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PUBLICACION MENSUA L
APARTADO DB CORREOS 14 0
VALLADOLID .
(PROVISIONAL )
PRECIOS DE SUSCRIPCIO N
ESPAÑ A
Semestre 17 peseta s
Afeo 33 »
SUDAMÉRICA Y PORTUGA L
Año 40 peseta s
OTROS PAISE S
Año 45 pesetas
SE PUBLICA MENSUALMENT E
APARTADO D E CORREOS, 14 0
V ALLADOLID( PRO vI s I o NAL )
Editoria l
La Radio Rural .
SUMARIO Recepció n
Construcción de un chasis .
Bibliografí a
Revista de Revistas.
LA RADIO RURA L
242
Ámp1ificcióri
po r
F . A . Cañad a
Ingeniero del Instituto Tecnológico de Massachusetts (Boston E . U .)
248
o-- -
1 c
E$
244
con respecto a Es en una u otra dirección un ángulo que depende de lo s
valores relativos de C, L y R .
En el caso de que las reactancias de C y L sean iguales, o se a
= L
w C
se tiene un circuito resonante en serie y entonces la corriente 1 estará e n
fase con la tensión Es y su magnitud será determinada par el valor de l a
resistencia R, de modo que
I=
R
corriente que al circular por el condensador C originará entre sus termina -
les una diferencia de potencia l
V~=1Xc= Es
R
y si se disminuye la resistencia R haciéndola menor que Xe , tendremo s
que Vc aumentará con respecto a Es y en el caso hipotético de que l a
resistencia fuese cero, el potencial Vc sería infinito .
De modo que R = Xc y R = 0 son los límites dentro de los cuales V c
es mayor que Es , así es que un circuito resonante en serie la diferencia
de potencial entre los terminales del condensador es mayor que la fuer-
za electromotriz aplicada a los erremos del circuito resonante, siempr e
que la resistencia total del circuito sea menor que la reactancia del con-
densador.
Del mismo modo, la diferencia de potencia VL entre los extremos de l a
inductancia será
L
VL = X Es = -- Es
245
rriente para determinadas frecuencias) y condensadores cuyo factor de po-
tencia puede ser considerado como cero (resistencia igual a cero), puede n
alcanzarse amplificaciones de tensión por simple efecto de ;resonancia, de l
orden del 100 o más veces .
Una de las aplicaciones más importantes de la propiedad amplifica -
dora de tensión de los circuitos resonantes se halla en los circuitos de an -
Fig 2 Flg 3
bue representa una fuente de tensión en serie con una impedancia Ze (qu e
puede ser la impedancia interna de la fuente de tensión) y con una impe-
dancia de carga Zc , puede ser sustituido por otro equivalente (fig . 7) qu e
representa una fuente de co -
rriente
I= E
Ze
que alimenta a la impedancia d e
carga Zc en paralelo con un a
impedancia igual a Ze .
En efecto, en la figura 6 l a
corriente Ic , que circula por l a
carga Zc es
E 4
Ic = Ze
+Zc
y como en la figura 7 la corriente que circula por Ze e s
Ze E E
Ic =
Ze+- Zc Ze Ze+Zc
los dos circuitos son equivalentes desde el punto de vista de la carga Z, .
Por lo tanto el circuito de la figura 5 puede ser transformado en el d e
la figura 8, en que
= =
,
= E.jw c,
Xca
jw C s
pero como ahora C3 y C2 están en paralelo, pueden combinarse (fig . 9) y
la impedancia total del circuit o
Co en condiciones de resonancia ,
por tratarse de un circuito en
paralelo, será
L
Z
R (C2 + C3 )
y el potencial desarrollado entre
sus extremos, o lo que es lo mis-
mo, entre los terminales de C 2 ,
será
L
Vc, = I Z = E3 I w C3 R (C2+
Fi g 5 C3 )
247
a — C C3
2 -{-- C 3
Volviendo al circuito original de la figura 4 y haciendo las necesaria s
1
Ze
Fig 6
C. C,
Ca + C, C2 C. C,
a=
Ca C 1 Ca +C 2 C, -{--- C C
C2 }- ` ,
Ca+C
248
y cuando C 2 se halle en su capacidad máxim a
a— 200 X 20
X 20 X 100 = 5,5 vece s
500 X 200 --- 500 X 20 + 200
por lo cual los receptores que llevan este tipo de circuito de entrada son
menos sensibles, en una daterminada gama de ondas, a medida que v a
aumentándose la longitud de onda a que se sintonizan .
Además, como se ve en las expresiones anteriores, la capacidad de l a
antena puede influir demasiado sobre la sintonía del circuito de antena y
esto, en un receptor con varios circuitos sintonizados representa gran des -
ventaja al variar la sensibilidad del receptor considerablemente cuando s e
~- i
T
Frg . 7
d=-
Z1 pero Zi = \R12 +- X 12 y Zr = R
L= (w'+w', )(wS--w ~ ) L
xi w12—wr2
i w1 w,
Fi g 8
d —
+( 20wrL)2 20wr L) 2 + 1
R R
de modo que si se admite una disminución relativa de la amplificació n
igual a d, la variación admitida de la pulsación de resonancia estar á
dada por
~d2 —1X R
áwr= -~---
2L
y la variación relativa por
á wr Vd
2 — 1XR
Wr 2wr L
pero esta variación admitida de la pulsación de resonancia representa un a
variación admisible de la capacidad efectiva del circuito y por lo tanto un a
variación admitida de C3 .
250
OWr — O Ce
2 Cc 1
1/L C e
1 = j C3
Cr+ C 3
FIg 9
o sea
\/d2 Vd2
Ce= + 2 — 1 X R — -1
Ce 2WrL Q
Ahora bien, la capacidad efectiva en el caso que se estudia e s
,
= C 2 + Ca C ¡°
Ce = C 2 + C3
Ca -- 1— C 1
y es preciso proceder por tanteos al escoger el valor dé C 1 para mante-
nerse dentro del límite de variación admitido, teniendo en cuenta qu e
deben de hacerse los cálculos tomando como valor de C 2 el mínimo de
capacidad a que pueda regularse el condensador variable .
Como ejemplo numérico supóngase que la variación de capacida d
que ha de encontrarse entre las diversas antenas sea de 50 qi F a 150 0
µµ F (donde quedan comprendidos todos los casos que tienen importanci a
práctica) . Supóngase, como en el ejemplo anterior, que C 2 sea un con -
251
200 X 20
Ce = 20 + = 38,2 µµ F
200 + 20
Ahora bien, con una antena cuya capacidad C . sea de 50 µµF se tiene qu e
Fig 1 0
Ce es á Ce = 5, 4
OCe _ 5,4
=01 4
Ce 38,2 '
d =
252
OCQ + 1
Ce — Q
(d=U 2
Ahora bien, al disminuir C 1 para cumplir con esta condición, disminuy e
también considerablemente la amplificación obtenida, por lo cual es preci -
Fig . 1 1
so dar a C 1 el valor máximo que sea compatible con cierto límite de dismi-
nución de la amplificación por desintonización . A fin de poder utilizar
valores mayores de C1 y obtener mayores amplificaciones sin salirse d e
los límites fijados para la variación de la amplificación con diversas ante-
nas puede conectarse una capacidad adicional (por ejemplo de 100 µµ F)
entre los terminales de antena y tierra del receptor . Por lo demás el cálcu-
lo es idéntico y no es necesario considerarlo en detalle.
Otro caso de amplificación de tensión por efecto de resonancia, qu e
tiene aún mayor aplicación práctica en los circuitos de antena de los re-
ceptores, se considera a continuación .
La figura 10 representa el circuito de entrada más comunmente em-
pleado en los receptores . Una vez conectadas la antena y la tierra el cir-
cuito resultante es el de la figura 11, en el que
253
//'
Ea:=;Tensión inducida en la antena por la señal recibida .
Lp = Inductancia del bobinado primario .
L. = Inductancia del bobinado secundario .
Rp = Resistencia del bobinado primario .
R . = Resistencia del bobinado secundario .
M = Inductancia mutua del primario y secundario .
Para los efectos del cálculo puede prescindirse de la resistencia de l
primario Rp , ya que suele ser muy pequeña en comparación con su reac-
tancia jwLp .
Es posible substituir el circuito de la figura 11 por su equivalent e
(fig . 12) y como la reactancia f to M es muy pequeña en relación co n
L .- M L,- M N
. Fi 1 2
1
~c~( Le—M) y con c puede considerarse con gran aproximación que l a
jw
impedancia total entre los extremos de M es
ZM =j(t) M
Ee
IM = = E'
I
lo)M+Po(LP—M)+ jo)C , j w Lp + jtoC e
284
1
= Ca
VLp
de donde .
1
Ca = Lp w1 2
1 Lp w, 2
w iwLp+ 1
Lp+ jwca ' u)
i tO V— 1
resulta que
1 w1 2
w Lp Lp 1—
j + j w Ca = w w2
Es
IM
w2
jwLp 1— 2
w`
EsMw2 )
VM = Es wlv[ —Lp(w2—w1Q
w2 X
jw Lp 1 - '
w2
255
M w2 Q
Vc = E. w12
Lp (w2 — )
M w2 (2
a =
Lp(w2 -w, 2 )
256
Cons1n1cs
de los
circuitos radioelécfricos (1 )
por
Manuel Marí n
Ingeniero de Telecomunicación, LIcenciado en Ciencias Física s
d >b
Rcf = 2,35 d
257
101; v, (, 1 / 11
Cuando el factor
d
2,35 [2 ]
Raf = R,
Es decir, la resistencia en alta frecuencia es igual a la resistencia e n
corriente continua .
Como aplicación tratemos de calcular la resistencia en alta frecuenci a
de una bobina de 15 cm . de diámetro formada por 100 espiras de hilo d e
cobre de 1 mm . de diámetro, que ha de trabajar con ondas de 200 a 2 .00 0
metros de longitud .
