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➢ La estenosis hipertrófica de píloro es una urgencia médica, no quirúrgica, y debe
realizarse una correcta restitución hídrica y electrolítica de la alcalosis
metabólica hipoclorémica previamente antes de la cirugía con suero fisiológico
0,9%. Debe realizarse una intubación de secuencia rápida y se puede utilizar un
opioide de acción corta para una rápida recuperación.
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imprevistos que puedan surgir, como un acceso venoso difícil o una vía aérea
difícil. También es muy importante que el personal sanitario esté familiarizado
con el paciente pediátrico y con estas situaciones imprevistas que pueden surgir.
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ÍNDICE
2. FLUIDOTERAPIA
3. TRANSFUSIÓN
7. EQUIPAMIENTO PEDIÁTRICO
8. BIBLIOGRAFÍA
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MONITORIZACIÓN EN ANESTESIA PEDIÁTRICA1
o Introducción
o Monitorización de la temperatura
Introducción
Varias son las guías publicadas por diferentes sociedades científicas sobre la
monitorización intraoperatoria. El Ministerio de Sanidad publicó en 2010 una Guía de
Práctica Clínica para la Seguridad del Paciente Quirúrgico que recogía las
recomendaciones de diversas reuniones internacionales de asociaciones y sociedades
de anestesiólogos. Estos estándares determinan una monitorización continua de la
oxigenación, del estado electrocardiográfico, de la ventilación y circulación. El estándar
mínimo para monitorizar la oxigenación incluye un analizador de oxígeno en el circuito
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respiratorio de la máquina de anestesia, una iluminación suficiente para evaluar el color
del paciente, y un método cuantitativo como la pulsioximetría. La intubación traqueal
debe ser comprobada mediante examen físico y la detección cuantitativa de CO 2
espirado. También es deseable un control cuantitativo del volumen de gas espirado. Es
recomendable también observar los movimientos respiratorios torácicos y el movimiento
de la bolsa reservorio, así como la auscultación de los ruidos respiratorios. Cuando la
ventilación está controlada por un ventilador mecánico debe poseer un dispositivo que
detecte cualquier desconexión de un componente del circuito respiratorio con una
alarma sonora.
No debemos olvidar que la simple observación clínica nos proporciona una gran
información en pediatría. Una anestesia profunda puede interferir con la frecuencia y
patrón de la respiración, una obstrucción de la vía aérea puede detectarse por una
retracción y un movimiento paradójico del tórax. La coloración de la piel y mucosa debe
ser evaluada para confirmar una adecuada oxigenación, porque el pulsioximetro puede
ofrecer datos con cierto retraso en el tiempo o puede tener una señal insuficiente debido
a trastornos en la perfusión tisular.
Son muchos los factores que afectan la medición. En primer lugar, la edad. En
neonatos el límite son 3 segundos y en niños 2 segundos. También la temperatura
ambiental, de la piel y central, afecta la medición. El llenado capilar es más rápido en
ambientes más calurosos (1,2% por cada grado Celsius) y más lento en ambientes más
fríos (0,21 segundos más por cada grado Celsius). Esta relación existe en todas las
edades. La luminosidad también influye en la lectura del llenado. El llenado capilar fue
considerado normal en 94% de un grupo de voluntarios con luz día y 32% del mismo
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grupo en la semi-oscuridad (luz de luna). No hay consenso sobre la duración, ubicación
y la cantidad de presión. Presión por 3 segundos produce un llenado más corto que
mayores duraciones. La aplicación de presión débil produce un llenado más corto. La
presión en la frente o el tórax es más reproducible, pero la más utilizada es en la falange
distal. La principal limitación es la baja reproducibilidad intra e interobservador. Existen
resultados similares sólo en el 70% de las mediciones entre diferentes observadores.
El facultativo que evalúa la información que se obtiene de los monitores debe ser
consciente de las capacidades y limitaciones de las tecnologías de los monitores para
interpretarlas de forma adecuada. Debe considerar el contexto de la enfermedad o el
procedimiento quirúrgico, para formular un diagnóstico y establecer un plan de actuación
para alcanzar el mejor resultado para el paciente. Por esta razón, no se debe olvidar
nunca la observación del paciente.
La pulsioximetría
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hemoblobina. Para ello, emplea al menos cuatro longitudes de onda. La oximetría
funcional es determinada por los pulsioxímetros tradicionales utilizando dos longitudes
de onda.
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espiratorias. La primera fase espiratoria es el resultado del gas en las vías aéreas
grandes (espacio muerto anatómico). La segunda fase espiratoria resulta de la mezcla
de las vías aéreas grandes y el gas alveolar (fase transicional). La tercera fase
espiratoria resulta del gas alveolar (fase plateau). Durante la inspiración el ETCO2
desciende rápidamente a cero. Debido al espacio alveolar muerto fisiológico, existe un
gradiente de 1-5 mm Hg entre la PaCO2 y EtCO2. Este gradiente se incrementa
significativamente en aquellas situaciones en las que se incrementa el espacio muerto
o disminuye el gasto cardíaco, que en los neonatos incluye el shunt pulmonar derecho-
izquierdo asociado a cardiopatías congénitas, aspiración de meconio, síndrome de
distrés respiratorio y shock. También la fase III de la espiración puede cambiar la forma
hacia una curva ascendente en situaciones en las que aumenta el espacio muerto
alveolar.
Monitores de apnea
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comparación con la salido de dióxido de carbono desde los capilares al alveolo. La
medición del volumen tidal espirado ocurre cerca de la valvular espiratoria, lo cual suele
tender a sobreestimar el actual volumen.
La electrocardiografía
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se traducen en los valores de presión arterial sistólica, diastólica y media. Este método
automatizado ha simplificado enormemente la monitorización del niño en los quirófanos.
Existe controversia sobre la precisión de la presión no invasiva especialmente en los
niños con muy bajo peso al nacer en los niveles bajos de presión arterial, siendo la
población más susceptible de leucomalacia periventricular, bajo flujo cerebral e
inadecuada perfusión periférica. Estudios han mostrado una sobreestimación
sistemática de la presión arterial media de 3-8 mmHg en dependencia del dispositivo
utilizado. La cuestión critica a responder es ¿Cuál es la presión más baja tolerable antes
de que se produzca fallo orgánico? Esta cuestión en el neonato no es fácil de resolver.
En un estudio con neonatos con muy bajo peso al nacer, encuentran disfunción cerebral
con presiones arteriales medias por debajo de 23 mmHg. El límite inferior tolerado se
incrementa con la edad gestacional y postnatal.
