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ANESTESIA GENERAL

Dr. Ignacio Cortínez


Dr. Juan Carlos de la Cuadra

• Historia
Cronología de la historia de la anestesia general
• Definición
• Mecanismo de Acción
• Administración de la anestesia general
evaluación preoperatoria
monitorización
inducción
mantención
despertar
postoperatorio
• Complicaciones

• Bibliografía

HISTORIA

Antes de 1846 los procedimientos quirúrgicos eran poco frecuentes. Existían


conocimientos rudimentarios sobre la fisiopatología de las enfermedades y se
desconocía la importancia de la asepsia. Los medios para aliviar el dolor
también eran insuficientes por lo que la cirugía se consideraba como el último
recurso y, habitualmente, tenía un carácter de urgencia. Se usaban drogas como
el alcohol, hashish y derivados del opio. También se usaban métodos físicos
como envolver un miembro en hielo o hacerlo isquémico con un torniquete.
Ocasionalmente, la pérdida de conciencia era inducida con un golpe en la
cabeza o por estrangulamiento y, en muchas ocasiones, simplemente se
restringía al paciente por la fuerza.

El mérito del descubrimiento de la anestesia quirúrgica se le atribuye a William


Thomas Green Morton, un dentista estudiante de medicina de Boston, quien el
16 de Octubre de 1846, demostró públicamente, por primera vez, la utilidad de la
inhalación del éter durante una cirugía. Esta fecha es considerada como el
período de inicio de la anestesia quirúrgica.

Cronología de la historia de la anestesia general

1771 Joseph Priestley (Inglaterra) descubrió el oxígeno.


1772 Joseph Priestley (Inglaterra) descubrió el óxido nitroso.
1800 Humphry Davy (Inglaterra) inhaló óxido nitroso para reducir el dolor de
una muela. Sugirió que este gas podría ser usado para anestesia quirúrgica.
1818 Michael Faraday (Inglaterra) observó el efecto analgésico de la inhalación
de éter.
1825 Charles Waterton (Inglaterra) describió los efectos del curare que trajo
desde Sudamérica.
1844 Horace Wells (Estados Unidos) usó en si mismo óxido nitroso para que un
colega le extrajera un diente.
1846 William T.G.Morton el 16 de Octubre realizó en Massachusetts General
Hospital una demostración pública del uso del éter para la resección de un tumor
de cuello.
1847 John Snow (Inglaterra) se convirtió en el primer anestesista especialista y
publicó un libro sobre la inhalación de éter.
1857 Claude Bernard (Francia) demostró que el curare actuaba en la unión
neuromuscular.
1872 Pierre-Cyprien Oré (Francia) dio anestesia intravenosa usando hidrato de
cloral.
1880 William Macewen (Escocia) introdujo la intubación traqueal para cirugías
dentro de la boca.
1912 James T. Gwathmey (Estados Unidos) ideó un aparato para administrar
óxido nitroso, oxígeno y éter.
1920 Arthur E. Guedel (Estados Unidos) publicó su trabajo sobre las etapas de
la anestesia.
1924 P.Fredet y R Perlis (Francia) introdujeron el primer barbitúrico anestésico
intravenoso.
1925 John Lundy (Estados Unidos) desarrolló la teoría de la anestesia
balanceada.
1934 Ralph M. Waters (Estados Unidos) Introdujo el ciclopropano.
1934 J.S. Lundy (Estados Unidos) introdujo el tiopental.
1943 R. Macintosh (Inglaterra) describió su laringoscopio curvo.
1946 T.C. Gray y J. Halton (Inglaterra) iniciaron y popularizaron el uso de
curare con ventilación controlada.
1949 Daniel Bovet (Francia) introdujo la succinilcolina.
1956 M. Johnstone y R.Bryce-Smith (Inglaterra) introdujeron el halotano.
1966 G.Corssen y E. Domino (Estados Unidos) Introdujeron la ketamina
1966 R.Virtue (Estados Unidos) introdujo el enflurano.
1977 B. Kay (Inglaterra) y G.Rolly (Bélgica) introdujeron el propofol.

