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TEMA 3: PALEOANTROPOLOGÍA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA: EL

PALEOLÍTICO

3.1. Introducción.

3.2. Primeras ocupaciones humanas en la península Ibérica.

3.3. Poblaciones del Pleistoceno Medio asociadas al Modo 2.

3.4. Los neandertales ibéricos.

3.5. Los humanos del Paleolítico Superior en la península Ibérica.

3.6. El registro paleogenético en la península Ibérica.

3.1. INTRODUCCIÓN

El origen del género Homo se sitúa en África hacia 2,5 Ma BP1. Fuera del continente
africano, las evidencias de presencia humana y los restos fósiles humanos más antiguos
se localizan en el yacimiento de Dmanisi (Georgia), datados en 1,75 Ma BP. Los pocos
restos antropológicos con una cronología mayor a 1Ma BP en el continente europeo
occidental se han encontrado en la Península Ibérica, en el yacimiento de la Sima del
Elefante (sierra de Atapuerca, Burgos), datados en 1,25 Ma BP2.

Estos restos se pueden contar con los dedos de una mano y no aportan información
decisiva para identificar la especie de homínido a la que pertenecen, aunque aparezcan en
contextos con industria lítica olduvayense. Todos han sido definidos como Homo Species
(Homo sp), que es el nombre que se les da cuando la especie no está definida. Si
avanzamos un poco en el tiempo, para fechas en torno al 800.000 BP, tenemos un registro
antropológico más rico en Trinchera Dolina (Sierra de Atapuerca, Burgos), que sí ha
permitido estudiar bien la especie a la que pertenecían los fósiles, llegando incluso a
definirla como Homo Antecessor, que en la línea evolutiva estaría un escalón por encima
de Homo Habilis, perteneciendo al grupo erectus en su variante europea. Aun así estamos
en cronologías más recientes que las que se barajan para la llegada de los primeros
pobladores, en torno a 1.400.000, por lo que no podemos definir, con certeza, como Homo
Antecessor a los homínidos que pisaron la Península Ibérica 500.000 años antes del
registro de Trinchera Dolina. De hecho la lógica nos conduce a pensar que estos primeros
pobladores serían más parecidos al Homo Georgicus (homínido de Dmanisi) que a nuestro
posterior Homo Antecessor.

3.1.1. La península Ibérica

A finales del Neógeno, la paleogeografía de la península Ibérica no distaba mucho de la


situación actual, exceptuando algunas variaciones en las costas meridionales. Durante el
Pleistoceno, la extensión de las zonas costeras varió en función de las regresiones y
transgresiones marinas debidas a los períodos climáticos glaciales e interglaciales.

La península Ibérica es el extremo suroccidental del gran continente de Eurasia. Es una


península dentro de la península europea. Se halla separada de África por un estrecho y
1
Ma BP: se refiere a millones de años antes del presente.
2
Por lo tanto, hay un desfase de medio millón de años aproximadamente entre la primera salida de humanos de
África y su llegada al extremo occidental de Eurasia.
del resto de Europa por los Pirineos. Estas condiciones de aislamiento explican por sí solas
el desfase temporal en la llegada de olas migratorias procedentes del Este, pero también
plantean la posibilidad de una influencia directa desde África y del desarrollo de posibles
endemismos en su condición de refugio ecológico.

Pese a la singularidad e importancia de los yacimientos ibéricos, las evidencias


arqueológicas y los registros de industrias líticas son relativamente abundantes, pero los
restos fósiles humanos son escasos3, aunque de gran trascendencia. El registro fósil
humano peninsular está muy condicionado por la formación de cuevas y abrigos rocosos,
pues la casi totalidad de los restos proceden de yacimientos kársticos.

Durante los últimos años se han publicado datos consistentes que sitúan los vestigios
más antiguos del poblamiento europeo en la península Ibérica. Se trata del complejo
inferior de Atapuerca Sima del Elefante y los yacimientos de Fuente Nueva-3 y Barranco
León-5. Estos yacimientos indican que este poblamiento tuvo lugar en un clima más cálido
y húmedo hace aproximadamente entre 1,5 y 1,25 Ma BP.