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arteriales de forma frecuente. Generalmente son pacientes que pueden desarrollar una
inestabilidad hemodinámica grande, bien por su situación clínica o por el procedimiento
quirúrgico. La arteria radial es el sitio preferido para su canulación por su fácil
accesibilidad, teniendo como alternativas la a. cubital, la a. pedia, la a. tibial posterior o
la arteria femoral. La canulación de vasos con buen flujo colateral como en la muñeca o
el pie puede reducir el riesgo de daño tisular isquémico. La arteria femoral es un vaso
grande y superficial que puede ser canulado en situaciones de intensa vasoconstricción
por bajo gasto cardíaco e hipotensión.
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el éxito en la canalización y la seguridad de la técnica, disminuyendo el número de
punciones y de complicaciones.
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utilizadas suelen ser la yugular interna y la femoral. En los niños menores de 15kg es
difícil colocar el introductor en los vasos del cuello, por esta razón es preferible las venas
femorales. Los catéteres multiperforados de termodilución están disponibles en dos
tamaños de 5 y 7 F. Los catéteres de arteria pulmonar con balón en la punta pueden
tener las numerosas complicaciones que aparecen en los adultos y además pueden
aparecer otras complicaciones más frecuentes en los niños: información errónea,
embolismo paradójico, introducción en la reparación intracardíaca, obstrucción de la
salida del ventrículo derecho por el gran tamaño relativo del balón.
El sistema Pediasat (Edwards Life Sciences ®) tiene unos equipos (de 4,5 F 5
cm; 4,5 F 8 cm; 5,5 F, 8 cm y 5,5 F, 15 cm) que proporcionan una medida continua de
la saturación venosa central, útiles para cirugía craneofaciales, ortopédicas y cardíacas.
Son numerosos los estudios que demuestran una buena correlación del sistema
Pediasat comparándolo con los valores obtenidos por cooximetría de muestras
sanguíneas del puerto distal del catéter.
La ecocardiografía
Los neonatos con bajo peso al nacer y los que tienen compromiso respiratorio
significativo tienen mayor predisposición a bajo gasto cardíaco en las primeras 24h de
vida. La velocidad pico en la rama pulmonar principal puede ser medida y puede ser una
herramienta de cribado útil. Una velocidad pico en arteria pulmonar ˃ 0.45 m/seg no se
asocia con estados de bajo flujo sistémico, mientras que si la velocidad pico es 0.35
m/seg tiene una correlación significativa con estados de bajo flujo pulmonar.
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Las medidas directas de la función cardíaca en el niño y sobre todo en el neonato
son difíciles de realizar, especialmente en el prematuro, por el hecho de que la pared
anterior de la pared del ventrículo se mueve mucho menos que la pared lateral o
posterior. Las fracciones de acortamiento medidas utilizando el diámetro anteroposterior
del ventrículo izquierdo serán inexactas. Por esta razón se utilizan otras medidas para
evaluar la función miocárdica, como la tasas corregida de velocidad de acortamiento de
fibra circunferencial (VCFC) y su relación con el estrés del ventrículo izquierdo.
Ecocardiografía transesofágica
Las sondas de adulto pueden ser apropiadas generalmente para niños de más
de 20kg y 8 años de edad. Las sondas pediátricas se utilizan en niños más pequeños,
siendo complicado su uso por debajo de 3kg. En ese caso, si es preciso, se utiliza una
sonda epicárdica con una funda estéril.
La electroencefalografía
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técnico experimentado y un neurólogo. Puede reflejar trastornos de la perfusión
cerebral, trastornos de hipoxia o isquemia neonatal.
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Índice Biespectral. BIS
Monitorización de la temperatura
Los pacientes pediátricos, y sobre todo los más pequeños, tienen una escasa
capacidad para mantener su temperatura corporal. A medida que aumenta el cociente
entre el área de superficie corporal y el peso, también aumenta la tendencia a perder
una mayor cantidad de temperatura por radiación, convección, evaporación y
conducción. La hipotermia se traduce en una depresión de la función cerebral y cardíaca
acompañada por acidosis metabólica, aumento de la demanda de oxígeno, hipoxia,
alteración de la coagulación.
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hasta la superficie de la piel, donde puede medirse de forma no invasiva, registrarse y
visualizarse de manera continua.
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FLUIDOTERAPIA EN PEDIATRÍA
o Introducción
Introducción
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concentrar orina se debe a un descenso en el gradiente osmótico medular renal y una
reducción en la permeabilidad del túbulo renal al agua como respuesta a la ADH.
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Ayuno preoperatorio y manejo de líquidos2
En ocasiones llevan más horas de ayuno o deben ayunar más tiempo previo a la
cirugía, en ese caso se calculan los déficits de líquidos multiplicando las horas de ayuno
por las necesidades horarias de mantenimiento de líquidos. Murat propone reponer el
50% del déficit en la primera hora seguido de un 25% del déficit en la segunda y tercera
hora.
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• > 20 kg: 60 ml/h + 1 ml/kg/h que exceda los 20kg
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Todas las pérdidas intraoperatorias deben ser repuestas con líquidos isotónicos.
No hay evidencia entre las diferentes soluciones isotónicas de cristaloides, como suero
salino 0,9%, Ringer Lactato, coloides o productos sanguíneos en dependencia de la
hemoglobina del niño. Grandes cantidades de suero salino son responsables de una
acidosis metabólica hiperclorémica. En niños estables críticos se ha establecido como
límite una hemoglobina de 7 g/dl para la trasfusión de glóbulos rojos. No existe tanto
consenso en los niños menores de 3 meses. En general el umbral de hemoblobina para
transfusión en neonatos y prematuros es más elevado. Un porcentaje elevado de los
recién nacidos de muy bajo peso precisan al menos una transfusión. La anemia favorece
el desarrollo de apneas postoperatorias, también aquellos niños que presentan
cardiopatías cianóticas requieren unos valores más elevados de hemoglobina para
mantener los niveles de oxigenación sistémica. En general se trasfunde cualquier a
cualquier niño independiente de la edad gestacional si hay un inmediato incremento de
las necesidades de oxígeno que no puede ser alcanzado aumentando el soporte
respiratorio.
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duración de acción. En neonatos sin trastornos cardíacos, renales o hemostáticos, el
HES 6% no incrementó la creatinina sérica ni el sangrado cuando se comparó con
neonatos que recibieron igual volumen de albúmina 5%. Sin embargo, no hubo
diferencias entre el HES, suero salino isotónico y albumina al 5% en la mejora del gasto
cardíaco en neonatos hipotensos con situaciones de bajo gasto. Estudios randomizados
con suero salino normal, albumina, HES 130/0,42/6:1 muestran que parece seguro
cuando se utiliza para expansión de volumen en neonatos, lactantes y niños sin efectos
adversos serios. Se han publicado efectos adversos del HES como la hipocoagulación,
la toxicidad renal y el prurito. Cuando se ha administrado HES 130/0.4 a una dosis de
15 ml/kg los valores observados de tromboelastografía eran peor que la albumina y la
gelatina en neonatos y lactantes de 3-15 kg, lo que harían preferible el uso de albúmina.