La ecuación [2] da ,
a) para X = 200 m . = 0,2 km . : '\,/= N/0,2 = 0,4 4
con lo que
2,55
d = 5,5 4
2,55 = 1,6 6
258
l V,
siendo
259
~3=10tiV2 a
en la que
ti espesor del hilo según el radio en centímetros .
a = 0,1985 V['fP
cuyos valores calculados para el cobre se dan en la tabla I .
Pueden aportarse las correcciones siguientes :
1 .° Corrección de arrollamiento .
11
10 2
9 1
8
1, 5
7
5 1, 0
3
0, 5
2
1 WV
<PF
2
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22
Fig . 1
Constantes de los circuito s
260
TABLA 1
TABLA II
:26 1
i~ f ' I I
')
siendo :
R
= 1 + 0,59 Rar - R c
R° R
--
Raf
Ro
TABLA 11 1
3 .000 10 .1 23 .0 39 .6 10 .000 4 .5 8 .6 14 . 0
4 .000 8 .9 19 .3 34 .6 12 .000 3 .5 6 .8 10 . 1
5 .000 7 .8 16 .6 30 .0 14 .000 2 .9 5 .5 7.9
6 .000 6 .8 14 .5 25 .6 16 .000 2 .5 4 .6 6. 6
7 .000 6 .0 12 .8 22 .0 20 .000 2 .1 5 .7 5. 2
8 .000 5 .4 11 .2 19 .0 25 .000 1 .8 3 .0 4. 2
9 .000 4 .8 9 .7 16 .4 30 .000 1 .5 2 .3 3. 2
40 .000 1 .2 1 .3 1 .9
262
;N
N ' NQ
D=d yn
siendo :
d = diámetro de uno de los hilos que integran el conducto r
n = número de hilos que componen el conductor .
La razón Raf/Rc para el cable de varios hilos o conductor multifila r
que deseamos conocer, queda comprendida entre las dos razones ante-
riores (las correspondientes a un solo hilo y a un conductor macizo d e
diámetro equivalente) aproximadamente a / 4 o / 3 del intervalo a partir de l
1 1
límite inferior.
En el caso de un solenoide la razón Raf/Rc es mayor que para el con-
ductor de varios hilos, llegando a ser 2 a 5 veces superior cuando se trat a
de frecuencias medias . Pero si la frecuencia crece, llega un momento e n
que la resistencia puede ser superior a la del hilo macizo de diámetro equi-
valente al cable . A esta frecuencia se la denomina frecuencia crítica y es
tanto mayor cuanto más delgados y menos numerosos son los hilos com-
ponentes .
Abraham ha realizado cálculos aproximados con hilos de diámetro
inferior a 0,15 mm . regularmente tableados para frecuencias 5 ó 4 vece s
más pequeñas que la frecuencia de oscilación propia del solenoide, dand o
como fórmula final
ait r 2 w3 L
R af = R c + [5 1
P
263
en la que :
a~ 1
p = resistividad
r = radi o
= pulsació n
L = coeficiente de autoinducción en henrios, y
nP'rcr 2
=
s
siendo n espiras de P, hilos de radio r, y s la sección de la garganta d e
la bobina del volumen aparente del arrollamiento .
La fórmula [5] es solamente aproximada, pero enseña que no siempr e
es conveniente aumentar la cantidad de cobre, pues dejando invariable s
las espiras en el arrollamiento y variando el número de hilos componen -
tes P se ve que R. varía en razón inversa de P, pero la resistencia suple-
mentaria crece proporcionalmente P a causa del factor a . Existe, pues ,
una cantidad de cobre óptima que hace mínimas las pérdidas, y corres-
ponde al caso en que los dos términos del segundo miembro de [ó] so n
iguales . Es decir, cuando
Raf = 2 R c
El trenzado de los hilos debe realizarse de manera que cada uno d e
ellos ocupe sucesivamente, a lo largo del conductor, todas las posicione s
posibles en su sección recta, 'a fin de que cada uno de los hilos reciba l a
misma fuerza electromotriz y esté recorrido por la misma corriente . S i
algunos de los hilos quedaran siempre en la proximidad del eje, permane-
cerían al abrigo del campo exterior, porque los cubrirían los de la perife-
ria y contribuirían muy poco al paso de la corriente .
Para zanjar este inconveniente suele formarse un primer trenzado co n
tres hilos a manera de una cuerda ordinaria ; después con tres cordone s
trenzados de este modo se fabrica otro nuevo y así sucesivamente .
FÓRMULAS DE BUTTERWORTH .—Butterworth ha realizado un estudio com -
pleto de la resistencia en alta frecuencia, teniendo en cuenta las accione s
recíprocas de las espiras de la bobina y establece los resultados en fun-
ción de las relaciones ; paso del arrollamiento al diámetro (p/d) y longitu d
de la bobina a su diámetro (1/d) .
Aunque estas fórmulas, anteriores a los trabajos de Palermo y Grors ,
Sommerfeld y Abraham, que acabamos de examinar, son sólo aproxima -
das su fácil manipulación las hace recomendables, especialmente si s e
tienen en cuenta las indicaciones de Austin .
Butterworth designa a la relación Raf/Rc de la resistencia en corriente
de alta frecuencia a la resistencia en corriente continua de un conducto r
264
1
I '( .1 (
~
. v, 1, l
z=n d v3 µ f
P
siendo :
d = diámetro del hil o
p = resistividad del metal emplead o
= permeabilidad magnética del metal
f = frecuencia en ciclos por segundo .
Como en general se emplea el cobre, y la permeabilidad suele se r
3,5
2,5
2
1, 5
1
0,5
Vd
0 1 2 3 4 5 6 T 8 9 10
Flg . 2
Constantes de los circuito s
.265
1
para l= 300 m . z=5,7V = 10
0.300
Raf
y para X=3 .000 m. 1-}- =1, 3
266
2
Raf = Rc a (1 + F) + (~3 ul -i- u 2) G [5]
p
b) Resistencia en alta frecuencia de una bobina con varias capas .
Conductor unifilar.
Rar = R (1 + F) + K
F -i-
4 D
2
(Kn N2 G [7]
z = 3,3 a = 1,3 1
(1 + F) =1,3 [3 = 2,29
G=0,4 y=0,49
d=1 mm . u1 = 1,9 4
p=1 mm. u2 =3,35
1/D=1
267
Raf = 2 [1,31 X 1,3 ± (2,29 X 1,94 + 0,49 X 3,35) 0,4 X 1] = 4,87 ohmios .
TABLA IV
VALORES DE 111 Y 11 2
1/D u, u2 I/D u, ug
0 .0 3 .29 0 .0 0 2 1 .11 5 .4 7
0 .2 5 .15 0 .5 0 4 0 .51 7 .25
0 .4 2 .85 1 .2 5 6 0 .51 8 .07
0 .6 2 .51 1 .99 8 0 .21 8 .52
0 .8 2 .22 2 .7 1 10 0 .17 8 .73
1 .0 1 .94 3 .35 co 0 .00 9 .87
TABLA V
VALORES DE a, P, y
z=1 z=2 z= 3
d/p
a 13 Y a [ Y a R Y
1 .0 1 .01 1 .02 0 .96 1 .09 1 .54 0 .67 1 .51 2 .29 0 .49
0 .9 1 .00 1 .02 0 .97 1 .06 1 .29 0 .72 1 .20 1 .99 0 .55
0 .8 - 1 .02 0 .98 1 .04 1 .25 0 .78 1 .15 1 .75 0 .62
0 .7 - 1 .02 0 98 1 .02 1 .18 0 .85 1 .08 1 .52 0 .68
0 .6 - 1 .01 0 .99 1 .00 1 .15 0 .87 1 .04 1 .56 0 .7 5
0 .5 - 1 .01 0 .99 - 1 .09 0 .91 1 .02 1 .24 0 .82
0 .4 - 1 .01 0 .99 - 1 .06 0 .94 1 .01 1 .14 0 .88
0 .5 - 1 .00 1 .00 - 1 .04 0 .97 1 .00 1 .06 0 .95
0 .2 -- - - - 1 .01 0 .99 - 1 .05 0 .97
0 .1 - - - - 1 .00 1 .00 - 1 .01 0 .9 9
-268
TABLA VI
VALORES DE K
1/ D
tiD
0 .000 0 .125 0 .250 0 .375 0 .50 0
0 .0 inf . 41 .7 21 .2 14 .4 .11 . 0
0 .1 52 .4 23 .5 15 .4 11 .6 9.5
0 .2 27 .4 16 .2 12 .4 9 .9 8.2
0 .3 19 .6 15 .7 10 .7 8 .8 7.5
0 .4 16 .0 12 .0 9 .5 8 .0 6.9
0 .5 15 .8 10 .4 8 .4 7 .0 6 .0
TABLA VI I
1/D
m
0 .125 0 .250 0 .375 0 .500
1 30 .1 15 .6 10 .7 8.3
2 39 .2 ! 20 .0 15 .6 10 . 4
3 40 .6 20 .7 14 .0 10 . 7
ao 41 .7 21 .2 14 .4 11 . 0
TABLA VII
I
t~ D
m -
0 .1 0 .2 0 .3 0 .4 0.5
1 57 .8 20 .6 15 .4 13 .2 11 . 7
2 45 .0 25 .9 18 .6 15 .3 13 . 3
3 51 .0 26 .8 19 .2 15 .7 13 . 6
co 52 .4 27 .4 19 .6 16 .0 15 . 8
26 9
I '(!(! I,F,', (
Los valores de k so n
en la que
-270
TABLA I X
R EN OHMIO S
L( 1-1) C (m
(m) f(Kc/s)
1~ 1 µ F)
Bobinas Bobinas Bobina s
comunes cuidadas muy cuidada s
27 1
,5 01, ,141,1.1
BIBLIOGRAFI A
Schneiders .—Bobinas con núcleo de hierro para alta frecuencia . The Wireles s
Engineers . 1933 (185-186) .