3.1.2. El valor documental de los fósiles humanos

Aunque en la mayoría de los casos la presencia humana prehistórica se detecta a


través de las huellas de su actividad (útiles, hogares, etc.), los fósiles humanos son la
evidencia más directa de su existencia y nos informan de las características fisiológicas del
tipo humano que vivió una época determinada, de su anatomía y parámetros físicos más
relevantes. Sin embargo, los fósiles humanos aportan sólo una información parcial, por lo
que es imprescindible incorporar la información derivada de los yacimientos, con o sin
fósiles humanos. De todo el esqueleto, la mejor información sobre los cambios evolutivos
la da la anatomía de la cabeza. Los dientes y las mandíbulas son las partes esqueléticas
más y mejor conservadas.

Hoy contamos en la península Ibérica con restos atribuidos a las siguientes especies
paleolíticas: Homo sp (Sima del Elefante), Homo antecessor (Gran Dolina), Homo
heidelbergensis (Sima de los Huesos, Galería-Tres Simas y Almonda), Homo
neanderthalensis (unos 30 yacimientos) y Homo sapiens (unos 25 yacimientos).

3.2. PRIMERAS OCUPACIONES HUMANAS EN LA P. IBÉRICA

El Homo Erectus es el protagonista de la gran diáspora humana desde el solar africano


hacia las zonas templadas de Eurasia, a partir de no antes de hace un millón de años. Son
caracteres comunes de todos los restos de Homo Erectus encontrados una capacidad
craneana de 1000 cm3, una morfología propia de la cabeza (con fuerte toro supraorbital,
frente estrecha y forma general de cráneo achatado algo extendido hacia atrás) y una
estatura media un poco inferior a las poblaciones posteriores.

En el polimorfismo de estos primeros europeos se perciben junto a rasgos propios del


Homo Erectus otros que pasarían por antecesores del Homo Sapiens; justificándose así la
denominación de anteneandertales o de preneandertales.

3.2.1. Yacimientos de la cuenca de Guadix-Baza y Cueva Victoria

3
De posibles 55.000 generaciones sólo se conservan restos de no más de 250 individuos.

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La comarca de Orce se encuadra dentro de la Cuenca de Guadix-Baza, en el noroeste
de Granada y rodeada de relieves montañosos. Su geología se puede considerar como
única en toda Europa, y sólo comparable con las grandes cuencas del Valle del Rift
africano. Esta región estaba ocupada por un gran lago durante la época Plio-Cuaternaria (4
Ma BP) cuya extensión fue variando considerablemente. Los principales yacimientos se
fueron formando en torno a este lago.

Los tres yacimientos más importantes son: Venta Micena, Barranco León y Fuente
Nueva. Los sedimentos encontrados en ellos poseen una cronología que va desde los 2,5
Ma BP, hasta aproximadamente 1 Ma BP, y como ya se ha comentado, gracias a su
paisaje y registro biológico, recibe el prestigioso nombre de Spanish Olduvai.

3.2.1.1. Venta Micena

Venta Micena es el más destacado de los tres yacimientos, pues además de poseer una
cronología que oscila entre 1,5 millones de años, posee una gran extensión. Este
yacimiento ha deparado un rico registro paleontológico de más de treinta especies de
mamíferos, herbívoros y pequeños roedores, y algunos autores han identificado evidencias
de presencia humana entre los restos.

La cantidad de restos encontrados sorprendió a los investigadores de este yacimiento,


pero más aún su deposición en un mismo lugar para la que se han establecido diferentes
causas. Una de las teorías que se han planteado al respecto es el descuartizamiento
sistemático de las presas obtenidas en este yacimiento, con el transporte consecuente de
las piezas más nutritivas, quedándose en el yacimiento una gran acumulación de partes
desechadas, sobre todo los cráneos.

El hallazgo más polémico es un fragmento de cráneo (“cráneo de Orce”: VM-0), datado


en 1,5 Ma BP y cuya identidad humana ha sido muy debatida. Muchos investigadores
desestiman su atribución humana debido a una especie de cresta y otros la respaldan por
similitudes con restos humanos infantiles actuales. Además, se identificaron dos
fragmentos de húmero, hoy rechazados como de origen humano.