Además, el HES puede interferir con la función del factor von Willebrand, el factor VIII y
las plaquetas, lo cual puede suponer un problema en neonatos que requieran cirugía
cardíaca. Este tema está en revisión y la recomendación del Comité de Evaluación de
Riesgos en Farmacovigilancia europeo de la Agencia Europea del Medicamento es la
de no utilizar estas soluciones en pacientes críticos, sepsis y quemados porque
incrementan el riesgo de daño renal y mortalidad. Sin embargo, afirman que se pueden
seguir utilizando para tratar la hipovolemia provocada por una pérdida aguda de sangre
y tomando las medidas adecuadas para reducir el riesgo potencial. Parece prudente
seguir las mismas recomendaciones en la población pediátrica.
Las gelatinas son polipéptidos producidos por la degradación del colágeno bovino.
Tienen una corta duración de acción porque traspasan rápidamente al espacio
intersticial, son filtradas rápidamente por el glomérulo renal y degradadas por proteasa.
Hay pocos estudios que avalen su uso en lactantes.
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extracelular al intracelular, siendo el cerebro el órgano más seriamente afectado.
Inicialmente el cerebro responde transportando el sodio intracelular al espacio
extracelular utilizando la bomba Na+K+ATPasa. Los niños más jóvenes son más
susceptibles a la encefalopatía hiponatrémica porque poseen una menor capacidad de
adaptación al exceso de agua libre y tienen una mayor relación cerebro/cráneo que los
adultos y, por ello, desarrollan antes el edema cerebral en presencia de hiponatremia.
El neonato que se somete a una cirugía tiene un riesgo incrementado de mayores
niveles de ADH, por el estrés, el dolor, la hipovolemia y/o hemorragia. Otros estímulos
que pueden aumentar la secreción de ADH pueden ser la ventilación con presión
positiva, las náuseas y vómitos, la hipoglucemia, la fiebre, y un descenso del volumen
intravascular.
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mantenimiento por un periodo mayor a 24 h y en situaciones de riesgo de
hipoglucemia/hiperglucemia.
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1. TRANSFUSIÓN EN PEDIATRIA
En esta etapa de la vida del niño la respuesta al estrés causado por diferentes
eventos, la hipovolemia y la hipoxia son muy diferentes a la de los niños mayores. Por
esta circunstancia en pediatría se divide la medicina transfusional en las etapas
neonatal, la de lactantes de menos de 4 meses, y la de los niños mayores. Las
diferencias fisiológicas marcan el diferente abordaje transfusional desde el diagnóstico
inmunohematológico, hasta la forma en que se realiza la compatibilidad
pretransfusional, basado en la incapacidad de formar anticuerpos contra los glóbulos
rojos en menores de 4 meses.
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completo. La hemoglobina de sangre de cordón umbilical en los recién nacidos a término
es de promedio 16,9 ± 1,6 g/dl y lo prematuros 15,9 ± 2,4 g/dl.
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Los prematuros transfundidos de forma repetida, tienen en proporción una mayor
cantidad de Hb A con respecto a la Hb F, lo cual favorece una mayor liberación de
oxígeno a los tejidos y se aprecia unos niveles menores de eritropoyetina circulante.
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enfermos, los mecanismos compensadores de la hipoxia, como la aceleración de la
frecuencia cardíaca, son limitados. Por ello, es importante que los niveles de 2,3-DPG
de la sangre transfundida no sean bajos y es así que se recomienda que cuando se
indica una exanguinotransfusión, ésta se efectúe con sangre conservada durante menos
de 14 días.
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— Anemia tardía en paciente estable, Hb < 7 g/dl.
o Intervención quirúrgica.
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Se debe irradiar el concentrado para prevenir la reacción injerto contra huésped
si ha existido una transfusión fetal (intrauterina), neonatos con sospecha de
inmunodeficiencia (DiGeorge, timo ausente..) si la donación procede de un familiar
emparentado consanguíneamente en 1er o 2º grado.
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si presenta sangrados menores concurrentes, o si se le va a realizar algún
procedimiento invasivo (puncion lumbar, exanguinotransfusión) o cirugía menor.
o <100.000 mm 3 caso de CID, alteración de la coagulación o cirugía mayor.
Al igual que sucede con los niños menores de 4 meses el umbral de transfusión
viene determinado por su situación clínica.
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Hb deseada (g/dl) – Hb actual × peso (kg) × 3.
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2. PATOLOGÍAS QUIRÚRGICAS FRECUENTES EN NEONATOS
o Atresia de esófago
o Hernia inguinal
o Estenosis de píloro
o Anormalidades anorectales
o Enterocolitis necrotizante
o Hidrocefacia
o Mielomeningocele
ATRESIA DE ESÓFAGO
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orogástrica y con los estudios radiológico posteriores. Antiguamente se diagnosticaba
cuando el neonato se chocaba o presentaba cianosis intensa tras las primeras tomas
orales, debido la neumonía por aspiración, pero hoy en día es poco frecuente con la
medicina moderna.
Si el niño presenta distrés respiratorio es posible que precise una mayor presión
de ventilación debido a su meno compliancia pulmonar, esto puede favorecer el paso
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del aire a través de la fístula al estómago, deteriorando su situación respiratoria e incluso
llegar a provocar una rotura gástrica. Se debe estar alerta para que no se produzca una
intubación inadvertida de la fistula, lo cual provocaría rápidamente un gran deterioro
cardiorespiratorio junto con una gran distensión gástrica. La gastrostomía
descompresiva debe evitarse porque se perdería una gran cantidad de volumen de aire
a su través empeorando la ventilación minuto.
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la mitad de la tráquea y solo en 1/3 en la proximidad de la carina siendo estas últimas
las que presentan mayores complicaciones.
La analgesia puede ser realizada con técnicas basadas en opioides como fentanilo
o remifentanilo intraoperatoriamente y morfina en el postoperatorio particularmente en
aquellos que precisan ventilación postoperatoria. También se han descrito técnicas
locoregionales utilizando catéteres caudales en aquellos niños de bajo riesgo que se
extuban de forma precoz.
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PERSISTENCIA DEL DUCTUS ARTERIOSUS (PDA)
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más mayores11. También en niños a término se puede realizar el cierre ductal mediante
cateterismo.