272
La Radio y lat guerra
por
Armando Ros a
Teniente de Ingenieros, Legionari o
273
274
CAPTACION RADIO
275
l~ I
' I ( y,
ció sus fuerzas y su distribución, sus intenciones y sus movimientos, sus po-
sibilidades y sus deficiencias. Siguió atentamente al enemigo día tras día sin
verlo, como un felino pronto a lanzarse. Cuando lo sintió en desesperada cri-
sis, se lanzó, se precipitó como una avalancha sobre el enemigo, aniquilándolo,
Desvanecidos los sueños del iluso Ras, desde aquel momento se decidió su
suerte. Demasiado desleal para rendirse, demasiado vil para combatir, se es-
condió y acabó sus días como un bandolero .
De este modo el Mariscal Badogilo, siguió continuamente los movimien-
tos y las intenciones del enemigo, los proyectos de los varios Ras y de su Em-
perador, su estado de ánimo y sus órdenes, a través del oído siempre vigi-
lante de los receptores radio, y sacando el mayor provecho para sus acciones
y para sus victorias.
PERTURBACIONES RADI O
f276
supuesto que el empleo de las estaciones radiofónicas territoriales como me -
dio de propaganda ha de ser ampliamente desarrollado.
En los primeros meses del año 1937, el Coronel inglés Staffor, encarga -
do por la British Boadcasting Co . de estudiar unos proyectos relativos al ser-
vicio de las radio-comunicaciones circulares en tiempo de guerra, propus o
destinar unas estaciones transmisoras para la propaganda, con difusión d e
Fraternidad de arm a
las noticias en la lengua de los países enemigos, y otras, a perturbar las radio -
transmisiones organizados en estos países.
¿INTERCEPTAR O PERTURBAR ?
277
278
Radio-rura l
La radiotelefonía es, sin duda alguna, el vehículo más eficaz para re-
solver los múltiples problemas que plantea la vida rural . Entendiéndolo
así, se or,gan :za en el Nuevo Mundo en los propios albores de la radiodifu-
sión, allá por el año 1923 y tarda tan sólo cinco años en irrumpir en Europa .
Pone al campo en sintonía con la ciudad, imprime a la vida rural el mismo
ritmo de vida, y dota a los habitantes del campo de casi gran parte de lo s
medios culturales de información y de distracción que usufructúan los re-
sidentes de las ciudades .
Se crean organismos nacionales que encauzan los problemas cuya mag-
nitud crece hasta el punto de exigir la inteligencia con los organismos ho-
mólogos de los demás países, el C . I. R . R . o, Centro Internacional Radio
Rural que celebra reuniones en Roma, Viena, Berlín, etc ., y busca una in-
teligencia con la U . I. R. (Unión Internacional de Radiodifusión), par a
armonizar intereses y constrastar ideas que conduzcan en definitiva, al pro-
greso de la radio en sus aplicaciones al campo y se eviten las dificultade s
que sin una estrecha policía del éter, es decir, sin una adecuada distribu-
ción de longitudes de onda conduciría a una eterna Babel creadora de seria s
perturbaciones y conflictos.
La palabra paternal de nuestro Glorioso Caudillo ha dicho cuánta h a
de ser la importancia de la Agricultura en la España Imperial y para ro-
bustecer este sólido pilar de la riqueza patria iniciamos hoy esta Se!-clon e n
la que aportaremos todo nuestro entusiasmo y el de las técnicas agrícolas
y de radio para que juntamente laboren en el progreso y evolución de l a
vida rural .
La radio interesa al campo no sólo como medio de propaganda agrícola
sino como fuente de progreso y de cultura.
No se limita a la especialización técnica, se extiende a dominio má s
vasto y más general que comprende el patrimonio cívico y espiritual de
cada nación .
El problema a resolver no es fácil, pero con entusiasmo, método y te-
nacidad se siega en los campos más áridos e inaccesibles y nosotros co n
obstinación, contribuiremos a la viabilidad o resolución de nuestro propó-
sito seguros de llevar, además del progreso técnico, la alegría al hogar rural ,
plasmando así uno de los postulados de la España Imperial "arriba e l
campo" .
Y esta labor la realizaremos conjuntamente en estrecha competenci a
con la vista fija en un mismo y único ideal ; la grandeza de la Patria, técni-
cos de la agricultura y de la radio empezando hoy el ilustre Ingeniero Agró-
nomo don E. Morales Frayle, Presidente de la Asociación de Prensa Agrí-
cola Española y Vocal del Comité directivo del C . I . R. R. (Centro Inter-
nacional de Radio-Rural), especializado en esta materia, autor de la Po-
nencia general a la asamblea de Berlín y de múltiples trabajos que dará a
conocer a nuestros lectores lo mucho que se ha hecho en los diferente s
países del mundo y lo que se puede y hay que hacer en nuestra amadisima
España
279
Enfado acfua l
de l a
E. Morales Frayl e
Ingeniero Agrónomo, Secretario del C . I. R . R.
280
radio-rural para suministrar preciosos informes y organizar o mejorar lo s
servicios nacionales de radiodifusión rural .
281
i) Estudiar la posibilidad de establecer en Roma un servicio de radio -
emisión encargado de enviar eventualmente a los diferentes paíse s
noticias y datos importantes sobre la agricultura .
282
Adiodeciliadad .
Vemos pues que los servicios de radio rural actuales, respecto a duración
de los programas, son, en general, poco importantes y que su fn ccuenci a
también deberá aumentarse para darles mayor eficacia.
Los programas más convenientes son los diarios y con emisiones a diver-
sas horas del día, incluso repitiendo ciertas informaciones, a fin de que toda .
los agricultores puedan escucharlas.
Las emisiones más interesantes y que mayor favor gozan en todos los
países son las referentes a previsión del tiempo y mercados .
283
su espíritu rural. No es suficiente aumentar el número de aparatos radio-re-
ceptores, es importantísimo procurar programas amenos, a diversas horas de l
día y a ser posible todos los días . Hay que habituar al campesino a escucha r
la radio diariamente al igual que en la ciudad leemos todos los días prensa
diaria.
En los países en que a la agricultura se dedican grandes atenciones, s e
interesaban en los programas generales los especiales agrícolas y son las emi-
soras nacionales las que se encargan de transmitirlos . En otros países
existen además estaciones emisoras exclusivas de radio rural para atende r
mejor tal servicio como sucede en Uruguay, con el Ministerio de Agricultura,
en Chile con la Sociedad Nacional de Agricultura, en la India Inglesa con e l
Instituto Agrícola de Allahabad ; en Estados Unidos las 15 emisoras de lo s
Colegios de Agricultura .
La radio rural tropieza, a veces, coa el inconveniente de resultar caro s
los a paratos receptores, por lo que es necesario conseguir buenos y baratos.
Tal problema no existe en países donde abunda la fabricación y resultan e n
el mercado a precio bajo. Como sucede en Estados Unidos cuando en 1936 se
vendieron 103 .600 aparatos radio receptores a los habitantes del campo, segú n
las estadísticas de los fabricantes.
Donde por el contrario, resultan a precios elevados urge estudiar un tip o
de aparato a precio módico, y buena sonoridad, a fin de que el campesin o
pueda oír los programas rurales . Por esto he visto con satisfacción los es-
fuerzos que realeza RADIOELECTRICIDAD en este sentido al estudiar el
Receptor Nacional que podría venir a ser la solución española de esta part e
del problema rural.
Los concursos convocados para premiar y designar el mejor aparato rural,
la distribución a precio de favor o como premio (merced a las subvencione s
de las asociaciones agrícolas o entidades que favorecen la radio rural), tant o
a las organizaciones agrícolas locales, como a las Escuelas-rurales, ha dado
el mejor resultado.
Las emisiones agrícolas se tiende a que sean escuchadas por el mayo r
número de personas posible, por lo que den buen resultado las audiciones co-
lectivas, las cuales se favorecen y fomentan por medio de la distribución d e
radio receptores a las colectividades, conforme indicamos anteriormente.
La radio agrícola se emplea con éxito creciente como auxiliar de las ex-
plicaciones rurales de las escuelas del campo. Para su mejor eficacia es
recesario preparar conferencias especiales y después que cada maestro elija
las más adecuadas para su ambiente.
Un obstáculo para la extensión de la radio rural es la falta de energía
eléctrica en algunos pueblos, inconveniente que tiende a desaparecer a me-
dida que la electrificación del campo aumenta. .
Otro, también importante, reside en los impuestos que existen en algu-
nos países para el uso de los radio-receptores, este impedimento tiene gra n
importancia donde las condiciones económicas del agricultor son mediocres .
Como final, he aquí las conclusiones que a propuesta mía aprobó la Pri-
mera Asamblea del C . I. R. R. en Berlín para la solución del problema rural.
284
Adio",ftia-da d
a conocer en todos los países donde aún no existen servicios de radio-
difusión rural, los ya organizados en el mundo, para que su expe-
riencia sirva de orientación a -los de nueva creación .
285
286
Desarrollo de la Radi o
en las Marinas Civil y
de Pesca Nacionale s
por
M . Dcrc7
287
!.'r r„V: (, 0 ¡
otros barcos son todavía de chispa, porque aún no había estaciones de válvulas ,
pero más perfectos, se emplea el disco rotativo, y se sustituyen los receptore s
por otros de galena .
Varias de estas nuevas estaciones se tnstalaron en barcos mercantes qu e
(no estaban obligados a llevar estación> y aquí empieza ya a dibujarse ese dese o
nuestro de adelantarnos a las demás naciones .