3.2.1.2. Barranco León y Fuente Nueva

En cuanto a los yacimientos de Barranco León (1,4 Ma BP) y Fuente Nueva (1,3 Ma
BP), su patrimonio paleobiológico es también impresionante, además de que se conoce
que son los lugares de habitación más antiguos de Europa Occidental. La mayor parte de
la fauna aquí encontrada se corresponde con la de Venta Micena. Aun así, debemos
destacar que en estos yacimientos se encontraron numerosas marcas de corte en los
huesos, tanto por la utilización de objetos líticos como por el carroñeo de otros carnívoros
(lo que podría ser aprovechado por los homínidos).

En niveles de 1,25 Ma BP de antigüedad de los yacimientos de Fuente Nueva y


Barranco León se han encontrado utensilios líticos del Modo 1 (Olduvayense) y fósiles de
atribución humana discutida.

La industria lítica aquí encontrada, más que por la calidad de las piezas, destaca porque
demuestra la presencia de los primeros homínidos en la Península Ibérica en unas fechas
muy tempranas. Esta industria es aún muy arcaica, basada principalmente en la utilización
de las lascas, realizadas muy toscamente y sin retoques. Este tipo de industria lítica la
podemos encontrar en muchos yacimientos, tales como Atapuerca, en Le Vallonet

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(Francia), en la zona del Lacio italiano o en Dmanisi, (Georgia), con una cronología
también muy antigua.

3.2.1.3. Cueva Victoria

En el yacimiento de Cueva Victoria (Murcia), se han encontrado también fósiles con


antigüedad de 1,2 Ma BP de tres especímenes, cuya atribución humana ha sido
descartada para dos de ellos y se discute para el tercero. Los defensores de la pertenencia
de los restos al género Homo, quieren ver una colonización de la península Ibérica por los
primeros homínidos a través del Estrecho de Gibraltar.

3.2.2. Los yacimientos de la sierra de Atapuerca.

En la cuenca del Duero, formaciones calizas de la Sierra de Atapuerca acogen un


complejo aparato cárstico con cerca de cuarenta cuevas. Fueron puestas al descubierto
por la trinchera abierta en la explotación de un antiguo ferrocarril (Gran Dolina, Tres Simas,
Galería) Tanto la Sima de los Huesos como la Gran Dolina están aportando importantes
conjuntos de huesos humanos.

3.2.2.1. Sima del Elefante (sierra de Atapuerca)

El yacimiento de la Sima del Elefante presenta restos fósiles humanos en relación con
restos líticos datados en 1,25 Ma BP4. La importancia de este hallazgo radica en que son
los más antiguos de Europa occidental, y confirman que los primeros humanos ya se
encontraban en Europa Occidental hace 1,2 millones de años5. Estos restos,
pertenecientes a un único individuo, fueron inicialmente atribuidos al Homo antecessor,
pero análisis más recientes señalan que se trata de una especie humana distinta, aún sin
identificar, que presenta características en la dentición y la sínfisis que la aproximan a
los Homo más antiguos de África y de Dmanisi (Georgia) pero con algún carácter derivado,
por lo que se ha clasificado de manera provisional bajo la denominación Homo sp.

3.2.2.2. Nivel TD6 de la Gran Dolina (sierra de Atapuerca)

El nivel TD6 del yacimiento de la Gran Dolina ha dejado al descubierto un extraordinario


registro arqueológico: Las últimas dataciones indican una antigüedad de, al menos 900.000
BP. Su examen morfológico los diferencia del Homo erectus habitual, por lo que se
propuso su identificación con alguna forma primitiva del llamado Homo heidelbergensis.
Por esta razón, se definió la especie Homo antecesor (Bermúdez de Castro y alumnos,
1997), la única especie humana definida con material ibérico. El holotipo de la especie lo
forma el fragmento de mandíbula TD6-5 y un conjunto de piezas dentarias aisladas. En la
actualidad, se han recuperado más de 160 restos humanos y más de 700 piezas de
industria lítica del Modo 1, junto a restos de 16 especies de macromamíferos,
microvertebrados y aves. Entre los restos humanos hay buena representación, aunque
fragmentaria, del esqueleto craneal y axial, y están menos representados los huesos largos
de las extremidades. Destacan un maxilar, dos mandíbulas y un buen número de dientes.
Se han identificado un mínimo de once individuos, de los cuales 4 son menores de 5 años,

4
Se halló una mandíbula con alguno de sus dientes
5
Hasta este hallazgo, el europeo más antiguo poseía una edad aproximada de 780.000 años y provenía de la
Gran Dolina (nivel TD-6), otro de los yacimientos de Atapuerca. La evidencia del nuevo fósil, lleva atrás en el
tiempo la colonización de Europa en más de 400.000 años. Aunque existían evidencias de presencia humana en
Europa más allá del millón de años, todavía no había sido encontrado ningún fósil humano que lo confirmase.