DEFINICION

El objetivo de la anestesia es permitir que los pacientes se sometan a cirugía en


forma segura y sin sufrimiento. La anestesia general puede ser entendida como
una intervención farmacológica usada para producir un estado reversible de
depresión de la actividad neuronal central, suprimiendo la conciencia y la
habilidad del organismo para responder a estímulos nociceptivos.
Estos objetivos se logran con drogas que producen diferentes acciones como la
supresión de la conciencia, analgesia, supresión de la respuesta motora y
supresión o estabilización de las respuestas fisiológicas a los estímulos
nociceptivos. Hoy en día la posibilidad de contar con un arsenal terapéutico
numeroso y amplio permite desarrollar diferentes estrategias para cada paciente
y cada cirugía en particular.

MECANISMO DE ACCION

Sin lugar a dudas la anestesia constituye uno de los avances más notables en la
historia de la medicina, sin embargo la verdadera comprensión de sus
mecanismos de acción ha permanecido por mucho tiempo en la oscuridad.

Al reconocer diferentes componentes de la anestesia es imposible pretender


hablar de un mecanismo único de la anestesia. Tradicionalmente se pensaba
que la anestesia se producía en forma secundaria a una alteración en la
estructura dinámica de la membrana lipídica de los nervios. Esta teoría se
basaba en las observaciones de Meyer y Overton demostrando una correlación
directa entre la potencia anestésica de una amplia gama de substancias
químicas y su solubilidad en aceite.
Actualmente con los importantes avances de la biología molecular se ha visto
que los sitios primarios de acción de los anestésicos generales son las
proteínas, a diferencia de las creencias pasadas que postulaban a los lípidos de
membrana. En particular, serían receptores de membrana, canales iónicos y
sistemas enzimáticos intracelulares.

Los anestésicos generales, probablemente, ejercen su efecto en la transmisión


sináptica más que en la conducción axonal y resulta altamente posible que la
anestesia se produzca por drogas actuando en múltiples sitios.

Los canales iónicos de Na+, Ca++ y K+ juegan roles fundamentales en la


excitabilidad de algunos tejidos y hay suficiente evidencia que los muestra como
sitios importantes en la acción de anestésicos inhalatorios e intravenosos.

El más importante neurotransmisor excitatorio en el sistema nervioso central es


el L- glutamato, éste despolariza neuronas a través del receptor N-Metil-D
Aspartato (NMDA). El mas potente depresor del sistema nervioso es el ácido
gama amino butírico GABA que hiperpolariza neuronas vía receptores GABA A
asociado a canales de entrada de cloro intracelular. Se postula que el estado
anestésico podría producirse aumentando las señales inhibitorias y suprimiendo
las excitatorias, funciones que estarían moduladas por los receptores GABA A y
NMDA, respectivamente.
Todavía queda mucho por avanzar en el conocimiento de la acción de los
anestésicos generales. Es posible que en un futuro cercano sepamos con
exactitud las secuencias aminoacídicas de los receptores involucrados en la
producción del estado anestésico y la importancia real de cada una de ellas en
lograr el estado anestésico. Esto podría tener implicancias importantísimas en el
futuro desarrollo de nuevos anestésicos que estén exentos de efectos
colaterales, al actuar sólo en los receptores deseados.