En efecto esto ocurre por los años 1913 y comienzos de 1914 . Y a partir de
esta época la radio entra en franco desarrollo en la Marina Civil y se llega a l
año 1917, en que son equipados la mayoría de los buques, esten o no obligado s
por las leyes Nacionales o Internacionales para la protección de las Vida s
Humanas en el Mar .
Quizás pueda objetarse, y la observación no dejaría de ser justa, que e n
aquella época era precisa la radio por las dificultades creadas a la navegació n
por la Guerra Europea y también posible su desarrollo por las fabulosas ganan-
cias que entonces tuvieron los Armadores en general .
Pero si esa apreciación es exacta, no lo es menos que, pasada aquell a
racha de «vacas gordas=, cuando ya no había ganancias fabulosas, sino todo l o
contrario, siguió la radio en auge en nuestro País y aún se extendió en todos lo s
sentidos : el técnico y el comercial, especialmente .
Es claro que lo uno era consecuencia de lo otro, porque a la demanda d e
los clientes había que responder con instalaciones más modernas .
Poco se mejoraron de momento los equipos transmisores, pero los recep-
tores se sustituyeron cambiando los existentes de galena, por otros de cristal d e
carborundum con amplificadores de válvula y, muy poco después se instalaro n
en todos los barcos receptores de válvulas de una manera definitiva .
Pero mientras tanto y mucho antes de que se obligara a ciertos barcos a
instalar radiogoniómetros, se montaron estos aparatos en aquellos barcos y e n
otros muchos que nunca han estado, ni están, obligados por las leyes a llevarlos .
Los Armadores Españoles respondieron a la labor de propaganda de la s
Compañías de radio-propaganda no solo comercial, sino también más principal -
mente científica «en la ciencia de la navegación,—con un entusiasmo que merec e
consignarse, como lo hacemos, y unas esperanzas que no resultaron defrauda -
das : Los radiogoniómetros han prestado servicios—de ellos hay enormidad d e
testimonios—admirables a los buques mercantes .
Se editaron por las Empresas prestatarias de los servicios de radio, folle-
tos interesantísimos sobre el uso y aplicación de los radiogoniómetros y s e
hicieron trabajos de gran estima, por los Capitanes y Telegrafistas .
Y lodo ello, callada y modestamente : sin darle la menor publicidad .
Todos estos aparatos, rndiogoniómetro y transmisores son objeto de gran -
des transformaciones a partir del año 1933, y nos cabe el orgullo de proclama r
que en las de unos y otros y sobre todo en las de los radiogoniómetros Españ a
ha contribuído en gran parte a sus perfeccionamientos con sus observacione s
sobre su trabajo .
Las Compañías que tienen a sa cargo estos servicios enviaron a sus técni-
cos al extranjero a completar y perfeccionar sus conocimientos en los laborato-
rios de las grandes fábricas y sabemos muy bien que en más de una ocasión s u
288
experiencia ha procurado información preciosa a los técnicos de las mismas .
Aprendieron y enseñaron a la vez, nuestros técnicos, en aquellos laboratorios .
No estará de más advertir que, todo ello, con el propio y exclusivo esfuerz o
de las entidades aludidas .
Las estaciones transmisoras ya en el año 1918 se sustituyeron, muchas d e
ellas, por equipos de chispa amortiguada y después, de onda continua allí dond e
las leyes lo permitían, a fin de asegurar un servicio comercial lo más perfecto
posible .
Otro tanto puede decirse del equipo de socorro, que empezó por una bobin a
(descargador) de 10 pulgadas y fué mejorando hasta el que actualmente se ins-
tala que es una verdadera y completa estación independiente de la principal, per o
con las características exigidas por los reglamentos para esta clase de estacio-
nes, que tantas vidas han salvado y han de salvar aún .
Con lo dicho, aunque en forma tan somera, no sólo por no cansar a nues-
tros lectores, sino por la imposibilidad de concretar fechas, faltos como estamo s
hoy de datos precisos bastaría para justificar esa afirmación nuestra de qu e
hemos ido, en muchas ocasiones, delante de los que el vulgo cree más ade-
lantados .
Queda, sin embargo, lo más Interesante a este respecto .
Hasta aquí va expuesto lo que a la Marina Civil se refiere, que visto e n
sú conjunto y teniendo en cuenta la modestia de medios de muchos de los Arma -
dores y otras circunstancias de orden económico-social y de competencia de
fletes, que ha hecho de tan interesante negoció algo si no ruinoso, si muy mo-
desto, es realmente digno de señalar .
Mas no han parado ahí los progresos de la -radio . Quedaban aún los barco s
pesqueros desprovistos de ese elemento indispensable para protección de la s
vidas de los pescadores y ayuda a los propietarios en sus transaccione s
comerciales .
En efecto, los barcos pesqueros salían a la mar y volvían—aunque no siem-
pre volvían—al puerto, con pescado cuando había abundancia, o sin él cuand o
escaseaba y la balanza de precios y de ganancias del armador estaban supedi-
tadas a estas contingencias .
No hubo que insistir mucho . Los armadores dotaron bien pronto de esta-
ción a sus barcos, a sus «bous»—estos gloriosos barquitos de los que aún n o
se ha hecho el debido elogio por su actuación en nuestra horrenda contienda
actual—y no quedó barco sin instalación .
Más costó, hemos de ser fieles a la verdad, introducir en ellos los radio -
goniómetros .
Pero los barcos hubieron de alejarse de las playas costeras en que acos-
tumbraban a pescar, marcharon a la Grande Sole» y entonces, hacia los año s
1922 ó 23, se fueron instalando gonios en esos barcos . Y fueron los Patrones
españoles—esos obreros tan inteligentísimos—los que encontraron a los radio -
goniómetros aplicaciones prácticas insospechadas .
Y en este tema de la labor de los Patrones españoles—hemos de insisti r
más adelante al tratar de otro aparato, que si no es exactamente de radioelectri-
cidad, tiene grandes semejanzas y aún algún fundamento técnico común con ella .
289
En pleno desarrollo la radiotelegrafía y habiéndose llegado en España a
tener equipados la mayoría de los barcos mercantes y pesqueros—bous»—co n
estaciones modernas, comienza en el mundo entero, con un ímpetu digno d e
mejor suerte, la aplicación del genial invento de Marconi a la telefonía y surgen ,
como por encanto, estaciones de radiodifusión por todas partes . Pero en s u
aplicación a las industrias del mar en país alguno .
Y es España la que inicia esa modalidad y donde menos podría imaginars e
por nadie .
Existe en España, todos lo sabemos, esa industria, de que hemos hablado ,
la de la pesca, en la que aparte de los =bous' . corrientes con el nombre d e
(trawlers» en todos los países del mundo, a ella se dedican otros barcos, co n
otras artes sólo conocidas en España . Nos referimos a las Tarrafas—los céle-
bres Galeones andaluces—las (vacas' y, especialmente las parejas .
Estos barcos, como los <bous> años antes, estaban en el 1926 desprovisto s
de toda comunicación con tierra . Salían a la mar dejando sus tripulantes e n
tierra a propietarios y deudos en la mayor zozobra . Muchas veces salían los do s
barcos juntos y a poco se extraviaban costando horas, interminables horas, e l
encontrarse y reunirse . Muchas veces, muchas, no volvían, sin que nadie lo s
socorriera, sin que nadie volviera a saber nada de ellos jamás .
Se pensó en dotarlos de telegrafía sin hilos, pero no era posible : ni espaci o
290
a bordo ni, en general, medios de ninguna clase—técnicos ni económicos—tenía n
para instalar un equipo de radiotelegrafía en esos insignificantes barcos, por s u
tamaño y tonelaje .
Y en el año 1926 se hicieron las primeras pruebas de telefonía sin hilos e n
tales barcos . Se ensayó una pequeña estación que se calculó para un alcanc e
de 40/50 millas : se obtuvieron 100 y más .
Con este lisonjero éxito, se prosiguió el estudio de nuevos progresos y
se logró una estación que alcanzaba unas 300 millas .
Los armadores, sin embargo, al principio, se mostraron algo reacios, pue s
ya los barcos tenían que ir a buscar playas de pesca a mayor distancia de l a
costa y no tenían, quizás, gran fe en que las estaciones respondieran a esa nece-
sidad, pero al establecerse, poco después, la red de estaciones en almadrabas y
buques auxiliares de las mismas pertenecientes al Consorcio Nacional Almadra-
bero—12 estaciones en total—cuando en país alguno del mundo existía red aná-
loga, fueron interesándose y, un par de años después, se implantaba este servi-
vicio en España, primera Nación que lo ha tenido y en el cual se han inspirad o
después otros países—Francia e Inglaterra entre ellos—completándose con l a
instalación de estaciones en la costa española para la comunicación con lo s
barcos . Y se ha mejorado el material en forma tal que, con una pequeña esta-
ción, manejada por el patrón del barco, se han logrado alcances que, en algun a
ocasión, han llegado y pasado de las MIL millas . No es, pues, extraño que e n
julio de 1936 hubiera en España unos QUINIENTOS barcos-pareja equipado s
con estación de telefonía sin hilos .
Hemos aludido antes a otros aparatos, no de radio, pero sí eléctricos, co n
los que los Patrones de pesca han hecho maravillas . Nos referíamos a la sond a
ultrasonora .
Ha sido España, pese a que el aparato es de origen y fabricación francesa ,
donde se ha dado a este interesantísimo instrumento todo el valor que tiene par a
l a pesca .
Hace ya seis u ocho años, cuando en Francia apenas se conocía y usab a
este aparato, se instalaron en España en esos barcos de pesca—en las simpáti-
cas parejas y en los gloriosos «bous»—y han sido los Patrones de pesca espa-
ñoles los que han enseñado a sus colegas, podemos afirmarlo sin incurrir en
exageración, a buscar playas, a navegar, con esos instrumentos, con esas son -
das ultrasonoras .