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2 de ellos tienen entre 5 y 9 años y dos son jóvenes o adultos. En el nivel TD6 de este
yacimiento se documentan las evidencias más antiguas de canibalismo humano.

3.3. POBLACIONES DEL PLEISTOCENO MEDIO ASOCIADAS AL MODO 2

En torno a los 600.000 BP, comienza a generalizarse en la península Ibérica y en


Europa la industria lítica del Modo 2 (Achelense), atribuida al Homo heidelbergensis. Este
modo tecnológico surge en África hace 1,8 Ma BP y aparece en Próximo Oriente
(yacimiento Tell Ubeidiya, Israel) hace 1,3 Ma BP. Hay un desfase temporal entre África y
Europa en el uso de esta tecnología, y esto se interpreta de dos maneras diferentes. Unos
autores proponen una evolución local (genética y cultural) de las poblaciones europeas del
Pleistoceno Inferior. Otros plantean la llegada a Europa de una nueva migración humana
procedente de África, conocedores de la tecnología Achelense, que se agrupan en el taxón
"homo heidelbergensis".

3.3.1. El origen del clado neandertal

Hoy se acepta que el clado (rama evolutiva) que desembocó en el Homo


neanderthalensis ha de buscarse en las poblaciones europeas mesopleistocenas. La
opinión mayoritaria es que migrantes africanos llegaron a Europa hace 600.000 años
(Homo heidelbergensis) y que comenzaron a diferenciarse hace hacia 400-350.000 BP, en
un proceso de “neandertalización progresiva” que implicaría una continuidad tanto
biológica como cultural entre ambas especies. A partir de esta fecha, las poblaciones
humanas del Pleistoceno medio europeo e ibérico presentan rasgos inequívocos de
parentesco con los neandertales.

En la península Ibérica se conocen muy pocos datos de las poblaciones del inicio del
Pleistoceno Medio, en particular de la época de vas desde la aparición del Achelense y el
inicio del proceso de neandertalización (hacia 400.000 BP). En la sima de los Huesos de
Atapuerca han aparecido restos que podrían llenar este vacío.

En la Sima de los Huesos de Atapuerca se han encontrado 17 cráneos en los que los
investigadores han identificado características de los neandertales, pero también otros
rasgos propios de humanos más primitivos, en un estadio intermedio de la evolución final
hacia el Homo neanderthalensis. Las distintas dataciones llevadas a cabo hasta ahora
confirman una antigüedad de 430.000 años, lo que los sitúa en pleno Pleistoceno Medio,
una época aún poco comprendida de la evolución humana. Este mosaico de especies
apoya la teoría de que la evolución neandertal no sucedió de una sola vez, sino que estos
humanos desarrollaron sus rasgos por separado y en diferentes momentos.

3.3.2. Sima de los Huesos (sierra de Atapuerca)

La Sima de los Huesos es una pequeña cavidad de 8 x 4 m, situada al fondo de una


sima vertical, que se localiza en uno de los extremos del sistema kárstico Cueva Mayor –
Cueva del Silo. Constituye un yacimiento excepcional, en el que se han recuperado más de
6500 fósiles humanos (abarcando todas las regiones del esqueleto), correspondientes a
unos 30 individuos de ambos sexos y diferentes edades de muerte. Este gran hallazgo
representa el 80% de todo el registro fósil mundial del Homo heidelbergensis, con
antigüedad de 530.000 BP. Los rasgos anatómicos nos hablan de un parentesco estrecho
con los neandertales, que vivieron doscientos mil años después en Europa. La evidencia

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de que disponemos en la actualidad apoya la idea de que nos encontramos ante la primera
acumulación intencional de cadáveres de la historia.