ADMINISTRACION DE LA ANESTESIA

Evaluación Preoperatoria
El acto anestésico ya sea que se realice con anestesia regional o general
comienza con la evaluación preoperatoria. La información aquí recabada
permitirá preparar al paciente médica y sicológicamente, planificar la cirugía en
términos de monitorización, técnica anestésica, drogas en particular que
decidamos usar y cuidados postoperatorios. En esta evaluación se debe
identificar el diagnóstico y el procedimiento quirúrgico propuesto por el tratante.
Realizar una anamnesis constatando las enfermedades conocidas con su estado
actual y tratamiento. Investigar posibles patologías no conocidas hasta ese
momento que puedan producir complicaciones, realizando una revisión de
síntomas por sistemas. Evaluar los exámenes que trae el paciente.
En este momento se decide si es posible mejorar el estado actual del paciente
optimizando su tratamiento o indicando nuevos tratamientos. Solicitamos nuevos
exámenes si corresponde para caracterizar mejor alguna patología existente o
para confirmar o descartar aquellas que creamos puedan no estar
diagnosticadas. Solicitar las interconsultas que sean pertinentes para estos
fines.
Figura 1 Hoja protocolizada de Evaluación Preoperatoria para pacientes que ingresan
el mismo día de la cirugía.
Monitorización
La monitorización durante y después de la anestesia tiene como objetivo
pesquisar cambios en las funciones fisiológicas, incluyendo la respuesta del
paciente a la anestesia y la cirugía, e identificar incidentes críticos evitables
causados por error humano o fallas de equipo, con el único fin de disminuir al
máximo la morbimortalidad del acto quirúrgico.

Cada anestesia requiere algún grado de monitorización mínima o básica y, por


supuesto, a un anestesista atento a los registros de los monitores. Una
monitorización básica incluye un registro continuo electrocardiográfico con tres
electrodos, mediciones seriadas de presión arterial en forma no invasiva,
oximetría de pulso y capnografía. Otras mediciones que pueden realizarse son:
presión arterial directa, presión venosa central, temperatura central o periférica,
grado de bloqueo neuromuscular, diuresis , análisis de gases sanguíneos,
mediciones de presión intracraneana, tonometría gástrica, monitoreo de
profundidad hipnótica y ecografía transesofágica.

Dependiendo de la patología del paciente y del tipo de cirugía, se debe ir


adecuando la monitorización. Los métodos invasivos aportan mayor exactitud y
permiten la medición de otras variables, sin embargo, pueden desencadenar
complicaciones e incluso llevar a la muerte, por lo que deben usarse en forma
criteriosa, balanceando riesgos v/s beneficios. Ejemplo de algunas mediciones
invasivas son las que se hacen mediante la colocación de un catéter venoso
central (presión venosa central), catéter de Swan Ganz (presión de arteria
pulmonar, presión de capilar pulmonar, mediciones de débito cardíaco, etc.),
catéter o línea arterial (presión arterial continua).

Al decidir realizar una anestesia general, los objetivos conceptuales que guiarán
el manejo farmacológico del paciente son lograr inconciencia, amnesia, bloqueo
de las respuestas a la agresión quirúrgica tanto metabólica como motora. Las
fases en que se divide la anestesia general son la inducción, la mantención y el
despertar.

