Vous êtes sur la page 1sur 3

LA IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES EN EL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO

Si alguna vez has practicado un deporte o hecho alguna actividad física, ya sea de manera
amateur, o de mediano o alto rendimiento, seguramente habrás experimentado en mayor o
menor medida diferentes emociones como la confianza, el miedo, la empatía, la ansiedad, y
los nervios entre otras.

Es probable que muchas veces hayas atravesado estas emociones sin siquiera ser
consciente de que lo estabas haciendo. El día en que entraste al gimnasio y el profesor te
llamó la atención por alguna cosa y te pusiste nervioso, y a partir de ese momento ya no
pudiste ser el mismo de las clases anteriores; o bien cuando llegaste al momento de la
competencia, observaste a tus rivales, los comparaste con vos y entonces empezaste a
sentir nervios y miedo; estabas simplemente atravesando emociones que al no saber
gestionar o modelar, determinaron tu actitud en ese momento.

Estas y otras emociones son muy comunes en todos los deportistas. Siempre han existido y
creemos que siempre existirán. Podrán seguir cambiando de nombre como lo han hecho de
un tiempo a esta parte, pero siempre estarán presentes en todos nosotros porque parten de
un lugar que todos tenemos en común y que pocos saben a ciencia cierta como gestionar;
nuestro sistema nervioso.

En nuestro cerebro existen diferentes áreas con muchas funciones que son muy diversas.
Tenemos un área dedicada a cada una de las emociones que podamos sentir. Hay un área
dedicada a la empatía, un área dedicada al miedo, un área dedicada a la alegría, una área
dedicada a la toma de decisiones, y para cada emoción que seamos capaces de sentir
tenemos un área específica cuya función es poder detectar, gestionar y generar una
respuesta para esa emoción, y que esa respuesta sea acorde a lo que somos.

Cuando un estímulo ingresa en el sistema nervioso inmediatamente se ponen en


funcionamiento una serie de mecanismos cerebrales tendientes a identificar ese estímulo y
generar una respuesta que nos brinde seguridad.

La principal función de todo cerebro humano es mantener al organismo que habita con vida.
Esto quiere decir que cualquier situación que el cerebro interprete como peligrosa, y más
aún si detecta riesgo de vida, podrá generar una reacción totalmente desmedida,
descoordinada y absolutamente incompatible con lo que somos.

Sería muy extenso explicar aquí el largo camino que recorrió nuestro cerebro para llegar a
lo que es hoy. Sin embargo, me parece importante que sepas que el cerebro humano ante
la recepción de cualquier estímulo realiza un análisis que primeramente es instintivo, luego
es emocional y finalmente es pensante. Esto quiere decir que todo lo que ingresa por
cualquiera de tus sentidos va primero al área instintiva en donde el cerebro intenta detectar
y definir si el estímulo es peligroso o no lo es, y esto lo hace en cuestión de solo unos
cuantos milisegundos. Si el estímulo no es peligroso para nuestro cerebro, lo dejara seguir
avanzando y podrá ser analizado de manera emocional. Es decir; se definirá que sentís con
respecto a ese estímulo. Luego, el estímulo continuará su camino hacia una área dedicada
específicamente al pensamiento, el análisis y la toma de decisiones, que es el área del
neocórtex o más específicamente el lóbulo prefrontal. Una vez que el cerebro ha explorado
un estímulo instintiva, emocional y analíticamente puede tomar una decisión al respecto
que seguramente tendrá que ver con lo que vos querés hacer en ese momento. Esto es
genial, porque de hecho es la mejor manera de reaccionar ante cualquier estímulo; lo recibo
lo analizo emocionalmente, luego lo analizo a través del pensamiento, luego tomo una
decisión y como resultado de este proceso, hice lo que quise hacer. Ahora bien, el principal
problema que tenemos los deportistas es que no siempre tenemos el tiempo suficiente o
están las condiciones dadas para que nosotros podamos tomarnos el tiempo de efectuar
todos estos procesos.

Cuando un estímulo repentino es detectado como un reflejo de dolor, es decir como algo
peligroso por nuestro cerebro, los mecanismos que se activan bloquean en gran medida la
actividad eléctrica de los lóbulos frontales, que están casi exclusivamente dedicados al
análisis, al pensamiento y a la toma de decisiones. También se bloquean en gran medida en
estos casos funciones que tienen que ver con el análisis a nivel emocional.

Esa desactivación que se produce en los niveles Superiores de pensamiento y análisis


emocional tiene que ver con que el cerebro necesita la mayor cantidad de concentración de
carga eléctrica en un área que esta relacionada específicamente con la supervivencia, que
es el área instintiva, o cerebro primitivo. Quiere decir que ante un estímulo repentino
detectado como peligroso no podremos evitar reaccionar de manera instintiva. Pocas veces
las reacciones instintivas tienen que ver con lo que nosotros somos hoy y con lo que
queremos hacer en este momento.

Por ejemplo si yo estoy en el medio de una competencia Y recibo un estímulo que para mí
no es habitual es muy probable que mi cerebro tome ese estímulo como algo peligroso y
hasta como un riesgo de vida. Si esto sucede se activarán todos los mecanismos instintivos
mencionados anteriormente y comenzará a producirse un desequilibrio homeostático
repentino a nivel orgánico que no favorecerá en nada a mi rendimiento deportivo.

Otro punto importante es la necesidad por parte de entrenadores, dirigentes, y hasta padres
y madres, de adquirir conocimiento sobre la manera de trabajar en las emociones de sus
alumnos, deportistas o hijos. No hablo acá exclusivamente de las debilidades emocionales,
como pueden ser el miedo, la ansiedad y los nervios entre otras; sino que también, y con el
mismo nivel de importancia, se deben tomar cartas en el entrenamiento de las
potencialidades emocionales de los deportistas.

Si tenemos en cuenta que somos instinto-emoción-pensamiento-decisión-acción-resultado,


en ese orden, podemos darnos cuenta enseguida de que la emoción va a determinar lo que
vamos a pensar con respecto a ese estímulo, y a partir de allí va a comenzar el proceso de
toma de decisiones que generará la acción y traerá el resultado.

Como una pequeña aproximación a lo que es este gran mundo del área de emocional de
nuestro cerebro, podemos concluir que si deseamos mejorar la calidad de nuestros
pensamientos para optimizar la toma de decisiones en los momentos de las competencias,
será mucho más útil y sobre todo efectivo enfocar el trabajo en entrenar con los deportistas
las capacidades emocionales en conjunto con las analíticas, las técnicas, las tácticas y las
estratégicas.
Prof. Sergio Rubino
Presidente Asociación Argentina de Neuroentrenamiento
www.neuroentrenamiento.com.ar
info@neuroentrenamiento.com.ar

Vous aimerez peut-être aussi