Por regla general los neonatos presentan una depleción del volumen
extravascular debido a la restricción de líquidos y el uso de diuréticos. Es preciso en
muchas ocasiones una expansión de volumen con sueros isotónicos para evitar la
hipotensión tras la inducción. La manipulación quirúrgica de las estructuras torácicas y
la retracción del pulmón no dependiente para obtener una exposición quirúrgica óptima
con frecuencia dificulta la ventilación pulmonar. Es útil colocar dos sensores de
oximetría para vigilancia de la saturación arterial. Debe ajustarse el aporte adecuado de
oxígeno para asegurar una correcta oxigenación sistémica a pesar del riesgo de
presentar retinopatía. Se debe evitar la utilización de óxido nitroso. Debe asegurarse un
acceso vascular apropiado que permita administras derivados sanguíneos de forma
correcta. La hemorragia intraoperatoria por regla general es mínima, pero una
hemorragia desastrosa puede ocurrir.
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Durante el cierre quirúrgico del ductus se pueden ligar de forma inadvertida otras
estructuras adyacentes torácicas como la arteria pulmonar izquierda, el bronquio
principal izquierdo o la aorta descendente. La monitorización de la pulsioximetría
pre/post ductal puede en algunos casos detectar de forma precoz esta complicación. El
cierre ductal se asocia con un estrechamiento de la presión de pulso por un incremento
en la presión diastólica y con frecuencia en la presión sistólica. La lesión del nervio
recurrente puede provocar complicaciones en el postoperatorio tras la extubación.
También puede aparecer una parálisis diafragmática secundaria a lesión del nervio
frénico que produzca una mayor dependencia del ventilador 12. La aparición de un
quilotórax por lesión del conducto torácico es una complicación rara.
HERNIA INGUINAL
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Consideraciones anestésicas de la hernia inguinal
ESTENOSIS PILORO
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previa puede llevar 24-48h. No debe ser operado hasta que el bicarbonato plasmático
es 28mmol/l y el Cl plasmático 100 mmol/l. los niños con deshidratación severa
pueden requerir inicialmente bolos de 20 ml/kg SF 0,9%, seguido de un mantenimiento
con dextrosa 5-10% y salino 0,45% si los niveles de sodio plasmático. Debe colocarse
una sonda nasogastrica de aspiración para poder descomprimir el estómago. Las
pérdidas gástricas deben ser repuestas 1:1 ml con SF 0.9 % y 10 mmol KCL por cada
500 ml.
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Otras alternativas en el que se excluyan la administración de un relajante muscular
puede ser administrar un opioide iv de acción corta como el remifentanilo junto con dosis
más elevadas de propofol 3-5 mg/kg para asegurar la vía aérea. Alternativamente se
puede realizar una inducción preoxigenando con oxígeno 100 % junto con sevoflurano,
seguido de una dosis de propofol (2-4 mg/kg) con o sin opioide de acción corta.
Con respecto al tubo traqueal un tubo 3,5 s/n o un 3 c/n (Microcuff®) moldeado
con un fiador facilita la intubación rápida. Una vez se asegura de nuevo la vía aérea se
recoloca nuevamente la sonda de aspiración gástrica, que ademas permite la insuflación
de bolos de 20 ml de aire si se desea comprobar la integridad de la mucosa una vez
realizada la pilorotomía.
Muchas son las causas que pueden favorecer un despertar lento, entre ellas la
utilización de opioides. Existen alternativas para evitar el uso intraoperatorio de opiodes.
La infiltración de la heridas con anestésico local (lidocaina 1% 3 mg/kg) generalmente
son suficientes para controlar el dolor postoperatorio. Otros prefieren asociar un bloqueo
regional como un bloqueo epidural o de la vaina de los rectos en dependencia del
abordaje quirúrgico19,20. El paracetamol iv o rectal puede proporcionar un alivio del dolor
intraoperatorio y postoperatorio que no produzaca un retraso en el despertar.
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este problema retiniano, en los siguientes 15 años se redujo la concentración de oxígeno
administrado y la prevalencia de ROP disminuyó de un 50% a un 4% en los prematuros,
pero se incrementaron de forma dramática las muertes neonatales y la parálisis
cerebral. Actualmente un 65 % de los prematuros 1.250 gr desarrollan ROP. La dosis
y la administración de oxígeno administrada a los prematuros han sido debatidas
ampliamente y de una forma consensuada se admite que la saturación de oxígeno de
mantenerse entre 90-95%, y que ˃ 95% se relaciona con un incremento en el riesgo de
ROP, mientras que una saturación 90% se asocia a incremento en la
morbimortalidad21.
Tratamiento de la ROP
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la frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria por la posibilidad de aparición de
bradicardia y apneas. Debe prevenirse la aparición de hipotermia.
ANORMALIDADES ANORECTALES
El manejo inicial es el soporte con fluidoterapia endovenosa junto con una sonda
nasogástrica de descompresión. Debe excluirse otras anormalidades asociadas, y
descartar la presencia de fístula. Se debe realizar una descompresión quirúrgica y una
reconstrucción dependiendo de la anatomía y de las anormalidades asociadas.
GASTROSQUISIS
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de la pared abdominal junto a un cordón umbilical intacto. A través de este defecto de
la pared abdominal se exteriorizan sin protección las asas intestinales. Dentro del útero
se encuentran esas asas intestinales flotando en el líquido amniótico. Este hecho
contribuye a que el intestino sea delgado y recubierto por una piel de fibrina. Este
defecto de la pared abdominal puede estrecharse al final del embarazo provocando una
obstrucción e isquemia del intestino. Son infrecuentes otras anormalidades asociadas,
pero en un 10-15% pueden coexistir con atresias intestinales. El hígado raramente se
hernia.
Tratamiento de la gastrosquisis
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Manejo anestésico de la gastrosquisis
En algunos centros que se utilizan silos preformados para reintroducir las asas se
realizan sin anestesia. En otros centros se realizan con anestesia y parálisis para
disminuir las presiones y facilitar la reducción 24. Una anestesia general combinada con
epidural proporciona una buena analgesia postoperatoria y puede reducir la necesidad
de ventilación postoperatoria. Debe mantenerse a niño caliente y bien hidratado con
bolos de 20 ml/kg de Ringer Lactato o albúmina. Puede resultar útil un acceso arterial
para monitorizar complejos procesos.
ONFALOCELE
Ocurre en 1:4000 nacimientos vivos, afectando a los niños 1,5 veces más que a
las niñas. Se puede clasificar en menor, mayor o gigante en función del tamaño del
defecto y de la herniación del hígado. Son mayores si el defecto es ˃ 4 cm de diámetro
o contiene el hígado, y gigantes si son ˃ 6 cm de diámetro o contiene el hígado. En más
del 50 % se asocian a anormalidades como cromosomopatías, defectos de la línea
media, alteraciones cardíacas y musculoesqueléticas. El síndrome de Beckwith-
Wiedemann se asocia con gigantismo, macroglosia, hiperplasia pancreática con
hiperinsulinismo, organomegalia y hemihipertrofia.