Después, varios años después, Inglaterra ha instalado 3 .000 ó más en sus
buques pesqueros, pero ya España en su modesta flota (modesta en comparació n
con la inglesa) llevaba andado mucho camino por los derroteros de la Cienci a
aplicada a las artes de la pesca
Así, los barquitos-parejas, han podido acompañar a sus hermanos los «bous »
a las playas del (Great Sol» para asombrar allí a los de otros países con s u
intrepidez, al hacer un viaje tan largo y con su arte de pesca, tan interesante .
Y en aquel país eminentemente pesquero y en una región a la que, en l a
época de verano acuden barcos de todos los países con sus flotas de pesca, la s
parejas españolas ponen la nota de su modernidad en el aspecto radioeléctrico ,
y de su genuina novedad en el arte de la pesca, que, según nuestras referencias .
291
se proponen imitar esas naciones, como antes imitaron, para orgullo nuestro ,
los servicios de radio .
En este aspecto de la radiotelefonía aplicada a la navegación se hizo alg o
en Inglaterra, Francia y Alemania en sus grandes y modernas unidades trasatlán-
ticas de pasaje y España, si no fué en la vanguardia en esta clase de buques, n o
quedó atrás, que ya en el año 1929 el vapor «Reina Victoria Eugenia= (ho y
llamado Uruguay») llevaba a bordo una estación de telefonía sin hilos qu e
comunicaba con España y con Sud-América durante la travesía .
Después, hasta hace dos años, se han instalado, en barcos de pasaje y d e
nueva construcción aprovechándose los equipos de onda extracorta de que s e
dotaron, transmisores de telefonía, pero estas instalaciones ni en España, n i
fuera de nuestro país, se han popularizado demasiado, por razones que no e s
del caso detallar, siendo una de ellas, la más importante, la carestía del servicio .
Y en cuanto a otros servicios, en España se implantaron varios interesantí-
simos que otros países o no tienen aún o han implantado después .
Allá por el año 1930, se inició el servicio de asistencia médica desde tierr a
a los navegantes en alta mar, del que existen testimonios interesantísimos todos ,
y hasta conmovedores algunos .
El de observaciones meteorológicas en el mar, que se transmitían a tierra
para con ellas confeccionar los boletines que, después volvían a transmitirs e
para seguridad de la navegación de otros buques .
Y otro, de tipo comercial, pero interesante por su novedad : el llamado de
Radio sorpresas que consistía en el envío desde cualquier barco en la mar, e n
combinación, naturalmente, con establecimientos de tierra, de regalos a lo s
familiares, deudos y amigos de los navegantes .
Finalmente, al producirse nuestro Glorioso Movimiento, se encontraba a
bordo del vapor Habana» un aparato (sólo otros dos existían en los buques d e
otras naciones europeas) en el que se recibía, transmitido directamente desd e
New York, un mapa meteorológico trazado por el U . S . Weather Bureau, d e
dicha ciudad . El mapa se recibía a bordo en forma tan clara como nuestros lec-
tores apreciarán, pues nos proponemos dedicar a este aparato nuestro próxim o
artículo, ilustrándolo con la reproducción de un mapa de los recibidos a bordo .
Esbozado, a grandes rasgos y mal pergeñadas líneas, queda cuanto e n
España se ha hecho en materia de Radio en las marinas de Comercio y de Pesca
y señalados los servicios y los adelantos en que España ha ido a la cabeza d e
otros países que han sabido, con su continua propaganda, hacer creer a todo e l
mundo que eran los primeros en ese como lo son, indudablemente, en mucho s
otros aspectos de las Ciencias, las Artes, el Comercio y la Industria .
292
Cómo obtener
verdadera músic a
con su recepto r
Las ansias de perfeccionamiento que acompañan al hombre durant e
toda su peregrinación por la tierra, le acucia sin duda alguna con máxim a
intensidad en los aparatos receptores de radio . Cada año, por no deci r
cada estación, irrumpen en el mercado nuevos aparatos con nuevos per-
feccionamientos que en definitiva tienden a dos fines principales : sencillez
de manipulación y nitidez de reproducción .
Dejando hoy la primera, examinaremos el último de los progreso s
que acaba de aparecer en la Exposición de la Radio celebrada el últim o
mes en París .
La fidelidad en la reproducción de la música exige, no sólo la ausen-
cia de distorsión para conservar el timbre de cada uno de los instrumen-
tos, sino que permanezcan constantes en cualquier momento de la recep-
ción, las relaciones de intensidad de los sonidos a reproducir . Así cuando
en una orquesta los fortissimi son por ejemplo 100 .000 veces más intensos
que los pianissimi, el altavoz debería conservar la misma relación entr e
los sonidos más fuertes y más débiles que reproduce .
Y esto, desgraciadamente, no se realiza en los aparatos actuales de-
bido fundadamente a la necesidad de comprimir en la emisión o en l a
impresión fotofónica de los sonidos, el contraste de la intensidad .
Esta necesidad de compresión entre dos límites de potencia máxim a
y mínima proviene, en las emisoras, de las válvulas amplificadoras cuya
293
potencia no puede rebasar su propio máximo si no quiere caerse en l a
peor de las distorsiones, y del ruido de fondo de las válvulas amplificado -
ras del modulador y alta frecuencia del emisor, de cuyo nivel no debe des-
cenderse para no anular la señal . El receptor presenta también dos lími-
tes: uno superior producido por el silbido de las bobinas y otro inferio r
debido al ruido de fondo de las válvulas cembiadoras de frecuencia .
La transmisión racional de la música exige esta compresión de con -
trastes, y a este fin, en lugar de aumentar igualmente todas las amplitude s
en el amplificador de modulación del emisor, se amplifican en menor pro -
porción las fuertes que las débiles, y cosa análoga se verifica en la impre-
sión fotofónica de la música . El límite inferior de las amplitudes vien e
determinado por la granulación de la materia plástica de los discos y e l
límite superior es evidentemente la distancia entre dos surcos próximos .
El máximo de contraste en los órganos es en general de 35 decibe-
lios, pero el piano llega a los 45 decibelios y las grandes orquestas sinfó-
nicas alcanzan los 60 decibelios . La impresión fotofónica reduce esta razó n
a 20 ó 25 decibelios según sea el tipo de impresión .
Existe, pues, una compresión de 40 decibelios entre la audición efec-
tuada por la orquesta en el estudio y la audición reproducida por el ampli-
ficador fonográfico . La audición directa por medio de la radio da una rela-
ción de contrastes más elevada (unos 40 decibelios) y es mucho más agra-
dable que la producida por la música totofónicamente impresa .
Para remediar este aplanamiento de los contrastes, este empobreci-
miento del dinamismo, es preciso restablecer en el amplificador de baj a
frecuencia los contrastes originales entre las diferentes amplitudes, proce-
diendo a la expansión de los contrastes en forma inversa a la compresió n
experimentada en la emisión .
La expansión procura amplificar más las grandes que las débiles am-
plitudes y como existe una pérdida media de 40 decibelios entre el estudi o
y la reproducción, deberán beneficiarse las grandes amplitudes con un a
sobreamplificación de + 40 decibelios .
Ganancia de amplificación de + 40 decibelios en los fortissimi o des-
censo de amplificación de — 40 decibelios en los pianissimi producen e l
mismo resultado . Lo esencial es que la amplificación en baja frecuenci a
varíe en 40 decibelios de los «golpes de orquesta» al solo del violín .
La realización de un expansor presenta bastantes dificultades, muy di-
fíciles de salvar antes de la aparición de las válvulas de características bas-
culantes, por prestarse muy mal las válvulas anteriores a la función ampli-
ficadora de pendiente variable en audiofrecuencia, pero las nuevas válvu-
las de tensión variable permiten la realización de un pequeño aparato ex-
pansor, que se conecta a cualquier radioreceptor, o a cualquier amplifica-
dor fonográfico . Basta que la conexión de la rejilla de la primera válvul a
294
en baja frecuencia sea accesible para conectarla a la entrada del bloqu e
expansor . La salida del expansor se conecta a la rejilla de la propia vál-
vula .
La tensión modulada se encuentra de este modo derivada al expanso r
donde se produce el aumento de la relación de contrastes, para volver e n
seguida a la rejilla de la primera de las válvulas de audiofrecuencia . De
esta suerte se puede contrastar a voluntad sin efectuar la menor modifica -
clon del receptor mismo .
El estudio de nuestro expansor comprende seis partes : funcionamiento ,
relación de contrastes, regulación, distorsión y compensación, construc-
ción del expansor y puesta en funcionamiento .
a) Funcionamiento .—El expansor consta de dos válvulas pento -
Fig . 1
Esquema del expansor
Por los terminales Al y A2 se conecta al receptor . El terminal Si ea el mismo que el de la figura 2
295
296
S X Ra=1 R8= S
106
Ra 10 .000 ohmios.
_ 10 0
297
10
60 X1°/o = 0,17°lo .
180
== X 1 °/o = 3 °lo
299
Al T A,
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Fig . 3
Plano de conexiones del expansor
Los distintos elementos están designados del mismo modo que en las figuras 1 y 2
800
// F i~r 1 ~,~L1~ (, K (( 1 j
El Receplor Naciona l
por
C . V1da 1
Ingeniero de Telecomunicación y de la E. S. de E . de Parí s
Continuación (1)
508
Consideraciones finale s
La industria española tiene la palabra en este aspecto, que juzgamo s
interesantísimo, del Receptor Nacional . Al nuevo Estado español le co-
rresponde, en caso necesario, disponer su implantación, paralelamente a l
establecimiento de la Red Nacional de Radiodifusión .