Inducción
Durante la inducción se lleva al paciente desde el estado de vigilia a la de
inconciencia y profundizando este estado de inconciencia se llega al nivel en que
no hay respuesta al estímulo quirúrgico.
Los inductores son las drogas hipnóticas que producen la inconciencia de los
pacientes. Los inductores son normalmente drogas que se administran por vía
intravenosa. Las mas usadas son de la familia de los barbitúricos, siendo el
tiopental el representante mas conocido de esta familia. Otras drogas usadas
son las benzodiacepinas (midazolam, lorazepam , diazepam), el propofol,
etomidato y ketamina. Las características farmacológicas de cada una de estas
drogas se discuten en el capitulo correspondiente a anestésicos intravenosos.
La inducción inhalatoria provoca inconciencia a través de la administración por
vía inhalatoria de gases anestésicos. Muy buenos agentes para cumplir este
propósito son el halotano y el sevoflurano, ya que son poco irritantes de la vía
aérea pudiendo administrarse en oxígeno puro o en una mezcla de oxígeno y
N20 (óxido nitroso).
El establecimiento del efecto hipnótico a través de la inyección intravenosa de un
agente específico es un método rápido y placentero para la mayoría de los
pacientes, a pesar del inconveniente de requerir de una punción venosa para
establecer una adecuada vía de inyección. El tiempo de inducción no depende
de la ventilación como en el caso de la inducción inhalatoria, sino del tiempo que
demora la circulación sanguínea en llevar la droga desde donde es inyectada
hasta el cerebro. En niños, sin embargo, es habitual la inducción inhalatoria para
evitar las dificultades de la punción venosa de estos pacientes despiertos.
Junto a la pérdida de conciencia producida en la inducción, los pacientes ven
alterada su ventilación en términos de obstrucción de la vía aérea, perdida de
protección de la vía aérea y pérdida del estimulo respiratorio central como de la
musculatura respiratoria en caso de uso de bloqueadores neuromusculares. Es
por eso que en este período debe establecerse el manejo de la vía aérea de
acuerdo a lo planificado según características del paciente y de la cirugía con
apoyo externo de una mascara facial con o sin cánula oro faringea o la
instalación de un tubo endotraqueal. Actualmente existen otras alternativas de
manejo de la vía aérea como máscara laringea, combitubo, y tubo laringeo.

Figura 1 Anestesiólogo manejando la vía aérea durante la Inducción.


Mantención
En la mantención se realiza una administración ya sea en forma continua o
intermitente de las drogas usadas para lograr los objetivos propuestos de
hipnosis, analgesia y relajación muscular. En la actualidad se prefiere usar
agentes específicos para cada objetivo propuesto de tal manera de usar la
menor pero eficaz dosis de cada droga y disminuir los efectos no deseados de
cada una de ellas.
Para mantener la hipnosis y amnesia durante la cirugía, lo habitual es usar
anestésicos inhalatorios. Los agentes inhalatorios por si solos pueden lograr un
estado de completa anestesia (analgesia, amnesia, inconciencia y relajación
muscular). Sin embargo, las dosis que se requieren para lograr todos estos
objetivos conlleva efectos adversos, principalmente cardiovasculares que deben
ser considerados. A concentraciones (dosis) menores de inhalatorios estos son
mejores hipnóticos que analgésicos. Este es el motivo por el cual habitualmente
se prefiere suplementar la anestesia inhalatoria con algunas drogas intravenosas
como opiáceos y relajantes musculares.
La inconciencia también se puede mantener con anestésicos intravenosos como
el propofol o benzodiacepinas.
El pilar fundamental del componente analgésico son los opiáceos. Son drogas
ampliamente usadas como analgésicos tanto en el intra como en el
postoperatorio. Los opiáceos más usados en clínica son la morfina, meperidina,
fentanil, sufentanil, alfentanil y remifentanil. Los dos primeros normalmente se
reservan su uso para analgesia postoperatoria. Mas detalles están en el capitulo
de “Opiaceos”. El componente analgésico en ocasiones puede realizarse con
bloqueos anestésicos regionales o locales obviando el uso de opiáceos y
manteniendo solo el componente hipnótico de la anestesia general.
En la medida que se logra un buen nivel de inconciencia y analgesia es
esperable que no haya respuesta motora de los pacientes. A pesar de esta
suposición en ocasiones es necesario asegurar una adecuada relajación
muscular que facilite la exposición del campo quirúrgico como en el caso de las
laparotomías o no es aceptable el mas leve movimiento, como en el caso de la
cirugía bajo microscopio. Para estos fines se apoya la anestesia con la
administración de un bloqueador neuromuscular. Estos medicamentos son
conocidos también como relajantes musculares, lo que no debe hacer olvidar
que el efecto clínico mas allá de un relajo, es una parálisis muscular con su
consecuencia mas grave la imposibilidad de ventilar. Debe insistirse que la
relajación muscular debe ser un complemento y no un reemplazante de una
adecuada hipnosis y analgesia. Los bloqueadores neuromusculares serán
tratados en profundidad en otro capítulo.
Durante este período no solo se debe estar preocupado de mantener las
condiciones adecuadas de hipnosis y analgesia sino de mantener todos los
parámetros fisiológicos que pueden verse alterados a consecuencia de la acción
quirúrgica directa (volemia, función cardiovascular, respiratoria, hepática, renal,
coagulación, termorregulación etc.) y aquellos derivados de las condiciones
patológicas previas de los pacientes.
Despertar
Al finalizar la cirugía la anestesia finaliza al suspender la administración de las
drogas usadas durante la mantención, esperando el cese de sus efectos
farmacológicos por eliminación o metabolización y en algunos casos por el uso
de antagonistas farmacológicos.
En este periodo puede prolongarse por efecto residual de drogas (especialmente
asociado a frío y edad avanzada). También es un período crítico de posibles
complicaciones sobretodo en el ámbito de la vía aérea, por extubación en el
momento inadecuado y gatillo de un laringoespasmo.
Los criterios habituales para trasladar al paciente desde el pabellón a
posoperados es recuperación de conciencia, evaluado por apertura ocular y
respuesta a órdenes simples, estabilidad hemodinámica y ventilación adecuada.
OBJETIVO
Barbitúricos (Tiopental)
Intravenosa Benzodiacepinas
(Midazolam)
Inducción Propofol
Hipnosis Etomidato
Ketamina
Amnesia Inhalatoria Halogenados (halotano,
sevoflurano)
Intravenosa Propofol
Benzodiacepinas
Mantención Inhalatoria Halogenados