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Tratamiento del onfalocele
El tratamiento debe ser inicialmente de soporte si el saco está intacto para ser
operado de forma programada. Por el contrario, si el saco está roto debe protegerse el
intestino y realizarse una corrección quirúrgica urgente. Si el defecto es pequeño puede
conseguirse una reducción completa del contenido, pero si el defecto es mayor se
realizará una reducción gradual, colocando igualmente un saco protector. Estas
maniobras seriadas de reducción pueden realizarse en la unidad neonatal. Una vez
finalizada la reducción, se retira en quirófano el saco protector y se cierra el defecto en
quirófano. Cuando es extirpado el saco que recubre el intestino, se debe tener
precaución en no dañar las venas hepáticas que se encuentran en la parte superior,
porque podrían provocar una hemorragia significativa. Si el onfalocele es gigante, el
tratamiento puede llegar a ser conservador permitiendo la epitelización del saco con
antibióticos y agentes esclerosantes tópicos25.
ENTEROCOLITIS NECROTIZANTE
La causa no está muy clara, aunque los factores de riesgo incluyen prematuridad,
alimentación con leche de formula precoz, enfermedad cardíaca, bajo peso al nacer,
transfusión 48h antes, y sepsis. Parece ser que la lactancia materna puede ser
protectora debido a la transferencia de inmunoglobulinas maternas. Múltiples factores
intestinales predisponen a l desarrollo de la enterocolitis necrotizante en los neonatos
prematuros: dismotilidad, flora intestinal anormal, trastornos en la barrera mucosa,
incremento de la permeabilidad intestinal, riesgo de isquemia, descenso de las
inmunoglobulinas y la inmunidad intestinal, vaciamiento gástrico enlentecido. Todos
estos factores facilitan la traslocación bacteriana y activa la cascada inflamatoria de la
pared intestinal. A menudo los agentes patógenos son de la propia flora bacteriana
intestinal lo cual sugiere un trastorno de los mecanismos de defensa.
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El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Signos precoces pueden ser
intolerancia alimentaria, vómitos biliosos, incremento débito de sonda gástrica de
aspiración, distensión abdominal, inestabilidad hemodinámica, hemorragia digestiva.
Son comunes también la trombocitopenia, los trastornos de la coagulación y los
incrementos en los marcadores inflamatorios como la prot C reactiva. Los signos
radiológicos patognomónicos incluyen distensión de asas intestinales, neumatosis
intestinal, gas venoso portal con o sin perforación.
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con evidencia de perforación, se ha propuesto el drenaje peritoneal como alternativa a
la cirugía, aunque una revisión reciente ha sugerido que se asocia con un incremento
en la morbilidad. La opciones quirúrgicas son variadas, resección intestinal con
enterostomía, resección y anastomosis primaria, yeyunostomia, abrir y cerrar para luego
realizar un second look. De forma general el intestino puede ser capaz de tolerar la
alimentación enteral en presencia de 30 cm de intestino con válvula ileocecal
conservada o 50 cm sin ella. En casos extremos de necrosis de todo el intestino, se
debe considerar el restringir los cuidados.
HIDROCEFALIA
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el resultado de una hemorragia (subaracnoidea o intraventricular neonatal), problemas
congénitos (estenosis del acueducto de Silvio), traumatismo, infección o tumor
(especialmente de fosa posterior)30.
Tratamiento de la hidrocefalia
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inducción. Se debe prestar atención a la velocidad de evacuación del LCR si se coloca
un catéter externo porque en el caso de una evacuación rápida se puede producir un
colapso del sistema ventricular con una rotura de las venas corticales. Hay que prestar
atención durante el traslado o al cambiarlo de la camilla a la cama para evitar este
colapso ventricular, por ello es mejor cerrarlo de forma breve para evitarlo. Los
anestesiólogos deben conocer también la posibilidad de aparición de una situación
conocida como el síndrome del ventrículo en hendidura (“slit ventricle syndrome”). Este
aparece en un 5-10 % de los niños portadores de una derivación y se debe a un excesivo
drenaje del LCR con unos ventriculos laterales pequeños. Tienen una compliancia
cerebral disminuida y hay que ser cuidadosos a la hora de administrar líquidos
hipotónicos puesto que pueden favorecer el edema cerebral.
MIELOMENINGOCELE
Este tipo de malformación congénita consiste defecto de cierre del tubo neural
resultando en un amplio espectro de anormalidades, desde una espina bífida oculta
hasta un mielomeningocele que afecta a los cuerpos vertebrales, la médula espinal y el
tronco cerebral. La malformación de Arnold-Chiari se encuentra hasta en un 90%, y
puede asociarse a otros defectos neurológicos como hidrocefalia, o siringomielia. Esta
malformación ha reducido mucho su frecuencia por la administración de suplementos
de ácido fólico durante las primeras semanas de embarazo y los controles diagnósticos
prenatales.
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0,5% a 0,5-0,7 mg/kg. Con los mórficos actuales de vida media corta (remifentanilo) se
puede evitar esta técnica y extubar al niño de también de forma precoz. En ocasiones
pueden tener asociados trastornos de los pares craneales con estridor inspiratorio. No
hay que olvidar que estos niños por sus trastornos musculoesqueléticos y urodinámicos
van a requerir muchas cirugías y múltiples instrumentaciones como el sondaje vesical,
por lo hay que hacer profilaxis de contacto con el látex en cada ocasión para evitar la
sensibilización.
55
3. ANESTESIA PEDIÁTRICA EN CIRUGÍA MAYOR AMBULATORIA (CMA)
o Introducción
o Valoración preoperatoria
o Asma
o Diabetes Mellitus
o Síndrome de Down
Introducción
56
especialidades, siendo en el campo de la Pediatría uno de los más desarrollados. Para
desarrollar un programa de CMA es preciso establecer de forma clara los criterios de
selección de pacientes, información preoperatoria, programación quirúrgica, criterios de
alta y control postoperatorio. Antes de incluir a un niño en un programa de CMA es
importante tener en cuenta su entorno familiar, porque es preciso que los padres o
cuidadores comprendan y acepten las instrucciones pre y postoperatorias, ya que son
uno de los pilares básicos en el desarrollo de un programa de CMA. Una adecuada
información, disminuye la ansiedad de los padres y mejora su colaboración. Si se
transmite el nivel de seguridad y calidad necesarias será muy bien acogida socialmente.