¿Precio del Receptor Nacional? Hemos hecho un cálculo aproximad o
basándonos en el proyecto de construcción de este aparato ; pero no pue-
de fijarse exactamente el de venta al público, de antemano, sin un estudi o
detenido de los sistemas comerciales y de técnica de la construcción qu e
se implantarían para su fabricación . Pero estimamos que, en ningún caso ,
y con una producción en serie debidamente organizada y controlada, de-
bería rebasarse la cifra de 150 a 175 pesetas, para que puedan satisfacers e
las condiciones que hemos ido enumerando y, teniendo en cuenta los ele-
mentos que han de constituirlo y sus características de funcionamiento .
Habrá ademas ligeras diferencias que no pasarán probablemente de un 1 0
por 100 entre los diferentes modelos que hayan de construirse .
Seguramente los industriales que se lancen a esta patriótica tarea d e
construir un verdadero Receptor Nacional, habrán, llegado el caso, d e
reducir en alguna proporción sus beneficios legítimos normales . Y al mis-
mo tiempo que la industria de fabricación del aparato, deberá implantarse ,
claro está, la fabricación de válvulas para repuesto de éstas, y de pieza s
de recambio .
Y el Estado, por su parte, debería de ayudar si fuera preciso, al finan-
ciamiento de un plan para la construcción y venta de estos aparatos « a
plazos», que es una de las bases principales en que estriba el éxito d e
la difusión del Receptor Nacional por toda España .
305
Ver nota al final de la página anterio r
V— v
R =
I
306
a) En el primer caso se precisará un modelo para corriente alterna ,
con entradas para 220, 150, 127 y 110 v . que son las tensiones que se en-
cuentran normalmente en España . Pero el existir aún redes de corriente
continua en algunas poblaciones, obligará a fabricar también otro modelo ,
en la cantidad proporcional ` necesaria, no solo para corriente continua ,
sino más bien de la doble corriente, también con entradas a 220, 150, 127 ,
110 v ., por la necesidad de que el receptor tenga aplicación al substituir l a
red de continua por otra alterna, como se está ya haciendo, paulatina -
mente en muchos lugares.
Para el modelo de corriente alterna creemos conveniente emplear un a
válvula rectificadora biplaca, con lo que a igualdad de porcentaje de zum-
bido a la salida del filtro, se reducirá el coste de éste en mayor proporción
de lo que supone el aumento de valor de la válvula . Para el modelo d e
doble corriente, en que la lámpara ha de actuar como rectificadora o com o
simple resistencia, indistintamente, ha de ser el tipo de monoplaca .
Las tensiones normales en placa de las válvulas de recepción que ha n
de utilizarse corno detectora y amplificadora de baja frecuencia, son de l
orden de 200 v . Para este valor, el consumo máximo en placa del pas o
final será, teniendo en cuenta lo expuesto, en (5), de unos 15 m . a . para e l
modelo de corriente alterna y de 30 m . :a . para el de doble corriente, lo qu e
da, dejando un ligero margen para la detectora, una intensidad de 20 y
35 in . a . como corriente rectificada máxima para las válvulas de alimenta-
ción de los dos modelos citados . Por lo que respecta a la tensión máxim a
por placa de la válvula para rectificadora en el modelo de corriente alterna ,
para una tensión útil a la salida del filtro de 200 v., ha de ser 250 v ., tenien -
do en cuenta la caída de tensión en el filtro, válvula y transformador .
Este también será el valor para la válvula de alimentación del modelo d e
doble corriente, pues ha de poder funcionar directamente conectada a l a
red, sin transformador, para tensiones hasta 220 v ., en algunos casos .
Para los dos modelos de que nos ocupamos, estimamos convenient e
unificar el filtrado, haciéndolo a base de una autoinducción en serie, com o
en el modelo italiano y no de resistencia, como en el alemán, constituyend o
con dos condensadores un filtro de paso inferior, cuya impedancia crece co n
la frecuencia . Para el modelo de corriente alterna, con rectificación de dobl e
onda y una frecuencia de red de 50 p . p. s . la frecuencia para la cual e l
filtro debe empezar a producir atenuación ha de ser inferior a 100 p . p. s.
El porcentaje del zumbido que puede tolerarse a la salida del filtro deber á
ser inferior al 0,5 °lo f lo que conduce a emplear un choque del orden d e
30 henrios (para 20 m . a.) y condensadores electrolíticos de 16 microfora-
dios . Si se quisiera sustituir el choque por una resistencia que produjera
el mismo efecto habría de tener la misma impedancia para la frecuencia d e
100 p. p. s ., lo que exigiría una resistencia de casi 19 .000 ohmios, que daría
307
lugar a una caída de tensión inadmisible en los circuitos de placa . En l o
que respecta al filtro para el modelo de doble corriente, tratándose de un a
rectificación de onda sencilla, se precisarían mayores valores de autoinduc-
ciones y capacidades para obtener el mismo porcentaje de zumbido a la sali -
da del filtro ; pero hay que tener en cuenta que en este modelo (ver fig . 5)('),
se suele colocar un condensador a la entrada de la red, que aplanada corrien -
te alterna de alimentación . Con un condensador de unos 4 microfaradio s
basta, generalmente, para que la componente de corriente alterna que s e
obtuviese utilizando el mismo filtro descrito para el modelo, que sería e n
este caso de un 2,5 °1 ó por ser la frecuencia de 50 c/s, se reduzca a me -
nos del 0,5 °lo estipulado . En este caso del aparato de doble corriente ,
conviene que la válvula de alimentación sea de caldeo indirecto .
En lo que respecta al transformador para el modelo de C . A . ya henio s
indicado las tensiones de entrada y de salida (2 X 250 v .); la potencia que e l
devanado secundario ha de ser capaz ele suministrar es inferior a 10 VA ,
lo que unido al consumo necesario para la alimentación de filamentos, d a
una potencia para el primario del transformador de alimentación de uno s
20 vatios .
Tanto el modelo de corriente alterna como el de doble corriente, han d e
ir protegidos por un fusible en la entrada, intercambiable, y variable segú n
la tensión de trabajo utilizada pudiendo hacerse tres tipos para 110-125 v . ,
150 v . y 220 v .
b) Si los dos modelos antes indicados son necesarios para ciudade s
o poblaciones importantes, no hay que olvidar a la población rural que, e n
su mayor parte, no dispone de suministro de energía diurno, y en alguno s
casos carece de él en absoluto, por lo que es indispensable la creación d e
un modelo de Receptor Nacional alimentado por baterías, si se quiere qu e
dicha población pueda beneficiarse del Servicio Nacional de Radiodifusió n
y que éste llegase a todos los rincones del país, aún a los más apartados ,
llevando a ellos el espíritu de la Nueva España, la instrucción y al mism o
tiempo la distracción . No hay que olvidar que en el desarrollo de los pro -
gramas de la futura Red Nacional de Radiofusión ha de consagrarse pre-
ferente atención a las emisiones especiales para la población rural (emi-
siones escolares ; emisiones para agricultores, etc .); en Italia se ha cread o
ya un Organismo especial «Ente Radio Rurale», encargado de desarrolla r
este importantísimo aspecto de la Radiodifusión, habiéndose llegado in-
cluso a la creación de un aparato receptor especial destinado a captar es-
tas emisiones . Fácil es por tanto comprender la importancia que ha d e
tener en España el empleo del Receptor Nacional para la población rural .
El receptor alemán alimentado por baterías, del primitivo modelo, co n
308
un circuito de entrada hasta la rejilla de la detectora semejante al de lo s
otros modelos, tenía tres válvulas : una detectora y dos amplificadoras de
baja frecuencia acopladas por resistencias y capacidades . Este modelo ,
tiene la particularidad de utilizar la tensión alterna de la placa del últim o
paso, rectificada, para la polarización negativa de éste ; además, la ten-
sión de placa puede ajustarse al valor deseado .
Posteriormente se ha simplificado el esquema, tendiendo a reduci r
el número de válvulas y por tanto el consumo tomado de las baterías ,
empleando como válvula final un pentodo de baja frecuencia, con el qu e
se. obtiene un efecto equivalente al de los dos triodos ; los modelos d e
válvulas empleadas son modernos, especiales para alimentación por bate -
rías y por tanto con tensiones de filamento y placa reducidas (2 v . y 135 v . )
y asimismo con consumo reducido en placa . A continuación detallamo s
las características de dichas válvulas .
Detectora (triodo )
Tensión de filamento : 2 v .
Corriente de encendido : 0,065 A .
Tensión de placa : 135 .
Polarización de rejilla :—1,5 v .
Corriente de placa : 1,2 m . a .
Pendiente : 0,6 ma/v .
Factor de amplificación : 25
Resistencia interna : 40 .000 ohmios .
Tensión de placa : 2 v .
Corriente de encendido : 0,15 A .
Tensión de placa : 135 v .
Tensión de pantalla : 100 v .
Polarización de rejilla :—6 v.
Corriente de placa : 8 m . a .
Disipación anódica máxima : 1,5 vatios .
Pendiente : 1,7 m . adv .
Resistencia interna : 100 .000 ohmios .
Con esta válvula de salida puede obtenerse una potencia útil del or-
den de 0,35 vatios ; a este valor habría de adaptarse cuanto hemos indi -
509
cado con referencia al altavoz, siendo lógico que con este receptor d e
baterías se obtenga menor potencia sonora que con los alimentados po r
la red .
Las dos válvulas están especialmente elegidas para tener consumo s
reducidos en las baterías de filamento (0,215 amperios), y de placa (11,8 m .a.)
teniendo en cuenta el consumo de la pantalla del pentodo . Para placa pue-
den, desde luego, emplearse bloques de pilas secas del tipo corriente qu e
admiten una descarga máxima del orden de 20 m . a . y que tendrán un a
duración, en el aparato de que nos ocupamos, de unas 500 horas ; para
filamentos se han construfdo también bloques de pilas secas de 2 v ., tip o
de gran capacidad, que permiten descargas del orden de 1 .000 horas, par a
el consumo de filamento antes indicado (un año a tres horas diarias d e
funcionamiento) .