Analgesia - Intravenosa Opiaceos (fentanyl)


Ketamina
Bloqueo Inhalatoria Halogenados

respuesta de Bloqueos Neuroaxial (espinal,


peridural)
estrés regionales
Bloqueos Periféricos
Infiltración local
Depolarizantes
Inmovilización Bloqueadores (succinilcolina)
Relajación neuromusculares
muscular No depolarizantes
(vecuronio, atracurio)

TABLA 1 Farmacología básica de la anestesia general según objetivos


generales de esta técnica.

COMPLICACIONES

Los errores de la anestesia y la cirugía pueden derivar en la muerte o en


complicaciones graves. Muchos estudios muestran que la cirugía causa
complicaciones en forma más frecuente que la anestesia. Sin embargo, las
muertes o las complicaciones por la anestesia son siempre más difíciles de
explicar, principalmente, porque el paciente no percibe a la anestesia como parte
de la terapia y no enfrenta los riesgos potenciales e inherentes de su práctica del
mismo modo que los otros aspectos del acto quirúrgico
La incidencia de complicaciones serias asociadas a la anestesia ha ido
disminuyendo, especialmente en los últimos 25 años. La mortalidad
directamente atribuible a la anestesia es actualmente cercana a 1 en 10.000,
mientras que hace 50 años era 1 en 1000. Hay varias explicaciones para esto:
mejores drogas y equipos de anestesia, mayor calidad y disponibilidad de
monitorización, mejores normativas de cuidados pre, intra y postoperatorios,
mayores conocimientos acerca de las causas de los accidentes anestésicos y
mayor número de anestesiólogos calificados.
Los errores en anestesia pueden tener su origen en la falla de los equipos
utilizados, pero con mayor frecuencia se relacionan a fallas humanas (80%). De
las injurias por accidentes anestésicos alrededor del 50% se deben a problemas
de oxigenación (perdida de la vía aérea o ventilación inadecuada) y el 25% a
problemas con las drogas (inyección de droga equivocada, dosis errónea, o uso
incorrecto).

