribir poesía, novelas o cuentos no te haces millonaria. En todo comienzo,
como cuando un bebé da sus primeros pasos, hay varias caídas. Y no desesperes cuando estas lleguen mientras escribes o si
tal vez te duelen más de lo que te imaginas. Ya sé que tú sabes bien que esto se trata de un proceso.
Pero a la palabra «proceso» hay que vestirla de «constancia» y «dedicación». Porque sin esas prendas, el verbo «escribir...»
no tendrá ningún sentido.
Estoy convencido de que, en términos de subsistencia, urge dedicarse también a otro o cio, pero sin descuidar aquello «que
amas hacer: escribir». Y notarás que siempre alguna historia –de la nada– te llegará a la cabeza (si es que no lo ha hecho ya).
Y querrás saber qué es lo que va a ocurrir.
Quien no sienta esto, puede concluir en que escribir es una soberana bobada. Y hasta puede sentenciar que este oficio es
una pérdida de tiempo y de energía; más aún si recordamos que no te harás millonaria escribiendo.
Ante ello, ¿quieres convertirte en escritora? Si la respuesta es «no», tampoco te sientas defraudada, debes valorar tu coraje y
también aceptarlo... Pero si la respuesta es «¡sí, quiero!»; entonces, ese «¡quiero!» transfórmalo en un «¡debo!». Eso ya lo han
planteado varios expertos.
Ese «debo» significa que necesitas construir tu vida de acuerdo con esa necesidad. Y escribir ya no será un impulso; será
como respirar, al que debes darle el aire de la buena lectura: libros cuya prosa (lo sé) te ayudarán a comprender la época en
que vives. Te ayudarán a cuestionar tu realidad y luego trata, con tus propios términos, contestar tus dudas. No las verás a
la vuelta de la esquina, pero te aseguro que, con paciencia, las encontrarás.
Esa es otra clave en este oficio: la paciencia. Y en eso se diferencia del periodismo. Un reportaje, incluso, tiene que ser
escrito en una semana, como máximo. La ficción, no. Pero tampoco pierdas el control de lo que quieres expresar. Recuerda,
Norman Mailer nos dice: «(...) a menudo, si abandonas un gran proyecto, ése es el final. No regresa a ti».
Eso es escribir, Ross: llenar el alma de sensaciones únicas, irrepetibles, inmarcesibles... Escribe en la provincia más querida
de tu corazón: constancia y dedicación son sinónimos perfectos del escribir.
Creo que eso es todo, por ahora. Me he reservado tu segunda pregunta (sobre la satisfacción de escribir) para la siguiente
carta.

Hasta entonces.
Con cariño,

Ós...

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