Nosotros estimamos que, aun dentro del aparato Nacional de alimen-
tación por baterías, podrían realizarse dos tipos : uno como el alemán de l
último modelo, con baterías de pilas secas tanto para placas como par a
filamentos, cuya principal aplicación sería en aquellos lugares tan apar-
tados que en ellos no se dispusiera de red de energía, ni la hubiera en la s
proximidades para cargar los acumuladores de encendido ; pero fuera d e
estos lugares creemos más económico y sobre todo más eficaz utiliza r
una batería de acumuladores para el encendido . que permitiera, al mism o
tiempo, emplear un pentodo de salida de mayor potencia útil para aumen-
tar la sonora obtenida en el altavoz . Podría, por ejemplo, emplearse un a
lámpara de estas características :
Tensión de filamento : 2 v .
Corriente de encendido : 0,26 A .
Tensión de placa : 155 . v .
Tensión de pantalla : 155 v .
Polarización de rejilla :-15,5 v .
Corriente de placa : 14,5 m . a .
Corriente de pantalla : 3 m, a .
Potencia útil de salida (en clase A) : 0,7 vatios .
Pendiente : 1,4 ma/v .
Resistencia interna : 50 .000 ohmios .
b11
red de alterna que diesen una salida en corriente unidireccional con ten-
sión media de 100 v ., podrían cargarse hasta unas 30 baterías en serie ,
resultando por tan do a muy pocos céntimos, a menos de cinco, el coste d e
carga por batería ; a esta cifra habría que añadir los gastos proporciona -
les de organización, transporte y distribución de las baterías, que podría n
también ser muy reducidos al encargarse el Estado de efectuar este ser -
vicio, utilizando funcionarios de los servicios públicos y elementos d e
éstos .
7) Mandos.—Dada la sencillez obligada del aparato han de queda r
reducidos al mínimo . Para la parte de alta frecuencia : reacción, sintonía y
cambio de margen de ondas, y para la parte de alimentación ; interrupto r
de puesta en marcha . Independientemente de esto, han de poder ser varia-
bles : la toma de antena ; la conexión a la red (para los aparatos enchufa-
bles a ésta) y la regularización del zumbido en el modelo de corriente al -
terna .
312
Por lo que se refiere a la separación de las emisiones de onda medi a
y de onda larga, debe poder efectuarse para una relación de intensidade s
del orden de 18/1 (24 db .) entre la onda larga y el centro de la banda d e
las ondas medias .
31á
NOTA .—Según se explica en la nota del final de la página 305, continúa est e
trabajo en la página 304 en el apartado Dificultades legislativas actuales para el
emplk o d Receptor Nacional y termina eh la página 305 con el apartado «Conside-
raciones finales», último del artículo .
514
Un multiplicador d e
electrone s
por
F. G rcia Amo
Ingeniero de Telecomunicació n
315
Los electrones desprendidos del cátodo por cualquiera de los procedimien-
tos térmico, lumínico, etc . y atraídos por el campo eléctrico creado por el ánodo ,
adquieren una velocidad expresada por la fórmul a
v= V2 meE
siendo e la carga eléctrica de un electrón (1,591 X 10—20 en U . E . M .) m
28
su masa en reposo (9,035 X 10- grs ) ; E la diferencia de potencial en U . E . M . ,
y v la velocidad expresada en centímetros por segundo, lo que corresponde a
una velocidad de 5 .930 kms . p . s . para una diferencia de potencial de 100 voltios .
Al quedar bruscamente retenidos por su choque con la placa, los electrone s
pierden la energía cinética adquirida
W=2mv2
transformándose una parte de dicha energía en calor que produce la elevació n
de temperatura en la placa, y otra parte se gasta en aumentar la energía de lo s
.--±1
E2 3
Fig . 2
Sentido de la desviación de electrones some -
Fig . 1 tidos a un campo magnético
Cuando la corriente is ea superior a ii ,
en el circuito DA hay una corriente d e
sentido inverso
electrones en la superficie del metal o muy próximos a ella, los cuales al rompe r
su equilibrio interno, son desprendidos del núcleo atómico correspondiente y
venciendo la fuerza que a él los retiene, salen de la placa con velocidades varia-
bles . A estos electrones así desprendidos, se les llama secundarios y a su con -
junto emisión secundaria .
Al salir de la placa los electrones se encuentran bajo la acción del potencia l
positivo de ésta, que los atrae para volver a caer de nuevo sobre ella, formand o
así una nube de carga negativa próxima a la superficie, que frena la velocida d
de los electrones emitidos por el cátodo ; pero si en la válvula existe otro po-
tencial positivo con relación al del cátodo, los electrones secundarios se dirigen
hacia el positivo más elevado, y si su número es mayor que el de los electro-
nes primarios recibidos, puede dar origen a una corriente de sentido inverso e n
el circuito de placa, como se ve en la figura 1 Sj _ en este esquema ; suprimimos
$t6
'
, Ir .1 ' ,/. i '
1 ,
m v
e H sen a
517
Partiendo de estos principios, y tomando como base el tipo propuesto po r
Slepian, recientemente ha construido Zworykin un multiplicador de electrone s
que según las informaciones que tenemos, puede llegar a ser un poderoso com-
petidor de las válvulas amplificadoras actualmente en uso .
Se compone de dos series de placas cól,ocadas paralela y simétricament e
una enfrente a la otra según se ve en la figura 3 . La serie superior sirve única-
mente para crear un campo electrostático transversal entre las dos series d e
placas . A este fin cada una se mantiene a un potencial positivo con relación a s u
compañera inferior .
Las placas inferiores construidas de plata oxidada y cubierta su superfici e
interior con una capa de cesio, constituyen las emisoras secundarias para l o
cual cada una se mantiene a un potencial positivo con i elación a la anterior e
318
la superficie producen un efecto de repulsión que obliga a los electrones a cae r
sobre el espacio útil de la placa siguiente, quedando, por decirlo así, canalizado s
en el prisma comprendido entre las dos series de placas y las dos lámina s
de mica .
La capacidad existente entre la placa colectora y las emisoras, produce e l
mismo efecto que en una válvula triodo cuando se emplea con gran amplifica-
ción, es decir que puede dar lugar a oscilaciones ; y lo mismo que en ésta s e
Fig . 4
Flujo electrónico sometido a un campo magnético
1i 1 1
Resistencias interiores
Fig . 5
Esquema de conexiones del multiplicador de electrone s
comprendido entre las últimas . Hasta ahora se han construido válvulas con 1 2
pasos de amplificación sin alcanzar esos límites previstos .
El gran número de placas que lleva el multiplicador exigiría una montur a
muy complicada con igual número de conexiones, y al objeto de simplificarlas ,
se fabrican las válvulas con algunas de ellas establecidas interiormente . Así po r
319
320
La Radio sin cálculo s
Esta Sección va especialmente dirigida al aficionado principian -
te, carente de suficiente preparación matemática, pero estamos segu -
ros de que al técnico, en todas sus diferentes modalidades, desde e l
operador al ingeniero pasando por las diversas clases de mecánicos ,
ha de prestarles una excelente utilidad, porque les servirá, como a lo s
principiantes, para proyectar los circuitos radioléctricos rápida y
cómodamente, y para comprobar en estos resultados gráficos, lo s
valores encontrados con sus cálculos, muchas veces complicados y
siempre laboriosos.
Por esta Sección irá desfilando toda la radio en forma de ábaco s
o nomogramas de fácil aplicación . Les bastará al lector familiarizar-
se—y esto lo conseguirá rápidamente—con la lectura de curvas o
gráficas para obtener, sin fórmulas complicadas, las característica s
de los elementos de los circuitos que proyecta o se propone obtener .
No vamos a describir cómo se deducen _estos nomogramas, o
cómo se transforman las fórmulas en gráficas, porque esto desbor-
daría los límites de divulgación que necesariamente ha de enmarca r
esta Sección . Pero el ingeniero y el técnico estudioso hallarán e n
nuestras gráficas una orientación y una idea de dimensión a que refe -
rir sus estudios teóricos y no desviarse o perderse en el fárrago d e
operaciones en las que un error pequeñísimo en el principio se agran -
da en las sucesivas manipulaciones numéricas y conduce mucha s
veces a errores finales verdaderamente considerables .
321
La Radio sin cálculo s
po r
OR,iFO S
522
o 4 3 6 7 6 g io
Fig . 1
Determinación de un punto por su s
coordenadas
~2b
velocidad de propagació n [1 ]
Longitud de onda = -
frecuencia
300 .000
Longitud de onda = = 3 Km .
100.000
(en Km .)
y si quisiéramos expresar la longitud de onda en metros bastaría reduci r
la velocidad de las ondas a metros y tendríamo s
300.000 .000
Longitud de onda = = 5 .000 metros .
100.000
(en metros )
Si la frecuencia fuera doble, es decir, 200 .000 ciclos por segund o
tendríamos
300.000.000
Longitud de onda = 200 .500 metros
.000 = 1
(en m .)
es decir a doble frecuencia corresponde una longitud de ondas mitad .
X24
32 5
Fig . 2
Los puntos de la recta inclinada indican los valores de frecuenci a
y longitud de onda que se corresponden
326
íi l,•1(~ .k l '
15000 if 20
iv
I
o
250
25
0-( o
200 1500
X w
Y G
z
aD 10
o 1000 -j-- 300
10000 30
z
o 000
9000 150 2000
3s G 35 0 ,
~333
~~
8000 - F
– 400
40 z
°
o
7000
45
55
5000 CO
Fig . 4
65 -a - 4000
70 Fig . S
4000 - 7 5
80
85
90
95
3000 100
Fig . 3,4yi5
Correlación entre frecuencias y longitudes de ond a
de potencia l [2]
Intensidad = diferencia
resistenci a
328
125
Intensidad = = 1,25 ;amperios.