Incidentes Relacionados con el Control de la Vía Aérea y la Ventilación


Daño dental: puede resultar de la laringoscopía o se puede producir por la
presencia de implementos utilizados para sostener la vía aérea. Algunas veces
el daño es inevitable por lo que es fundamental antes de la cirugía determinar
los riesgos, discutirlos con el paciente y dejarlos registrados.
Intubación inadecuada: la intubación es una maniobra crítica de la anestesia
cuyo fracaso puede llevar a daño cerebral por hipoxia o a la muerte. Una
adecuada evaluación de las condiciones de intubación permite anticipar una
intubación difícil y determinar una estrategia o plan de manejo que permita
conservar la vía aérea en forma segura. La intubación esofágica no reconocida
continúa siendo uno de los problemas más frecuentes. El mejor método de
confirmar la correcta localización del tubo es la visualización directa durante la
laringoscopía. El otro método seguro de confirmación es la capnografía que
demuestra la presencia de dióxido de carbono en el gas exhalado originando
una curva característica.
Laringoespasmo: corresponde al cierre de la vía aérea superior, a nivel de
cuerdas vocales, con obstrucción de la ventilación hasta el grado de interrupción
total del flujo respiratorio. Normalmente ocurre como un reflejo a la irritación local
de la vía aérea superior pero puede darse en el contexto de estímulos a
distancia en un paciente en un estado de superficialidad anestésica. De esta
manera es posible que ocurra durante al inducción de un paciente por gases
irritantes o durante la cirugía por un estímulo quirúrgico en un paciente (no
intubado) con una profundidad anestésica insuficiente. Quizás mas frecuente es
en el periodo de la extubación, por la extubación misma o la presencia de
secreciones o sangre u otro en la vía aérea superior. El manejo inicial
corresponde a mantener una presión positiva sobre la vía aérea, uso de
lidocaina por vía intravenosa o en caso de imposibilidad de ventilar y deterioro
de progresivo de la ventilación una dosis pequeña de succinilcolina.
Otros problemas asociados a incidentes en el manejo de la vía aérea son la
aspiración de contenido gástrico, la intubación endobronquial, la obstrucción de
la vía aérea y la extubación o desconexión accidental. La desconexión del
circuito respiratorio durante la anestesia puede ocurrir en aproximadamente 10
sitios siendo el más frecuente la desconexión en la pieza en Y del circuito.
Complicaciones Cardiovasculares
Hipotensión: alteraciones en un rango de 20 o 30% en relación a la basal son
habitualmente considerados como limites para determinar hipotensión. En
ocasiones se ha utilizado una cifra absoluta de 90 u 85 mmHg de sistólica.
Desde un punto de vista fisiopatológico, esto puede deberse a un problema de
contenido intravascular, continente vascular o falla contráctil de la bomba. El
ayuno, perdidas de sangre, digestivos, drenajes o perdidas insensibles
contribuyen a la hipovolemia. El efecto vasodilatador directo de algunas drogas
en uso por el paciente, drogas anestésicas, liberación de histamina o estado
inflamatorio sistémico pueden ser causantes de una baja resistencia vascular.
Los anestésicos u otras drogas perioperatorias pueden ser depresores de la
función miocárdica o alguna patología cardiaca de base del paciente influir en
este problema.
Hipertensión: la hipertensión intraoperatoria se debe normalmente a
superficialidad anestésica con desbalance hacia la respuesta simpática de la
agresión quirúrgica. Esto puede además estar asociado o no a la existencia de
una condición de hipertensión arterial crónica del paciente. Otras causa posibles
son efectos de drogas, absorción sistémica de vasoconstrictores usados en
infiltración, elevación de la presión parcial de CO2 , mas raro feocomocitomas,
hipertensión endocraneana, disautonomias y otros.
Alteraciones del ritmo: mediante estudio continuos de Holter se ha logrado
medir hasta un 84% de alteraciones del ritmo. La inmensa mayoría pasan
inadvertidas son de corta duración sin trascendencia clínica y no requieren
tratamiento. Influyen en la aparición de arritmias la edad, el estado cardíaco de
base del paciente, drogas anestésicas y no anestésicas en uso, alteraciones
metabólicas e hidroelectroliticas, superficialidad anestésica y reflejos. El
trastorno significativo mas frecuente en el perioperatorio es la bradicardia sinusal
y entre las taquiarritmias la fibrilación auricular.