Es preciso establecer un circuito adecuado que de forma general consta de una
admisión al paciente, una sala de adaptación a medio, un quirófano, una unidad de
despertar, y de nuevo la sala de adaptación al medio, para finalmente producirse el alta
al domicilio
Traumatología y cirugía Artroscopia de rodilla y hombro, retirada de material de osteosíntesis, biopsias óseas y
ortopédica articulares
Urología Cirugía del testículo, hidrocele, varicocele, fimosis, cirugía de la incurvación peneana,
corrección de estenosis uretrales, uretrocistoscopia, orquidopexia, hipospadias, quistes de
epidídimo
Es uno de los puntos más importantes del proceso. Los puntos que debemos tener
en cuenta son los siguientes:
57
• Proximidad del domicilio habitual al centro hospitalario, con posibilidad de
acudir a él durante las primeras 24h postoperatorias
Valoración preoperatoria
El primero que valora la inclusión del niño en un programa de CMA será el equipo
quirúrgico y luego nos lo derivan para la valoración preoperatoria. Es preciso que se le
administre al paciente un documento donde queden reflejadas de forma clara y concisa
la ordenes de ayuno preoperatorio y se debe tomar o no alguna medicación, así como
una forma de contactar con la unidad para aclarar dudas o comunicar cambios en el
estado del niño. Los criterios de selección basados en patologías están en continua
revisión, pero en general se aceptan pacientes ASA I, ASA II y ASA III con patología
estable. La última palabra respecto a la inclusión o no de un paciente para CMA la tiene
el anestesiólogo, quien debe valorar individualmente a cada paciente. A continuación,
se exponen algunos casos particulares por su implicación perioperatoria o por su
frecuencia en esta población.
58
El lactante en apnea sufre hipoventilación alveolar durante el sueño, con respuestas
anormales a la hipoxia y a la hipercapnia. Los fármacos halogenados deprimen el
mecanismo de control del tallo encefálico y disminuyen la respuesta de los
quimiorreceptores periféricos a la hipoxia, afectando la resistencia del diafragma. En
resumen, todos los lactantes prematuros con igual o menos de 60 semanas
postconcepcionales, incluyendo a los pacientes que no han presentado trastornos
respiratorios previos a la intervención, precisan de 24 horas de vigilancia postoperatoria
intrahospitalaria, debido al riesgo de apnea tras el procedimiento quirúrgico.
Asma
Es la enfermedad crónica de la infancia más frecuente. La elección de estos
pacientes depende de la severidad y frecuencia de los síntomas, así como del correcto
control farmacológico.
Los niños con asma leve que presentan síntomas de manera infrecuente y que no
precisan medicación continua son candidatos para cirugía ambulatoria. Los que
padecen asma moderada con necesidad de medicación diaria para el control de los
síntomas deben recibir la medicación hasta el mismo día de la cirugía y si no presentan
reagudizaciones podrán ser incluidos en CMA. Por último, los niños con asma severa
que precisan de un tratamiento agresivo para el control de los síntomas no son
candidatos a CMA. En cualquier caso, si el niño presenta disnea, infección de vías altas
o taquipnea el día de la intervención, debemos aplazar la cirugía. En el asma bronquial,
se pospone la cirugía programada hasta 2 semanas después de una crisis de
broncoespasmo, dada la hiperreactividad temporal de las vías aéreas
Diabetes mellitus
Síndrome de Down
Se incluyen para CMA los mayores de 1 año, sin enfermedad cardiaca activa y los
que no presentan inestabilidad de la columna cervical.
59
Infección de vía aérea superior
Es un cuadro muy frecuente en los niños y debemos valorar cada caso en particular,
teniendo en cuenta la existencia de fiebre, obstrucción nasal, laringitis, bronquitis,
roncus o sibilancias. Los catarros aumentan el riesgo de complicaciones respiratorias
perioperatorias y por ello se recomienda que tengan que pasar como mínimo 2 semanas
libres de síntomas para disminuir ese riesgo. La rinitis alérgica, no conlleva mayores
complicaciones respiratorias.
60
• Segura y confortable para el niño
Siempre que podamos debemos recurrir al bloqueo periférico o central, sobre todo
para disminuir la administración de analgésicos intra y postoperatorios que pueden
prolongar el alta hospitalaria o aumentar el riesgo de ingresos por mal control del dolor
o por la aparición de náuseas y vómitos postoperatorios.
Tras la cirugía, los niños pasarán a la URPA 1, donde se controlan sus constantes,
realizando una especial vigilancia de la vía aérea. Cuando el niño esté más despierto
se pasa a la URPA 2, donde empiezan con la deambulación y la tolerancia oral a
líquidos. En esta etapa, se presta especial atención al control del dolor postoperatorio y
de las náuseas y vómitos.
61
• Actividad y estado de conciencia adecuado según edad (deambula, habla,
etc)
62
4. ANESTESIA FUERA DE QUIRÓFANO
o Introducción
o TAC y RNM
o Radiología intervencionista
o Exploraciones Digestivas
o Radioterapia
Introducción
Es cada vez más habitual que el anestesiólogo pediátrico sea requerido para
realizar diferentes procedimientos fuera del quirófano. No todos los procedimientos
precisan una anestesia general, un gran volumen sobre todo de los procedimientos
radiodiagnósticos se pueden realizar con diferentes grados de sedación. Es preciso una
correcta evaluación previa que nos permita la planificación correcta según el tipo de
procedimiento y según la situación clínica de niño.
63
y el personal no está tan familiarizado con esta situación. Por esta razón es preciso
disponer de material alternativo de vía aérea como las mascarillas laríngeas que pueden
solventar una situación de no puede ser ventilado ni intubado 33.
De igual manera que los niños no son adultos pequeños, los neonatos no son
niños pequeños. Hay numerosos rasgos fisiológicos únicos del neonato a término y
pretérmino que no debe olvidar el anestesiólogo. Entre ellos no se debe olvidar la
toxicidad del oxígeno (retinopatía del prematuro y displasia broncopulmonar), mayor
tendencia al colapso pulmonar (inmadurez pulmonar, compliancia torácica), riesgo de
atrapamiento pulmonar si presenta displasia broncopulmonar, inmadurez centro
respiratorio (apneas), respiradores nasales, tubos sin balón y dificultad de mantener
volúmenes tidal, resistencias pulmonares vasculares incrementadas, riesgo de
hemorragia intraventricular, inmadurez de los sistemas enzimáticos hepáticos( riesgo
de toxicidad farmacológica), altas necesidades de calcio y fosforo (osteopenia),
inmadurez renal, mayor afinidad por el oxígeno de la hemoglobina fetal, piel fina y
permeable, mayor superficie corporal total en relación al peso (hipotermia).
64
intravenosa basada en opiáceos y relajantes musculares. Tradicionalmente estas
unidades no han contado con monitorización continua del Et CO2 en sus monitores.
Calentadores de sueros son recomendados si se van a administrar grandes volúmenes
de líquidos o de productos sanguíneos.
TAC y RNM
65
están optimizados para pacientes muy pequeños, por lo que es frecuente tener
dificultades en una monitorización adecuada.