No se han encontrado herbívoros, ni tampoco restos líticos, salvo un bifaz de


características muy peculiares, de un material poco frecuente (cuarcita roja) y sin huellas
de uso, que ha sido interpretado como elemento votivo y bautizado como Excalibur, sobre
la hipótesis de que el depósito constituye un enterramiento intencional de cadáveres
pertenecientes a un mismo grupo familiar que pereció en poco tiempo por causas
catastróficas.

3.3.3. Complejo Galería-Tres Simas (sierra de Atapuerca)

El complejo Galería-Tres Simas es un conjunto de tres yacimientos situado dentro de la


Trinchera del Ferrocarril de Atapuerca, a escasos 50 metros del yacimiento de Gran
Dolina. Constituye un sistema de galería y cuevas con diferentes entradas en el que se
distinguen tres yacimientos: Galería (TG), Trinchera Norte (TN) y Covacha de los Zarpazos
(TZ). En todos ellos hay evidencias de ocupación humana e industria lítica Modo 2,
elaborada en sílex y cuarcita. Además, en todos ellos hay diversidad de restos de micro y
macrovertebrados. En la Covacha de los Zarpazos se han hallado fragmentos de una
mandíbula y de un cráneo, datados en 300.000 BP que denotan una elevada robustez,
característica de los homínidos de este periodo y que han sido clasificados dentro de la
especie Homo heidelbergensis.

3.3.4. Lezetxiki (Mondragón, Guipúzcoa)

Se trata de un yacimiento en cueva de cronología incierta, quizás superior a los 225.000


BP, en el que se diferencian dos cavidades (Lezetxiki I y II), físicamente conectadas por un
túnel, con relleno sedimentario. El yacimiento presenta una serie sedimentaria de hasta 9
m en la que se han encontrado restos humanos del Pleistoceno Medio y Superior, así
como datos de interés para el estudio de la transición paleolítico Medio / Superior. Entre
los hallazgos humanos de mayor antigüedad, destaca un húmero femenino de
heidelbergensis, datado en 164.000 BP. Además, se ha encontrado dos dientes y de
neandertal y un fragmento mandibular de sapiens. En 2016 se cerró el yacimiento tras
alcanzar la roca madre.

3.3.5. Otros restos del Pleistoceno Medio

También se han encontrado restos en: en Bolomor (Tavernes de Valldigna, Valencia) se


recuperan cuatro restos humanos, que presentan caracteres anatómicos primitivos, y son
asignados al linaje Homo neanderthalensis; Cueva del Mollet (Serinyà, Gerona)
Diente humano, con cronología aprox. de 215.000 BP; de Cueva del Congosto (Alcorlo,
Guadalajara) procede un metatarsiano y una vértebra. Destaca el complejo arqueológico
de Almonda (Portugal), por haberse hallado los restos humanos del extremo más
suroccidental de Eurasia. Según sus descubridores, encajan perfectamente en la especie
Homo heidelbergensis, descartando la existencia de endemismos en este extremo del
continente, con una antigüedad de 240.000 BP.

3.4. LOS NEANDERTALES IBÉRICOS

El marco cronológico de la presencia de este “hombre de Neandertal” se abre hace


200.000 años y concluye hacia los 30.000 a.C., conviviendo con el hombre moderno

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durante 10.000 años. En la península Ibérica los primeros restos aparecieron en 1848 en
Gibraltar6 (la cantera de Forbes y Devil’s Tower7, en Bañolas8 (Gerona) en 1887. Sin
embargo, no se reconoció el significado de estos dos descubrimientos hasta que se dio a
conocer el famoso Neandertal 1 hallado en 1856 en el valle alemán de Neander.

Destacan, entre sus rasgos, una elevada capacidad craneana (con una media de 1.450
cm3), una estatura en torno a los 1,55 m., brazos ligeramente alargados. La cara tiene un
notable prognatismo, con mentón mínimo en una mandíbula fuerte y unos ojos hundidos
bajo salientes arcos superciliares; la forma de su cabeza, dolicocéfala9, es ligeramente
aplanada.

El interés por los neandertales que habitaron la península Ibérica es creciente, pues
tienen un importante papel en el esclarecimiento del origen y extinción de esta especie
humana; su origen puede rastrearse en yacimientos ibéricos (Sima de los Huesos); los
últimos supervivientes del grupo pueden ubicarse en la península (las fechas más
recientes antes de su extinción definitiva se encuentran en Murcia, sur de Portugal y
Gibraltar).