Relacionados a la Administración de Drogas


Sobredosis o dosis insuficiente: además de conocer las dosis de las drogas,
la metabolización y eliminación, el anestesista debe valorar las condiciones que
en cada paciente pueden cambiar la farmacocinética de una droga: embarazo,
shock, insuficiencia hepática o renal. La sobredosis y la dosis insuficiente
pueden resultar en trastornos hemodinámicos transitorios (hipotensión,
hipertensión, arritmias), que no traen complicaciones a largo plazo, o
“awareness” (recuerdos evocados del período intraoperatorio). También puede
llevar a problemas serios como isquemia miocárdica, daño cerebral por hipoxia.
Especial cuidado se debe tener con las diluciones de los fármacos y su
rotulación. Se debe tener en consideración evaluar el correcto funcionamiento de
los equipos que suministran las agentes anestésicos (vaporizadores y bombas
de infusión).
Reacciones de hipersensibilidad: muchas son las drogas que tienen potencial
antigénico y pueden dar este tipo de reacciones. En general, las reacciones
adversas a drogas pueden ser debidas a la droga misma o a su vehículo. Los
productos derivados de la sangre y los coloides también pueden ser la causa de
reacciones de hipersensibilidad. Es fundamental conocer los antecedentes del
paciente y, si existe historia de hipersensibilidad a alguna droga, valorar la
posibilidad de reacciones cruzadas.
Administración de la droga equivocada: éste es un error muy frecuente que,
habitualmente, puede deberse a una falla en la rotulación de las jeringas o a una
simple distracción, por lo que es fundamental asegurarse del contenido de las
ampollas al momento de cargar e inyectar la droga.
Reacciones a drogas genéticamente determinadas: existen muchas
alteraciones del metabolismo genéticamente determinadas que tienen
importancia para la anestesia pero en general su ocurrencia es rara. El
anestesista, habitualmente, conocerá de esta posibilidad al investigar los
antecedentes del paciente y sus familiares. El mas temido en la anestesia es la
Hipertermia Maligna.

Incidentes Asociados a Equipos o Instrumentos


En general, es raro que la falla de un equipo se traduzca en una complicación
sin que exista detrás una falla humana.
El anestesista debe decidir que equipos y monitores son apropiados para cada
situación y estar familiarizado con ellos. Debe, además, inspeccionar su correcto
funcionamiento y disponerlos en el pabellón de una manera que facilite su
utilización. Si se cumplen estas premisas difícilmente ocurrirán incidentes
importantes. Por otro lado, el anestesista no debe confiar ciegamente en los
instrumentos y debe valorar la información que obtiene de la clínica. Existen
reportes de pacientes que sufren hipoxia sin que el oxímetro de pulso muestre
desaturación o bien lo hace en forma tardía.

RESUMEN
La anestesia general la hemos definido como un estado reversible de depresión
neuronal que permite que los pacientes sean intervenidos quirúrgicamente y que
esta intervención se haga en forma segura. Los objetivos básicos intrínsecos a
este propósito son la hipnosis y amnesia del evento, la analgesia y bloqueo de la
respuesta provocada normalmente por la cirugía, tanto neuroendocrina
(respuesta de estrés) coma motora (inmovilización y relajación muscular). La
seguridad estará dada no solo por la realización adecuada de los objetivos
anteriores sino del cuidado de todos los parámetros del paciente que puedan
resultar alterados por el acto anestésico, el acto quirúrgico y las patologías
concomitantes del paciente.
BIBLIOGRAFIA

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