La RMN tiene unas particularidades que hacen de ella una sala de exploraciones
especial. Es preciso tener precaución con los materiales con componente ferroso que
se pueden comportar como verdaderos proyectiles y poner en riesgo la integridad física
del personal y del niño. Los monitores disponibles en esta sala no siempre proporcionan
la misma precisión que los monitores de quirófano. La luz en ocasiones es demasiada
tenue y no puede interferir con la evaluación de la situación clínica del niño. Los
desfibriladores no son seguros y se han descrito malfuncionamiento dentro de la sala.
En caso de parada cardíaca es preciso sacar al niño de la sala para realizar la
reanimación cardiopulmonar avanzada.
Radiología intervencionista
Debe evitarse el uso de óxido nitroso puesto que la posibilidad de difusión a las
asas intestinales puede interferir en la calidad de las imágenes abdominales o pélvicas.
Los radiólogos intervencionistas pueden requerir para disminuir el peristaltismo
abdominal la administración intravenosa de glucagon y facilitar la adquisición de
imágenes. El glucagón tiene efectos secundarios que incluye las náuseas, los vómitos,
hiperglucemia, trastornos electrolíticos y trastornos de coagulación. Es recomendable
administrar en ese caso un antiemético previamente.
66
lo que es preciso controlar la diuresis y tratar de forma agresiva la hematuria para
minimizar el riesgo de lesión renal.
Exploraciones endoscópicas
Los niños mayores se pueden realizar con una sedación profunda, utilizando una
combinación de benzodiacepina (midazolam), con opioide (fentanilo, remifentanilo), un
hipnotico (propofol) y también con ketamina.
Una de las áreas fuera de la unidad de cuidados intensivos neonatales en las que
el neonato requiere sedación y anestesia es la sala de hemodinámica. A pesar del
diagnóstico mediante ecocardiografia transtorácica muchos de los lactantes con
cardiopatías requieren un cateterismo diagnóstico que determine la naturaleza de la
anatomía, función y fisiología y en otras ocasiones un cateterismo terapéutico que por
regla general va dirigido a aumentar el flujo pulmonar o aórtico. Otras actuaciones en
esta sala que pueden requerir la presencia del anestesiólogo con conocimientos de
anestesia cardíaca en niños, pueden incluir tanto estudios electrofisiológicos como
ablaciones por radiofrecuencia de vías aberrantes, o implantación de marcapasos.
67
llegar a ser catastrófica, por lo que ante determinados procedimientos como dilataciones
con balón se debe disponer de 1-2 unidades de concentrados de hematíes.
Hay una amplia variedad de regímenes de anestesia y sedación que han sido
utilizados en la sala de hemodinámica en neonatos. La sedación profunda por vía oral
no se recomienda por la variación en el inicio, la duración y la eficacia. Se ha utilizado
durante mucho tiempo una sedación por vía intramuscular con el cocktail formado por
meperidina, prometazina y clorpromazina. Sin embargo, hoy en día también está en
desuso por la impredicibilidad de la sedación obtenida, la posibilidad de provocar un
absceso estéril, y lo que es más importante la posibilidad de descompensación cardiaca
y compromiso respiratorio.
68
Una anestesia basada en altas dosis de opiáceos está considerada como la
anestesia más segura para los neonatos con enfermedad cardíacas, pero tiene el
inconveniente que puede impedir la extubación al finalizar el procedimiento si se utilizan
mórficos de vida media prolongada. Esto puede evitarse utilizando el remifentanilo cuya
vida media en el neonato es menor de 5 min.
Algunos han propuesto realizar una anestesia espinal con bupivacaina hiperbárica
0,5 % a 1 mg/kg como técnica anestésica para realizar un cateterismo cardiaco y
prevenir la posibilidad de apneas en el postoperatorio de niños prematuros. La tasa de
fallos ronda el 25 %, y la necesidad de sedación adicional el 50 %. Entre los potenciales
beneficios se incluyen la estabilidad hemodinámica, evitar la intubación en aquellos
niños con mayor riesgo de fallo en la extubación y ventilación prolongada post-
procedimiento. Sin embargo, en la práctica la necesidad de administrar sedantes en
niños exprematuros dan como resultado una incidencia de apneas similar a los que se
realiza anestesia general.
Los estudios electrofisiológicos en los neonatos son muy poco frecuentes. Por
regla general se realizan a aquellos neonatos que presentan taquiarritmias
farmacológicamente resistentes. Debido a la complejidad de estos procedimientos y la
necesidad de una sedación prolongada, es la anestesia general la técnica más
recomendada. Es importante no inhibir el sistema simpático para no interferir en la
detección de arritmias. Por ello se debe evitar la dexmedetomidina. Se ha utilizado una
anestesia general inhalatoria con sevoflurano, o anestesia total intravenosa con propofol
y remifentanilo de forma efectiva en estas situaciones. Los anestésicos inhalatorios
pueden prolongar el intervalo QT e incrementar el riesgo de aparición de una torsade
de pointes.
Los procedimientos terapéuticos tienen más riesgo que los diagnósticos. Los niños
de menor peso, y aquellos con cardiopatías congénitas complejas o cianóticas están
más expuestos. Las complicaciones relacionadas con el procedimiento van desde la
posibilidad de arritmias (extrasistolias, taquiarritmias, bloqueos parciales o completos),
hipertensión pulmonar, parada cardíaca. En raras ocasiones se puede producir una
perforación en la pared cardiaca que produzca una hemorragia con taponamiento
cardíaco, o una rotura valvular o vascular que obligue a una cirugía de urgencia.
69
La radioterapia
70
5. EQUIPO PEDIATRICO
71
Sistemas de respiración de anestesia
Los circuitos, comúnmente usados son el circuito de Jackson-Rees modificado
del Tubo en T de Ayres, el circuito de Bain y el circuito cerrado o circular. El circuito de
Jacson-Rees modificado del tubo en T de Ayre´s es similar al Mapleson F, es un sistema
de ventilación sin válvulas para niños hasta los 20 kg. El Circuito coaxial de Bain es una
modificación del sistema de Mapleson D. Fue descrito originalmente por Bain y Spoerel
en 1972. Puede ser usado para tanto la respiración espontánea como la controlada. Los
componentes del sistema de Bain: un tubo externo corrugado (1.8 metros de longitud),
un tubo interno para el flujo de gas fresco (diámetro externo de 7 mm), una válvula
ajustable limitante de presión (APL) y una bolsa reservoria.
Hay que adecuar la proporción de flujo en la respiración espontánea. En niños
pequeños es necesario tres veces el volumen minuto. En niños más grandes es
necesario 100 ml/kg para evitar la reinhalación. Para la ventilación controlada. Existen
varias recomendaciones para el FGF durante la ventilación controlada: 70 ml/ kg se
necesita para mantener la normocapnia, 100 ml/kg para mantener la hipocarbia.
Mesas de anestesia.