En la península Ibérica se conocen unos 30 yacimientos con fósiles de neandertales,


siempre asociados a la industria del Modo 3 (Musteriense), aunque algunos autores
señalan un par de ejemplos de industrias de transición en El Castillo (nivel 18b) y Lezetxiki
(niveles III y IVa). Su distribución está ligada a sitios montañosos donde se han formado
sistemas de cuevas, siendo especialmente numerosos en la costa mediterránea (Bolomor
y Cova Negra en Valencia, Sima de las Palomas en Murcia, La Carihuela en Granada y
Zafarraya en Málaga) y en menor medida en la cantábrica y atlántica (El Sidrón en
Asturias, Cueva del Castillo en Cantabria y Lezetxiki en el País Vasco), siendo muy raros
en el interior de la Península. Las dataciones más antiguas de la península Ibérica son de
128.000 BP (Bolomor) y las más recientes tanto de la península Ibérica como de Europa,
de 35.000 BP (Sima de las Palomas). Si los yacimientos de ocupación en cuevas y
abrigos, o al aire libre son numerosos, el repertorio de restos óseos es reducido.

3.4.1. El Sidrón (Asturias)

En la Galería del Osario de la cueva de El Sidrón (Piloña, Asturias) se han recuperado


más de 2000 fósiles humanos (abarcando todas las regiones del esqueleto), que se piensa
que corresponden a 13 individuos (7 adultos, 3 adolescentes, 2 juveniles y 1 infantil), que
pueden pertenecer al mismo grupo familiar. Hasta 2001 se han hallado más de 2000 restos
humanos que abarcan todas las partes del esqueleto. Además, se ha obtenido el ADN
mitocondrial de 10 individuos, además de secuencias de ADN nuclear que han permitido
caracterizar aspectos relevantes del fenotipo de estos individuos.

Entre las piezas mejor conservadas se encuentran tres mandíbulas adultas y una
juvenil, de la que se conserva también el esqueleto muy bien conservado. Algunos restos
aparecen bastante completos pero, en general, se encuentran muy fragmentados como
consecuencia de ser canibalizados. Esto se observa generalmente en los cráneos, para
extraer el encéfalo. Los restos se hallan en posición secundaria, datados en 50.000 BP y
están asociados a restos líticos, aunque sin restos de fauna.

6
Un cráneo adulto femenino.
7
Varios trozos de un cráneo de un niño de 5 años
8
Mandíbula posiblemente femenina.
9
Dícese del cráneo cuya longitud es mayor que su anchura.

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3.4.2. Sima de las Palomas de cabezo Gordo (Torre Pacheco, Murcia)

Niveles estratigráficos superiores con abundantes instrumentos líticos del Paleolítico


Medio (Musteriense), restos de fauna y unos 100 fósiles humanos de distintas partes del
cuerpo. Las dataciones más antiguas son de60-50.000 BP y las más recientes de 43.000
BP (los fósiles neandertales más recientes del Sur de Europa con datación segura). Uno
de los aspectos más relevantes es la presencia de esqueletos parciales en conexión
anatómica, que algunos autores consideran un enterramiento intencional. De confirmarse,
sería el primer y único ejemplo de enterramiento neandertal en la Península Ibérica, e
incluso en la Europa mediterránea.

4.3.- Cueva de Valdegoba (Huérmeces, Burgos)

Yacimiento en cueva, que se abre sobre materiales calcáreos cretácicos karstificados,


cortados por el río Urbel. Restos humanos de cinco individuos en asociación a
instrumentos líticos del Paleolítico Medio y restos de fauna pleistocena, con una
antigüedad 73.000 BP. Entre los restos humanos destacan: un fragmento de mandíbula
con la dentición casi completa; una falange de la mano, un cuarto metatarso y un quinto
metatarso., Presentan mezcla de rasgos morfológicos primitivos junto a otros típicamente
neandertales.