-3
--/00.000
300 -8000 0
_
— 60.000 -4
- 50.O00
200-- -40. 000
— 50.00 0
/50 —
-20.000
-30
/.000
40 - 80 0
- 600 -40
- 500
20 — 40 0 -5Ó
— 300
-60
/5 ` — 200 -70
-8 0
90
/0 — -- /00 /00
Fig . 6
Abaco para aplicación de la ley de Ohm . En una recta cualquiera se halla n
los valores de tensión, intensidad y resistencia que cumplen dicha ley ,
medidos en voltios, miliamperios y ohmios respectivamente .
329
o sea :
Diferencia de potencial = 1,25 X 100 = 125 voltios.
Por último podríamos calcular la resistencia que habríamos de dar a
un circuito al que se aplica una diferencia de potencial de 125 voltios par a
que pasara una corriente de 1,25 amperios, deduciendo de la expresión [5]
el valor de la resistencia .
o sea
125
Resistencia = 1 ,25 = 100 ohmios .
530
Marconi ,
creador de la Radiocomunicació n
Extracto de la conferencia pronunciad a
ante el micrófono de Radio Valladolid po r
D. Aurelio López Inclán, Ingeniero Direc-
tor de la Escuela Oficial de Telecomunica-
ción, en la velada necrológica organizad a
por RADIOELECTRICIDAD el día 20 d e
Julio último para honrar la memoria de l
glorioso Marconi, en el primer aniversario
de su muerte .
331
La primera imagen de la telegrafía sin hilos se remonta al año 181 6
en que liiot observó las contracciones que experimentaba una rana sus -
pendida de un hilo y en comunicación con tierra cualndo se hacía salta r
una chispa con una máquina eléctrica colocada a 12 metros de distancia .
La pata de la rana era el "dedo eléctrico" que detectaba el paso de l a
onda producida por la chispa .
En A :42 Henry, profesor de Princetown (E . U . de A.) afirmaba
que una t ;hispa de una pulgada de longitud, producida por una máquin a
eléctrica y recibida en la extremidad de un circuito metálico, colocado e n
una habitación, producía una inducción bastante intensa para imanar
agujas colocadas cerca de un circuito paralelo al primero . Esta experien-
cia fué recogida por Marconi en 1902 tiara construir su detector magnético,
cuyo funcionamiento era seguro y sensible .
En 1866 Hertz, joven profesor de Karisruhe, gloria de la ciencia alemana ,
buscando la manera de aumentar la rapidez de las oscilaciones separó la s
armaduras del condensador, constituyendo un circuito oscilante abierto, e s
decir, cuyo espesor dieléctrico es del mismo orden de magnitud que el cir-
cuito total . Esta disposición producía acciones más intensas a distancia qu e
las de los circuitos cerrados .
Hertz materializaba la teoría de Maxwell dándole realidad física y pro-
ducía ondas amortiguadas de 5 metros de longitud, y poco tiempo después
llegaba a obtener ondas de 60 centímetros mediante , el empleo de la bobina
de Ruhrdkorff, para alimentar el excitador . Estaba integrado por dos
esferas metálicas unidas cada una por una varilla metálica a sendas
esferitas de la misma naturaleza e iguales entre sí, pero de menor diámetr o
que las primeras y puestas en comunicación con los dos polos de una bobin a
de Ruhmkorff .
La chispa oscilante que saltaba entre las dos esferitas engendrag a
ondas electromagnéticas que Hertz medía por medio de un resonador for-
u!ado por un higo n'ietálico drobIado en circunferencia provista en su s
extremos con sendas esferitas una de las cuales estaba atravesada por u n
tornillo micrométrico constituyendo de esta suerte una especie de "micró-
metro de chispa" .
Cada chispa diferente exigía un resonador distinto y a esta circunstan-
cia se debe el nombre de resonador eléctrico.
En 1878 Hughes observaba que la resistencia de su micrófono dismi-
nuía considerablemente por la acción ue una descarga eléctrica a distancia .
En 1884 y 1885 Calzechi Onesti, profesor del Liceo de Fermo (Italia )
realizaba el primer estudio del tubo de limaduras empleando un tubo d e
cristal en el que colocaba limaduras metálicas entre dos varillas de cobre .
Intercalando en el circuito una pila y un galvanómetro comprobó que l a
resistencia disminuida considerablemente :
a) Cuando se interrumpía la corriente en el circuito.
b) Cuando se producía una "descarga inducida", aún cuando el cir-
cuito del tubo no estuviera cerrado .
c) Cuando se la sometía a la influencia electrostática.
Para que las limaduras adquieran nuevamente su resistencia inicial s e
hacía girar el tubo por medio de una manivela o se le imprimía un golp e
al soporte del tubo . La corriente que atravesaba las limaduras era peque -
332
/
I '(,$ (,~F
535
do sensiblemente del transmisor. El galvanómetro era reemplazado por un
Morse R . Para aumentar la distancia disponía en el foco de espejos el emisor
de bolas y el receptor de tubo de limaduras, y cuando trataba de transmi-
tir a través de la tierra o del agua, unía una de las extremidades del tub o
a tierra y la otra a conductores o placas colocadas en el aire y aisladas de l
suelo, es decir, aplicaba a la recepción de señales la misma disposición qu e
utilizó Popov para recibir las descargas atmosféricas.
En realidad la labor de Lodge y de Popov era tan importante como la
realizada por Marconi y que acaba de patentar provisionalmente ; pero el
mérito de Marconi estriba precisamente en ver en estas experiencias el
germen de un gran descubrimiento y perseguirlo con tenacidad .
En 1896 presentó Marconi al director de Telégrafos inglés, sin William
Preece, su proyecto y sus aparatos . Mr. Preece se encontraba verificand o
u L
b)
Fig .' t
r
i , I, ' ' . í. p; ,F
•[1111111 i .
535
537
Construcción de un chea.sis
3~8
" Medirá los lados del rectángulo ocupado por el conjunto de las pieza s
JI
C maman
ot to o
Fig . 1 Fig . 2
Preparación¡del plano del chasi s Desarrollo del chasi s
339
3 deslizar, después, el cartabón pequeño hasta que su borde pase por 4 ,
y trazar con el lápiz la horizontal 4-E . Dar vuelta al catrtabón grande,
para que el lado verticaa quede a la derecha, y pasar el cartabón pequeñ o
a la derecha para . hacer coincidir su borde con los puntos 3 y 4, a fin
de trazar las horizontales 3T y 4F y obtener, en definitiva, las rectas
horizontales EF y LT .
f) Trazas otras dos horizontales : una por encima de EF y otra po r
debajo de LT, 'a una distancia igual a la altura del chasis .
g) Los rectángulos construidos (fiig . 2) : representan : el primero, la bas e
superior del chasis, y el segundo, el desarrollo de todo el chasis. Los cuatro
Tnatfopn for
----------- -
pr 1 ; -
u mi
,
V a
S
Hg . 3
Posición de los elementos en el chasi s
340
/ I1 4 . 0 , x, ' • /
EJECUCIO N
341
dolo con cinco o seis chinchetas de dibujo en cada lado, para mantenerl o
bien atirantado y no se combe, pues esto produciría muchos errores .
Con las escuadras marcaremos el centro de cada agujero en tinta y
trozo fino, por medio de dos pequeñas rectas perpendiculares que se cortan .
Y con las propias escuadras trazaremos las cuatro verticales y cuatro ho-
rizontales que determinan los contornos de la plancha metálica que ha
de cortarse .
Tracemos los contornos de las vVentanitas que hay que abrir por medi o
de círculos tangentes entre sí y tangentes a los bordes de las ventatnitas
!WJJUl
r P
Mg . 4
Manera de practicar una ventana en el chasi s
342
Fig . 5
Trazado de las ventanita s
MONTAJE DE PIEZA S
343
844
Bibliografía
"ALTA FREQUENZA," Julio 1937, VI . 7 . páginas 425 a 43 4
con 9 figuras. Acoplamiento Mutuo electrónico entre cir-
cuitos resonantes y regulación antomática de selectividad ,
por Mario BOELLA.
345
El autor describe un nuevo tipo de circuito que puede dar lugar a multi-
plicación o a división de frecuencias por medio de la aplicación del princi-
pio de la reacción a circuitos de características no lineales . Con montaj e
apropiado, se ha podido obtener una división por 2 de la frecuencia en una
banda de mas menos 0,2 F (por ejemplo de 800 a 1200 p :s) sin nigún ajust e
del circuito demultiplicador .
346
: :
RADIO—OPERADORE S
aunque tendrá que limitar, de momento, el nú -
mero de sus alumnos para poder atenderlo s
debidament e
A—9
eamryalía Seoilia a
~ deEle.ctssicidad,S .?4.
i
Sw~ü~
. . . . . . . .. . . . . . .. . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Reparación de tod a
clase de aparato s
de radio . Emisión y
Recepción . Cine s o
TALLEUES
noto . Manufactur a
RADIOELECTRICOS
C de materiales para
O m a 5 el ram o
Taller y Laboratori o
Licenciado Poza, 1
Teléfono 12 - 572
BILBA O
. .
'-lo
A
:
"Riclio Sevilla"
~
Utg
0
Emisora de Radiodifusión á
Horas de emisión : 8,30 a 9 13,30 a 15,30 20 a 24
IIII1111111111111IIIII111IIIIIIIIIIIIIII111I11111111IIIIII111IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII IIIIIII111111IIIIIIIIIIII111IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIHIII I
Emisiones culturales
Propaganda comercial op
0
Do
IIIIIIIIIIIIIIIIIII111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII11111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111I (IIIIIIIIIII IIIIII11111111111111111 1 Do
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