El mayor desafío de las maquinas modernas de anestesia es la capacidad de
proporcionar de forma eficaz pequeños volumentes tidal compensando la compliancia
del circuito respiratorio y los cambios en el flujo de gas fresco. Las modernas mesas de
anestesia disponen de ventiladores capaces de compensar la compliancia del circuito y
pueden realizar varias modalidades de ventilación tanto controlada (VCV, PCV) com o
asistida espontánea (VCVSP, PCVSP, PSV). Tradicionalmente se ventilaba a los niños
más pequeños con ventilación controlada por presión, en la actualidad precisamente
por la capacidad de compensar esa compliancia es posible ventilar en modo volumen a
niños pequeños de forma efectiva.
Humidificadores
Mascarilla faciales
Una máscara ideal debe adaptar bien a la cara sin obstruir las alas nasales y
poder acomodar a las vías aéreas naso y orofaríngeas durante la ventilación. El espacio
muerto debe ser mínimo. El tamaño varía según la edad (tabla 2). Es recomendable que
72
sea transparente para detectar la humedad, cianosis y vómitos. Debe ser confortable
para el paciente y el anestesiólogo.
Las más comúnmente utilizadas son las mascarillas anatómicas con almohadilla
inflable. Una alternativa son las mascarillas de Rendell-Baker y Soucek diseñadas sobre
moldes anatómicos de un gran número de niños que son de silicona o goma maleable
que permiten un sellado adecuado minimizando el espacio muerto. Tiene un cuerpo
hecho de goma que puede ser ensanchada o estrechada para que coincida con la cara
con una almohadilla inflable que asegure el acople.
R.N. y
EDAD <6 6-12 1-2 2-5 5-8
Prematuro >8años
meses meses años años años
Bolsa
250 ml 500 ml 1600-2000 ml
Autoinflable
73
R.N. y
Cánula
4-5
Orofaringea 00 0 1 2 3 4
Nº 1-
Nº 0 Nº 1 Nº 2 Nº 2-3
2
74
EDAD Y/O PESO Nº Tubo Endotraqueal Cms a introducir por boca
1-2 kg 3 7-8
>3kg 9-10
3,5-4
R.N y < 6 meses 10-12
6-12 meses 4 12
Nº tubo x 3
1-2 años 4-4,5 13-14
75
de 5kg o más se utiliza un tubo de 4. mm ID. Siempre se debe individualizar en función
de las condiciones médicas preexistentes (estenosis subglótica…).
Tradicionalmente se han utilizado tubos sin balón en los neonatos por el temor a
producir lesiones subglóticas. Sin embargo, los modernos tubos con alto volumen y baja
presión no se han asociado a un incremento en las lesiones subglóticas o una incidencia
mayor de estridor postextubación durante la anestesia general. Los tubos con balón
reducen la contaminación ambiental del quirófano y el consumo de gas anestésico en
comparación con los tubos sin balón.
Los tubos sin balón tienen la ventaja de conseguir un diámetro interno máximo de
la vía aérea y con ello facilitar por ejemplo la ventilación espontánea. Facilitan por la
misma razón la realización de toilets pulmonares por aspiración.
76
desencadene un edema y un estridor tras la extubación y a largo plazo una cicatrización
y una estenosis subglótica.
Para valorar el diámetro del tubo sin balón en el neonato Se puede realizar el test
de fuga de aire o según la resistencia de su paso a través de la subglotis. El test de
fugas se realiza colocando la punta del tubo a nivel traqueal y tras cerrar la válvula APL
se coloca un estetoscopio sobre la laringe para detectar por auscultación la fuga de aire.
La fuga de aire debe estar limitad en los adultos a partir de 15-20 cm H2O para minimizar
el riesgo de edema de la mucosa. En los neonatos no existe todavía una evidencia
comparable. Se debe evitar un test de fuga lento y prolongado puesto que se puede
comprometer la circulación al igual que sucede con una maniobra de Valsalva
prolongada.
Para predecir la posición óptima del nivel traqueal del tubo existen también una
variedad de fórmulas. Una fórmula utilizada comúnmente es “123-789”, en donde un
neonato de 1 kg el tubo debe estar aproximadamente a 7 cm de la arcada alveolar, un
neonato de 2 kg a8 cm y un neonato de 3 kg a 9 cm de distancia. La distancia en los
neonatos a término entre la carina y la glotis es aproximadamente de 4-5 cm.
Existen otras variedades de tubos preformados que son muy útiles para la cirugía
facial o del cuello. Tienen la ventaja de que se fija el tubo a nivel del punto de flexión del
mismo, limitando el desplazamiento del tubo.
77
Tabla 6: Diámetro de Doble Luz
Los tubos con bloqueador bronquial (Univent®) son otra alternativa para la
exclusión pulmonar (tabla 7). También existen bloqueadores bronquiales que permiten
bloquear el pulmón utilizando un tubo endotraqueal normal.
78
Tabla 8: Selección de tubo para ventilación unipulmonar en niños
79
TAMAÑO MASCARILLA VOLUMEN MÁXIMO DE
PESO (Kg) LARÍNGEA HINCHADO (ml)
<5 1 4
5-10 1,5 7
10-20 2 10
20-30 2,5 15
30-70 (adolescentes) 3 20
70-90 (adultos) 4 30
>90 5 40
TAMAÑO MASCARILLA
PESO (Kg) EDAD iGEL
Sistemas de calentamiento:
Los niños y en especial el neonato requiere una sala de quirófano más caliente
que el adulto para evitar la pérdida de calor. Aproximadamente pierde un 40% de calos
por radiación y un 35% por convección. Simplemente con la cobertura rutinaria del niño
se reduce estas pérdidas de calor, sobre todo cuanto más pequeño es el niño.
Existen otros dispositivos que ayudan a mantener la temperatura del niño. Las
mantas calentadoras de agua son útiles para niños con una superficie corporal de 0,5
m2 (10kg). Para niños más mayores la perdida de calor por conducción es apenas del
80
5%, ya que desciende la ratio de superficie corporal en relación a la masa corporal. La
temperatura del fluido no debe exceder de 39ºC para evitar quemaduras, y no debe
contactar con la piel de forma directa. Las mantas calentadoras de aire son los
dispositivos más útiles para calentar al niño porque pueden arropar al niño alrededor de
la cabeza y el tronco. Estos dispositivos combinan la administración de calor por
convección a través del aire caliente y la reducción de la perdida de calor por
evaporación al cubrir al niño con un plástico. Puede ser efectivo el administrar el aire
caliente a través de los paños de cobertura del niño, pero esta técnica tiene un elevado
riesgo de lesiones térmicas cutáneas.
81
e) Material intubación pediátrico: mango y palas pediátricas, tubos
intubación (2,5-6 mm ID sin balón, 3,0-7,0 mm ID con balón), fiadores
h) Drogas de resucitación
82
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