4.4.- Pinilla del Valle (Madrid)

Conjunto de yacimientos en cueva (Cueva del Camino, Cueva de la Buena Pinta, la


Descubierta y Abrigo de Navalmaíllo) de los que proceden distintos restos humanos y
arqueológicos con una antigüedad de entre 90 a 70.000 BP. Otros yacimientos de la
península serían; la Carrigüela en Granada, Cova Negra en Valencia, y en Aragón la
cueva de los Moros de Gabasa, entre otras.

3.5. LOS HUMANOS DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR EN LA P. IBÉRICA.

El registro arqueológico del Paleolítico Superior es abundante en la península Ibérica,


pero los fósiles humanos son escasos, sobre todo durante la época de transición
(Musteriense Final, Chatelperroniense y Auriñaciense), hacia 30.000 BP. Esta escasez de
restos es general en toda Europa en el inicio del Paleolítico Superior. Pero, en contraste
con el registro europeo, destaca el bajísimo número de enterramientos primarios
paleolíticos: dos en Cueva Morín (Cantabria), uno en Lagar Velho (Portugal), muy dudoso,
y cuatro en Cueva de Nerja (Málaga). Unos 25 yacimientos han proporcionado restos
fósiles humanos, casi todos fragmentados y procedentes en su mayoría de la cornisa
cantábrica.

Los restos humanos del Auriñaciense son muy escasos, prácticamente inexistentes. Se
adscriben a este periodo los moldes de las sepulturas de Cueva Morín, restos de la Cueva
Foradada (Xábia, Alicante) y en Santián (Cantabria), si bien estos dos últimos casos
ofrecen serias dudas sobre su cronología.

Hay antropólogos que piensan que una de las ramas de los anteneandertales europeos
evolucionó tanto hacía los neandertales como hacia los tipos Homo sapiens modernos.
Otros creen que la evolución de los anteneandertales continentales abocaría en los
neandertales clásicos, pero que los H. sapiens sapiens del paleolítico superior llegan de
fuera de Europa, ya consolidados en su entidad formal propia.

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La discusión sobre la posible hibridación (genética y cultural) entre neandertales y
cromañones es muy interesante, pero difícil de estudiar en el contexto ibérico debido a la
gran escasez de restos humanos. Del Auriñaciense (únicamente se han encontrado en los
yacimientos cántabros de Cueva del Castillo y Santián, pero son discutidos). En Lagar
Velho (Portugal), han aparecido restos de un individuo del Gravetiense, datado en 24.000
BP, que según algunos autores posee características propias de neandertales y
cromañones, pudiendo tratarse de un descendiente de híbridos, pero esto es muy
discutido.

El occipital de Les Mallaetes (Valencia) y el esqueleto de lagar Velho son, de momento,


los dos únicos restos humanos del Gravetiense. Del solutrense se conocen varios
yacimientos, entre los que destacan Parpalló, Buxu, Cueto de la Mina, La Riera, Beneito y
Caldas. Los yacimientos magdalenienses con restos humanos son algo más numerosos:
Cueva de la Paloma, Lloeseta, La Güelga, Pasiega, Tito Bustillo, El castillo, Pendo, Morín,
Rascaño, Chora, Parpalló, Erralla, Covalejos y Lapa do Suao.

Los yacimientos con mejor registro antropológico son:

3.5.1.- Cueva del Castillo, Santander

Una de las cuevas con restos de culturas prehistóricas más importantes de la PI:
Incluida en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2008, conserva un rico
registro de arte rupestre de diferentes períodos y una amplia secuencia estratigráfica
desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad de Bronce. En cuanto a los restos humanos, hay
referencias al descubrimiento de una mandíbula en niveles auriñacienses por Obermaier.
Seguros son 2 frontales humanos de entre 14-11.000 BP, además de 3 dientes aislados.

3.5.2.- Cueva Morín, Villanueva de Villaescusa, Santander

Uno de los escasos sitios que pudieron contener enterramientos humanos


intencionados en niveles auriñacienses. Datado en unos 27.400 años, se citan 2 tumbas:
Morín 1 y Morín 2. En esta última se descubrió un molde natural de una sustancia
resultante de la posible descomposición del cadáver, que conservaba el negativo del
cuerpo de un individuo y parte de otro cuerpo humano. Les acompañaban una serie de
objetos, lo que podría interpretarse como una posible ofrenda funeraria.

3.5.3.- Lagar Velho, Leiria, Portugal

Esqueleto humano muy completo perteneciente a un niño de unos 4 años. Se trata de


un enterramiento deliberado gravetiense, con abundantes restos de ocre y algunos objetos
y adornos interpretados como ofrendas funerarias, de unos 24.500 años de antigüedad.
Constituye un ejemplo de un hipotético descendiente de híbridos neandertales-sapiens,
aunque es una interpretación muy discutida por la ausencia de evidencias sólidas de
rasgos neandertales.

3.5.4.- Otros restos del Paleolítico Superior

Se han hallado restos gravetienses en Malladetes, (Barx, Valencia), con características


anatómicas plenamente modernas y datación de 25.000 BP. Del Solutrense han aparecido
restos de tres individuos en Cueva de la Riera, (Posada de LLanes , Asturias), datados
entre 20.500 a 17.000 BP y en Parpalló10, (Gandía, Valencia), un cráneo incompleto y
cabeza de húmero de hace 25.000 años. Al magdaleniense pertenecen los restos hallados

10
De estos dos yacimientos también proceden restos humanos del Magdaleniense.

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en: Cueva de la Paloma (Asturias), Cueva La Pasiega, (Puente Viesgo), Cueva de La
Güelga, (Cangas de Onís), Tito Bustillo, (Ribadesella) y El Pendo, (Escobedo de Camargo,
Cantabria), La Chora, (San Pantaleón de Aras, Asturias) y Cueva de La Erralla, (Cestona).
A niveles azilienses correspondes restos hallados en Cueva de la Paloma (Asturias).

3.5.5.- Otros restos de edad incierta

Terraza media-baja del río Manzanares (Cráneo humano de Legazpi), Vestíbulo de la


cueva Nerja (4 esqueletos humanos), tres de ellos asignados al Solutrense y uno al
Magdaleniense. Con menos de 10.000 años: Azules, Mazaculos II, Colombres,
Cuartamentero, Balmori, Roc del Migdia, Tossal de la Roca, Barranc Blanc, Camargo y
CingleVermell.

3.6. EL REGISTRO PALEOGENÉTICO EN LA P. IBÉRICA.

La información biológica sobre humanos prehistóricos procede mayoritariamente


de restos óseos. En la actualidad cobra importancia creciente la información genómica
recuperada como secuencias de ADN procedentes de los cromosomas originales.
La recuperación de estas secuencias exige trabajo de laboratorio especializado en
el llamado ADN antiguo, cuyas técnicas avanzan a gran velocidad y están aportando una
valiosísima información. Hoy los neandertales se nos presentan como pelirrojos de piel
clara, dotados para un lenguaje complejo y con intolerancia a la lactosa. También, hay que
destacar las técnicas de excavación limpia, con las cuales se trata de impedir la
contaminación de las muestras fósiles con ADN moderno, especialmente el de los propios
excavadores. En El Sidrón se ha recuperado ADN mitocondrial de 10 individuos
neandertales y uno de ellos ha proporcionado el cromosoma completo. Del ADN nuclear
únicamente se conocen secuencias de genes específicos. También se ha extraído ADMMIT
de un individuo procedente de Valdegoba (Burgos)

3.7. REGISTRO FÓSIL DE OTROS PRIMATES EUROPEOS.

Dos especies de primate aparecen en el registro fósil ibérico: Theropithecus oswaldi y


Macaca Silvana.

El género Theropithecus es el único primate de gran tamaño encontrado en el


Pleistoceno Inferior europeo. En la actualidad, solamente sobrevive hoy en Etiopía. En la
península Ibérica ha sido encontrado en Cueva Victoria, datado en 1 Ma BP,
aproximadamente.

El género Macaca se encuentra en Europa desde el Mioceno Final. En la península


Ibérica se han hallado restos en el Pleistoceno Inferior, en la Sima del Elefante y en la
sierra de Quibas (Murcia), con dataciones próximas al 1,3 Ma BP. En cronologías más
recientes, encontramos macacos en Cal Guardiola y Vallparadís (Tarrasa, Barcelona). Ya
en el Pleistoceno medio, el género Macaca se ha identificado en Bolomor y Almonda. De
Lezetxiki proceden los restos de macaco correspondientes a 79.000 BP, ya en el
Pleistoceno Superior.

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